Estimado Ricardo, suponiendo que se pudiera saber cuáles eran la vocales , que acompañaban al tegragratón, jamás podríamos pronunciarlo de la manera en que lo hacían Adán y Eva, Noé, Moisés, Abram, Jacob, ni siquiera como lo hacían los primeros cristianos.
Porqué existen las variaciónes idiomáticas y los diferentes modismos, fíjate lo que ocurre con el nombre Jesús el cual no es tan antiguo como el del Supremo, en el primer siglo se lo conocía como Ye·schú·aʽ o Yehoh·schú·aʽ, sin embargo no existe problema alguno al llamarlo simplemente, Jesús.
Entonces, ¿por qué hallamos inconveniente en llamar al Creador Jehova? Siendo este ampliamente conocido a nivel mundial, obviamente con sus distintas variaciones idiomáticas.
En realidad la razón principal que impide la pronunciación del Nombre es sobre todo afectiva, es decir que quien no ama a otra persona tampoco usa su nombre.
En su libro Proverbios de la Sabiduría Judía , Victor Malka explica que, según la sabiduría popular judía, sólo se olvidan los nombres de los que no son amados, por lo tanto, el nombre de Dios no se puede olvidar. Además, "sólo se pudrirá el mismo nombre de los impíos" (Prov 10,7).
En la Biblia, negarse a mencionar el nombre de un dios significa negarse a adorar a ese dios (Ex 23:13) y por eso Satanás incitó a los israelitas, por medio de los profetas de Baal, a no usar el Nombre Jer 23:13, 27.
De hecho, negarse a usar el Nombre significa negarse a ser salvo (Rom 10:13; Joel 2:32).