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Esta manera de actuar es la que han seguido los traductores que, de una forma premeditada, han alterado el significado literal del hebreo en Éxodo 3:14, vertiendo el significado del nombre de Dios como "Yo soy el que soy" y "Yo soy", con el propósito evidente de apoyar su teología trinitaria previa.
-No, no es así. Ni tú ni la Watch Tower descubrieron la primitiva traducción castellana de Éxodo 3:14, pues muchos tenemos y usamos las ediciones de las Sociedades Bíblicas Unidas de la versión del 1569 y la primera revisión del 1602.
-Con un ápice de sensatez se entiende que siendo Dios el Eterno, sin principio ni fin, los tiempos verbales que a Él corresponden son el de un pasado sin comienzo y un futuro sin final. Los revisores modernos en aras de simplificar sin mayor logro, redujeron todo al presente, siendo este tiempo el más efímero, pues el "ahora" pasa para ser sucedido inmediatamente por el "después". Así, el "Yo soy el que soy" trasmite una idea correcta de Dios, pues únicamente Él puede permanecer en un presente continuo, pues el tiempo no lo limita hacia atrás o hacia adelante. Lo que yo soy ahora no es igual a lo que fui y mucho menos al desconocido que seré. Dios también es Creador del tiempo.