Hola David. Agradezco el tiempo invertido.
Como entenderás llego al tema como la "tercera vía" pues yo no considero que estilísitca y retóricamente Pablo esté hablando de si mismo. De hecho mi posición de que Pablo esta hablando de todo ser humano personificado en Adán tiene más fuerza explicativa y genera menos contradicciones que la interpretación tradicional agustiniana adoptada por católicos y protestantes reformados.
Yo no veo ninguna inconsistencia como dices, sino un diálogo perfecto donde Pablo confiesa su condición y su experiencia mística ante sus hermanos. No puedes negar que Pablo está hablando de sí mismo porque lo hace continuamente: "yo, yo, yo..." esa interpretación de que está hablando de otros y no de sí mismo no tiene cabida.
Rom 7:25 Así pues, soy yo mismo quien con la razón sirvo a la ley de Dios, mas con la carne, a la ley del pecado (Versión Jer 2001).
No, no se trata de una tercera persona... habla de una experiencia personal que ciertamente Él enseña como algo UNIVERSAL. Da por hecho que TODOS sufrimos lo mismo. De hecho, ¿de dónde saca Pablo esta confianza y conocimiento si no lo ha comprobado en sí mismo? Pero tienes razón en este apunte: aunque habla de sí mismo, se incluye totalmente en la "masa", en el "ser humano general" (sin distinción de gentil o judío). En esto coincido. Pero lo habla desde la experiencia personal, no desde el plano teológico. Pablo no se sentaba a escribir cartas teológicas. Este es un error que debes solventar si quieres entender a Pablo.
Y es que sin acusar Agustín de mala intensión alguna o de conspirar contra las escrituras, es para ineludible leer el influjo del Maniqueísmo (y por ende del gnosticismo) en su interpretación de Romanos que luego traslada a Génesis 3, todo porque Agustín no leía del griego, sino del latín y ya se había sembrado en su mente la semilla del gnosticismo (la que por supuesto luego trato de arrancar al refutar a los maniqueos) por su contacto con los maniqueos. Aveces no somos concientes de como ciertas ideas que creíamos desarraigadas siguen ejerciendo dominio sobre nuestras "nuevas" ideas.
Sin duda que he recibido una cultura religiosa espúrea, como todos la hemos recibido. Y no poca santificación y limpieza debe hacer el Señor. Pero no se trata de "Agustín". Agustín no tiene la culpa, porque no hay "religiosidad" ni "error"
nuevo. Todo error es
viejo. Sucede que "mi carne" coincide con "la carne de Agustín": ambos "comemos" del mismo árbol, y por eso incurrimos en los mismos errores. Agustín no inventó errores nuevos... sencillamente leía y entendía con la vieja mente, como he hecho yo. Los maniqueos hicieron lo mismo, Mahoma, los mormones, etc. Hay influencias malas, pero, ¿como dice...? "somos arrastrados por nuestra propia concupiscencia". Dios no culpa a la "cultura" ni nos juzga por ella, sino que mira al corazón del hombre. Deja a un hombre sólo pensando con su mente natural (sin auxilio de Dios) el suficiente tiempo y creará todas las herejías y doctrinas erróneas que se han pergueñado desde el principio de los tiempos.
Aquí enuncias el primer argumento a favor de mi postura y en contra de la lectura tradicional.
¿ No están conscientes, hermanos-- pues hablo a quienes conocen la Torah- que la Torah domina al hombre por todo el tiempo que vive...?
Esto es lo que Pablo dice con claridad y que algunos leen como:
¿ No están conscientes, hermanos-- pues hablo a los judíos que conocen la Torah y no a los gentiles- que la Torah domina al hombre judío (no al gentil) por todo el tiempo que vive...?
Pero está claro que TODOS estamos bajo la TORAH, pues es con arreglo a la TORAH que nuestras obras son juzgadas:
Romanos 3:19
Ahora bien, sabemos que cuanto dice la Torah, lo dice a los que están bajo Torah, para que
toda boca se calle y todo el mundo sea hecho responsable ante Dios;
La palabra clave aquí es TODO EL MUNDO que traducido directamente del Griego es "Todo el cosmos", esto es TODA LA CREACIÓN.
Simple: seas judío o gentil, la Torah,
que no es otra cosa que la instrucción de Dios que expresa su voluntad en forma de mandamientos, historias, parábolas, profecías y demás... convence a la creación de su responsabilidad ante el Creador.
Se sobreentiende que la creación que es responsable se refiere a todo agente moral capaz de distinguir entre el bien y el mal y ejercer dominio sobre las bestias del campo y las aves del cielo y las plantas que no siendo creadas con capacidad de tomar decisiones entre el bien y el mal se ven afectadas por las elecciones de aquel que fue puesto para labrar la tierra y nombrar a los animales.
Para ser convicto de pecado no es necesario haber recibido la Torah en el Sinaí, sino que:
.
.. todos los que
han pecado sin la ley, sin la ley también perecerán; y todos los que han pecado bajo la ley, por la ley serán juzgados; Romanos 2:12.
Esto para quienes quieran armar su defensa creyendo que solo los judíos están bajo (la jurisdicción de la) Torah.
Perfecto. Nada que objetar.
Mi lectura es completamente diferente y me costó tiempo deshacerme de la influencia agustiniana en la que fui educado y que hoy encuentro incongruente.
Cierto es que somos incompetentes para hacer TODO lo que Dios le agrada y cierto es que Dios nos revela a través de Pablo que el Pecado es una FUERZA CÓSMICA, esto es, un PODER que se manifiesta en la obra de todos los agentes morales que han elegido la desobediencia (demonios y humanos) que esclaviza a la humanidad.
En este sentido el pecado es ineludible para todo ser humano que nazca aquí o en el planeta más remoto del universo y alcance la edad para distinguir entre el bien y el mal. Pero por otro lado no está en mi ADN, ni en mi esencia, mucho menos en mi naturaleza. El pecado es Anti-Natural y no es Bueno. no es parte de la creación de Dios.
Entiendo lo que quieres decir, pero las Escrituras dicen claramente que (Romanos de nuevo) "por la desobediencia de un hombre, todos fueron constituidos pecadores". Sinceramente, eso habla de una herencia. Dios nos creó buenos, pero tras la caída nos llamó malos a todos, que todos hemos pecado y nos hemos extraviado. Así que algo ha pasado entre el Edén y tú y yo. El original se manchó, y si lo pongo en una fotocopiadora, las copias del original también van saliendo con la misma mancha...
Vuelve a leer la epístola de Romanos, particularmente esto:
Rom 7:18
Porque yo sé que en mí (esto es, en mi carne) no mora el bien, porque el querer está en mí, pero no el hacer lo bueno;
Rom 7:22-25
Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios, pero veo otra ley en mis miembros, que combate contra la ley de mi mente, y me encadena a la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Miserable de mí! ¿Quién me libertará de este cuerpo de muerte? (¡Gracias sean dadas a Dios por Jesús el Mesías, Señor nuestro!) Así pues, yo mismo sirvo con la mente a la ley de Dios, pero con la carne a la ley del pecado.
Esto está hablando de una "herencia mala" ajena a la voluntad de cada uno de nosotros y que está en "el cuerpo de muerte". Romanos 7 lo escribe un hombre desesperado (ya con Cristo en su corazón) que ha visto algo en sí mismo de lo que no puede desprenderse, algo que él llama "pecado en mí", "cuerpo de muerte que me lleva a la muerte", "carne con la que sirvo a la ley del pecado". Tenemos un problema muy grande con Romanos 7:14-25, porque la enseñanza aquí no es la misma que aquel "viejo hombre". Cuando antiguamente yo leía alguna vez esta carta, leía "cuerpo de muerte" y "viejo hombre" indistintamente. Los juntaba en mi mente como sinónimos... y no es así. Claro, tampoco entendía nada...
Concuerdo en este sentido con los Adventistas en que este cuerpo es SAGRADO (Es lo que entiendo cuando ellos defienden que resucitaremos en el mismo cuerpo que tenemos aunque "mejorado"). Esto para mi implica que es mi voluntad inclinada (por mi propia incompetencia) al mal, no mi naturaleza, la que lo contamina desde dentro cuando actuó por mi cuenta y no me hago esclavo de la Ley de Dios.
Son ambas cosas, David. Las Escrituras hablan de ambas cosas, y es un proceso:
1) Primero pecas día y noche con tu voluntad y estás tan ciego que no puedes abandonar esa vida. Dios tiene misericordia, te habla, te ilumina, te arrepientes y te da Su Espíritu como guía y protector. Hay un "nuevo nacimiento". Naces a una "nueva vida" por el poder de la "Vida". Has "nacido" a ojos de Dios y los ángeles.
2) Una vez ocurre esto, hay un dilema que yo he tardado muchos años en entender con mi entendimiento (aunque lo vivía en mi experiencia), y es la razón de este hilo sobre Romanos 7 y 8.. Mi "viejo hombre" está muerto, pero hay algo en mí que "peca contra mi propia voluntad". Esta es la experiencia de Pablo que describe Rom 7:14-25 (y en el "versículo mágico"). Esto no es el "viejo hombre" ni son "demonios". Esto es otra cosa que sólo los que se entregan a la vida interior conocen. Pablo lo define como "un mal que hay en mi carne de la que no me puedo librar" y que actúa como "
una ley en mí que me arrastra al error". También percibe un "hombre interior" QUE SE DELEITA EN LA LEY DE DIOS. Es obvio que está hablando de un hombre converso, pues este "hombre interior", sin lugar a dudas, es Cristo en nosotros, es decir: la unión de Cristo con nuestro espíritu.
Mi incompetencia para cumplir la Ley no es excusa ni a los ojos de Dios ni es algo inteligente que decir en mi defensa en el juicio final... pues como Pablo dijo, la Torah de Dios me ha demostrado de antemano que soy RESPONSABLE ante Dios por mi pecado (Ezequiel 18). Este cuerpo es Templo de Dios desde el principio... como lo fué el de Cristo, pero a medida que el pecado se va fortaleciendo... voy profanando este templo con mis acciones.
No creo en el "fortalecimiento del pecado". Das a entender que "está apagado o disminuido" y luego (por
razones ambientales) "aumenta". Esta no es una doctrina adecuada. La doctrina que muestra las Escrituras respecto al pecado es "corrupción". Es decir, es algo que PUDRE progresivamente al hombre. Es como si pudiéramos una preciosa manzana roja encima del frigorífico (Adán). No la toques y vuelve a los 3 meses y verás en qué se ha convertido la preciosa manzana. Hay algo intrínsecamente
muerto e incapaz en nosotros que se pudre cada vez más. No tienes más que mirar al mundo...
La resurección no ha sido un tema de recibir un nuevo templo... sino de purificar el que ya nos había sido entregado.
De nuevo, las dos cosas. La sabiduría del evangelio es un dualismo, David. Entre una cosa y otra aparentemente contraria. Hay una sabiduría oriental que habla de un "ying" y un "yang", opuestos que, sin embargo, forman un todo. Jesús era hombre y era Dios. La fe es tuya y es de Él. Tengo que escoger, pero Dios escoge. Si amo a Dios, aborrezco el pecado, etc... es un dualismo continuo, y el espiritualmente avanzado es capaz de gestionar el dualismo, sencillamente aceptando el misterio y viviéndolo en su ser.
Entiendo que esto de que somos un templo sea difícil de asimilar. Lo que pasa es que yo aprendí a ver el asunto tridimensionalmente y no bidimensionalmente como lo asume la teología sistemática tradicional y para mi está claro que Cristo es corporalmente el tabernáculo de Dios y la Iglesia el tabernáculo de Cristo del cual nosotros somos columnas, ladrillos y vasos sagrados. Esta materia que Dios nos entregó, nos la entregó santificada y lo que Dios demandará de nosotros es la profanación del templo el cual convertimos en una cueva de ladrones con nuestra rebeldía. Profanamos el templo no solo cuando hacemos cosas contra nosotros mismos (relaciones sexuales ilicitas, flagelaciones, privaciones, mutilaciones...etc) sino tambien cuando atacamos al prójimo.
Me encanta tu visión. No obstante, creo que estarás de acuerdo en que el "nuevo nacer", "ser un hombre nuevo", "nuevos cielos", "nueva tierra", "he aquí Yo hago todo nuevo" es recurrente en las Escrituras. No puedes negar la palabra "novedad" y tu Biblia está llena de promesas de que algo nuevo está por llegar. Hasta se habla de "una nueva Jerusalén". No se trata de darle un baño y pasarle el plumero a lo que ya existe. Ciertamente hay una "custodia" de Sus bienes... pero la idea es que es una "custodia temporal hasta Su venida".
Mi incompetencia no es excusa ante Dios. Responsabilidad es lo que debo asumir, de lo contrario mi arrepentimiento es una farsa.
Claro. Pero Pablo en Romanos no da a entender otra cosa.
Si entiendes otra cosa, estás entendiendo mal.
Aquí hay poco que objetar. La lucha contra esta ley de mis miembros no es una lucha que tenga que ver con los aspectos físicos. No es el cuerpo el que me arrastra a pecar, sino mi propia concupiscencia alentada por el pecado (como poder demoníaco) que está estimulado por la Torah.
Sin duda... todo el discurso de Romanos 7 es místico. No es contra un pedazo de carne física.
Me pasa con mi hijo... es una constante lucha par enseñarle que no debe hacer algo y sin embargo va y lo hace desafiante, como quien quiere probar que tiene una voluntad independiente y autonomía para tomar sus propias desciones. Estoy seguro que no es el cuerpo o el cerebro de mi hijo, o su adn o su herencia genética la que provoca un comportamiento así... sino su propia voluntad la cual reacciona rebeldemente y pone en marcha sus músculos y actividad cerebral para llevar a cabo lo que se propuso en desobediencia.
Claro que sí. Así es. Pero tu hijo también ha heredado muerte de ti.
No se requiere un cuerpo material de ADN o atomos para ejecutar esta rebeldía. Dudo que Satanás haya sido creado con una naturaleza de Pecado o que los ángeles que engañó y corrompió para su causa hayan sido infectados con el pecado original hereditario.
Yo tampoco lo creo.
Pero si vemos los mismos efectos... una voluntad que reclama autonomía mediante la rebelión aun a despecho de romper el pacto de Gracia con la Fuente de toda Vida cuya consecuencia es la muerte de toda la creación. Es el sentido de proclamarse a si mismo dios y dictar tus propias leyes.
Sin duda.
Es cierto que está ahí como la fuerza de la gravaded, en tanto es invisible e indeludible. El pecado ha secuestrado el COSMOS. Pero es falso que sea ineludible en el sentido de la obediencia. Todo ser humano fue creado con capacidad de elegir entre la obediencia y la desobediencia, entre Dios y sí mismos.
Así es. Pablo da testimonio de lo que estás diciendo, pero en Romanos 7 (CONCRETAMENTE AQUÍ) está tirando de un hilo de experiencia interior muy sutil. No está hablando de lo que tú estás hablando.
Es el riesgo que Dios corrió para tener una familia que reflejara la gloria de su amor voluntariamente y no como autómatas. La provisión de Dios para este riesgo fue la Instrucción, simbolizada en "no comerás del árbol del conocimiento del bien y del mal o tu pacto conmigo (con la Fuente de Vida) quedará quebrantado". Cada vez que el hombre peca está comiendo de ese árbol, aunque tiene siempre a mano la elección de alimentarse del otro (Deuteronomio 30:15-19).
Así es.
Romanos 7 y 8 no puede leerse fuera de Deuteronomio, Ezequiel 18 y demás. Como dice Ben Sirac:
"11.No digas: "¡Dios me hizo pecar!" porque él no hace lo que odia. 12.No digas: "¡Me hizo cometer un error!" porque no necesita a un pecador. 13.El Señor detesta el mal, y de igual modo lo detestan los que temen al Señor. 14.Cuando al principio creó al hombre, lo dejó en manos de su propia conciencia: 15.Si tú quieres, puedes observar los mandamientos; está en tus manos el ser fiel. 16.Ante ti puso el fuego y el agua: extiende la mano a lo que prefieras. 17.Delante de los hombres están la vida y la muerte, a cada uno se le dará lo que ha elegido. 18.¡Qué grande es la sabiduría del Señor, qué fuerte y poderoso es él! él todo lo ve. 19.Su mirada se posa en los que le temen; conoce todas las acciones de los hombres. 20.A nadie le ha pedido que sea impío, a nadie le ha dado permiso para que peque."
(Es altamente probable, dada su evidente preferencia por citar la septuaginta, que Pablo conociera muy bien este texto que formó parte de la Biblia Cristiana hasta la reforma protestante)
Pero es que esto que dice Ben Sirac ya está escrito en la epístola de Santiago. Pero, ¿dónde podemos leer las sutiles declaraciones de Romanos 7 en otra parte de la Biblia? No lo he encontrado... aunque puedo estar equivocado.
Espero que a lo que te refieras con que ahí solo hay muerte... se refiera al ídolo de los esfuerzos personales y no al hecho desconocido por los creyentes modernos de que es precisamente la obra de Cristo la que nos saca de la incompetencia para obedecer la voluntad de Dios y nos habilita y enseña a seguir las instrucciones de Dios, esto es, a OBEDECER y sujetarnos a su SEÑORÍO.
Así es, pero Romanos 7 es más sutil.
Aquí hay términos de una profundidad mística que la mayoría ni siquiera se plantea.
Por supuesto el cristiano al igual que el judío heredó y aceptó la espuría perspectiva de que la Torah es un cumulo de instrucciones sobre como limpiar utencilios, que ropa ponerse y cuantas veces al día lavarse... quizá por eso se les hace dificil acepetar que lo que diferencia al Cristiano del judío y el pagano es precisamente que ahora está habilitado para cumplir la Torah, que no es otra cosa que la voluntad de DIOS inscrita en nuestros corazones y que ahora entra en guerra contra aquello que nos esclavizaba.
Sin duda.
Es el precio que hay que pagar... debemos cargar nuestra cruz hasta el final porque la obra de Cristo comienza a purificar nuestros miembros que habían sido profanados y comienza a preparar nuestro cuerpo para rehabilitarlo como el templo de Cristo que estaba destinado a ser desde un principio, cosa que al morir, las obras de la carne perecen y lo que es levantado nuevamente es un templo espiritual puro y sin macula habilitado para actuar conforme a la voluntad de Dios e irradiar su Gloria.
Cuando dices "cosa que al morir", ¿qué muerte es esta?
Al inscribir Dios la Torah en nuestros corazones una vez aceptado el SEÑORIO de su UNGIDO se entabla una guerra interna... antes, solo conocíamos el pecado y estábamos cómodos y "felices" sin percatarnos de nada... ahora, inicia una lucha interior donde la Ley de Dios se enfrenta a la carne de pecado (no al Adn, ni al cuerpo... ni demás explicaciones facilongas y pachangueras). Es natural que el hombre viejo se defienda para sobrevivir.
El Creyente lleva esta lucha hasta la muerte y es el VENCEDOR el que Cristo constituirá como columna en el templo de Dios.
Bueno, por fin te has lanzado a la piscina. Buen intento. Te estás quemando, y casi "das en el clavo".
¿Qué entiendes tú como "carne de pecado"? ¿De dónde sale? ¿Cómo viene a ti?
Rom 7:14, 23, 25b Sabemos, en efecto, que la ley es espiritual, mas yo soy de carne, vendido al poder del pecado. Y advierto otra ley en mis miembros que lucha contra la ley de mi razón y me esclaviza a la ley del pecado que está en mis miembros. Así pues, soy yo mismo quien con la razón sirvo a la ley de Dios, mas con la carne, a la ley del pecado.
Querido... en todo esto que Pablo nos define, se huele una herencia desde Adán que tú no quieres reconocer; algo con lo que Pablo ha nacido sin escogerlo. Lo llamarás facilón o pachanguero, pero ahí está y Pablo dio un testimonio místico de ello. Somos juzgados por nuestras decisiones, Dios no tiene en cuenta nuestra herencia... pero sin duda obtenemos una herencia espiritual, anímica y corporal de nuestros padres, y ellos de los suyos, y así sucesivamente. Esto existe, aunque no debamos hacer un "cuerpo doctrinal" de ello.
No hay otra forma, debemos ser destruidos en la Cruz para que lo que realmente fuimos llamados a Ser en Génesis 1, sea restablecido.
La epístola de Romanos es una epístola mística por excelencia (todas lo son, pero algunas en mayor medida que otras) y es imposible entenderla con la mente natural. Además, es una de las cartas tardías de Pablo, ya escrita en su madurez. Es una carta de un apóstol ya maduro con mucho camino recorrido. No es la carta de un recién convertido... y esta carta es una
experiencia personal. Todo lo que habla Pablo aquí es una realidad en todo aquel que camina con Cristo, y es un manual práctico. Lo que Pablo expresa aquí es el camino de TODOS los creyentes en todo lugar y tiempo. Léela así, y se te abrirá un mundo nuevo.
Con amor,
Ibero