b. ÓstracaEl plural de
ostrakon, palabra
gr. que originalmente significaba “valva de ostra”, pero que los griegos aplicaron a los trozos de cerámica sobre los que registraban sus votos (de donde proviene el término
cast. “ostracismo”). En Egipto se aplica este término a trozos de piedra caliza o trozos de alfarería que llevaban inscripciones y dibujos en tinta. Aunque se conocen estos óstraca en la mayor parte de los períodos de la historia egipcia, y procedentes de diferentes lugares, la gran mayoría proviene del reino nuevo (
ca. 1550–1070
a.C.) y se originaron en Tebas en el Egipto superior, específicamente en los valles de las tumbas de los reyes y las reinas, y en la aldea para los obreros de dichas tumbas (la actual Deir el-Medineh). La mayor parte de los óstraca egipcios están escritos en el alfabeto hierático cursivo; mucho más raros son los que están en escritura jeroglífica pictórica más formal. A menudo resultan hermosos los óstraca con dibujos que hacían los artistas en sus momentos libres. Los óstraca con inscripciones pertenecen a dos clases: literarios y no literarios. Los primeros contienen porciones de obras literarias
egp. (relatos, poemas, sabiduría, himnos, etc.), escritas como ejercicios escolares, pruebas de memoria o por placer; a menudo estos óstraca preservan obras literarias (o partes de las mismas) que todavía no se conocen por otras fuentes. Mucho más variados son los óstraca no literarios. Eran el equivalente egp. de los anotadores de diversos tipos, y reflejan todos los aspectos concebibles de la vida diaria: listas de obreros con notas sobre los ausentes e informes del trabajo realizado (
cf. Ex. 5.18–19), distribución de raciones alimentarias y aceite, innumerables cuentas de ladrillos, paja, legumbres, recipientes, etc., pleitos judiciales, contratos matrimoniales, registros de ventas y demandas de pago por deudas, muchas cartas y memorandos, y muchas otras cosas. El total de este material ofrece un cuadro muy gráfico de la vida diaria de los egipcios durante y después de la residencia de los israelitas, y constituyen un útil marco de referencia para los relatos de Éxodo.
b. Óstraca hebreosComo los óstraca resultaban económicos y eran de uso limitado, generalmente tenían información de importancia secundaria. No obstante, algunos óstraca con inscripciones
heb. han aportado valiosos datos sobre la lengua y la literatura del
AT. Los óstraca de Samaria, descubiertos principalmente durante las excavaciones de Harvard de 1908–10, se encuentran entre los más importantes. Datan de la época de la dinastía de Jehú, posiblemente del reino de Joacaz a fines del
ss. IX. Fueron descubiertos en un depósito real, y registran información relativa al pago de aceite y vino; posiblemente se refieran a la producción de la propiedad de la corona en las vecindades de Samaria. En cada caso aparece el año del reinado, y aunque no uniformemente, contiene muchos nombres personales y de lugares; entre los primeros hay compuestos de Yahvéh, Él, y Baal. Véase
LOB,
pp. 315–327. En Arad se descubrió un buen número de óstraca escritos en
arm., y algunos en heb. Los escritos en heb. datan de fines del ss. VII
a.C., y se refieren a la provisión de vino, harina y pan que un funcionario tenía que proveer a los viajeros (tropas [?]). Algunos óstraca más pequeños encontrados en las ruinas del templo registran nombres de familias sacerdotales, entre ellas la de los coreítas (
bny qrh). Los óstraca de Yavneh-Yam datan de la misma época. Uno de los de esta colección reviste especial importancia porque registra el pedido de un obrero agrícola para que se le devuelva la capa que le había quitado un capataz tras acusarlo falsamente de ser perezoso (
cf. Ex. 22.26–27). De fecha aproximadamente similar es el óstraca de Ofel encontrado en Jerusalén durante las excavaciones de 1923–25. Contiene una lista de nombres y procedencias en escritura paleohebrea. Probablemente los más conocidos de todos sean los óstraca de Laquis, veintiuno de los cuales fueron descubiertos en el lugar donde estaba la antigua ciudad (la actual Tell ed-Duweir) en 1935 y 1938. Tienen el mérito particular de que muchos de ellos pueden ser fechados con certeza en el año 587 a.C. En su mayor parte son cartas, y en algunas aparece el nombre de Yaos, el gobernador militar de Laquis, como destinatario. Las cartas reflejan la desesperada situación que se estaba viviendo en Judá ante el avance de los babilonios, que tomaban ciudad tras ciudad; hay algunos puntos de contacto con el libro de Jeremías. Las características de interés incluyen el libre uso del tetragrámaton, y una referencia a que un profeta hacía las veces de correo. También se descubrieron algunos trozos de cacharros inscritos en heb. en Qumrán, Wadi Murabbaat y Masada (donde uno de ellos, inscrito con el nombre de Ben Yair, ha despertado un interés particular debido a su probable relación con el líder zelote Eleazar Ben Yair).
d. Óstraca arameosUn ejemplo primitivo es la carta en un trozo de cacharro encontrado en Asur, probablemente escrita en el ss. VII a.C. Los óstraca en arm. que se hallaron en Elefantina (véase
sup.) son principalmente recibos de impuestos. Algunos fragmentos del período persa encontrados en Tell al-Khalayfa evidentemente hacían las veces de recibos por entregas de vino. En Arad se encontró una buena cantidad de trozos en arameo. Unos cuantos aparecieron en Qumrán y Wadi Murabbaat, pero tienen poca significación. Un fragmento de una carta (?) en Wadi Murabbaat está fechado a principios del ss. I a.C.Como ves, los ostrcas era promesas escritas en piedras, y el deizmo era una práctica pagana. Jacob hizo al dios de su padre una promesa pagana. No fue a Dios. Además de que nunca la cumplió.