Así o más Claro
Cuando escuchén a un pastor
Un profeta un apóstol
Llamar iglesia su local de reunión
El local o el templo o la casa de oración
La casa de oración o el local o el templo. No. No es la iglesia
Esos Son Falsos
Apartados de estos falsos engañadores
LOS PREDICADORES VERDADEROS PREDICAN Y ENTIENDEN LA PALABRA DE DIOS. Y LAS PROFECÍAS CUMPLIDAS QUE SE ESTÁN CUMPLIENDO Y LAS QUE SE CUNPLIRAN
La Iglesia no es el edificio ni el servicio en donde ella se reúne para adorar a Dios. La Iglesia son las personas que han sido unidas a la muerte y resurrección de Cristo por fe (Ro. 6:1-11).
Si pasajes en el Nuevo Testamento como Efesios 1:22-23 y 1 Corintios 12:13 dejan claro que los creyentes son la Iglesia,
Juan 14:23:
“Jesús le respondió: ‘Si alguien me ama, guardará mi palabra; y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos con él morada’”.
1 Corintios 3:16:
“¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?”.
1 Corintios 6:19:
“¿O no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo que está en ustedes, el cual tienen de Dios, y que ustedes no se pertenecen a sí mismos?”.
2 Corintios 6:16:
“Porque nosotros somos el templo del Dios vivo, como Dios dijo: ‘Habitare en ellos, y andaré entre ellos; y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo’”.
Cuando confesamos la fe en Jesús, el Espíritu Santo es enviado para morar en nosotros, haciendo que seamos el templo y la casa de Dios.
1 Pedro 2:5:
“También ustedes, como piedras vivas, sean edificados como casa espiritual para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo”.
Efesios 2:19:
“Así pues, ustedes ya no son extraños ni extranjeros, sino que son conciudadanos de los santos y son de la familia (lit. casa) de Dios”.
Hermanos, ¡nosotros somos el lugar en donde mora el Señor!
Autor: Palabras de Vida Eterna.
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«¡Ay de los pastores que destruyen
y dispersan las ovejas
de mi rebaño! dice Jehová.
Por tanto, así ha dicho Jehová Dios de Israel
a los pastores que apacientan mi pueblo:
Vosotros dispersasteis mis ovejas,
y las espantasteis, y no las habéis cuidado.
He aquí que yo castigo la maldad
de vuestras obras, dice Jehová.
Y yo mismo recogeré el remanente
de mis ovejas de todas las tierras adonde las eché,
y las haré volver a sus moradas;
y crecerán y se multiplicarán.
Y pondré sobre ellas pastores
que las apacienten;
y no temerán más, ni se amedrentarán,
ni serán menoscabadas, dice Jehová.»
Jeremías 23:1-4 RVR1960
«Porque los pastores se infatuaron,
y no buscaron a Jehová;
por tanto, no prosperaron,
y todo su ganado se esparció.»
Jeremías 10:21 RVR1960
«Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel;
profetiza, y di a los pastores:
Así ha dicho Jehová el Señor:
¡Ay de los pastores de Israel,
que se apacientan a sí mismos!
¿No apacientan los pastores a los rebaños?
Coméis la grosura, y os vestís de la lana;
la engordada degolláis,
mas no apacentáis a las ovejas.
No fortalecisteis las débiles,
ni curasteis la enferma;
no vendasteis la perniquebrada,
no volvisteis al redil la descarriada,
ni buscasteis la perdida,
sino que os habéis enseñoreado
de ellas con dureza y con violencia.
Y andan errantes por falta de pastor,
y son presa de todas las fieras del campo,
y se han dispersado.
Anduvieron perdidas mis ovejas
por todos los montes, y en todo collado alto;
y en toda la faz de la tierra
fueron esparcidas mis ovejas,
y no hubo quien las buscase,
ni quien preguntase por ellas.
Vivo yo, ha dicho Jehová el Señor,
que por cuanto mi rebaño
fue para ser robado,
y mis ovejas fueron para ser presa
de todas las fieras del campo,
sin pastor; ni mis pastores buscaron mis ovejas,
sino que los pastores se apacentaron a sí mismos,
y no apacentaron mis ovejas;
Así ha dicho Jehová el Señor:
He aquí, yo estoy contra los pastores;
y demandaré mis ovejas de su mano,
y les haré dejar de apacentar las ovejas;
ni los pastores se apacentarán más a sí mismos,
pues yo libraré mis ovejas de sus bocas,
y no les serán más por comida.»
Ezequiel 34:1-6, 8, 10 RVR1960