¿CUÁLES SON LAS SENDAS ANTIGUAS?
Debido a la gran apostasía que vivimos hoy que ha ocasionado la distorsión del cristianismo en adoración y doctrina, muchos gritan "VOLVAMOS A LA SENDA ANTIGUA". Y cierto y necesario es.
También es cierto que muchos no tienen claro cuáles son las sendas antiguas.
De ellas nos habla Jeremías 6: 16
"Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma"
De acuerdo a Jeremías, las sendas antiguas son “el buen camino”. Y cuál es? Nos lo dice Juan 14. 6
"Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida".
LO QUE NO SON LAS SENDAS ANTIGUAS
Pero muchos en el afán de volver a las sendas antiguas, caen en errores doctrinales o excesos anti-bíblicos.
La senda antigua no es un evangelio basado en el Antiguo Testamento, un cristianismo mesiánico judaizante.
La senda antigua no es volver a comportamientos eclesiales y cristianos rigurosos y legalistas. Donde se imponen, por ejemplo, maneras de vestir exageradas.
Marcos 7: 7-8 dice:
"Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas mandamientos de hombres. 8 Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres: los lavamientos de los jarros y de los vasos de beber; y hacéis otras muchas cosas semejantes".
La senda antigua tampoco es volver a doctrinas equivocadas y ya abandonadas por su error, como el gnosticismo, el arrianismo, el pelagianismo, el monasticismo, la contemplación, entre otros.
La senda antigua no es dejar de congregarse y reunirse, exclusivamente en casas, como lo hacían en la época de los apóstoles. Es importante aclarar, y lo hemos dicho en esta página, que hay circunstancias actuales que obligan a muchos a reunirse en casas, como en el caso de la ausencia total de una Iglesia de sana doctrina en la localidad donde se vive. Pero mientras se tenga una Iglesia de sana doctrina, se debe ir allí a rendir culto al Señor.
La senda antigua no es el catolicismo. No está de más advertirlo. No se puede volver al error, después de haberlo abandonado.
LO QUE SÍ SON LAS SENDAS ANTIGUAS
LA SENDA ANTIGUA ES JESÚS. Y su evangelio.
Porque Jesús es el camino, la verdad y la vida......eterna.
La senda antigua es la cruz de Cristo es negarnos a nosotros mismos, dejar de mirar hacia nuestro interior y mirar hacia lo alto, hacia el Padre. Y el Padre nos dirá como entregarnos a los demás, a través de su Espíritu Santo.
Imitar a Dios, de la forma que Cristo se comportó delante de la presencia del Padre, (Efesios. 5:1-2), el apóstol Pablo incentivó a los hermanos de la Iglesia de Éfeso escribiéndoles: “Ustedes, como hijos amados de Dios, procuren imitarlo. Traten a todos con amor, de la misma manera que Cristo nos amó y se entregó por nosotros, como ofrenda y sacrificio de olor agradable a Dios”.
La senda antigua es vivir en el Espíritu, porque la senda actual vive en la carne.
Y vivir en el Espíritu no es algo místico, no son emociones, sensaciones, visiones o revelaciones. Vivir el Espíritu es hacer la voluntad del Padre y obedecer su Palabra.
Gálatas 5: 16-23 dice:
Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.
17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.
18 Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.
19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,
20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,
21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
22 Más el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley".
La senda antigua son los 2 últimos versículos del anterior pasaje.
Las senda antiguas son las que recorrieron los apóstoles, los únicos y verdaderos apóstoles, los del primer siglo. Llevaron una vida de sacrificio y austeridad, de entrega total a Cristo y a su evangelio. Una vida colmada de devoción, oración y evangelización.
César Ángel
Gracia y Paz