Si me permites, al comentar esto último que has escrito, intentaré dar respuesta a tus preguntas anteriores.
Primero voy a comentar a qué me refiero con inspiración, y luego me referiré a los recursos didácticos que usa Dios.
INSPIRACIÓN VS DICTADO
No creo que Dios estaba dictándole a los escritores palabra por palabra qué decir.
Creo que les ponía en la mente la idea que debían trasmitir, y luego dejaba que lo escribieran con sus propias palabras, en su propio lenguaje, y bajo los estándares de su propia cultura. Son muy pocos los pasajes en que la Escritura nos cuenta que Dios dijo "Escribe esto... " o "Di esto...". Los hay, claro, pero son muy pocos.
INSPIRACION: condición o estado en el que la persona siente en su interior,, un estímulo que le mueve procedente de una fuente sobrehumana.
Cuando esa fuente es Jehová, aquello que se dice o escribe se convierte en verdadera palabra de Dios.
En 2 Timoteo 3:16, el apóstol Pablo dijo a este respecto: “Toda Escritura es inspirada de Dios”.
La frase “inspirada de Dios” traduce la palabra griega compuesta the·ó·pneu·stos, que significa literalmente “insuflada por Dios”.
Esta es la única vez que aparece dicha expresión griega en las Escrituras, e identifica claramente a Dios como la Fuente y el Productor de las Sagradas Escrituras, la Biblia.
El ser “insuflada por Dios” tiene cierto paralelo con la expresión que se halla en las Escrituras Hebreas en el Salmo 33:6: “Por la palabra de Jehová los cielos mismos fueron hechos, y por el espíritu (o aliento) de su boca todo el ejército de ellos”.
RECURSOS DIDÁCTICOS
Independientemente que Dios dicte o no dicte palabra por palabra en un pasaje determinado de la Biblia, Dios usa todo el tiempo recursos pedagógicos, como los usaba una maestra en tu salón de clases. Como bien dices, franco, si Dios nos quisiera explicar cosas espirituales que Él conoce, simplemente no podríamos entender nada, ni obtener provecho alguno.
Así pues, Dios sabe bien que el agua no lava culpas internas, pero exhorta al bautismo, porque sabe que los seres humanos asociarían el agua con la purificación, y el sumergirse en ella y salir de ella como morir y renacer.
Dios sabe bien que la vida no está en la sangre, pero nos dice que está en la sangre para que recordemos, mediante ciertos rituales (como el dejar desangrar a un animalito antes de comerlo, o como untar con sangre los cuernos del altar) que nuestra vida entera pertenece a Dios.
Sí, el agua no lava pecados, Jesús se bautizo en agua siendo que él no tenía pecado.
En ese aspecto era un símbolo, en el que aceptaba llevar a cabo su comisión. Heb. 10: 5 - 10.
Y el derramar la sangre, nos recuerda que la vida de toda creatura le pertenece a Él, quien es el manantial, la fuente de de toda vida. Sal. 36: 9.