Totalmente de acuerdo. Es por ello que remato mi ejemplo diciendo que, una vez explicada la situación ( es de ir, la urgencia de salvar esa vida) , la mujer se tranquilizaría.
Tergiversaron el mandamiento bíblico, indudablemente.
Pero no por haber confundido la vía de entrada de la sangre, sino su propósito.
El propósito de comer sangre es enteramente diferente del de transfundirse sangre… y en ello radica el trágico error de nuestros hermanos testigos de Jehová.
Si el comer morcilla fuera esencial para la supervivencia de un hambriento, en una situación extrema imaginaria, entonces sería correcto comer morcilla, sin importar que entre por la boca.
Esta es, precisamente, la enseñanza de Jesús cuando usó el ejemplo de David y sus hombres comiendo de panes sagrados. De otra forma ¿qué es lo que enseñó Jesús con ese ejemplo?
Los panes no eran inherentemente sagrados. La sangre no es inherentemente sagrada.
Lo sagrado está en el significado y propósito espiritual de las cosas.