Debatiendo sobre las transfusiones de sangre

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Génesis 9:4 Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis.
Levítico 17:14Porque la vida de toda carne es su sangre; ...No comeréis la sangre de ninguna carne, porque la vida de toda carne es su sangre; cualquiera que la comiere será cortado.
Los que estamos bajo la gracia somos libres de la ley, los asuntos que involucran rituales, fiestas, días, sacrificios y ofrendas, leyes sobre que comer o no, no nos consierne, pues estamos fuera del alcance de esas leyes, estamos sentados en los lugares altos en Cristo Jesús...
Hechos 10:13 Y le vino una voz: Levántate, Pedro, mata y come.
Hechos 11:7Y oí una voz que me decía: Levántate, Pedro, mata y come.
La ley en la gracia no ha sido anulada, no, la ley está presente para ser superada, pues el justo por la fe vivirá, y toda Palabra que sale de la boca de Dios es vital y quién sobrepase la ley ya no se sujeta a ella, pues la ley es para el impío no para el justo y menos para el hijo de Dios.
¿por eso podemos comer animales vivos si cocerlos? Si, sin pecado, pero ¿para que lo hariamos? Dios no nos ha probado al extremo de llegar a eso como le sucedió a los soldados que estaban con Saúl.
 
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Ya sabemos que quedó abolido, mi hermano. Tú y yo estamos de acuerdo en eso.
Ahora bien, si tú eres capaz de explicar la razón por la que quedó abolido sin que por ello quedaran violentadas las Escrituras que tenían los judíos, sabrás por qué es posible también que el cristiano actual no peca cuando acepta una transfusión.

¡En la razón que des para explicar la abolición de la circuncisión y el sábado, está la clave! Por eso mi insistencia, que espero puedas perdonar.
En 49 D.C. se le presentó al concilio cristiano reunido en Jerusalén una pregunta acerca de la circuncisión.

Algunos judíos cristianos habían insistido en que los gentiles tenían que ‘circuncidarse conforme a la costumbre de Moisés.’

Pero la cuestión básica era si los conversos no judíos tenían que guardar toda “la ley de Moisés.”—Hech. 15:1, 5.

En la reunión del concilio, Pedro, Pablo y Bernabé informaron lo que Dios hizo por medio de ellos.

Los conversos gentiles habían sido aceptados sobre la base de fe sin conformarse primero al reglamento de la ley mosaica.

Pedro razonó que no había necesidad de tratar de insistir en que los gentiles guardaran un código de leyes que ni siquiera los judíos podían guardar.

Entonces el concilio consideró que contenía una indicación inspirada de que Dios aceptaría a gente de las naciones. Amos. 9: 11, 12.

Era patente que los gentiles no iban a tener que circuncidarse y conformarse a la ley de Moisés antes que pudieran hacerse cristianos. (Hech. 15:16-18)

El discípulo Santiago, que parece haber sido el presidente, dijo:

“Es mi decisión el no perturbar a los de las naciones que están volviéndose a Dios, sino escribirles que se abstengan de las cosas contaminadas por los ídolos y de la fornicación y de lo estrangulado y de la sangre.

Porque desde tiempos antiguos Moisés ha tenido en ciudad tras ciudad quienes lo prediquen, porque es leído en voz alta en las sinagogas todos los sábados.” Hech. 15:19-21.

El concilio estuvo de acuerdo, y su decisión escrita decía: “Al espíritu santo y a nosotros mismos nos ha parecido bien no añadirles (a los gentiles) ninguna otra carga, salvo estas cosas necesarias: que sigan absteniéndose de cosas sacrificadas a ídolos y de sangre y de cosas estranguladas y de fornicación.” Hech. 15:28, 29.

Algunos que hoy creen que los cristianos no están obligados por ese decreto, sostienen que no fue nada más que una ‘concesión temporaria para aplacar los sentimientos judíos.’

Y señalan a Hechos 15:21, donde Santiago después de dar la lista de cosas prohibidas declara que se leía Moisés en las sinagogas todas las semanas.

Piensan que Santiago estaba sugiriendo que los cristianos gentiles se abstuvieran de estas cosas, para que no les fueran ofensivos a los judíos que consideraban esas cosas como violaciones notorias de la ley mosaica.

No hay duda de que los cristianos primitivos reconocían el valor de evitar las cosas que causaran innecesario tropiezo o tendieran a estorbar el esparcimiento de las buenas nuevas.

Por eso, aunque Pablo mismo sabía que ya no estaba bajo la ley mosaica, estaba dispuesto a conformarse a los caminos de los que la tenían en alta estima. 1Cor. 9:20-23; Hech. 21:20-28.

Los requisitos de la Ley no eran malos o nocivos. Al conformarse a estos requisitos, Pablo, un judío natural, evitaba lo que tendía a impedir que otros judíos aceptaran su mensaje y obra.

De modo similar, si los cristianos gentiles obraban de acuerdo con la decisión del concilio y evitaban la idolatría, la sangre y la fornicación, podrían hallar menos resistencia religiosa al tratar con los judíos.

Ese decreto no pudo haber sido solamente un esfuerzo para dar la apariencia de que los cristianos estaban cumpliendo con la ley de Moisés.

Pues la decisión no requería específicamente que los gentiles cristianos se circuncidaran, y la circuncisión era fundamental para que alguien fuera judío o prosélito. Fili. 3:5.

El solo evitar las cuatro cosas que alistó Santiago no haría de los cristianos incircuncisos una especie de ‘medios hermanos’ con los judíos.

Santiago no dijo que ‘la ley de Moisés es leída todos los sábados.’

Él dijo: “Moisés . . . es leído en voz alta . . . todos los sábados.” (Hech. 15:21)

Moisés había escrito el Pentateuco o Tora, los cinco primeros libros de la Biblia. Estos libros ciertamente exponen la Ley. Pero contienen mucho más.

Los escritos de Moisés también contienen un registro de los tratos y puntos de vista divinos de un tiempo anterior a la Ley. Compare con Marcos 12:26 y Éxodo 3:2, 6.

Este era un punto importante que debería tenerse en cuenta en relación con la congregación cristiana.

Aunque Dios ya no requería la observancia del código de la ley mosaica, había indicaciones anteriores de su voluntad, que él esperaba que apoyara toda criatura humana que le sirviera.

Por lo tanto, si algunos, fueran judíos o cristianos judíos, y estimaban en gran manera los escritos de Moisés, deberían poder ver la necesidad de que los adoradores verdaderos se abstuvieran de “estas cosas necesarias” que antecedieron la Ley y continuaron después que ésta terminó.

La voluntad expresa de Dios con respecto a la sangre es un ejemplo.

Muchos siglos antes de dar la ley por medio de Moisés, Dios le dijo a Noé que se abstuviera de la sangre.

Al dar a las criaturas humanas permiso para comer carne, Jehová declaró llanamente: “Solo carne con su alma, su sangre, no deben comer.”

Eso excluía comer carne de un animal que fuera estrangulado para guardar su sangre en la carne. También excluía el comer o beber sangre. Gén. 9:3, 4.

Posteriormente, Dios declaró su voluntad acerca de la sangre en la ley que dio a los israelitas. Lev. 17:11-14; Deu. 12:23.

No obstante, cuando la Ley fue cumplida y ya no les era obligatoria a los adoradores verdaderos, la prohibición de Génesis 9:3, 4 permaneció en vigencia.

Y ésta no se le había dado solo a Israel, sino a toda la humanidad, por medio de Noé, el progenitor de la raza humana.

Por consiguiente, la lectura semanal de “Moisés,” que incluía a Génesis 9:3, 4, haría más que solo presentar la ley mosaica, que era para los judíos, sino también lo que decía acerca de la sangre.

También mostraría que el abstenerse de la sangre y de cosas estranguladas, todavía era necesario para todas las personas que querían la aprobación de Dios. Eso les sería manifiesto a los judíos en sus sinagogas.

Les sería manifiesto a los hebreos cristianos que estaban bien familiarizados con lo que se leía en las sinagogas.

Y les sería manifiesto a cualesquier gentiles que, por contacto con los judíos o los cristianos, llegaran a saber de los preceptos básicos expuestos en la Palabra de Dios.

Lo mismo era cierto respecto a la referencia del decreto sobre “fornicación,” que, según la palabra griega empleada aquí, incluiría una amplia gama de conducta sexual inmoral.

No era preciso que una persona estuviera bajo la ley de Moisés y tratara de sujetarse a ella, para saber que Dios desaprobaba estas ofensas sexuales.

Los sucesos previos a la ley mosaica aclaraban que eran malas a Su vista. Gén. 12:15-17; 20:2-9; 26:8-11; 34:2-7; 38:12-26; 19:5-11; Jud. 7.

Además, el registro de la adoración verdadera antes que se diera la ley mosaica mostraba claramente que la idolatría era mala. Gén. 35:2, 4; Éxo. 8:25-27; 12:12; compare con Josué 24:15.

Esto suministraba una base amplia para que el concilio de Jerusalén requiriera que los cristianos se abstuvieran de “cosas sacrificadas a ídolos.”

Para ser aprobado por Dios, el cristiano no podía participar del alimento del sacrificio, durante una ceremonia idólatra ni hacer nada que fuera un acto de adoración de un ídolo o un dios falso. Núm. 25:2; Rev. 2:14.

Los gentiles que se hicieran cristianos tendrían que manifestar que estaban ‘guardándose de los ídolos,’ como escribió el apóstol Juan cerca del fin del siglo primero. 1 Juan 5:21.

Los tratos de Jehová por medio de Pedro, Pablo y Bernabé y la decisión del concilio de Jerusalén, indicaron que no era necesario que un gentil converso se circuncidara, o tratara de guardar la ley mosaica.

Y en los escritos inspirados de Pablo se declaró este hecho vez tras vez. Col. 2:13-17; Gál. 3:23-25; Rom. 6:14.

Sin embargo, el leer los escritos de Moisés revelaba que continuaba la necesidad de evitar la sangre, cosas estranguladas, la fornicación y cosas sacrificadas a ídolos.

El hecho de que Moisés pusiera por escrito esta información, bajo la inspiración del espíritu santo, dio fuerza adicional al comentario del concilio de Jerusalén:

“Al espíritu santo y a nosotros mismos nos ha parecido bien no añadirles ninguna otra carga, salvo estas cosas necesarias.” Hech. 15:28.

Ciertamente sería incorrecto decir que para conservar la paz con los judíos el concilio cristiano estaba pidiendo que los cristianos se abstuvieran solo temporalmente de la fornicación.

Las relaciones sexuales inmorales eran incorrectas antes que se diera la Ley.

Eran incorrectas bajo la Ley. Eran incorrectas en 49 D.C. después de haberse cumplido la Ley.

Y todavía son definitivamente incorrectas. Los que las practican no pueden heredar el reino de Dios. 1 Cor. 6:9, 10; Gál. 5:19-21; Rev. 21:8.

Lo mismo es cierto de la idolatría y el uso incorrecto de la sangre.

Estas cosas están permanentemente prohibidas para los que desean la aprobación del Dador de vida, Aquel que merece nuestra devoción exclusiva. Gén. 9:3, 4; Hech. 21:25.
 
-Lo dicho. Todo un discurso sobre Hch 15 ¡pero nada sobre lo que aquí decimos! El debate solo se reduce a que la sangre transferida por vía intravenosa se recibe para vida ¡pero no se come!
 
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-Lo dicho. Todo un discurso sobre Hch 15 ¡pero nada sobre lo que aquí decimos! El debate solo se reduce a que la sangre transferida por vía intravenosa se recibe para vida ¡pero no se come!

No se reduce a eso, mi estimado, porque el problema de los rituales y símbolos va mucho más allá y se introduce en la vida diaria de las personas.
Por ejemplo, considere lo siguiente:

¿Peca quien come morcillas actualmente, como el amigo que lo invitó a usted a comer?
¿Peca el que instruye a otros a no comer morcillas? ¿Peca el que no lo instruye y se queda callado?

La recomendación del Concilio de Jerusalén es clara. En este foro tanto usted como @OSO y como yo hemos dicho que no comemos morcillas por cuestiones de salud... pero hay quienes piensan que violarían una instrucción divina, y tienen el texto clarísimo de Hechos 15 para sustentarlo.

Y así como en el caso de las morcillas, podríamos extendernos por toda una variedad de rituales y símbolos.

¿Peca el que no lava los pies a otros discípulos antes de participar en la Cena del Señor? ¿Peca el que instruye a otros a hacerlo?
¿Peca el que en vez de sumergir a otro en el agua del bautismo, rocía su cabeza? ¿Peca el que no usa la fórmula "En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo" o peca el que lo hace "En el nombre de Jesús"? ¿Peca el que le reza a Jesucristo? ¿Peca el que prohíbe rezarle a Jesucristo?
¿Peca el judío converso que desea circuncidar a sus hijos para mantener la tradición de sus ancestros? ¿Peca quien condena tal práctica? (@salmo51 dice que eso significaría que no se ha muerto a la vida anterior).

Todas estas cuestiones se pueden abordar si atendemos al contexto, porque la Palabra de Dios no está solo en el texto, sino en el contexto. No solo en la letra, sino en la mente de quien lee la letra.
 
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No se reduce a eso, mi estimado...
-En lo que te pareces mucho a Franco (y a algunos otros también), es que en vez de debatir sobre lo relevante te gusta irte por las ramas discurriendo innecesariamente sobre aspectos que pueden ser interesantes pero que no vienen al caso. Si como OSO, aportas las evidencias de vuestra profesión ¡eso sí que sirve!
 
Me da la impresión que se ha desviado un poco el asunto de las transfusiones de sangre.

No es pecado dar sangre a otra persona porque das parte de la vida que Dios te permite vivir para salvar a otro, dándole la oportunidad de conocer al que la derramó entera por salvar a todos los seres humanos.

Es un acto de amor al prójimo, lo que da cumplimiento cabal a la ley de Dios.
 
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En 49 D.C. se le presentó al concilio cristiano reunido en Jerusalén una pregunta acerca de la circuncisión. Algunos judíos cristianos habían insistido en que los gentiles tenían que ‘circuncidarse conforme a la costumbre de Moisés.’ Pero la cuestión básica era si los conversos no judíos tenían que guardar toda “la ley de Moisés.”—Hech. 15:1, 5.

...

El discípulo Santiago, que parece haber sido el presidente, dijo: “Es mi decisión el no perturbar a los de las naciones que están volviéndose a Dios, sino escribirles que se abstengan de las cosas contaminadas por los ídolos y de la fornicación y de lo estrangulado y de la sangre.

Porque desde tiempos antiguos Moisés ha tenido en ciudad tras ciudad quienes lo prediquen, porque es leído en voz alta en las sinagogas todos los sábados.” Hech. 15:19-21.

No hay duda de que los cristianos primitivos reconocían el valor de evitar las cosas que causaran innecesario tropiezo o tendieran a estorbar el esparcimiento de las buenas nuevas. Por eso, aunque Pablo mismo sabía que ya no estaba bajo la ley mosaica, estaba dispuesto a conformarse a los caminos de los que la tenían en alta estima. 1Cor. 9:20-23; Hech. 21:20-28.
Muchas gracias, hermano @franco48 por porque me tuvo paciencia y estuvo dispuesto a investigar la causa de la decisión del Concilio de Jerusalén. Este aporte es magnífico.

El problema de si se debían guardar o no los rituales y ordenanzas de la ley mosaica entre los conversos al cristianismo era un problema. Pero no un problemita. Un problema enorme, complejo y peligroso: de tal magnitud, que tuvo que ser llevado a los apóstoles en concilio. Si usted lee epístolas como la de Romanos o Gálatas, queda evidente que Pablo lo veía como un asunto que amenazaba la unidad de las primeras iglesias. De hecho, buena parte de sus explicaciones sobre justificación por la fe y no por las obras de la Ley se basa precisamente en solucionar este problema por el que los judaizantes discriminaban y menospreciaban a los gentiles, que a su vez reaccionaban contra ellos.

Esto es importante, porque las recomendaciones que emanaron del Concilio tuvieron como finalidad traer unidad, paz, reconciliación entre las partes. Y esta finalidad tuvo prioridad sobre todo lo demás. Tuvo prioridad, por ejemplo, sobre otros mandamientos que habían sido dados ANTES de Moisés. Eso será motivo de mi siguiente post.
 
-En lo que te pareces mucho a Franco (y a algunos otros también), es que en vez de debatir sobre lo relevante te gusta irte por las ramas discurriendo innecesariamente sobre aspectos que pueden ser interesantes pero que no vienen al caso. Si como OSO, aportas las evidencias de vuestra profesión ¡eso sí que sirve!
Quizá tenga razón, Ricardo, pero le pido un poco de paciencia.
De hecho estoy intentando ir a la raíz.
Las ramas son los aspectos médicos: son ramas importantísimas, y valoro mucho esos aportes. Pero hay personas que están dispuestas a morir AUNQUE la ciencia médica diga lo que diga. ¿Por qué ? Por su apego irreflexivo a la letra, al ritual y al símbolo.

Estoy ya por concluir, mi hermano. Un último suspiro de paciencia, por favor.
 
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Aunque Dios ya no requería la observancia del código de la ley mosaica, había indicaciones anteriores de su voluntad, que él esperaba que apoyara toda criatura humana que le sirviera.

Por lo tanto, si algunos, fueran judíos o cristianos judíos, y estimaban en gran manera los escritos de Moisés, deberían poder ver la necesidad de que los adoradores verdaderos se abstuvieran de “estas cosas necesarias” que antecedieron la Ley y continuaron después que ésta terminó.

La voluntad expresa de Dios con respecto a la sangre es un ejemplo.

Aquí, estimado @franco48, se da un argumento incorrecto.
Nada tiene que ver que un ritual o símbolo hubiera sido dado ANTES de la Ley de Moisés para preservarse o no preservarse entre los cristianos.
El sábado fue dado ANTES de la Ley. Sin embargo, los cristianos ya no lo guardaron.
La circuncisión fue dada ANTES de la Ley. Sin embargo, los cristianos ya no la practicaron.

Si el criterio de que fuera dado ANTES no es el válido, ¿entonces por qué unas cosas sí se preservaron y otras no?

Pensemos: si el objetivo era la paz, unidad y reconciliación, y la predicación del evangelio entre gentiles sin que se escandalizaran los judíos, entonces el criterio era preguntarse ¿Cuál de estas prácticas es la que nos causa más escándalo o peleas?


  • La circuncisión es algo invisible socialmente. Nadie acudía a las reuniones mostrando su glande a los demás. :)
  • En cambio, el comer sangre o comer algo ofrecido a los ídolos, era algo que se notaba de inmediato porque en las reuniones cristianas comían juntos y frecuentemente compartían los alimentos. Recuerde que la conmemoración de la Última Cena no era solo acerca de pan y vino, sino que eran cenas completas, a veces verdaderos banquetes, como describe Pablo en sus epístolas.

En conclusión, se prohibió comer sangre, y se dejó como opcional la circuncisión, porque fue la manera en que el Espíritu Santo les ayudó a abordar el problema del conflicto, desunión, discriminación y división entre los primeros cristianos. Esa era la prioridad.
No es que la sangre fuera más tabú o menos tabú que el prepucio. No es que una fuera dada antes o después de la Ley (ambos fueron dados como mandamiento antes). No era que uno tuviera carácter de estatuto eterno y el otro no.
Era que simplemente mantener un ritual funcionaría para resolver el conflicto, y mantener el otro no.
 
CONCLUSIÓN FINAL (aquí termino mi argumentación, @Ricardo @OSO y @franco48 )

Prohibir las transfusiones de sangre por razones religiosas es erróneo por al menos tres razones:

RAZÓN 1: COMER VS TRANSFUNDIR

La diferencia entre ingerir sangre y transfundirla no radica solamente en la vía de administración, sino en su propósito.
Comer sangre nunca fue indispensable para sobrevivir. Transfundir sangre, en ciertas ocasiones, lo es.

RAZÓN 2: SÍMBOLO VS PRINCIPIO DE MANTENER LA VIDA

La vida no está en la sangre. No está más en la sangre que en cualquier tejido que se transplanta.
La sangre es un símbolo de la vida y abstenerse es un símbolo de rendir la vida a Dios, a quien pertenece.
Por lo tanto, en cualquier situación excepcional en la que estén compitiendo el principio de sobrevivir contra el principio de guardar un ritual, SE IMPONE el principio de sobrevivir. (Mr 2:23-28)

RAZÓN 3: SÍMBOLO VS PRINCIPIO DE LA UNIDAD

En las comunidades cristianas actuales, ni el comer sangre ni el comer lo sacrificado a los ídolos son razones de conflicto grave, discriminación o división. Por lo tanto, las razones que empujaron a los apóstoles a pronunciarse en el Concilio de Jerusalén a favor de la unidad y concordia entre creyentes con posturas diferentes ya no son aplicables a la inmensa mayoría de las comunidades cristianas.
 
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Muchas gracias, hermano @franco48 por porque me tuvo paciencia y estuvo dispuesto a investigar la causa de la decisión del Concilio de Jerusalén. Este aporte es magnífico.

El problema de si se debían guardar o no los rituales y ordenanzas de la ley mosaica entre los conversos al cristianismo era un problema. Pero no un problemita. Un problema enorme, complejo y peligroso: de tal magnitud, que tuvo que ser llevado a los apóstoles en concilio. Si usted lee epístolas como la de Romanos o Gálatas, queda evidente que Pablo lo veía como un asunto que amenazaba la unidad de las primeras iglesias. De hecho, buena parte de sus explicaciones sobre justificación por la fe y no por las obras de la Ley se basa precisamente en solucionar este problema por el que los judaizantes discriminaban y menospreciaban a los gentiles, que a su vez reaccionaban contra ellos.

Esto es importante, porque las recomendaciones que emanaron del Concilio tuvieron como finalidad traer unidad, paz, reconciliación entre las partes. Y esta finalidad tuvo prioridad sobre todo lo demás. Tuvo prioridad, por ejemplo, sobre otros mandamientos que habían sido dados ANTES de Moisés. Eso será motivo de mi siguiente post.
La religion Hebrea/Judía es muy cerrada, los gentiles no tendrían la mas minima gana de cambiar sus creencias si lo que les ofrecen es un dogma tan rígido y tan lleno de prohibiciones, limitaciones y anexas. Una de las mejores características del Cristianismo ha sido su habilidad para absorber costumbres de otras religiones e integrarlas como si fueran originales de ellos.
 
CONCLUSIÓN FINAL (aquí termino mi argumentación, @Ricardo @OSO y @franco48)

Prohibir las transfusiones de sangre por razones religiosas es erróneo por al menos tres razones:

RAZÓN 1: COMER VS TRANSFUNDIR

La diferencia entre ingerir sangre y transfundirla no radica solamente en la vía de administración, sino en su propósito.
Comer sangre nunca fue indispensable para sobrevivir. Transfundir sangre, en ciertas ocasiones, lo es.
¿Sin contar los riesgos que conlleva?

Además de olvidar esto: "Este es un estatuto permanente para todas sus generaciones dondequiera que vivan: nunca deben comer ni grasa ni sangre’." Lev. 3: 17.
RAZÓN 2: SÍMBOLO VS PRINCIPIO DE MANTENER LA VIDA

La vida no está en la sangre. No está más en la sangre que en cualquier tejido que se transplanta.
La sangre es un símbolo de la vida y abstenerse es un símbolo de rendir la vida a Dios, a quien pertenece.
Por lo tanto, en cualquier situación excepcional en la que estén compitiendo el principio de sobrevivir contra el principio de guardar un ritual, SE IMPONE el principio de sobrevivir. (Mr 2:23-28)
La ética fundamental de ciertas religiones prominentes tiene como centro un Dador de Vida, quien expresó sus pensamientos sobre la vida y la sangre.

Un apostol judeocristiano dijo de él: “Él mismo da a toda persona vida y aliento y todas las cosas. Porque por él tenemos vida y nos movemos y existimos”. Hech. 17: 25, 29.

Los que creemos en ese Dador de Vida confiamos en que la guía que él da nos trae bien duradero.

Un profeta hebreo lo describió así: “Aquel que te enseña para que te beneficies a ti mismo, Aquel que te hace pisar en el camino en que debes andar”. Isa. 48:17
RAZÓN 3: SÍMBOLO VS PRINCIPIO DE LA UNIDAD

En las comunidades cristianas actuales, ni el comer sangre ni el comer lo sacrificado a los ídolos son razones de conflicto grave, discriminación o división. Por lo tanto, las razones que empujaron a los apóstoles a pronunciarse en el Concilio de Jerusalén a favor de la unidad y concordia entre creyentes con posturas diferentes ya no son aplicables a la inmensa mayoría de las comunidades cristianas.
Estimado Alissa, tú hablas de "comunidades cristianas", pero pasas por alto lo fundamental.

”No todos los que me dicen ‘Señor, Señor’ entrarán en el Reino de los cielos. Solo entrarán los que hacen la voluntad de mi Padre que está en los cielos."
 
Estimado Alissa, tú hablas de "comunidades cristianas", pero pasas por alto lo fundamental.

”No todos los que me dicen ‘Señor, Señor’ entrarán en el Reino de los cielos. Solo entrarán los que hacen la voluntad de mi Padre que está en los cielos."

Sin darte cuenta, y dicho sea de paso, acabas de aniquilar la idea de un mundo donde habitarán los testigos de jiová...

¡Bien hecho, campeón! A eso se le dice autotroleo :ROFLMAO:
 
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”No todos los que me dicen ‘Señor, Señor’ entrarán en el Reino de los cielos. Solo entrarán los que hacen la voluntad de mi Padre que está en los cielos."
¿Que pensarían los otros Ancianos de su creencia que algunos van al cielo?
 
franco48 dise #202 en 49 DC el concilio cristiano reunido en jerusalen que se astenga de sangre y despues dice #213 es un estatuto permanente comer sangre. Si es un estatuto permanente, porque lo quita en 49 DC el concilio de jerusalen?
 
franco48 dise #202 en 49 DC el concilio cristiano reunido en jerusalen que se astenga de sangre y despues dice #213 es un estatuto permanente comer sangre. Si es un estatuto permanente, porque lo quita en 49 DC el concilio de jerusalen?
No, no es así, por favor vuelve a leer.
 
Para enriquecer el diálogo con otra perspectiva, me permito citar lo que Dios reveló seis siglos después del Concilio de Jerusalén sobre el consumo de sangre. Ahí queda claro que estas normas pueden ser dejadas de lado cuando está en juego un principio más alto.
Leemos en El Corán:

"Alá os ha prohibido solo la carne mortecina, la sangre, la carne de cerdo y la de todo animal sobre el que se haya invocado un nombre diferente del de Alá. Pero si alguien se ve compelido por la necesidad -- no por deseo ni afán de contravernir -- no peca. Alá es indulgente, misericordioso." (Sura 1, v. 173)
 
No, no es así, por favor vuelve a leer.

pues dime donde
En 49 D.C. se le presentó al concilio cristiano reunido en Jerusalén una pregunta acerca de la circuncisión.
Pero la cuestión básica era si los conversos no judíos tenían que guardar toda “la ley de Moisés.”—Hech. 15:1, 5.
“Es mi decisión el no perturbar a los de las naciones que están volviéndose a Dios, sino escribirles que se abstengan de las cosas contaminadas por los ídolos y de la fornicación y de lo estrangulado y de la sangre.
Porque desde tiempos antiguos Moisés ha tenido en ciudad tras ciudad quienes lo prediquen, porque es leído en voz alta en las sinagogas todos los sábados.” Hech. 15:19-21.

El concilio estuvo de acuerdo, y su decisión escrita decía: “Al espíritu santo y a nosotros mismos nos ha parecido bien no añadirles (a los gentiles) ninguna otra carga, salvo estas cosas necesarias: que sigan absteniéndose de cosas sacrificadas a ídolos y de sangre y de cosas estranguladas y de fornicación.” Hech. 15:28, 29.
pero despues hablando con alissa dijiste

CONCLUSIÓN FINAL (aquí termino mi argumentación, @Ricardo @OSO y @franco48)

Prohibir las transfusiones de sangre por razones religiosas es erróneo por al menos tres razones:

RAZÓN 1: COMER VS TRANSFUNDIR

La diferencia entre ingerir sangre y transfundirla no radica solamente en la vía de administración, sino en su propósito.
Comer sangre nunca fue indispensable para sobrevivir. Transfundir sangre, en ciertas ocasiones, lo es.
¿Sin contar los riesgos que conlleva?

Además de olvidar esto: "Este es un estatuto permanente para todas sus generaciones dondequiera que vivan: nunca deben comer ni grasa ni sangre’." Lev. 3: 17.
Si es un estatuto permanente, porque lo quita en 49 DC el concilio de jerusalen? es solo interes, no veas otra cosa