¿Cuán santa o sagrada es la sangre?

Lo prometido: ¿Cuán santa o sagrada es la sangre?

Lo prometido: ¿Cuán santa o sagrada es la sangre?


Un título como este podría haberse redactado de diferentes maneras, pero fue deliberadamente compuesto así, pues no era mi propósito negarle santidad o sacralidad a la sangre, sino tan sólo aquilatar si lo era en grado superlativo que validara la repetida forma usada por los TJ al explicar su rechazo a las transfusiones de sangre:

-Jehová considera la santidad de la sangre y lo sagrado de la vida a la que representa.

Aunque nunca escribirán que sea ese un versículo bíblico, al citarlo lo pronuncian con la misma entonación que si lo fuese. Por fuerza de la costumbre, la frecuencia y énfasis con que es alegado inconscientemente adquiere bíblica autoridad.

Cuando acabamos de registrar toda la Biblia buscando textos que otorguen santidad a la sangre y/o sacralidad a la vida, nos llevamos la sorpresa de que no hay un solo versículo, siquiera de muestra.

Lo más llamativo, es que sí hay muchos versículos calificando de santas o sagradas muchas cosas, debidamente especificadas.

Por supuesto que no me atrevería a quitarle a la sangre y a la vida aquellas cualidades nada más que porque no haya constancia de ello en las Escrituras.

Si el Eterno creó todo cuanto existe, y Él es el Santo por excelencia, la sangre necesariamente debe ser santa como todo lo salido de entre sus manos o por solamente haberlo dicho.

Siendo Él también la fuente de la vida con que dotó a los animales y luego al hombre, no puede ser menos que sagrada esa vida con que pobló al planeta.

Así, es santo su nombre, su ley, sus palabras y todo cuanto de Él procede y a Él pertenece.

El punto es: estando tantas cosas registradas en las Escrituras como santas y sagradas, y la sangre y la vida no, sin desvestir a estas de aquellas cualidades, ¿podríamos a pesar de ello conferirles un grado y valor mayor a las otras a las que sí la Escritura tiene por tales?

Por supuesto, si alguien quiere hacerlo, puede, ¿quién se lo impedirá?

Sin embargo, ¿es razonablemente legítimo hacerlo así?

A esto se podrá decir que esa particularidad o especialidad con que Dios considera la sangre y la vida, es algo a lo que se podrá llegar por simple deducción, infiriendo una cosa de otra.

Pero ¿cuán apropiado y convincente puede resultar este método?

Por otro lado, admitiendo que no podemos eximir a la sangre y a la vida de lo santo y sagrado que comparten con todo lo que de Dios procede y a Él pertenece, es irrisorio que les demos especial destaque en un alegato con fuerza de texto bíblico, nada más que por ciertas cualidades propias de todo cuanto existe.

Empero, caso que aun sin el deseable apoyo bíblico que nos infundiría total confianza, nos animáramos a admitir lo alegado, todavía quedaría una cuestión nada fácil de responder:

-La santidad de la sangre y lo sagrado de la vida ¿bastan a rechazar las transfusiones por improcedentes, o más bien las hacen recomendables?


Saludos cordiales
 
Re: ¿Cuán santa o sagrada es la sangre?

Algunas conclusiones sobre el presente epígrafe.

Las simples banalidades de lo que se ha pretendido fomentar al restarle importancia a nuestra forma de interpretar lo sagrado, obedece más a la costumbre y al prejuicio infundado que a un sano enfoque por establecer lo que más nos acerque a la verdad suprema de todo lo vivo sobre este planeta.

Estableciendo normas y caminos artificiales supuestamente amparados a premisas verdaderas sobre la interpretación de lo sagrado, realza más bien la dialéctica personal que engrandece y nutre la materia prima de las falacias que entorpecen la agilidad de una mente racional, para descubrir apropiadamente las piezas fundamentales que sostengan la razón que nos asiste.

El tema aquí deliberadamente propuesto por Ricardo de “Cuán santa o sagrada es la sangre”, es el tema de un audaz reto que nos presenta el forista para darle seguimiento y buen fundamento bíblico, pero restringido al plano de una simple concepción personal que ya se tiene establecido con anterioridad, ante cualquier argumento que desentrañe la verdad detrás del “mito”, o bien, del calificado “mito” que sobrepuja y trata de abrirse camino ante la demoledora dialéctica subjetiva que no valora más que lo que ya se ha decidido en aras de fomentar el radicalismo, irrespetando en un tono desafiante, todo vestigio de verdad que nos guíe mejor para un adecuado entendimiento hermenéutico de las Escrituras.

La inconsistente premisa presentada como base fundamental que da apoyo a la aporía que el argumento principal encubre, obedece, no a la falsedad en sí de desenmascarar una inadecuada interpretación de lo sagrado, sino más bien a una guerrilla personal hacia una ideología religiosa que hay que callar a ultranza, no por lograr que prevalezca la luz de la verdad por encima de la incomprensión de lo que denominan “secta”, sino más bien por continuar con la represión religiosa como disimulado recurso heredado de la nefasta obscuridad que dio origen a la malformación teológica más grande de la historia registrada: la negación del Cristo que fue reforzada por el infame comportamiento de los principales que lideraron y dominaron el escenario religioso mundial. Hasta esto se ha pretendido apagar minimizando los terribles hechos que no se pueden ya borrar de los anales de la historia registrada.

Los conflictos que a menudo se dan entre posiciones y puntos de vista contrarios respecto a problemas que afectan a la vida y la muerte de las personas, conflictos que suelen contraponer a creyentes con otros creyentes en unos términos que no sólo hacen difícil el acuerdo, sino la misma discusión para alcanzarlo.

Una de las razones del enfrentamiento es la cuestión del fundamento sobre lo que debe definirse como “Santo” o “Sagrado”. De hecho, es una de las preguntas que ha ocupado a las mentes desde los orígenes del hombre: el por qué se debe respetar esto o aquello. Por qué hay que ser buena persona. Por qué hay que hacer justicia. Por qué la vida humana es sagrada y Por qué el ser humano tiene una dignidad fundamental.

La respuesta religiosa a dicha pregunta es sencilla y categórica: estamos hechos a imagen de Dios, por eso nuestra vida es sagrada. Fin de la contienda. Es más, la creación divina de la vida humana la convierte en algo indisponible para quien la posee, que es cada persona. Sólo Dios tiene poder para dar y quitar la vida ya que esa vida depende sólo de su Voluntad. Razón suficiente para aceptar lo sagrado de la vida sin necesidad que sobre algo tan obvio tenga que ser pronunciado, además, y de manera escritural, lo que por simple deducción aflora a cualquier mente humana para una acertada conclusión de los hechos.

No porque existan múltiples conceptos expresos que se indicaron como “sagrados” de manera específica, en determinadas épocas y en determinadas costumbres propias de los rituales impuestos a Israel, vamos a exigir que se acompañe en otros aspectos, su expresa manifestación. No debemos ignorar lo que con tanta facilidad el aquí proponente del epígrafe que nos ocupa ha dejado constancia –y muy clara– de que todo lo que provenga del Dios Eterno como Fuente infinita de Santidad, es también sagrado, sin que para nada exige contenido textual que apoye su simple deducción. Lo extraño y contradictorio es, que si ya se ha aceptado la santidad “general” de todo eso que proviene de Dios, se haya llegado al mismo tiempo a contradecir dicha determinación solo por llevar la contra a una organización que por más de un siglo la ha promovido y divulgado al mundo.

La inconsistencia argumental es impresionante. Alega en su aporte 921 lo siguiente: “Aunque nunca escribirán que sea ese un versículo bíblico, al citarlo lo pronuncian con la misma entonación que si lo fuese. Por fuerza de la costumbre, la frecuencia y énfasis con que es alegado inconscientemente adquiere bíblica autoridad.” Y, seguidamente, restándole rigor a lo anteriormente alegado, manifiesta: “Por supuesto que no me atrevería a quitarle a la sangre y a la vida aquellas cualidades nada más que porque no haya constancia de ello en las Escrituras.” Y, de nuevo, ya al borde de la más tenebrosa y peculiar forma de contradecirse, alega que: “Cuando acabamos de registrar toda la Biblia buscando textos que otorguen santidad a la sangre y/o sacralidad a la vida, nos llevamos la sorpresa de que no hay un solo versículo, siquiera de muestra. Lo más llamativo, es que sí hay muchos versículos calificando de santas o sagradas muchas cosas, debidamente especificadas.”

A lo que pregunto: ¿A cuáles “muchas cosas, debidamente especificadas”? ¿Será a los “calzoncillos del sacerdote levita? ¿A la copa o a los panes de la presentación? ¿A los utensilios utilizados en el Santísimo del Templo? ¿Al “estiércol” del levita, como lo manifestó en un aporte anterior? ¿O al “suelo” que pisó Moisés en el Sinaí cuando Dios le manifestó que se quitara las sandalias porque estaba parado en “suelo sagrado”? Esto es deliberadamente confundir las peras con las manzanas y un vano entusiasmo por promover la discusión de lo indiscutible y presentar como válidas, las argucias propias de un espíritu de rebeldía que traspasa las fronteras de un coherente razonamiento. ¡Claro que muchas cosas fueron indicadas de manera expresa como “sagradas” por algún específico designio o funcionalidades temporales mientras se llevaban a cabo situaciones especiales cuando Dios lo determinaba apropiado! Pero lo que no podemos aceptar es el hecho de igualar lo que de manera temporal se designó como “sagrado” con lo que, de manera eterna y desde los días de Noé, se destacaron como principios eternos de respeto hacia la vida representada por la sangre y donde se deduce apropiadamente la evidencia propia que respalda la santidad especial sin necesidad que nos lo reafirme una verdad de “Pedrogrullo”.

La generalidad como “santidad” es una cosa discutible y habrá que darle a cada una su debido lugar dentro de la creación Divina. Por el contrario, la vida como la conocemos, como dádiva del Creador al hombre creado a su “imagen y semejanza”, no necesita de ninguna cita expresa para deducir que esa vida que se declaró “intocable” porque Dios la reclama para sí, necesite de más apoyo adicional y expreso como si fuera imprescindible. Porque si la entendiéramos de la manera que lo hace el aquí forista contendor, el mundo en el que vivimos se volvería un caos total y un desorden por no saber distinguir entonces, la relatividad de lo “sagrado” de todo cuanto por Dios fue creado.

La discrepancia sobre el fundamento parece, en definitiva, muy grave. Como acabamos de ver, depende de en qué creamos en cada particularidad. La diferencia radica más bien en que en el primer caso, quien funda la moral es un Dios que dicta unas normas, mientras que en el segundo somos nosotros mismos quienes lo hacemos, dotados de una “falsa” concepción que encumbra nuestro ser por encima de la enseñanza expresa del Altísimo. Dicha diferencia incide claramente en los contenidos de la moral, pues si en las morales religiosas los contenidos los decide Dios, en el caso de las morales no religiosas los decidimos entre todos.

La sacralidad o dignidad de la vida humana puede tener, y de hecho tiene, interpretaciones diversas y divergentes. Las religiones monoteístas fundamentadas en la Biblia coinciden en defender que sólo Dios puede disponer de la vida humana, esa es la correcta interpretación que suelen hacer de lo explícitamente evidenciado en los Escritos Sagrados. Una interpretación que en realidad renuncia a esta acción, simplemente no atribuye al Creador la capacidad de disponer sobre el principio y el fin de la vida de cada criatura y determinar, más allá de toda duda razonable, qué realmente es sagrado para Él.

El diálogo llevado a cabo en el epígrafe versa ya de algún modo sobre la disputa relativa al soporte divino o no de la santidad relativa o específica. Se estableció abriendo una discusión en torno a una pregunta que, llevada a otro terreno, podemos formularla así: “¿Las cosas son buenas porque Dios las quiere o Dios las quiere porque son buenas?” La pregunta venía planteada a propósito de la discusión sobre si, por ejemplo, ¿Era bueno (o malo) que alguien se hiciera una transfusión de sangre cuando existe un precepto para “abstenerse” de ella de una manera que abarca una serie de formas de “introducirla” al cuerpo? Para una acusación judicial de “suicidio” o “asesinato” contra el que rehúsa una transfusión para sí o para otra persona, ¿Sería un intento de asesinato en cualquier caso?, ¿Está el amor a la vida amparado como atenuante suficiente para no imputar responsabilidad al que escoge no transfundir su sangre a nadie? ¿Es aceptable tal flexibilidad de interpretación o, por el contrario, es un asesinato sean cuales sean las circunstancias en caso de no administrar sangre al paciente? ¡Estas preguntas no se zanjaron claramente en este epígrafe! Se externaron opiniones de un bando y de otro pero siempre quedaron en la “mesa” los textos que prohíben el uso de la sangre animal –comiéndola únicamente alegaron– y aunque la Biblia no se refiere a no comer “sangre humana”, tampoco alguien ha dicho que sí está permitido. Más bien, el rechazo ha sido unánime.

Y si la Biblia no indica de manera expresa “comer sangre humana” por razones obvias, y todos están de acuerdo, indica a todas luces que no hacen falta “textos explícitos” o “versículos” que así lo aclaren para evitar comerla. ¡Simple sentido común! Por lo tanto, esto corrobora y avala la postura TJ de que no hace falta que existan textos que prohíban expresamente la ingesta de sangre humana para determinarse a no hacerlo. Deja completamente sin efecto el “manido” argumento aquí presentado, pero como “cortina de humo” nada más, con el fin de “enredar” tratando de justificar la desobediencia a Dios con tal de “salvar” una vida humana en peligro y citando incorrectamente el texto de Jesús de que estamos obligados a “dar la vida por nuestros amigos”. Aquí, sí deducen de manera expedita que, como la sangre es “vida”, entonces, hay que “dar” de esta “vida” (la sangre) a favor de quien la necesite. ¿Una monstruosa alteración del principio envuelto en las palabras del Señor? ¡Indudablemente!

Dios prohibió “comer sangre animal” (por lógico rebote también la humana) y quien se atreviera a hacerlo se arrostraba la muerte prematura.

Se ha preguntado en repetidas ocasiones que si esta prohibición de “comer sangre” era una “prohibición dietética o de salud” y las respuestas fueron que ¡NO!

Y si no fue ninguna prohibición dietética o de salud, tampoco aclararon entonces el por qué de la prohibición a “comerla”.

Porque si se comía y hacía daño al organismo y por este motivo se prohibió, entonces sí era por motivos de salud. Pero lo extraño es que si fueron motivos de salud porque podía enfermar a quien la “comiera” ¿Por qué aparejaba muerte al hacerlo de igual forma? Nunca se dio respuesta a esta y otras interrogantes.

Sólo la respuesta afirmativa a la segunda parte de la adversativa —“Dios quiere las cosas buenas porque son buenas”— permite saldar las dudas anteriores preservando, al mismo tiempo, la autonomía del concepto sobre lo “sagrado” de la sangre o de la vida. Pues la decisión de que algo es bueno o malo; de que un asesinato merece o no merece un castigo, tiene que ser una decisión racional. Dicho de otra forma, la determinación de lo bueno o lo malo es, a priori, previa a la fe religiosa. No podría ser de otra forma si tiene algún sentido la afirmación “Dios es bueno”, ya que sólo es posible decirlo si podemos dar a “bueno” un significado independiente de Dios. De lo contrario estamos diciendo “Dios es bueno”, y no se molestará si invalidamos el “abstenernos” de algo; sino “Dios es Dios” y aunque también sea “bueno”, hay que primero obedecerle aunque una vida esté en “peligro” de muerte por desobediencia, no “absteniéndose” de lo que Él prohibió hacerlo.

Atentos saludos.
 
Re: ¿Cuán santa o sagrada es la sangre?

Algunas conclusiones sobre el presente epígrafe.

Las simples banalidades de lo que se ha pretendido fomentar al restarle importancia a nuestra forma de interpretar lo sagrado, obedece más a la costumbre y al prejuicio infundado que a un sano enfoque por establecer lo que más nos acerque a la verdad suprema de todo lo vivo sobre este planeta.

Estableciendo normas y caminos artificiales supuestamente amparados a premisas verdaderas sobre la interpretación de lo sagrado, realza más bien la dialéctica personal que engrandece y nutre la materia prima de las falacias que entorpecen la agilidad de una mente racional, para descubrir apropiadamente las piezas fundamentales que sostengan la razón que nos asiste.

El tema aquí deliberadamente propuesto por Ricardo de “Cuán santa o sagrada es la sangre”, es el tema de un audaz reto que nos presenta el forista para darle seguimiento y buen fundamento bíblico, pero restringido al plano de una simple concepción personal que ya se tiene establecido con anterioridad, ante cualquier argumento que desentrañe la verdad detrás del “mito”, o bien, del calificado “mito” que sobrepuja y trata de abrirse camino ante la demoledora dialéctica subjetiva que no valora más que lo que ya se ha decidido en aras de fomentar el radicalismo, irrespetando en un tono desafiante, todo vestigio de verdad que nos guíe mejor para un adecuado entendimiento hermenéutico de las Escrituras.

La inconsistente premisa presentada como base fundamental que da apoyo a la aporía que el argumento principal encubre, obedece, no a la falsedad en sí de desenmascarar una inadecuada interpretación de lo sagrado, sino más bien a una guerrilla personal hacia una ideología religiosa que hay que callar a ultranza, no por lograr que prevalezca la luz de la verdad por encima de la incomprensión de lo que denominan “secta”, sino más bien por continuar con la represión religiosa como disimulado recurso heredado de la nefasta obscuridad que dio origen a la malformación teológica más grande de la historia registrada: la negación del Cristo que fue reforzada por el infame comportamiento de los principales que lideraron y dominaron el escenario religioso mundial. Hasta esto se ha pretendido apagar minimizando los terribles hechos que no se pueden ya borrar de los anales de la historia registrada.

Los conflictos que a menudo se dan entre posiciones y puntos de vista contrarios respecto a problemas que afectan a la vida y la muerte de las personas, conflictos que suelen contraponer a creyentes con otros creyentes en unos términos que no sólo hacen difícil el acuerdo, sino la misma discusión para alcanzarlo.

Una de las razones del enfrentamiento es la cuestión del fundamento sobre lo que debe definirse como “Santo” o “Sagrado”. De hecho, es una de las preguntas que ha ocupado a las mentes desde los orígenes del hombre: el por qué se debe respetar esto o aquello. Por qué hay que ser buena persona. Por qué hay que hacer justicia. Por qué la vida humana es sagrada y Por qué el ser humano tiene una dignidad fundamental.

La respuesta religiosa a dicha pregunta es sencilla y categórica: estamos hechos a imagen de Dios, por eso nuestra vida es sagrada. Fin de la contienda. Es más, la creación divina de la vida humana la convierte en algo indisponible para quien la posee, que es cada persona. Sólo Dios tiene poder para dar y quitar la vida ya que esa vida depende sólo de su Voluntad. Razón suficiente para aceptar lo sagrado de la vida sin necesidad que sobre algo tan obvio tenga que ser pronunciado, además, y de manera escritural, lo que por simple deducción aflora a cualquier mente humana para una acertada conclusión de los hechos.

No porque existan múltiples conceptos expresos que se indicaron como “sagrados” de manera específica, en determinadas épocas y en determinadas costumbres propias de los rituales impuestos a Israel, vamos a exigir que se acompañe en otros aspectos, su expresa manifestación. No debemos ignorar lo que con tanta facilidad el aquí proponente del epígrafe que nos ocupa ha dejado constancia –y muy clara– de que todo lo que provenga del Dios Eterno como Fuente infinita de Santidad, es también sagrado, sin que para nada exige contenido textual que apoye su simple deducción. Lo extraño y contradictorio es, que si ya se ha aceptado la santidad “general” de todo eso que proviene de Dios, se haya llegado al mismo tiempo a contradecir dicha determinación solo por llevar la contra a una organización que por más de un siglo la ha promovido y divulgado al mundo.

La inconsistencia argumental es impresionante. Alega en su aporte 921 lo siguiente: “Aunque nunca escribirán que sea ese un versículo bíblico, al citarlo lo pronuncian con la misma entonación que si lo fuese. Por fuerza de la costumbre, la frecuencia y énfasis con que es alegado inconscientemente adquiere bíblica autoridad.” Y, seguidamente, restándole rigor a lo anteriormente alegado, manifiesta: “Por supuesto que no me atrevería a quitarle a la sangre y a la vida aquellas cualidades nada más que porque no haya constancia de ello en las Escrituras.” Y, de nuevo, ya al borde de la más tenebrosa y peculiar forma de contradecirse, alega que: “Cuando acabamos de registrar toda la Biblia buscando textos que otorguen santidad a la sangre y/o sacralidad a la vida, nos llevamos la sorpresa de que no hay un solo versículo, siquiera de muestra. Lo más llamativo, es que sí hay muchos versículos calificando de santas o sagradas muchas cosas, debidamente especificadas.”

A lo que pregunto: ¿A cuáles “muchas cosas, debidamente especificadas”? ¿Será a los “calzoncillos del sacerdote levita? ¿A la copa o a los panes de la presentación? ¿A los utensilios utilizados en el Santísimo del Templo? ¿Al “estiércol” del levita, como lo manifestó en un aporte anterior? ¿O al “suelo” que pisó Moisés en el Sinaí cuando Dios le manifestó que se quitara las sandalias porque estaba parado en “suelo sagrado”? Esto es deliberadamente confundir las peras con las manzanas y un vano entusiasmo por promover la discusión de lo indiscutible y presentar como válidas, las argucias propias de un espíritu de rebeldía que traspasa las fronteras de un coherente razonamiento. ¡Claro que muchas cosas fueron indicadas de manera expresa como “sagradas” por algún específico designio o funcionalidades temporales mientras se llevaban a cabo situaciones especiales cuando Dios lo determinaba apropiado! Pero lo que no podemos aceptar es el hecho de igualar lo que de manera temporal se designó como “sagrado” con lo que, de manera eterna y desde los días de Noé, se destacaron como principios eternos de respeto hacia la vida representada por la sangre y donde se deduce apropiadamente la evidencia propia que respalda la santidad especial sin necesidad que nos lo reafirme una verdad de “Pedrogrullo”.

La generalidad como “santidad” es una cosa discutible y habrá que darle a cada una su debido lugar dentro de la creación Divina. Por el contrario, la vida como la conocemos, como dádiva del Creador al hombre creado a su “imagen y semejanza”, no necesita de ninguna cita expresa para deducir que esa vida que se declaró “intocable” porque Dios la reclama para sí, necesite de más apoyo adicional y expreso como si fuera imprescindible. Porque si la entendiéramos de la manera que lo hace el aquí forista contendor, el mundo en el que vivimos se volvería un caos total y un desorden por no saber distinguir entonces, la relatividad de lo “sagrado” de todo cuanto por Dios fue creado.

La discrepancia sobre el fundamento parece, en definitiva, muy grave. Como acabamos de ver, depende de en qué creamos en cada particularidad. La diferencia radica más bien en que en el primer caso, quien funda la moral es un Dios que dicta unas normas, mientras que en el segundo somos nosotros mismos quienes lo hacemos, dotados de una “falsa” concepción que encumbra nuestro ser por encima de la enseñanza expresa del Altísimo. Dicha diferencia incide claramente en los contenidos de la moral, pues si en las morales religiosas los contenidos los decide Dios, en el caso de las morales no religiosas los decidimos entre todos.

La sacralidad o dignidad de la vida humana puede tener, y de hecho tiene, interpretaciones diversas y divergentes. Las religiones monoteístas fundamentadas en la Biblia coinciden en defender que sólo Dios puede disponer de la vida humana, esa es la correcta interpretación que suelen hacer de lo explícitamente evidenciado en los Escritos Sagrados. Una interpretación que en realidad renuncia a esta acción, simplemente no atribuye al Creador la capacidad de disponer sobre el principio y el fin de la vida de cada criatura y determinar, más allá de toda duda razonable, qué realmente es sagrado para Él.

El diálogo llevado a cabo en el epígrafe versa ya de algún modo sobre la disputa relativa al soporte divino o no de la santidad relativa o específica. Se estableció abriendo una discusión en torno a una pregunta que, llevada a otro terreno, podemos formularla así: “¿Las cosas son buenas porque Dios las quiere o Dios las quiere porque son buenas?” La pregunta venía planteada a propósito de la discusión sobre si, por ejemplo, ¿Era bueno (o malo) que alguien se hiciera una transfusión de sangre cuando existe un precepto para “abstenerse” de ella de una manera que abarca una serie de formas de “introducirla” al cuerpo? Para una acusación judicial de “suicidio” o “asesinato” contra el que rehúsa una transfusión para sí o para otra persona, ¿Sería un intento de asesinato en cualquier caso?, ¿Está el amor a la vida amparado como atenuante suficiente para no imputar responsabilidad al que escoge no transfundir su sangre a nadie? ¿Es aceptable tal flexibilidad de interpretación o, por el contrario, es un asesinato sean cuales sean las circunstancias en caso de no administrar sangre al paciente? ¡Estas preguntas no se zanjaron claramente en este epígrafe! Se externaron opiniones de un bando y de otro pero siempre quedaron en la “mesa” los textos que prohíben el uso de la sangre animal –comiéndola únicamente alegaron– y aunque la Biblia no se refiere a no comer “sangre humana”, tampoco alguien ha dicho que sí está permitido. Más bien, el rechazo ha sido unánime.

Y si la Biblia no indica de manera expresa “comer sangre humana” por razones obvias, y todos están de acuerdo, indica a todas luces que no hacen falta “textos explícitos” o “versículos” que así lo aclaren para evitar comerla. ¡Simple sentido común! Por lo tanto, esto corrobora y avala la postura TJ de que no hace falta que existan textos que prohíban expresamente la ingesta de sangre humana para determinarse a no hacerlo. Deja completamente sin efecto el “manido” argumento aquí presentado, pero como “cortina de humo” nada más, con el fin de “enredar” tratando de justificar la desobediencia a Dios con tal de “salvar” una vida humana en peligro y citando incorrectamente el texto de Jesús de que estamos obligados a “dar la vida por nuestros amigos”. Aquí, sí deducen de manera expedita que, como la sangre es “vida”, entonces, hay que “dar” de esta “vida” (la sangre) a favor de quien la necesite. ¿Una monstruosa alteración del principio envuelto en las palabras del Señor? ¡Indudablemente!

Dios prohibió “comer sangre animal” (por lógico rebote también la humana) y quien se atreviera a hacerlo se arrostraba la muerte prematura.

Se ha preguntado en repetidas ocasiones que si esta prohibición de “comer sangre” era una “prohibición dietética o de salud” y las respuestas fueron que ¡NO!

Y si no fue ninguna prohibición dietética o de salud, tampoco aclararon entonces el por qué de la prohibición a “comerla”.

Porque si se comía y hacía daño al organismo y por este motivo se prohibió, entonces sí era por motivos de salud. Pero lo extraño es que si fueron motivos de salud porque podía enfermar a quien la “comiera” ¿Por qué aparejaba muerte al hacerlo de igual forma? Nunca se dio respuesta a esta y otras interrogantes.

Sólo la respuesta afirmativa a la segunda parte de la adversativa —“Dios quiere las cosas buenas porque son buenas”— permite saldar las dudas anteriores preservando, al mismo tiempo, la autonomía del concepto sobre lo “sagrado” de la sangre o de la vida. Pues la decisión de que algo es bueno o malo; de que un asesinato merece o no merece un castigo, tiene que ser una decisión racional. Dicho de otra forma, la determinación de lo bueno o lo malo es, a priori, previa a la fe religiosa. No podría ser de otra forma si tiene algún sentido la afirmación “Dios es bueno”, ya que sólo es posible decirlo si podemos dar a “bueno” un significado independiente de Dios. De lo contrario estamos diciendo “Dios es bueno”, y no se molestará si invalidamos el “abstenernos” de algo; sino “Dios es Dios” y aunque también sea “bueno”, hay que primero obedecerle aunque una vida esté en “peligro” de muerte por desobediencia, no “absteniéndose” de lo que Él prohibió hacerlo.

Atentos saludos.
El hombre bueno se abstiene de derramar sangre,,jamas la derrama!para el es pecado!.Pero para el hombre equivocado,al derramar la sangre de su hermano dice:padre he hecho tu voluntad.

Saludos.
 
Re: ¿Cuán santa o sagrada es la sangre?

Respuesta a Mensaje # 905:

1 - ¿Soy yo quien entiende mal? ¿Qué tienen que ver los 144.000 de Ap 7 y 14 con Pedro y conmigo? Nada. Los que serán sellados en el futuro próximo (Ap 7:3) son los doce mil de cada una de las doce tribus de Israel que acompañarán al Cordero de pie en el monte de Sión. Pedro y yo ahí no tenemos nada que hacer.

Contigo seguro que no tienen nada que ver.Con Pedro mucho pues fue a uno que se le prometio darle el reino y al cual le dijo que tenia un sitio para el en el Cielo.Y estuviese casado o soltero daba igual si se mantenian "virgenes" en el sentido que ya te explique porque no podia ser virgenes en sentido fisico

2 – El “Cuerpo Gobernante” todavía no había sido inventado en Hch 15. La unánime decisión fue adoptada por la asamblea entera de los reunidos: los apóstoles, los ancianos y los hermanos en unidad con el Espíritu Santo.

¿Y eso no se denomina "cuerpo gobernante"? Esos apostoles y ancianos alli reunidos,tenian la facultad de decidir mediante el Espiritu Santo.Si no ¿para que Pablo (un apostol escogido directamente por Jesus y dirigido por Espiritu Santo) tuvo que ir alli? El podria haber dicho esto se hace asi y punto,pero dejo que esos apostoles y ancianos dirigieran esa situacion.A eso se le llama cuerpo gobernante,o lideres espirituales o como quieras llamarlo.Pero Pablo acató lo que se dijo y obedecio en llevar la carta.Ese cuerpo gobernante eran los que dirigian la obra en aquel tiempo.Yo no se si vosotros teneis cuerpo gobernante porque como en cada sitio haceis algo distinto,imagino que tendreis lideres individuales

Ya he explicado las cuatro abstenciones recomendadas, si no es suficiente con lo dicho aquí pégate una mirada a un mensaje reciente en el tema sobre el Abstenerse.

Si ya lei de sobra "tu pensamiento".Pero no es logico pensar que haya cosas transitorias para ti y otras no lo sean,cuando las cuatro abstenciones estaban en el mismo concepto.¿te abstienes de fornicacion con todo lo que eso conlleva? ¿o solo te abstienes de casarte con un pariente proximo? Es que eso solo te lo has inventado tu.El cuerpo gobernante decia abstenerse de fornicacion,punto.Asi que habia que abstenerse de todo lo que eso contraia,tal como dijo Jesus incluso de mirar a una mujer con deseo.¿Asi que por que abstenerse de sangre iba a ser diferente? ¿porque te menciona abstenerte de estrangulado que ya sabemos que es no comer sangre de animal y seguidamente abstenerte de sangre? Se equivoco el Espiritu Santo y puso dos veces lo mismo?

Tertuliano y Minucio Félix fielmente escribieron lo que sabían, pero ellos no tuvieron oportunidad de leer mis explicaciones en este y el otro tema.

Claro y ellos que estaban viendo aun mas o menos a los verdaderos cristianos y conocian las costumbres,sabian menos que tu que escribes esos pensamientos 19 siglos mas tarde y sacados completamente de la manga porque es que no lo apoyas con alguna base blblica.Fijate esos cristianos preferian morir antes de probar la morcilla. Ponian a Dios antes que sus intereses.Creo que deberias aprender de ellos por lo menos en lo que se refiere a las morcillas

Ellos apelaron a esos datos que tenían para rebatir las falsas acusaciones de que los cristianos bebían sangre humana. Pablo no les hubiera reprochado a ellos por su abstención ni a mí por comer morcillas.
Tampoco es cosa que se diga:
-¡Qué bruto! ¡Este Ricardo es un consumidor de morcillas! Apenas dos o tres al año en alguna parrillada, y hasta han pasado varios años sin comer ninguna. Somos más adictos a los chorizos.

Perdona pero Pablo seguro que si se los hubiese reprochado al igual que lo estara haciendo Jesus en este momento contigo.
(Lucas 16:10) La persona fiel en lo mínimo es fiel también en lo mucho, y la persona injusta en lo mínimo es injusta también en lo mucho.
Si tu conciencia te permite comer sangre,algo que tu mismo dices que esta mal.Algo falla ¿no crees?Da igual que digas que solo lo haces dos o tres veces al año.Te imaginas a un cristiano decir "yo voy a un prostibulo a estar con una morenaza pero solo dos o tres veces al año,pero seguro que Jesus eso no me lo tiene en cuenta" ¿o a un cristiano como el caso de los TJ que no usamos imagenes para adorarla,que vayamos cada semana santa detras de un muñeco a rezarle? Total es solamente una semana al año y Jesus no no los va a tener en cuenta.Abstenerse de fornicacion,de idolatria y de sangre,conlleva nunca hacer uso de esas cosas.Eso lo sabia los cristianos del primer siglo cuando prefirieron morir a comer morcillas,porque para ellos era rechazar la ley del Cristo y preferian morir antes que negarlo.
Al igual que los TJ de la epoca nazi en lo campos de concentracion.Con solo una firma negando que eran TJ podian salir libres Pero muy pocos rechazaron a Jehova y prefirieron morir o seuir sufriendo como prisioneros de los nazis.Por cierto, ¿los feligreses de tus iglesias van a la guerra?


3 – Gracias por el consejo de buscar en Internet, pero soy lector del Diccionario y esas definiciones las conozco bien.
Para que la gente se entienda en el habla popular nadie busca en el diccionario acepciones legítimas pero que no son de uso cotidiano. No alcanza con que técnicamente ese término castellano traduzca apropiadamente el griego: debe preferirse siempre los vocablos que la gente maneja habitualmente.
Si le dices a cualquier hispano que “el pecado es desafuero” se te ríe en la cara ¡y con razón!

Pero la pregunta es ¿esta bien definida esa palabra en la Traduccion del Nuevo Mundo? Que tu no la uses no quiere decir que no sea correcta.Segun la definicion de 1 Juan 3:4 ahí no pega para nada lo que dice la Reina Valera de ser "una infraccion de la Ley" porque segun el apostol Juan dice que esta practicando el pecado,Cometer un pecado es una infraccion de la ley.Practicar el pecado como dice el apostol Juan ya no es una infraccion de la ley sino un desafuero,un acto violento contra la ley del Cristo.Asi que la buena definicion de la TNM es mas correcta que la jerga de la Reina Valera

4 - Yo mismo prefiero para mí las otras alternativas a la transfusión. El problema es cuando no las hay y ante una emergencia no hay otro recurso que transfundir la sangre que sí está disponible. Cuando se programa una intervención quirúrgica o hay que tratar a un anémico, se dispone del tiempo necesario para otros procedimientos alternativos. Cuando ingresa a una clínica un accidentado con abundante pérdida de sangre, tras detener la hemorragia deben los médicos transfundir la sangre necesaria para lograr estabilizar al paciente. Dejarlo morir es un crimen.

Por supuesto que en las iglesias cristianas se aplica la disciplina, no para echar a los hermanos que pecan groseramente, sino para que se avergüencen, arrepientan y puedan ser restaurados.
Sin embargo, nunca me enteré de nadie que fuese expulsado por comerse una morcilla.

En nuestro caso por que ningun TJ come morcillas,no comemos sangre,en el tuyo porque imagino que estaras en este caso que dijo Jesus (Mateo 23:3) Por eso, todas las cosas que les digan, háganlas y obsérvenlas, pero no hagan conforme a los hechos de ellos, porque dicen y no hacen.
Ya te he leido varias veces decir que no hay que comer sangre de animal,pero sin embargo ¿lo estas haciendo?Normalmente la morcilla es sangre de cerdo y aplaudo la conciencia de tu mujer que evita comerla


“El pecado está en aquel que sabe hacer lo bueno y no lo hace” Stg 4:17

Pues ya sabes,administrate ese consejo en cuanto a las morcillas

No donar sangre, pudiendo y debiendo, es pecado.
No ser transfundido, pudiendo y debiendo -de no haber otros recursos-, es peor pecado todavía, pues arriesga muerte.
Prefiero seguir el consejo de abstenerme de sangre,haya o no haya recursos.El mismo Jesus dijo que muchos perderiamos la vida por causa de sus mandatos.Asi que no es pecado,todo lo contrario,es un privilegio.
Te vuelvo a poner el ejemplo de los martires.Que facil hubiese sido darle un bocado a la morcilla y seguir vivos,pero ellos prefirieron aguardar la vida que les daria Jesus en la resurreccion,pero tu sin embargo menosprecia lo que hicieron diciendo que porque no habian leido tus pensamientos de ahora.Lo unico con tus comentarios lo que me da pie a pensar que tu de seguro si le hubieses dado el bocado a la morcilla en aquel entonces
 
Algunas impresiones a las anteriores conclusiones

Algunas impresiones a las anteriores conclusiones


¿Cómo no admirar un aporte que en el ánimo del lector impresiona como la viva muestra de lo que se puede alcanzar redactando de la mejor manera?

A poco que se reflexione bien y se ordenen las ideas, es posible expresarnos de tal modo que captemos no sólo el interés del lector, sino que nos siga sin dificultad, consciente de dónde se está parado y avizorando hacia dónde se va.

Un gran mérito de Melviton en todos sus aportes, es ese profundo respeto hacia sus lectores, si bien los más permanecen ignotos en su anonimato.

Los que escriben de cualquier manera, a lo que salga, sin cuidarse de lo que dicen y de cómo lo dicen, sin darse cuenta, nos están faltando el respeto.

Norberto ha creído descubrir algunas semejanzas entre nosotros, y es posible que tenga razón.

Entre lo que nos diferencie –en cuanto a estilo-, podría estar que no abuso de adjetivos descalificadores, no por virtuosismo alguno, sino por creerlos innecesarios cuando con lo que digo me parece que ya se me fue la mano.

No tengo pues intención de levantar ninguna imagen volteada, ya sea la propia, o la de los argumentos y objeciones que he ido presentando.

El buen juicio de nuestros lectores bastará para que legitimen o desestimen tales recursos, en la medida que los convenzan o les hagan sonreír.

Ellos también podrán dirimir nuestro entredicho, ya que nada veo de contradictorio en mi posición, que reconociendo la santidad de la sangre y lo sagrado de la vida que representa, haga notar que no hay un solo versículo que expresamente lo diga, a la vez que hay unos cuantos en diferentes cosas a las que la Escritura confiere tales cualidades.

Fácilmente se esfuma en el aire el problema, cuando se advierte que esas cualidades de santas y sagradas concedidas a todo lo que de Dios procede y a Él por propiedad exclusiva pertenece, lo es en la generalidad y totalidad de lo por Él creado y de las que es Señor y Amo absoluto. Así, siendo santa la sangre y sagrada la vida, no lo es con ninguna particularidad distintiva por sobre todas las demás, que legitime el reiterado uso de aquel alegato tendencioso, con miras a rechazar las transfusiones de sangre.

Al decir lo anterior, soy perfectamente consciente del aspecto excepcional que tuvo la sangre de los animales sacrificados en el altar en expiación por los pecados de los hijos de Israel, así como la de nuestro Señor Jesucristo, a quien aquellos sacrificios tipificaban.

Esto fue así, porque en nuestra carne humana irrigada por la sangre, el pecado se afincó incitándonos continuamente al mal.

Después de la caída de Adam, nada quedó de santo y sagrado en nuestro cuerpo, pues tras el pecado, los vicios, la enfermedad y la muerte causaron estragos en esta perdida humanidad.

Únicamente el poder del evangelio predicado desde hace casi dos milenios por todo el mundo, cambia y transforma los individuos llevándolos a ser asemejados a la misma imagen del Señor Jesús por obra del Espíritu Santo.

Conviene hacer notar, que si bien de la Biblia podemos inferir, deducir y colegir muchísimas cosas no específicamente registradas, no es así respecto a los mandamientos. Estos siempre son explícitos y claramente definidos. Si se trata de interpretarlos, buscándoles la motivación divina que pudo haber tras ellos, o inquiriendo por detalles o contingencias que pudiesen afectarlos, ya se está pisando terreno peligroso. Lo mismo, cuando no se discierne entre los 613 mandamientos dados a Israel y aquellos dados por el Señor Jesucristo en los Evangelios y desarrollados por los apóstoles en las epístolas. Los mandamientos que ahora nos corresponden no están para que nos aten con ellos ni para que nos escabullamos de ellos. Nuestra obediencia a Dios muchas veces implica la desobediencia a dirigentes religiosos que demandando sujeción a la voluntad del Eterno sólo lo es a la suya propia.

Sería bueno que nuestros lectores se expresen, pues dando cada uno de nosotros lo mejor de sí mismo, ignoramos el efecto de nuestras palabras en vuestras mentes y corazones.


Cordiales saludos.
 
Estimado Juaniyo

Estimado Juaniyo

Respuesta a Mensaje # 924:

1 – Podrás explicar todo lo que quieras vuestra peculiar extravagancia, que cuanto más expliques, más te alejas de la verdad literal del texto; eso no es alegórico. Los 144.000 serán sellados en el futuro próximo:

“…hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios” (Ap 7:3).

2 – No, no se denomina “cuerpo gobernante”, pero si prefieres llamarlo de la misma manera que a vuestros jerarcas en Brooklyn ¿cómo evitarlo?

Los católicos lo llamarán “Concilio”, los reformados “Presbiterio”, y otros protestantes “Sínodo”, “Consistorio”, “Convención”, “Junta”, etc.

Hch 15:22 dice: “Entonces pareció bien a los apóstoles y a los ancianos, con toda la iglesia…” (EKKLESIA, asamblea).

– No era posible ofender a los apóstoles a los gentiles ni a ellos mismos cuando se les leyera la carta, como si quienes habiendo creído, purificados por la fe sus corazones y recibiendo de Dios el Espíritu Santo (vs. 8 y 9) todavía estuvieran proclives a la fornicación (como hoy la entendemos) o a entrar a un templo pagano para postrarse ante la imagen de un ídolo. No es de aquella “porneia” ni de esta idolatría de la que debían guardarse. No tienen culpa los redactores de la carta si ustedes la interpretan tan mal.

– Yo digo lo que Pablo dijo en cuanto a comer de todo lo que se vende en la carnicería (1Co 10:25) y no juzgo al que no come morcillas como no debería ser tampoco yo juzgado por el que no las come (Ro 14:3). En nada de eso consiste el reino de Dios (v.17).

Mis hermanos en la fe han sufrido en campos de concentración por negarse a tomar las armas para matar a otros. Sí han ido a la guerra como médicos y enfermeros.

3 – La Biblia siempre fue traducida para que el pueblo la entienda, no para complacencia de lingüistas, filólogos y eruditos. El idioma de este Foro es el castellano, no el dialecto watchtoweriano.

4 – Los muchos casos que me has leído decir que no debía comerse sangre alguna era en el contexto judío, bajo la Ley de Moisés, no en el mío como cristiano gentil. No caigo en tan burdas contradicciones.

Bien sé lo bueno que es comer una sabrosa morcilla salada y picante si he dado gracias por los alimentos con lo que son santificados (1Ti 4:3-5).
- Las palabras de Jesús en Mr 8:34,35 no apuntan a lo que tú pretendes:

“Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará”.

Excepto Juan, se piensa que los demás apóstoles sufrieron martirio por su fidelidad al Señor Jesús y al mensaje de salvación que predicaban.

La causa de Cristo y su evangelio jamás fue la de dejar de salvar una vida que podría ser salvada, sino todo lo contrario.


Saludos cordiales
 
QUE TAN ESPECIAL ES LA SANGRE?

QUE TAN ESPECIAL ES LA SANGRE?

Revisando algunos articulos, lei uno interesante:

El cuerpo entero de una persona fallecida impurifica. El sacerdote de la linea de Aharon No debia tocar a un muerto o partes de el, ni siquiera deberia estar en un mismo techo con el muerto.

El sacerdote podria serle prohibido manipular la sangre de una persona fallecida.
Y los bancos de sangre no se garantiza que todos los donadores esten vivos, o si?
 
Estimado Mario

Estimado Mario

Revisando algunos articulos, lei uno interesante:
El cuerpo entero de una persona fallecida impurifica. El sacerdote de la linea de Aharon No debia tocar a un muerto o partes de el, ni siquiera deberia estar en un mismo techo con el muerto.
El sacerdote podria serle prohibido manipular la sangre de una persona fallecida.
Y los bancos de sangre no se garantiza que todos los donadores esten vivos, o si?

Respuesta a Mensaje # 927:

Si pudieras hacer venir a Aarón o a cualquier otro sacerdote de su linaje a un Banco de Sangre, sabiendo de que se trata, no solamente se abstendría de tocar los frascos (por las dudas que el donante ya hubiese muerto), sino que hasta probablemente se abstendría de entrar allí; ¿para qué?

El Señor Jesucristo, en cambio, tomó de la mano a la niña que resucitó (Mt 9:25) así como tocó el féretro del joven que llevaban a enterrar, al que resucitándolo, entregó a su madre (Lc 7:11-15).

Y bien, ¿dónde está el interés del artículo que leíste? Para lo que dice, ¿no te bastaba con leer Levítico 21:1-4?


Cordiales saludos
 
Re: Estimado Mario

Re: Estimado Mario

Respuesta a Mensaje # 927:

Si pudieras hacer venir a Aarón o a cualquier otro sacerdote de su linaje a un Banco de Sangre, sabiendo de que se trata, no solamente se abstendría de tocar los frascos (por las dudas que el donante ya hubiese muerto), sino que hasta probablemente se abstendría de entrar allí; ¿para qué?


Son leyes de sacerdotes, y lo hacen para no impurificarse.

El Señor Jesucristo, en cambio, tomó de la mano a la niña que resucitó (Mt 9:25) así como tocó el féretro del joven que llevaban a enterrar, al que resucitándolo, entregó a su madre (Lc 7:11-15).

Jesus no es sacerdote segun el linaje de Aharon

Y bien, ¿dónde está el interés del artículo que leíste? Para lo que dice, ¿no te bastaba con leer Levítico 21:1-4?
Cordiales saludos

Es que no solo le esta prohibido tomar sangre, sino manipularla siquiera por temor a impurificarse.
 
Re: ¿Cuán santa o sagrada es la sangre?

Marcos. 7:14 Entonces, llamando a sí otra vez a la muchedumbre, procedió a decirles: “Escúchenme, todos ustedes, y capten el significado.15 Nada hay que entre en el hombre de fuera de él que pueda contaminarlo; mas las cosas que proceden del hombre son las cosas que contaminan al hombre”.16——
17 Ahora bien, cuando hubo entrado en una casa, apartado de la muchedumbre, sus discípulos se pusieron a preguntarle acerca de la ilustración.18 De modo que les dijo: “¿Están ustedes también faltos de percepción como ellos? ¿No se dan cuenta de que nada que de fuera entra en el hombre puede contaminarlo,19 puesto que no entra en [su] corazón, sino en [sus] intestinos, y sale a la cloaca?”. Así declaró limpios todos los alimentos.20 Además dijo: “Lo que procede del hombre es lo que contamina al hombre;21 porque de dentro, del corazón de los hombres, proceden razonamientos perjudiciales: fornicaciones, hurtos, asesinatos,22 adulterios, codicias, actos de iniquidad, engaño, conducta relajada, ojo envidioso, blasfemia, altanería, irracionalidad.23 Todas estas cosas inicuas proceden de dentro y contaminan al hombre”.

1 Corintios 8:8 Pero el alimento no nos recomienda a Dios; si no comemos, no por eso somos menos, y, si comemos, no nos es de ningún mérito.9 Pero sigan vigilando que esta autoridad suya no llegue a ser de algún modo tropiezo para los que son débiles.10 Porque si alguien te viera a ti, el que tiene conocimiento, reclinado a una comida en un templo de ídolos, ¿no será edificada la conciencia de aquel que es débil hasta el grado de comer alimentos ofrecidos a ídolos?11 Realmente, por tu conocimiento, el hombre que es débil se arruina, [tu] hermano por cuya causa Cristo murió.12 Pero cuando ustedes pecan así contra sus hermanos y hieren la conciencia de ellos que es débil, están pecando contra Cristo.13 Por lo tanto, si el alimento hace tropezar a mi hermano, no volveré a comer carne jamás, para no hacer tropezar a mi hermano.

1 Corintios. 10:23 Todas las cosas son lícitas; pero no todas las cosas son ventajosas. Todas las cosas son lícitas; pero no todas las cosas edifican.24 Que cada uno siga buscando, no su propia [ventaja], sino la de la otra persona.
25 Todo lo que se vende en la carnicería, sigan comiéndolo, sin inquirir nada por causa de su conciencia;26 porque “a Jehová pertenecen la tierra y lo que la llena”.27 Si alguno de los incrédulos los invita y ustedes desean ir, procedan a comer todo lo que se ponga delante de ustedes, sin inquirir nada por causa de su conciencia.28 Pero si alguno les dijera: “Esto es algo ofrecido en sacrificio”, no coman, por causa del que se lo haya expuesto y por causa de la conciencia.29 “Conciencia”, digo, no la tuya propia, sino la de la otra persona. Pues ¿por qué debería mi libertad ser juzgada por la conciencia de otra persona?30 Si participo con gracias, ¿por qué ha de hablarse injuriosamente de mí por aquello por lo cual doy gracias?
31 Por esto, sea que estén comiendo, o bebiendo, o haciendo cualquier otra cosa, hagan todas las cosas para la gloria de Dios.32 Eviten hacerse causas de tropiezo tanto a judíos como a griegos y a la congregación de Dios,33 así como yo estoy agradando a toda la gente en todas las cosas, no buscando mi propia ventaja, sino la de los muchos, para que se salven.

Colosenses. 2:20 Si ustedes murieron junto con Cristo para con las cosas elementales del mundo, ¿por qué, como si vivieran en el mundo, se sujetan aún a los decretos:21“No toques, ni gustes, ni palpes”,22 respecto a cosas que están destinadas, todas, a la destrucción por el uso, de acuerdo con los mandatos y enseñanzas de los hombres?23Esas mismísimas cosas, en verdad, tienen una apariencia de sabiduría en una forma autoimpuesta de adoración y humildad [ficticia], un tratamiento severo del cuerpo; pero no son de valor alguno en combatir la satisfacción de la carne.

Sería interesante abrir un epígrafe que atienda a esto último "combatir contra la satisfacción de la carne".

Si hay cuorum "interesados" quizá abra un epígrafe sobre "La Filocalia"; la cual se enfoca en esta dirección.

Saludos afectuosos a todos los hermanos
 
Re: ¿Cuán santa o sagrada es la sangre?

Después de la caída de Adam, nada quedó de santo y sagrado en nuestro cuerpo, pues tras el pecado, los vicios, la enfermedad y la muerte causaron estragos en esta perdida humanidad.

No se a que venia toda esa verborrea,pero para que veas que si leo lo que pones te contesto a algo que me ha llamado la atencion.Segun tu,nada quedo santo y sagrado en nuestro cuerpo,te pregunto. Si una persona hace puenting (tirarse desde un puente atado a una cuerda) La cuerda se rompe y se mata ¿eso es accidente o suicidio a los ojos de Dios?
Si una persona va conduciendo a 150 kms/h por un sitio que debe ir a 50 kms/h y se mata al coger una curva ¿Eso es accidente o suicido a los ojos de Dios? ¿piensas que Jehova no valora la vida?¿no es santa para el?
Y otra cosa,¿no se quien te falta al respeto? Espero no ser yo.Tan solo contesto de la misma forma que me contestan sin faltar al respeto.Cuando me dicen que mi religion esta dirigida por el Diablo,hace que entonces si que me ponga un poco arisco y haga comparaciones sobre cual religion pueda estar dirigida por el


Respuesta a Mensaje # 924:
1 – Podrás explicar todo lo que quieras vuestra peculiar extravagancia, que cuanto más expliques, más te alejas de la verdad literal del texto; eso no es alegórico. Los 144.000 serán sellados en el futuro próximo:
“…hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios” (Ap 7:3).

¿Ves como eres tu el que lees mal? El que diga "hasta" no quiere decir que ya haya quienes han sido sellados.Los apostoles por esa fecha en que se escribio Apocalipsis ya estaban muertos menos Juan. ¿no consideras que ellos ya estaban sellados?
Jesus le prometio su sitio en el Cielo.
Ademas si sigues leyendo de los versiculos 4 al 8 ¿en que verbo te esta hablando ahi? ¿pasado,presente o futuro? Te lo digo yo,dice "los que fueron sellados".Para Jehova es como si ya lo estuviesen esos escogidos. Dime ¿tu te consideras uno de esos escogidos?
(Mateo 24:13) Pero el que haya aguantado hasta el fin es el que será salvo.
(Hebreos 10:36) Porque ustedes tienen necesidad de aguante, para que, después que hayan hecho la voluntad de Dios, reciban el cumplimiento de la promesa.
(Mateo 10:22) Y ustedes serán objeto de odio de parte de toda la gente por motivo de mi nombre; mas el que haya aguantado hasta el fin es el que será salvo.
(Revelación 2:10) No tengas miedo de las cosas que estás para sufrir. ¡Mira! El Diablo seguirá echando a algunos de ustedes en la prisión para que sean puestos a prueba plenamente, y para que tengan tribulación diez días. Pruébate fiel hasta la misma muerte, y yo te daré la corona de la vida.
Leyendo estos versiculos ¿Cuando crees que de verdad eres un escogido?


2 – No, no se denomina “cuerpo gobernante”, pero si prefieres llamarlo de la misma manera que a vuestros jerarcas en Brooklyn ¿cómo evitarlo?
Los católicos lo llamarán “Concilio”, los reformados “Presbiterio”, y otros protestantes “Sínodo”, “Consistorio”, “Convención”, “Junta”, etc.
Hch 15:22 dice: “Entonces pareció bien a los apóstoles y a los ancianos, con toda la iglesia…” (EKKLESIA, asamblea).

Vamos a ver.Tu mismo dices que llamas de una forma a tus jerarcas ¿no? pues igual nosotros.Intentamos escoger la mejor definicion que tenian los de la antiguedad.¿Que papel desempeñaba esos ancianos y apostoles de Jerusalen? ¿no era la de dirigir la obra? Hasta el mismo apostol Pablo seguia los decretos que ellos dijeran.Si les decia de ir a tal sitio alli iba.¿Y el que dirige la vida de otros no es un gobernante? ¿y si en vez de ser uno son varios? Pues fijate que sencillo,sale cuerpo gobernante.Lo unico que son todos iguales,ni uno es mayor que otro ni se consideran mayor que yo ni yo menor que ellos.Viven juntos a otras personas,salen a predicar tal como cualquiera y estudian la Biblia como cualquier cristiano debe hacer.Ya te he contado la vida tan sencilla del cuerpo gobernante que tenemos.Ahora si quieres hablamos de algunos lideres de tu religion ¿hablamos de donde viven? ¿que coches tienen?,etc,etc.Ya te dije que si quieres abrimos un debate acerca de esas cosas

– No era posible ofender a los apóstoles a los gentiles ni a ellos mismos cuando se les leyera la carta, como si quienes habiendo creído, purificados por la fe sus corazones y recibiendo de Dios el Espíritu Santo (vs. 8 y 9) todavía estuvieran proclives a la fornicación (como hoy la entendemos) o a entrar a un templo pagano para postrarse ante la imagen de un ídolo. No es de aquella “porneia” ni de esta idolatría de la que debían guardarse. No tienen culpa los redactores de la carta si ustedes la interpretan tan mal.

Si ya se que para ti todo era transitorio.Pero te repito abstenerse de fornicacion,es evitar todo lo que eso conllevaba,tal como dijo Jesus.Es que no hay mas.Lo demas son invenciones de personas que quieren buscarle los cinco pies al gato

– Yo digo lo que Pablo dijo en cuanto a comer de todo lo que se vende en la carnicería (1Co 10:25) y no juzgo al que no come morcillas como no debería ser tampoco yo juzgado por el que no las come (Ro 14:3). En nada de eso consiste el reino de Dios (v.17).

Ya estas yendo por donde no es.¿Te imaginas a Pablo comiendo un animal ahogado de una carniceria?¿Un animal sin desangrar? Tu sabes de sobra que no era eso lo que queria significar Pablo en esos versiculos.Tu quieres tapar tu conciencia en cuanto al uso inadecuado que estas dando de la morcilla.Por supuesto que no soy nadie para juzgarte,Dios me libre.Pero nunca me digas que no comes sangre cuando lo estas haciendo y eso si es un delito espiritual y mas tu,cuando dices que aun estas bajo la LEY

Mis hermanos en la fe han sufrido en campos de concentración por negarse a tomar las armas para matar a otros. Sí han ido a la guerra como médicos y enfermeros.

Te pregunto, ¿como grupo o individualmente? ¿Tu iglesia decia de no participar en las guerras? ¿se expulsaron o excomulgaron (no se como lo direis vosotros) a lideres politicos por apoyar la guerra?

3 – La Biblia siempre fue traducida para que el pueblo la entienda, no para complacencia de lingüistas, filólogos y eruditos. El idioma de este Foro es el castellano, no el dialecto watchtoweriano.

Ten cuidado haber si se enfada algun miembro dela Real Academia de la Lengua Española (RAE).Como te oiga decir que desafuero no es una palabra castellana

4 – Los muchos casos que me has leído decir que no debía comerse sangre alguna era en el contexto judío, bajo la Ley de Moisés, no en el mío como cristiano gentil. No caigo en tan burdas contradicciones.

¿Pero no eres tu el que dice que sigues bajo LEY? La carta que el cuerpo gobernante del primer siglo basada en Hechos 15:29 ¿No se leyo tambien en las congregaciones que habia gentiles o en las cuales solo habia gentiles? ¿Que me estas contando? Entonces ¿podemos o no podemos comer sangre? Se claro.¿Los judios cristianos no podian comer sangre y los gentiles cristianos si?

Bien sé lo bueno que es comer una sabrosa morcilla salada y picante si he dado gracias por los alimentos con lo que son santificados (1Ti 4:3-5).

Pero no creo que Dios bendiga esa morcilla,siendo de sangre

Respuesta a Mensaje # 927:
Si pudieras hacer venir a Aarón o a cualquier otro sacerdote de su linaje a un Banco de Sangre, sabiendo de que se trata, no solamente se abstendría de tocar los frascos (por las dudas que el donante ya hubiese muerto), sino que hasta probablemente se abstendría de entrar allí; ¿para qué?
El Señor Jesucristo, en cambio, tomó de la mano a la niña que resucitó (Mt 9:25) así como tocó el féretro del joven que llevaban a enterrar, al que resucitándolo, entregó a su madre (Lc 7:11-15).

Si leemos los pasajes en condiciones,para Jesus estas personas no estaban muertas,sino dormidas,porque el sabia que iba a despertarla.Por lo tanto no se le aplicaba la Ley
(Mateo 9:24) Jesús se puso a decir: “Salgan de aquí, porque la muchachita no ha muerto, sino que duerme”. Ante eso, empezaron a reírse de él desdeñosamente.


Marcos. 7:14 Entonces, llamando a sí otra vez a la muchedumbre, procedió a decirles: “Escúchenme, todos ustedes, y capten el significado.15 Nada hay que entre en el hombre de fuera de él que pueda contaminarlo; mas las cosas que proceden del hombre son las cosas que contaminan al hombre”.

No estaba hablando de alimentos,estaba haciendo una comparacion sobre lo que contamina al hombre.La respuesta esta uns versiculos mas adelante
(Marcos 7:21-23) porque de dentro, del corazón de los hombres, proceden razonamientos perjudiciales: fornicaciones, hurtos, asesinatos,  adulterios, codicias, actos de iniquidad, engaño, conducta relajada, ojo envidioso, blasfemia, altanería, irracionalidad.  Todas estas cosas inicuas proceden de dentro y contaminan al hombre”.


1 Corintios 8:8 Pero el alimento no nos recomienda a Dios; si no comemos, no por eso somos menos, y, si comemos, no nos es de ningún mérito.9 Pero sigan vigilando que esta autoridad suya no llegue a ser de algún modo tropiezo para los que son débiles.10 Porque si alguien te viera a ti, el que tiene conocimiento, reclinado a una comida en un templo de ídolos, ¿no será edificada la conciencia de aquel que es débil hasta el grado de comer alimentos ofrecidos a ídolos?11 Realmente, por tu conocimiento, el hombre que es débil se arruina, [tu] hermano por cuya causa Cristo murió.12 Pero cuando ustedes pecan así contra sus hermanos y hieren la conciencia de ellos que es débil, están pecando contra Cristo.13 Por lo tanto, si el alimento hace tropezar a mi hermano, no volveré a comer carne jamás, para no hacer tropezar a mi hermano.

Entonces a la luz de este texto,¿que te parece a ti que alguien como morcilla echa a base de sangre?

1 Corintios. 10:23 Todas las cosas son lícitas; pero no todas las cosas son ventajosas. Todas las cosas son lícitas; pero no todas las cosas edifican.24 Que cada uno siga buscando, no su propia [ventaja], sino la de la otra persona.
25 Todo lo que se vende en la carnicería, sigan comiéndolo, sin inquirir nada por causa de su conciencia;26 porque “a Jehová pertenecen la tierra y lo que la llena”.27 Si alguno de los incrédulos los invita y ustedes desean ir, procedan a comer todo lo que se ponga delante de ustedes, sin inquirir nada por causa de su conciencia.28 Pero si alguno les dijera: “Esto es algo ofrecido en sacrificio”, no coman, por causa del que se lo haya expuesto y por causa de la conciencia.29 “Conciencia”, digo, no la tuya propia, sino la de la otra persona. Pues ¿por qué debería mi libertad ser juzgada por la conciencia de otra persona?30 Si participo con gracias, ¿por qué ha de hablarse injuriosamente de mí por aquello por lo cual doy gracias?
31 Por esto, sea que estén comiendo, o bebiendo, o haciendo cualquier otra cosa, hagan todas las cosas para la gloria de Dios.32 Eviten hacerse causas de tropiezo tanto a judíos como a griegos y a la congregación de Dios,33 así como yo estoy agradando a toda la gente en todas las cosas, no buscando mi propia ventaja, sino la de los muchos, para que se salven.[/QUOTE]

Entonces,te pregunto yo.¿Pablo podia comer tranquilamente un cerdo que estuviese ahogado?
Si tu respuesta es SI. ¿Pablo ya habia dejado de cumplir la ley mosaica y lo dicho en Hechos 15:29?
Si tu respuesta es NO. Habria que buscarle otra explicacion a este texto ¿no? ¿Que es lo que queria decir Pablo?
A el no le molestaba la conciencia cuando iba a la carniceria y compraba carne de toro que habia sido antes sacrificado a un dios falso,pero si a algun hermano espiritual suyo le molestaba verlo de comer,entonces el no comia,al menos delante de ese hermano para no perjudicar su conciencia.
¿Pero su conciencia le permitiria comer un animal sin desangrar aunque estuviese comprado en una carniceria?
 
Apreciado Juaniyo

Apreciado Juaniyo

Respuesta a Mensaje # 931:

- ¿Soy yo el de la verborrea? ¿No te estarás confundiendo? Los TJ no suelen faltarme el respeto salvo uno con quien suspendí mi diálogo con él. El suicidio, para serlo, requiere que haya expresa voluntad de morir (activo) o de no seguir viviendo (pasivo). En los dos ejemplos que pones, en uno se asumió un riesgo innecesario y en el otro se cometió una fatal imprudencia: son accidentes, si bien previsibles. Con la vida no se juega.

1 – No, los apóstoles nada tienen que ver con los 144.000. Ellos también fueron ungidos y sellados por el Espíritu Santo como muchos millones desde entonces y hasta ahora, pero eso no los identifica para nada con los de Ap 7 y 14.

La selección de versículos que presentas se les hace necesaria para encubrir con ellos el error padecido con vuestra arbitraria interpretación de los 144.000, pero no había por qué fraguar tal cosa.

2 – Yo no tengo “jerarcas” así que no los llamo de ningún modo. Lo de “cuerpo gobernante” no creo que sea una mala definición ya que se refiere a una función colectiva, lo que me parece apropiado. Pero cuando tal definición se vuelve única y exclusiva, deja afuera otras que podrían ser tan válidas como “presbiterio”, cuerpo de ancianos, equipo de sobreveedores, etc. ¿Has conseguido el dato de quiénes son los iberoamericanos de vuestro Cuerpo Gobernante en Brooklyn? Yo no reconozco “líderes” porque Jesús prohibió a sus discípulos recibir y darse tal apelativo, ya que Él mismo lo es en exclusividad (Mt 23:20 griego).

-No es posible darle siempre a una palabra (hebrea, griega o española) el mismo significado, cuando representa muchas diferentes cosas. El contexto de toda una situación planteada es el que determina su alcance. El sentido común nos lleva a pensar que la asamblea en Jerusalem no iba a recomendar a sus hermanos de la gentilidad, algo tan contrario a la común fe como la fornicación y la idolatría, tal como un lector superficial de Hch 15 lo entendería hoy día.

¿Por qué me sigues achacando cosas que nunca mencioné? ¿Cuándo dije yo que todavía estoy bajo la LEY (si por ella entiendes la de Moisés)?

Pablo siempre comería con buena conciencia sin preguntar nada, pero dejaría de hacerlo no bien le advirtieran, por la conciencia de quien lo dijo.

Estoy participando en el tema que abriste sobre la religión y la guerra. Allí es el lugar apropiado para que hablemos estas cosas.

3 – Nunca dije que la palabra “desafuero” no fuese castellana, sino que los que hablamos el idioma, comúnmente la usamos para expresar -por ejemplo- que el Parlamento quitó a un senador o diputado sus fueros, para que de esta manera la justicia pueda proceder con él como con cualquier civil. Así se informa por los medios: “El Parlamento votó el desafuero de su representante XXX”. Esta es la manera común de oír y leer el término.

4 – Si un cristiano israelita quisiera circuncidar a sus hijos y guardar el sábado, debería permitírselo; no así el que pretendiera imponerlo a los demás. Por muchas razones creo que es mejor comer las carnes de animales degollados y desangrados, pero no veo pecado alguno en que un cristiano coma carne con todavía sangre adherida. Recordemos que en los mataderos modernos -con excepción del rabino que degüella los animales conforme al rito kosher-, estos son muertos con un fuerte shock eléctrico y recién después se procede al desangrado. Esto hace que algo de sangre siempre quede en el cuerpo del que no ha sido muerto por degüello. Los judíos cristianos no dejan de ser cristianos si sólo comen la carne kosher, y nadie peca si la carne que come es de animales no limpios, no degollados y con sangre adherida, como haría un cazador con la liebre que acaba de atrapar y la asa al fuego, en el campo.

Pues sí, Dios bendice la morcilla que se come si se ha dado gracias por ella en el nombre del Señor Jesús. Él no se sujeta al EFD ni al CG.

-¡Así que los de Naín no llevaban a sepultar un cadáver en el féretro sino apenas a un joven dormilón! (Lc 7:11-17).


Cordiales saludos
 
Apreciado Juaniyo

Apreciado Juaniyo

Puse mal la cita sobre los líderes: era Mateo 23:10
 
Re: ¿Cuán santa o sagrada es la sangre?

Juaniyo hermano querido, yo puse esos textos literalmente y con su contexto, hay alguno más, pero estos son los más mentados; en los cuales queda claro que todo es lícito. Claro en cuanto a comida y bebida. Pero no todo conviene; pues hay quienes no tienen claro esto.

De modo que no es lo que entra en el hombre, lo que le contamina; aunque esto tiene un alcance tal que incluye "venenos", cosa que está realmente más allá de nuestro deficiente alcance espiritual. No obstante en lo razonable, no comer ni beber nada mortífero -cosa que igual no nos contaminaría en el sentido del texto, que es ritualístico- nada externo nos contamina por entrar en nuestro sistema biológico.
Por eso la conclusión del autor de Marcos, es que con esto Jesús hacia limpias "ritualmente" todas las viandas; de lo cual Pablo parece hacerse eco diciendo: de todo lo que se vende en la carnicería comed.
Supongo que Pablo no hablaba de una carnicería kosher -allí no habría nada que preguntar- sino en una "pagana" donde casi todo lo vendido estaba dentro de la primera "abstención" de Hch 15 (de lo sacrificado a los ídolos), además de morcillas y butifarras, y muchas cosas grasosas. Eso no quiere decir que yo compre morcillas o butifarras; más bien soy vegetariano -no quiero acumular mal karma, je je je-

Yo estoy persuadido que todo lo referente a la ley ritual: circuncisión, sábados, ahogado, sangre y grasa; no son necesarias guardar o abstenerse; por tener todas ya hace 1942 años el cumplimiento de aquello a que señalaban: nuestro Ungido Salvador y sus logros.
Pero lo que contamina al hombre sigue plenamente vigente, y practicado desde mi punto de vista en este foro en casi todos los temas que se abren. De hecho es muy difícil para mi no escribir de un modo contencioso y separatista. Por eso he propuesto si hay interés, claro, abrir un epígrafe, no para recalcar nuestros puntos de vista “modernos”, sino considerar la percepción de los antiguos sabios cristianos que trabajaron profundamente en estos asuntos de la ascesis espiritual.
Saludo afectuoso para todos los hermanos
 
Re: ¿Cuán santa o sagrada es la sangre?

A ver cuando nos comemos un pollito tú y yo, juaniyo.

Y a calzón quitao pa' que veas que la verborrea está demás; a ver cómo le haces para decirme que "abstenerse de sangre" es igual a transfundir sangre.
 
Re: ¿Cuán santa o sagrada es la sangre?

A ver cuando nos comemos un pollito tú y yo, juaniyo.

Y a calzón quitao pa' que veas que la verborrea está demás; a ver cómo le haces para decirme que "abstenerse de sangre" es igual a transfundir sangre.

Los hermanos testigos de Jehová tienen todo el derecho de abstenerse también de transfusiones de sangre, como los científicos Cristianos de abstenerse de "toda" medicina.

No obstante ellos los "científicos" realmente practicantes que yo sepa no se ufanan de ello ni condenan "de incrédulos" a los que no practican tal cual ellos.

Recalco, para los que se jactan de "fieles", y que usan los recursos de la medicina "todos" menos las transfusiones de sangre; pregunto: ¿Acaso la medicina no está más relacionada con el mundo, la filosofía, e incluso los ídolos; que con el culto a Jehová?
 
Re: ¿Cuán santa o sagrada es la sangre?

Buena pregunta... tan solo si echamos un vistazo al juramento hipocrático, eso ya nos debería dar una idea de eso que norberto puso.

Pero, independientemente de las indicencias, también me gustaría comentar lo siguiente: Los TTJJ consideraron en algún momento que las vacunas eran veneno. Su postura cambió a mediados de la década 1950 cuando las vacunas fueron más seguras. Luego entonces, ¿por qué no flexibilizan su postura en cuanto a la medicación por transfusión de sangre? Se ha demostrado que también este recurso médico ha evolucionado, volviéndose más seguro y efectivo (antes de entender los grupos sanguíneos conque se debían separar las cargas sanguíneas a usar, las transfusiones sí resultaban ser de alto riesgo).

También he sabido de buena fuente que los TTJJ sí aceptan transfusiones... a escondidas.

Una cosa que dice norberto es cierta: los TTJJ están en su derecho de dejarse morir si eso les parece correcto. Sin embargo, ¿por qué desperdiciar la vida cuando se puede mantener existente y útil para muchos años? Eso es solo uno de los cuestionamientos que los TTJJ se niegan a explicar al menos.
 
Dos preguntas

Dos preguntas

Yo también he hecho dos preguntas simples que seguramente cualquier TJ del Foro bien podría contestar:

1 - ¿Está permitido a los TJ la diálisis o hemodiálisis? (La sangre es extraida del paciente por una vena a un aparato que la purifica de los elementos nocivos y la regresa luego siéndole inyectada por otra vena).

2 - ¿Cuántos miembros del Cuerpo Gobernante son iberoamericanos? Esto podría deducirse por los apellidos españoles y portugueses.


Muchas gracias.
 
Re: ¿Cuán santa o sagrada es la sangre?

1. Saludos Ricardo, discupe la tardanza, esta rpta lo habia publicado en otro tema por error!
Respuesta a Mensaje # 914:

1 – Es que yo no discuto las obvias ventajas de otras alternativas a las transfusiones, de disponer al momento de ellas. El gravísimo problema es cuando la transfusión es el único recurso disponible en una emergencia que no admite demora, y se cuenta con la sangre compatible en cantidad suficiente. Rechazarla uno mismo o responsabilizarse de asumir tal actitud ante un niño o familiar inconsciente debe desmoralizar a los médicos resignados a firmar el certificado de defunción. Saben que otros familiares podrán luego demandarles por mala praxis u omisión de asistencia. Si tú conoces de otra religión que rechace un procedimiento médico que salvaría una vida ¡instrúyeme por favor!

El tema de la transfusión tiene varias etapas. Una es saber si es aceptable y la otra es si en el caso que no sea aceptable es posible salvar una vida con ella. La segunda propuesta no debe estar necesariamente enganchada con la primera premisa. En pocas palabras en el caso que este permitida la transfusión de sangre en personas con riesgo de vida, no quiere decir que este permitida en otros casos menores; y que se estaria haciendo una excepción en casos de riesgo de muerte.
Su pregunta es bastante puntual, y esta abilmente dirigida a los TJ. La verdad desconosco. Sin embargo si Ud tiene una mente amplia podrá ver otros ejemplos similares en otras religiones en otros ámbitos (y no necesariamente el medico) que estarian dispuestos a morir en sus creencias antes de someterse a una solución fuera de la interpretación bíblica. El Tj ha llevado esta controversia al mundo medico (pero el mundo medico No lo es todo)
2 – Primera vez en mi ya larga vida que oigo o leo ese “nada es obvio”. Tampoco puedes contradecirte seguidamente escribiendo “Está claro”. En todo caso, ¡la frase de marras sí que era obvia!
“Nada es obvio” en el contexto de la conversación, cuando Ud toma como seguro y único camino algo. “Obvio” es decir “No hay otra manera que esto”. Obvio que todo animal nace y muere por ejemplo.
Decir “Claro” no contradice lo “Obvio”. “Claro” es la transparencia del asunto, que puede incluso concluir en varias alternativas. Espero pueda ver la diferencia y que una no contradice necesariamente a la otra.
Para empezar, la prudencia indica que aunque no tomes partido todavía si a favor o en contra de las transfusiones, por lo pronto tendrías que tener resuelto el qué harías contigo mismo si tras sufrir un accidente con mucha pérdida de sangre, pero todavía consciente, los médicos te previenen que urge una inmediata transfusión. Entonces no podrías decirles que todavía necesitas de algún tiempo para pensarlo mejor, pues ya se te va acabando.
Pero me tomo la libertad de pensarlo, prefiero ser prudente en tomar las cosas con calma y no ser un apresurado en equivocarme. Y por cierto, en el supuesto de la situación que planteas, las probabilidades que se han presentado en el transcurso de mi vida han sido nulas. No digo que de esta agua no ha hare de beber. Pero me tomo en libertad este “riesgo” bastante calculado. No estoy en una emergencia, ni urgencia. Es importante si.
3 – En el ítem a) la Ley a la que me refiero no es a la del país sino a la de Moisés dada a Israel (Lv 17:14).
Creo que ya explique el asunto. La prohibición según lo que relatas es el binomio inseparable carne con su sangre. Y si fuera ese el caso, bastaría que la ley diga solamente:
“Pero carne con su alma no comeras”
Pero no dice asi, sino:
“Pero carne con su alma su sangre no comeras”
Por ello existe una prohibición por la sangre del animal vivo.
Esta interpretación no es de mi autoria pero le veo mucho sentido.
Insistes con que el cuerpo es alimentado o nutrido con la sangre ya sea si se la come o se la inyecta (inocular es otra cosa) como si yo nada te haya explicado más adelante. Así no vas a progresar con el análisis que quieres.
Creo que esta demás discutir sobre este asunto, Ud tiene su posición yo la mia. Para mi es bastante evidente que las células que tenemos los nutrientes que necesita son llevados por la sangre. Pero Ok, no nos hagamos un lio sobre ello, Ud tiene su posición, bien.
Conviene no dispersarse hasta el toro que cornea, pues me hace acordar que llevo mi nombre por un antepasado fatalmente acorneado lidiando en la plaza de Sevilla: Ricardo de Aragón.
Soy tan literal en cuanto a esto, que si en el campo veo una vaca con cuernos ni le miro las ubres sino que me pongo a distancia. .
Solo lo mencionaba y citaba para hacerle ver que Uno puede pecar de literal si es un extremadamente apegado a la letra.
¿Cómo que si hablo con un médico? Convivo con ellos; pero cualquier vecino sabe que la alimentación mantiene al cuerpo funcionando y el no transfundirse puede significar que deje de hacerlo.
¿De qué esperas que me convenza?
Saludos cordiales
Asi como cualquier vecino sabe que la alimentación mantiene al cuerpo, también si una persona deja de comer puede dejar de vivir.
Y que raro que los médicos justamente a los cuales apelas en tus argumentos bíblicos, sujieren que cuando una persona no pueda comer le inyecten suero y nutrientes por las venas. Y después digas que hay una enorme diferencia y ni forma de compararla.
Saludos
 
Estimado Mario

Estimado Mario

Respuesta a Mensaje # 939:

Es que este mensaje lo pusiste bien en el epígrafe sobre el Abstenerse y allí fue que te contesté. O sea, el mensaje que ahora pegas en este tema ya te lo respondí allí, pero para evitarte que lo busques te lo pego aquí para que si quieres puedas responder al mismo:

Estimado Mario
Respuesta a Mensaje # 225 (Tema sobre el Abstenerse)

1 – Si la transfusión es aceptada, es porque se confía que la vida será salvada. Nadie querría transfundirse si se le previniera de una alta probabilidad de morir a consecuencia de la transfusión, o si se le dijese que ni transfundiéndose hay esperanzas de salvarle la vida.

Ya se dijo que el caso extremo al que nos enfrentamos es cuando no existen otras alternativas aparte de la transfusión.

Tú no puedes desconocer que en la doctrina y práctica de los TJ no es aceptada excepción alguna respecto a la transfusión. Que en cualquier momento el Esclavo Fiel y Discreto pase al Cuerpo Gobernante un “nuevo entendimiento” por el que se aceptan y recomiendan las transfusiones, o que de seguir rechazándolas se establecen situaciones excepcionales que las permitirían, es algo que todavía está por verse.

Aparte del martirio que padecen los que son perseguidos por su fe, o el suicidio de los bonzos en protesta o en solidaridad con otros, no se sabe de nadie que se rehúse a seguir viviendo cuando se cuenta con los medios para ello, y que no se considere tal actitud como suicida. Digo, aparte de los TJ, que con tal conducta terminan por no testificar debidamente del Eterno, atribuyéndole un mandato que bajo la Ley de Moisés mataba a los israelitas por incumplirlo y ahora a ellos por cumplirlo.

2 – Que ahora lo pienses, tranquila y reflexivamente, me parece sabio. Pero no que lo hagas en una camilla de hospital empapada con tu propia sangre. Entonces ya no dispondrás ni del tiempo ni de la serenidad que ahora te sobra para tomar una decisión responsable.

Las decisiones prudentes son precisamente las anticipadas con toda calma, para caso de sobrevenir el riesgo poder salir airoso.

Cuando concurro a un gran edificio que aglomera mucha gente, busco los letreros de SALIDA para caso de incendio o similar, no perecer aplastado en la estampida, como de tanto en tanto sucede con las discotecas. No solamente tomo el recaudo por mí mismo, sino que me siento responsable para orientar a otros a un pronto y seguro escape.

Creo que con lo que llevamos dicho en el debate tienes material suficiente para sacar tus propias conclusiones, ya que no servirá que luego otro las tome por ti, nada más porque postergaste lo que esperabas no ocurriría.

3 – Es que no veo problema alguno con que los pacientes que no puedan comer reciban su alimento como suero inyectado en sus venas, y los anémicos agudos o heridos desangrados sean en su emergencia transfundidos.

En ninguno de los dos casos se come: pero mientras que en el primero se lo alimenta, en el segundo, algo de “la vida que está en la sangre” del donante salva al paciente en riesgo mortal de no haber reposición del fluido en su torrente sanguíneo.

¿Hay algo de raro en esto que digo?

Saludos cordiales