¿Cuán santa o sagrada es la sangre?

Re: ¿Cuán santa o sagrada es la sangre?

Con lo fácil que es entender que cuando una persona come carne sin desangrar está metiendo en su cuerpo la sangre también de ese animal.
¿Por qué darle tantas vueltas,argumentos y disculpas a este asunto ante el Creador de ella?.
La sangre Dios la reclamará,porque representa la vida de todo ser viviente,y ésta sólamente pernetece a Dios.
 
Apreciado Alfageme

Apreciado Alfageme

Con lo fácil que es entender que cuando una persona come carne sin desangrar está metiendo en su cuerpo la sangre también de ese animal.
¿Por qué darle tantas vueltas,argumentos y disculpas a este asunto ante el Creador de ella?.
La sangre Dios la reclamará,porque representa la vida de todo ser viviente,y ésta sólamente pernetece a Dios.

Entiéndelo de una buena vez Alfageme:

para ustedes es fácil, pues les ha sido así inculcado aun desde antes de entrar a la Organización.

Para los judíos, islámicos y cristianos de las tres grandes confesiones (católicos, ortodoxos y protestantes), así como para adventistas, mormones y moonies, no lo pueden entender como la Watchtower, pero no por falta de inteligencia, perspicacia y discernimiento, sino porque esa es una peculiaridad exclusiva de vuestra Organización.

Seguramente que ningún TJ se animará a decir que ellos son los únicos listos y el resto de la humanidad son torpes, necios e incrédulos.

Creerle a Dios y a su Palabra no es el problema, sino creerle a unos pocos presumidos norteamericanos estudiantes de la Biblia, como si ellos la hubieran descubierto o desenpolvado de algún derruido anaquel de un antiguo museo.
 
Re: Apreciado Mario Vertiz

Re: Apreciado Mario Vertiz

Respuesta a Mensaje # 659:

Dado que me aludes en este párrafo aprovecho a contestarte, ya que si bien he aducido la costumbre universal de no dejar la sangre expuesta sobre superficies arriesgando sean focos contaminantes, no baso en absoluto el mandamiento en razones higiénicas o bacteriológicas, tal como acabo de responder con un rotundo No a la pregunta 4 de Melviton:

-¿Era la prohibición de la sangre presentada como una “Ley dietética o sanitaria por protección a la salud de quien la comía?

Hecha esta salvedad, convendrá que nos ilustres sobre cuáles sean esas maneras específicas que los judíos tienen permitido comer o tomar sangre, según nos acabas de decir.


Agradezco tu deferencia y participación.

Saludos Ricardo:

Podrias explicarme que otras razones Dios NO permitio la ingesta de sangre? al margen de las causas sanitarias que has mencionado.

Y sobre su pregunta:

- Segun el judaismo, esta permitida la ingesta de sangre de pescado, siempre y cuando quede claro y manifiesto que es de pescado.
- Cuando se muerde la boca y sangra No es prohibido tomar su sangre.
- Y segun el judaismo el higado es practicamente sangre , por lo cual le es permitido comerlo siempre y cuando la asen al fuego y deje chorrear la sangre que queda, sabiendo que quedara restos de ella expuesta al fuego..

La idea general acerca de esto es que los judios no toman sangre, pero como puede darse cuenta tiene sus excepciones.

Por otro lado el cebo que se quemaba en holocausto no era el cebo pegada a la carne, sino la que se encontraba entre los organos.
 
Re: Apreciado Alfageme

Re: Apreciado Alfageme

Entiéndelo de una buena vez Alfageme:

para ustedes es fácil, pues les ha sido así inculcado aun desde antes de entrar a la Organización.

Para los judíos, islámicos y cristianos de las tres grandes confesiones (católicos, ortodoxos y protestantes), así como para adventistas, mormones y moonies, no lo pueden entender como la Watchtower, pero no por falta de inteligencia, perspicacia y discernimiento, sino porque esa es una peculiaridad exclusiva de vuestra Organización.

Seguramente que ningún TJ se animará a decir que ellos son los únicos listos y el resto de la humanidad son torpes, necios e incrédulos.

Creerle a Dios y a su Palabra no es el problema, sino creerle a unos pocos presumidos norteamericanos estudiantes de la Biblia, como si ellos la hubieran descubierto o desenpolvado de algún derruido anaquel de un antiguo museo.

Está muy claro Ricardo,porque Dios si fuera por idoneidad escogería a los sabios de este mundo.
Todo consiste en ser pequeñuelo y ser humilde a la hora de andar con Dios.
Los Testigos de Jehová lo tenemos muy claro,y vosotros también,pues veo que no se trata de entender,si no de obedecer.

Cordialmente
 
Apreciado Mario Vertiz

Apreciado Mario Vertiz

Saludos Ricardo:

Podrias explicarme que otras razones Dios NO permitio la ingesta de sangre? al margen de las causas sanitarias que has mencionado.

1 - Qué otras razones tuvo Dios para no permitir la ingesta de sangre es algo que eventualmente podrás preguntarle a Él, pues es el único que lo sabe.

2 - Yo no he mencionado ninguna causa sanitaria para la promulgación del mandamiento.
 
Re: Apreciado Ricardo

Re: Apreciado Ricardo

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Originalmente enviado por Ricardo

Entiéndelo de una buena vez Alfageme:

para ustedes es fácil, pues les ha sido así inculcado aun desde antes de entrar a la Organización.


Mi estimado amigo: ¿Otra "Perogrullada"? Esto es como "criticar" a una persona que desde los 5 años le fue "inculcada" la religión de sus padres y ya de adulto la enseñe a otros como su verdad . ¡Obvio que así debe ser! (claro, con las excepciones a toda regla). Pero lo que aquí afirmas también te aplica, ya que desde muy joven, por lo que has explicado, también te fue "inculcado" a ti por alguna Organización, lo que hoy con orgullo nos enseñas a nosotros.

Para los judíos, islámicos y cristianos de las tres grandes confesiones (católicos, ortodoxos y protestantes), así como para adventistas, mormones y moonies, no lo pueden entender como la Watchtower, pero no por falta de inteligencia, perspicacia y discernimiento, sino porque esa es una peculiaridad exclusiva de vuestra Organización.

¿Y cómo entonces entiendes tú las palabras de Jesús en Mateo 11:25 cuando dijo que estas "cosas" a las que te refieres como "obvias" para toda la "cristiandad" que citas y el "mundo" en general, hayan sido "reveladas a los pequeñuelos" y escondidas de los "sabios e intelectuales"? ¿Por qué te cuesta tanto trabajo deducir que es lógico que sea así como lo dices al final del párrafo, que el "conocimiento verdadero" no sea una "peculiaridad" que distinguiría al "Pueblo de Dios"? ¿En qué te basas para una inconsistencia de tal magnitud?

Seguramente que ningún TJ se animará a decir que ellos son los únicos listos y el resto de la humanidad son torpes, necios e incrédulos.

Como te lo aclaró a la perfección mi hermano ALFAGEME, no es cuestión de "sabiduría ni de inteligencia", sino de "obediencia" mi estimado Ricardo. Pero para obedecer, lo lógico es "comprender" para, en base al verdadero conocimiento, obrar de conformidad con lo que se nos revela. ¡Esta es la verdadera sabiduría de Dios!

Creerle a Dios y a su Palabra no es el problema, sino creerle a unos pocos presumidos norteamericanos estudiantes de la Biblia, como si ellos la hubieran descubierto o desenpolvado de algún derruido anaquel de un antiguo museo.

¿Y no hablas de los "presumidos" que iniciaron el "movimiento" al que perteneces? ¿De dónde eran los "padres" iniciadores de tu organización? ¿Qué importancia tiene nacionalidad? ¿Eres acaso racista? Lo que aquí empleas nuevamente es el típico argumento "ad hominem", argumentando, no con la Biblia en mano, sino con la crítica destructiva atacando la "fuente", no la enseñanza extraída de la Biblia. ¡Y respondiendo tu análisis, ¡Eso fue lo que pasó verdaderamente! Esos "presumidos norteamericanos", como dices, nos abrieron los ojos que por siglos los verdaderos enemigos de Dios se las ingeniaron para mantenerlos vendados. Esas "cataratas" que nos tenían ciegos fueron sanadas y pudimos ver la verdadera Luz del Evangelio del Cristo Redentor, no del impostor que se inventaron a "filo de la espada", los que nunca pudieron prescindir del vergonzoso "ropaje de César".

Mis reiterados respetos.
 
Re: Apreciado Mario Vertiz

Re: Apreciado Mario Vertiz

1 - Qué otras razones tuvo Dios para no permitir la ingesta de sangre es algo que eventualmente podrás preguntarle a Él, pues es el único que lo sabe.

2 - Yo no he mencionado ninguna causa sanitaria para la promulgación del mandamiento.

Saludos Ricardo:

Como vera las razones detras de la No ingesta de sangre, van mas alla de la lectura literal y llana del texto. Algunos se han atrevido a decir que la ingesta de sangre seria perjudicial no solo a nivel organico sino a nivel espiritual. Si esto es cierto, tendria cierta logica pensar que una transfusion seria tan perjudicial que ingerirla.
 
Apreciado Melviton

Apreciado Melviton

Si hubiese sabido que mi diálogo con Alfageme estorbaría la prosecución del nuestro con la respuesta que espero, me hubiera abstenido de contestarle.
 
Apreciado Mario Vertiz

Apreciado Mario Vertiz

Saludos Ricardo:

Como vera las razones detras de la No ingesta de sangre, van mas alla de la lectura literal y llana del texto. Algunos se han atrevido a decir que la ingesta de sangre seria perjudicial no solo a nivel organico sino a nivel espiritual. Si esto es cierto, tendria cierta logica pensar que una transfusion seria tan perjudicial que ingerirla.

Si pasase seguidamente a preguntarme las razones espirituales que pudiesen haber tras las prohibiciones a la ingesta de grasas, los animales impuros, o el uso indebido del fuego, el incienso, el aceite de la unción y demás infracciones que acarreaban la pena capital, podría quizás descubrir detalles interesantes; pero esa sería una historia de nunca acabar y ya me aparecerían multitud de contradictores desconformes con las implicancias que a que hubiese arribado con tales profundos estudios.
 
Re: Apreciado Melviton

Re: Apreciado Melviton

Si hubiese sabido que mi diálogo con Alfageme estorbaría la prosecución del nuestro con la respuesta que espero, me hubiera abstenido de contestarle.

Para nada mi respetado amigo. No mal interpretes mis "entremeses" ni mis "incursiones sorpresa". Es que me gusta también a veces ser breve en mis aportes y contigo tengo que hacerlos muy largos y eso me cansa. Lo nuestro es una "especialidad" que lo continuaremos en el mayor de los respetos, como siempre.

Un saludo respetuoso.
 
Re: Apreciado Mario Vertiz

Re: Apreciado Mario Vertiz

Si pasase seguidamente a preguntarme las razones espirituales que pudiesen haber tras las prohibiciones a la ingesta de grasas, los animales impuros, o el uso indebido del fuego, el incienso, el aceite de la unción y demás infracciones que acarreaban la pena capital, podría quizás descubrir detalles interesantes; pero esa sería una historia de nunca acabar y ya me aparecerían multitud de contradictores desconformes con las implicancias que a que hubiese arribado con tales profundos estudios.

Bueno algunos desean realizar ese "largo viaje" en la busqueda de las motivaciones detras de los mandamientos. Si otros lo inician, les deseamos buena suerte. Por ello No lo encuentro descabellada la posicion de No permitir la transfusion de sangre.

En lo que NO estoy de acuerdo, es en la posibilidad que vidas se pierdan por No aceptar una transfusion. Pero eso es parte e muchas religiones y valores que estan dispuestos a aceptar. Y quien puede tirar la primera piedra? Creo que nadie, todos de alguna manera, dariamos la vida por valores que encontramos elevados (mas que la vida), para otros la vida misma esta por encima de todo.
 
Apreciado Mario Vertiz

Apreciado Mario Vertiz

En lo que NO estoy de acuerdo, es en la posibilidad que vidas se pierdan por No aceptar una transfusion. Pero eso es parte e muchas religiones y valores que estan dispuestos a aceptar. Y quien puede tirar la primera piedra? Creo que nadie, todos de alguna manera, dariamos la vida por valores que encontramos elevados (mas que la vida), para otros la vida misma esta por encima de todo.

¿Es que tú conoces alguna religión -cristiana o no- que prohiba algún procedimiento médico, con cuyo rechazo se arriesgue la vida del paciente?
 
Re: Apreciado Mario Vertiz

Re: Apreciado Mario Vertiz

¿Es que tú conoces alguna religión -cristiana o no- que prohiba algún procedimiento médico, con cuyo rechazo se arriesgue la vida del paciente?

Para el TJ el hecho de no respetar su desicion de No aceptar transfusiones de sangre, seria posiblemente perder la salvacion (es un tema de fe). Para nosostros que no creemos esa postura, solo nos queda respetar su desicion de entregar su vida por amor a sus convicciones.

De alguna manera las religiones y civilizaciones tienen valores que podrian ir mas alla que el valor de la propia vida.
Por ello todos los paises rendimos homenaje a heroes que ofrendaron su vida por una causa que ellos estimaban como elevada y noble.

Para los TG un valor de obediencia a Dios como No negociable es la transfusion de sangre.
Otras religiones tienen martires que han dado su vida sin vacilar por amor a sus ideales.

En el judaismo tienen orden de dejarse matar (si son obligados) si alguien les pide cometer idolatria, incesto y asesinato.
Los primeros cristianos sin vacilar entregaron sus vidas antes de negar a Cristo y fueron antorchas humanas en el circo.
 
Re: Apreciado Mario Vertiz

Re: Apreciado Mario Vertiz

Para el TJ el hecho de no respetar su desicion de No aceptar transfusiones de sangre, seria posiblemente perder la salvacion (es un tema de fe). Para nosostros que no creemos esa postura, solo nos queda respetar su desicion de entregar su vida por amor a sus convicciones.

De alguna manera las religiones y civilizaciones tienen valores que podrian ir mas alla que el valor de la propia vida.
Por ello todos los paises rendimos homenaje a heroes que ofrendaron su vida por una causa que ellos estimaban como elevada y noble.

Para los TG un valor de obediencia a Dios como No negociable es la transfusion de sangre.
Otras religiones tienen martires que han dado su vida sin vacilar por amor a sus ideales.

En el judaismo tienen orden de dejarse matar (si son obligados) si alguien les pide cometer idolatria, incesto y asesinato.
Los primeros cristianos sin vacilar entregaron sus vidas antes de negar a Cristo y fueron antorchas humanas en el circo.

El tema es : ¿ cuan santa o sagrada es la sangre?


Tu lo has dicho mario y los TJ lo han confirmado, para ellos la sangre es tan, tan, tan (parezco campana) sagrada que el meterla al cuerpo (concepto que usan los TJ como sustituto al No Ingerirla como dice la Biblia) consiste pecado mortal digno de perdición. Pero eso es cosa de ellos. Es lo mismo con muchas otras denominaciones cristianas, que si no crees en la trinidad, que Jesucristo es Dios mismo, también estas condenado. Es cuestión de doctrina e interpretación de la Biblia y cada cual va a halar hacia su lado, condenándose los unos a los otros. ¿ Jesucristo dijo que hiciéramos eso ?

Yo solo sé que la Biblia dice que está mal ingerir la sangre y carne de animal no desangrado. Hasta los médicos saben eso y ya se sabía en el pasado, la biblia lo dice. Pero de ahí a querer interpretar otra cosa como lo hacen los TJ, pues eso es problema de ellos y los que quieran ser TJ, tienen que aceptarlo así. Es cuestión de disciplina.

Lo que le importa a Dios es que sigan y obedezcan lo que nos enseñó el Hijo, que aceptemos a nuestro Señor Jesucristo y creamos en el, en el sacrificio que hizo por nosotros para salvación nuestra.
 
Apreciado Mario Vertiz

Apreciado Mario Vertiz

Respuesta a Mensaje # 673:

Me temo no hayas captado la simplicidad de mi pregunta, pues lo que respondes no la contesta.

Todos los pueblos del mundo, en sus diferentes religiones, costumbres y tradiciones mantienen valores propios que son universales y otros que le son peculiares, optando decididamente por la muerte si la otra alternativa fuese la de transgredirlos.

Hace doscientos años la América española toda tenía un grito unánime: LIBERTAD O MUERTE. Eso significaba que preferían morir en batalla antes que seguir como vasallos del Rey; su causa era la de la independencia, para darse sus propias leyes y autogobernarse.

Sangrientas revoluciones conmueven al mundo hasta la fecha, toda vez que los derechos humanos son violentados, la dignidad de las personas es ofendida, la justicia social se deja de lado y se perjudica a los trabajadores con magros salarios.

Precisamente, un gran problema presente en Europa se da con los inmigrantes islámicos, que radicándose en países muy distintos de los que proceden, pretenden trasladar allí sus costumbres o los ritos de su fe, que son precisamente contrarios a los valores allí reconocidos.

Cuando africanos en Inglaterra, Francia y Alemania insisten con su práctica de la ablación de las niñas, eso choca fuertemente con la forma de entender los derechos humanos y de los niños en toda Europa.

Una cosa es la libertad religiosa que permite creer y adorar como se quiera, y otra distinta es cuando una peculiaridad de las creencias ofende gravemente la conciencia colectiva de la nación. Así, ya no estaríamos hablando de “libertad religiosa” sino de “conquista religiosa”.

¿Es que acaso existe ofensa mayor para esa conciencia colectiva del país, que cuando invocando un mandato divino se deja morir a un integrante del grupo que podría ser salvado?

Si cualquier ciudadano emprende una acción encaminada a terminar con su vida, no se requiere ser policía para que cualquier particular lo detenga y frene el intento suicida.

El abstenerse de donar sangre y recibirla ante una emergencia NO SERÁ NUNCA UN VALOR RELIGIOSO sino un ANTIVALOR.

Se le concede mayor valor a la sangre que corre por sus venas, que a un poco de ella pasada a quien está en riesgo de muerte. Y para colmo de males ¡todavía se atribuye a Dios tal atrocidad!

En mi país, al menos, si un automovilista pasa de largo sin auxiliar a quien acaba de accidentarse, puede ser procesado por omisión de asistencia.
Una cosa es padecer martirio por una causa justa y otra por un pretexto injusto.

Vamos a ponerlo en la forma más clara posible para entenderlo de una vez por todas:

Junto con mi esposa, mi hermano (que es médico) y su esposa, venimos de turistas a una pequeña isla de la Oceanía. Sea por influencia de los TJ o no, lo cierto es que el gobierno tiene prohibida las transfusiones de sangre, facultando a los jueces para que sentencien con pena de muerte a los transgresores. Sufriendo mi esposa un accidente con abundante pérdida de sangre, mi hermano se dispone a transfundirle lo necesario de la mía y de la de su esposa. Advertidos de la prohibición y la pena capital, seguimos adelante, concluyendo con estabilizar a mi esposa y comenzar a recuperarse.

En esta ficción, se echa de ver nuestros valores humanos y fe cristiana, ya que la amenaza de muerte no nos detiene en nuestro impulso por hacer lo que bien sabemos que Dios quiere.

Este es el punto que debería hacer recapacitar a los jueces isleños, considerando que nuestro flagrante desacato a sus leyes obedece a una íntima convicción que debería respetarse, ya que no perjudica a ninguno de ellos.

O sea: tu argumento es válido pero al revés: una causa justa y humanitaria nos lleva a que por salvar una vida arriesguemos la nuestra.

No hay pretexto tan injusto e inhumano como el preferir la muerte a ser salvado achacándole todavía a Dios la responsabilidad de un mandato que nunca dio.

Una cosa eran los cristianos en Roma prefiriendo ser devorados por las fieras a renegar de Cristo y proclamar a César como Señor.

Otra cosa son los TJ dejando morir a sus hermanos cuando en la emergencia del caso no hay otra alternativa de salvarle sino por la transfusión de sangre.

Por todo lo dicho, te planteo nuevamente la pregunta por si tuvieras a bien contestarla:

-¿Es que tú conoces alguna religión -cristiana o no- que prohíba algún procedimiento médico, con cuyo rechazo se arriesgue la vida del paciente?


Cordiales saludos
 
Re: ¿Cuán santa o sagrada es la sangre?

Esta escritura biblica debe poner a pensar a los testigos..,porque si la sangre es tan sagrada no podra heredar el Reino de Dios?.

[SUP]1 corintios 15:50 [/SUP]Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción.

Y lo que da a entender es que tanto como la sangre,como la carne tienen que corromperse?.

Donde queda lo Santa y lo Sagrada de la sangre?.

Saludos.
 
Re: Apreciado Mario Vertiz

Re: Apreciado Mario Vertiz

Para el TJ el hecho de no respetar su desicion de No aceptar transfusiones de sangre, seria posiblemente perder la salvacion (es un tema de fe). Para nosostros que no creemos esa postura, solo nos queda respetar su desicion de entregar su vida por amor a sus convicciones.



De alguna manera las religiones y civilizaciones tienen valores que podrian ir mas alla que el valor de la propia vida.
Por ello todos los paises rendimos homenaje a heroes que ofrendaron su vida por una causa que ellos estimaban como elevada y noble.



Para los TG un valor de obediencia a Dios como No negociable es la transfusion de sangre.
Otras religiones tienen martires que han dado su vida sin vacilar por amor a sus ideales.


El ASUNTO SON A LO PEQUEÑOS QUE ARRASYTRAN Y QUE MUEREN POR ESTA DOCTRINA SI ESTAR PLENAMENTE CONCIENTES DE SUS ACTOS

En el judaismo tienen orden de dejarse matar (si son obligados) si alguien les pide cometer idolatria, incesto y asesinato.
Los primeros cristianos sin vacilar entregaron sus vidas antes de negar a Cristo y fueron antorchas humanas en el circo.


DEJARSE MATAR NO DEJARSE MORIR
 
Re: Apreciado Ricardo

Re: Apreciado Ricardo

Aunque no era para mí tu respuesta, no obstante me doy por aludido por todo lo que respondes al forista Mario.
Así que he aquí mi análisis a tu aporte y esperemos el de Mario también.

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Originalmente enviado por Ricardo

Todos los pueblos del mundo, en sus diferentes religiones, costumbres y tradiciones mantienen valores propios que son universales y otros que le son peculiares, optando decididamente por la muerte si la otra alternativa fuese la de transgredirlos.

Esto, mi querido amigo, es subjetivo y bien lo sabes. Dependerá de varios factores y en la mayoría de los casos, de nuestra también “peculiar” forma de juzgar a quienes en apariencia “violenten” algún “principio solapado”, por el simple acto de hacer valer su derecho de tomar decisiones que para nada están tipificadas como “delito” alguno, pese a que la costumbre social por carecer de tan delicados cuidados, nos señale como propiciadores de crímenes encubiertos y bajo la falsa etiqueta de un “desquiciado cristianismo”, como lo acostumbran presentar ante una sociedad hipócrita y no calificada, como para ponerla de “ejemplo” amonestador para “mejor proveer”.

Hace doscientos años la América española toda tenía un grito unánime: LIBERTAD O MUERTE. Eso significaba que preferían morir en batalla antes que seguir como vasallos del Rey; su causa era la de la independencia, para darse sus propias leyes y autogobernarse.

Aquí citas uno de los ejemplos de “lealtades” a principios creídos certísimamente en su día pero no concluyes ni opinas si estuvo bien o estuvo mal. Las naciones del mundo, alejadas de Dios de manera contundente, siempre le han dado más importancia a sus intereses materialistas que a los designios del Altísimo y que en no pocos casos ni siquiera creen en su existencia. Esos famosos “gritos” de libertad o muerte proferidos por sus protagonistas, nunca han estado regulados por los principios por los que estuvieron dispuestos a morir los auténticos seguidores del cristianismo bíblico.

Sangrientas revoluciones conmueven al mundo hasta la fecha, toda vez que los derechos humanos son violentados, la dignidad de las personas es ofendida, la justicia social se deja de lado y se perjudica a los trabajadores con magros salarios.

Esto en sí se lleva a cabo, tal y como lo indicas, como flagrantes violaciones a principios por los que a veces se lucha y se combate, de manera equivocada e irreverente, pero en la realidad son permitidos por los intereses creados y firmemente establecidos cual impenetrables fortalezas, aunque sus consecuencias provoquen muerte y dolor a los integrantes de una determinada comunidad.

Precisamente, un gran problema presente en Europa se da con los inmigrantes islámicos, que radicándose en países muy distintos de los que proceden, pretenden trasladar allí sus costumbres o los ritos de su fe, que son precisamente contrarios a los valores allí reconocidos.

Esto, en menor o mayor escala sucede en todos los países en donde se permita el tránsito de ciudadanos de diferentes culturas que decidan convivir bajo el cielo de alguna tierra extranjera y que no están dispuestos a someterse a nuevos regímenes culturales que les haga desechar o dejar atrás, sus más fervientes creencias que podrían alterar considerablemente el orden establecido y las mismísimas bases y principios religiosos que por siglos hayan sido característica innegable de los que han pretendido –y solo eso– representar al futuro “Gobernante de la Nueva Tierra”.

Cuando africanos en Inglaterra, Francia y Alemania insisten con su práctica de la ablación de las niñas, eso choca fuertemente con la forma de entender los derechos humanos y de los niños en toda Europa.

Poner como ejemplo una violación a un “delito universal”, independientemente de la cultura que lo justifique por alguna retorcida ideología, religiosa o no, pone en evidencia la ausencia total del equilibrio moral que, como principio eterno, es característica casi exclusiva de todas las sociedades cuando es dirigido por algún radical dictador de turno que llegue al poder, sobre todo si se hace llamar “cristiano”. El aceptar o no transfusiones de sangre, no califica, pero en ningún nivel, de esa casi “sacra” relación que pretendes establecer entre la prohibición a las transfusiones y el fanatismo ciego por defenderlas, so pretexto de “salvar” vidas.

Una cosa es la libertad religiosa que permite creer y adorar como se quiera, y otra distinta es cuando una peculiaridad de las creencias ofende gravemente la conciencia colectiva de la nación. Así, ya no estaríamos hablando de “libertad religiosa” sino de “conquista religiosa”.

Estás opinando desde la perspectiva personal de tus creencias acerca de lo que tú tipificas como delito. Cuando se hace uso de alguna “peculiaridad” en las creencias religiosas que a veces ostentamos de conformidad con la legislación vigente de algún país que nos adviertan acerca del delito en que se incurre, es cuando desatendemos, como en tu particular forma de pensamiento, cuestionando la terapia alternativa que se escoge y nos impida, bajo nuestra absoluta responsabilidad, negándonos a ejercer el pleno derecho que tenemos para elegir lo que mejor encaje en nuestra forma de adorar al Dios de la verdad.

¿Es que acaso existe ofensa mayor para esa conciencia colectiva del país, que cuando invocando un mandato divino se deja morir a un integrante del grupo que podría ser salvado?

¡Depende de la perspectiva desde donde lo mires y por donde lo mires! Hablas de una “conciencia colectiva” de un país, cuando bien sabes que las “masas” populares y las costumbres por ellas aplaudidas, en la mayoría de los casos, son contrarias a los verdaderos valores que deben prevalecer para que esos criterios de censura y desaprobación hacia tal o cual práctica, estén más que preparados para la comprensión de lo que, en el fondo, poco les importa. Una cosa son las “costumbres” propias de una colectividad popular que tratas de resaltar de manera indebida, y otra cosa son las sanas “costumbres” de un pueblo cristiano que respeta en todo momento, las advertencias eternas del Altísimo.

Si cualquier ciudadano emprende una acción encaminada a terminar con su vida, no se requiere ser policía para que cualquier particular lo detenga y frene el intento suicida.

Aquí estás presto a desenvainar tu propia “peculiaridad” de interpretar un derecho de conciencia, moral y legal, reconocido en la mayoría de los países aún dentro de sus constituyentes para respetar la libertad religiosa que todo ciudadano debe salvaguardar, y que le permita emitir un criterio bastante equilibrado para decidir qué rumbo tomará su vida, pero haciéndolo de manera sistemática aceptando lo que considere sea la mejor terapia alterna con la que no comprometa para nada sus más profundas convicciones religiosas. Además, el hombre es un fin en sí mismo y ha de tener la facultad de elegir entre distintas opciones terapéuticas en el caso de que las mismas existan en el campo de la Medicina.

Por otra parte, hay otro principio de la bioética al que se denomina “Principio de beneficencia”, el cual consiste en que la terapia propuesta implica el bien de la persona interesada, es decir, del paciente o enfermo. Sin embargo, este ha de tener la posibilidad de elegir entre las distintas opciones existentes para el mejoramiento de su salud. El principio de autonomía en bioética, es el principio supremo ante el cual deben ceder los demás principios, excepto, claro está, el que establece El Todopoderoso. Ello es así, por cuanto la dignidad de la persona humana es el valor que se halla en la cúspide de la jerarquía axiológica.

De manera que esa pretendida e insulsa forma de referirte como “un intento suicida” no es procedente cuando ese “homicida” sopesa por convicción personal lo que está en juego. Las otras alternativas que así lo dispongan, dentro de la mejor terapia que le impida cometer “suicidio”, estarán a su alcance para una valoración. Un simple suicida no escoge alternativas que le puedan salvar su vida; simplemente escoge perder la vida, diferencia que al parecer te niegas aceptar y, peor aún, te atreves a endosárnosla.

En la frase: “Si cualquier ciudadano emprende una acción encaminada a terminar con su vida”, que empleas como estribillo gastado de una vieja melodía decidida y temeraria, amén de manipuladora, distorsiona la realidad de lo que pretendes juzgar con tanta rigurosidad. La llamada que haces “a las armas”; exacerbando sentimientos retorcidos de una falsa representación de los hechos y respaldada en la ignorancia de costumbres generalizadas de una sociedad, adolece de una impresionante crisis de valores que sobrepasa, por mucho, lo que pudiera siquiera parecerse a lo que catalogas como un “intento suicida”.

Dicho de otra forma, no es más que un elegante ariete ideológico que esgrimes contra el derecho inalienable de libre conciencia para elegir la mejor alternativa disponible y no caer en la desesperación de aceptar como un simple acto de supervivencia, desoyendo otras voces, más refinadas y dignas al menos de considerar, que nos retengan de tomar “en poco” la milenaria advertencia de “abstenernos” de la sangre, como principio establecido del Dios al que servimos.

La capacidad de moderación y control que otorga la verdadera templanza, nos permite lograr un equilibrio, entre la exageración de estas pasiones que estimulas y la anulación total de ellas; y tú, mi querido Ricardo, te recreas en medio como juez implacable pretendiendo darle un carácter de absoluta locura, que deshonra el principio de la vida.

El abstenerse de donar sangre y recibirla ante una emergencia NO SERÁ NUNCA UN VALOR RELIGIOSO sino un ANTIVALOR.

Pues esa será tu reflexión y como tal, es respetable y circunstancial también, amén de cuestionable, por cuanto estás juzgando, como una de tus “peculiaridades” más recalcitrantes, el derecho ajeno a tomar decisiones sobre lo que desea aceptar como terapia apropiada para asuntos que tengan que ver con su salud y con la de quienes todavía la Ley les ampara, están bajo su responsabilidad para decidir, por ellos, qué es lo mejor en cada ocasión.

La voluntad del paciente debe respetarse aun cuando esa negativa se emplee en tratarse o internarse, salvo los casos de inconsciencia, alienación mental, lesionados graves por causa de accidentes, tentativas de suicidio o de delitos. En las operaciones específicas se solicitará la conformidad por escrito del enfermo salvo cuando la inconsciencia o alienación o la gravedad del caso no admitiera dilaciones. En los casos de incapacidad, los profesionales requerirán la conformidad del representante del incapaz”.

Como muy bien lo expresó John Stuart Mil: “Ninguna sociedad en la que no se respeten cabalmente esas libertades es libre, sin importar su forma de gobierno…Cada uno es el custodio adecuado de su propia salud, ya sea corporal, mental y espiritual. La humanidad sale más beneficiada si se deja que cada uno viva como le parezca bien, en lugar de obligarle a vivir como les parezca bien a los demás”.

Se le concede mayor valor a la sangre que corre por sus venas, que a un poco de ella pasada a quien está en riesgo de muerte. Y para colmo de males ¡todavía se atribuye a Dios tal atrocidad!

Tú como que desatiendes por completo lo que con tanto empeño condenas. Esgrimes como argumento “principal” el “oprobioso” hecho de atribuir a Dios tanta atrocidad de nuestra parte, como si ignoraras por completo el ajusticiamiento que la Deidad tuvo que aplicar, por tantos y tantos irrespetos a lo que Él decretó como prohibido, y que fue motivo suficiente para “quitar la vida” a los otrora infractores, de cuya “atrocidad” ahora ni hablas, cuando lo que “divide” lo de antes y lo de ahora, es un “muy fino” y delgado hilo interpretativo en el que basas tus premisas y prejuicios infundados, no definiendo siquiera, que por ser dos motivos diferentes (comer sangre y transfundir sangre) no por ello la “atrocidad” de quitar la vida hoy, se justificara ayer en pro del respeto que se le debía a lo que representaba la vida: la sangre.

En mi país, al menos, si un automovilista pasa de largo sin auxiliar a quien acaba de accidentarse, puede ser procesado por omisión de asistencia.
Una cosa es padecer martirio por una causa justa y otra por un pretexto injusto.

Vamos a ponerlo en la forma más clara posible para entenderlo de una vez por todas:

Junto con mi esposa, mi hermano (que es médico) y su esposa, venimos de turistas a una pequeña isla de la Oceanía. Sea por influencia de los TJ o no, lo cierto es que el gobierno tiene prohibida las transfusiones de sangre, facultando a los jueces para que sentencien con pena de muerte a los transgresores. Sufriendo mi esposa un accidente con abundante pérdida de sangre, mi hermano se dispone a transfundirle lo necesario de la mía y de la de su esposa. Advertidos de la prohibición y la pena capital, seguimos adelante, concluyendo con estabilizar a mi esposa y comenzar a recuperarse.

En esta ficción, se echa de ver nuestros valores humanos y fe cristiana, ya que la amenaza de muerte no nos detiene en nuestro impulso por hacer lo que bien sabemos que Dios quiere.

Este es el punto que debería hacer recapacitar a los jueces isleños, considerando que nuestro flagrante desacato a sus leyes obedece a una íntima convicción que debería respetarse, ya que no perjudica a ninguno de ellos.

El ejemplo que hipotéticamente expones no aplica cuando la libertad de conciencia explícita en casi todas las actas constitutivas de los países se establecen como respeto inalienable que cada ciudadano tiene ante la alternativa de decidir qué terapia acepta como tratamiento médico sugerido. El desatender un herido de forma indolente cuando no existe ningún principio bíblico que se interponga para socorrerlo de manera sobresaliente, nunca será motivo de justificación ante Dios.

O sea: tu argumento es válido pero al revés: una causa justa y humanitaria nos lleva a que por salvar una vida arriesguemos la nuestra.

No hay pretexto tan injusto e inhumano como el preferir la muerte a ser salvado achacándole todavía a Dios la responsabilidad de un mandato que nunca dio.

Tu argumento aplica en el sentido contrario a lo que con tanto júbilo afirmas. No hay pretexto tan injusto e inhumano como el preferir ignorar un mandato del Altísimo que sí estableció (de fondo, no de forma) en el que la ingesta de sangre al cuerpo está prohibida de manera explícita en las Escrituras. Todos los principios de Dios son aplicados en su esencia como generalidades, no como particularidades de la forma en que se lleven a cabo. La fornicación, por ejemplo, se establece como un principio que abarca toda una “gama” de “formas” en que se puede llevar a efecto. Habrán quienes objeten unas y otras no, porque la Biblia “guarda silencio” en cuanto a enumerarlas todas ellas y, como no se indican de manera específica, entonces, no somos responsables por practicarlas. ¿Es así como a tu ver funciona la justicia Divina?

Una cosa eran los cristianos en Roma prefiriendo ser devorados por las fieras a renegar de Cristo y proclamar a César como Señor.

Otra cosa son los TJ dejando morir a sus hermanos cuando en la emergencia del caso no hay otra alternativa de salvarle sino por la transfusión de sangre.

Y una cosa eran los cristianos, los verdaderos seguidores del Cristo Redentor del primer siglo cuando acataban dócilmente todas las órdenes de Dios y otra, muy diferente, los “cristianos” de a mentirillas que hoy lo desafían de manera impresionante, cuestionándole todos aquellos preceptos y enseñanzas por las que su propio Hijo murió.

Por todo lo dicho, te planteo nuevamente la pregunta por si tuvieras a bien contestarla:

-¿Es que tú conoces alguna religión -cristiana o no- que prohíba algún procedimiento médico, con cuyo rechazo se arriesgue la vida del paciente?

Si me lo permites, ya el forista Mario fue muy claro y equilibrado en su respuesta que no deseas aceptar. Tú lo que pretendes es escoger como válidas solo aquellas respuestas que te regalen los oídos. La explicación dada, para un buen entendedor y además, libre de prejuicios, bastaría. Sin embargo, respondiéndote yo aunque no fue a mí a quien le dirigiste la interrogante –aunque estoy siendo aludido en ella– considero más que una obligación respondértela, al mejor estilo TJ:

Si existe o no esa religión que se oponga o prohíba algún “procedimiento médico” de manera específica que comprometa la vida de un paciente, no estoy seguro. Al menos no que sea notorio o que haya salido en las noticias mundiales como de hecho sí sucede en el caso de los TJ.

De lo que sí estoy seguro es que los únicos (como pueblo organizado seguidor del Dios Jehová) somos nosotros. No hay religión que haya producido el “mundo” de satanás, que sea capaz de enaltecer la verdadera doctrina cristiana; por el contrario, la ofende y la reniega, por el simple hecho de pertenecer en “cuerpo y alma”, a un mundo por el que el mismo Señor Jesús rehusó orar cuando le dijo a su Padre Celestial: “Hago petición respecto a ellos; no hago petición respecto al mundo, sino respecto a los que me has dado; porque tuyos son, y todas las cosas mías son tuyas y las tuyas son mías, y yo he sido glorificado entre ellos.”

Pues no se trata de negar el valor que represente, sino ubicarlo correctamente dentro del contexto general de las acciones humanas.

Este sentimiento es acompañado de un deseo por apoyar o actuar a favor de aquello a lo que se es leal y bajo condiciones que incluso exijan cierto sacrificio. La lealtad es voluntaria y quien la practica elige de manera libre hacerlo sin presiones ni condiciones que desvirtúen el verdadero sentir del ser verdaderamente consciente de sus propias y cristianas responsabilidades.

Mi más sincera consideración y respeto.
 
Estimado Melviton

Estimado Melviton

Cuando vi tu aporte imaginé que por fin contestabas al mensaje de nuestro diálogo que ya lleva días esperando respuesta.

No es que me lleve prisa leerlo, pero supongo que a la par que yo, otros foristas que nos siguen en el tema mantienen todavía algún interés por ver a qué conclusión llegamos, si es que llegamos a concordar en algo más.

Este otro mensaje con el que respondes al mío dirigido a Mario entra ya dentro de los "extensos" pues excede con creces a lo que yo haya dicho, y bien podías haber dedicado similar espacio al que está pendiente.

No te reprocho por lo largo, pues escribes muy bien y disfruto leyéndote, pero cierto orden cronológico en el Foro nos compromete a no abordar otra cosa cuando ya hay una que tenemos entre manos.

Por supuesto, es natural que nos permitamos una que otra breve intervención en asuntos del momento que invitan a una opinión, pero lo uno no quita lo otro.

No sé ahora si debo proceder a contestar este último mensaje tuyo, o si espero mejor al otro, o a responder a Mario caso que él me conteste.

De todos modos, agradezco tu deferencia por atender mis comentarios.


Cordiales saludos.
 
Re: Estimado Melviton

Re: Estimado Melviton

Cuando vi tu aporte imaginé que por fin contestabas al mensaje de nuestro diálogo que ya lleva días esperando respuesta.

No es que me lleve prisa leerlo, pero supongo que a la par que yo, otros foristas que nos siguen en el tema mantienen todavía algún interés por ver a qué conclusión llegamos, si es que llegamos a concordar en algo más.

Este otro mensaje con el que respondes al mío dirigido a Mario entra ya dentro de los "extensos" pues excede con creces a lo que yo haya dicho, y bien podías haber dedicado similar espacio al que está pendiente.

No te reprocho por lo largo, pues escribes muy bien y disfruto leyéndote, pero cierto orden cronológico en el Foro nos compromete a no abordar otra cosa cuando ya hay una que tenemos entre manos.

Por supuesto, es natural que nos permitamos una que otra breve intervención en asuntos del momento que invitan a una opinión, pero lo uno no quita lo otro.

No sé ahora si debo proceder a contestar este último mensaje tuyo, o si espero mejor al otro, o a responder a Mario caso que él me conteste.

De todos modos, agradezco tu deferencia por atender mis comentarios.


Cordiales saludos.
La conclusión del asunto Ricardo es: Teme al Dios verdadero y guarda todos sus mandamientos,pues esto es todo el deber del hombre" Eclesiastés 12:13,14