¿Cuán santa o sagrada es la sangre?

Estimado Juaniyo

Estimado Juaniyo

Respuesta a Mensaje # 620:

1 – Si bien es cierto que mi Mensaje # 615 fue muy largo, recuerda que con él contestaba al # 608 de Melviton que me doblaba en extensión. Si yo le hubiera contestado en un par de líneas sería una falta de respeto.

2 – En el otro tema sobre el Abstenerse he sido bastante explícito sobre esas cuatro cosas recomendadas por la asamblea de Hch 15.

3 - ¡Pues tienes razón! Ni siquiera debo haber leído la Biblia entera para no acordarme de los notorios casos que tú destacas.

4 – Pues seguramente que con los versículos que citas basta para que estés cierto de lo que dices y que yo quede tan indefenso que nada pueda oponer. Disfrútalo, si puedes, aunque no al grado que yo me relamo con un par de morcillas saladas y picantes en mi parrilla.


Cordiales saludos.
 
Re: Estimado Aries

Re: Estimado Aries

Despues dices que yo hago comentarios demasiado largos jeje



No tiene una cosa nada que ver con otra.Yo me puedo abstener o de comer sangre y no quiere decir que no pueda mancharme las manos de esa sangre
Disculpa al curaRme las herida el alcohol tiene contacto con mi sangre y entra en el cuerpo asi que tu comparaciones la que no va( MARCOS 7:15) Nada hay fuera del hombre que entre en él, que le pueda contaminar; pero lo que sale de él, eso es lo que contamina al hombre
 
Re: Estimado Aries

Re: Estimado Aries

Despues dices que yo hago comentarios demasiado largos jeje



No tiene una cosa nada que ver con otra.Yo me puedo abstener o de comer sangre y no quiere decir que no pueda mancharme las manos de esa sangre
Disculpa al curaRme las herida el alcohol tiene contacto con mi sangre y entra en el cuerpo asi que tu comparaciones la que no va( MARCOS 7:15) Nada hay fuera del hombre que entre en él, que le pueda contaminar; pero lo que sale de él, eso es lo que contamina al hombre


Para una consideración más amplia sobre lo que se debe entender de las palabras del Señor con respecto a lo de "entrar y salir" del cuerpo, te sugiero que leas aporte #517 de la página 35.

Atentos saludos.
 
Re: Estimado Aries

Re: Estimado Aries

ACLARACION:

El comentario anterior era para Aries, no para Juaniyo
 
Re: Apreciado Ricardo

Re: Apreciado Ricardo

quote_icon.png
Originalmente enviado por Ricardo

1 – El título del epígrafe fue prolijamente estudiado, ya que no me interesaba negarle santidad a la sangre ni sacralidad a la vida que representa, sino el “cuán” o cuánto, es decir, que siéndolo –como por simple deducción convinimos-, no lo era más ni en forma especial a destacarse por sobre otras muchas cosas a las que las Escrituras expresamente llama de “santas” y “sagradas”. De este modo, el repetido alegato de los TJ a que Dios considera la sangre santa y sagrada, al grado de prohibir las transfusiones, quedaba desactivado.

2 – No solamente entre el pueblo judío antiguo la boca era el único conducto conocido para comer, sino que lo sigue siendo hoy día entre todos los pueblos del mundo, incluso los más atrasados. Los pigmeos de África y aborígenes del Amazonas también lo entienden así, aunque usan de veneno en las puntas de sus dardos que lanzados por cerbatanas penetran el cuerpo de sus presas o enemigos, matándolos o inmovilizándolos. Ellos saben diferenciar entre el comer por la boca y el meter en el cuerpo.

3 – Lo que tácitamente cualquier humano racional reconoce, es que todo lo que se come se mete al cuerpo; mientras que no todo lo que se mete al cuerpo es por la boca, pues los que conviven con balas en su cuerpo que les fueron disparadas, nunca las comieron.

La prohibición literal de no comer sangre la traduces ahora como que “no se debe ingerir sangre”, como si se aproximara algo a la idea de la transfusión intravenosa, pero el “ingerir” siempre ha significado introducir por la boca la comida y no por cualquier otra parte del cuerpo, así que esto tampoco te ayuda.

El hombre debe abstenerse de todo lo que Dios ha expresamente prohibido, pero el sentido común con que lo dotó también lo lleva a no comer metales y vidrios. Sin embargo, exhibicionistas lo hacen, habiendo acomodado su organismo a tal ingesta. Quizás no pequen, pero arriesgan.

Es natural que podamos preguntarnos la razón por la que Dios prohibió determinadas cosas, pero no tendría sentido preguntarnos el por qué no prohibió otras, ya que la lista se haría interminable.

4 – No es patético sino perfectamente lógico y natural que Dios prefiriera el “no comerás sangre” al “no meterás sangre en el cuerpo”, para concederle licitud a las transfusiones intravenosas en el futuro. De no haberlo querido así, hubiera optado por la versión de Alfageme endosada por ti.

Las transfusiones de sangre no son un paliativo para prolongar la vida por “unos cuantos años más”. En el caso de mi esposa, ya ha vivido por cuarenta años más desde su transfusión, y hay quienes fueron transfundidos de niños y hoy son longevos. Muchos TJ todavía conservarían su esposa/o, hermanos, hijos y nietos, si no se hubiesen obstinado en lo que el Eterno nunca mandó.

La “particularidad” que le asignas a la sangre va por vuestra cuenta, ya que he mostrado que en las Escrituras no es así, aparte de lo relacionado con la expiación, en lo que todos convinimos. Esto -con lo que concordamos-, hace a la sangre especial en cuanto a la remisión de los pecados, con referencia a los animales sacrificados y al Cordero de Dios que tipificaban. Esta sangre, siempre es inocente, y no proviene de hombres pecadores y culpables como lo somos nosotros todos, que la damos y recibimos para preservación de vida sin contrariar mandamiento alguno, antes bien, cumpliendo uno tan grande como dar nuestra vida por otros, con la ventaja, todavía, de no darla toda sino apenas lo necesario.

5 – Cierto que grasa y sangre son cosas distintas, pero no lo es el mandamiento que incluye ambas prohibiciones de una vez.

Es posible que tu profesor de hebreo fuese mejor que el mío (aunque era nacido y criado en Jerusalem) y el verbo “olam” no aluda a un tiempo sin fin sino a lo oscuro o secreto –como dices-; si Rav Lifman nos leyera quizás pueda sernos de ayuda. Pero lo importante acá es que lo que compete a la sangre en Lv 3:17 atañe igualmente a la grasa: no podrían comerlas.

6 – La razón de la importancia de la sangre la he atribuido a dos aspectos:

a) Su vitalidad intrínseca

b) Su aplicación en la expiación

En cuanto a lo primero, no voy más lejos del mandamiento original “vida/sangre” (Gn 9:4) o “la vida de toda carne es su sangre” (Lv 17:14). En tal contexto creo haber usado propiamente el vocablo “vitalidad”, o sea, en la primera acepción del Diccionario, no en la segunda.

En cuanto al punto b), no toda sangre era apta para hacer expiación, y recién cumplía esta función al aplicarla debidamente el sacerdote, no antes.

La prohibición estaba en el comerla sin alusión alguna al meterla o introducirla al cuerpo, como reincides nuevamente.

La única manera de irrespetar la sangre es dejando la prescindible en nuestras venas y no darla a aquel en cuyas venas se ha vuelto imprescindible.

7 – La valoración de todas las cosas creadas y las diversas partes de nuestro organismo es justa y absoluta en el Creador, pero en el hombre mortal es relativa, pues en su actual imperfección no tiene una apropiada justipreciación de las cosas. Dado que el Señor Jesucristo dijo que más valemos nosotros que muchos pajarillos ¿cómo podría no creerlo? De igual modo, si Dios hubiese dicho que Él valora la sangre más que cualquier otra parte de nuestro ser. Pero ¿lo dijo?

8 – Los elementos y demás cosas sujetos a santidad en las Escrituras no compiten entre sí, como para que confiramos a la sangre el premio mayor.

Así como Dios es santo, somos llamados a serlo en la integridad de nuestro ser.

Nuestra es la responsabilidad de que mente, corazón, boca, ojos, oídos, manos y pies sean santos, entendiendo con ello que nuestra conducta y conversación deben ser tan santas y piadosas como Dios quiere que sea, tanto en cuerpo como en espíritu (1Co 7:34).

En cuanto a la santidad de nuestra carne y sangre, desde la caída de Adam y en adelante no son confiables, pues el instinto natural ya desde antiguo está inclinado al mal (Gn 6:3,5), de modo que el pecado, la corrupción, la enfermedad y la muerte son propias de un cuerpo sujeto a los vicios y bajas pasiones.

Si nuestra carne es pecaminosa, nos cuesta admitir que nuestra sangre sea santa.

9 – Persistes con tu idea de “discriminar” totalmente extraña a mi intención.

Parece que has contraído el hábito de manejarte con las segundas acepciones del Diccionario y no con la primera. Los académicos de la Lengua razones tienen para poner una como primera y otra como segunda. Si atendieras a algo tan sencillo te ahorrarías el perderte en laberintos donde no he entrado.

10 – Lo del “reducido repertorio” a lo que me estaba refiriendo no era a argumentos sino a los efectos especiales, que podrás intercambiar a gusto con el forista Horizonte que gusta usar de ellos, pero que a mí no me conmueven: “coces contra los aguijones”, “confundir la gordura con la hinchazón”, y así por el estilo.

11 – Aparte de “la preciosa sangre de Cristo” (1Pe 1:19) con la que fuimos comprados (1Co 6:20; 7:23), no veo en la Escritura que Dios le haya fijado “VALOR” a la sangre, como si su cotización excediera a lo que el hombre es o tenga.

12 – En mi país, si un niño muriera de inanición saldría en todos los noticieros con gran conmoción de la sociedad; lo mismo por una transfusión fallida. Se enjuiciaría a la clínica y personal actuante. Estas cosas no se ocultan, sino que de producirse, adquieren inmediata difusión.

13 – ¿Qué necesidad tienes de decir que dije lo que no dije? Eso no me desmerece a mí pero te desprestigia a ti, cosa que no quiero pues te aprecio. ¿Cuándo dije yo disparate tal como que el “comer” no es “meter” comida al cuerpo? Dije al revés: no todo lo que se mete al cuerpo es comiéndolo. Lo que te esmeras en hacerme entender es incomprensible. ¿Para qué traes a colación corceles y caballos si con “comer” y “meter” ya tenemos dos conceptos básicos que todo el mundo distingue?

14 – Con la comparación que hice entre la circuncisión y la ablación femenina no sugería que fuese factible incluir la segunda en la primera, sino mostrar que es probable llevar la argumentación aparentemente lógica hasta una conclusión aberrante al sentido común, de lo que es prueba la manera en que son convencidos los TJ de que el no comer sangre incluya las transfusiones intravenosas.

15 – En estos momentos hay varios epígrafes dedicados al asunto del Nombre de Dios, y en algunos estoy participando. En cuanto a lo que dices respecto al nombre de Jesús y Jesucristo, nunca hubo en toda la historia ni en ninguna parte del mundo problema alguno. Salvo a los lingüistas y eruditos, a nadie le interesa cómo pudo haberse escrito y pronunciado en hebreo, arameo, griego y latín, o cómo hoy se haga en chino o guaraní. Lo único importante y necesario es que en cada nación se escriba y pronuncie del modo que todos entiendan, lo que universalmente ocurre. En cuanto a los significados de los nombres Jesús y Jesucristo tampoco hay discrepancias, a menos que alguien quiera tomar distancia para destacarse por su singularidad.

16 – El ejemplo que traes ya viene fallado de entrada.

El Eterno hubiera actuado en la conciencia individual del judío conocedor de la Ley a quien el médico mejor acreditado le recetara la ingesta de sangre. De ser incapaz al momento de decidir responsablemente, familiares u otros allegados no lo hubieran permitido. Si estos quedaran convencidos por la certeza que el médico le infundiría de la pronta recuperación del enfermo, Dios hubiera usado a un sacerdote o levita para prevenirle de los mayores riesgos a que se expondría, a más que, de hacerlo, la pena de muerte se aplicaría al infractor y al médico que osó recetar lo que la Ley prohibía. Ningún israelita sabía de enfermo alguno que comiendo sangre salvara su vida, pues no se conocía tal precedente. Así las cosas, si la muerte acababa con aquel paciente, nadie lo atribuiría a que no se le permitió comer sangre, sino a su condición terminal.

El caso actual con las transfusiones es al revés:

a) Sabemos que todos los transfundidos conocidos nuestros se salvaron.

b) Sabemos de algunos TJ que murieron por no transfundirse.

c) Sabemos que ninguna Ley de Dios lo prohíbe y que la suprema del amor lo manda (Juan 15:13).

17 – No, con este ejemplo aportado no estoy manipulando nada, pues no tiene que ver el comer sangre con el aparente quebrantar del sábado por salvar una vida.

Lo único a resaltar es que el Eterno no es un dios del Olimpo que se ofende por la transgresión al menor de sus caprichos, sino que es el Dios de Amor a quien la vida del hombre importa más que las tradiciones de los ancianos de sus congregaciones.

18 – Si yo estuviese hospitalizado y los médicos me ofreciesen una alternativa a la transfusión de sangre con la misma seguridad, yo preferiría aquella alternativa, puesto que salvo mi afición por las morcillas no tengo tendencias vampíricas. Lamentablemente, la actual tecnología no cubre todas las urgencias médicas ni todas las clínicas disponen de ella. Mientras los ancianos TJ locales se mueven por conseguir en otra ciudad alguna otra alternativa, el paciente puede morir, ya que la transfusión de veras urgía.

Los casos de TJ conocidos (y que fallecieron) no son por fallos en las terapias alternativas, sino que la transfusión era el único recurso disponible, y no se usó, confiando en un milagro que no llegó.

Que yo sepa, en ningún país existe la insana manía de sólo practicar transfusiones, con una generalizada confabulación médica de no valerse de otras terapias incruentas.

Que en el primer mundo esto sea posible, no lo hace extensivo a países subdesarrollados, donde las distancias y precariedad de recursos son notorias.

En países de África donde es difícil encontrar agua potable y no se dispone siquiera de la higiene más elemental que ayude a prevenir infecciones, no es posible soñar todavía con métodos substitutos a la transfusión intravenosa, por más riesgos que esto allí conlleve. Pero para la Organización Watchtower, existen las mismas disposiciones en Malí, Zaire, Chad, Somalia, Sudán y Etiopía, que en Brooklyn, Nueva York.

19 – Resulta paradójico y hasta jocoso verte con tal despliegue de generosidad de dar la vida TODA por salvar la de nuestro prójimo, e incluso fustigarme por mi avaricia de contentarme con dar apenas un POQUITO de ella.

La Escritura no provee siquiera un caso al insólito desafío que planteas (que la sangre se administre para salvar vidas), sino a lo menos dos de dar nuestra vida por nuestros amigos y hermanos (Jn 15:13; 1Jn 3:16).

Siendo que la vida en la sangre está, ¿rehusaremos dar un poco de la nuestra por salvar la de nuestro prójimo?

En el juicio los TJ dirán:

-Señor, yo estaba dispuesto a dar mi vida toda, pero por no pecar de mezquino nunca quise dar un poco de ella.

Sería como decirle al pordiosero que nos pide una limosna:

-Sabe Dios que bien quisiera darte el billete más grande, pero como no lo tengo, tampoco quiero humillarte recogiendo estas pocas monedas que rompen mi bolsillo.

20 - Preguntas:

- ¿Por qué entonces prohibió comer algo que era VIDA castigándolo con la MUERTE? ¿No es esto contradictorio acaso? ¿No te dice nada?
Contesto:
- Sí, me dice mucho, y lo aparentemente contradictorio se explica:

a) La sangre en la boca y el estómago representa muerte (la del animal).

b) La sangre bullendo por las venas de un hombre representa la vida (la del donante y la de su receptor).

Esta es la razón por la que la transfusión de sangre no viola ningún mandamiento divino, antes bien, lo cumple.

21 – A fin de cumplir tu aspiración –que yo también comparto- de que pronto lleguemos a puerto seguro, prefiero que no recales en los 19 puntos míos de este mensaje, sino que abrevies la travesía contestándome únicamente el punto anterior (el 20).

El buen juicio que habremos de suponer en los lectores de este epígrafe bastará para que avalen lo que largamente acabo de escribir, así como lo que te insumió más del doble de mi exposición en tu Mensaje # 608.

Tú y yo, de sobra material tendremos para culminar con la atención centrada en lo que me has preguntado y lo que te he respondido (20).


Con todo mi reconocimiento y personal afecto.



Bueno mi estimado amigo. Aquí voy de nuevo.

Creyendo que la información presentada en el punto 20) señalado en tu respuesta demandaría mayor atención de mi persona, al comenzar a leerla con detenimiento para responder, me di cuenta que en realidad no era demasiado complicada para su análisis, a lo que de inmediato le doy la debida atención en lo que planteas con respecto a una de mis preguntas, no a todas las que he formulado. Por otra parte, debo dejar claro que en este aporte en donde te refieres a varios aspectos foráneos al epígrafe que me aclaras, tengo algunas objeciones pero trataré de hacerlo en alguna más conveniente ocasión, para no caer en lo mismo de tocar temas que no son de los que aquí nos mantiene en constante “contienda”.

Dices que la “sangre (del animal) en la boca y el estómago representa la muerte ¿Y de dónde deduces que esto realmente sea así?

Punto a)

En primer lugar, el ingerir la sangre de algún animal (entiéndase la de los animales “normales”) no produce la muerte, quizás una indigestión y dependiendo de la cantidad que estés dispuesto a tragar. Esto no está en la Biblia ni se colige en ninguna de las órdenes de los textos “específicos” que sobre el tema se han escrito como prohibiciones formales de Dios a los hombres. Lo que producía la muerte era el acto en sí de “desobediencia”, precisamente, al “ingerir” la sangre del animal comiéndola juntamente con la carne. Eso es muy diferente. ¡Eso es lo que producía la muerte y no por ser la sangre un “veneno mortífero”.

En segundo lugar, no tendría sentido la advertencia de muerte como resultado de desobedecer el mandato de “comer la sangre juntamente con la carne” si al hacerlo (que según tú significaba muerte) le ofrecieran como “premio” la misma muerte pero por motivos diferentes y eso sin contar con que quizás ya hubiese "muerto" por "envenenamiento" mucho antes de llegar la orden de ejecución, dejando sin efecto la misma como transgresor de Ley.

Entiende que la prohibición a “comer sangre” NO FUE por razones dietéticas o sanitarias. Fue por identificar a la “sangre” como representativa de la “vida” y la vida, ante Dios (ya sé que ante ti no significa eso) es sagrada. Por “irrespetar” la orden Divina se arrostraba la muerte prematura; no porque Dios era tan “comprensivo y misericordioso” que le advertía que si lo hacía, por este simple hecho, se envenenaría con la sangre de los animales.

Punto b)

Dices que “La sangre bullendo por las venas de un hombre representa la vida (la del donante y la de su receptor).

Por sí sola, esta expresión es correcta, ya que la sangre en nuestras venas y en la de nuestro prójimo representa la “vida”. Pero hasta aquí. ¡Stop! Lo que intuyo con lo que sigues diciendo (lo das a entender pero no lo afirmas), es que hay que “donar sangre (vida)” a quien necesite esa “vida” para que siga “viviendo”. A lo que añades: “Esta es la razón por la que la transfusión de sangre no viola ningún mandamiento divino, antes bien, lo cumple.”

Te faltó terminar diciendo: “Palabra de Dios… ¡perdón! de Ricardo”. Como bien se nota sin necesidad de hacer grandes esfuerzos interpretativos es que estás “añadiendo” criterios personales a lo que tú deduces debe ser.

Te dejo otras más para tu consideración: ¿Por qué “El Eterno” Dios escogió la “sangre animal” para representar la vida sagrada de Jesús por el derramamiento de su sangre y no la del hombre mismo? ¿Por qué “El Eterno” Dios no prohibió la sangre humana y racional prefiriendo la animal irracional para representar la “vida racional”? ¿Cuál de las dos opciones de la Ley sobresalía más que la otra: el “símbolo” (la sangre) o lo que representaba ese “símbolo”, la VIDA? A lo que agrego: ¿Cuál de estas dos “cosas” era más importante: la vida o la sangre? ¿La vida del animal? No lo creo, por cuanto su vida era sacrificada pero su sangre era la que se tenía que respetar ¿Incomprensible? Desde la manera en que ustedes lo interpretan debería serlo. Ahora bien, ¿Era entonces la vida humana de mayor valor que la “sangre animal que la representaba? ¡No lo creo! ¿Por qué? Porque si se “bebía sangre animal”, el precio por la ofensa era nada más y nada menos que la destrucción de la “vida” del humano infractor! ¡Su propia vida! ¿Tiene sentido? ¡Menos!

Creo que está muy sintetizado mi aporte.

Mi consideración y respetos de siempre.
 
Re: ¿Cuán santa o sagrada es la sangre?

Hola estimado Ricardo espero los aportes de ambos en este interesante tema solo quisiera darte a tu consideración los sig.

Cual es el mandamiento mayor para un cristiano (Marcos 12:30-31)(1) Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu
mente y con todas tus fuerzas".

Mostraría amor y respeto a Dios el dejarse morir por no aceptar una transfusión?

(2) El segundo es semejante: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". No hay otro mandamiento mayor que estos

Mostraria amor al projimo dejarlo morir por no darle un poco de sangre?

en la parábola del buen samaritano surge un cuestión importante (Lucas 10, 25-37)
si nuestro prójimo necesitara una transfusión como actuaríamos como el sacerdote o el samaritano?

si la sangre simboliza la vida es malo darla a otros? jesus dice:
“No hay amor más grande que dar la vida por los amigos”(Jn 15, 9-17)

si la sangre simboliza la vida ,vale mas el simbolo que lo que representa Jesus dice:

Mateo 23:19 ¡Ciegos!, porque ¿qué es más importante: la ofrenda, o el altar que santifica la ofrenda?

Es la vida la que santifica la sangre , no al revés, NO RESPETAR LA VIDA , ES NO RESPETAR LA SANGRE

Si aceptamos meter sangre a nuestro cuerpo lo tomaría Dios como algo malo por que hechos 15:28-29 dice que hay que abstenerse de sangre?

JESUS DICE:"No hay nada fuera del hombre que al entrar en él lo pueda hacer impuro" (Marcos 7:15)

espero te sean de utilidad en tu exposición y de utilidad a todos los foritas que leen para entender mejor la cuestion de la sangre

saludos

Excelente comentario.
 
Estimado Melviton

Estimado Melviton

Respuesta a Mensaje # 625:

Agradezco tu comprensión para obviar al menos de momento los otros 19 ítems de mi mensaje, que si bien me interesa recabar tu opinión en cada punto, ello nos distraería del cometido que ambos nos hemos propuesto.

Si bien esta respuesta tuya es concisa, tampoco diría que muy sintetizada, dado que para responder a mi punto 20 te viste precisado al óctuple de lo que dediqué; aunque lejos de incomodarme me halaga la consideración que brindas a lo que escribo. Por otro lado, es natural que la réplica exceda a la cuestión planteada.

Creo que fui más sencillo y menos complicado de lo que te pareció, pues lo que expuse no ameritaba el análisis de aspectos que atendiste pero que no entraban en mi exposición:

Punto a) - Vuelves a traducir lo que digo dando una versión alterada de mi original:

Yo: “La sangre en la boca y el estómago representa muerte (la del animal)”.

Tú: “Dices que la “sangre (del animal) en la boca y el estómago representa la muerte”.

No es entonces lo que digo, sino tu lectura la que te plantea la pregunta:

“¿Y de dónde deduces que esto realmente sea así?”

Efectivamente, la sangre en la boca y el estómago es la de la carne de un animal muerto, pues nadie imaginaría la salvajada de amputarle una pata a la vaca, y curarla para mantenerla viva hasta que se vuelva por otra.

No requiero entonces de deducción alguna, sino que es un simple hecho natural que la muerte se hizo presente en el animal del que comemos.

En absoluto considero consecuencias alimenticias ni la pena de muerte que el transgresor con su acción se acarreaba, pues examino el asunto al presente, entre nosotros, y no al israelita bajo la Ley.

Resumiendo, a toda ingesta de carne está asociada la idea de muerte del animal del que procede. Tan sencillo como eso.

Punto b) Bueno, por lo menos aquí reproduces fielmente lo que dije:

“La sangre bullendo por las venas de un hombre representa la vida (la del donante y la de su receptor)”. Y:

“Esta es la razón por la que la transfusión de sangre no viola ningún mandamiento divino, antes bien, lo cumple.”

Siempre que debatimos estamos esgrimiendo criterios personales.

Si de razonar se trata -aun haciéndolo desde el mismo texto de las Escrituras-, no es ametrallando con versículos bíblicos como si por la abundancia de municiones convenzamos o refutemos al contrario.

Soy perfectamente consciente que en múltiples temas que llevo discutiendo aquí en el Foro expongo criterios personales no siempre compartidos por mis hermanos cristianos evangélicos y hasta a veces siendo fuertemente cuestionado por ellos. Admito que pueda estar equivocado, y ellos me ayudarán a corregirme. Lo que nunca haré, será salir a defender a rajatabla ideas ajenas, sino la que arde en mi propia cabeza. Admito también que otros han sido o son más inteligentes, lúcidos y perspicaces que yo, o han sido favorecidos por Dios de una gracia especial en un profundo conocimiento de las Escrituras con lo que resulto beneficiado al oírles o leerles. Pero también es cierto que no soy niño ni un torpe inútil desvalido necesitado de instrucción ajena.

En cuanto a tus varias preguntas, y por su orden, contesto:

-Porque la del animal es sangre inocente no contaminada con el pecado.

- Me animo a opinar sobre el por qué Dios hizo algo pero no del por qué no hizo esto o aquello.

- La sangre con la vida que representa no son “las dos opciones de la Ley” sino dos aspectos de una misma realidad, donde uno prefigura al otro.

- No veo necesidad alguna de expedirme sobre la importancia de la vida o la sangre, pues ello depende del caso: si es Dios, el sacerdote, el oferente o el mismo animal que si pudiera escaparía por su vida.
La Biblia nada dice de “respetar” o “irrespetar” la sangre, esos son modismos únicamente usados por la Watchtower.
Obedecer o infringir los mandamientos tiene sinónimos apropiados o puede asociarse a ideas más afines que el “respeto” o el “irrespeto”.

- La vida humana es de mayor valor que la “sangre animal que la representaba”. La pena capital al infractor de cualquier ley que así lo disponía, era por desacatamiento y ofensa directa al Dador de la Ley y no por recoger leña en sábado (Núm. 15:32-36) o comer carne con su sangre (1Sa 14:33). El quebrantar un solo punto de la Ley hacía al transgresor culpable de todos (Stg 2:10).

Nunca fue la sangre que se comía lo que acarreaba la muerte sino “el estar pecando contra el Eterno”.

Valiosa como era a los ojos de Dios la vida del hombre, no podía serlo más cualquier substancia como la sangre, la grasa, el aceite de la unción o el incienso cuyos usos indebidos aparejaban la muerte.

Que los fariseos tuvieran un sentido de valoración equivocado no debiera inducirnos a imitarles.

Espero haberte complacido con estas respuestas, pero no quisiera enredarme en ellas sino que nos atuviéramos mejor al punto 20 que respondía a la cuestión que tú mismo destacabas.



Cordiales saludos
 
Re: Apreciado Melviton

Re: Apreciado Melviton

lo que no ocurrió en el caso de la sangre cuya prohibición no dio inicio con la Ley y que no terminó cuando fue abolida; por el contrario, aún permanece como restricción escritural para el cristiano. Al parecer confundes la versión bíblica que traduce el verbo “olam” como “para siempre” o “estatuto perpetuo”, en vez de su más fiel y exacto significado de “tiempo indefinido”. Allí estriba tu equivocación.

B''H
Verdaderamente quisiera saber a qué se refiere.
Cuándo fue prohibido el consumo de sangre para los seres humanos en general.
 
Re: ¿Cuán santa o sagrada es la sangre?



Esta idea subyacente es probablemente mejor expresada en español por el término oscuridad. En armonía con este concepto básico ocurre en hebreo el sustantivo “alma” עַלְמָה (derivado de Alam) una mujer o una virgen joven (Génesis 24:43, Exodo 2:8 etc.) para quién la modestia judía impuso la ocultación de sus encantos femeninos. Llevando estos hechos en mente, podemos anticipar fácilmente que cuando el “olam” se aplica al tiempo, un cierto elemento oculto, oscuridad o indeterminación estarán presentes.
B''H
Me llamó la atención ésta parete de su mensaje porque el análisis me pareció que tenía un tenor distinto al cuerpo de todo su mensaje. Me pareció que fuera parte de un propósito distinto y bueno, sorry busqué en Internet y encontré la cita copiada de manera entera repetida en distintas páginas.
No se si es de su autoría toda la cita a la que estoy haciendo referencia. Pero de no serlo creo que es un buen punto pero que no le estaría respaldando el conocimiento sino el estar enterado de lo que se dice sobre "olam".
 
Re: Apreciado Ricardo

Re: Apreciado Ricardo

Bueno mi estimado amigo. Aquí voy de nuevo.

Creyendo que la información presentada en el punto 20) señalado en tu respuesta demandaría mayor atención de mi persona, al comenzar a leerla con detenimiento para responder, me di cuenta que en realidad no era demasiado complicada para su análisis, a lo que de inmediato le doy la debida atención en lo que planteas con respecto a una de mis preguntas, no a todas las que he formulado. Por otra parte, debo dejar claro que en este aporte en donde te refieres a varios aspectos foráneos al epígrafe que me aclaras, tengo algunas objeciones pero trataré de hacerlo en alguna más conveniente ocasión, para no caer en lo mismo de tocar temas que no son de los que aquí nos mantiene en constante “contienda”.

Dices que la “sangre (del animal) en la boca y el estómago representa la muerte ¿Y de dónde deduces que esto realmente sea así?

Punto a)

En primer lugar, el ingerir la sangre de algún animal (entiéndase la de los animales “normales”) no produce la muerte, quizás una indigestión y dependiendo de la cantidad que estés dispuesto a tragar. Esto no está en la Biblia ni se colige en ninguna de las órdenes de los textos “específicos” que sobre el tema se han escrito como prohibiciones formales de Dios a los hombres. Lo que producía la muerte era el acto en sí de “desobediencia”, precisamente, al “ingerir” la sangre del animal comiéndola juntamente con la carne. Eso es muy diferente. ¡Eso es lo que producía la muerte y no por ser la sangre un “veneno mortífero”.

En segundo lugar, no tendría sentido la advertencia de muerte como resultado de desobedecer el mandato de “comer la sangre juntamente con la carne” si al hacerlo (que según tú significaba muerte) le ofrecieran como “premio” la misma muerte pero por motivos diferentes y eso sin contar con que quizás ya hubiese "muerto" por "envenenamiento" mucho antes de llegar la orden de ejecución, dejando sin efecto la misma como transgresor de Ley.

Entiende que la prohibición a “comer sangre” NO FUE por razones dietéticas o sanitarias. Fue por identificar a la “sangre” como representativa de la “vida” y la vida, ante Dios (ya sé que ante ti no significa eso) es sagrada. Por “irrespetar” la orden Divina se arrostraba la muerte prematura; no porque Dios era tan “comprensivo y misericordioso” que le advertía que si lo hacía, por este simple hecho, se envenenaría con la sangre de los animales.

Punto b)

Dices que “La sangre bullendo por las venas de un hombre representa la vida (la del donante y la de su receptor).

Por sí sola, esta expresión es correcta, ya que la sangre en nuestras venas y en la de nuestro prójimo representa la “vida”. Pero hasta aquí. ¡Stop! Lo que intuyo con lo que sigues diciendo (lo das a entender pero no lo afirmas), es que hay que “donar sangre (vida)” a quien necesite esa “vida” para que siga “viviendo”. A lo que añades: “Esta es la razón por la que la transfusión de sangre no viola ningún mandamiento divino, antes bien, lo cumple.”

Te faltó terminar diciendo: “Palabra de Dios… ¡perdón! de Ricardo”. Como bien se nota sin necesidad de hacer grandes esfuerzos interpretativos es que estás “añadiendo” criterios personales a lo que tú deduces debe ser.

Te dejo otras más para tu consideración: ¿Por qué “El Eterno” Dios escogió la “sangre animal” para representar la vida sagrada de Jesús por el derramamiento de su sangre y no la del hombre mismo? ¿Por qué “El Eterno” Dios no prohibió la sangre humana y racional prefiriendo la animal irracional para representar la “vida racional”? ¿Cuál de las dos opciones de la Ley sobresalía más que la otra: el “símbolo” (la sangre) o lo que representaba ese “símbolo”, la VIDA? A lo que agrego: ¿Cuál de estas dos “cosas” era más importante: la vida o la sangre? ¿La vida del animal? No lo creo, por cuanto su vida era sacrificada pero su sangre era la que se tenía que respetar ¿Incomprensible? Desde la manera en que ustedes lo interpretan debería serlo. Ahora bien, ¿Era entonces la vida humana de mayor valor que la “sangre animal que la representaba? ¡No lo creo! ¿Por qué? Porque si se “bebía sangre animal”, el precio por la ofensa era nada más y nada menos que la destrucción de la “vida” del humano infractor! ¡Su propia vida! ¿Tiene sentido? ¡Menos!

Creo que está muy sintetizado mi aporte.

Mi consideración y respetos de siempre.

¿Por qué “El Eterno” Dios escogió la “sangre animal” para representar la vida sagrada de Jesús por el derramamiento de su sangre y no la del hombre mismo?

Por que es es o mismo melviton un simbolo y un simbolo no puede ser mas de lo que representa

¿Por qué “El Eterno” Dios no prohibió la sangre humana y racional prefiriendo la animal irracional para representar la “vida racional”?

No te estas contradiciendo cuando dices que Dios no prohibio la sangre humana, ves un momento de raciocinio

¿Cuál de las dos opciones de la Ley sobresalía más que la otra: el “símbolo” (la sangre) o lo que representaba ese “símbolo”, la VIDA?

El humano estaba autorizado para tomar la vida animal y justamente el derramar la sangre simbolizaba el futuro sacrificio de jesus

¿Era entonces la vida humana de mayor valor que la “sangre animal que la representaba? ¡No lo creo!

Esta declaración tuya si que hay que recordarla ,
La sangre animal representaba la sangre de jesus que seria derramada, ya bajo la ley melviton entiende cuando fue dada la ley es cuando se penalizo la ingesta de sangre y te pregunto Melviton cuando a Noe se le dio la orden de no comer sangre se le dijo que se le mataría o el matara al que la incumpliera , esto solo fue para cuando ya fue dada la ley?

Génesis 9:4: Pero carne con su vida, que es su SANGRE, no comeréis.

4. Génesis 9:5: Porque ciertamente demandaré la SANGRE de vuestras vidas; de mano de todo animal la demandaré, y de mano del hombre; de mano del varón su hermano demandaré la vida del hombre.
 
Re: ¿Cuán santa o sagrada es la sangre?

B''H
El término hebreo OLAM en la cita de levíticos 3 perfectamente puede ser interpretada como "perpetuidad".
Que la raíz denote primigeniamente "oculto al conocimiento" no significa que sea el único sentido connotado del término hebreo OLAM.
Por otro lado, digo, la prohibición de la Torá solo aplica a los hijos de Israel.
Yo pregunté en una oportunidad algo y creo no haber recibido respuesta en otro peígrafe.
En principio la prohibición es eclusiva para los hijos de Israel y es específica al indicar que se refiere solo a la sangre de los animales PERMITIDOS para el consumo judío.
Entonces, si aquello es un argumento de los Refrendatarios de Geobá. Es decir que supuestamente no comen sangre y no se la meten al cuerpo como obediencia a aquellos mandamientos del Pentateuco. Pues entonces por extensión deberían solo comer las carnes permitidas.
Hace muchos años se utiliza la insulina porcina para el control de la diabetes.
La Torá prohibe a los judíos el consumo de la carne de cerdo. Pregunto a uno de los Testigos del dios geobá si los judíos pecamos expresamente en el punto de no comer carne de cerno al 2meternos al cuerpo" insulina porcina y si acaso sería mejor morir de un shok hiperglucémico antes de "meter algo porcino al cuerpo".
P.D.: Por favor abstenerse de comentarios tipo "ustedes fueron desechados, etc"
 
Re: ¿Cuán santa o sagrada es la sangre?

B''H
El término hebreo OLAM en la cita de levíticos 3 perfectamente puede ser interpretada como "perpetuidad".
Que la raíz denote primigeniamente "oculto al conocimiento" no significa que sea el único sentido connotado del término hebreo OLAM.
Por otro lado, digo, la prohibición de la Torá solo aplica a los hijos de Israel.
Yo pregunté en una oportunidad algo y creo no haber recibido respuesta en otro peígrafe.
En principio la prohibición es eclusiva para los hijos de Israel y es específica al indicar que se refiere solo a la sangre de los animales PERMITIDOS para el consumo judío.
Entonces, si aquello es un argumento de los Refrendatarios de Geobá. Es decir que supuestamente no comen sangre y no se la meten al cuerpo como obediencia a aquellos mandamientos del Pentateuco. Pues entonces por extensión deberían solo comer las carnes permitidas.
Hace muchos años se utiliza la insulina porcina para el control de la diabetes.
La Torá prohibe a los judíos el consumo de la carne de cerdo. Pregunto a uno de los Testigos del dios geobá si los judíos pecamos expresamente en el punto de no comer carne de cerno al 2meternos al cuerpo" insulina porcina y si acaso sería mejor morir de un shok hiperglucémico antes de "meter algo porcino al cuerpo".
P.D.: Por favor abstenerse de comentarios tipo "ustedes fueron desechados, etc"


Mi estimado Rav:

Gracias por tu atención y comentarios.

Estaré atento y pendiente de responderte con todo mi respeto y consideración y aunque observo en ti la misma particularidad que caracteriza a la mayoría de los participantes del foro cuando de los TJ se trata, no desmerece el honor que me otorgas en poder referirme a lo que con tanta seguridad escribes.

Estaré refiriéndome a los últimos aportes en cuanto el tiempo me lo permita, probablemente hoy por la noche o bien mañana por cuanto hoy tengo un día muy especial con mi esposa y mi familia que me mantendrá ocupado en asuntos personales.

Mis respetos y consideración de siempre.
 
Re: ¿Cuán santa o sagrada es la sangre?

Mi estimado Rav:

Gracias por tu atención y comentarios.

Estaré atento y pendiente de responderte con todo mi respeto y consideración y aunque observo en ti la misma particularidad que caracteriza a la mayoría de los participantes del foro cuando de los TJ se trata, no desmerece el honor que me otorgas en poder referirme a lo que con tanta seguridad escribes.

Estaré refiriéndome a los últimos aportes en cuanto el tiempo me lo permita, probablemente hoy por la noche o bien mañana por cuanto hoy tengo un día muy especial con mi esposa y mi familia que me mantendrá ocupado en asuntos personales.

Mis respetos y consideración de siempre.
B''H
Quizá tengas razón sobre mi actitud y no se si es igual a la que percibes de otros foristas.
No quisiera trasladar asuntos personales al panel, pero te comento que he tenido un excelente buen amigo miembro de vuestra organización.
Así como también he revisado vuestros postulados doctrinales y quizá por eso siento que estoy conversando con alguien que estará a la ofensiva conmigo cuando me dirijo a un cristiano de la denominación TG.
 
Re: Estimado Melviton

Re: Estimado Melviton

quote_icon.png
Originalmente enviado por Ricardo

Agradezco tu comprensión para obviar al menos de momento los otros 19 ítems de mi mensaje, que si bien me interesa recabar tu opinión en cada punto, ello nos distraería del cometido que ambos nos hemos propuesto.

Si bien esta respuesta tuya es concisa, tampoco diría que muy sintetizada, dado que para responder a mi punto 20 te viste precisado al óctuple de lo que dediqué; aunque lejos de incomodarme me halaga la consideración que brindas a lo que escribo. Por otro lado, es natural que la réplica exceda a la cuestión planteada.

Creo que fui más sencillo y menos complicado de lo que te pareció, pues lo que expuse no ameritaba el análisis de aspectos que atendiste pero que no entraban en mi exposición:

Punto a) - Vuelves a traducir lo que digo dando una versión alterada de mi original:

Yo: “La sangre en la boca y el estómago representa muerte (la del animal)”.

Tú: “Dices que la “sangre (del animal) en la boca y el estómago representa la muerte”.

No es entonces lo que digo, sino tu lectura la que te plantea la pregunta:

“¿Y de dónde deduces que esto realmente sea así?”

Efectivamente, la sangre en la boca y el estómago es la de la carne de un animal muerto, pues nadie imaginaría la salvajada de amputarle una pata a la vaca, y curarla para mantenerla viva hasta que se vuelva por otra.


Jajaja, Ricardo, ahora sí que me jugaste una peculiar trampilla dialéctica. Tu habitual forma de redactar, a veces, tiene “portillos” interpretativos que nos hace precipitarnos de golpe hacia la dirección incorrecta de lo que, cuando respondes, resulta que era otra idea que pretendías transmitir, jajaja. ¡Esa sí estuvo buena mi estimado amigo, jajaja! Debo reconocer que eres hábil y diestro en el uso de la sintaxis. Seré más cuidadoso a la hora de interpretarte, ya que esa forma de escritura a veces resulta confusa, al igual que cuando algún escritor omite una simple “coma” en una oración cambiándole totalmente el significado a lo que se proponía enseñar. Pero no te preocupes, aquí creo que el que se precipitó fui yo y no es tu culpa, jajaja. Sin embargo, para el caso es lo mismo, porque si no quisiste decir que la sangre representaba “muerte” (como veneno) en el organismo humano (como equivocadamente lo entendí), sino la “muerte” del animal (en vista de que estuviéramos comiendo su “carne y su sangre” al mismo tiempo) es claro y obvio, que si ya lo estábamos “cenando” o “desayunando” era porque estaba muerto! Jajaja ¡No hay de otra!

No requiero entonces de deducción alguna, sino que es un simple hecho natural que la muerte se hizo presente en el animal del que comemos.

En absoluto considero consecuencias alimenticias ni la pena de muerte que el transgresor con su acción se acarreaba, pues examino el asunto al presente, entre nosotros, y no al israelita bajo la Ley.

A ver, a ver, si de nuevo no me “confunde” tu forma de redactar. ¿Estás diciendo aquí que ya no importa si eran motivos “dietéticos” o “sanitarios” pues examinas el asunto entre las costumbres “presentes” y no desde el punto de vista del otrora “judío” bajo la Ley? ¿Es así? Porque primero debo saber si no me equivoco “de nuevo” en mi apreciación de lo que escribes para poner exponerte nuestro criterio sobre el mismo. Y por favor te sugeriría a que respondieras con un simple “Sí o No” a no ser que respondas de nuevo y tenga que volverte a preguntar lo que quisiste decir. Digo, a manera de sugerencia, si me lo permites.

Resumiendo, a toda ingesta de carne está asociada la idea de muerte del animal del que procede. Tan sencillo como eso.

Sí, esto ya lo entendí. Sigamos.

Punto b) Bueno, por lo menos aquí reproduces fielmente lo que dije:

“La sangre bullendo por las venas de un hombre representa la vida (la del donante y la de su receptor)”. Y:

“Esta es la razón por la que la transfusión de sangre no viola ningún mandamiento divino, antes bien, lo cumple.”

Como te lo dije en mi aporte anterior, que la transfusión “no viola ningún mandamiento divino, antes bien, lo cumple”, no es “Palabra de Dios”, sino “Palabra de Ricardo” que es muy diferente. ¡Aquí sí estaba fácil entenderte!

Bueno, la razón es que aquí sí está más clara la sintaxis y el orden lógico para una adecuada interpretación de lo que se escribe. ¡No contiene “trampitas” sintácticas! (jajaja).

Siempre que debatimos estamos esgrimiendo criterios personales.

Bueno, personales pero dentro de nuestro conocimiento que hemos adquirido de otros; criterios personales que hemos forjado al calor de la sabiduría de otros que nos convencieron, en su momento, de todo lo que era probable y efectivo, dentro de muchos lineamientos que han moldeado lo que hoy enseñamos y defendemos como la “verdad”. Porque existe el otro “lado de la moneda”. A veces exponemos “criterios personales” porque sí; porque a nosotros nos parece que así deberían ser, aun contradiciendo lo que el auténtico autor de lo que hoy es motivo de análisis, en su oportunidad, dejó constancia de su probada exactitud.

Si de razonar se trata -aun haciéndolo desde el mismo texto de las Escrituras-, no es ametrallando con versículos bíblicos como si por la abundancia de municiones convenzamos o refutemos al contrario.

Hay muchas formas de razonar. Los hay quienes razonan cuando se “inspiran” en sus propias disquisiciones mentales e interpretan sin mayor problema lo que sus propios deseos y caprichos les indique y los hay quienes, al tenor y respeto de lo sagrado, simplemente transmiten e interpretan las elocuentes enseñanzas de lo que fácilmente escribieron y lo hacen acompañando sus aseveraciones con los textos que los inspiraron y que respaldan sus propias conclusiones. Eso es variable y tampoco debe “encasillarse” caprichosamente.

Soy perfectamente consciente que en múltiples temas que llevo discutiendo aquí en el Foro expongo criterios personales no siempre compartidos por mis hermanos cristianos evangélicos y hasta a veces siendo fuertemente cuestionado por ellos. Admito que pueda estar equivocado, y ellos me ayudarán a corregirme. Lo que nunca haré, será salir a defender a rajatabla ideas ajenas, sino la que arde en mi propia cabeza. Admito también que otros han sido o son más inteligentes, lúcidos y perspicaces que yo, o han sido favorecidos por Dios de una gracia especial en un profundo conocimiento de las Escrituras con lo que resulto beneficiado al oírles o leerles. Pero también es cierto que no soy niño ni un torpe inútil desvalido necesitado de instrucción ajena.

Mira Ricardo, ten cuidado con lo que a veces redactas porque en este mismo párrafo estás externando criterios dispares y, aunque reconoces como posible una mejor “sabiduría” en algunos “hermanos espirituales” tuyos como ventaja que les ilumina por encima de tu propia “luz”, llegas a un punto “muerto” en el que aceptas que “lo que nunca haré será salir a defender a rajatabla ideas ajenas, sino la que arde en mi propia cabeza”. En otras palabras, como quien dice, nunca defenderás ideas “ajenas” aunque sean de tus “hermanos” más iluminados que tú (que aceptas como probable) y eso, mi estimado forista, es como decimos aquí en mi país: “me trepo a un palo” o, como quien dice, “a mí nadie me mueve de aquí”, aunque estemos “sinceramente” equivocados.

Al final del párrafo externas tu verdadero problema que no te permite “abrirte” y que te mantiene atado para que el verdadero conocimiento no penetre esa coraza que prefieres mantener pegada a ti cuando externas un criterio totalmente contrario a lo expresado por el Señor Jesús cuando dijo: “Dejen que los niñitos vengan a mí; no traten de detenerlos, porque el reino de Dios pertenece a los que son así. [SUP]15[/SUP] En verdad les digo: El que no reciba el reino de Dios como un niñito, de ninguna manera entrará en él”.

¡Claro, yo sé por dónde va tu tonada cuando dices que no eres “niño ni un torpe inútil desvalido necesitado de instrucción ajena”! Pero no te preocupes, que las “piedras” que lanzas pasaron cerca pero no me impactaron! ¿Capté bien el mensaje esta vez verdad?

En cuanto a tus varias preguntas, y por su orden, contesto:

-Porque la del animal es sangre inocente no contaminada con el pecado.

Interesante perspectiva pero la atas al parecer como la “única” opción que se te ocurre. Y no creo que esta “interesante perspectiva” haya estado en la mente de Dios como sobrada razón que ahora deduces como la única probable. La causa primera para no haber considerado siquiera utilizar “sangre humana” como símbolo no era la “inocencia” de la instintiva sabiduría animal, sino el hecho de haber tenido que aceptar, primero, el consumo de “carne humana” como parte de la dieta y, segundo, el asesinato de su propia “imagen” por haber sido creado (el hombre) a su “semejanza” como la obra perfecta de su actividad Divina. Encima, la ingesta de “sangre humana juntamente con su carne” y que, a corto plazo, el caos total y la inminente extinción de la humanidad fuera promovida por la mismísima “Fuente de la Vida”, quien lo creó y le prometió la recuperación de su santidad. ¿No te parece esta opción como la más lógica de aceptar?

- Me animo a opinar sobre el por qué Dios hizo algo pero no del por qué no hizo esto o aquello.

Pero a veces es mejor animarse a opinar sobre el “por qué” Dios no lo hizo que contradecir sobre el “por qué” sí lo hizo.

- La sangre con la vida que representa no son “las dos opciones de la Ley” sino dos aspectos de una misma realidad, donde uno prefigura al otro.

¡No serán las únicas dos opciones de la Ley pero sí representan las dos únicas y más sobresalientes puntos de esa Ley, sobre la que descansa la esperanza para lograr de nuevo la recuperación de la santidad de nuestra vida en Cristo Jesús como Redentor nuestro. ¡Esto es lo que no logras “ver” la “realidad” en ellas!

- No veo necesidad alguna de expedirme sobre la importancia de la vida o la sangre, pues ello depende del caso: si es Dios, el sacerdote, el oferente o el mismo animal que si pudiera escaparía por su vida.

Claro, eso te se nota. Si no ves la importancia de los límites que sobre la prohibición Dios estableció al hombre y lo discutes, ¿Cómo vas a distinguir esas diferencias enormes entre el sacerdote, el oferente y el animal con respecto Dios? Tienes ese lado de la comprensión totalmente obstruido por tus ya confesos sentimientos de no querer ser “niño” de los que Dios únicamente acepta como sus más dóciles alumnos.

La Biblia nada dice de “respetar” o “irrespetar” la sangre, esos son modismos únicamente usados por la Watchtower.

Siempre asestas golpes bajos y sales con tu favorito “domingo siete” de atacar la fuente, no el argumento, independientemente de quién lo exponga. Rav Lifman me dio la idea cuando, en su primer aporte, en su “posdata” suplicó: “Por favor abstenerse de comentarios tipo "ustedes fueron desechados, etc", a lo que a mí me gustaría seguir poniendo: “Por favor abstenerse de comentarios tipo “ustedes los seguidores de Russell” o “ustedes los esclavos de la WT” (jajaja).

La Biblia no dice muchas cosas mi apreciado amigo, pero muchísimas... sin embargo, las que sí dice es fácil deducir si se está hablando de “respeto” o no. Si tú das una orden en tu casa y no se ejecuta, dime ¿Cómo debes interpretar la falta por no ejecutar tu orden, como una muy “respetuosa” forma de agradarte o bien, como una flagrante y displicente falta de respeto a lo que indicaste? ¿Acaso el violentar una orden no podría significar mostrar “falta de respeto” a dicha orden? ¡Mi estimado amigo, ¿Por qué porfías e insistes en oponerte a la lógica más elemental aduciendo el más absurdo de los motivos (el que no se empleara el término específico) para llegar a la conclusión más elemental?

Obedecer o infringir los mandamientos tiene sinónimos apropiados o puede asociarse a ideas más afines que el “respeto” o el “irrespeto”.

¡Ajá, sí, cómo no! ¿Me podrías indicar como cuáles, por ejemplo? Y aunque me des cientos de “sinónimos” con tal de no “aceptar” el más “obvio”, no descarta, para nada, el principal y lógico modo de interpretar el desacato de cualquier mandamiento de “El Eterno”, cual es, el “irrespeto” a su Palabra y Decisiones Judiciales como Dios Absoluto del Universo. ¡Vaya incongruencia esa tuya!

- La vida humana es de mayor valor que la “sangre animal que la representaba”.

La “sangre animal” no representaba exclusivamente “la vida humana”. Representaba y representa, aún hoy, la “VIDA” como “don” de Dios representada por el mejor ejemplo propuesto “santo y sagrado” de Jesucristo, el “Cordero” de Dios que “quita el pecado del mundo”. Te lo he dicho en infinidad de ocasiones. Si la “vida humana” por sí misma era mayor que la “sangre animal”, ¿Por qué se quitaba ESA VIDA HUMANA por ingerir “sangre animal”? A esto no has dado respuesta satisfactoria y la que diste, no aplica y no explica el dilema. Y aquí no estamos diciendo que ya porque sea así, entonces la “sangre animal” es de mayor valor que la “sangre humana o su vida” en el sentido que ustedes lo ven. “El que tiene oídos que escuche”…

La pena capital al infractor de cualquier ley que así lo disponía, era por desacatamiento y ofensa directa al Dador de la Ley y no por recoger leña en sábado (Núm. 15:32-36) o comer carne con su sangre (1Sa 14:33). El quebrantar un solo punto de la Ley hacía al transgresor culpable de todos (Stg 2:10).

O, dicho en otras palabras, “irrespetar” la Palabra de Dios ¿No es cierto?
Si dices que era “desacatamiento” directo al “Dador de la Ley” es lo mismo que dijeras “irrespeto”, lo que no aceptas como sinónimo de “desacato”.

El diccionario que tengo a la mano indica lo siguiente dentro de los sinónimos para “desacato”. Observa:

1. irreverencia
2. desatención
3. insubordinación
4. desobediencia
5. rebeldía
6. descortesía
7. desconsideración
8. irrespetuosidad (O IRRESPETO)
9. insumisión
10. descaro

Claro, dependiendo de la manera en que se redacte y el tema tratado, se emplearán entonces cualquiera de estas definiciones para desacato que, evidentemente, no en todos los contextos sonarán como que muy bien, no porque no signifique lo mismo, sino porque no es viable el uso dependiendo de la forma en que redactamos o bien, de lo que se esté tocando en ese momento. Porque nadie negará que, por ejemplo, la “descortesía” o la “rebeldía” o la “desconsideración, o el “descaro” sean características propias del “irrespeto” aunque no se mencionen específicamente. Simplemente se deduce o se intuye sin faltar a la verdad de lo que se cree es la “acción” que originó la “muerte” del infractor.

Nunca fue la sangre que se comía lo que acarreaba la muerte sino “el estar pecando contra el Eterno”.

¡Vaya, al fin aceptas lo obvio! ¿Y quién ha dicho alguna vez que en sí misma la sangre era lo “sagrado” ante Dios. “Mil veces” de lo indiqué y prestabas “oídos sordos”. La sangre “en sí misma” no era ni santa ni sagrada, sino lo que representaba: la “vida” como “don” de Dios y la “vida” sagrada y preciosa de su Hijo Unigénito. Y por deducción obligatoria y lógica, ese “irrespeto” a la Palabra del “Eterno” es lo que acarreaba muerte, no otra cosa. ¡Ningún TJ ha dicho lo contrario! Pero tú aún te regodeas y de pavoneas en afirmar que “ni la sangre ni la vida” (cualquiera que esta sea) son sagradas para Dios. ¡Vaya criterio!

Valiosa como era a los ojos de Dios la vida del hombre, no podía serlo más cualquier substancia como la sangre, la grasa, el aceite de la unción o el incienso cuyos usos indebidos aparejaban la muerte.

Que los fariseos tuvieran un sentido de valoración equivocado no debiera inducirnos a imitarles.

Sigues negando la profundidad de la lógica de Dios y el propósito que desempeñaban todos esos “rituales” que insistentemente presentas como “prueba” de tu alegato. Todos esos “ritos” llevados a cabo en la Ley a los israelitas prefiguraron la realidad en Cristo y todos fueron presentados como “precursores” o “tutores” que iban conduciendo a la realidad de la verdadera “redención” por el perdón de los pecados. Si Dios eliminaba la vida de cualquiera que “desacatara” o “irrespetara” su orden Divina de “menospreciar” al no darle la debida importancia a lo que designó como símbolo de la vida misma cuya fuente es Él mismo, es suficiente prueba de que el uso de la sangre está restringido al único asignado, antes y ahora, como “expiación de los pecados” por la sangre derramada por Cristo el Señor, por cuya voluntad estamos siendo “sanados” y con esperanza de “salvar” verdaderamente nuestra vida, no tergiversando y manipulando textos, so pretexto de “dar un poco de nuestra vida” a quien ya tiene también la esperanza de salvarse, pero no por aceptar en su cuerpo una sangre “contaminada” que para nada le servirá por más empeño que le ponga, sino por aceptar la “verdadera sangre” que le salvará la vida y que ya fue “donada”, una vez para siempre.

Temo decepcionarte pero para nada me has complacido con las respuestas suministradas y no porque sea inconsecuente con el esfuerzo que desarrollas en cada una de ellas, sino por ver tu corta “visión” espiritual que despliegas en cada uno de tus reiterados ataques a la fuente y no a la argumentación empleada, extraída eso sí, no de caprichosas tendencias sectarias, sino de las propias palabras inspiradas que “El Eterno” tuvo a bien, consentir en hacerlas del conocimiento de todas las generaciones humanas.

Mis respetos y consideración como siempre.
 
Re: Apreciado Ricardo

Re: Apreciado Ricardo

quote_icon.png
Originalmente enviado por aries32

Por que es es o mismo melviton un simbolo y un simbolo no puede ser mas de lo que representa

En este caso específico, el “símbolo” (la sangre) al parecer era más importante que la vida humana y no precisamente por los motivos o razones que de seguro estás pensando. ¿Por qué? Pues por lo que expresé antes:Si se “bebía sangre animal”, el precio por la ofensa era nada más y nada menos que la destrucción de la “vida” del humano infractor! ¡Su propia vida! De manera que si la “vida” humana y animal eran más importantes que la “sangre” que los representaba, el precio a pagar por la omisión de la advertencia, jamás hubiera sido la pena capital.

Trata de verlo desde este punto de vista. Si la “vida” (lo representado) era más valiosa que la “sangre” (el símbolo) ¿Por qué Dios le quitaba lo “representado” (la vida) al infractor? No tiene ningún sentido. Y desde este otro ángulo a ver si comprendes mejor: si Jehová Dios no se hubiera opuesto, digamos (como ejemplo, claro) a una transfusión de sangre de un judío a otro (en caso de que ya fuera una práctica para salvar vidas) ¿Por qué no le importaba “quitar esa vida” porque se irrespetaba Su orden expresa de no “comerla” para que no murieran? ¿Qué diferencia habría entre “tomar”, “comer”, o “beber” sangre por la boca si lo hubiera aprobado por las venas? Y no me salgas con que “por la boca” iba al estómago y luego digerida, etc., etc. como si Dios la hubiese prohibido por considerarse una prohibición “dietética” o “sanitaria”. De manera que el punto es: ¿Por qué debía permitir “transfundir” la sangre por las venas cuyo propósito es “salvar la vida” si la eliminaba (la vida) cuando la introducían al cuerpo por la boca?

No te estas contradiciendo cuando dices que Dios no prohibio la sangre humana, ves un momento de raciocinio.

No, no es contradicción. Lo que estás haciendo es interpretando mal el hecho del por qué el “Eterno” no “INDICÓ”, “MENCIONÓ” o se “REFIRIÓ” específicamente a la sangre humana como representativa de la “vida” en vez de la sangre animal, no porque la sangre animal era prohibida y la humana no. No se trata de esta diferencia que efectivamente confundes. De lo que se trata es de la “razón, motivo o circunstancia” para que Dios “utilizara” la sangre animal como “símbolo” de la vida en vez de la “sangre humana”, siendo, desde todo punto de vista, de mucho más valor que la sangre animal ¿Comprendes?

¿Cuál de las dos opciones de la Ley sobresalía más que la otra: el “símbolo” (la sangre) o lo que representaba ese “símbolo”, la VIDA?

Ya esto te lo expliqué antes. Sin embargo, ampliando detalles, agregaría que, desde el punto de vista “ejecutivo”, lo que más sobresalía era el “castigo de muerte” por violación del “símbolo” (la sangre) en vez de lo que representaba: “la vida”. La “vida” aquí estaba en segundo lugar. Lo primero a respetar y obedecer era a no “comer sangre juntamente con la carne”. De lo contrario, si se desobedecía e irrespetaba este mandamiento, se “ejecutaba” al transgresor no importando para nada su “vida”.

El humano estaba autorizado para tomar la vida animal y justamente el derramar la sangre simbolizaba el futuro sacrificio de jesus.

Tú mismo lo aceptas y lo comprendes pero al parecer no logras discernir el propósito y las circunstancias que Dios tuvo para escoger la “sangre animal” como “símbolo” para representar esa “VIDA” santa o sagrada de su Hijo Jesús. El hombre estaba autorizado a quitar la vida del animal y el único uso autorizado (aparte de otros, propios de los rituales de la Ley) era “derramar” la sangre a tierra como señal de “respeto” a la VIDA y sangre preciosa del “Cordero de Dios” (aunque no lo supieran en ese momento). Ningún otro uso de la sangre era permitido, incluido el “pretexto” moderno de “salvar vidas” en la medicina moderna, pero ni poniéndole todo el empeño del mundo se llegaría a una conclusión tan apartada de la experiencia del pueblo de Dios a través de la historia bíblica.

¿Era entonces la vida humana de mayor valor que la “sangre animal que la representaba? ¡No lo creo!

Esta declaración tuya si que hay que recordarla ,

¡Claro, tienes que recordarla y te diré de nuevo por qué! Porque la sangre animal era el símbolo que representaba la “vida” del Señor y su sangre derramada, siendo esta VIDA SAGRADA Y SANTA, junto a su preciosa sangre, de muchísimo más valor que la sangre o la vida de todos los humanos juntos por los que misericordiosamente se entregó como “rescate” propiciatorio para obtener la esperanza de heredar la vida “que lo es realmente”. De nuevo, tenemos la puerta abierta para poder recuperar nuevamente la santidad de nuestra vida, tal y como era santa y sagrada la vida de nuestro primer padre humano Adán antes de rebelarse a su “Dios y Padre” también en el jardín del Edén.

Aquí los TJ hemos dicho hasta el cansancio y al parecer no se entiende nuestra “canción” que lo sagrado de la VIDA no es en sí mismo LA VIDA HUMANA que se ha disfrutado desde la caída de la gracia por desobedecer los mandamientos de Dios desde el principio. No, lo que es sagrado es la VIDA como “don” gratuito de Dios que se manifiesta en todas las criaturas; ese “don” que disfrutan las criaturas celestiales (ángeles) y todas las criaturas inferiores que hay en nuestro planeta. En el caso del hombre esa “santidad” de su vida fue quitada y por ello Dios previó un “rescate” mayor para que, de nuevo, dicha “santidad” pueda ser recuperada y volvamos de nuevo a estar en estrecha comunión con El (como en el caso presente) por medio del único medio posible para recuperarla: Cristo Jesús.

La sangre animal representaba la sangre de jesus que seria derramada,

Veo que aquí aceptas lo que nosotros también aceptamos. El problema con ustedes es que al parecer no comprenden nuestra posición. ¿Entiendes ahora el por qué la sangre (el símbolo) era de mayor valor que la “vida humana”? Porque la vida que representa el “símbolo” no es la vida que tenemos hoy, sino la otra vida por la que nos hemos reconciliado con Dios y por tal motivo el “Eterno” eliminaba la “vida” de todo aquel que no respetaba el “símbolo” (la sangre) que les recordaba constantemente que necesitaban esa redención que Él previó para la raza humana. En otras palabras, “eliminaba de la vida” a todo aquél que “comiendo sangre” despreciaba lo representado por ella: Al Cristo, como símbolo perfecto de la SANTIDAD EN TODOS SUS EXTREMOS.

ya bajo la ley melviton entiende cuando fue dada la ley es cuando se penalizo la ingesta de sangrey te pregunto Melviton cuando a Noe se le dio la orden de no comer sangre se le dijo que se le mataría o el matara al que la incumpliera , esto solo fue para cuando ya fue dada la ley?

Génesis 9:4: Pero carne con su vida, que es su SANGRE, no comeréis.

4. Génesis 9:5: Porque ciertamente demandaré la SANGRE de vuestras vidas; de mano de todo animal la demandaré, y de mano del hombre; de mano del varón su hermano demandaré la vida del hombre.
"La realidad es aquello que, cuando dejas de creer en ella, no desaparece”

Dime una cosa Aries. Después del Diluvio, Jehová no le indicó a Noé muchas cosas (al menos no están escritas). De manera que la Biblia no dice que a Noé se le dijera, por ejemplo “no fornicarás”, no cometerás “adulterio”, no “mentirás”, no “desearás ni codiciarás lo que no pertenece”, no “matarás”, etc., etc. ¿Significa que entonces Noé podía entregarse a esos placeres o prácticas y escudarse en que Dios no se lo prohibió por cuanto fueron “penalizados” únicamente durante la Ley dada a Moisés, digamos, de forma oficial y, lo que es peor aún, si los hubiera violentado, Dios no podía censurarle por el simple hecho de no haberle advertido? ¿Dejaría de ser pecado solo porque tu corta imaginación así te lo indica? Además, no hace falta ser uno un “soñador empedernido” para imaginarse, al menos, que Jehová le tuvo que haber dado muchísimas más instrucciones a Noé, y no necesariamente haber permitido que se registraran. Eran otros tiempos y la humanidad de nuevo comenzaba. Todas las circunstancias eran muy diferentes a las que siglos después dominaban la escena del mundo.

Además, ¿Qué significa este comentario tuyo y a favor o en contra de qué expones algo que es totalmente irrelevante. Si Dios prohibió a Noé no ingerir sangre animal con su carne, no significa que como era una prohibición en el sentido de “comer”, entonces, sí se podía “beber” por aparte sin la carne. ¿Era así? ¡Por Dios! Y si Dios declaró que no se podía “comer la sangre” de ninguna criatura (por supuesto que no era necesaria la ocurrencia de mencionar la sangre humana por cuanto esa no estaba en el “menú” ofrecido al hombre) ¿Qué hubiera pasado si alguien lo hubiera hecho? De nuevo, creo que no hay que tener mucha imaginación para deducir las consecuencias de tal hecho, aunque no se indicara de manera expresa. ¡Esto, por el contrario, más bien es “pecar” de ser poco imaginativo!

Mis respetos y consideración.


 
Re: ¿Cuán santa o sagrada es la sangre?

quote_icon.png
Originalmente enviado por Rav Lifman

B''H
Verdaderamente quisiera saber a qué se refiere.
Cuándo fue prohibido el consumo de sangre para los seres humanos en general.

Me llamó la atención ésta parete de su mensaje porque el análisis me pareció que tenía un tenor distinto al cuerpo de todo su mensaje. Me pareció que fuera parte de un propósito distinto y bueno, sorry busqué en Internet y encontré la cita copiada de manera entera repetida en distintas páginas.

No se si es de su autoría toda la cita a la que estoy haciendo referencia. Pero de no serlo creo que es un buen punto pero que no le estaría respaldando el conocimiento sino el estar enterado de lo que se dice sobre "olam".

El término hebreo OLAM en la cita de levíticos 3 perfectamente puede ser interpretada como "perpetuidad".

Que la raíz denote primigeniamente "oculto al conocimiento" no significa que sea el único sentido connotado del término hebreo OLAM.
Por otro lado, digo, la prohibición de la Torá solo aplica a los hijos de Israel.

Yo pregunté en una oportunidad algo y creo no haber recibido respuesta en otro peígrafe.
En principio la prohibición es eclusiva para los hijos de Israel y es específica al indicar que se refiere solo a la sangre de los animales PERMITIDOS para el consumo judío.

Entonces, si aquello es un argumento de los Refrendatarios de Geobá. Es decir que supuestamente no comen sangre y no se la meten al cuerpo como obediencia a aquellos mandamientos del Pentateuco. Pues entonces por extensión deberían solo comer las carnes permitidas.
Hace muchos años se utiliza la insulina porcina para el control de la diabetes.

La Torá prohibe a los judíos el consumo de la carne de cerdo. Pregunto a uno de los Testigos del dios geobá si los judíos pecamos expresamente en el punto de no comer carne de cerno al 2meternos al cuerpo" insulina porcina y si acaso sería mejor morir de un shok hiperglucémico antes de "meter algo porcino al cuerpo".

P.D.: Por favor abstenerse de comentarios tipo "ustedes fueron desechados, etc"


Mi estimado Raf.

Un saludo sincero.

Me referiré a tus tres comentarios en un solo aporte a manera de respuesta para ahorrar tiempo y “dinero” (jajaja).

En primer lugar, no creo que ignores cuándo fue la primera vez que la Biblia hace referencia a la prohibición sobre la sangre, si es a eso a lo que te refieres.

Yo he incursionado, mucho antes de participar en el presente foro, con prolijos aportes y consideraciones sobre múltiples temas bíblicos en la red y también he leído y aprendido bastante sobre muchísimos temas de los que no me considero más que un simple estudiante, celoso eso sí, por establecer la verdad bien definida, alejada de lo que constantemente pareciera ser la “muletilla” más utilizada en este foro, cual es la de tildarnos de ser “marionetas” tipo “zombies” que seguimos “ciegamente” a los “ciegos” que nos guían a nosotros. No sé a qué te refieres con que el punto que destacas haya sido de mi autoría o no, si bien una cosa no antepone la otra, el argumento es lo que debe imperar, independientemente de si lo “copiamos” de otra fuente cuando congeniamos y compartimos iguales conclusiones o bien, cuando somos nosotros los que inspiramos a otros que, de igual manera, comparten nuestro criterio y nos “copian” sin que para ello tengan que ser “remedos” o simples “marionetas” sin opinión propia sobre esto o aquello.

Yo he leído mucho (de eso se trata el aprendizaje) sobre “olam” y sus múltiples definiciones y, aunque no conozco el idioma “hebreo” (creo que aquí la mayoría de los que participan y externan sus puntos de vista están en las mismas condiciones) no por ello desconozco todo lo referente a estas lenguas en las que se escribió originalmente la Biblia, y que me han capacitado para emitir criterios bien fundamentados para no confundir “lo gordo con lo hinchado” y ser lo más objetivo posible en mis planteamientos y conclusiones a las que llegamos los TJ. Ejemplo: no hace falta ser científico para sentenciar que una molécula de agua se componga de dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno. Espero que sea suficiente.

Por otra parte, dices que el verbo OLAM “perfectamente puede ser interpretado como perpetuidad” en la cita de Levítico 3:17. ¿No te suena eso como definir algo que no está realmente claro por los expertos del hebreo, que establecen expresamente “prudencia” a la hora de definir conceptos? Disculpa, no pretendo decirte que no eres “experto” como “judío” que eres, pero estás actuando de manera idéntica a otros foristas que con las afirmaciones que aquí se sostienen, las asumen como “Palabra de Jehová”, y no como “palabra de los foristas”.

Como lo indica la obra: “Sue Groom, en Linguistic Analysis of Biblical Hebrew” en su página 128: “No hay manera de saber si la reconstrucción de los eruditos modernos en los campos semánticos, y las relaciones de significado de una lengua muerta antigua, son simplemente un reflejo de su propia intuición, o de su propia lengua materna, o si esos campos existieron en el hebreo clásico”.

Lo curioso es que aceptas que “la raíz” denota (como primera interpretación) “oculto al conocimiento” y que no significa el “único” sentido connotado del término OLAM. ¿Y quién está afirmando que es el único término por excelencia? ¡Nadie mi estimado Rav! Al menos, ningún TJ lo ha afirmado nunca. Y lo de la aplicación de la “Torá” como dirigida a los hijos de Israel es cierta y no veo qué tiene que ver esto que resaltas para restarle méritos a las otras aplicaciones del verbo “olam”, como si al aceptar que la “Torá” fuera para Israel únicamente, variaría el significado del término.

Sólo como un ejemplo de los muchos más de que dispongo, la Enciclopedia de la Biblia de Ediciones Garriga S.A. en su segunda edición de 1969, y aunque tenga un “corte” católico, define la palabra OLAM como sigue: “OLAM”, como duración, indica “tiempos indeterminados”, remotos, oscuros, ya sea del pasado o del futuro. Puede entenderse dentro del marco de la duración de la vida de un hombre y una “extensión” aún más larga de tiempo para llegar a designar la duración indefinida….. No significa, pues, una mera distinción platónica y moderna del concepto de eternidad que equivalga a la duración del ser de manera interminable o a la simultánea posesión de toda la vida”.

Esto lo acoto como respuesta a tu comentario. Sin embargo, considero que nos estaríamos saliendo del tema del epígrafe nuevamente, tocando otras definiciones de términos que podríamos considerar en otro epígrafe que se abra para su análisis, al que con todo gusto participaría para llegar a conclusiones razonadas sobre los “pro” y los “contras” que sobre el verbo “olam” se han explicado, a lo “largo y ancho” de infinidad de obras de consulta que se han publicado para su consideración indefinida (olam) jajaja.

Respeto mucho tu opinión y comparto que “en principio” esta prohibición se le dio mayor, digamos, relevancia en la Ley dada a Israel, pero no fue “exclusiva” de Israel. Mucho antes de ser formado “Israel” como pueblo, la advertencia a evitar “comer sangre juntamente con la carne” se dio a Noé después del Diluvio como “principio eterno de respeto y acato de la “Torá” del “Eterno Dios Jehová” y como una advertencia a “toda la humanidad”. Lo del “menú” disponible a los “hijos de Israel” no era selectivo, al menos en lo concerniente a evitar su sangre como parte de la dieta diaria del israelita. Que específicamente existían animales “inmundos” por designación de Jehová Dios, no significa, entonces, que sí se podía “comer la carne juntamente con la sangre” de cualquier otro animal no “inmundo” ante el pueblo. Por el contrario, la advertencia de abstenerse de sangre fue clara con respecto a toda “clase de carne”, no sobre “alguna clase de carne”…¡Muy diferente!

Repito, aunque lo relaciones como característico de los “refrendatarios de Geobá”, como dices, las pruebas y evidencias están a favor del “respeto” y del “abstenerse” de sangre no importando las circunstancias que se presenten para justificar la desobediencia a una clara “Torá” del Altísimo dada a Noé como advertencia para toda la humanidad. Si bien es cierto que la “Ley ritual” dada a Israel quedó atrás con la venida del Mesías Prometido, también es cierto que lo abolido de dicha Ley no abarca el respeto y obediencia para acatar la orden de no “comerás sangre” que, más que un rito, fue una advertencia, digamos, al estilo “olam” (tiempo indefinido) hasta que se cumplan a cabalidad los principios justos prefigurados en la antigua Ley dada a los judíos.

Ahora bien, ¿Qué estás tratando de insinuar con el comentario anterior? ¿Tú comes morcillas o carne ensangrentada? ¿Comes sangre de toros o “machos cabríos”? O ¿“Chicharrones al ajillo y en su “grasa”? ¡A mí y a Ricardo nos encantan y fíjate que para nada me siento culpable por “comer” lo que Dios ha limpiado. Pero me preocupa más lo que hasta el momento “no ha limpiado”, la sangre, hasta que se cumplan las promesas escritas en “la Ley y los Profetas”; es decir, reunir de nuevo en el “Cristo” todas las cosas para que, al final de la gran jornada humana a través de milenios, llegue a feliz término y herede, toda la humanidad obediente y “respetuosa”, las promesas de Dios para una vida indestructible.

Como comentario final creo muy oportuno preguntarte: ¿Eres un judío Mesiánico? ¿Crees en Jesucristo como el Hijo de Dios?
Mis más respetuosa consideración.

Dime una cosa Aries. Después del Diluvio, Jehová no le indicó a Noé muchas cosas (al menos no están escritas). De manera que la Biblia no dice que a Noé se le dijera, por ejemplo “no fornicarás”, no cometerás “adulterio”, no “mentirás”, no “desearás ni codiciarás lo que no pertenece”, no “matarás”, etc., etc. ¿Significa que entonces Noé podía entregarse a esos placeres o prácticas y escudarse en que Dios no se lo prohibió por cuanto fueron “penalizados” únicamente durante la Ley dada a Moisés, digamos, de forma oficial y, lo que es peor aún, si los hubiera violentado, Dios no podía censurarle por el simple hecho de no haberle advertido? ¿Dejaría de ser pecado solo porque tu corta imaginación así te lo indica? Además, no hace falta ser uno un “soñador empedernido” para imaginarse, al menos, que Jehová le tuvo que haber dado muchísimas más instrucciones a Noé, y no necesariamente haber permitido que se registraran. Eran otros tiempos y la humanidad de nuevo comenzaba. Todas las circunstancias eran muy diferentes a las que siglos después dominaban la escena del mundo.

Además, ¿Qué significa este comentario tuyo y a favor o en contra de qué expones algo que es totalmente irrelevante. Si Dios prohibió a Noé no ingerir sangre animal con su carne, no significa que como era una prohibición en el sentido de “comer”, entonces, sí se podía “beber” por aparte sin la carne. ¿Era así? ¡Por Dios! Y si Dios declaró que no se podía “comer la sangre” de ninguna criatura (por supuesto que no era necesaria la ocurrencia de mencionar la sangre humana por cuanto esa no estaba en el “menú” ofrecido al hombre) ¿Qué hubiera pasado si alguien lo hubiera hecho? De nuevo, creo que no hay que tener mucha imaginación para deducir las consecuencias de tal hecho, aunque no se indicara de manera expresa. ¡Esto, por el contrario, más bien es “pecar” de ser poco imaginativo!

Mis más sinceros respetos y consideración.
 
Re: ¿Cuán santa o sagrada es la sangre?

Pido disculpas ya que en el aporte anterior se me "metió" al final, parte del texto que iba dirigido a Aries. ¡Se me "chispoteó"!

Atentos saludos.
 
Re: ¿Cuán santa o sagrada es la sangre?

B''H
Me llamó la atención ésta parete de su mensaje porque el análisis me pareció que tenía un tenor distinto al cuerpo de todo su mensaje. Me pareció que fuera parte de un propósito distinto y bueno, sorry busqué en Internet y encontré la cita copiada de manera entera repetida en distintas páginas.
No se si es de su autoría toda la cita a la que estoy haciendo referencia. Pero de no serlo creo que es un buen punto pero que no le estaría respaldando el conocimiento sino el estar enterado de lo que se dice sobre "olam".

Estimado Rav Lifman

¿están prohibidas las transfusiones para los judíos?

Gx!
 
Apreciado Melviton

Apreciado Melviton

Respuesta a Mensaje # 634:

Adhiero y festejo tu hilaridad, ya que es sano reírnos de nosotros mismos, y en un debate serio como este hallarle el lado jocoso a nuestras ocurrencias.

1 – Siempre conviene ser cuidadosos al recordarle al otro lo que ha dicho, pues fácilmente los lectores que nos siguen pueden retroceder páginas atrás para verificar si efectivamente se dijo lo que se dice que se dijo.

Cualquiera de ellos se hallaría en dificultades para comprobar que yo afirmara que ni la sangre ni la vida son sagradas para Dios, sino como algo especial o particular que las destacara de entre otras que la Biblia literalmente tiene por tales. De ahí el título del tema preguntando: -¿Cuán santa o sagrada es la sangre? Lo que cuestiono es el grado que particulariza a la sangre para insistir con el manido alegato de los TJ.

2 – En nada desmerezco los rituales de la Ley por poner las cosas en su lugar. No desvaloro la ofrenda por decir que sea mayor el altar sobre el que ella es sacrificada (Mt 23:19), aunque en el caso del Cordero de Dios se trastoca la apreciación, pues es obvio que Él es mayor al madero de la cruz que lo sostiene.

Mi breve párrafo no pasa de ser una verdad de Perogrullo:

“Valiosa como era a los ojos de Dios la vida del hombre, no podía serlo más cualquier substancia como la sangre, la grasa, el aceite de la unción o el incienso cuyos usos indebidos aparejaban la muerte”.

Con eso no niego la lógica de Dios, antes, la sostengo.

3 - Si simplemente se me lee, soy claro. Es cuando se busca interpretarme cuando aparece la confusión, pues de hecho, no escribo con enigmas ni acertijos. Las trampillas dialécticas o sintácticas así como los “portillos” interpretativos a los que te refieres, bien que mejor podrían atribuirse al lector incómodo antes que al escritor malintencionado.

4 – En mi anterior mensaje he dado puntual respuesta a las preguntas que me planteaste, y tú hiciste uso de tu derecho a réplica, con lo que nuestros lectores sabrán a qué atenerse. Cotejando mis respuestas con tus cuestionamientos, advertirán lo claro y lógico de tu exposición, contrastando con lo enredado y confuso de la mía, con lo que comprobarán mi impreciso y ambiguo estilo de escribir (a pesar de tus encomios). Es inútil por tanto que intente defenderme, pues tras leerte ellos quedarán convencidos de todos esos defectos que me afean como forista, al resistirme a aceptar lo obvio; prestar oídos sordos a tus razones; regodearme y pavonearme con mis criterios personales, dispares y hasta contradictorios; la corta visión espiritual que despliego; mi incongruencia; todo consecuencia de mi obstruida comprensión.

Y que nadie piense que tales apreciaciones sean argumentos ad hóminem, pues quien así se pronuncia es porque ya ha clamado contra los tales, y por tanto, nadie pensaría que se apela a lo mismo contra lo que se protesta.

Aunque quizás algunos, no todos se han dado cuenta de lo que tú, o quizás no se animaron a confesarlo. Eso te deja en una inmejorable posición, pues resulta obvio que quien así percibe de lo que su prójimo adolece, es porque ya ha superado tales carencias.

¡Qué se va a hacer! Quizás necesite dos semanas más (de años) en el Foro para empezar a ser un aprendiz mejor dispuesto.



Cordiales saludos.
 
Re: ¿Cuán santa o sagrada es la sangre?



Mi estimado Raf.

Un saludo sincero.

Me referiré a tus tres comentarios en un solo aporte a manera de respuesta para ahorrar tiempo y “dinero” (jajaja).

Mis más sinceros respetos y consideración.
B''H
Realmente he tratado de encontrarle ilación y más he encontrado despilfarro de megabyts (que no tinta)
no creo que ignores cuándo fue la primera vez que la Biblia hace referencia a la prohibición sobre la sangre

No quiero que entremos al uso de diferencias semánticas, las cosas lo más claras posibles cuánto más ahora que no dispongo de mucho tiempo.

Por favor atienda el punto del cual se desprendió mi pregunta:

Melviton dijo:
lo que no ocurrió en el caso de la sangre cuya prohibición no dio inicio con la Ley y que no terminó cuando fue abolida; por el contrario, aún permanece como restricción escritural para el cristiano. Al parecer confundes la versión bíblica que traduce el verbo “olam” como “para siempre” o “estatuto perpetuo”, en vez de su más fiel y exacto significado de “tiempo indefinido”. Allí estriba tu equivocación.

Usted dice que la prohibición de la sangre antecede a la ley. Entonces, sin entrar a discutir sobre su afirmación final (de que fue abolida, ¿por quién, y con qué autoridad... ? en fin...).
Por eso mismo vuelvo a solicitarle, que por favor usted indique cuándo se prohibió la sangre antes de la ley a toda la humanidad.

Otro punto que ha eludido es:
Gadiel Lifman dijo:
En principio la prohibición es exclusiva para los hijos de Israel y es específica al indicar que se refiere solo a la sangre de los animales PERMITIDOS para el consumo judío.
Entonces, si aquello es un argumento de los Refrendatarios de Geobá. Es decir que supuestamente no comen sangre y no se la meten al cuerpo como obediencia a aquellos mandamientos del Pentateuco. Pues entonces por extensión deberían solo comer las carnes permitidas.
Hace muchos años se utiliza la insulina porcina para el control de la diabetes.
La Torá prohibe a los judíos el consumo de la carne de cerdo. Pregunto a uno de los Testigos del dios geobá si los judíos pecamos expresamente en el punto de no comer carne de cerno al "meternos al cuerpo" insulina porcina y si acaso sería mejor morir de un shok hiperglucémico antes de "meter algo porcino al cuerpo".
.
Quedo a la espera.