¿Cuán santa o sagrada es la sangre?

Apreciado Alfageme

Apreciado Alfageme

"Su sangre no deben comer" Génesis 9:4

"Porque el alma de toda clase de carne es su sangre en virtud del alma en ella.En consecuencia dije yo a los hijos de Israel:No deben comer la sangre de ninguna clase de carne,porque el alma de toda clase de carne es su sangre".Levitico 17:14.
"Cualquiera que la coma será cortado" Levitico 17:14.
"Absténganse de...la sangre" Hechos 15:19,20.
¿Debe un cristiano,si le prohibe el médico abstenerse de beber alcohol,transfundirlo por las venas?.

Las reconocidas citas bíblicas que pegas no dan al traste con la escueta verdad asentada por Aries: la vida está por encima de la sangre que la representa.

Dios prohibió el comerla; no el retenerla en las propias venas si en las de mi prójimo preservan su vida.

Nunca es más santa la sangre ni sagrada la vida que cuando se da y se recibe para preservarla.
 
Re: Apreciado Alfageme

Re: Apreciado Alfageme

Las reconocidas citas bíblicas que pegas no dan al traste con la escueta verdad asentada por Aries: la vida está por encima de la sangre que la representa.
Dios prohibió el comerla;no el retenerla en las propias venas si en las de mi prójimo preservan su vida.
Nunca es más santa la sangre ni sagrada la vida que cuando se da y se recibe para preservarla.
Ya lo se querido Ricardo.
Son todo ello razonamientos muy bonitos para llegar a los sentimientos,pero recuerda estamos hablando de que el Creador de la vida, prohíbe que se meta la sangre de otras criaturas en nuestro cuerpo "abstenerse de la sangre".
"Todo lo que el hombre tiene lo dará en el interés de su vida" le dijo el Diablo a Jehová Dios es esta cuestión de la integridad.
 
Re: Apreciado Alfageme

Re: Apreciado Alfageme

Ya lo se querido Ricardo.
Son todo ello razonamientos muy bonitos para llegar a los sentimientos,pero recuerda estamos hablando de que el Creador de la vida, prohíbe que se meta la sangre de otras criaturas en nuestro cuerpo "abstenerse de la sangre".
"Todo lo que el hombre tiene lo dará en el interés de su vida" le dijo el Diablo a Jehová Dios es esta cuestión de la integridad.

Tu desprecio por la vida y por ende la dador de vida es increible , solo pr que buscar "algo" que los distinga del resto
ya te demostre que hasta dios mismo ha echado para atras sus leyes para preservar la vida eres tu mas que Dios
 
Apreciado Alfageme

Apreciado Alfageme

Ya lo se querido Ricardo.
Son todo ello razonamientos muy bonitos para llegar a los sentimientos,pero recuerda estamos hablando de que el Creador de la vida, prohíbe que se meta la sangre de otras criaturas en nuestro cuerpo "abstenerse de la sangre".
"Todo lo que el hombre tiene lo dará en el interés de su vida" le dijo el Diablo a Jehová Dios es esta cuestión de la integridad.

Yo no hago razonamientos bonitos sino verdaderos.

Tú, ni lo uno ni lo otro.

No se vé lindo lo que escribes, y a más, falto de toda lógica.

Si no razonas razonablemente sino que de forma totalmente irracional sigues con la idea obsesiva de "meter sangre en el cuerpo", ¿cómo podrías estirar el mandamiento para que el no comer la sangre equivalga a no meterla en el cuerpo?

Que admitamos lo obvio (no hay forma de comer nada sin meterlo en el cuerpo) no funciona al revés: lo que se mete al cuerpo no por la boca, no se come, y por lo tanto, tampoco transgrede el mandamiento.

Así también, ancianos que padecen de obstrucción intestinal grave han llegado a devolver sus excrementos por la boca. Entonces decimos que han vomitado, pero nunca que han defecado.

Las cosas son como son y no como queremos que fuesen porque así nos convenga.
 
Re: Apreciado Alfageme

Re: Apreciado Alfageme

Ya lo se querido Ricardo.
Son todo ello razonamientos muy bonitos para llegar a los sentimientos,pero recuerda estamos hablando de que el Creador de la vida, prohíbe que se meta la sangre de otras criaturas en nuestro cuerpo "abstenerse de la sangre".
"Todo lo que el hombre tiene lo dará en el interés de su vida" le dijo el Diablo a Jehová Dios es esta cuestión de la integridad.

Hola Alfa, con esto me dejaste marcando ocupado...<o:p></o:p>
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¿Dios prohibe que se META sangre de otras criaturas en nuestro cuerpo?
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¿Donde? ¿Cuando? Porque yo leo solo COMER.
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Abtenerse de sangre, es una recomendación del concilio de Jerusalén, no un mandamiento de Dios. Piensa, si te debes abstener de sangre, comienza por abstenerte de TODA sangre, asi que sácate la tuya ¿Te das cuenta de la barbaridad del literalismo?
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Comer o beber sangre es ingerir y luego digerir, por lo tanto a la letrina, tranfusionar sangre es dar vida y a Uds. les prohiben dar vida. Cristo dio la suya y entonces se terminó el pacto de la sangre ¿O a que vino Jesús al mundo? Lo de Uds. es solo obediencia al capricho de Nathan Norr y nada más.
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Vacunarse era canibalismo, como nadie les hizo caso y el que quería se moría, se acabó la prohibición. Los trasplantes son más canibalismo que las vacunas, pero los aceptan, no son propaganda para la sociedad, pero el asesinato de sus propios hijos era insuperable, para llamar la atención, total, para el cuerpo gobernante (No para Uds. los esclavos fieles), el fin justifica los medios y el fin de ellos es vender impresos, nada más.
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Pero el ESCLAVO FIEL, lamentablemente en su ingenuidad actúa como zombie, repite como loro, pero no tiene capacidad de examinar por si mismo. Revisa bién Levítico 7:26-27; 17:10-14; Deuteronomio 12:16-23;15:23, donde prohiben transfundir sangre, donde prohibe YHWH en toda la Biblia salvar vidas.
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Re: Apreciado Alfageme

Re: Apreciado Alfageme

Hola Alfa, con esto me dejaste marcando ocupado...<o:p></o:p>
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¿Dios prohibe que se META sangre de otras criaturas en nuestro cuerpo?
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¿Donde? ¿Cuando? Porque yo leo solo COMER.
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Abtenerse de sangre, es una recomendación del concilio de Jerusalén, no un mandamiento de Dios. Piensa, si te debes abstener de sangre, comienza por abstenerte de TODA sangre, asi que sácate la tuya ¿Te das cuenta de la barbaridad del literalismo?
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Comer o beber sangre es ingerir y luego digerir, por lo tanto a la letrina, tranfusionar sangre es dar vida y a Uds. les prohiben dar vida. Cristo dio la suya y entonces se terminó el pacto de la sangre ¿O a que vino Jesús al mundo? Lo de Uds. es solo obediencia al capricho de Nathan Norr y nada más.
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Vacunarse era canibalismo, como nadie les hizo caso y el que quería se moría, se acabó la prohibición. Los trasplantes son más canibalismo que las vacunas, pero los aceptan, no son propaganda para la sociedad, pero el asesinato de sus propios hijos era insuperable, para llamar la atención, total, para el cuerpo gobernante (No para Uds. los esclavos fieles), el fin justifica los medios y el fin de ellos es vender impresos, nada más.
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Pero el ESCLAVO FIEL, lamentablemente en su ingenuidad actúa como zombie, repite como loro, pero no tiene capacidad de examinar por si mismo. Revisa bién Levítico 7:26-27; 17:10-14; Deuteronomio 12:16-23;15:23, donde prohiben transfundir sangre, donde prohibe YHWH en toda la Biblia salvar vidas.
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Entonces..cuando comes carne ¿no estás metiendo carne en el cuerpo?,cuando bebes alcohol,¿no estás metiendo alchol en el cuerpo?.¿O el caso de la sangre ahora resulta que es diferente?,cuando metemos sangre por la boca ¿no la estamos metiendo en el cuerpo?.
La verdad que tanta ceguera en cuanto esta cuestión sospecho aque es debido.

"Porque el alma de toda clase de carne es su sangre en virtud del alma en ella.En consecuencia dije yo a los hijos de Israel:No deben comer la sangre de ninguna clase de carne,porque el alma de toda clase de carne es su sangre".Levitico 17:14.
"Cualquiera que la coma será cortado" Levitico 17:14.
"Absténganse de...la sangre" Hechos 15:19,20.
 
Re: Apreciado Alfageme

Re: Apreciado Alfageme

Entonces..cuando comes carne ¿no estás metiendo carne en el cuerpo?,cuando bebes alcohol,¿no estás metiendo alchol en el cuerpo?.¿O el caso de la sangre ahora resulta que es diferente?,cuando metemos sangre por la boca ¿no la estamos metiendo en el cuerpo?.
La verdad que tanta ceguera en cuanto esta cuestión sospecho aque es debido.

"Porque el alma de toda clase de carne es su sangre en virtud del alma en ella.En consecuencia dije yo a los hijos de Israel:No deben comer la sangre de ninguna clase de carne,porque el alma de toda clase de carne es su sangre".Levitico 17:14.
"Cualquiera que la coma será cortado" Levitico 17:14.
"Absténganse de...la sangre" Hechos 15:19,20.

Solo para cerrar mi participación de este epígrafe por que ya te traje los argumentos ejemplos citas biblicas y solo repites como un loro los mismo y los mismo
Dios prohíbe la ingesta de sangre .Levitico (17:14) nunca las tranfusiones
Dios es el dador de vida (Salmo 139:13)y tu la desprecias y por ende a Dios
Dios pide obediencia no sacrificio (I Samuel 15:22-23) y menos sacrificios humanos
no hay en la biblia ningún ejemplo de nadie que se alla dejado morir por obedecer ningún mandato todos los mártires fueron asesinados
esto añádelo a todos los argumentos citas y ejemplos biblicos que ya te traje anteriormente
si estuviera cristo aca te diria: Mateo 23:19 ¡Ciegos!, porque ¿qué es más importante: la ofrenda, o el altar que santifica la ofrenda?

esto de puede aplicar a la sangre , es la vida la que hace sagrada a la sangre , no al reves , no respetar la vida. es no respetar la sangre
 
Re: ¿Cuán santa o sagrada es la sangre?

Respuesta al mensaje N°576

Saludos y aquí estoy de nuevo. Lamento la tardanza pero es que estaba muy ocupado.


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Originalmente enviado por Ricardo

1 – Ni fue a regañadientes ni fue por exclusivo artificio tuyo, sino que de buena gana y hombro con hombro me puse a tu lado para llevar la deducción paso a paso de modo que cupiera a la sangre y a la vida aquellas cualidades de santidad y sacralidad no registradas como tales en versículo alguno.

No es seguir discutiendo lo obvio notar que esta conclusión a la que llegamos y con la que convinimos, a mi modo de ver resultaba inútil; ya que compartiendo lo que es general a todo lo que del Eterno procede y pertenece, y recibiendo su transgresión igual pena capital que la aplicada a otras literalmente registradas como santas y sagradas, aquel susodicho alegato al que desde el inicio apunta el epígrafe, se esfumaba en el aire.

Para que dicho alegato apuntado desde el principio en el tema del epígrafe “se esfumara en el aire”, lo hubieras tenido que redactar de otra manera, por ejemplo: “¿Existe algún capítulo y versículo en donde la Biblia indique que la sangre es “santa o sagrada”? El actual tema de este epígrafe enfoca otro punto de vista, muy diferente: “¿Cuán santa o sagrada es la sangre?”. Como observar puedes, son dos cosas muy distintas y sí se demostró, aunque pretendas reflexionar de forma contraria, que la “sangre”, en principio, por provenir y ser creación del “Eterno” sí es sagrada y, todavía más, cuando el “Eterno” la hace representativa de la vida y ser merecedor de muerte quien intente siquiera mezclarla –junto con la carne– para introducirla al cuerpo y profanar la “santidad” que por lógica directa se colige, cuando Jehová Dios la establece como señal de respeto a su nueva disposición. Al aceptar tú la lógica elemental de una apropiada deducción cuando afirmas que “todo lo que procede del “Eterno” le pertenece y como tal es sagrado” (en síntesis) y luego la rechaces alegando que a tu juicio “resultaba inútil por cuanto la pena capital era aplicada a otras concepciones de igual manera” (en síntesis), caes en una total y franca contradicción.

Si a tu propio modo de ver -pese a no corresponderles esa particularidad que validaría el argumento (“porque Dios considera santa la sangre y sagrada la vida que representa”)-, prefieres seguir manteniéndolo en pie, es cosa que sólo a ti incumbe y contra lo que nada puedo hacer.

Esa es tu deducción y como tal se respeta. Lo que no debes hacer es oponerte rotundamente a la única lógica deducción, porque los elementos que nos validan a nosotros para llegar a la conclusión de lo “sagrado de la sangre” (por lo que representa), se encuentra en su misma Fuente Sagrada (cosa que ya has aceptado) y, por sí mismo, por este único hecho innegable, deberías aceptar que la “vida”, a los ojos de Dios, es sagrada, como sagrada lo es la sangre y todo lo que de Él procede y, lo más preciado de su procedencia es la “vida” –independientemente de quien la disfrute– único don indiscutible mediante el cual damos sentido a la razón de la existencia y presencia en el universo. Esta “vida”, además, recuerda al hombre la vida y la sangre del Unigénito Hijo de Dios, siendo sagrada, como el equivalente perfecto de aquél por cuya causa se perdió lo “sagrado” de la vida del hombre: Adán.

No persisto pues en discutir ese punto, de suyo indiscutible.

Pues de hecho es “de suyo, indiscutible”, como bien dices.

Pero si alguien cree que estoy equivocado, que me lo haga saber
.

Bueno, creo que todos los TJ creemos que estás sinceramente equivocado pero, claro, eso a ti no “te va ni te viene”. Algunos otros (muy pocos) de tus “correligionarios” quizás abriguen alguna duda razonada acerca de si en verdad es “sagrada o santa” la sangre hasta el extremo de no “transfundirla” dentro de nuestro cuerpo, aunque se pretexte el “salvar” la vida de algún desesperado cristiano que le han hecho creer que es la panacea bendita que le conservará la vida por un tiempo de más mientras llegue su hora definitiva de partir.

2 – Yo no he rechazado la información aportada sobre el uso medicinal de la sangre entre los egipcios o la que bebieran los gladiadores en Roma.

Sin embargo, ahora escribes “la boca era “el único medio utilizado”, con referencia al introducir sangre en el cuerpo, sin tomar en cuenta que repetidamente hice notar que en la medicina antigua practicada desde los tiempos de Hipócrates hasta los de Galeno en toda aquella región del Mediterráneo y Cercano Oriente, se recetaban lavativas de sangre para los anémicos vía anal o vaginal. Eso no me lo inventé sino que consta en un gran Diccionario Enciclopédico en 28 tomos del Siglo XIX que tengo en mi Biblioteca, y que el forista Norberto ha tenido en sus manos. Sin embargo, procedes como si nada hubiese dicho.

¿Y qué hay de falso en esto que dije? ¿Acaso no era la “boca” el único conducto conocido (entre el pueblo judío) para “comer” e introducir alimento al cuerpo? Mira Ricardo, lo equivocado de tu apreciación no radica en que no hayamos creído lo que expusiste acerca de otros usos relacionados con la “introducción” de sangre en el cuerpo. El hecho (al parecer innegable) que existieron culturas (alejadas del Dios verdadero) a través de toda la historia profana (alejada del Dios verdadero) en donde se tenía por costumbre “hacer y deshacer” en el tratamiento de diferentes males o enfermedades humanas, no significa que esa “práctica” de recibir sangre en nuestro cuerpo por diferentes “vías” o “conductos”, ya porque eran propiciadas por culturas totalmente alejadas de la verdad del Dios Verdadero, tengan que servirnos como “ejemplos a seguir” ya que la práctica de introducir sangre en nuestro cuerpo, aparte de haber contado con el “permiso” del Todopoderoso, era terapia inofensiva y para nada se estaba invalidando el mandamiento dado a Noé después del Diluvio. Eso es persistir en confundir lo “gordo con lo hinchado”.

Claro, se entiende, ese dato resta fuerza al pretendido argumento que la prohibición de comer sangre equivalía a que se hubiese dicho “no meter sangre en el cuerpo”, ¡así que mejor ignorarlo o hacerlo a un lado!

3 - Yo no expresé ni di a entender que Dios omitiera al dar la Ley usar el término científico “transfundir”, sino que si en su presciencia conocía la práctica universal actual, sencillo le fuera a Él, a Moisés y los israelitas todos la versión de Alfageme refrendada con tu alegato:

-“No meterás sangre en el cuerpo”.

Efectivamente, los verbos “meter” o “introducir” están citados profusamente en nuestras biblias y existen en todos los idiomas, y de haberlos usado se hubiera prevenido el uso indebido de la sangre tal como la Watchtower nos lo achaca.

Juegas con las palabras, las ideas, y las combinaciones para hacer que un argumento carezca de sentido y pretendida erudición filosófica. Todos sabemos que existen formas y maneras de expresarse en el momento, con respecto a algún asunto en particular y que no se emplean más que las palabras que en el instante se comprendan y abarquen lo que se pretende enseñar. Sin embargo, eso que llamas “alegato” fue aceptado aunque fuera a “regañadientes” y lleno de sentido y lógica elemental al aceptar que la acción de “comer” significa lo mismo que “meter” y, aunque no sean vocablos sinónimos, su finalidad es la misma y esa lógica no la negaron ni me la replicaron al extremo de probar que Alfageme y este servidor estábamos equivocados. Ahora bien, que la Biblia no lo diga así en esos términos, es otra cosa que nadie estaba discutiendo ni es lo que se discute aquí y ahora. Eso no es como tú dices “poner palabras como dichas por Dios que nunca dijo”; en esa dirección no iba nuestro alegato. Por ejemplo, como lo dije anteriormente, la Biblia tampoco dice que “satán” es “hijo de Dios”. No, no lo dice, pero aunque no lo dice, no significa entonces que no lo era porque, si no lo era, ¿De quién entonces era hijo? ¿Ves lo absurdo de exigir un texto bíblico para deducir apropiadamente la verdad de la procedencia de este ángel del mal? Lo que se emplea es una sana deducción de lo que estaba envuelto cuando se prohibió “comer” carne juntamente con la sangre.

Observa que en todo caso la acción primaria es “comer carne” y, la secundaria, consecuencia directa de la primera es, “comer sangre”, no dice “beber” sangre como sería lo correcto ya que la “sangre” (líquido, fluido) no se “come”; se “bebe” pero, dentro del contexto cabe la idea de “comer sangre” pero asociada de manera inseparable a la acción de “comer carne” y, obviamente, si algún israelita le hubiera “picado” el mosquito del “llevar la contraria” y en lugar de “comer” la sangre la hubiera “bebido” ¿Aplicaría aquí también la prohibición o no? ¡Por supuesto! ¿Y si le hubiera dado la curiosidad de “introducirla” por algún otro medio a su cuerpo para “obviar” la prohibición ¿Lo hubiera Dios aceptado? ¡Difícilmente! Si Dios hace énfasis en no “comer carne con la sangre” no fue queriendo decir que el pecado estaba en “masticar”, “moler” la ¿sangre? con nuestros dientes dentro de nuestra boca, no, eso no era y sabes muy bien que tenemos razón para concluir de esta manera. Por lo tanto sólo pudiera significar dos cosas:

1. Se puede comer carne. 2.
2. No se debe “ingerir” sangre.

Porque de lo contrario, tendríamos que aceptar entonces que tal prohibición tenía que ver únicamente con “comer” la sangre juntamente con la carne para que, de manera así tan “literal” como pretenden entenderlo ustedes, no habría sido ningún problema que, por otros medios, se hubiera hecho uso indebido de la sangre que no fuera la única que se le dio: derramarla a tierra o bien, utilizarla en el Templo para rociarla en los menesteres especiales indicados en la Ley. Este hecho implica que la práctica (al menos después del Diluvio en donde solamente existían “8 almas” sobrevivientes, no estaba siquiera en su pensamiento por razones obvias, como si ya hubiera sido la costumbre “beber” sangre). La advertencia se da para “evitar”, o, en su defecto, para “abstenerse” de, “ingerir” la sangre de los animales por el único medio conocido de entonces, o sea, “introducirla” al organismo por la boca de manera indiferente juntamente con la carne. El hecho inequívoco e indiscutible radica también en el sentido de la lógica más elemental (sin falacias) que establecen la realidad de los acontecimientos que se analizan. Por ejemplo, ¿Te has preguntado alguna vez el por qué Dios prohibió la “ingesta” de sangre de animales y no de seres humanos? ¿Y por qué tuvo que ser la sangre de simples “animales irracionales” la que representara la “vida” dada por el Creador en vez de la humana? ¿Tendrás tu respuesta a esto? El hecho que Dios no lo haya explicado no limita la acción de meditar y darnos una respuesta que, aunque la Biblia no lo explica explícitamente, no por ello lo que analicemos esté en contra de la enseñanza que nos quiere transmitir y se nos acuse de estar “poniendo” palabras que Dios nunca dijo.

¿Qué puede tener de patético que haga notar que Dios no se decidió por la versión de Alfageme e insistiera con la suya propia del “no comerás”?

Por el contrario, previendo Dios que veinte siglos después del advenimiento del Mesías muchas vidas serían salvadas con las transfusiones de sangre, dejó abierta la puerta para tan benéfica práctica con su “no comerás” desestimando la versión de Alfageme y asociados.

Lo patético, mi estimado amigo, no es tu persona, (que quede bien claro) a la que estimo profundamente sin conocerte siquiera de forma física. Lo patético es la forma en que tú interpretas el alcance que tiene el “no comerás la sangre”. En primer lugar, coliges sin ningún problema (aunque escrituralmente no lo dice la “Torá” de manera explícita) que Dios “previó” lo “valioso” que iba a ser la sangre en los “últimos días” como una revelación “divina” que iluminaría a los “escogidos médicos” de un mundo totalmente en obscuridad, para que pudieran “salvar vidas” introduciendo esa sangre que otrora Él mismo prohibió comerla ignorando lo valiosa que era (siendo la vida misma), con la advertencia de muerte a quien se atreviera a irrespetar su clara orden de abstenerse de ingerirla. ¡Esto es lo patético! En segundo lugar, ese “no comerás” que indicas como la “puerta abierta” provista por el Creador para que “todos” acudiéramos a la “mesa de la esperanza” médica a fin de poder prolongar unos cuantos años más en este “valle de lágrimas”, como si el “Eterno” deparara en tan pequeño detalle, tan insignificante como herético, capaz de “opacar” y desvirtuar el único medio que su Sabiduría proveyó como la verdadera salvación de toda la humanidad; como el único propósito y conducto para en verdad salvar la vida del hombre en cumplimiento directo de su voluntad expresa.

Lo patético es que “supones”, “deduzcas” y “afirmes” que “Dios previó las transfusiones” modernas como “salvavidas” y no “deduces” ni aceptas como posible, la verdadera enseñanza detrás del no “comer carne con su sangre”, y lo que estaba y está envuelto en esa prohibición. Porque de no ser una medida, digamos, “dietética” o de “salud”, la única explicación que encierra la orden Divina para no “hacer” algo que incurre en muerte, es porque Dios estableció el significado sagrado, en este caso particular de la sangre, de lo que representaba: 1. La “vida” como “don” de Dios. 2. La “vida santa” (aquí no lo negarás) del Unigénito del Padre, Jesús (y por favor no me salgas de nuevo con lo de la “grasa” por cuanto este elemento JAMÁS estuvo vinculado, de forma alguna, ni explícita ni implícitamente, a la VIDA o SANTIDAD que representara la Santidad de Jesucristo).

¿Soy yo quién no veo o tú quién definitivamente no quiere ver?

¿Tú qué crees?

4 – Cité Lv 3:16,17 como prueba de que Dios equiparó la grasa con la sangre como perpetua prohibición de comerlas. Nada tiene eso que ver con equipararlas en su representatividad, duplicado absurdo. Allí el mismo verbo “olam” (que no prescribe) comprende tanto a la sangre como a la grasa. Por supuesto, hablamos de la Tora para la casa de Israel.

Si tu intención no era el comparar la “representatividad” de ambas prohibiciones (sangre y grasa) no veo el por qué siempre aludes a las mismas citas con el afán de demostrar lo que, definitivamente, se parecen entre sí, pero la diferencia es tan abismal que más bien es absurda la repetitiva insistencia de hacer de ambas, aquí sí sería, un “duplicado absurdo”. Una cosa era la prohibición a comer la grasa del animal y otra muy distinta era la prohibición de comer su sangre.

El mismo origen de la prohibición de ambas difieren en tiempo y significado. Eso es como comparar un “palacio” con una “pocilga”, es cierto que ambas estructuras tienen “paredes”, pero hasta allí llega la similitud. Además, El verbo “olam” no significa “que no prescribe”; por el contrario,
se deriva del verbo “Alam” aceptado universalmente como “oscuro”, “secreto”. Se incluye en cada ocurrencia del verbo la idea de ocultado o desgano de percibir o de divulgar algo.

Esta idea subyacente es probablemente mejor expresada en español por el término oscuridad. En armonía con este concepto básico ocurre en hebreo el sustantivo “alma” עַלְמָה (derivado de Alam) una mujer o una virgen joven (Génesis 24:43, Exodo 2:8 etc.) para quién la modestia judía impuso la ocultación de sus encantos femeninos. Llevando estos hechos en mente, podemos anticipar fácilmente que cuando el “olam” se aplica al tiempo, un cierto elemento oculto, oscuridad o indeterminación estarán presentes.


La razón de la importancia de la sangre está en su vitalidad intrínseca y su aplicación en la expiación. La sin razón está en todo lo demás con lo que se intente hacerla sobresalir, empeño por demás innecesario.

¡Jamás la razón de la importancia de la sangre estuvo en su “vitalidad” (de su “poder” intrínseco) como única opción a deducir! El término “vitalidad” hay que aclararlo para que no se preste a confusión y en esto tú le confieres honores especiales que, más que aclarar, confunden al lector apresurado de lo que sus oídos “desean oír” para justificar la insensatez para no interpretar correctamente la “Torá” del propósito real del “Eterno”. Según el diccionario, “vitalidad” significa la “actividad o eficacia de las funciones vitales, energía, vigor: la vitalidad de este muchacho es síntoma de salud”.

Y bajo este concepto jamás se puede deducir el motivo fundamental por el cual Dios prohibió la ingestión de sangre al organismo humano. Esto es torcer de manera conspicua la intención de lo que Dios quería transmitir al hombre. Que la “vitalidad” sea parte “intrínseca” de la sangre y aun mejor, de la vida, no significa que la importancia que da Dios a la sangre no llegaba más allá de este concepto; por el contrario, la prohibición a “comer”, “meter”, o “introducir”, sangre al cuerpo revuelta con la carne, nunca obedeció a alguna prescripción dietética, sino de respeto por el significado dado por Dios, al valor de lo que para Él representaba la sangre: la vida como dádiva preciosa y el único “cristal” por el que podemos observar sus claras y diversificadas formas que la protagonizan.


6 – Es muy fácil atribuirle a la Biblia el origen de nuestras ideas, cuando el problema no está en ella sino en nuestra peculiar percepción.

Dialéctica esta que empleas que se entiende a la perfección pero que aplica a todos por igual. Lo que no veo en ella es el derrumbe de un certero argumento sin emplear generalidades cuya única pretensión es la de negar la evidencia disponible en las Escrituras, anteponiendo eso mismo que aquí censuras.

No es necesario que me convenzas de la verdad de aquella metáfora, lo que no va en desmedro de los pajarillos cuya caída a tierra Dios toma en cuenta.

Al parecer continúas insistiendo en tu posición de la “relatividad” de las cosas de la creación y sus “insignificantes” diferencias entre ellas, y por ello sigo “viendo” la “necesidad” de convencerte de algunas cosas que aún las metáforas nos enseñan como realidades, no como simples ejemplos alegóricos alejados de los hechos establecidos. Esa “metáfora” del Señor Jesús, de por sí clara como el cristal, denota, no el “desmedro de los pajarillos” como dices, que al parecer es lo único que alcanzas a comprender, sino más bien el valor que tiene el hombre con respecto a la creación entera, no importando, para nada, que dichos pajarillos provengan de la misma fuente “Sagrada”. Persistes en no “ver” los diferentes valores entre la diversificada creación de Dios; valores estos que hasta el mismo Jesucristo, a pesar de emplear una “metáfora”, le dio el debido lugar al hombre dentro del propósito de Dios y, esta clara enseñanza bíblica, no va en “desmedro” de las otras criaturas bajo nuestra tutela y responsabilidad.

Los humanos dentro de nuestra limitación todo lo pesamos, medimos y valoramos según nuestro propio sentido de justicia y valoración. Pero lo que en Dios es perfecto, en nosotros es relativo, pues obedece a nuestra propia conveniencia e interés (Pr 20:14).

¡Claro! Estoy de acuerdo contigo. Nadie está diciendo lo contrario. Pero mi estimado amigo, dicho consejo no me aplica ya que no estoy “interpretando” ni “inventando”, textos sagrados. Fueron palabras del Gran Maestro e Hijo de Dios, no palabras rebuscadas de la WT ni de este servidor. De manera que lo que dice Dios, como bien resaltas, debe ser suficiente para acatar su mandamiento y esto de nuestro debido lugar en la Tierra lo definió muy bien y no hay motivos como para ni siquiera discutirlo.

Diferencia e igualdad son conceptos que aplican a todo lo conocido, por lo que yo jamás lo negaría. Pero cuando se nos dice que algo es idéntico o que es distinto, debo usar de discernimiento para comprobar si es efectivamente así.

Y al parecer ese “discernimiento” como que no lo empleas muy bien ¿No te parece?

Se me muestra que una estrella es mayor que otra en gloria (brillo, resplandor), y eso es verdad, al momento, ante mis propios ojos. Sin embargo, la de mayor fulgor puede ser inexistente, pues no es a ella a la que veo -pues hace mucho dejó de ser-, sino su luz que todavía viene viajando desde lo profundo del Universo.

No fue solamente en ese sentido “metafórico o representativo” con que el apóstol quiso expresarnos dichas diferencias entre las estrellas (a manera de ejemplo, claro). Pablo lo que estaba explicando no eran simples “metáforas” desligadas de la realidad de los hechos; por el contrario, estaba planteando esas diferencias, no solamente físicas, sino estableciendo el “valor” que representaban; su debido lugar, dentro de la compleja creación del Todopoderoso.

Esas diferencias no eran simples “percepciones” humanas como si no existieran realmente. ¿O me vas a decir que el Sol es igual que la Luna en lo que a sus estructuras moleculares se refiere, aparte de su tamaño y funciones? ¡Por supuesto que no, replicarás! ¿Entonces por qué discutes lo que no tiene discusión alguna? ¿Es la perspectiva de nuestra visión lo que desvirtúa la realidad de los hechos? El que una estrella haya desaparecido hace miles de años y hasta ahora observamos su “luz en la expansión aunque ya no exista es una cosa y otra, muy diferente, es el hecho innegable e indiscutible que todos los astros sean “iguales” en densidad, poder, tamaño y masa atómica. ¡Sigues confundiendo las dimensiones de los objetos! Así que no es solamente como dices “una verdad”, al momento, ante tus propios ojos. Pudiera ser así como dices, pero no descarta el hecho innegable, científicamente comprobado y en la mayoría de los casos, que sí existen diferencias estructurales que nada tienen que ver con la “relatividad” con que las veamos desde la Tierra.


Así también, no es lógico que atribuya a la sangre y a la vida una santidad y sacralidad distintivas, cuando tales cualidades las otorgamos por simple deducción, con criterio general, y no particular o especial, cuando la Escritura confiere expresamente aquellas a muchas cosas, y no a estas dos.

Una vez más dime, mi estimado Ricardo, ¿A cuál otro elemento se le da tanta prominencia en la Biblia que represente la “santidad” en todos los sentidos como se le asignó a la sangre? ¿A eso llamas simple deducción? ¿A cuáles “muchas cosas” confiere la Escritura tan notable distinción, sino a la sangre de manera tan exclusiva y sobresaliente?

7 – Cuando escribí acerca de Dios discriminando, usaba la expresión en su sentido general de distinguir unas cosas de otras, y no como se hace en Derecho referente al trato de inferioridad. ¿Por qué te fuiste tan lejos?

Es que empleaste un apelativo que denota eso mismo: discriminar y, hasta donde yo entiendo, discriminar significa dar un trato de inferioridad a una persona o a una colectividad. No creo que haya “ido muy lejos”, no al menos tratándose del vocablo despectivo con que a veces nos referimos a otros en señal de desprecio injusto. Y, con respecto a Dios, lo empleaste de manera similar cuando dijiste claramente que si Dios “discriminara” tendría todo el derecho para hacerlo, ante lo que te objeté que Jehová nunca discrimina (aunque tenga el derecho o el poder para hacerlo) porque, a pesar de ser Dios, hay cosas en las cuales “es imposible que Dios cometa injusticias”. Tú insinuaste la posibilidad, que ni siquiera en broma debemos pensarla, por el simple hecho de ser Dios, aunque no tenga “limitaciones” para hacer algo contrario a lo que le caracteriza, no puede discriminar.

8 – “Coces contra los aguijones” no es algo contra lo que me sigo golpeando sino que tú continúas repitiendo en ese reducido repertorio que tienen de dichos que reiteran sin ton ni son, como “efectos especiales”. No era necesario que disertaras sobre 1Co 12:14-26 sino simplemente mostrar lo mal que estuve en haber contrapuesto ese pasaje al de 15:41. Claro, no pretendía con aquel desvirtuar este, sino poner las cosas en su lugar.

Si te parece que tengo un “reducido repertorio” no es porque carezco de mayores argumentos para extenderme en un tema tan espinoso como confuso para ustedes como el que aquí nos ocupa. Si esos “efectos especiales” a los que irónicamente aludes me competen, pues serán eso para ti; para mí y para la enseñanza que transmite la Biblia, son efectos “trascendentales” que pregonan la justicia Divina en contraposición con las desgastadas querellas e insolencias del hombre queriendo indicarle a Dios qué está bien y qué está mal. Esto lo dejó muy claro el Señor Jesús durante su ministerio cuando expresó: “Todo lo que ante los hombres es encumbrado, cosa detestable es a la vista de Dios”.

9 – En mi país el verbo “valorar” significa fijar el precio de algo o reconocerle su valor. Si en el tuyo el no valorar implica la falta de respeto y desobediencia, no es mi culpa.

¿Y cómo crees tú que se logra el reconocimiento a algo que le han dado un valor y un precio? ¿No es mediante la acción de mostrar el debido respeto a quien definió dicho valor o reconocimiento? El “valor” en sí no significa “respeto”, pero se le da su lugar “respetando” su valor. Si yo tengo un auto al que le doy un valor y vienes tú y me lo quitas porque no le ves nada de valor, será tu punto de vista pero, definitivamente, ¡Equivocado! Por lo tanto, el “fijar el precio de algo” es para que se respete ese derecho, no hay vuelta de hoja ni creo que es tema siquiera de discusión, no al menos para mí. Por lo tanto, si Dios le puso “precio” (como dices) y “valor” a la sangre, ahora dime tú ¿Por qué intentas por todos los medios de disminuir al mínimo ese “VALOR” que el Todopoderoso le otorgó a la sangre?

10 –Lo científico es ver la desigualdad en dos gotas de agua. Lo natural, es ver como iguales tantísimas cosas que no lo son. Nuestra percepción es subjetiva; no necesariamente y siempre, científica.

Las cosas son como deben ser, no como a nosotros nos parezca, deberían ser, independientemente si atinamos o no en nuestro entendimiento acerca de lo que observamos en nuestro entorno. Nada en el mundo que conocemos es igual por más parecido que tenga. Todo tiene su lugar y su valor, dentro del propósito de Jehová. ¡Y por supuesto no hay dos gotas de agua que sean idénticas!

11 – He dicho que en la sangre está la vida (porque Dios así lo dijo), lo que no es el alma de la persona con su mente, emociones y volición.

Creo que persistes en no atender el sentido de la lógica más elemental. Cuando Dios prohibió la ingesta de sangre al cuerpo por representar la vida, le estaba dando una connotación especial a la sangre como si fuera la vida misma. No estaba indicando que esta vida tenía algo que ver con “conciencia, emoción y voluntad”, como si se tratase de una persona racional. De nuevo Ricardo, una cosa es el estar “gordo” y otra cosa es estar “hinchado”. Son similares pero diferentes así como las causas que lo producen. La vida en sí tiene varios “niveles” en la Creación de Dios. Así como no toda “estrella” es igual a otra “estrella” en gloria, así mismo no toda la vida, por ejemplo, “vegetal” o “animal”, tiene la misma connotación y el mismo valor que la vida, por ejemplo “humana”. De allí que se permita matar animales pero se prohíba matar a humanos; de allí que no se diga que los “animales irracionales” fueron creados a “imagen y semejanza de Dios”, no así con nosotros los humanos que sí fuimos creados a Su imagen. Esa es la diferencia que al parecer no comprendes a la perfección.

12 – Siempre están asustando con el “cuco” de una transfusión mal hecha o con sangre contaminada. Con todos los casos que conozco de personas transfundidas y salvadas (mi propia esposa) no conozco un solo caso de que alguien muriera a resultas de una transfusión. Antiguamente pudo haberse dado, actualmente sería muy difícil. Lo más probable es la muerte del que se niega a ser transfundido, como el año pasado trascendió el caso de una joven mujer TJ en la Argentina.

Ricardo, te pregunto ¿Has visto alguna vez algún niño de tu localidad, o vecino que haya muerto de inanición? Si la respuesta es ¡No! ¿Significa que debes hacer caso omiso o ignorar las estadísticas que arroja la “tabla” mundial de las más de 5000 vidas de niños que mueren diariamente en el mundo por causa de la inanición? Creo que te niegas a las evidencias que están a un “clic” en la internet. Si realmente deseas indagar sobre el particular, investiga, lee e instrúyete mejor sobre lo que se “tapa” y no se da a “conocer” al mundo.

13 – Me dices:

“¿Vuelves a tus andadas Ricardo? ¿Acaso no habías aceptado que el “comerla” equivale a “meterla” al cuerpo?”

No que equivalga, sino que todo lo que se come penetra al cuerpo. Pero nunca al revés. Nuestro Presidente vive desde hace cuarenta años con varias balas alojadas en su cuerpo. Le dispararon y lo penetraron, pero él no come plomo.

Aquí como que vuelves a tropezar con tus mismas palabras y te esmeras mucho en “hilar muy delgado” cuando en realidad, ni siquiera podemos “hilar” lo que estamos hablando. Si dices que el “comer” no es “meter” comida al cuerpo y luego explicas que en lugar de verbo “meter” debe ser el verbo “penetrar” es como decir que “subir” no debe ser empleado, sino que debe ser “trepar” o “escalar”. Creo que lo que estás haciendo es desplegando un recalcitrante “espíritu” de llevar la contraria con tal de no aceptar ni siquiera lo obvio de un razonamiento que nada tiene que ver con religión. ¡Y eso que es a nosotros a quienes nos han hecho un “lavado de cerebro!” Y lo que dices de que “nunca es al revés” (entiendo que lo que quisiste decir es que lo que se “introduce” al cuerpo por otro medio no puede ser a la vez “comido”) ¿Es así? ¡Por supuesto que estoy de acuerdo contigo! Pero nada tiene que ver una cosa con la otra. Un ejemplo: Todo “corcel” es un caballo, pero no todo “caballo” es un corcel, pero no quita el hecho, indiscutible, que “ambos” son caballos. Es decir, lo que se “come” y entra al cuerpo es “meter” alimento al cuerpo, lo que se trasfunde por vía intravenosa no es “comer” pero sí “meter” o “introducir” al cuerpo algo que también se puede “beber”. ¿Comprendes?

14 – Mantener que el “no comerás sangre” incluye por deducción, afinidad o asociación de ideas la prohibición de las transfusiones intravenosas, es un barbarismo semejante a decir que dentro de la Ley de la circuncisión de todo varón estaba implícita la ablación genital femenina. No sería esto más insólito que aquello. Siempre se podría argüir de modo de convencer a los dispuestos a creerlo todo.

Aquí te basas en la “letra” de la Ley y no ves el trasfondo de lo que encierra esa “letra” de la Ley del “Eterno”. No puedes “ver” que el principio está establecido. Y dicho principio eterno es “abstenerse” de hacer algo que está prohibido. En cuanto al ejemplo que empleas es totalmente inaceptable desde cualquier punto de vista. Una cosa era la mujer y otra totalmente opuesta era el hombre. La ley de la circuncisión aplicaba única y explícitamente al hombre, nunca a la mujer pero ni por deducción escritural. Por el contrario, la “ley” sobre la prohibición de la ingesta de sangre estaba prohibida a la humanidad entera (mujeres y hombres por igual) aunque, en representación de esta, se indicaba únicamente al “varón” como representante y “cabeza” de su raza. El hecho que no se indique, específicamente, advertencia a la mujer para no comer sangre, la abarcaba como regla general dada al que estaba por encima (como autoridad) de ella.

15 – Yo llamo a Dios con el nombre que en una sola palabra castellana dice lo que tetragrama hebreo significa (El Eterno). Tú reproduces el invento del monje dominico español Raimundo Martini, que ni en la grafía ni en la pronunciación se aproxima siquiera a la realidad.

Te vuelves a equivocar mi estimado forista. El Tetragrámaton (YHWH) NO SIGNIFICA “EL ETERNO”. Eso será en tu vocabulario. En realidad de lo único que hay certeza es que representa el NOMBRE, pero no significa EL NOMBRE, así como si tú te llamas RICARDO pero siempre te lo escriben RCRD (las consonantes de tu nombre) alguien del futuro dijera que ese era tu nombre. En realidad, ni Jehová, ni Yawhwe, ni Yavé, ni Yewa, corresponden en un 100% a la pronunciación correcta del nombre de Dios, pero menos “El Eterno”. Además, dices bien cuando afirmas que tú llamas a Dios como te parece en tu idioma llamarle, y te ha gustado “El ETERNO”; pero EL ETERNO tampoco es el nombre y eso lo sabes, es uno de los tantos “títulos” con que lo llamamos, así como “Padre”, “Todopoderoso”, “Santo Espíritu”, “Señor” y “Dios”, etc.

Y si yo “reproduzco” el invento de un “monje dominico” (Jehová), ¡Ni qué decir de ustedes que reproducen no un “nombre”, sino toda una “legión” de conceptos, doctrinas y tradiciones heréticas de toda una organización mundial en cuyo seno se halla la sangre de millones de vidas y el desprestigio más grande que se ha hecho del Reino de Dios!

Reafirmas que ni en su “grafía”, ni en “pronunciación” se aproxima siquiera a la realidad, (aunque eso no está probado tampoco) mucho menos se aproxima “EL ETERNO” que, aparte de no ser NOMBRE, sino TÍTULO, no califica como “candidato” a la lista de alternativas del NOMBRE DIVINO cuando no merece siquiera la connotación de “nombre”. En otro orden de cosas, y ya que estás “hilando tan delgado” la seda que tejes, hablemos del nombre “JESÚS”, así, con “J”, cuando a ciencia cierta tampoco se acerca a la pronunciación correcta del NOMBRE del Hijo de Dios. Sin embargo, de esto nada dicen y nada discuten. YEHOSHUA empieza con “Y”, no con “J” y “Jesús” viene del griego “Iesus” y así es pronunciado, de manera diferente, en cada lengua y en cada idioma y su pronunciación es tan variable que difícilmente podríamos llegar a la forma exacta, ni siquiera la pronunciación moderna del nombre Jesús. ¡A ninguno de los dos personajes más importantes del universo se les puede llamar por sus nombres de manera exacta! ¡Increíble! ¿Es importante? ¡Depende! Eso sería para otro tema que Davidven propuso pero no he vuelto a saber nada sobre el particular.

16 – Conozco unas cuantas infracciones de la Ley que se castigaban con la pena de muerte. Sin embargo, no recuerdo una sola que prohibiera salvar la vida de quien por enfermedad o herida estuviese perdiéndola.

Bueno, aquí podrías bien reflexionar con este ejemplo. ¿Cómo hubiese actuado Jehová Dios si se hubiera presentado la singularidad de que algún israelita hubiera requerido “comer sangre” por alguna prescripción de algún “médico” o “curandero” judío o bien, de algún “mago” cananeo que le hubiera recomendado “tomar un poco de sangre” a causa de su enfermedad a pesar de la prohibición de no hacerlo? Para mí no hay ningún problema en responder a ello. Lo que planteas es realmente inconcebible como ejemplo. Ninguna ley de Dios podría jamás haberse pronunciado contra prohibir salvar una vida humana en caso de enfermedad o accidente. Pero si para salvar esa vida se tuviera que violentar alguna “ley” específica, creo que la respuesta hubiera sido obvia, al menos para un judío fiel, no para uno que no lo fuera.

A este propósito, suenan bastante sugestivas las mismas palabras del Señor Jesucristo cuando leemos en Mr 3:4:

“Y les preguntó: -- ¿Es lícito en los sábados hacer bien, o hacer mal; salvar la vida, o quitarla?”

Complementa todavía mejor Mt 12:11,12:

“Él les dijo: -- ¿Qué hombre entre vosotros, si tiene una oveja y esta se le cae en un hoyo, en sábado, no le echa mano y la saca?
Pero, ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Por consiguiente, está permitido hacer el bien en sábado”.

A veces podría no resultar fácil sino bastante trabajoso, pero con todo: ¿acaso se quebrantaba el sábado por salvar la vida de la oveja?

Aquí empleas argumentos que nada tienen que ver con el tema de marras. El “salvar” o no una vida no tenía ninguna relación con que para “salvarla” se tenía que lograr aún violentando alguna otra ley. El marco de circunstancias al que el Señor se refirió no tenía nada que ver con la sangre, si es a eso a lo que quieres llegar. El se refería a otra clase de salvamento; salvar de manera limpia, cristalina, normal, no insinuando que se podía, incluso, aceptar sangre si las circunstancias lo ameritaban. Además, estás manipulando las palabras del Señor como si de algún modo se estuviera refiriendo a, incluso, “comer sangre” si la vida de esa persona estuviera en peligro, cosa que no tiene ni siquiera sentido indicarlo.

En tal caso, el Sanedrín no juzgaba, condenaba ni lapidaba al que trabajó en sábado para salvar su oveja.

Si no lo estimó conveniente obedecía a dos factores cruciales. 1. Que estaban tan “herrumbrados” espiritualmente que no llegaban a atinar en sus decisiones (tal y como Jesús se los gritó en su cara) o 2. Nunca interpretaron que no “hacer ningún trabajo en sábado” abarcaba a no salvar ni siquiera una vida en peligro.

No salvar la vida que se puede salvar ¿no es una forma de quitarla?
La omisión de asistencia es castigada por nuestras humanas leyes.

¡Sí, siempre y cuando esté de por medio un total desinterés en no brindarle todas las alternativas que pudieran salvarle su vida! Pero se tiene el derecho moral y legal de aceptar el tratamiento que se estime conveniente que le permita ejercer el derecho de decidir qué tipo de terapia está dispuesto a aceptar y esto no es ni suicidio, ni homicidio. Si así ya se hubiera establecido no existirían los TJ “molestando” a la comunidad mundial con su predicación. ¡Todos estaríamos presos!

Siempre debe demostrarse que lo que medió fue realmente una “omisión” criminal de no querer ningún tipo de terapia que le permitiera salvar su vida o la de su prójimo. En el caso de los TJ, se ha reformado en muchísimos países la constitución de los gobiernos cuando se han sentado precedentes históricos de respeto a la libertad de conciencia para decidir qué terapia alternativa se está dispuesto a aceptar, por el derecho a la “libertad de conciencia” y el derecho a decidir, por nosotros mismos, qué alternativas viables que no atentan contra los principios religiosos y no comprometan seriamente, en algunos casos (no pocos) nuestra salud física. En otras palabras, el “remedio” podría salirnos más caro que la propia “enfermedad”.

¿Dejará el Dador de la vida sin castigo a quien pudiendo dar un poco de la suya para salvar otra, se abstiene de hacerlo pretextando que Él mismo lo tiene prohibido?

Sigues confundiendo la gordura con la hinchazón. El Dador de la Vida jamás venía con buenos ojos que nos retraigamos de dar nuestra vida (TODA ELLA, no solo un POQUITO) para salvar a nuestro prójimo o nuestro amigo o nuestro hermano. ¿Dónde siquiera lo indica la Escritura? Lo de “un poco de nuestra vida” no es bíblico ni está en la Biblia ni explícita ni implícitamente. Lo que sí está CLARITO es el estar dispuesto a dar TODA NUESTRA VIDA en SACRIFICIO si se diera la oportunidad de ofrecerla por la vida de nuestro hermano. ¡Esa es la enseñanza verdadera! No la que ustedes nos quieren transmitir de dar “un poquito de vida (es decir, la sangre) para “salvar” (como si fuera así de verdadero) la vida en peligro de nuestro hermano. ¿Y me podrías indicar tú en que parte de la Biblia siquiera se sugiere la idea de que la sangre se administrara para salvar vidas? ¿Acaso no fue Dios mismo quien decidió “quitar la vida” a todo aquel que no respetaba la prohibición para que no comiera “algo” que Él mismo determinó que significaba la “VIDA”? ¿Por qué entonces prohibió comer algo que era VIDA castigándolo con la MUERTE? ¿No es esto contradictorio acaso? ¿No te dice nada?

17 – Al dilema final de qué es lo que realmente prevalece, si el retraerse a no dar ni recibir vida en conformidad a una abstención deducida e inferida de una Ley o el hacerlo convencido de que lejos de transgredir se agrada a Dios con ello, has puesto los dos versículos de 1Sa 15:22,23.

A ello yo contrapongo la Biblia entera desde Gn 1:1 a Ap 22:21, pero para no citarla aquí toda, la voluntad de Dios está claramente expuesta en las mismas palabras del Señor Jesucristo en Jn 15:13:

“Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos”

No hay ningún dilema en lo que hemos presentado los TJ. ¡Tú lo haces dilema! Y tampoco se ha citado únicamente el texto de 1 Samuel sino, en términos generales, todos los textos que sobre el particular hablan de forma directa y son textos que transmiten el mismo sentido en toda la Biblia, no como pretendes presentarlo. Error tras error cometes en tus apreciaciones superficiales que haces de una clara ley que traspasa fronteras y se introduce en el futuro llegando hasta nuestros días como un recordatorio, todavía vivo, de abstenernos de ciertas prácticas que pueden perjudicar nuestra espiritualidad y poner en peligro nuestra relación con Dios.

Ese constante y repetitivo estribillo que empleas de “dar y recibir vida” (como el caso específico de la sangre que la representa y según tus propias lucubraciones mentales) obedece al capricho y tendencias personales de quienes ni siquiera establecen el debido respeto por el reconocimiento del NOMBRE de Dios, alegando total incompatibilidad con la “pronunciación exacta” del vocablo que el tiempo y la superstición dejaron rezagado como testimonio mudo de un pasado revelador. Si tú ni siquiera sientes esa necesidad de buscar y llamar a Dios por el Nombre que se acostumbra en nuestro idioma, no habrá respeto por nada ni por nadie. De allí que ustedes todo lo justifican; todo lo celebran, todo lo enaltecen, todo lo que el “mundo” les ofrece, lo aceptan y, encima, lo aplauden. Todo lo que les sirven en “bandeja de plata” lo toleran.


Nunca Dios aceptó ninguna sangre como redentora del mal proveniente de algún ser humano sobre la Tierra. Nunca permitió siquiera “comerla” porque el hacerlo se arrostraba la muerte inmediata. La única sangre que toleró fue la de su Santo Siervo Jesús. La verdadera sangre “salva” vidas, ¡Claro que sí! Pero no es la que circula por nuestras venas. Fue la sangre que se derramó a tierra por su Hijo; no fue “transfundida” a nuestro cuerpo como sinónimo de vida. ¡Esa es la sangre de nuestro Señor Jesús! ¡Ninguna otra sangre es salvadora de nada! ¡Todo equivale a una caricatura monstruosa de la realidad llevada hasta el límite del engaño solapado que el “inicuo” ha tratado de presentarlo como el “milagro” de la era moderna del homo sapiens y que cuenta, para conformidad de muchos, con la “bendición” de Dios como “premio” de más para la “pobre humanidad sin ningún tipo de respeto hacia lo verdaderamente espiritual” para que prolongue aún más la iniquidad de su comportamiento oponiéndose, en todo sentido, a la Voluntad de Aquél por cuya causa, toda la creación entera “debe su nombre”.

Y lo del texto que citas de Juan 15:13, diríase trillado y ambiguo, dirigiéndolo única y exclusivamente en una sola dirección, y siempre dentro del estrecho sendero de una mente carente de mayores recursos interpretativos, dice otra cosa totalmente distinta de lo que se enseña en todas las Escrituras, como lo recalcas de manera tan elocuente.

Fue extenso pero necesario y espero que lleguemos pronto a seguro puerto.

Con todo mi respeto y consideración de siempre.
 
Re: Apreciado Alfageme

Re: Apreciado Alfageme

Las reconocidas citas bíblicas que pegas no dan al traste con la escueta verdad asentada por Aries: la vida está por encima de la sangre que la representa.

Dios prohibió el comerla; no el retenerla en las propias venas si en las de mi prójimo preservan su vida.

Nunca es más santa la sangre ni sagrada la vida que cuando se da y se recibe para preservarla.


¿Pero cuál verdad asentada por Aries? ¿Qué la vida está por encima de la sangre que la representa?

A ver, analicemos esta barbaridad de ambos (de Aries por ser el autor intelectual de la frase y tú por ser cómplice de tal barbaridad).

Pregunto: Si tú eres enviado como “representante” del Rey a una tierra lejana en donde se respeta mucho a este “Rey” y llegas con las debidas credenciales y, en vez de aceptarte como si fuera “el mismo Rey”, te arrestan, te golpean y al final te asesinan porque estimaron que el “Rey” está por encima del enviado que lo representa” y por lo tanto, no tenían que tener ninguna consideración ni respeto por lo que representaba, ¿No estarían defraudando al Rey al no mostrar respeto por quien él mismo envió como su representante? Si el “símbolo” representa a la “Patria”; el pisotear el “símbolo” es como si se pisoteara la Patria ¡Es lo mismo por más brincos que peguen! ¿Si algo representa simbólicamente lo que yo considero sagrado, al pisotear eso que designé como representativo de lo sagrado, quiere decir que no estoy despreciando lo que realmente representa?

¿Y dónde dice la Biblia (capítulo y versículo) en donde se insinúe siquiera, que la sangre “nunca es más santa ni sagrada que cuando se da por transfusión para preservar la vida? En cambio, sí les puedo indicar capítulos y versículos en donde se prohibía bajo pena de MUERTE, a todo aquél que siquiera la “comiera juntamente con la carne”. ¡Eso sí! ¡Nunca se utilizó la sangre para preservar la vida animal ni humana en ninguna parte! Se utilizó únicamente como símbolo del respeto hacia la VIDA cuya fuente es DIOS.

Pero yo sí les puedo citar capítulo y versículo de cuando dice que hay que SACRIFICAR NUESTRA VIDA, si el caso lo amerita, POR PRESERVAR LA VIDA DE NUESTRO HERMANO, dándole nuestra vida entera, nuestra existencia, tal y como lo hizo el Señor Jesús a favor de la humanidad. No dándole “un poco” de nuestra vida (interpretando vida aquí como sinónimo de sangre) introduciéndole ALGO QUE “EL ETERNO” sentenciaba con la muerte a todo aquel que infringía su mandato.}

Insisto ¿Dónde dice la Biblia que la sangre animal o humana se utilizaba para preservar la vida?

La Biblia sí dice qué sangre SALVA vidas; la sangre de Jesús, nada más, y esta sangre ya fue “transfundida” (por así decirlo en sus propios términos) a la humanidad. Fue “donada” pero para salvar, la vida entera, la espiritual y la física si fuera el caso, pero eternamente, sin necesidad de recurrir a caricaturas monstruosas de la más baja tergiversación satánica con tal de infringir la Voluntad del “Eterno” de no introducir, bajo ningún pretexto, sangre en nuestro organismo.

Atentos saludos.
 
Re: Apreciado Alfageme

Re: Apreciado Alfageme

pido disculpas a todos habia dicho que no seguia en este apigrafe pero no puedo quedarme callado cuando veo las barabaridades que escriben algunos
y
¿Pero cuál verdad asentada por Aries? ¿Qué la vida está por encima de la sangre que la representa?

A ver, analicemos esta barbaridad de ambos (de Aries por ser el autor intelectual de la frase y tú por ser cómplice de tal barbaridad).

Pregunto: Si tú eres enviado como “representante” del Rey a una tierra lejana en donde se respeta mucho a este “Rey” y llegas con las debidas credenciales y, en vez de aceptarte como si fuera “el mismo Rey”, te arrestan, te golpean y al final te asesinan porque estimaron que el “Rey” está por encima del enviado que lo representa” y por lo tanto, no tenían que tener ninguna consideración ni respeto por lo que representaba, ¿No estarían defraudando al Rey al no mostrar respeto por quien él mismo envió como su representante? Si el “símbolo” representa a la “Patria”; el pisotear el “símbolo” es como si se pisoteara la Patria ¡Es lo mismo por más brincos que peguen! ¿Si algo representa simbólicamente lo que yo considero sagrado, al pisotear eso que designé como representativo de lo sagrado, quiere decir que no estoy despreciando lo que realmente representa?
Tu razonamiento no aplica nadie a dicho que no hay que repetar la sangre y en tu ejemplo el rey seria la vida y el mensajero la sangre siguiendo con tu mismo ejemplo:
tu recibirias al mensajero con honores , pero cuando llega al rey a ese lo golpeas y mata
s

¿Y dónde dice la Biblia (capítulo y versículo) en donde se insinúe siquiera, que la sangre “nunca es más santa ni sagrada que cuando se da por transfusión para preservar la vida?
nadie a dicho que la biblia dice eso

En cambio, sí les puedo indicar capítulos y versículos en donde se prohibía bajo pena de MUERTE, a todo aquél que siquiera la “comiera juntamente con la carne”. ¡Eso sí! ¡Nunca se utilizó la sangre para preservar la vida animal ni humana en ninguna parte! Se utilizó únicamente como símbolo del respeto hacia la VIDA cuya fuente es DIOS.

Claramente dice "comer" , es respetar la vida dejar morir a alguien o dejarse morir? eso muestra respeto al dador de vida?


Pero yo sí les puedo citar capítulo y versículo de cuando dice que hay que SACRIFICAR NUESTRA VIDA, si el caso lo amerita, POR PRESERVAR LA VIDA DE NUESTRO HERMANO, dándole nuestra vida entera, nuestra existencia, tal y como lo hizo el Señor Jesús a favor de la humanidad. No dándole “un poco” de nuestra vida (interpretando vida aquí como sinónimo de sangre) introduciéndole ALGO QUE “EL ETERNO” sentenciaba con la muerte a todo aquel que infringía su mandato.}

usa la cordura te estas contradiciendo tu mismo ,el texto lo dice y te lo traigo(Juan 15, 12-14)muestras amor a Dios dejando te morir?muestras amor al projimo dejando que muera?

Insisto ¿Dónde dice la Biblia que la sangre animal o humana se utilizaba para preservar la vida?
nadie dice que la biblia lo diga ,el mandato de dios le recordaba al humano que la vida es un don precioso un regalo , pero eso ya se te olvido

La Biblia sí dice qué sangre SALVA vidas; la sangre de Jesús, nada más, y esta sangre ya fue “transfundida” (por así decirlo en sus propios términos) a la humanidad. Fue “donada” pero para salvar, la vida entera, la espiritual y la física si fuera el caso, pero eternamente, sin necesidad de recurrir a caricaturas monstruosas de la más baja tergiversación satánica con tal de infringir la Voluntad del “Eterno” de no introducir, bajo ningún pretexto, sangre en nuestro organismo.

DE QUIEN ES LA CARICATURA MOUSTRUOSA? DE QUIENES RESPETAMOS LA VIDA , EL AMOR AL PROJIMO Y POR ENCIMA EL AMOR A DIOS O DE QUIENES EN SU AFAN DE TENER UNA MARCA DISTINTIVA DESPRECIAN EL DON MAYOR QUE NO HA DADO DIOS


EN LA PARABOLA DEL BUEN SAMARITANO MELVITON SI EL HUBIERA NECESITADO UNA TRANSFUSION DE SANGRE CUAL HUBIERAS SIDO TU Lucas (10,25-37)

Atentos saludos.
IGUAL
L
 
Re: Apreciado Alfageme

Re: Apreciado Alfageme

Melviton;1549429 [B dijo:
La Biblia sí dice qué sangre SALVA vidas; la sangre de Jesús, nada más, y esta sangre ya fue “transfundida” (por así decirlo en sus propios términos) a la humanidad. Fue “donada” pero para salvar, la vida entera, la espiritual y la física si fuera el caso, pero eternamente, sin necesidad de recurrir a caricaturas monstruosas de la más baja tergiversación satánica con tal de infringir la Voluntad del “Eterno” de no introducir, bajo ningún pretexto, sangre en nuestro organismo.

Atentos saludos.
[/B]


Por eso mismo melviton, Jesucristo se dió en sacrificio para salvación nuestra y todas esas prohibiciones, ritos de sacrificio, y otro sinnumero más de cosas quedaron abolidas por ese sacrificio hecho por Jesucristo.

Ven acá y sé sincero, ¿ estoy condenado a perdición si me dejo trasfundir conociendo yá la postura de los TJ en cuanto a la cuestión esta de la sangre ?
 
Apreciado Melviton

Apreciado Melviton

Gran contento me das con tu retorno.

Hoy estoy pasando con un hermano mio en una ciudad balnearia, por lo que el viernes si Dios quiere vuelvo al Foro.

Un caluroso abrazo.
 
Re: Apreciado Alfageme

Re: Apreciado Alfageme

Entonces..cuando comes carne ¿no estás metiendo carne en el cuerpo?,cuando bebes alcohol,¿no estás metiendo alchol en el cuerpo?.¿O el caso de la sangre ahora resulta que es diferente?,cuando metemos sangre por la boca ¿no la estamos metiendo en el cuerpo?.
La verdad que tanta ceguera en cuanto esta cuestión sospecho aque es debido.

"Porque el alma de toda clase de carne es su sangre en virtud del alma en ella.En consecuencia dije yo a los hijos de Israel:No deben comer la sangre de ninguna clase de carne,porque el alma de toda clase de carne es su sangre".Levitico 17:14.
"Cualquiera que la coma será cortado" Levitico 17:14.
"Absténganse de...la sangre" Hechos 15:19,20.

No, estoy comiendo carne. Veamos:<o:p></o:p>
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Comer: Masticar y desmenuzar el alimento en laboca y pasarlo al estómago, Tomar alimento.
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Meter: Encerrar,introducir o incluir algo dentro de otra cosa o en alguna parte
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No son sinónimos, tu estás recurriendo a una falacia de falso principio, para establecer analogía, entre comer y transfundir.
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Cuandome sale sangre de un dedo, me lo meto en la boca, pero no la sangre, esa la chupo.
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Eso es verdad, tanta ceguera, para seguir el dogma de un hombre.
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Insisto: La prohibición se planteó como parte de la Torah, pero ha sido llevada al NT, como una recomendación y NO COMO UN NUEVO MANDAMIENTO.
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La pregunta es obvia ¿Porque? La respuesta es invariablemente, por la prohibición de
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Hechos 15:19 Por lo cual yo juzgo que no se inquiete a los gentiles que se convierten a Dios,
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20 sino que se les escribaque se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de ahogado y de sangre.
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No leo que diga en ninguna parte, comer o beber sangre, dice que se aparten, luego en
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Hechos 15:28 Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, ya nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias:
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29 que os abstengáis de lo sacrificado a ídolos, de sangre, de ahogado y defornicación; de las cuales cosas si osguardareis, bien haréis. Pasadlo bien.
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Bueno si lo leo literalmente y debo apartarme y/o abstenerme de sangre, pero ¿De cual sangre? ¿Es un mandamiento nuevo? La verdad es que si lo tomo literalmente como tu, de toda sangre, tendría que abrirme las venas para abstenerme de TODA SANGRE. Los apóstoles no dieron NINGÚN MANDAMIENTO NUEVO, el concilio fue para ver que parte de la Torah se respetaba, del pacto divino y ese parte primero en su pacto con Noé:
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Génesis 9:3 Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo.
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4 Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis.
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5 Porque ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas; de mano de todo animal la demandaré, y de mano del hombre; de mano del varón su hermano demandaré la vida del hombre.
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6 El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre.
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7 Mas vosotros fructificad y multiplicaos; procread abundantemente en la tierra, y multiplicaos en ella.
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Pero terminado el pacto con Noe, establece un nuevo pacto con las Leyes del sacrificio que leemos en Levítico 6:8 al 7:38 ¿Que dice sobre la sangre? Porque la grasa no viene al caso.
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Levítico 7:25 Porque cualquiera que comiere grosura de animal, del cual se ofrece a YHWH ofrenda encendida, la persona que lo comiere será cortada de entre su pueblo.
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26 Además, ninguna sangre comeréis en ningún lugar en donde habitéis, ni de aves ni de bestias.
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27 Cualquiera persona que comiere de alguna sangre, la tal persona será cortada de entre su pueblo.
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28 Habló más YHWH a Moisés, diciendo:
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29 Habla a los hijos de Israel y diles: El que ofreciere sacrificio de paz a YHWH, traerá su ofrenda del sacrificio de paz ante YHWH.
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30 Sus manos traerán las ofrendas que se han de quemar ante Jehová; traerá la grosura con el pecho; el pecho para que sea mecido como sacrificio mecido delante de YHWH.
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31 Y la grosura la hará arder el sacerdote en el altar, mas el pecho será de Aarón y de sus hijos.
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32 Y daréis al sacerdote para ser elevada en ofrenda, la espaldilla derecha de vuestros sacrificios de paz.
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33 El que de los hijosde Aarón ofreciere la sangre de los sacrificios de paz, y la grosura, recibirá la espaldilla derecha como porción suya.
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Enel contexto se refiere claramente a la carne, la grasa y la sangre del SACRIFICIO.
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Me asalta la pregunta ¿No han entendido que LA SANGRE DE CRISTO, fue la última en derramarse en sacrificio? Que dio su vida, su sangre para salvar a la humanidad ¿No entienden que la sangre es en el Nuevo Pacto, materia de SALVACIÓN? ¿Porque se niegan a salvar vidas?

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Bueno tampoco han entendido que lo que los apóstoles hacen, por boca de Jacobo (Santiago), es recomendarles, no hagan las cosas que le estan prohibidas a los judios, en lo que enumeran.
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Luego doctrinalmente resulta bastante extraño que el simbolo, que Jesús nos deja, es su cuerpo y su sangre. Pero esta extraña doctrina neo farisea, no explica que no es la sangre la que da vida, sinó el Espíritu, ese es todo el problema y lo deja muy claro Jesús en:
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Juan 6:53 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
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54 El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna;y yo le resucitaré en el día postrero.
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55 Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
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56 El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.
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57 Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.
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58 Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente.
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59 Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Capernaum.
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Lo termina de establecer inmediatamente después en
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Juan 6:63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.
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64 Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar.
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La sangre no es más vida, ni tiene más valor, que el líquido linfático, o cualquier fluido orgánico. Hay que saber diferenciar el literalismo bíblico, del mensaje bíblico, la letra de la ley, del Espíritu de la Ley. Todos los dias las transfusiones de sangre, salvan la vida de millones de personas, como nadie tiene la demoníaca idea, que YHWH es un Dios de muerte, solo los sectores más fanáticos, que pretenden transformarse en unicos poseedores de la verdad y parten por creer que la verdad viene de un ángel. Bueno el tema, pero la verdades que tratar de convencer a una pared, puede resultar más provechoso.
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En Roma descubrieron como lavarles el cerebro a sus fieles, los rezos. Los TTJJ lo hacen desde sus escritos, que los fieles deben leer una y otra vez, desde su organo oficial La Atalaya, les mandan las preguntas y las respuestas, que deben repetir cada sabado, en el salón del reino, desde la Sociedad Comercial que los cobija, lo que sale de Brooklyn para todo el mundo.

El problema es que las leyes judias, NADIE las interpreta mejor que los mismos judíos, ellos se hacen transfusiones, salvan sus vidas y las de sus hijos, porque no obedecen a UN HOMBRE, que derrepente se le ocurrió como llamar la atención de su empresa. Su nombre Nathan Knorr, su orden vale más que la de Jesucristo. Tal como las vacunas y los trasplantes, dejarán este dogma fatídico y los muertos que quedaron atrás, que descansen en paz.


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Re: Apreciado Alfageme

Re: Apreciado Alfageme

Ya lo se querido Ricardo.
Son todo ello razonamientos muy bonitos para llegar a los sentimientos,pero recuerda estamos hablando de que el Creador de la vida, prohíbe que se meta la sangre de otras criaturas en nuestro cuerpo "abstenerse de la sangre".

Es increíble el maniqueísmo que expones; no se deben torcer las escrituras para querer hacer decir lo que no dicen, quitando todo el sentido espiritual de la Palabra, para enrolarse en la muerte que produce la letra.

Ya se les ha explicado inteligente, veraz, bíblica y generosamente el porque no deben confundir comer (digestión) con un transplante de tejido (transfusión), pero veo que insisten en mezclarlos para ver si es posible seguir sosteniendo lo insostenible.

Una frase islada "abstenerse de"...seguido de una generalización e interpolación de conceptos distintos les ha llevado a los TJ a uno de sus más bizarras ideas: Dejar morir a un ser humano.

Y lo peor es que le quieren dar carácter moral al crimen, aduciendo una serie de versos que hablan no de dejarse morir por una transfusión sino por el evangelio.

Este saltar de mata en mata, termina matándoles a Uds mismos. Es la letra que paga su costo para quellos que quieren manipular la Palabra.

El espíritu de la Palabra dice:

Seguid la ley de Cristo en donde el amor cubrirá multitud de pecados, pues Dios es Amor. Y nadie tiene más amor que este: Que uno ponga su vida por sus amigos.

Sigue el ejemplo de Cristo, quien generosamente dio su sangre para darnos vida y vida en abundancia.

Eso es cristianismo, lo demás son platillos que resuenan.

Dona un poco de tu sangre y salva la vida de tu prójimo, tus amigos, tus hermanos, tus propios hijos; y dejen ya deje dejar morir, asesinar literalmente a sus propios hijos, que este tipo de sacrificios no son para Dios sino para Moloch.

Dejen la doble cara, la doble moral de dejarse transfundir todo tipo derivados hemáticos que desd eleugo que también son sangre: plaquetas, factores de coagulación, paquetes globulares... mientras hipócritamente dicen cumplir un mandamiento que la WT dicta sobre sus conciencias, pue sbie que hipócritamente se dejan trasplantar todo tipo de tejidos mientras satanizan un trasplante de tejido hemático.

 
Apreciado Melviton

Apreciado Melviton

Respuesta a Mensaje # 608:

1 – El título del epígrafe fue prolijamente estudiado, ya que no me interesaba negarle santidad a la sangre ni sacralidad a la vida que representa, sino el “cuán” o cuánto, es decir, que siéndolo –como por simple deducción convinimos-, no lo era más ni en forma especial a destacarse por sobre otras muchas cosas a las que las Escrituras expresamente llama de “santas” y “sagradas”. De este modo, el repetido alegato de los TJ a que Dios considera la sangre santa y sagrada, al grado de prohibir las transfusiones, quedaba desactivado.

2 – No solamente entre el pueblo judío antiguo la boca era el único conducto conocido para comer, sino que lo sigue siendo hoy día entre todos los pueblos del mundo, incluso los más atrasados. Los pigmeos de África y aborígenes del Amazonas también lo entienden así, aunque usan de veneno en las puntas de sus dardos que lanzados por cerbatanas penetran el cuerpo de sus presas o enemigos, matándolos o inmovilizándolos. Ellos saben diferenciar entre el comer por la boca y el meter en el cuerpo.

3 – Lo que tácitamente cualquier humano racional reconoce, es que todo lo que se come se mete al cuerpo; mientras que no todo lo que se mete al cuerpo es por la boca, pues los que conviven con balas en su cuerpo que les fueron disparadas, nunca las comieron.

La prohibición literal de no comer sangre la traduces ahora como que “no se debe ingerir sangre”, como si se aproximara algo a la idea de la transfusión intravenosa, pero el “ingerir” siempre ha significado introducir por la boca la comida y no por cualquier otra parte del cuerpo, así que esto tampoco te ayuda.

El hombre debe abstenerse de todo lo que Dios ha expresamente prohibido, pero el sentido común con que lo dotó también lo lleva a no comer metales y vidrios. Sin embargo, exhibicionistas lo hacen, habiendo acomodado su organismo a tal ingesta. Quizás no pequen, pero arriesgan.

Es natural que podamos preguntarnos la razón por la que Dios prohibió determinadas cosas, pero no tendría sentido preguntarnos el por qué no prohibió otras, ya que la lista se haría interminable.

4 – No es patético sino perfectamente lógico y natural que Dios prefiriera el “no comerás sangre” al “no meterás sangre en el cuerpo”, para concederle licitud a las transfusiones intravenosas en el futuro. De no haberlo querido así, hubiera optado por la versión de Alfageme endosada por ti.

Las transfusiones de sangre no son un paliativo para prolongar la vida por “unos cuantos años más”. En el caso de mi esposa, ya ha vivido por cuarenta años más desde su transfusión, y hay quienes fueron transfundidos de niños y hoy son longevos. Muchos TJ todavía conservarían su esposa/o, hermanos, hijos y nietos, si no se hubiesen obstinado en lo que el Eterno nunca mandó.

La “particularidad” que le asignas a la sangre va por vuestra cuenta, ya que he mostrado que en las Escrituras no es así, aparte de lo relacionado con la expiación, en lo que todos convinimos. Esto -con lo que concordamos-, hace a la sangre especial en cuanto a la remisión de los pecados, con referencia a los animales sacrificados y al Cordero de Dios que tipificaban. Esta sangre, siempre es inocente, y no proviene de hombres pecadores y culpables como lo somos nosotros todos, que la damos y recibimos para preservación de vida sin contrariar mandamiento alguno, antes bien, cumpliendo uno tan grande como dar nuestra vida por otros, con la ventaja, todavía, de no darla toda sino apenas lo necesario.

5 – Cierto que grasa y sangre son cosas distintas, pero no lo es el mandamiento que incluye ambas prohibiciones de una vez.

Es posible que tu profesor de hebreo fuese mejor que el mío (aunque era nacido y criado en Jerusalem) y el verbo “olam” no aluda a un tiempo sin fin sino a lo oscuro o secreto –como dices-; si Rav Lifman nos leyera quizás pueda sernos de ayuda. Pero lo importante acá es que lo que compete a la sangre en Lv 3:17 atañe igualmente a la grasa: no podrían comerlas.

6 – La razón de la importancia de la sangre la he atribuido a dos aspectos:

a) Su vitalidad intrínseca

b) Su aplicación en la expiación

En cuanto a lo primero, no voy más lejos del mandamiento original “vida/sangre” (Gn 9:4) o “la vida de toda carne es su sangre” (Lv 17:14). En tal contexto creo haber usado propiamente el vocablo “vitalidad”, o sea, en la primera acepción del Diccionario, no en la segunda.

En cuanto al punto b), no toda sangre era apta para hacer expiación, y recién cumplía esta función al aplicarla debidamente el sacerdote, no antes.

La prohibición estaba en el comerla sin alusión alguna al meterla o introducirla al cuerpo, como reincides nuevamente.

La única manera de irrespetar la sangre es dejando la prescindible en nuestras venas y no darla a aquel en cuyas venas se ha vuelto imprescindible.

7 – La valoración de todas las cosas creadas y las diversas partes de nuestro organismo es justa y absoluta en el Creador, pero en el hombre mortal es relativa, pues en su actual imperfección no tiene una apropiada justipreciación de las cosas. Dado que el Señor Jesucristo dijo que más valemos nosotros que muchos pajarillos ¿cómo podría no creerlo? De igual modo, si Dios hubiese dicho que Él valora la sangre más que cualquier otra parte de nuestro ser. Pero ¿lo dijo?

8 – Los elementos y demás cosas sujetos a santidad en las Escrituras no compiten entre sí, como para que confiramos a la sangre el premio mayor.

Así como Dios es santo, somos llamados a serlo en la integridad de nuestro ser.

Nuestra es la responsabilidad de que mente, corazón, boca, ojos, oídos, manos y pies sean santos, entendiendo con ello que nuestra conducta y conversación deben ser tan santas y piadosas como Dios quiere que sea, tanto en cuerpo como en espíritu (1Co 7:34).

En cuanto a la santidad de nuestra carne y sangre, desde la caída de Adam y en adelante no son confiables, pues el instinto natural ya desde antiguo está inclinado al mal (Gn 6:3,5), de modo que el pecado, la corrupción, la enfermedad y la muerte son propias de un cuerpo sujeto a los vicios y bajas pasiones.

Si nuestra carne es pecaminosa, nos cuesta admitir que nuestra sangre sea santa.

9 – Persistes con tu idea de “discriminar” totalmente extraña a mi intención.

Parece que has contraído el hábito de manejarte con las segundas acepciones del Diccionario y no con la primera. Los académicos de la Lengua razones tienen para poner una como primera y otra como segunda. Si atendieras a algo tan sencillo te ahorrarías el perderte en laberintos donde no he entrado.

10 – Lo del “reducido repertorio” a lo que me estaba refiriendo no era a argumentos sino a los efectos especiales, que podrás intercambiar a gusto con el forista Horizonte que gusta usar de ellos, pero que a mí no me conmueven: “coces contra los aguijones”, “confundir la gordura con la hinchazón”, y así por el estilo.

11 – Aparte de “la preciosa sangre de Cristo” (1Pe 1:19) con la que fuimos comprados (1Co 6:20; 7:23), no veo en la Escritura que Dios le haya fijado “VALOR” a la sangre, como si su cotización excediera a lo que el hombre es o tenga.

12 – En mi país, si un niño muriera de inanición saldría en todos los noticieros con gran conmoción de la sociedad; lo mismo por una transfusión fallida. Se enjuiciaría a la clínica y personal actuante. Estas cosas no se ocultan, sino que de producirse, adquieren inmediata difusión.

13 – ¿Qué necesidad tienes de decir que dije lo que no dije? Eso no me desmerece a mí pero te desprestigia a ti, cosa que no quiero pues te aprecio. ¿Cuándo dije yo disparate tal como que el “comer” no es “meter” comida al cuerpo? Dije al revés: no todo lo que se mete al cuerpo es comiéndolo. Lo que te esmeras en hacerme entender es incomprensible. ¿Para qué traes a colación corceles y caballos si con “comer” y “meter” ya tenemos dos conceptos básicos que todo el mundo distingue?

14 – Con la comparación que hice entre la circuncisión y la ablación femenina no sugería que fuese factible incluir la segunda en la primera, sino mostrar que es probable llevar la argumentación aparentemente lógica hasta una conclusión aberrante al sentido común, de lo que es prueba la manera en que son convencidos los TJ de que el no comer sangre incluya las transfusiones intravenosas.

15 – En estos momentos hay varios epígrafes dedicados al asunto del Nombre de Dios, y en algunos estoy participando. En cuanto a lo que dices respecto al nombre de Jesús y Jesucristo, nunca hubo en toda la historia ni en ninguna parte del mundo problema alguno. Salvo a los lingüistas y eruditos, a nadie le interesa cómo pudo haberse escrito y pronunciado en hebreo, arameo, griego y latín, o cómo hoy se haga en chino o guaraní. Lo único importante y necesario es que en cada nación se escriba y pronuncie del modo que todos entiendan, lo que universalmente ocurre. En cuanto a los significados de los nombres Jesús y Jesucristo tampoco hay discrepancias, a menos que alguien quiera tomar distancia para destacarse por su singularidad.

16 – El ejemplo que traes ya viene fallado de entrada.

El Eterno hubiera actuado en la conciencia individual del judío conocedor de la Ley a quien el médico mejor acreditado le recetara la ingesta de sangre. De ser incapaz al momento de decidir responsablemente, familiares u otros allegados no lo hubieran permitido. Si estos quedaran convencidos por la certeza que el médico le infundiría de la pronta recuperación del enfermo, Dios hubiera usado a un sacerdote o levita para prevenirle de los mayores riesgos a que se expondría, a más que, de hacerlo, la pena de muerte se aplicaría al infractor y al médico que osó recetar lo que la Ley prohibía. Ningún israelita sabía de enfermo alguno que comiendo sangre salvara su vida, pues no se conocía tal precedente. Así las cosas, si la muerte acababa con aquel paciente, nadie lo atribuiría a que no se le permitió comer sangre, sino a su condición terminal.

El caso actual con las transfusiones es al revés:

a) Sabemos que todos los transfundidos conocidos nuestros se salvaron.

b) Sabemos de algunos TJ que murieron por no transfundirse.

c) Sabemos que ninguna Ley de Dios lo prohíbe y que la suprema del amor lo manda (Juan 15:13).

17 – No, con este ejemplo aportado no estoy manipulando nada, pues no tiene que ver el comer sangre con el aparente quebrantar del sábado por salvar una vida.

Lo único a resaltar es que el Eterno no es un dios del Olimpo que se ofende por la transgresión al menor de sus caprichos, sino que es el Dios de Amor a quien la vida del hombre importa más que las tradiciones de los ancianos de sus congregaciones.

18 – Si yo estuviese hospitalizado y los médicos me ofreciesen una alternativa a la transfusión de sangre con la misma seguridad, yo preferiría aquella alternativa, puesto que salvo mi afición por las morcillas no tengo tendencias vampíricas. Lamentablemente, la actual tecnología no cubre todas las urgencias médicas ni todas las clínicas disponen de ella. Mientras los ancianos TJ locales se mueven por conseguir en otra ciudad alguna otra alternativa, el paciente puede morir, ya que la transfusión de veras urgía.

Los casos de TJ conocidos (y que fallecieron) no son por fallos en las terapias alternativas, sino que la transfusión era el único recurso disponible, y no se usó, confiando en un milagro que no llegó.

Que yo sepa, en ningún país existe la insana manía de sólo practicar transfusiones, con una generalizada confabulación médica de no valerse de otras terapias incruentas.

Que en el primer mundo esto sea posible, no lo hace extensivo a países subdesarrollados, donde las distancias y precariedad de recursos son notorias.

En países de África donde es difícil encontrar agua potable y no se dispone siquiera de la higiene más elemental que ayude a prevenir infecciones, no es posible soñar todavía con métodos substitutos a la transfusión intravenosa, por más riesgos que esto allí conlleve. Pero para la Organización Watchtower, existen las mismas disposiciones en Malí, Zaire, Chad, Somalia, Sudán y Etiopía, que en Brooklyn, Nueva York.

19 – Resulta paradójico y hasta jocoso verte con tal despliegue de generosidad de dar la vida TODA por salvar la de nuestro prójimo, e incluso fustigarme por mi avaricia de contentarme con dar apenas un POQUITO de ella.

La Escritura no provee siquiera un caso al insólito desafío que planteas (que la sangre se administre para salvar vidas), sino a lo menos dos de dar nuestra vida por nuestros amigos y hermanos (Jn 15:13; 1Jn 3:16).

Siendo que la vida en la sangre está, ¿rehusaremos dar un poco de la nuestra por salvar la de nuestro prójimo?

En el juicio los TJ dirán:

-Señor, yo estaba dispuesto a dar mi vida toda, pero por no pecar de mezquino nunca quise dar un poco de ella.

Sería como decirle al pordiosero que nos pide una limosna:

-Sabe Dios que bien quisiera darte el billete más grande, pero como no lo tengo, tampoco quiero humillarte recogiendo estas pocas monedas que rompen mi bolsillo.

20 - Preguntas:

- ¿Por qué entonces prohibió comer algo que era VIDA castigándolo con la MUERTE? ¿No es esto contradictorio acaso? ¿No te dice nada?
Contesto:
- Sí, me dice mucho, y lo aparentemente contradictorio se explica:

a) La sangre en la boca y el estómago representa muerte (la del animal).

b) La sangre bullendo por las venas de un hombre representa la vida (la del donante y la de su receptor).

Esta es la razón por la que la transfusión de sangre no viola ningún mandamiento divino, antes bien, lo cumple.

21 – A fin de cumplir tu aspiración –que yo también comparto- de que pronto lleguemos a puerto seguro, prefiero que no recales en los 19 puntos míos de este mensaje, sino que abrevies la travesía contestándome únicamente el punto anterior (el 20).

El buen juicio que habremos de suponer en los lectores de este epígrafe bastará para que avalen lo que largamente acabo de escribir, así como lo que te insumió más del doble de mi exposición en tu Mensaje # 608.

Tú y yo, de sobra material tendremos para culminar con la atención centrada en lo que me has preguntado y lo que te he respondido (20).


Con todo mi reconocimiento y personal afecto.
 
Re: Apreciado Melviton

Re: Apreciado Melviton

Respuesta a Mensaje # 608:

1 – El título del epígrafe fue prolijamente estudiado, ya que no me interesaba negarle santidad a la sangre ni sacralidad a la vida que representa, sino el “cuán” o cuánto, es decir, que siéndolo –como por simple deducción convinimos-, no lo era más ni en forma especial a destacarse por sobre otras muchas cosas a las que las Escrituras expresamente llama de “santas” y “sagradas”. De este modo, el repetido alegato de los TJ a que Dios considera la sangre santa y sagrada, al grado de prohibir las transfusiones, quedaba desactivado.

2 – No solamente entre el pueblo judío antiguo la boca era el único conducto conocido para comer, sino que lo sigue siendo hoy día entre todos los pueblos del mundo, incluso los más atrasados. Los pigmeos de África y aborígenes del Amazonas también lo entienden así, aunque usan de veneno en las puntas de sus dardos que lanzados por cerbatanas penetran el cuerpo de sus presas o enemigos, matándolos o inmovilizándolos. Ellos saben diferenciar entre el comer por la boca y el meter en el cuerpo.

3 – Lo que tácitamente cualquier humano racional reconoce, es que todo lo que se come se mete al cuerpo; mientras que no todo lo que se mete al cuerpo es por la boca, pues los que conviven con balas en su cuerpo que les fueron disparadas, nunca las comieron.

La prohibición literal de no comer sangre la traduces ahora como que “no se debe ingerir sangre”, como si se aproximara algo a la idea de la transfusión intravenosa, pero el “ingerir” siempre ha significado introducir por la boca la comida y no por cualquier otra parte del cuerpo, así que esto tampoco te ayuda.

El hombre debe abstenerse de todo lo que Dios ha expresamente prohibido, pero el sentido común con que lo dotó también lo lleva a no comer metales y vidrios. Sin embargo, exhibicionistas lo hacen, habiendo acomodado su organismo a tal ingesta. Quizás no pequen, pero arriesgan.

Es natural que podamos preguntarnos la razón por la que Dios prohibió determinadas cosas, pero no tendría sentido preguntarnos el por qué no prohibió otras, ya que la lista se haría interminable.

4 – No es patético sino perfectamente lógico y natural que Dios prefiriera el “no comerás sangre” al “no meterás sangre en el cuerpo”, para concederle licitud a las transfusiones intravenosas en el futuro. De no haberlo querido así, hubiera optado por la versión de Alfageme endosada por ti.

Las transfusiones de sangre no son un paliativo para prolongar la vida por “unos cuantos años más”. En el caso de mi esposa, ya ha vivido por cuarenta años más desde su transfusión, y hay quienes fueron transfundidos de niños y hoy son longevos. Muchos TJ todavía conservarían su esposa/o, hermanos, hijos y nietos, si no se hubiesen obstinado en lo que el Eterno nunca mandó.

La “particularidad” que le asignas a la sangre va por vuestra cuenta, ya que he mostrado que en las Escrituras no es así, aparte de lo relacionado con la expiación, en lo que todos convinimos. Esto -con lo que concordamos-, hace a la sangre especial en cuanto a la remisión de los pecados, con referencia a los animales sacrificados y al Cordero de Dios que tipificaban. Esta sangre, siempre es inocente, y no proviene de hombres pecadores y culpables como lo somos nosotros todos, que la damos y recibimos para preservación de vida sin contrariar mandamiento alguno, antes bien, cumpliendo uno tan grande como dar nuestra vida por otros, con la ventaja, todavía, de no darla toda sino apenas lo necesario.

5 – Cierto que grasa y sangre son cosas distintas, pero no lo es el mandamiento que incluye ambas prohibiciones de una vez.

Es posible que tu profesor de hebreo fuese mejor que el mío (aunque era nacido y criado en Jerusalem) y el verbo “olam” no aluda a un tiempo sin fin sino a lo oscuro o secreto –como dices-; si Rav Lifman nos leyera quizás pueda sernos de ayuda. Pero lo importante acá es que lo que compete a la sangre en Lv 3:17 atañe igualmente a la grasa: no podrían comerlas.

6 – La razón de la importancia de la sangre la he atribuido a dos aspectos:

a) Su vitalidad intrínseca

b) Su aplicación en la expiación

En cuanto a lo primero, no voy más lejos del mandamiento original “vida/sangre” (Gn 9:4) o “la vida de toda carne es su sangre” (Lv 17:14). En tal contexto creo haber usado propiamente el vocablo “vitalidad”, o sea, en la primera acepción del Diccionario, no en la segunda.

En cuanto al punto b), no toda sangre era apta para hacer expiación, y recién cumplía esta función al aplicarla debidamente el sacerdote, no antes.

La prohibición estaba en el comerla sin alusión alguna al meterla o introducirla al cuerpo, como reincides nuevamente.

La única manera de irrespetar la sangre es dejando la prescindible en nuestras venas y no darla a aquel en cuyas venas se ha vuelto imprescindible.

7 – La valoración de todas las cosas creadas y las diversas partes de nuestro organismo es justa y absoluta en el Creador, pero en el hombre mortal es relativa, pues en su actual imperfección no tiene una apropiada justipreciación de las cosas. Dado que el Señor Jesucristo dijo que más valemos nosotros que muchos pajarillos ¿cómo podría no creerlo? De igual modo, si Dios hubiese dicho que Él valora la sangre más que cualquier otra parte de nuestro ser. Pero ¿lo dijo?

8 – Los elementos y demás cosas sujetos a santidad en las Escrituras no compiten entre sí, como para que confiramos a la sangre el premio mayor.

Así como Dios es santo, somos llamados a serlo en la integridad de nuestro ser.

Nuestra es la responsabilidad de que mente, corazón, boca, ojos, oídos, manos y pies sean santos, entendiendo con ello que nuestra conducta y conversación deben ser tan santas y piadosas como Dios quiere que sea, tanto en cuerpo como en espíritu (1Co 7:34).

En cuanto a la santidad de nuestra carne y sangre, desde la caída de Adam y en adelante no son confiables, pues el instinto natural ya desde antiguo está inclinado al mal (Gn 6:3,5), de modo que el pecado, la corrupción, la enfermedad y la muerte son propias de un cuerpo sujeto a los vicios y bajas pasiones.

Si nuestra carne es pecaminosa, nos cuesta admitir que nuestra sangre sea santa.

9 – Persistes con tu idea de “discriminar” totalmente extraña a mi intención.

Parece que has contraído el hábito de manejarte con las segundas acepciones del Diccionario y no con la primera. Los académicos de la Lengua razones tienen para poner una como primera y otra como segunda. Si atendieras a algo tan sencillo te ahorrarías el perderte en laberintos donde no he entrado.

10 – Lo del “reducido repertorio” a lo que me estaba refiriendo no era a argumentos sino a los efectos especiales, que podrás intercambiar a gusto con el forista Horizonte que gusta usar de ellos, pero que a mí no me conmueven: “coces contra los aguijones”, “confundir la gordura con la hinchazón”, y así por el estilo.

11 – Aparte de “la preciosa sangre de Cristo” (1Pe 1:19) con la que fuimos comprados (1Co 6:20; 7:23), no veo en la Escritura que Dios le haya fijado “VALOR” a la sangre, como si su cotización excediera a lo que el hombre es o tenga.

12 – En mi país, si un niño muriera de inanición saldría en todos los noticieros con gran conmoción de la sociedad; lo mismo por una transfusión fallida. Se enjuiciaría a la clínica y personal actuante. Estas cosas no se ocultan, sino que de producirse, adquieren inmediata difusión.

13 – ¿Qué necesidad tienes de decir que dije lo que no dije? Eso no me desmerece a mí pero te desprestigia a ti, cosa que no quiero pues te aprecio. ¿Cuándo dije yo disparate tal como que el “comer” no es “meter” comida al cuerpo? Dije al revés: no todo lo que se mete al cuerpo es comiéndolo. Lo que te esmeras en hacerme entender es incomprensible. ¿Para qué traes a colación corceles y caballos si con “comer” y “meter” ya tenemos dos conceptos básicos que todo el mundo distingue?

14 – Con la comparación que hice entre la circuncisión y la ablación femenina no sugería que fuese factible incluir la segunda en la primera, sino mostrar que es probable llevar la argumentación aparentemente lógica hasta una conclusión aberrante al sentido común, de lo que es prueba la manera en que son convencidos los TJ de que el no comer sangre incluya las transfusiones intravenosas.

15 – En estos momentos hay varios epígrafes dedicados al asunto del Nombre de Dios, y en algunos estoy participando. En cuanto a lo que dices respecto al nombre de Jesús y Jesucristo, nunca hubo en toda la historia ni en ninguna parte del mundo problema alguno. Salvo a los lingüistas y eruditos, a nadie le interesa cómo pudo haberse escrito y pronunciado en hebreo, arameo, griego y latín, o cómo hoy se haga en chino o guaraní. Lo único importante y necesario es que en cada nación se escriba y pronuncie del modo que todos entiendan, lo que universalmente ocurre. En cuanto a los significados de los nombres Jesús y Jesucristo tampoco hay discrepancias, a menos que alguien quiera tomar distancia para destacarse por su singularidad.

16 – El ejemplo que traes ya viene fallado de entrada.

El Eterno hubiera actuado en la conciencia individual del judío conocedor de la Ley a quien el médico mejor acreditado le recetara la ingesta de sangre. De ser incapaz al momento de decidir responsablemente, familiares u otros allegados no lo hubieran permitido. Si estos quedaran convencidos por la certeza que el médico le infundiría de la pronta recuperación del enfermo, Dios hubiera usado a un sacerdote o levita para prevenirle de los mayores riesgos a que se expondría, a más que, de hacerlo, la pena de muerte se aplicaría al infractor y al médico que osó recetar lo que la Ley prohibía. Ningún israelita sabía de enfermo alguno que comiendo sangre salvara su vida, pues no se conocía tal precedente. Así las cosas, si la muerte acababa con aquel paciente, nadie lo atribuiría a que no se le permitió comer sangre, sino a su condición terminal.

El caso actual con las transfusiones es al revés:

a) Sabemos que todos los transfundidos conocidos nuestros se salvaron.

b) Sabemos de algunos TJ que murieron por no transfundirse.

c) Sabemos que ninguna Ley de Dios lo prohíbe y que la suprema del amor lo manda (Juan 15:13).

17 – No, con este ejemplo aportado no estoy manipulando nada, pues no tiene que ver el comer sangre con el aparente quebrantar del sábado por salvar una vida.

Lo único a resaltar es que el Eterno no es un dios del Olimpo que se ofende por la transgresión al menor de sus caprichos, sino que es el Dios de Amor a quien la vida del hombre importa más que las tradiciones de los ancianos de sus congregaciones.

18 – Si yo estuviese hospitalizado y los médicos me ofreciesen una alternativa a la transfusión de sangre con la misma seguridad, yo preferiría aquella alternativa, puesto que salvo mi afición por las morcillas no tengo tendencias vampíricas. Lamentablemente, la actual tecnología no cubre todas las urgencias médicas ni todas las clínicas disponen de ella. Mientras los ancianos TJ locales se mueven por conseguir en otra ciudad alguna otra alternativa, el paciente puede morir, ya que la transfusión de veras urgía.

Los casos de TJ conocidos (y que fallecieron) no son por fallos en las terapias alternativas, sino que la transfusión era el único recurso disponible, y no se usó, confiando en un milagro que no llegó.

Que yo sepa, en ningún país existe la insana manía de sólo practicar transfusiones, con una generalizada confabulación médica de no valerse de otras terapias incruentas.

Que en el primer mundo esto sea posible, no lo hace extensivo a países subdesarrollados, donde las distancias y precariedad de recursos son notorias.

En países de África donde es difícil encontrar agua potable y no se dispone siquiera de la higiene más elemental que ayude a prevenir infecciones, no es posible soñar todavía con métodos substitutos a la transfusión intravenosa, por más riesgos que esto allí conlleve. Pero para la Organización Watchtower, existen las mismas disposiciones en Malí, Zaire, Chad, Somalia, Sudán y Etiopía, que en Brooklyn, Nueva York.

19 – Resulta paradójico y hasta jocoso verte con tal despliegue de generosidad de dar la vida TODA por salvar la de nuestro prójimo, e incluso fustigarme por mi avaricia de contentarme con dar apenas un POQUITO de ella.

La Escritura no provee siquiera un caso al insólito desafío que planteas (que la sangre se administre para salvar vidas), sino a lo menos dos de dar nuestra vida por nuestros amigos y hermanos (Jn 15:13; 1Jn 3:16).

Siendo que la vida en la sangre está, ¿rehusaremos dar un poco de la nuestra por salvar la de nuestro prójimo?

En el juicio los TJ dirán:

-Señor, yo estaba dispuesto a dar mi vida toda, pero por no pecar de mezquino nunca quise dar un poco de ella.

Sería como decirle al pordiosero que nos pide una limosna:

-Sabe Dios que bien quisiera darte el billete más grande, pero como no lo tengo, tampoco quiero humillarte recogiendo estas pocas monedas que rompen mi bolsillo.

20 - Preguntas:

- ¿Por qué entonces prohibió comer algo que era VIDA castigándolo con la MUERTE? ¿No es esto contradictorio acaso? ¿No te dice nada?
Contesto:
- Sí, me dice mucho, y lo aparentemente contradictorio se explica:

a) La sangre en la boca y el estómago representa muerte (la del animal).

b) La sangre bullendo por las venas de un hombre representa la vida (la del donante y la de su receptor).

Esta es la razón por la que la transfusión de sangre no viola ningún mandamiento divino, antes bien, lo cumple.

21 – A fin de cumplir tu aspiración –que yo también comparto- de que pronto lleguemos a puerto seguro, prefiero que no recales en los 19 puntos míos de este mensaje, sino que abrevies la travesía contestándome únicamente el punto anterior (el 20).

El buen juicio que habremos de suponer en los lectores de este epígrafe bastará para que avalen lo que largamente acabo de escribir, así como lo que te insumió más del doble de mi exposición en tu Mensaje # 608.

Tú y yo, de sobra material tendremos para culminar con la atención centrada en lo que me has preguntado y lo que te he respondido (20).


Con todo mi reconocimiento y personal afecto.


Recibido y leído mi apreciado sureño.

Creo que tu petición es más que elocuente y oportuna pues no quisiera seguir con largos discursos sino más bien ir sintetizando algunos puntos medulares que al menos nos dará la oportunidad para lograr disipar las dudas acerca de nuestras diametralmente opuestas concepciones que tenemos sobre lo "sagrado" de la sangre y lo que representa. Pronto estaré respondiendo a tu solicitud.

Recibe mis sinceros saludos en este soleado día de Domingo aquí en mi tierra.
 
Apreciado Melviton

Apreciado Melviton

Recibido y leído mi apreciado sureño.

Creo que tu petición es más que elocuente y oportuna pues no quisiera seguir con largos discursos sino más bien ir sintetizando algunos puntos medulares que al menos nos dará la oportunidad para lograr disipar las dudas acerca de nuestras diametralmente opuestas concepciones que tenemos sobre lo "sagrado" de la sangre y lo que representa. Pronto estaré respondiendo a tu solicitud.
Recibe mis sinceros saludos en este soleado día de Domingo aquí en mi tierra.

Este soleado domingo tuyo es invernal (¡lo añoro!) en cambio el mío es estival.

Acabo de llegar de la feria vecinal (en pleno mediodía) con el sol en su cenit cocinando mis sesos.

Aprovecha ahora a conversar conmigo ya que tengo las neuronas prácticamente fritas.

Menos mal que tengo genes de los árabes que atravesaron el Sahara para por Marruecos llegar luego a Andalucía.

Si no fuera por eso, con los demás genes gallegos, asturianos y castellanos, el calor reventaría mi cabeza (cerca de 40 grados).


Un afectuoso abrazo.
 
Re: ¿Cuán santa o sagrada es la sangre?

Hola estimado Ricardo espero los aportes de ambos en este interesante tema solo quisiera darte a tu consideración los sig.

Cual es el mandamiento mayor para un cristiano (Marcos 12:30-31)(1) Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu
mente y con todas tus fuerzas".

Mostraría amor y respeto a Dios el dejarse morir por no aceptar una transfusión?

(2) El segundo es semejante: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". No hay otro mandamiento mayor que estos

Mostraria amor al projimo dejarlo morir por no darle un poco de sangre?

en la parábola del buen samaritano surge un cuestión importante (Lucas 10, 25-37)
si nuestro prójimo necesitara una transfusión como actuaríamos como el sacerdote o el samaritano?

si la sangre simboliza la vida es malo darla a otros? jesus dice:
“No hay amor más grande que dar la vida por los amigos”(Jn 15, 9-17)

si la sangre simboliza la vida ,vale mas el simbolo que lo que representa Jesus dice:

Mateo 23:19 ¡Ciegos!, porque ¿qué es más importante: la ofrenda, o el altar que santifica la ofrenda?

Es la vida la que santifica la sangre , no al revés, NO RESPETAR LA VIDA , ES NO RESPETAR LA SANGRE

Si aceptamos meter sangre a nuestro cuerpo lo tomaría Dios como algo malo por que hechos 15:28-29 dice que hay que abstenerse de sangre?

JESUS DICE:"No hay nada fuera del hombre que al entrar en él lo pueda hacer impuro" (Marcos 7:15)

espero te sean de utilidad en tu exposición y de utilidad a todos los foritas que leen para entender mejor la cuestion de la sangre

saludos
 
Estimado Aries

Estimado Aries

Hola estimado Ricardo espero los aportes de ambos en este interesante tema solo quisiera darte a tu consideración los sig. espero te sean de utilidad en tu exposición y de utilidad a todos los foritas que leen para entender mejor la cuestion de la sangre
saludos

Agradezco tu contribucción.

Mi último aporte es el # 615 de la página anterior y en el # 616 Melviton anunció su acuerdo en atenernos a lo planteado en el punto 20.

En cualquier momento él expondrá su parecer al respeto.

Gracias por tener la paciencia de seguirnos.

Cordiales saludos.
 
Re: Estimado Aries

Re: Estimado Aries


Despues dices que yo hago comentarios demasiado largos jeje

Entonces si un medico me dice que no debo beber alcohol,eso quiere decir que no debo usarlo para curarme una heridas

No tiene una cosa nada que ver con otra.Yo me puedo abstener o de comer sangre y no quiere decir que no pueda mancharme las manos de esa sangre

¿Pero mientras tanto? ¿Es correcto que algunos murieran y sigan muriendo por adherirse a una prohibición que Dios nunca mandó?

Segun tu Hechos 15:29 solo era transitorio.En ese versiculo se dice que tambien hay que evitar la idolatria y la fornicacion, segun tu filosofia puedes idolatrar otra cosa que no sea Dios y fornicar con cualquier mujer aunque no sea tu esposa ¿no?

No recuerdo en toda la Biblia un solo caso de que alguien se dejara morir teniendo a mano lo necesario a su sobrevivencia.

Pues ya dudo si has leido la Biblia.Te olvidas del ejemplo mas importante,Jesus.El pudo salvarse y tenia todo lo necesario para hacerlo pero dio su vida por OBEDIENCIA a Dios y por la humanidad.
Te olvidas de Esteban,el pudo negar todas las acusaciones pero por OBEDIENCIA siguio adelante y prefirio morir antes que negarse a decir ser un cristiano.
¿Cuantos profetas de la antiguedad conoces que murieron ejecutados de una u otra forma.En su mano tenian la oportunidad de poder sobrevivir negando a Dios.
¿Cuantos cristianos dice la historia que eran ejecutados por no comer morcilla:En su mano estaba el sobrevivir si probaban la morcilla,pero preferian ser obedientes a Dios sabiendo que El les resucitarian en un futuro


Dios tiene en tan alto concepto la vida que el respeto por su preservación no admite excepciones. El propio Abraham creía que de sacrificar a su hijo, Dios era poderoso para devolverle la vida. Sin embargo, Dios no empleó este método para probar su fe, sino que a tiempo detuvo su mano y el cuchillo.

¿Pero estuvo dispuesto Abrahan a sacrificar a su hijo por OBEDIENCIA?¿Por que no detuvo la muerte de su Hijo Jesus? ¿No podria haber buscado otro medio que no fuese sacrificar a Jesus? Dios es Todopoderoso.El tiene sus leyes y si el fuese el primero en incumplirlas seria un mal ejemplo para nosotros.Asi que tuvo que sacrificar a su hijo,el mas querido.Asi que si el dice que hay que abstenerse de sangre,¿crees que porque se pierda una vida,mil vidas,un millon de vidas,no va a poder resucitar a esas personas por haberse mantenido fiel y obedientes a su palabra tal como resucito a su hijo por mantenerse fiel?
(Mateo 16:25) Porque el que quiera salvar su alma, la perderá; pero el que pierda su alma por causa de mí, la hallará.
(Lucas 17:33) Cualquiera que procure mantener segura su alma para sí mismo la perderá, pero cualquiera que la pierda la conservará viva.
(Revelación 12:11) Y ellos lo vencieron debido a la sangre del Cordero y debido a la palabra del testimonio que dieron, y no amaron sus almas ni siquiera al arrostrar la muerte.


El menosprecio que tienen por la vida los TJ y el irrespeto a todas las leyes del Eterno que propenden a defenderla es algo paradójico, ya que hacen lo contrario a lo mismo que dicen.

Leete y medita bien los textos que te he citado anteriormente y veras como la vida que de verdad vale es la del que obedece a Dios.Tengo la esperanza en que me pueda resucitar algun dia si muero.Al menos tengo la certeza de que en todas las operaciones que me he echo que son unas cuantas han sido sin sangre y aqui estoy