Se que es muy controversial el tema. Mi intención es que aprendamos a tomar la Palabra de Dios TAL CUAL ESCRITA ESTÁ! Asi como lo enseñó Jesús.
¿Sí? ¿Y el contexto dónde viene escrita?
No encuentro una sola cita en la Biblia, en el Ministerio del Señor Jesús, en la cual la haya citado aleatoriamente, siempre lo hizo acompañada de su debido contexto.
Por ejemplo, usted cita:
Él le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees?
Lucas 10:26
Pero usted no cita el contexto. Su propósito es reforzar la tesis del Hijo como un dios inferior al Padre.
Yo creo en el Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. En el orden, porque Dios es Dios de orden.
Si este orden fuese bíblico, entonces tendríamos una pirámide con Dios Padre como ocupando el sitial más alto.
Y de acuerdo a su óptica, tendríamos que modificar la Biblia en más de una ocasión.
Por ejemplo, cuando Pablo da instrucciones a su Iglesia, lo hace en este orden:
1Co 11:2 Os alabo, hermanos, porque en todo os acordáis de mí, y retenéis las instrucciones tal como os las entregué.
Aquí hay una revelación teológica:
1Co 11:3 Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.
1. Cristo es la cabeza de todo varón
2. El varón es la cabeza de la mujer
3. Dios, la cabeza de Cristo
De acuerdo a la tesis de Cristo como un dios inferior al Padre, el Espíritu Santo se equivocó aquí en este orden, porque primero tenía que haber puesto al Padre como la cabeza de Cristo.
Y en la instrucción que se le dio a Isaías y que le presenté en mi anterior mensaje:
Isa_9:6 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
El Hijo no puede ostentar el título de Padre Eterno, ni el de Dios Fuerte, porque de acuerdo a su óptica, el Espíritu Santo está equivocado.
Vuelvo y pregunto:
¿Y el contexto dónde viene escrita?
Volvamos al texto inicial:
Luc 10:25 Y he aquí un intérprete de la ley se levantó y dijo, para probarle: Maestro,
¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna?
Luc 10:26
Él le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees?
Luc 10:27 Aquél, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.
Se que es muy controversial el tema.
Lo que levanta verdaderamente controversia entre los habitantes del entorno en el cual se movió el Señor fue su procedencia humilde.
¿Cómo va a ser el Mesías el hijo de un carpintero?
Y, mucho menos de Nazaret
Juan 1:46 Natanael le dijo: ¿De Nazaret puede salir algo de bueno?
El Señor, pudiendo haber nacido, ligado a una casta sacerdotal, en una casa propia de la aristocracia judía, como linaje real, lo hizo en una pesebrera, en las afueras de Belén, leemos:
Luc_2:7 Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.
De manera que cuando el intérprete de la ley (un hombre acostumbrado a ser reverenciado por sus oyentes, en la misma medida que un devoto católico romanista veneraría a un Cardenal o al mismo Argentino Bergoglio, si tuviese la oportunidad de dialogar con él) se acerca a Jesús, ya viene hinchado de orgullo y soberbia.
Para el orgulloso intérprete de la ley, de acuerdo a los falsos rumores sobre Jesús, había oído que el gran Rabí era herético, que menospreciaba la ley de Moisés, y que señalaba a la gente del pueblo un fácil atajo hacia la vida.
¡Cuán grande tiene que haber sido su sorpresa cuando le respondió:
«¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees?»
Respondiendo a su vez, este repitió las palabras bien conocidas, tan familiares para todo judío, que mandaban amar a Dios y al hombre. Y la sorpresa tuvo que haberse convertido en pasmo cuando el Salvador añadió:
Luc 10:28 Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás.
¡El más estricto legalista del Sanedrín no podría hallar ningún error en una enseñanza como aquella!
Pero la pregunta formulada al Señor fue esta:
Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna?
Existen solamente dos principios alternativos por los que la justificación es teóricamente posible en la actualidad.
Uno es que el hombre la merezca; el otro es mediante el favor inmerecido de Dios.
Que un hombre, desde la cuna hasta la tumba, sea todo lo que deba ser, y que haga todo lo que deba hacer; que, como el autor dice, ame a Dios con todo su corazón, y a su prójimo como a sí mismo, andando «en pureza, humildad, y haciendo el bien, mientras esté en la tierra», y una persona así
«heredará la vida eterna».
Esta clase de creyente, "don Perfecto", solo es una pretensión propia de la ignorancia y de la degradación moral y espiritual de la descendencia de Adán, todos somos pecadores convictos, nacemos condenados (Rom 5:18) y siendo reos convictos, rumbo al infierno, nos hallamos totalmente dependientes de la Gracia de Cristo.
Porque es por Cristo, que nosotros somos salvos, hermana Tely, y cuando cada primer día de la semana, me reúno para participar del Pan y de la Copa, a través de estos símbolos puede discernir espiritualmente el altísimo preciado pagado por nuestro Amado Señor y Salvador, precio de dolor, de angustia, Dios cargó en él el pecado de todos nosotros (Isa_53:6).
Para disimular su confusión, el intérprete de la ley le hizo en el acto otra pregunta: «¿Y quién es mi prójimo?», tratando así de escapar por la tangente, como siempre lo han hecho los profesionales de la ley en todas las edades.
Y esto es lo que da origen a la parábola del buen Samaritano.
Si no conocía quién era su prójimo, implicaba que no se consideraba comprometido a amar a
cada uno de aquellos con los que estuviera en contacto.
El judío de casta alta, tipo este intérprete de la ley, si se puede admitir una expresión así, preferiría antes morir que deber su rescate a un samaritano, por lo que el Señor introduce a un samaritano en la parábola, y contrasta su conducta con la del levita y la del sacerdote; luego pregunta cuál de los tres actuó como prójimo del pobre hombre al que los ladrones habían dejado medio muerto en el camino.
El Señor había dado respuesta acerca de como un ser perfecto podía
heredar la vida eterna.
Ahora despliega la enseñanza de como un pecador arruinado puede ser salvo.
Luc 10:31 Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo.
Luc 10:32 Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo.
¿Por qué un sacerdote y un levita?
Porque de esta manera El Señor personifica así a la ley y, en una palabra, a la religión.
Estos podrían ayudar a un hombre que pudiera ayudarse a sí mismo, pero por el impotente pecador no pueden hacer nada.
«Pero un samaritano que iba de camino, vino cerca de él.»
¿Por qué un samaritano?
Porque Él les quería enseñar que el Salvador es aquel que, si no fuera por la misma ruina y desgracia en que se encuentra sumido, el pecador despreciaría y rechazaría.
RESUMEN
Es en el ámbito de la religiosidad dónde el Salvador es menospreciado por los intérpretes de la ley, los sacerdotes y los levitas.
El que murió allí, en el altar de la Cruz, no desea ni nuestra lástima ni nuestro favor:
Demanda nuestra
fe.
¿Qué clase de Fe?
¿La de un dios inferior al Padre?
Si así fuera, no ocuparía el mismo Trono de Dios Padre a su diestra, recibiendo adoración en igualdad de condiciones, por los siglos de los siglos.
ES UNA CUESTIÓN DE LEALTAD PERSONAL A ÉL
Apo 5:11 Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones,
Apo 5:12 que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.
Apo 5:13 Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir:
Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos.
Apo 5:14 Los cuatro seres vivientes decían: Amén; y los veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los siglos.