Hola MartaMaría
Hagamos de cuenta que vos una persona muy adinerada y extremadamente sensible en cuanto a los chicos de la calle.
Y decidís invertir algo de tu fortuna construyendo un hogar/quinta para darles un lugar donde vivir como Dios manda.
Compras un predio enorme a las afueras de la ciudad y contratás ingenieros para hacer las habitaciones, baños, salones de juegos y deportes, canchas de todo tipo y piletas de natación.
Comedores hermosos con televisores. Salas de chat y video juegos. Y para elevarlos de su condición intelectual, haces que los arquitectos construyan bibliotecas en varias partes del predio con diferentes temáticas.
También construís un colegio y te encargás que los títulos a otorgar sean homologados por las autoridades de educación. Para terminar contruís una pequeña sala de primeros auxilios. Y todo esto para albergar hasta 500 chicos de forma permanente hasta que en la mayoría de edad, puedan abrirse camino por ellos mismos.
Lo que era solo un hermoso proyecto ahora esta terminado y todas las camitas acolchadas y calentitas están esperando a sus dueños chiquitos.
Los comedores huelen a chocolate caliente y los hornos de las panaderías internas del predio ya producen facturas que se derriten en los dedos.
Solo falta un detalle, y es ir a buscar a los chicos de la calle para traerlos a semejante instalación.
Decidís vos misma ir por ellos y a darles el alegrón.
Después de una jornada cansadora solo unos pocos te creyeron y se dispusieron a probar tu regalo.
Otros te maldijeron, algunos se rieron de vos, otros te tomaron por loca, y otros te observaron con una indiferencia tan mortal que te asustó.
Si yo fuese una persona adinerada, después de terminar la obra hubiese encargado grabar un vídeo con todo detalle. Y mostrándolo, con toda seguridad hubiese convencido a los más necesitados. Con ellos ya viviendo en esas instalaciones hubiese hecho otro vídeo para mostrarlo a más chicos y eso les hubiese convencido más que mis palabras. Después de un curso y de ver los resultados en un nuevo vídeo con las vivencias, los días de estudio, de trabajo en colaboración de todos los chicos allí acogidos...¿tú crees que los que vivieran en la calle rechazarían la oferta? No. Porque verían que no eran solo palabras. Con solo palabras no se convence a cualquiera. Con pruebas, es fácil.
Si Dios les hubiese hecho ver a Adán y Eva lo que significaba desobedecer, y cómo era morirse, y la enfermedad y las consecuencias para toda la humanidad con todo el sufrimiento que acarrearía...Seguro que no hubiesen desobedecido. pero no les informaron ni de palabra ni visualmente.
Sin desmayar, en 15 días tenías alojados casi 300 niños de todas las edades. Algunos de ellos estaban bañaditos y perfumados, mientras que otros seguían tan sucios como habían arribado. No se querían bañar por nada del mundo.
Cuando te cruzaban por el predio, muchos pasaban a tu lado sin siquiera inmutarse, pero otros acordándose de quien eras te saludaban con cariño y agradecimiento verdadero.
Al poco tiempo te distes cuenta que entre los chicos había algunos que eran:
1. Agradecidos y siempre dispuestos, obedecían en todo a las autoridades del lugar y se disponían de buena gana a ser enseñados. Querían crecer. Eran considerados con los demás. Y generalmente si los encontrabas peleando, no habían sido ellos los que comenzaron la pelea.
2. Otros eran peleadores. Siempre estaban generando controversias. Le pegaban a los mas chiquitos y los sometían físicamente. Se resistían a la autoridad y no querían estudiar. Se acaparaban los juegos y no dejaban que otros se divirtieran en paz. Cuando se los reprendía con amor y se les trataba de explicar la importancia de la convivencia, parecía que entendían, pero volvían al mismo comportamiento, minutos mas minutos menos.
3. Había otro grupo que estaba formado por chicos malos, malos, que seguramente tenían su razón para ser así. Hijos abandonados de padres alcohólicos o drogadictos o golpeadores. En una de esas fueron violados desde chicos. Pero mas allá de sus antecedentes, estaban rompiendo las instalaciones y golpeando a los chicos mas débiles y mas tranquilitos.
Al consultar con los psicólogos del predio ellos te comentaron que alguno de ellos cambiaría a costa de tiempo y de perdidas pero otros no cambiarían mas.
Se te partía el corazón y no cabía en tu cabeza que teniendo todo esto para ellos, no lo pudieran valorar
Pero no querías tomar medidas drásticas, ni echar a ninguno y pensaste que el tiempo lo iba a solucionar.
De pronto te diste cuenta que algunos chicos que eran buenos candidatos y estaban muy contentos, se habían escapado de regreso a las calles y al frio porque a pesar de estar muy contentos y agradecidos, los otros les pegaban y sus vidas se había transformado en un pequeño infierno.
Y aunque eras todo amor, te distes cuenta que deberías elegir. Por mucho que vos quisieras darles a todos en mismo lugar, no todos parecían estar dispuestos a recibirlo. Tu misericordia hacía los malos había terminado siendo injusticia para los buenos.
Y pensaste: No hice todo esto para sufrir sino para ayudar.
Si no se ajustan como todos los demás tendrán que irse de acá.
Y una y otra vez los trataste de convencer de que desistan de su actitud.
Cansada al fin los mandaste llamar para anunciarles que deberían abandonar el lugar.
Al reunirse todos a los gritos te insultaron y gritaron diciéndote: Vieja loca, vos te pensas que sos buena pero si fueras buena no nos echarías de acá. Tu bondad apesta. Si en realidad tendrías amor, como decís, no nos mandarías de nuevo a la calle. Ya nos parecia que en tu oferta había gato encerrado. Uno quiso pegarte y otro alcanzó a escupirte y al grito de racista, autoritaria y malvada se mandaron mudar no sin romper todo lo que encontraban a su paso.
Una vez repuesta, salistes a buscar a aquellos chicos que por causa de estos otros, se habían ido y gracias a Dios todos volvieron felices menos uno, lo habían asesinado los que salieron, porque sabían que era el que vos mas querías, en venganza por tu incomprensión y maldad.
Dios hizo todo y no se va a quedar por la eternidad con los malvados sino con los que valoren el regalo.
Dios te bendiga