Una persona sufre por lo que siente y, efectivamente, un dolor puede ser producido por el mismo pensamiento. A modo de ejemplo en este mundo, le cito las personas que sufren depresión en esta vida y sufren un dolor psíquico, o personas que son llamadas (con o sin razón) hipocondriacas y están siempre con un "me duele aquí, me duela acá" (y de ahí no salimos cuando se ponen así) y sufren un dolor físico.
Nota: Los ejemplos quizás no sean exactos pero tampoco me he molestado en buscar ahora mismo unos que pudieran ser más correctos (tengo prisa, en breve he de salir a trabajar).
A mí me gusta hablar de los ángeles porque hasta hablando de los malvados nos pueden conducir a Dios. Como creo que dije en uno de mis mensajes, y desde luego insisto en que esto que diré no es bíblico sino solo un pensamiento mío personal, los ángeles caídos no están sufriendo constantemente sino eternamente. Porque cuando no se acuerdan o relacionan algo con Dios no tienen por qué sufrir. Su tiempo es el "evo", un aprendizaje. Meditar es su actividad preferida y esencia de su naturaleza, dedicar lo que nosotros diríamos "nuestro tiempo" es en pensar: es lo natural para ellos. Los malditos observan a las personas (víctimas somos de ellos) y con su magnífica perspicacia muy por encima de la de cualquier ser humano, se dan cuenta por dónde flojeamos y nos "susurran" entonces el camino de la perdición: nos tientan. Pero bien, esto ya es hablar por hablar y tampoco quiero expandirme demasiado.
Que Dios nuestro Señor Verdadero le bendiga a usted y a los suyos.