Mi grupo es lo contrario, la gente se sale de la iglesia cuando cae en pecado, y te estoy hablando de un porcentaje importante de los creyentes, si tomas 2 décadas y analizas el grupo que estaba al inicio, luego de 20 años al menos el 30% "esta en el mundo" como decimos nosotros, son personas que dejan de congregar y es porque se casaron con alguien del mundo o porque simplemente se aburrieron y se apartaron o cayeron en pecado de adulterio/fornicación y se apartaron... Son muchos los casos de personas que se apartan porque caen en pecado sexual.
Lo bueno es que al menos ese 70% (quizá menos) sigue siempre perseverante, sumando muchos de sus descendientes, mas los nuevos congregados, la congregación siempre crece gracias a Dios.
Sobre la cola de conga, mi iglesia donde crecí no enseña predicación expositiva, se mantiene en el espectro sencillo de las escrituras, en esas doctrinas que son difíciles de equivocarse al interpretarlas, no enseñan escatología sino solo lo muy básico, que Cristo viene no se sabe el día ni la hora, prácticamente te dan buenos fundamentos para que no seas un hereje pero luego si quieres profundizar en las doctrinas difíciles, tienes que hacerlo por tu cuenta, esta forma de evangelizar es buena porque no te enseñan el error aunque luego si la gente no tiene interés de aprender por su cuenta queda ignorante de muchos misterios bíblicos de por vida.
Considero que tiene fortalezas y debilidades pero a mí me funciono porque por mi cuenta he estudiado desde un punto de vista objetivo diversas doctrinas que se enseñan y lo primero que hice fue leer la biblia entera de manera estructurada unas 3 veces, luego algunos libros de interés los habré leído unas 30 veces o más, y esto te permite formar un propio criterio sobre la mayoría de doctrinas, casi la totalidad de ellas, luego es cuando fui a los eruditos de diversas creencias pero YA era tarde para ellos porque no me podían engañar, ya me había formado un criterio y no me podían venir a decir por ejemplo que Jesús es un Ángel o que Dios es malo y vengativo o que María también salva, etc, no pueden.
Conclusión: Escuchar eruditos o predicadores que pretenden imponer doctrinas sin al menos haber leído la biblia entera y formado un criterio propio, si no se tiene al menos ese punto de partida, es muy fácil que te engañen porque no es lo mismo leer la biblia e interpretarla a que te la interpreten a ti poniendo su propia sazón al caldo, manipulándote.