@Arí Hashomer me gustaría saber tu opinión... que el judío
Pablo... quisiese decir con "
religión pura delante de Dios", refiriéndose a visitar huérfanos y viudas en aflicción.
Tales palabras las hallo en el judío Yaakov (Santiago), en una misiva. De él escribió Flavio Josefo:
[El sacerdote saduceo Ananus] reunió al sanedrín, y llevó ante ellos al hermano de Jesús, llamado Cristo, que se llamaba Santiago; y cuando hubo formado acusación contra ellos como infractores de la ley, los entregó para que fuesen apedreados. Pero a los que parecían los más equitativos de los ciudadanos y los más inquietos por el quebrantamiento de las leyes, no les gustó lo que se hizo; también enviaron al rey [Agripa], pidiéndole que mandara a Ananus que no actuara más así, pues lo que había hecho no tenía justificación.
Este hombre, del que se da testimonio de haber sido condenado a muerte sin justificación, tal y como se dijo de Jesús (Hechos 13:28), evidentemente era un piadoso. Un judío temeroso de Dios.
No es de extrañar que el desgraciado y mil veces condenado Martín Lutero hablase de la epístola (Santiago) del judío Yaakov, con el desprecio antisemita propio de él y de sus emuladores actuales:
“La epístola de Santiago es realmente una epístola de paja, pues no tiene nada de la naturaleza del Evangelio”.
Estoy más que seguro de que Yaakov escribió en hebreo. Los manuscritos más antiguos de su carta se remontan hasta el tercer siglo de la era común. Naturalmente, en tres siglos, la obra original en hebreo ha sido interpretada al griego con mayor o menor prolijidad, una y otra vez, hasta llegar a las versiones del siglo III en griego.
El ensañamiento del saduceo Ananus contra Yaakov, puede ser el resultado del celo por el legítimo servicio a Dios expresado en la misiva, misma que está dirigida a las doce tribus en la diáspora. La expresión griega treskia katara para Theo (θρησκία καθαρὰ παρὰ θεῷ), a todas luces, es un intento del traductor del hebreo al griego, por darle sentido a la expresión hebrea Avodat Elohim Tehorat (עבודת אלהים טהורה).
Avodat Elohim Tehorat
Precisamente, Flavio Josefo escribió en “Contra Apion 2:7”:
הן תורה אחת היתה לנו כל הימים, ובדרכה אנו הולכים בלי־סוף ואף כי צרות רבות מצאו את עירנו, כמו שמצאו גם את ערי יתר העמים, והצדיק פומפיוס מגנוס וליציניוס קרסוס – ובימינו אלו גם טיטוס קיסר – התגברו עליה במלחמה ותפשו את בית המקדש [ובאו בו], ואף אחד מהם לא מצא שם כדבר הזה, רק עבודת אלהים טהורה
Porque los judíos nos regimos siempre por las mismas leyes, en las que perseveramos constantemente; y aunque a nuestra ciudad le han ocurrido muchas desgracias, como a otras semejantes, y aunque Epifanes, y Pompeyo el Grande, y Licinio Craso, y el último de todos Tito César, nos han conquistado en la guerra, y se han apoderado de nuestro templo; sin embargo, ninguno de ellos encontró nada semejante en él, ni tampoco nada que no fuera conforme al servicio puro a Dios.
El historiador judío está refutando las difamaciones de Apion, una de las cuales es mencionada líneas antes de la cita que he publicado. Esto es lo que escribió Josefo sobre la patraña de Apion:
Pues Apión tiene la desfachatez de pretender que “los judíos colocaron una cabeza de asno en su lugar santo”; y afirma que esto se descubrió cuando Antíoco Epífanes saqueó nuestro templo, y encontró allí esa cabeza de asno hecha de oro, y que valía mucho dinero.
Flavio Josefo desmiente en su escrito las afirmaciones de Apion, y dice que solo se encontró lo que es conforme al servicio puro a Dios. Algunos traductores, al parecer influenciados por la Biblia cristiana, vierten la expresión como “conforme a la más pura piedad”.
Yaakov (Santiago) desafía al sacerdocio saduceo
Un choque entre ambos era inevitable. Los saduceos niegan la resurrección (Mateo 20:23), uno de los 13 principios del pueblo judío. Incluso se afirma en Sanhedrin 90a: «Estas son las personas que no tienen parte en el Mundo Venidero: Aquel que dice que la Torá no viene de Dios, o que no hay ninguna fuente de la Torá para la resurrección de los muertos».
En contraparte de los saduceos, Yaakov afirma en su misiva:
Santiago 4:12: Uno solo es el dador de la Torá
Santiago 5:8 la venida del señor [resucitado] se acerca.
Más allá incluso de que Yaakov, como temeroso de Dios, fue un defensor de la Torá (Santiago 2:8), tuvo un encuentro personal con Jesús resucitado (1 Corintios 15:7).
El Templo de Jerusalén existía aún en los tiempos de Yaakov, pero él parece presagiar su final, y afirma que el servicio puro a Dios, en referencia al servicio en el Templo, es «Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo».
Quizá, mientras moría a manos de los “salvajes” (Guerras de los Judíos 2:8) saduceos, Yaakov, portador del nombre del patriarca de Israel, mantenía la esperanza de que las 12 tribus (Santiago 1:1) retornarían a Éretz Israel, y que al hallarla sin Templo, encontrarían en su carta una nueva forma de servicio puro a Dios.