JESÚS NO PUEDE ESTAR SEPARADO DE SU IGLESIA
Hch 7:38 Este es aquel Moisés que estuvo en la congregación (G1577) en el desierto con el ángel que le hablaba en el monte Sinaí, y con nuestros padres, y que recibió palabras de vida que darnos;
(G1577) = ekklēsia, es una reunión o asamblea de ciudadanos, para un propósito determinado, como también es una compañía de creyentes.
Tiene dos aplicaciones a compañías de cristianos:
(a) de toda la compañía de los redimidos a través de la era presente, la compañía de la que Cristo dijo: «edificaré mi iglesia» (Mat_16:18), y que es descrita adicionalmente como «la iglesia, la cual es su cuerpo» (Efe_1:22 ; Efe_5:22),
(b) en número singular (p.ej., Mat_18:17), a una compañía formada por creyentes profesos (p.ej., Hec_20:28 ; 1Co_1:2 ; Gal_1:13. 1Te_1:1 ; 1Ti_3:5), y en plural, refiriéndose a las iglesias en un distrito.
En la Septuaginta se usa para designar a la congregación de Israel, convocada para cualquier propósito determinado, o una reunión considerada como representativa de la nación toda. En Hec_7:38 se usa de Israel; en 19:32,41, de una turba amotinada.
Cristo, como Jehová en el desierto, los liberó de la esclavitud en Egipto y los trajo a través del desierto, hasta la tierra que había prometido a Abraham. Leemos:
1Co 10:4 y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo.
En esta dispensación de la Gracia de Dios en Cristo, Él no está separado de ella.
Ella es de hecho su propio cuerpo en la tierra.
Dios ha elegido vaciar todo su poder, autoridad y vida en el Cristo viviente.
Y Dios en Cristo es solo conocido completamente en y a través de su Iglesia.
De manera que la vida cristiana hacia el Padre, no es un transitar individual, sino un viaje en grupo, corporativo.
Tal argumento de que "Yo creo en Dios a mi manera" es la más fiel representación del camino de Caín.
Aquellos que insisten en transitar la vida solos, serán derribados y quedaran postrados en el desierto de este mundo, con todo y soberbia.
Cristo es el vínculo que nos une al Padre.
Sin Cristo, toda enseñanza sobre Israel, es peso muerto, no sirve para nada.
Sin Cristo, el Padre deja de ser Padre, y el Espíritu Santo se convierte solo en una fuerza activa, una energía despersonalizada, como la electricidad o el viento.
Entonces, en esas condiciones, no podría convencer a nadie de pecado, de justicia y de juicio; tampoco podría tomar de lo de Cristo y compartirlo con nosotros.
Estas son las tremendas consecuencias de adorar un dios monolítico, sin amor, y sin ninguna identificación con la criatura humana.
Hch 7:38 Este es aquel Moisés que estuvo en la congregación (G1577) en el desierto con el ángel que le hablaba en el monte Sinaí, y con nuestros padres, y que recibió palabras de vida que darnos;
(G1577) = ekklēsia, es una reunión o asamblea de ciudadanos, para un propósito determinado, como también es una compañía de creyentes.
Tiene dos aplicaciones a compañías de cristianos:
(a) de toda la compañía de los redimidos a través de la era presente, la compañía de la que Cristo dijo: «edificaré mi iglesia» (Mat_16:18), y que es descrita adicionalmente como «la iglesia, la cual es su cuerpo» (Efe_1:22 ; Efe_5:22),
(b) en número singular (p.ej., Mat_18:17), a una compañía formada por creyentes profesos (p.ej., Hec_20:28 ; 1Co_1:2 ; Gal_1:13. 1Te_1:1 ; 1Ti_3:5), y en plural, refiriéndose a las iglesias en un distrito.
En la Septuaginta se usa para designar a la congregación de Israel, convocada para cualquier propósito determinado, o una reunión considerada como representativa de la nación toda. En Hec_7:38 se usa de Israel; en 19:32,41, de una turba amotinada.
Cristo, como Jehová en el desierto, los liberó de la esclavitud en Egipto y los trajo a través del desierto, hasta la tierra que había prometido a Abraham. Leemos:
1Co 10:4 y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo.
En esta dispensación de la Gracia de Dios en Cristo, Él no está separado de ella.
Ella es de hecho su propio cuerpo en la tierra.
Dios ha elegido vaciar todo su poder, autoridad y vida en el Cristo viviente.
Y Dios en Cristo es solo conocido completamente en y a través de su Iglesia.
De manera que la vida cristiana hacia el Padre, no es un transitar individual, sino un viaje en grupo, corporativo.
Tal argumento de que "Yo creo en Dios a mi manera" es la más fiel representación del camino de Caín.
Aquellos que insisten en transitar la vida solos, serán derribados y quedaran postrados en el desierto de este mundo, con todo y soberbia.
Cristo es el vínculo que nos une al Padre.
Sin Cristo, toda enseñanza sobre Israel, es peso muerto, no sirve para nada.
Sin Cristo, el Padre deja de ser Padre, y el Espíritu Santo se convierte solo en una fuerza activa, una energía despersonalizada, como la electricidad o el viento.
Entonces, en esas condiciones, no podría convencer a nadie de pecado, de justicia y de juicio; tampoco podría tomar de lo de Cristo y compartirlo con nosotros.
Estas son las tremendas consecuencias de adorar un dios monolítico, sin amor, y sin ninguna identificación con la criatura humana.