Una cosa es la mentalidad de un auténtico judío incrédulo a Cristo, que como hemos visto por medio del evangelio de Juan, ellos no creen que Jesús lo vio Isaías, antes de su encarnación, y su incredulidad es una ceguera judicial, de carácter temporal, esto es, un endurecimiento en parte, porque hasta el día de hoy, hay judíos que al escuchar el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo, no endurecen su corazón, sino que se convierten.
De manera que esto que está escrito aquí:
Isa 6:9 Y dijo: Anda, y dí a este pueblo: Oíd bien, y no entendáis; ved por cierto, mas no comprendáis.
Isa 6:10 Engruesa el corazón de este pueblo, y agrava sus oídos, y ciega sus ojos, para que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni su corazón entienda, ni se convierta, y haya para él sanidad
Y que es citado en el NT para ilustrar esta ceguera a Jesús como Jehová:
Jua 12:40 Cegó los ojos de ellos, y endureció su corazón;
Para que no vean con los ojos, y entiendan con el corazón,
Y se conviertan, y yo los sane.
No amigo, estás equivocado, es el mismo Jesús, aquí está la evidencia sobre la identidad de quien vio Isaías:
Jua 12:41 Isaías dijo esto cuando vio su gloria, y habló acerca de él.
Estas cosas habló Jesús, y se fue y se ocultó de ellos.
