Hola con permiso, permítanme entregarles una experiencia personal que podría ser ilustrativa para algunos.
Fui bautizado en la ICR a los dos meses de edad por ablución. Un dia cuando joven abandoné esa denominación, al cristianismo y las creencias todas volviéndome 100% agnóstico, y otro dia ya anciano me sumergí en una piscina que recogía aguas del rio Jordán (naturalmente en Israel).
La piscina era de unos 4 x 6 metros y 1,5 m de profundidad, tenía dos escalas una para entrar y otra para salir, según la historia correspondía aproximadamente a las medidas de las piscinas donde purificaban los sacerdotes judíos, antes del año 70, eso correspondía al baño ritual de pureza (Mikvé), no era un bautismo. Se entraba por un lado espiritualmente inmundo, se sale por el otro ya limpio después de una inmersión total del cuerpo, que normalmente la hacía un sacerdote.
Al parecer Juan Bautista le dio otra connotación y el sumergir (bautizar) era con el objeto de purificar para que todos estuvieran limpios espiritualmente al encontrar al Mesías (Juan 1:19-34).
Para los judíos el primer rito de iniciación es la circuncisión del pacto abrahámico, a los ocho dias de nacido es cuando el niño se vuelve perfecto después de nacer, era además el momento en que sus padres elegían el nombre con que sería llamado en su comunidad. No se conoce de bautismos de infantes en la Biblia, se sabe eso si que es una costumbre que se adquiere en los primeros siglos, después del Concilio de Jerusalén cuando Jacobo juzga que la circuncisión no sería obligatoria (Hechos 15:19).
Los primeros cristianos bautizaban por inmersión, muchos judíos convertidos extrañaban la circuncisión (brit milah) y la reemplazaron por el bautismo por aspersión, que servía además para poner nombre al infante y así hasta el dia de hoy en muchas denominaciones.
Mi experiencia del primer bautizo lo entendí como la purificación a que me llevaron mis padres, por sus propias creencias tradicionales y ponerme un nombre, la voluntaria inmersión en el agua la que me volvió a Cristo. Por eso no veo lo malo en bautizar infantes, porque lo importante es después, si la persona sigue una vida cristiana o no, pienso que la voluntad que los mueve es algo personal. Yo no creo que el bautismo tenga nada que ver con la salvación, puesto que por los niños primero que nada, y luego por todos nosotros dio su vida el Hijo de Dios en la cruz.
Un saludo cordial en Cristo
Edil