EL BAUTISMO:
Forma o modo del Bautismo.
La forma o modo es indiferente. La cantidad de agua empleada no determina su validez, como ocurre con la cantidad de pan y vino en la Santa cena.
El significado del vocablo BAPTO o “bautizar” no tiene significado único. Los “bautismos” de los judíos: Era algo ordinario en sus vidas, se bautizaban (lavaban) antes de comer, y bautizaban las camas:
“Cuando vuelven del mercado, si no se lavan, no comen. Y hay muchas otras cosas que aceptaron para guardar, como los lavamientos de las copas, de los jarros y de los utensilios de bronce y de los divanes.” (MARCOS 7:4.)
“Y el fariseo se asombró al ver que no se lavó antes de comer.” (LUCAS 11:38.)
Se bautizaban por tocar un cadáver: ECLESIÁSTICO 34:30 (este libro es apócrifo, católico - lo utilizamos para ver el significado de la palabra bapto.)
“Estas son ordenanzas de la carne, que consisten sólo de comidas y bebidas y diversos lavamientos, impuestas hasta el tiempo de la renovación.” (HEBREOS 9:10.)
Había otros bautismos además del de arrepentimiento:
“Entonces él anduvo por toda la región alrededor del Jordán, predicando el bautismo del arrepentimiento para perdón de pecados.” (LUCAS 3:3.)
Los profetas bautizaban. El Mesías haría lo mismo cuando apareciese:
“Este es el testimonio de Juan cuando los judíos le enviaron de Jerusalén unos sacerdotes y levitas para preguntarle: --¿Quién eres tú? Él confesó y no negó, sino que confesó: --Yo no soy el Cristo.
Y le preguntaron: --¿Qué, pues? ¿Eres tú Elías? Y dijo: --No lo soy. --¿Eres tú el profeta? Y respondió: --No. Le dijeron entonces: --¿Quién eres?, para que demos respuesta a los que nos han enviado. ¿Qué dices en cuanto a ti mismo? Dijo: --Yo soy la voz de uno que proclama en el desierto:
“Enderezad el camino del Señor” como dijo el profeta Isaías.
Y los que habían sido enviados eran de los fariseos. Le preguntaron y le dijeron: --¿Entonces, por qué bautizas, si tú no eres el Cristo, ni Elías, ni el profeta?”
(JUAN 1:19-25.)
“Pero Jesús le respondió: --Permítelo por ahora, porque así nos conviene cumplir toda justicia. Entonces se lo permitió.
Y cuando Jesús fue bautizado, en seguida subió del agua, y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma y venía sobre él.” (MATEO 3:15-16.)
“Toda justicia” equivale a la purificación que la ley demandaba a todo sacerdote.
Los bautismos judíos no eran por inmersión.
La inmersión no está prescrita ni ordenada en la ley. A pesar de que aquellos “bautismos” fueron impuestos al pueblo.
“Estas son ordenanzas de la carne, que consisten sólo de comidas y bebidas y diversos lavamientos, impuestas hasta el tiempo de la renovación.” (HEBREOS 9:10.)
En ningún lugar de la ley de Moisés se prescribe la inmersión. ¿Con que derecho se concluye que se hacían por inmersión, tratárese de personas o de enseres?
Los bautismos eran por aspersión, efusión o rociamiento:
“Así harás con ellos para purificarlos: Rocía sobre ellos el agua para la purificación; luego haz que pasen la navaja sobre todo su cuerpo y que laven sus vestiduras. Así serán purificados.” (NUMEROS 8:7.)
“Todo el que toque un cadáver, el cuerpo de alguien que ha muerto, y que no se purifica, contaminará el tabernáculo de Jehovah. Esa persona será excluida de Israel, por cuanto el agua para la impureza no fue rociada sobre él. Aún queda impuro, y su impureza permanece sobre él.” (NUMEROS 19:13.)
“Una persona que esté pura tomará hisopo y lo mojará en el agua. Luego rociará la tienda, todos los utensilios, a las personas presentes, y al que tocó un hueso o a uno que ha sido matado o un cadáver o una tumba. El que esté puro rociará sobre el impuro en el tercero y en el séptimo día. Después de purificarlo en el séptimo día, éste lavará su ropa y lavará su cuerpo con agua; y al anochecer será puro.”
(NUMEROS 19:18-19.)
“Por otro lado, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos?
Si los muertos de ninguna manera resucitan, ¿por qué, pues, se bautizan por ellos?”
(1ª CORINTIOS 15:29.)
“En la misma hora se cumplió la palabra acerca de Nabucodonosor, y fue echado de entre los hombres. Comía hierba como los bueyes, y su cuerpo era mojado con el rocío del cielo, hasta que su pelo creció como plumas de águilas y sus uñas como las de las aves.” (DANIEL 4:33.)
Los 70 sabios hebreos que tradujeron la Septuajinta emplean la palabra bautizar para indicar que Nabucodonosor era rociado con rocío del cielo.
Bautizar equivale a lavar:
“Pues los fariseos y todos los judíos, si no se lavan las manos hasta la muñeca, no comen, porque se aferran a la tradición de los ancianos. Cuando vuelven del mercado, si no se lavan, no comen. Y hay muchas otras cosas que aceptaron para guardar, como los lavamientos de las copas, de los jarros y de los utensilios de bronce y de los divanes.” (MARCOS 7:3-4.)
El versículo 3 dice lavar y el 4 bautizar, ambas palabras se usan permutablemente y como equivalentes.
“--¿Por qué quebrantan tus discípulos la tradición de los ancianos? Pues no se lavan las manos cuando comen pan.” (MATEO 15:2.) “LAVAN”.
“Y el fariseo se asombró al ver que no se lavó antes de comer.” (LUCAS 11:38.) “BAUTIZADO”.
Estos lavamientos no podían ser por inmersión porque el rociamiento es impuesto por la ley.
El bautismo judío era un rito cotidiano se bautizaban o purificaban antes de comer, por las impurezas, por tocar cadáver, al volver de la plaza, bautizaban los lechos, los vasos... De ser practicado por inmersión se hacia imprescindible el baptisterio en cada casa judía. No era así. Sin embargo en las casas judías existían “tinajas dispuestas conformes al rito de la purificación de los judíos”.
“Había allí seis tinajas de piedra para agua, de acuerdo con los ritos de los judíos para la purificación. En cada una de ellas cabían dos o tres medidas.” (JUAN 2:6.)
Su capacidad, 80 a 120 litros, era muy grande para meter solo las manos, pero insuficiente para sumergir personas o cosas grandes. Pero servían perfectamente para sacar agua y rociarla sobre las personas o cosas a bautizar o purificar.
Casos en que la inmersión era imposible:
Los lechos fuesen camas mesas o “divanes” no podían sumergirse.
“Estas son ordenanzas de la carne, que consisten sólo de comidas y bebidas y diversos lavamientos, impuestas hasta el tiempo de la renovación.” (HEBREOS 9:10.)
Esto corrobora que los bautismos judíos eran por aspersión. Por el contexto inmediato queda claro que los bautismos impuestos eran con la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociada a los impuros:
“Porque si la sangre de machos cabríos y de toros, y la ceniza de la vaquilla rociada sobre los impuros, santifican para la purificación del cuerpo.” (HEBREOS 9:13.)
“Porque habiendo declarado Moisés todos los mandamientos según la ley a todo el pueblo, tomó la sangre de los becerros y de los machos cabríos junto con agua, lana escarlata e hisopo, y roció al libro mismo y también a todo el pueblo.”
(HEBREOS 9:19.)
“Y roció también con la sangre el tabernáculo y todos los utensilios del servicio.” (HEBREOS 9:21.)
La forma del bautismo cristiano deriva de la del judío.
En cuanto ceremonia en si no se distinguía del bautismo judaico. Se diferenciaba solo en significado y en que el bautismo cristiano se hacia en nombre de la Trinidad.
Idéntico significado del agua en los dos testamentos. El agua era emblema de purificación y consagración. Si la aspersión fue en el A.T. Suficiente para representar estas cosas ¿porque no habría de serlo ahora? ¿Es acaso mas significativo o eficaz un gran volumen de agua que una pequeña cantidad?
“Entonces esparciré sobre vosotros agua pura, y seréis purificados de todas vuestras impurezas. Os purificaré de todos vuestros ídolos. Os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros. Quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne.” (EZEQUIEL 36:25-26.)
Jesús no alteró en lo mas mínimo el significado y uso del agua, ni de la palabra “bautizar”.
Argumentos:
Cuando Jesús vino, halló a los judíos empleando la palabra “bautizar” para designar sus purificaciones por aspersión. Utilizó la misma palabra “bautizar” para nombrar a su propia ordenanza. Sin indicar que la forma de aspersión cambiaría. ¿Habría sido así de haber querido introducir en su Iglesia una nueva forma de bautismo (la inmersión)?
Al usar la misma palabra (sin indicar cambio alguno) aceptaba para el bautismo cristiano la misma forma (aspersión, rociamiento) conque se venía realizando durante siglos los bautismos judaicos.
EJEMPLOS DE BAUTISMOS POR ASPERSÍON:
“Porque Juan, a la verdad, bautizó en agua, pero vosotros seréis bautizados en el Espíritu Santo después de no muchos días.” (HECHOS 1:5.)
COMPARAR CON:
“Sucederá en los últimos días, dice Dios, que derramaré de mi Espíritu sobre toda carne. Vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán, vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños.” (HECHOS 2:17.)
El elemento (agua) se aplica al sujeto y no al contrario:
“Juan les respondió diciendo: --Yo bautizo en agua, pero en medio de vosotros está uno a quien vosotros no conocéis.” (JUAN 1:26.)
“Yo no le conocía, pero el que me envió a bautizar en agua me dijo: “Aquel sobre quien veas descender el Espíritu y posar sobre él, éste es el que bautiza en el Espíritu Santo.” (JUAN 1:33.)
“Porque Juan, a la verdad, bautizó en agua, pero vosotros seréis bautizados en el Espíritu Santo después de no muchos días.” (HECHOS 1:5.)
“Entonces Pedro respondió: --¿Acaso puede alguno negar el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo, igual que nosotros?”
(HECHOS 10:47.)
El bautismo del eunuco.
“Un ángel del Señor habló a Felipe diciendo: “Levántate y vé hacia el sur por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto.” El se levantó y fue. Y he aquí un eunuco etíope, un alto funcionario de Candace, la reina de Etiopía, quien estaba a cargo de todos sus tesoros y que había venido a Jerusalén para adorar, regresaba sentado en su carro leyendo el profeta Isaías. El Espíritu dijo a Felipe: “Acércate y júntate a ese carro.” Y Felipe corriendo le alcanzó y le oyó que leía el profeta Isaías. Entonces le dijo: --¿Acaso entiendes lo que lees? Y él le dijo: --¿Pues cómo podré yo, a menos que alguien me guíe? Y rogó a Felipe que subiese y se sentase junto a él.
La porción de las Escrituras que leía era ésta:
Como oveja, al matadero fue llevado, y como cordero mudo delante del que lo trasquila, así no abrió su boca. En su humillación, se le negó justicia; pero su generación, ¿quién la contará? Porque su vida es quitada de la tierra. Respondió el eunuco a Felipe y dijo: --Te ruego, ¿de quién dice esto el profeta? ¿Lo dice de sí mismo o de algún otro? Entonces Felipe abrió su boca, y comenzando desde esta Escritura, le anunció el evangelio de Jesús.
Mientras iban por el camino, llegaron a donde había agua, y el eunuco dijo: --He aquí hay agua. ¿Qué impide que yo sea bautizado? Felipe dijo: --Si crees con todo tu corazón, es posible. Y respondiendo, dijo: --Creo que Jesús, el Cristo, es el Hijo de Dios. Y mandó parar el carro. Felipe y el eunuco descendieron ambos al agua, y él le bautizó.
Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe. Y el eunuco no le vio más, pues seguía su camino gozoso.” (HECHOS 8:26-39.)
Se pretende que las palabras “descendieron” y “subieron”, hablan de inmersión, pero se olvida que:
A) Los que “descendieron” y “subieron” del agua fueron “ambos”. ¿Fueron sumergidos ambos, rebautizandose el mismo Felipe?
El “descender” y “subir” ¿no se referirá mas bien a la situación donde el agua fue hallada (v.36), es decir, en una hondonada o depresión? ¿tenía que tratarse de inmersión precisamente? Téngase en cuenta que el lugar era desierto (v.36).
Bautismos cristianos “in situ”.
Cuando alguien creía, en el mismo lugar y momento eran bautizados, es difícil que hubiera sido así, de practicarse la inmersión. No se nos relata de una salida a un lugar adecuado para la inmersión, cambio de vestido...
La expresión aplicada a Juan el Bautista.
“Juan bautizaba en Enón... porque allí había muchas aguas”.
“Juan también estaba bautizando en Enón, junto a Salim, porque allí había mucha agua; y muchos venían y eran bautizados.” (JUAN 3:23.)
La expresión “muchas aguas” equivale a muchas fuentes o arroyos, que aunque insuficientes para la inmersión, servían para calmar la sed de las multitudes que acudían a oírle. De otra manera (si la inmersión era necesaria y Juan la practicaba) ¿por qué dejó el Jordán para trasladarse a Enón junto a Salin?
“Fueron a Juan y le dijeron: --Rabí, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú has dado testimonio, ¡he aquí él está bautizando, y todos van a él.”
(JUAN 3:26.)
Pues en el Jordán no hay duda de que podría practicar mejor la inmersión. Así pues Juan 3:23 no ofrece argumento fuerte en favor de la inmersión y por otra parte, en:
“Entonces surgió una discusión entre los discípulos de Juan y un judío acerca de la purificación.” (JUAN 3:25.)
Se define el bautismo como “purificación”.
Ni el bautismo de Juan ni el de los apóstoles era por inmersión.
¿Sumergía Juan? No, porque:
1.) Le hubiese faltado tiempo. En 18 a 24 meses que duró su ministerio no hubiese podido sumergir a las grandes multitudes que acudían a su bautismo (“Jerusalén y toda Judea y toda la provincia alrededor del Jordán.” Mateo 3:5.)
“Entonces salían a él Jerusalén y toda Judea y toda la región del Jordán, y confesando sus pecados eran bautizados por él en el río Jordán.” (MATEO 3:5-6.)
2) Se necesitan fuerzas sobrehumanas para permanecer tanto tiempo en el agua y sumergir a tales multitudes. Y no se sabe que Dios le auxiliara milagrosamente.
3) No sumergía porque no fue el quien introdujo la ceremonia del bautismo. Era un rito de purificación practicado a diario por el pueblo.
4) Quien no esté persuadido de que Juan no bautizaba distintamente a como el pueblo se purificaba (por rociamiento), puede ser que cuando Juan se trasladó a Enón, y Cristo se quedó bautizando al otro lado del Jordán, se suscitó una discusión entre los judíos y los discípulos de Juan “a cerca de la purificación”. Tenían también miedo o celos de que Jesús aparecido después, aventajara a Juan en número de purificaciones o bautismos.
“Después de esto, Jesús fue con sus discípulos a la tierra de Judea; y pasaba allí un tiempo con ellos y bautizaba.
Juan también estaba bautizando en Enón, junto a Salim, porque allí había mucha agua; y muchos venían y eran bautizados, ya que Juan todavía no había sido puesto en la cárcel.
Entonces surgió una discusión entre los discípulos de Juan y un judío acerca de la purificación.
Fueron a Juan y le dijeron: --Rabí, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú has dado testimonio, ¡he aquí él está bautizando, y todos van a él! Respondió Juan y dijo: --Ningún hombre puede recibir nada a menos que le haya sido dado del cielo.
Vosotros mismos me sois testigos de que dije: “Yo no soy el Cristo”, sino que “he sido enviado delante de él”.
El que tiene a la novia es el novio; pero el amigo del novio, que ha estado de pie y le escucha, se alegra mucho a causa de la voz del novio. Así, pues, este mi gozo ha sido cumplido.
A él le es preciso crecer, pero a mí menguar.” (JUAN 3:22-30.)
Los apóstoles tampoco lo hacían. Ejemplo: Los tres mil bautismos del día de Pentecostés.
1) Todos estaban reunidos en un mismo lugar. Fueron bautizados (los Apóstoles) de lo ALTO por el derramamiento del E.S. Este Espíritu se derramó también sobre la multitud, luego fueron bautizados con agua ¿se sumergió a estos tres mil convertidos? Para afirmarlo, solo cabe aferrarse al pretendido significado del vocablo “bautizar” (inmersión).
2) No hubo tiempo, once apóstoles ¿podían sumergir a 3.000 personas en una fracción del día?
3) No había lugar. Ni en el templo ni en sus alrededores para la inmersión.
4) Pentecostés fue en la época seca del año. En la siega.
5) No hay evidencia de que hicieran una excursión a algún lugar. (Movilizar a 3.000 personas en busca de agua hubiera sido un suceso notable que Lucas habría consignado.)
6) Ni el agua del Templo, ni de los depósitos públicos podía ser utilizada para sumergir tal multitud. ¿Que hay del cambio de vestiduras? Con la aspersión no existen estos ni otros problemas semejantes.
Bautismos Neotestamentarios.
El bautismo de Saulo de Tarso:
“Entonces Saulo, respirando aún amenazas y homicidio contra los discípulos del Señor, se presentó al sumo sacerdote y le pidió cartas para las sinagogas en Damasco, con el fin de llevar preso a Jerusalén a cualquiera que hallase del Camino, fuera hombre o mujer.
Mientras iba de viaje, llegando cerca de Damasco, aconteció de repente que le rodeó un resplandor de luz desde el cielo. El cayó en tierra y oyó una voz que le decía:--Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Y él dijo: --¿Quién eres, Señor? Y él respondió: --Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Pero levántate, entra en la ciudad, y se te dirá lo que te es preciso hacer. Los hombres que iban con Saulo habían quedado de pie, enmudecidos. A la verdad, oían la voz, pero no veían a nadie. Entonces Saulo fue levantado del suelo, y aun con los ojos abiertos no veía nada. Así que, guiándole de la mano, le condujeron a Damasco. Por tres días estuvo sin ver, y no comió ni bebió. Había cierto discípulo en Damasco llamado Ananías, y el Señor le dijo en visión: Ananías. El respondió: --Heme aquí, Señor.
El Señor le dijo: --Levántate, vé a la calle que se llama La Derecha y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo de Tarso; porque he aquí él está orando, y en una visión ha visto a un hombre llamado Ananías que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista.
Entonces Ananías respondió: --Señor, he oído a muchos hablar acerca de este hombre, y de cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén. Aun aquí tiene autoridad de parte de los principales sacerdotes para tomar presos a todos los que invocan tu nombre.
Y le dijo el Señor: --Vé, porque este hombre me es un instrumento escogido para llevar mi nombre ante los gentiles, los reyes y los hijos de Israel. Porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre. Entonces Ananías fue y entró en la casa; le puso las manos encima y dijo: --Saulo, hermano, el Señor Jesús, que te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recuperes la vista y seas lleno del Espíritu Santo. De inmediato le cayó de los ojos algo como escamas, y volvió a ver. Se levantó y fue bautizado; y habiendo comido, recuperó las fuerzas. Saulo estuvo por algunos días con los discípulos que estaban en Damasco.”
(HECHOS 9:1-19.)
Versículos 17 y 18. Circunstancias en contra de la inmersión:
1) Una lectura imparcial del relato nos sugiere que fue bautizado al instante, en la misma casa (v.18).
2) Que lo fue de pie.
3) No existe salida a lugar adecuado para la inmersión.
4) Allí, en la casa de Judas (v.11) había lo necesario para bautizarlo sin demora ni ninguna preparación.
5) (V.9 y 19). La debilidad física de Pablo hubiese sido también un impedimento a la salida para la inmersión.
Bautismo del carcelero de Filipos y su casa:
“Entonces él pidió luz y se lanzó adentro, y se postró temblando ante Pablo y Silas.
Sacándolos afuera, les dijo: --Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?
Ellos dijeron: --Cree en el Señor Jesús y serás salvo, tú y tu casa.
Y le hablaron la palabra del Señor a él, y a todos los que estaban en su casa. En aquella hora de la noche, los tomó consigo y les lavó las heridas de los azotes. Y él fue bautizado en seguida, con todos los suyos. Les hizo entrar en su casa, les puso la mesa y se regocijó de que con toda su casa había creído en Dios.”
(HECHOS 16:29-34.)
Fue convertido en la cárcel y en su casa (en seguida) se bautizaron sin esperar a hacer preparativos.
Fue convertido en la cárcel a altas horas de la noche. Fue bautizado con los suyos “en seguida” sin salir a ningún lugar. Suponer que salieron a algún río, o que había en la prisión o en la casa alguna instalación apropiada para la inmersión, es eso: suponer.
Bautismo de Cornelio y su casa.
“Mientras Pedro todavía hablaba estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían la palabra.
Y los creyentes de la circuncisión que habían venido con Pedro quedaron asombrados, porque el don del Espíritu Santo fue derramado también sobre los gentiles.” (HECHOS 10:44-45.)
“Entonces Pedro respondió: --¿Acaso puede alguno negar el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo, igual que nosotros?”
(HECHOS 10:47.)
“Cuando comencé a hablar, el Espíritu Santo cayó sobre ellos también, como sobre nosotros al principio.
Entonces me acordé del dicho del Señor, cuando decía: “Juan ciertamente bautizó en agua, pero vosotros seréis bautizados en el Espíritu Santo.” (HECHOS 11:15-16.)
Recibieron por derramamiento el bautismo del E.S. (Razón alegada por Pedro para no impedirles el agua, aunque fuesen gentiles.) Se hizo el bautismo en la casa. ¿Por qué no había de practicarse el bautismo del agua, en cuanto al modo, de igual manera que el del Espíritu del cual es figura?
La expresión “impedir el agua” habla de aplicar el agua al sujeto y no a la inversa.
Bautismo del eunuco por Felipe. HECHOS 8:26-39.
La pregunta: “Aquí hay agua ¿Que impide que yo sea bautizado? Implica que Felipe le habló del bautismo del agua.
El pasaje de Isaías 53 (aproximado, ya que antes no había división en capítulos y versículos) sirvió de base para la predicación de Felipe. ¿Se habla en este pasaje de la inmersión? No. Pero sí de aspersión o rociamiento. Las cláusulas “descender del agua” y “subir del agua”, no pueden expresar inmersión y emersión total del agua, porque fueron ambos los que descendieron y ambos los que subieron. ¿Fue también Felipe sumergido? -también indica un bajar y subir hacia y desde el lugar donde fue hallada el agua en cuestión.
El versículo 26 dice que el lugar del bautismo era desierto lo cual hace improbable que la cierta agua del ver.36 fuese en cantidad tal como para practicar la inmersión.
Conclusión al modo del Bautismo.
Aunque el modo no es esencial para la validez del bautismo, es la aspersión o rociamiento la autentica forma bíblica del bautismo. También la más edificante y la mas práctica, puesto que puede realizarse en cualquier lugar, momento, época, estación, edad, condición física, etc...
En cuanto a la objeción basada en el significado de Romanos 6:4 y Colosenses 2:12 (únicos pasajes).
“Pues, por el bautismo fuimos sepultados juntamente con él en la muerte, para que así como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida.” (ROMANOS 6:4.)
“Fuisteis sepultados juntamente con él en el bautismo, en el cual también fuisteis resucitados juntamente con él, por medio de la fe en el poder de Dios que lo levantó de entre los muertos.” (COLOSENSES 2:12.)
Contestamos:
Es falso que la idea o significado exclusivo del bautismo sea el de muerte y resurrección, apuntado en Romanos y Colosenses. El bautismo no solo es muerte en Cristo es uno de los significados que la Biblia atribuye al bautismo, no es el único.
Otro significado es ser “revestidos de Cristo”.
Es obvio que este “revestimiento” puede expresarse con el derramamiento mejor que con la inmersión.
Otro significado es “ser identificados con Cristo”.
“Porque así como hemos sido identificados con él en la semejanza de su muerte, también lo seremos en la semejanza de su resurrección.” (ROMANOS 6:5.)
Otro: “Crucificado con Cristo”.
“Y sabemos que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado.”
(ROMANOS 6:6.)
Para expresar crucifixión, en forma gráfica tanto la inmersión como el rociamiento son insuficientes.
El significado de cualquier ordenanza será el que Dios le quiera dar, puédase expresarse gráficamente o no, con el modo de utilizar el elemento.
Ejemplo: Sacramento (promesa y señal) es el arco iris. Su significado es: no mas diluvio sobre la tierra. Pero no se ve como tal idea puede expresarse gráficamente con el arco. El arco pues, tiene este significado, simplemente porque Dios se lo ha querido dar.
Pero también el significado de muerte y resurrección puede expresarse también por el rociamiento:
a) La muerte y resurrección espiritual no es otra cosa que la regeneración.
b) La regeneración es simbolizada por el derramamiento y la aspersión, nunca por la inmersión.
“Él nos salvó, no por las obras de justicia que nosotros hubiésemos hecho, sino según su misericordia; por medio del lavamiento de la regeneración y de la renovación del Espíritu Santo.” (TITO 3:5.)
“A fin de santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua con la palabra, para presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa que no tenga mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que sea santa y sin falta." (EFESIOS 5:26-27.)
“Entonces esparciré sobre vosotros agua pura, y seréis purificados de todas vuestras impurezas. Os purificaré de todos vuestros ídolos. Os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros. Quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne.
Pondré mi Espíritu dentro de vosotros y haré que andéis según mis leyes, que guardéis mis decretos y que los pongáis por obra.” (EZEQUIEL 36:25-27.)
c) Es mas, la regeneración, de no haber sido instituido el bautismo cristiano podría ser simbolizado hasta por la circuncisión:
“Jehovah tu Dios circuncidará tu corazón y el corazón de tus descendientes, para que ames a Jehovah tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas.” (DEUTERONOMIO 30:6.)
Pero la idea básica sobre las que todos los significados del bautismo descansan, es la de purificación:
“Entonces esparciré sobre vosotros agua pura, y seréis purificados de todas vuestras impurezas. Os purificaré de todos vuestros ídolos.” (EZEQUIEL 36:25.)
“Entonces surgió una discusión entre los discípulos de Juan y un judío acerca de la purificación.
Fueron a Juan y le dijeron: --Rabí, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú has dado testimonio, ¡he aquí él está bautizando, y todos van a él!”
(JUAN 3:25-26.)
“El bautismo, que corresponde a esta figura, ahora, mediante la resurrección de Jesucristo, os salva, no por quitar las impurezas de la carne, sino como apelación de una buena conciencia hacia Dios.” (1ª PEDRO 3:21.)
“Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre.” (HECHOS 22:16.)
“Él nos salvó, no por las obras de justicia que nosotros hubiésemos hecho, sino según su misericordia; por medio del lavamiento de la regeneración y de la renovación del Espíritu Santo.” (TITO 3:5.)
“De otra manera, ¿no habrían dejado de ser ofrecidos? Porque los que ofrecen este culto, una vez purificados, ya no tendrían más conciencia de pecado.”
(HEBREOS 10:2.)
Y la purificación se expresa o simboliza en la Biblia por el rociamiento, nunca por la inmersión:
“Así harás con ellos para purificarlos: Rocía sobre ellos el agua para la purificación; luego haz que pasen la navaja sobre todo su cuerpo y que laven sus vestiduras. Así serán purificados.” (NUMEROS 8:7.)
“Porque habiendo declarado Moisés todos los mandamientos según la ley a todo el pueblo, tomó la sangre de los becerros y de los machos cabríos junto con agua, lana escarlata e hisopo, y roció al libro mismo y también a todo el pueblo, diciendo: Esta es la sangre del pacto, el cual Dios os ha ordenado.
Y roció también con la sangre el tabernáculo y todos los utensilios del servicio; pues según la ley casi todo es purificado con sangre, y sin derramamiento de sangre no hay perdón.” (HEBREOS 9:19-22.)
“Acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.”
(HEBREOS 10:22.)
“Entonces esparciré sobre vosotros agua pura, y seréis purificados de todas vuestras impurezas. Os purificaré de todos vuestros ídolos.” (EZEQUIEL 36:25.)
La Escritura no prescribe la inmersión como única forma valedera del bautismo:
La palabra “baptizo” empleada por Cristo, no significa necesariamente sumergir, sino purificar por medio de lavamiento o rociamiento.
No hay pues ni un solo caso, y en especial en el N.T, en que la inmersión sea absolutamente segura (única).
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