Re: ADVENTISTAS EXPLICANDO BIEN ROMANOS 3:31
Querido E.Land
Gracias, valoro mucho tus puntos de vista y más aún cuando difieren de las ideas que vengo formándome a lo largo de los intercambios de opiniones de este foro.
"El que hace estas cosas vivirá por ellas" es decir, será "Justo" pero, no existe ningún Justo (salvo Cristo) "porque todos pecaron" por lo tanto, la "calidad de justo" no lo puedo obtener y/o recuperar por no transgredir la Ley sino por la fe en Cristo que es "aparte de la Ley".
“fe en Jesús” y “fe de Jesús”, es lo mismo, siempre y cuando no te desvíes de la palabra de Dios, porque hay quien se desvía de lo que dice la escritura y lo que es lo mismo, ya no viene a ser lo mismo. Cuando se desvía el concepto, ya no es “aparte de la ley”. Se desvía el concepto cuando se toma la justicia de Dios como una justicia imputada. En la fe, la justicia de Dios no es ninguna justicia imputada, en la fe, somos hechos una nueva creación en la justicia de Dios. No es ninguna imputación, es una nueva creación en la justicia.
La calidad de justo en si mismo no es posible, lo que es posible es ser “justificados” en El.
Es verdad que no hay justo ni aun uno, ¿Por qué? Porque a los ojos de Dios somos pecadores por naturaleza, Pablo da en la epístola a los romanos 14 acusaciones de Dios a todos los hombres, nos habla de que todos nos inclinamos al mal, si me lo permiten en este espacio las puedo poner.
Dios no acepta delante de El a ninguno con esas características, por eso Dios nos ha justificado delante de El.
Justificar significa quitarnos la inclinación al mal, es decir “nos quita la naturaleza pecadora en la cual nacimos”.
Esto lo hace por su gracia, gracia es un don inmerecido, nos regala su justicia por medio de la fe. Por medio del sacrificio de Cristo, que es un sacrificio propicio para manifestar su justicia por medio de la fe.
La clave está en el siguiente versículo:
En “Él” también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo. Colosenses 2:11.
El cuerpo pecaminoso carnal al que se refiere este versículo, es tu viejo hombre, lo que eras en Adán. Ese viejo hombre es echado de ti, lógicamente esto implica muerte (muerte a tu viejo hombre), pero también implica un nuevo nacimiento, mueres crucificado juntamente con El. Mueres a la ley, por la ley misma que dice: el alma que pecare, esa morirá.
Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios. Gálatas 2:19.
En el proceso de salvación, necesariamente tiene que pasar por la muerte a la ley, esto con el fin de vivir para Dios.
Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. Juan 3:5-7.
Lo que es nacido de la carne, carne es, se refiere que cuando naciste en Adán, naciste como carne, pero lo que nace del Espíritu, los que nacen del Espíritu, son los que son resucitados juntamente con Cristo “POR EL PODER DEL ESPIRITU”. Nacen en la justicia de Dios. Son una nueva creación.
Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. Gálatas 2:20.
Se te ha convertido en una nueva criatura, sin el cuerpo de pecado (tu viejo hombre, lo que eras en Adán)
Tu viejo hombre queda muerto en la cruz, crucificado juntamente con Cristo, y al igual que El, eres sepultado juntamente con El.
Sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos. Colosenses 2:12.
Una vez resucitado, ahora lo que te resta de vida en este mundo lo vives en la fe del Hijo de Dios. Porque los que son de Cristo viven por fe, no por vista.
Eres una nueva criatura, resucitada juntamente con El, ya no eres del mundo, vives en el mundo donde la ley está vigente, pero tú ya no eres del mundo y la ley ya no te conoce mas, por haber muerto a ella crucificado juntamente con Cristo. El que transgredía la ley (tu viejo hombre) quedó sepultado junto con tus pecados.
Esa nueva criatura ya no puede transgredir la ley, ya no puede guardar la ley, está muerta para la ley.
Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios. Gálatas 2:19.
Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. 1Juan 3:9.
Los que son nacidos de nuevo en Cristo, ya no pueden pecar conforme a la ley de las obras, ya murieron a ella juntamente con Cristo en la cruz, ahora son de Cristo, son de otro. Son nuevas criaturas, creadas en la justicia de Dios.
Pero esas nuevas criaturas viven sujetos a una nueva ley “la fe”, pueden infringir la fe y también es pecado, porque pecado es infracción de la ley y la fe es una ley:
Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. 1Juan 1:8.
Porque todo lo que no proviene de fe, es pecado. Romanos 14:23.
Por lo tanto si pecamos, pero no conforme a la ley de las obra porque estamos muertos para ella, sino que pecamos conforme a la fe, porque ahora lo que vivimos en la carne, lo vivimos en la fe del Hijo de Dios.
6:1 ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde?
6:2 En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?
6:3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?
6:4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.
6:5 Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección;
6:6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Romanos 6:1-6.
La Ley y la fe tienen propósitos comunes, cual es el de hacernos "justos".
- Si cumples la Ley eres "justo": "El que hace estas cosas vivirá por ellas".
- Si tienes fe eres "justo": "somos justificados por fe" o lo que es lo mismo, la fe nos devuelve a la calidad de "Justos".
Pero, como nadie puede ser "justo" cumpliento la Ley ésta solo nos sirve para tomar cociencia que "no somos justos" por lo tanto, "aparte, de la ley" Dios regaló al hombre la fe para que por medio de ella fuese "justificado" y en consecuencia considerado como "justo". Es decir, en el propósito donde la Ley falló vino la fe para repararlo.
La ley y la fe no tienen propósitos comunes, la ley tiene siempre un lugar y trabajo distinto totalmente diferente de los de la gracia. La ley e Dios que prohíbe y exige; la gracia es Dios que amonesta y concede. La ley e un ministerio de condenación y muerte; la gracia, de perdón y vida. La ley maldice; la gracia redime de aquella maldición. La ley mata; la gracia vivifica. La ley dice “Haz y vive”; la gracia “cree y vive”. La ley es un sistema de prueba; la gracia de favor.
La ley no falló, porque no se dio una ley que pudiera dar vida, uno de los propósitos de la ley es testificar la justicia de Dios donde si hay vida.
Las escrituras (la ley) lo encerró todo bajo pecado para que Dios pudiera tener misericordia del hombre, y cumplir así su proposito.
1:9 dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en si mismo,
1:10 de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.Efesios 1:9-10.
Entonces ahora si puedo entender la expresión aparentemente contradictoria de Pablo: "¿Luego por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley".
Por la fe confirmamos que la ley testifica la justicia de Dios, por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia.
3:24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,
3:25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,
3:26 con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús. Romanos 3:24-26.
Acuérdate, “tienes que morir a la ley en tu viejo hombre, crucificado juntamente con El” y ser sepultado juntamente con El, para luego ser resucitado juntamente con El, con el fin de vivir para Dios en su justicia, eso es lo que confirma la fe, que somos justicia de Dios en El.
Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios. Gálatas 2:19.
Contigo ya son dos personas que se expresaron en el mismo sentido. Debo reconocer acá que mi redacción ha sido fatal para que se termine entendiendo diferente a la idea que quise trasmitir y que ahora desarrollé a lo largo de mi exposición.
Que el Señor Jesucristo te colme de bendiciones.
Wadezu
Tu problema es que todavía no logras distinguir entre dos justicias, la justicia de la ley y la justicia de Dios, la justicia de la ley está en la ley misma y en evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe.
La justicia de la ley dice:
Por tanto, guardaréis mis estatutos y mis ordenanzas, los cuales haciendo el hombre, vivirá en ellos. Yo Jehová. Levíticos 18:5.
La justicia de Dios:
Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Romanos 10:10.
Una justicia es por “hacer” y la otra es por “creer”.
y estas dos justicias son "aparte" la una de la otra.
para algunos es difícil, separar esas dos justicias, espero que pronto puedas.
ya te había pasado un estudio sobre la justicia de Dios en donde viene explicado cual es la justicia de Dios, ¿no lo has leído?
ante que nada, eso debes de entender, la justicia de Dios, es lo mas importante, sin ella no puede ser justificado, la justicia de Dios que es por la fe de Jesús.
Bendiciones.