Indudablemente toda persona a quien usted conoce tiene nombre.Tiene que ver en el debate, y mucho.
Dile a un judío que te diga cómo se dice el nombre del Señor, a ver qué te contesta.
Los traductores bíblicos más experimentados, han llegado a varias conclusiones en torno al más sagrado de los nombres: se trata de una manera evasiva en que el Altísimo se negó a responder la monserga de moisés en cuanto a cómo debía llamar al Señor delante de Israel en la esclavitud.
Y es razonable pensar que la eternidad y lo infinito del que Es, pueda ser descrito con un nombre imperfecto que no pueda ajustarse cabalmente a la santidad y pureza del que está sentado en el trono.
Con el nombre de Jesús sí hay referencias lingüísticas que permiten saber su significado por encima de su correcta o incorrecta pronunciación.
Los mesiánicos utilizan muy a menudo el nombre Y'sha para hacer mención de Cristo. Pero ellos también fallan porque a este Cristo lo reducen a la calidad de un buen rabino que los judíos mataron por error.
Debe ser porque Dios los conoce todos
Dios también tiene un nombre personal que lo distingue de toda otra persona.
¿No es “Dios” su nombre?’ puede que pregunte alguien.
No, porque “Dios” es simplemente un título, como “presidente,” “rey” y “juez” son títulos.
De la Biblia, donde aparece unas 7.000 veces, aprendemos el nombre de Dios.
Por ejemplo, en la Versión Valera (1934) el Salmo 83:18 dice:
“Conozcan que tu nombre es Jehová; tú solo Altísimo sobre toda la tierra.”
Además, el nombre de Dios se halla en la mayoría de las Biblias en Revelación (Apocalipsis) 19:1-6
como parte de la expresión “aleluya.” Esto significa “alabad a Yah,”
y Yah es una forma abreviada de Jehová (o Yahvé, como también se escribe el nombre).