La vagancia es ramplona... y mucho.
Para validar tu incredulidad, ¿te piensas fiar de la ideología de un ser humano que puede fallar por no tener la inspiración divina? ¿O te pondrás de pie en la roca firme?
El discípulo tomás, al igual que los otros discípulos JUDÍOS, conocían muy bien que el Shem Hameforash (el nombre impronunciable) no debía usarse de manera irresponsable, según leemos en Éxodo 20:7. La exclamación que él hizo, no fue como un "¡hijueputa!" o algo parecido. ¡Se trataba del reconocimiento cabal de un ser humano hacia la deidad de Cristo!
Y toma en cuenta que tomás era un incréulo que tuvo que reconocer lo que Cristo Es...
"...Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente....
...Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron"