Su visión bíblica es más que limitada y, para colmo, en lo importante es errada.
Si se da cuenta, "el público" de ambos pasajes no son los mismos. En (Juan 10:30) está siendo escuchado por unos judíos que estaban por el templo, en el Pórtico de Salomón. Mientras, en (Juan 17:21-22), está siendo escuchado por sus once discípulos mientras hablaba con su Padre, nuestro Padre.
Dicho esto, esta diferencia se puede mirar de muchas formas... Pero no quiero hacerle un mensaje demasiado largo, así que se lo resumiré de la siguiente manera: el contexto no es el mismo.
Mi querida Olgalinares, ese público judío de (Juan 10) no entendió que se hablara de lo mismo que en (Juan 17) porque, simplemente, no se hablaba de lo mismo. Lo que se transmite en (Juan 10) se consideró una blasfemia: es una blasfemia. La biblia no deja como tal lo que no es. Y lo que se transmite en (Juan 17) es una verdad y para nada un insulto sino algo que debemos de hacer.
No le voy a explicar (Juan 17) y lo que se transmite con ello. Lo que quiero es que se centre en (Juan 10) porque el contexto es bien diferente. Si los judíos de este pasaje (Juan 10) hubieran entendido lo mismo que los de (Juan 17), ¿por qué intentar matar a Jesús? ¿Dónde radicaba la blasfemia si en ambas partes fuera la misma enseñanza?
La blasfemia es algo relacionado directamente con El Eterno (Yavé), una ofensa al Creador (entre otras acepciones). No entendieron que Jesús se hiciera "un arcángel", no entendieron que tuviéramos que ser "uno con Dios": entendiron que se hizo Dios (y Señor de todos).
«Los judíos le contestaron: “No por obra excelente te apedreamos, sino por blasfemia, sí, porque tú, aunque eres hombre, te haces a ti mismo Dios”».
Que Dios nuestro Señor le bendiga a usted y a los suyos.
