bueno mi estimado, si usted toma en cuenta que no era un iletrado el que cuestionaba entendería el porque de este episodio.Gracias, Jorge Enrique.
Esta reflexión nos debería llevar a ser más humildes.
Porque, ¿de qué sirve debatir fieramente una ABSTRACCIÓN, si luego es imposible distinguir entre los que creen que la abstracción correcta es A o es B?
Un escriba le preguntó a Jesús ¿Quién es mi prójimo? para entender el mandamiento "Ama a tu prójimo"
Jesús no le contestó como un sociólogo, un psicólogo, un filósofo, un teólogo o un político.
No le habló con abstracciones, sino con una historia de la vida real.
Así es como nos llegó la parábola del Buen Samaritano.
No sé qué tan ortodoxamente habría respondido ese samaritano a la pregunta "¿Quién es mi prójimo?" Pero la contestó con los hechos.
Fueron los hechos lo que lo distinguieron del sacerdote y del levita que pasaba de largo.
Además, Jesús deliberadamente elige para su historia a un samaritano: una persona que podía haber parecido herética, impura, errada ante los ojos del sacerdote y el levita.
No necesitamos ser omniscientes para saber que la diferencia entre la doctrina del samaritano y la del sacerdote fue irrelevante para Jesús. Como tampoco necesitamos ser omniscientes para saber que la coincidencia entre la doctrina del sacerdote y el levita fue también irrelevante.
un interprete de la ley.... ademaá, en este punto doctrina ya había hablado el señor, y muchos no lo aceptaron....