LOS PELIGROS DEL CRISTO CRIATURA IDEADO POR EL DIABLO
1. Ataca directamente los efectos eternos de la Obra de la Redención.
La redención es el ejercicio de un derecho anterior, un derecho ya existente, sobre el objeto redimido o por redimir, pero el escenario de su planificación es la ETERNIDAD antes del comienzo de los siglos.
Es decir, cuando no existía la materia, ni el espacio, ni el tiempo, solo el Espíritu de Dios.
Pasajes como el Cordero de Dios (Jn.1:29), destinado desde antes de la fundación del mundo (1P.1:18-20) y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos (2Tim.1:9) así lo dan a entender.
¿Pero por qué ataca los efectos eternos de la salvación, en lo que concierne a la limpieza de los pecados?
Porque el sacrificio de una criatura carece de ETERNIDAD en sus efectos redentores (Heb.10:4).
Este pensamiento explica el por qué el Señor advirtió en Juan 8:24 que si no creían que él era el ETERNO YO SOY, en sus pecados morirían.
2. Afrenta al Espíritu de Gracia.
La base bíblica de esta verdad reposa en este texto:
Heb 10:29 ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?
Pisotear al Hijo de Dios, es considerarlo una "criatura" y rebajar su sangre preciosa al nivel de los sacrificios antiguos, como enseña este texto:
Heb 10:4 porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.
Hay algo mucho más solemne en relación con la sangre del Pacto en la cual un creyente es santificado, aquí está el texto;
Jer 31:33 Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.
No se trata aquí de la ley dada en el Monte de Sinaí, porque ellos invalidaron este pacto, aquí se anuncia la ley de Cristo, cuyo fundamento es el amor, Cristo nos amó y se entregó así mismo por nosotros para purificar un pueblo con su sangre, esto está escrito en nuestros corazones, y Cristo es nuestro Dios, en el mismo sentido del Padre y del Espíritu Santo, no tres dioses, sino uno solo e indivisible Dios, tal como se le enseñó a Israel:
Deu 6:4 Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.
Dónde Jehová es un término singular, y Dios es plural, es decir, un solo Dios en una pluralidad de Personas..
Hacer afrenta al Espíritu de Gracia, es un pecado imperdonable, por cuanto la Gracia nos fue dada en Cristo Jesús antes de la Creación del mundo, antes del comienzo de los siglos, es escupir y pisotear al Eterno Hijo de Dios, y hacer inmunda la sangre del Nuevo Pacto en el cual, un Hombre absolutamente sin pecado, la derrama para purificación de los nuestros.
ESTE PECADO NO TIENE PERDÓN JAMÁS.
Es el colmo de la iniquidad el ser humano, todavía lo están salvando, y en lugar de poseer un corazón agradecido, está escupiendo sobre la sangre en la cual ha sido santificado.
REPITO, ESTE PECADO NO TIENE PERDÓN JAMÁS.