Miren, todas las almas me pertenecen. Tanto el alma del padre como el alma del hijo me pertenecen. El alma que peca es la que morirá. Eze.18: 4, 20.
Porque los vivos saben que morirán, pero los muertos no saben nada en absoluto ni reciben más recompensa, ya que todo recuerdo suyo ha caído en el olvido. Además, ya han desaparecido su amor, su odio y sus celos, y ya no participan en nada de lo que se hace bajo el sol. Ecl. 9: 5, 6.
Entonces el polvo vuelve a la tierra, tal como era, y el espíritu vuelve al Dios verdadero, que lo dio. ECl. 12: 7.
Cuando Jesús dice; "en tus manos enciendo mi espíritu", significa que solo su Dios y Padre puede volverlo a la vida, "porque solo Jehová es la fuente de la vida" Sal. 36: 9.