Los veinticuatro ancianos, los seres vivientes, los angeles de Dios y los cristianos adoramos a Aquel que vive: JESUCRISTO.
Asi es, en la tierra solo los cristianos y en el futuro también los judíos creerán que Jesús es Señor y Dios porque los evangelios fueron escritos primeramente para los que están bajo la maldición de la ley (Gálatas 3:10-25) y solo luego para los no-judios.
Pero si pasamos a los arrianos de todo tipo, los seguidores de Mahoma, los bahaistas, los mormones que siguen a falsos profetas todos lo único que está escrito es que son Anticristos. Todo aquel que no cree en el verdadero Dios (Jesucristo que es la vida eterna) y en el sacrificio expiatorio (la Cruz) estará perdido para siempre y será echado a las tinieblas externas junto a los espíritus malignos.
Esos hijos del diablo odian la cruz y les causa malestar.
Me explico: El mensaje de la cruz es una locura para los que se pierden; en cambio, para los que se salvan, es decir, para nosotros, este mensaje es el poder de Dios.
1 Corintios 1:18
Esto dice la Escritura sobre esos herejes y apostatas:
2 Pedro 2:1
Pero se levantaron falsos profetas entre el pueblo, así como habrá también falsos maestros entre vosotros, los cuales encubiertamente introducirán herejías destructoras,
negando incluso al Señor que los compró, trayendo sobre sí una destrucción repentina.
Apocalipsis 5:9
Y cantaban* un cántico nuevo, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos,
porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre compraste para Dios {a gente} de toda tribu, lengua, pueblo y nación.
Que quede claro, ellos no confiesan el mismo Dios que nosotros. Tienen otro dios, un dios mudó, un dios cuya esencia no se puede conocer por los hombres. Tampoco lo reconocen en Jesús que juzgará a los vivos y los muertos.
La Biblia judía dice:
También dice que "los cielos declararán su justicia, porque
Dios es el juez". (Salmo 50:6)
Y de ninguna manera un mero hombre le hace sombra a Dios ni le roba el Trono.
2 Corintios 5
"Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo".
Así pues, cuando el apóstol Juan tuvo la visión del juicio final en el Gran Trono Blanco, debía ser Jesús "quien estaba sentado en él" (Apocalipsis 20:11).