Nosotros vemos la “línea del tiempo” de manera horizontal
También tendemos a ver el tiempo yendo de izquierda a derecha, es decir, en la misma forma que leemos o escribimos
Sin embargo, una persona que escribe en hebreo no lo ve de la misma manera ya que ellos escriben de derecha a izquierda, por lo que su línea del tiempo sigue esta dirección
Si le pides a un hebreo, que no conoce otro idioma que el suyo, que coloque fotos en una línea de tiempo, lo más probable es que comiencen desde la derecha con las imágenes más antiguas y luego ubiquen las más recientes a la izquierda.
Esta pequeña diferencia no es observada ni tenida en cuenta por aquellos que se sienten facultados para interpretar, no solo los escritos, sino la manera de razonar de una cultura que existió hace 2.000 y 3.500 años atrás.
Tampoco toman en cuenta la diferencia que existe entre lenguaje oral y escrito
El lenguaje oral, que es el que se utilizó en la primera predicación del evangelio antes de ser puesta por escrito, contiene elementos que no existen en el lenguaje escrito
El idioma sí influye en la forma en que pensamos, de modo que realizar una traducción no es solo conocer el significado de las palabras, como lo presentan algunos para argumentar que existen manipulaciones, añadidos mal intencionados y otras modificaciones en los textos traducidos
Aproximarse a la verdad no es algo sencillo. Pero hay quienes se lo toman con total indiferencia y liviandad (como un juego)