Los demonios que salían de la gente gritaban: —¡Tú eres el Hijo de Dios! Pero Jesús reprendía a los demonios y no los dejaba hablar, porque ellos sabían que él era el Mesías.
Los demonios conocían esto, los demonios al igual que muchos que se dicen cristianos dicen "es el hijo de Dios", no tienen problemas de teología, sino que no se someten como tampoco ellos a Jesucristo, no le adoran, no le consideran Dios, siendo el Hijo de Dios.
Satanás lo tienta en el desierto, cuestionándole antes que otra cosa esto, precisamente "si en verdad eres el Hijo de Dios...", haz esto o lo otro" pues bien sabía el diablo lo que significaba: debería adorarle, servirle, pero en su rebeldía no lo hizo, mejor huyó antes que someterse al Hijo, así con los arrianos, unitarios y otras yerbas.
Hasta ahí llega su conocimiento "es el Hijo de Dios", sin más implicación, compromiso, sin adorarle sin someterse a él.
Los demonios conocían esto, los demonios al igual que muchos que se dicen cristianos dicen "es el hijo de Dios", no tienen problemas de teología, sino que no se someten como tampoco ellos a Jesucristo, no le adoran, no le consideran Dios, siendo el Hijo de Dios.
Satanás lo tienta en el desierto, cuestionándole antes que otra cosa esto, precisamente "si en verdad eres el Hijo de Dios...", haz esto o lo otro" pues bien sabía el diablo lo que significaba: debería adorarle, servirle, pero en su rebeldía no lo hizo, mejor huyó antes que someterse al Hijo, así con los arrianos, unitarios y otras yerbas.
Hasta ahí llega su conocimiento "es el Hijo de Dios", sin más implicación, compromiso, sin adorarle sin someterse a él.