LA OBRA DEL DIABLO ES DESPRESTIGIAR A CRISTO
Cuando el apóstol, inspirado por el Espíritu Santo, afirma que "Dios estaba en Cristo" en la Obra de la Redención, no está haciendo una declaración acerca de la Deidad de Cristo, sino que el propósito eterno, desde que su Hijo respondió a la pregunta en aquella reunión de la Trinidad:
¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?
Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.
Ha sido la reconciliación de los hombres y que este propósito eterno, lo hizo, no solo mediante Cristo:
"quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo," (v.18)
Sino también en Cristo, porque el Hijo es la causa y objeto principal de todo el Universo, leemos:
"todo fue creado por medio de él y para él." (Col.1:17)
El alcance de esta reconciliación es tan amplio que abarca todo el Cosmos, veamos ese alcance:
2Co 5:14 Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que, si uno murió por todos, luego todos murieron;
Y cuando decimos que abarca todo el Cosmos, lo hacemos, con el debido respaldo de la Escritura, aquí tiene, forista "Antisistema":
Col 1:20 y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.
De manera que esta conclusión solo puede provenir del mismo infierno y no del Espíritu Santo.
DIOS EL PADRE, no está jugando con la vida de Jesús, ni tampoco está engañando a su pueblo con una Ofrenda Santísima puesta sobre el Altar de la Cruz, que no es ofrenda sino un simulacro.
Es muy lastimosa la condición espiritual de este forista Antisistema, pues se halla por sus declaraciones, dos veces más hijo del infierno, que cualquier otro apóstata; al haber afrentado el Espíritu de Gracia, cae en esta categoría:
Heb 10:29 ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?
LA OBRA DE LA REDENCIÓN NO FUE NINGÚN SIMULACRO
"COMO SI DIOS ESTUVO SIENDO EN EL UNGIDO, RECONCILIANDO ÉL MISMO AL MUNDO".
Cuando el apóstol, inspirado por el Espíritu Santo, afirma que "Dios estaba en Cristo" en la Obra de la Redención, no está haciendo una declaración acerca de la Deidad de Cristo, sino que el propósito eterno, desde que su Hijo respondió a la pregunta en aquella reunión de la Trinidad:
¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?
Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.
Ha sido la reconciliación de los hombres y que este propósito eterno, lo hizo, no solo mediante Cristo:
"quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo," (v.18)
Sino también en Cristo, porque el Hijo es la causa y objeto principal de todo el Universo, leemos:
"todo fue creado por medio de él y para él." (Col.1:17)
El alcance de esta reconciliación es tan amplio que abarca todo el Cosmos, veamos ese alcance:
2Co 5:14 Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que, si uno murió por todos, luego todos murieron;
Y cuando decimos que abarca todo el Cosmos, lo hacemos, con el debido respaldo de la Escritura, aquí tiene, forista "Antisistema":
Col 1:20 y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.
De manera que esta conclusión solo puede provenir del mismo infierno y no del Espíritu Santo.
COMO SI FUESE ÉL (DIOS) EN EL UNGIDO, PERO NO QUE LITERALMENTE LO FUESE.
DIOS EL PADRE, no está jugando con la vida de Jesús, ni tampoco está engañando a su pueblo con una Ofrenda Santísima puesta sobre el Altar de la Cruz, que no es ofrenda sino un simulacro.
Es muy lastimosa la condición espiritual de este forista Antisistema, pues se halla por sus declaraciones, dos veces más hijo del infierno, que cualquier otro apóstata; al haber afrentado el Espíritu de Gracia, cae en esta categoría:
Heb 10:29 ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?
LA OBRA DE LA REDENCIÓN NO FUE NINGÚN SIMULACRO