Abstenerse: ¿de qué, quiénes, y cuándo?

Estimado Juaniyo

Estimado Juaniyo

Continuación y conclusión:


La pregunta sobre si Dios usaría a algún malvado para dar a conocer sus propósitos más bien tendría que hacértelo yo a ti respecto al Pastor Russell y el juez Rutherford, pero como no es algo que yo ignore no es necesario.

La culpabilidad de los que enseñan falsamente sobre el meter sangre en el cuerpo es doble, porque no solamente enseñan lo que el Eterno no mandó sino que todavía le arrogan a Él la autoría de un mandamiento que no dio.

No es que yo esté obsesionado con la idea de que ni siquiera me lees, sino que juzgo por los meros hechos, reincidiendo en endilgarme una adhesión a los diezmos que nunca tuve sino que en el Foro siempre combatí contra tal práctica.

También podrías averiguar si el Pastor Russell los daba cuando era adventista.

Yo no cuento a los evangélicos que hay en el mundo pues es tarea imposible: algunos inflan las cifras y otros se niegan a darlas. Nunca se podría llegar a una estimación ni lejanamente aproximada.

En el texto de 1Co 9:25 se sobrentiende que “de todo” lo que debe abstenerse el luchador es principalmente de los excesos que conspirarían contra un mejor rendimiento: comidas, bebidas, sueño, cansancio, etc. Si prefieres decir que se disciplina o auto controla u otras formas similares, está bien, pero eso no te da derecho a decir que está mal la lectura que siguen la mayoría de las versiones bíblicas en diversos idiomas.

De lo que tú todavía no te has dado cuenta, es que si la primera mentira de Satanás en el jardín de Edén fue aquel “no moriréis”, la primera vez que un ser humano faltó a la verdad fue cuando Eva agregó a las palabras de Dios con su “no lo tocaréis” (Gn 3:3). El Eterno sólo le había dicho a Adán “no comerás” (2:17). Los TJ repiten el mismo pecado cuando toman el mandamiento “no comerás sangre” haciéndole decir “no meteréis sangre en el cuerpo” (versión Alfageme validada por Melviton).

Si tras la conversación con Satanás (la que nunca debió haber tenido) Eva hubiera hecho gala de una perversión precoz con el fruto prohibido con forma de banana (plátano), en eso no hubiera pecado pues no lo estaría comiendo. El mal no estaba en el fruto del árbol sino en la desobediencia humana.


Saludos cordiales
 
Estimado Juaniyo

Estimado Juaniyo

Respuestas a Mensaje # 239:

Poco tengo para comentar de tus respuestas, pues más bien reeditas lo ya conocido, sin entrar a razonar lo que se te dice.

Nunca dije que el libro de Los Hechos enlazara con el Levítico, pero tratándose el cap. 15 de la pretensión de los judaizantes a que los convertidos de entre los gentiles fuesen circuncidados y mandados a guardar la Ley de Moisés (v.5), es natural que las 4 abstenciones recomendadas fueran de las dadas en el libro de Levítico, en cuanto a los ídolos (19:4), de sangre (17:14), de ahogado -no degollado- (7:2, 27), de fornicación (18:6).

Ten siempre presente -y no te vayas a olvidar -, que cuando dices haber demostrado algo debes cerciorarte de efectivamente haberlo demostrado, pues suele suceder que apenas se muestre lo que se presume haber demostrado. Lo que pueda ser una demostración incontestable a los miembros de tu congregación, puede ser una presunción en el Foro si sólo se nos muestra lo que vemos como un desatino.

No imagines que las cosan siempre fueron como ahora se practican; investiga o pregunta a otros si en las sinagogas antiguas y las reuniones de las iglesias cristianas del primer siglo las mujeres se sentaban o no separadas de los hombres.

Yo no he cuestionado en absoluto la procedencia racial, cultural o social de los integrantes del Cuerpo Gobernante. Simplemente advertí los muchos anglos (en toda la historia de la Watchtower) y la ausencia de integrantes de habla española o portuguesa, fuesen de Europa, América o África.

Lo que era comprensible en los comienzos, no lo es ya ahora, en vista de la extensión de la obra y el alto número de publicadores hispanos/lusitanos.

Esto me hizo pensar que quizás el EFD no ve con buenos ojos a nuestra gente, y le merece más confianza los anglosajones, germanos y nórdicos.

Estás inventando que yo hubiese hecho de esto una cuestión racial, por lo que nada me salió mal pues sólo es cosa tuya. Lo de los negros lo traje sí a colación con los mormones, pero no con los TJ, ¡así que mejor no inventes!

Ya que no me crees, si vives en España, la segunda denominación evangélica (después de los gitanos) es la de las Asambleas de Hermanos Libres o Iglesias Cristianas Evangélicas, muchos de los cuales, incluso, nos confesamos no denominacionales. En algunos países pueden estar unidos en una Conferencia o Asociación, y en otros, ni eso. Consulta si hay una Sede Central o algún dirigente tenido por tal internacionalmente.

Es cierto que el Señor Jesús mandó a los 70 discípulos de dos en dos de casa en casa, pero luego no se vuelve a ver tal práctica en el NT. Pablo y sus colaboradores no lo hacían; el primer lugar adónde iban llegando a una ciudad que evangelizarían, era a la sinagoga de los judíos.

Hace medio siglo atrás el método de ir de casa en casa era eficaz pues todas se nos abrían, teníamos substanciosas conversaciones y dejábamos literatura. Actualmente, la inseguridad urbana lleva a que la gente viva entre rejas, con bravos perros y sofisticados sistemas de alarma, o en bloques de apartamentos con porteros eléctricos o humanos que dificultan la entrada. Es por eso que digo que a los TJ se les ve llevando a pasear sus bicicletas, ya que –no por culpa de ellos- no tienen acceso directo a las viviendas. En ámbitos rurales, pequeños pueblos y aldeas, ya es distinto.

Es muy probable que sean muchos más los lectores a tus mensajes en el Foro, que las personas con las que consigas conversar un poco en tu labor de campo.

Los jóvenes pueden salir a predicar al aire libre en plazas y esquinas concurridas (Pr 1:20, 21) y repartir folletos como antaño yo lo hacía.

Pero no pueden ellos hacer en el Foro lo que mi veteranía por gracia de Dios puede, con la solvencia que da la experiencia de la madurez.

Aunque aporto en pocos epígrafes, me consta que en una semana me leen muchos más que los que escuchan a sus pastores en las iglesias evangélicas de la zona. Mi trabajo es concienzudo, y si bien algunos lo menosprecian, también sé que muchos lo aprovechan.

En cuanto al dirigente religioso del que hablas (el Papa Francisco) en el epígrafe que abrió Edil dentro de un rato seguramente aportaré algo, atendiendo a lo que tú y otros dicen.


Cordiales saludos
 
Apreciado Juaniyo

Apreciado Juaniyo

Subo ahora este tema porque en el otro epígrafe sobre Los TJ y las Transfusiones me decías que no había contestado a tu argumento del "no lo tocaréis", cosa que sí había hecho al final de mi Mensaje # 241 de esta misma página con fecha 21 de Abril.

Lo que ocurre es que me llevas de un epígrafe a otro y entonces me reclamas en uno lo que ya te contesté en otro.


Saludos cordiales
 
Re: Abstenerse: ¿de qué, quiénes, y cuándo?

Saludos Ricardo.

Lo prometido es deuda.

Comentaré en base a algunas de tus últimas respuestas de aportes de mis hermanos como generalidades de lo mucho que se ha tocado y agregando, bajo mi óptica y estilo, algunas particularidades que quizás mi hermano Juaniyo no haya considerado por falta de tiempo. Sin embargo, me sumo a su eficiente forma de explicar la verdad a partir de las Escrituras y admiro también su paciencia y dedicación por esclarecer, como lo hizo de forma tan sorprendente en los aportes #228, #231 y #235 que tuve el placer de leerlos detenidamente y a los que tú, de manera siempre cortés, decidido y muy educada forma de corresponder, estuviste dispuesto, como siempre, pero a oponerte hasta a las más obvias particularidades que, aún así, objetabas de manera robotizada y como automático.

Dentro de las muchas perspectivas y formas de enseñar la verdad de lo que bien hemos aceptado como herencia especial de Jehová nuestro Dios, es para lo que nos capacitan; no para contradecir por “defecto” las enseñanzas de nuestros contendores; sino más bien por esmerarnos en razonar con ellos a partir de las Escrituras, enseñándoles a observar todas las cosas que Dios ha mandado que se comuniquen a la humanidad, no para la conversión de esta, sino como testimonio, antes de que venga el fin prometido.

Ahora bien, entrando ya en materia y analizando lo que tú equivocadamente le endilgas al concepto “abstenerse”, rayando ya en una excesiva manipulación antojadiza de la definición del vocablo para ajustarla a las insulsas interpretaciones que se emplean para salir del aprieto a sabiendas que lo que se pretende decir, amparada a una muy pobre herramienta ideológica empleada para explicar algo que no necesita ninguna ayuda de interpretación periférica para “mejor proveer”, se hace, más que necesaria, la intención de llegar a la verdadera conclusión que nos transmite la palabra “abstenerse”.

Aceptamos que el “abstenerse” pudiera estar ligado y, de hecho lo está, al no “comer (también) la sangre” manifestado en Lv 17:14. Lo que no puedes afirmar, ni probar, es que el cambio del término “comer” en Lev por “abstenerse” de Hechos se haya dado como única opción para deducir en una sola dirección cuando, de hecho, el término “abstenerse” es muchísimo más amplio (y no lo puedes negar, espero) que el simple acto de “comer” por la boca como la única vía de introducir la sangre al cuerpo. Y la simplicidad con que relacionas una cosa con la otra como siendo idénticas en significado y aplicaciones, se debe a tu renuencia a conocer los “motivos” por los que Jehová prohibió comer la sangre como símbolo de la vida, que nunca respondieron con propiedad interpretativa.

Mientras no comprendas el motivo tras la prohibición, jamás podrás llegar a la luz de la verdad que ya ha sido revelada a sus siervos por espíritu santo. Que tú consideres que nuestro interés en saber los motivos que la Deidad tuvo para el señalamiento de ciertas reglas o leyes y que con sobradas razones son más que exclusivas y pertinentes a su derecho de establecer sus propias normas, no es porque no seamos respetuosos del derecho que tiene el Altísimo para que, cuando lo estime conveniente, establezca cualquier tipo de legislación que su Autoridad así lo decida. El siempre ha hecho todo según su beneplácito; pero este hecho que nadie ha negado, no quita el que invoquemos su Divina Inspiración para que nos capacite y nos haga comprender el alcance de sus leyes que, de una u otra forma, nos afectan a nosotros como sus hijos terrestres. De hecho, Santiago fue más que específico cuando nos aconseja: “Por lo tanto, si alguno de ustedes tiene deficiencia en cuanto a sabiduría, que siga pidiéndole a Dios, porque él da generosamente a todos, y sin echar en cara; y le será dada. Pero que siga pidiendo con fe, sin dudar nada, porque el que duda es semejante a una ola del mar impelida por el viento y aventada de una parte a otra”. (Sant 1:5,6) Si todo lo que está en la Biblia fuera tan “claro como el cristal” (no estoy diciendo que todo es de difícil entender) no habría razón para un consejo en donde se nos insta y se nos motiva a pedir “sabiduría” al Altísimo para poder comprender la magnitud que su Enseñanza quiso mostrarnos para edificar nuestro espíritu de acuerdo a su Voluntad.

El consejo de Jehová siempre ha estado encaminado a que solicitemos su ayuda en todo momento, siempre y cuando nuestro actuar sea en base a la fe y para conocer el alcance apropiado de alguna ley por Él transmitida que por el momento no está del todo clara. Nunca ha sido lo contrario. Si prohibió “comer carne con su sangre” por alguna razón lo hizo. La sangre nunca fue contemplada ni siquiera en la dieta del hombre. La prohibición no era entonces el prohibir la acción de “masticarla” o “beberla” simplemente. Indicaba algo mucho más profundo que una simple prescripción antojadiza que se le “vino en gana” establecer. A lo que realmente le temes es, no el pedirle a Dios cuentas de lo que por derecho le corresponde de manera exclusiva para hacer y deshacer, sino más bien el temor que tienes de descubrir que todo tu castillo de naipes que has edificado sobre tan débiles bases, se te venga encima y “captes” la verdadera enseñanza detrás de la prohibición a la que nunca le diste ninguna importancia.

El marco de circunstancias y el “motivo” de la prohibición fue la “sangre” animal, claro está, no la humana. Sin embargo, por consenso unánime nadie deduce que si se prohibió “comer sangre animal”, entonces SE PODÍA, por el contrario, “comer sangre humana” o bien, estaba permitida por Dios. Creo que en esto hay consenso unánime (excepto por el forista Edil que ha interpretado lo contrario) por lo que esta deducción racional por los otros aceptada para nada es un argumento a “favor”, que como no había “orden expresa” para evitar la ingesta de sangre humana”, entonces había “luz verde” que permitiera hacer algo que no se había prohibido, como el beberla, por ejemplo. ¡Este es el punto! Aquí aplica el principio indicado por Pablo cuando dijo que aunque las naciones que no “estaban bajo ley”, hacían por “naturaleza” las cosas de la ley, siendo “entonces una ley para sí mismas”. Sí, a veces por naturaleza, aunque no exista texto explícito que indique lo contrario, no por ello vamos a abocarnos a hacer eso que es “contrario a la naturaleza”, justificando cuanta extravagancia hagamos porque no hay “ley” que nos acuse, tal y como nos lo explica el apóstol.

Aduces que las iglesias primitivas estaban en territorio gentil y, evidentemente, se iban estableciendo “sobre la base de sus primeros convertidos”. Ahora bien, si comprendes esto por qué insistes en agregar a dicha actividad tu propio criterio que, además de equivocado, está lleno de lagunas enormes que no pueden explicar el contrasentido de lo que con tanta firmeza expones. Tu premisa o deducción de la “temporalidad” del decreto apostólico no tiene fundamento por varias razones de peso. Analicemos bien el texto de Hechos 15:28,29 y su contexto:

1. Porque al espíritu santo y a nosotros mismos nos ha parecido bien no añadirles ninguna otra carga…”

En primer lugar observa que el apóstol menciona que al “ESPÍRITU SANTO” y a ellos les ha parecido bien no añadirles ninguna otra CARGA”. ¿Carga? ¿De qué? ¡Pues de las cosas que iba a indicarles a continuación como “NECESARIAS” de guardar! Aquí el término empleado de “carga” o “sobrepeso”, o “responsabilidad” o, como lo define el diccionario como parte de sus posibles definiciones: “Obligación que conlleva una actividad o una situación” o “Efecto que provocan en la persona hechos o situaciones que cansan, desgastan o hacen sufrir”. Aquí no se está señalando una “carga” a otros cuya vigencia obedece a una indicación temporal. No es normal aquí por dos razones: a) La carga “temporal” necesaria a llevar no tenía que ver nada con “sangre” y b) con ninguna otra de las cargas “temporales” indicadas en la lista enumerada por el apóstol como necesarias de cumplir y en el mismo nivel de valor. El hecho que hasta el “espíritu santo” (no que habló el espíritu de forma literal, sino más bien haciendo relación a que su “inspiración” fue necesaria) interviene para “avalar” el “acuerdo apostólico” fue para “enderezar los asuntos” que con respecto a enseñanzas equivocadas por parte de algunos judeocristianos, se estaban impartiendo para que los “gentiles” las observaran. En base a esta disputa, Pedro les dijo: “Ahora, pues, ¿por qué están ustedes poniendo a Dios a una prueba, imponiendo sobre el cuello de los discípulos (gentiles) un yugo que ni nuestros antepasados ni nosotros fuimos capaces de cargar? Por el contrario, confiamos en ser salvados mediante la bondad inmerecida del Señor Jesús de la misma manera como esa gente (gentiles) también”. Ahora bien, ¿Cuál fue la disputa que se traían? ¿La sangre? ¿La fornicación entre parientes consanguíneos? ¡No!, Veamos cuál: “Y ciertos hombres bajaron de Judea y se pusieron a enseñar a los hermanos: “A menos que se circunciden conforme a la costumbre de Moisés, no pueden ser salvos”. Pero cuando hubo ocurrido no poca disensión y disputa de Pablo y Bernabé con ellos, hicieron los arreglos para que Pablo y Bernabé y algunos otros de ellos subieran a donde los apóstoles y ancianos en Jerusalén respecto a esta disputa”. (VNM) Espero no me salgas con que la cita de esta versión es espuria. Y, más adelante, el verso 6 termina explicando: “Sin embargo, algunos de los de la secta de los fariseos que habían creído se levantaron de sus asientos y dijeron: “Es necesario circuncidarlos y ordenarles que observen la ley de Moisés”.

Era sobre la circuncisión el asunto que obligó al “espíritu santo” y a los apóstoles emitir el decreto de la “abstención” como necesaria indicando los puntos medulares que tenían que “guardar”, tanto judíos como gentiles como parte del Nuevo Pacto establecido por Jesucristo en donde se hizo, de los dos pueblos, (judío y gentil) uno solo en unión con Cristo Jesús. De haberse tomado el acuerdo apostólico sobre este particular por “disimulo” o por “no hacer tropezar a los tercos judíos que optaban por circuncidarse, en dicho caso, sí hubiera sido propio deducir que era una disposición “temporal” hasta que los judíos hubieran “asimilado” que no era viable el seguir con esta costumbre u otras de la antigua Ley y menos, tratar de persuadir a los gentiles para que las ejecutaran ellos también como parte de los requisitos para salvación. Entonces es aquí cuando los apóstoles “decretan” algunas de las pautas a seguir para evitar reglas ya obsoletas y no obligatorias que “ambos pueblos” tenían por obligación observar al pie de la letra. Si eres objetivo, verás que la disputa no fue acerca de la “sangre”. Al contrario, fue por la circuncisión, y la resolución aunque no indique ni mencione explícitamente que la circuncisión “está excluida” como carga a llevar, es obvio que no se incluye en la lista de las “cargas” que enumeran los apóstoles que sí tienen que prestar atención cuidadosa para que les fuera bien como cristianos del Nuevo Pacto.

Conclusión: la “circuncisión” quedó abolida como uno de los rituales judíos cuando estaban bajo el antiguo Pacto de la Ley dada a Israel. Los que originaron la falsa enseñanza fueron los judíos cristianos, no los gentiles, en cuyo caso si el tema hubiera sido el no “comer sangre” únicamente como consejo a los gentiles para que no maltrataran la conciencia de los cristianos judíos, Dios tampoco hubiera permitido tal disimulo de una prohibición cuya desobediencia incurría en muerte –ya no física por ejecución de un Pacto ya obsoleto– sino en muerte espiritual o de una sucia conciencia desde el punto de vista de Dios.

De manera que el “decreto temporal” del que tanto te afianzas para defender lo que expones a tu favor no es viable por ningún lado por donde lo analices. Dicha interpretación antojadiza tuerce el verdadero “espíritu” del decreto que no deseas entender, obligándote más bien a inventarte tu propia concepción del término que de hecho “te estorba”; el de “fornicación”, aduciendo equivocadamente que aquí, explícitamente, se refiere a relaciones íntimas entre parientes cercanos que era “costumbre” posible entre los judíos o cristianos gentiles convertidos al Señor; y todo, como única manera desesperada de poder explicar que el término “fornicación” aquí indicado, fuera igual que la “abstención de sangre” como una orden de carácter temporal. Si esto no es torcer deliberadamente las Escrituras y oponerse a la verdadera enseñanza del “espíritu santo” de Jehová, mi estimado forista, con razón estás opuesto a todo sano razonamiento que de las Escrituras estamos obligados a interpretar, no importando para nada quiénes son los que hayan sido nombrados como los depositarios apropiados de la Sabiduría Divina en estos tiempos tan particulares en que vivimos. Ya tú lo dijiste muy claro en otro aporte y espero que esta vez no digas que te “mal interpreté” de nuevo, cuando te dejaste decir que la “repulsa” que sientes por los fundadores de la WT es mucho mayor que la que pudiéramos sentir nosotros por los “guías” espirituales que dieron forma a la apropiada y pervertida ideología de la cristiandad en todos sus extremos.

2. “Salvo estas cosas necesarias: que sigan absteniéndose de cosas sacrificadas a ídolos, y de sangre, y de cosas estranguladas, y de fornicación.

Aquí como puedes observar claramente, el apóstol hace énfasis en cuatro aspectos necesarios de acatar y, ninguno de ellos, tiene algo que ver con la “circuncisión” de la disputa que se traían. También si aplicas discernimiento encontrarás que estas cuatro restricciones están relacionadas entre sí, por supuesto en términos de distinguida generalidad. Lo que se sacrifica a ídolos siempre está “rodeado” de otras peculiaridades como derramamiento de sangre, ingesta de sangre, sacrificios con sangre, etc. Las cosas “estranguladas” no por ser estranguladas había que evitarlas, sino por no haber sido escurrida de manera apropiada la sangre del animal que fue “estrangulado o ahogado” y, el último, la “fornicación” que también es una de las particularidades de las fiestas desenfrenadas en donde se idolatran (animales, personalidades, ídolos de barro, espirituales, etc.) y de lo que significaba el término en toda su dimensión como costumbre asociada, por lo general, con las fiestas estrepitosas, “partidas ilegales y borracheras con vino”. Ahora bien, estas “cargas” impuestas como generalidades para que se observaran “cuidadosamente” jamás podían haber sido consejos “temporales”. Eso sería como razonar “con las patas” mi estimado, no con el cerebro. En otras palabras, lo que los apóstoles establecieron era que la “circuncisión” no procedía y estaba abolida desde todo punto de vista, no así la abstención de la sangre y otras “cargas” sugeridas que, a partir de ese momento, deberían de acatar de manera continua sin ningún vislumbre cercano que siquiera sugiriera la posibilidad de su cercana caducidad.

3. Si se guardan cuidadosamente de estas cosas, prosperarán”. (VNM) “…Bien harán ustedes si evitan estas cosas”. (NVI)”.

El consejo apropiado de los apóstoles era “bien harán ustedes si evitan estas cosas”. Para nada se deduce que dichas recomendaciones tuvieran dentro de sí alguna interpretación que siquiera se acercara a una prescripción temporal de estas aberraciones propias de costumbres gentiles y de algunos judíos que todavía no estuvieran muy convencidos de ciertos comportamientos como no apropiados del todo, aunque fueran una costumbre general y “bien vista” en el mundo que les rodeaba y con el que tenían que lidiar empezando por un “apartarse de él” en todo sentido de la palabra, cuando se pudiera poner en peligro la relación espiritual con su Señor y Maestro.

Algo digno de apuntar y de hacerte notar es el hecho indiscutible, que la finalidad cristiana es el de establecer un “sólo pueblo unido y hacer la paz en unión con Cristo Jesús” pero reuniendo a las diferentes etnias de la raza humana según las múltiples variedades que han existido entre los humanos. Por lo tanto, cualquier marcada “diferencia” que se estableciera que no estuvieran al alcance de los verdaderos principios de unidad que el pueblo de Dios había recibido como directriz a seguir, eran simples conceptos no comprendidos en su totalidad, lo que hacía el señalamiento de algún tipo de incomprensión o injusticia, como algo oportuno, adecuado y digno de ser observado, para bien del hombre.

Por otra parte, no veo la relevancia argumental de señalar la falta de protagonismo de algunas etnias como las que señalas en forma de crítica “de más” a las que nos tienes acostumbrados, ausentes en la “cúpula existencial y “burocrática” del CG de EFD; siempre señalando a la “Torre” de Brooklin como la “madriguera de cosas extrañas”, buscándole cuantas “manchas” tenga el tigre que sean “dignas” de ironizar así como el “lunar canceroso que carcome” al entero cuerpo del “proletariado” seguidor de la melodía whachtoweriana. Inviertes tiempo que hasta los “santos lo llorarían” en banalidades y arremetes con mucha energía destacando puerilidades intrascendentes y que no merecen siquiera la pena el aclararlas porque dichas observaciones en las que te recreas a menudo, desde nuestro punto de vista, se te caen por su propio peso de la inconsistencia analítica que manifiestas de forma irrestricta.

Lo de “líderes” tú lo has dicho. Nosotros nunca hemos hablado que tenemos “líderes”; ni “caudillos”, ni “padres”. Lo que hemos dicho es lo que la Biblia dice que iban a ver; “Pastores”, “Superintendentes”, “Obispos”, “Siervos ministeriales” o “Diáconos”, etc. y a lo que ni siquiera has tenido la consideración mínima de humildad que se requiere para aceptar lo obvio y además explícito, registrado en los Escritos Sagrados para nuestra instrucción y capacitación espiritual. Esto no lo puedes negar, al menos espero que no lo hagas. Pablo nos habla de hombres capaces de llevar la responsabilidad y llevar la “superintendencia” con orgullo, humildad y como “guías espirituales” colocados y nombrados por “espíritu santo”, para pastorear la Congregación de Dios”. Al menos creo que esto sí lo comprendes bien aunque no estoy muy seguro de ello. ¿Para ti qué significa el pastoreo? ¿Un simple puesto decorativo o simbólico de una gran responsabilidad ministerial por la que incluso se exigirá cuentas por ella?

Insistes en responder con crítica a quien te mal interpreta cuando adviertes que el forista no captó el punto que tenías intención de transmitir. Pero a veces no se sabe la dirección de tu enseñanza, que más bien das a entender que lo haces con doble intención respondiendo siempre lo contrario de lo que sea que se haya interpretado de lo que quisiste decir. A veces pareciera que criticas un aspecto de algo cuando en verdad lo que estás es analizando imparcialmente el asunto que señalas pero como no lo defines de manera clara, y tu “chip central de inteligencia” ya está programado para no darle “crédito” a nada que provenga de la WT, prefieres presumir de un escaso potencial de sentido común y lógica elemental, que ceder un ápice en tu denodado y decidido “espíritu de la contradicción” que ya ni siquiera te deja pensar por ti mismo, dejando siempre portillos por los que se deja entrever, de manera clara y contundente, la posibilidad de responder lo contrario de lo que por simple sentido común deberíamos compartir.

Insistes, además, en decir que el señalamiento del término “fornicación” descrito en Hechos 15:29 difiere diametralmente con el “otro” del mismo nombre pero que es más “amplio y prolijo” que este que se circunscribe únicamente a los “matrimonios incestuosos” entre los judíos de conformidad con lo que dice Lv. 18:6. ¿Pero de dónde extraes tú semejantes criterios mi estimado Ricardo? ¿Del mismo “espíritu santo” que le informó a Pedro? No creo pero ni poniéndole todo el empeño del mundo, ¿O quizás de la simple letra de la Biblia pero sin ese espíritu revelador? De este último sí creo que lo hayas sacado. Ahora bien, siendo demasiado condescendiente contigo en tu limitación de este personal y estrecho concepto de entender aquí el término “fornicación”, aún así, caes en un impresionante contrasentido otorgándole a este vocablo de “pecado restringido”, una duración temporal que, aunque se hubiere dejado de practicar dentro de algún tiempo en particular, aún así no hubiera sido posible que fuera de aplicación “temporal” por cuanto la posibilidad de reincidir en las mismas prácticas siempre estaría latente en la mente corrupta del hombre caído de la Gracia de Dios. Dicha “carga” impuesta para evitar este personal concepto de “fornicación”, aún dentro de tu estrecho y conveniente criterio, jamás hubiera sido promulgado de manera temporal por razones obvias que al parecer insistes en no reconocer. En otras palabras más fáciles aún de comprender, el concepto de “fornicación” en realidad no varía, es el mismo de siempre, y aunque se hubiese indicado por los apóstoles como aplicado a ciertas prácticas específicas como práctica impía de algunos invitados por el Señor a su Gracia, jamás hubiera sido de carácter temporal su señalamiento por ser un pecado que siempre incurriría en “muerte”, no importando su prolija manifestación de hechos deleznables o bien, pocos de ellos, que para el caso sería lo mismo. La “fornicación” aquí empleada es de permanente vigencia como uno de los pecados más graves indicados en las Escrituras y ni tú ni nadie, tiene el derecho de darle un caprichoso toque de derecho temporal con tal de torcer de manera tan vergonzosa, un decreto tan claro de imperecedera vigencia por nuestro Verdadero Dador de Estatutos.

Te agradecería sobremanera que si respondes te refieras al aspecto medular del tema de tu epígrafe para que podamos “desgranar”, paso a paso, para llegar a despejar lo del “abstenerse” de la sangre, entre otras cosas descritas en el texto que has escogido para su debida consideración.

PD. En relativamente poco tiempo me referiré a los aportes de mi hermano Juaniyo que en verdad me cautivaron y, aún más, fui cautivado por su “elocuencia” Ricardo, cuando vez tras vez lo que haces es rehuir por cualquier rendija que encontrabas, con tal de no aceptar lo que de forma tan razonada y aplastante, mi hermano te indicaba como un excelente Ministro de las Buenas Nuevas.

Recibe mi más sincera consideración, como siempre.
 
Apreciado Melviton

Apreciado Melviton

Respuesta a Mensaje # 244:

La “manera robotizada y como automático” que me atribuyes es un elogio que no me calza, aunque pudiste haberlo tomado prestado de entre los que reciben los TJ por lo estereotipado de sus consabidas respuestas. Si alguna vez me reitero con igual formato, es sólo respondiendo a lo que ya se me ha argumentado en idénticos términos. En cuanto a mí, hasta en la diaria acción de gracias por los alimentos procuro ser siempre diferente, para que los que dicen su “amén” alejen de sí toda sensación de un rezo.

1 - Los de habla española entendemos que la “abstención” no tiene otra amplitud que la modalidad, pues no es sinónimo de “prohibición”, término mucho más rígido y severo. Cuando se vota en un parlamento y se le requiere a un congresista que se decida por el “Si” o por el “No” a la moción presentada, es posible que conteste:

-Me abstengo.

Así su voto se suma al de otros contándose como “abstenciones”.

¿Abstenciones de qué? Pues solo y nada más a una decisión por la afirmativa o por la negativa. No es posible que luego un opositor lo recrimine echándole en cara variedad de motivaciones e intenciones tras su abstención. De haberlas, sólo quien se abstuvo las conoce, y es inaudito que los demás especulen con lo que pudo haber detrás de aquel abstenerse.

En los casamientos el juez pregunta a los novios:

-¿Acepta por esposa…? ¿Acepta por esposo…?

En la realidad siempre escuchamos el “Sí” (hasta el día de hoy mi esposa sostiene que yo me demoré demasiado y puse a todos muy tensos), y en las telenovelas es harto común que se pronuncie el “No” por el que todos suspiran en una boda mal habida. Lo que no ocurre es que uno diga:

-¡Me abstengo!

2 – El mismo Salmo 119 abunda con la petición “¡enséñame!” ya que hay no solo gran ignorancia en todos nosotros, sino también muchos “¿por qué?” sin respuestas. Dios no está obligado a revelarnos todo, aquí y ahora, ni siempre aprovecha que nuestra curiosidad sea de continuo satisfecha. Por supuesto que Dios por su gracia me ha dotado de un
espíritu investigador, y así de a ratos escudriño la Biblia, examino la pata de un insecto en el microscopio, exploro el firmamento nocturno con el telescopio o analizo un problema en el tablero de ajedrez. La única fobia de la que huyo, es la de procurarme respuestas artificiales. Los motivos que pudieron estar tras las leyes y mandamientos que Dios estableció, son útiles cuando Él mismo los ha revelado; pero si los mantiene ocultos, desentrañarlos envuelve graves peligros como frecuentemente vemos en visionarios y falsos profetas que sólo impresionan a ingenuos e incautos, aunque al paso del tiempo millones propaguen su herejía por el mundo.

Cuando el Eterno mandó a Adam respecto al fruto prohibido, este no le preguntó “¿Por qué, Señor?”. Sin embargo, ese “¿Por qué?” Satanás se encargó de explicarlo a Eva sin esperar a que le preguntara. De aquí aprendemos que si el adversario se percata de un insano apetito por saber más de la cuenta, él ya tiene pronta la mentira que sume al alma en el error.

Cuando Santiago en su epístola exhorta a sus lectores a que si alguno tiene falta de sabiduría la pida a Dios, está excluyendo a los TJ por razones obvias:

a) Porque no sospechan siquiera estar deficitarios en cuanto a ella.
b) Porque menudo problema tendrían si alguno pidiera con fe y recibiera, anticipándose a un nuevo entendimiento que el EFD todavía no comunicara al Cuerpo Gobernante, ni este a la Organización.

En el caso del “no comeréis sangre” la obediencia implicaba el no hacerlo, y no en hurgar más allá de la explicación concedida en aquel doble “porque” de Lv 17:14.

Normalmente, cuando se inquiere sobre el espíritu de una ley o la motivación tras un decreto, nunca es para acatarlos más fielmente sino por buscarle la vuelta torciéndolo a conveniencia.

Sobran los voluntarios como siervos inspirados para revelar sus propias antojadizas interpretaciones, pero faltan los obedientes que no quiten, agreguen ni deformen Sus mandamientos.

Importaba que el pueblo de Israel no comiera carne con su sangre, y no el averiguar por qué Dios así lo mandó, a más de lo ya sabido.


3 – Estoy de acuerdo que porque no se especifique en Lv 17:14 la sangre humana y la opción a beberla a más de comerla, no las está permitiendo sino que tácitamente eso queda incluido en el mandato prohibitivo. A veces, sin embargo, la observación se hace, cuando el TJ se pone puntilloso en orden a lo que el texto bíblico dice y lo que no dice, pues no sería justo usar de exigencias o licencias literarias según convenga.

4 – Seguidamente tomas la palabra “carga” del diccionario, cuando en nuestra lengua pocas palabras hay que tengan tantas definiciones. Hallo que armoniza con la recomendación final “si os guardáis (cuidáis) de estas cosas, bien haréis”, la acepción 14 del DRAE:

- Cuidados y aflicciones del ánimo.

Pocas veces aparece el término griego “Baros” en nuestras Biblias, pero veamos las últimas dos citas:

“Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria” (2Co 4:17).

“Pero a los demás que están en Tiatira, a cuantos no tienen esa doctrina y no han conocido lo que ellos llaman 'las profundidades de Satanás', yo os digo: No os impongo otra carga” (Ap 2:24).

Este último versículo lee casi igual al de Hch 15:28 (“no imponeros ninguna carga más”). No hay el rigor de una ley que se impone sino de una responsabilidad que se espera sea atendida.

En la lectura bíblica vamos del contexto al texto, del versículo a la frase y de esta a la palabra, y luego repetimos igual proceso a la inversa. Si bien es bueno que veamos todo el bosque, y cada árbol del mismo, no conviene empezar con el más cercano a nuestras narices que nos oculta el conjunto.

Si tomamos distancia para ver el panorama completo, subyace en el relato un doble aspecto de la misma cuestión:

a) Los judaizantes, cristianos judíos pero todavía “celosos por la Ley”, que son los que inician el alboroto en Antioquía al poner la circuncisión como esencial para la salvación (v.1). Ya en Jerusalem, los que provenían de los fariseos, aprovechan la ocasión para subirse al carro con el agregado “y mandarles que guarden la Ley de Moisés” (vs.5, 24b). O sea, tras lo primero seguía lo demás, lo que en la práctica equivalía a enseñar que si los gentiles querían ser cristianos primero debían hacerse prosélitos del judaísmo.

b) Los cristianos de la gentilidad. Aquella prédica causaba escozor entre los evangelizados por Pablo y Bernabé, cuyos ancianos en las iglesias (Hch 14:23), aunque fuesen judíos, no los habían incomodado con la exigencia de la circuncisión. Los once apóstoles -pues Jacobo ya había sido muerto (12:2)-, y los demás ancianos de la iglesia, bien asesorados por Pablo y Bernabé, no tenían un pelo de tontos, con lo que no fue difícil al Espíritu Santo persuadirlos. Ellos se enteraron que en aquellas iglesias de la región, los cristianos judíos no se hacían problema con la no circuncisión de sus hermanos gentiles, pero sí les chocaba ciertas prácticas suyas respecto a los alimentos, así como los casamientos entre consanguíneos. Predicadores itinerantes que venían de Jerusalem, detectando cierta animosidad entre los hermanos de origen judío y gentil, aprovechaban para su caldo de cultivo la tal disconformidad de los primeros, poniéndose de su lado para priorizar la circuncisión.

Todos los apóstoles y los ancianos tenían claro que debían mantener la circuncisión fuera de cualquier exigencia, tanto como el yugo de la Ley que ni ellos como judíos pudieron llevar. Sin embargo, para apaciguar las cosas, ya que a paz habían sido llamados, fueron sensibles no al problema que pretendían introducirles los judaizantes, sino al autóctono, al que realmente se venía dando entre ellos mismos. Así que sabiamente acordaron poner coto a las asperezas surgidas por costumbres diferentes, con lo que, rechazando de plano las exigencias con que los judaizantes les perturbaban, contemplaban sin embargo la sensibilidad de los cristianos judíos ante prácticas de sus hermanos gentiles que les eran repulsivas. Eso fue todo.

No había Ley de Moisés a la que los cristianos gentiles debieran sujetarse, sino apenas cuatro abstenciones estimadas primeramente como “cosas necesarias” (v.28) y seguidamente apenas como simplemente “cosas” (29). Esta observación no es para devaluarlas, sino para prevenir la tentación a sobrevaluarlas.

Esta “carga” que la asamblea impone no tiene el insostenible peso de la Ley, sino que es tan liviana como puede ser el cuidado que tomarán en el futuro sobre los alimentos y las uniones matrimoniales entre parientes cercanos. No era algo gravoso, como a los mismos judíos pudiera resultarles el guardar el sábado con la escrupulosidad que los fariseos pretendían.

5 – Hasta aquí, mis hermanos cristianos evangélicos concordarán conmigo, y ahora muchos disentirán con mi posición respecto a la temporalidad de aquellas misivas enviadas “a los hermanos de entre los gentiles que están en Antioquía, Siria y Cilicia” (v.23).

En cuanto a la universalidad y vigencia de todo lo escrito (Ro 15:4; 1Co 10:11) Pablo es bien explícito tratándose de su doctrina dada a las iglesias (1Co 7:17; 11:16; 14:33,36; 16:1). Pero la soltería que promueve en 1Co 7:7,8, 27 obedece a una razón temporal como él mismo lo dice (v.26, 29ª). En paz, los cristianos deben constituir familias. Estimo, que de similar manera, las cartas distribuidas en las iglesias del Asia Menor, entonces, resolvieron un problema que se diluyó no bien las congregaciones fueron teniendo mayorías de gentiles, perpetuando muchas de ellas, como por inercia, las cuatro abstenciones, y en otras quedando en desuso, pues ya no se hablaba de ellas en la doctrina de los apóstoles, cuando en sus epístolas abordaban los temas de la idolatría, los alimentos y la inmoralidad. La última mención es el recuerdo que le hacen a Pablo los responsables en la iglesia en Jerusalem (Hch 21:25).

Más que nada llama la atención que Pablo no aproveche como argumento el texto de aquella carta que bien conocía, en su abordaje del tema en los capítulos 6 al 10 de su primera carta a los corintios. Lo mismo en Ro 14 y 1Ti 4:3-5 en orden a los alimentos. Todo parece mostrar que lo único que sigue importando en todo esto es la libertad de la conciencia individual siempre que no ofenda la ajena.

Como tu mensaje resultó un poco extenso, quiero dejar por acá mis explicaciones y más tarde o mañana a más tardar responderé en una segunda entrega a tus objeciones.


Afectuosos saludos desde un típico día otoñal, gris y lluvioso.
 
Apreciado Melviton

Apreciado Melviton

Respuesta a Mensaje # 244 - 2da. parte

6 – No he hecho de mi propuesta en cuanto a la temporalidad de la carta un dogma de fe al estilo de los fijados en los concilios, sino que es una simple observación; no me incomoda que muchos lectores discrepen con ella, y a la vez espero que ellos tampoco se lo tomen a la tremenda conmigo, como si hubiese incurrido en herejía.

Así como aduje razones para pensar que aquellas cuatro abstenciones tuvieron una recepción limitada en tiempo y espacio, sin pasar más allá del Asia Menor, y quizás apenas durante dos o tres décadas, valido las razones que otros foristas todavía alcancen a aportar en cuanto a su plena vigencia en nuestros días y hasta que el Señor regrese. Si estas tuvieran más peso que las que presenté, asunto concluido.

7 - Tampoco soy el inventor de la idea que la “fornicación” en Hch 15:20 no alude a lo que hoy entendemos por tal. Por ejemplo: en la Edición de Estudio de la Reina – Valera 1995 publicada por las Sociedades Bíblica Unidas hay una nota a pie de página en los siguientes términos:

– Lo más probable es que estas cuatro prohibiciones se refieran a cuestiones rituales: comer la carne sacrificada a los ídolos (cf. 1Co 8, 10), los matrimonios prohibidos por la Ley (cf. Lv 18:6-18; Nm 25:1; también 2Co 6:14), comer carne de animales estrangulados o ahogados que podían contener sangre, y comer la sangre misma (cf. Gn 9:4; Lv 17:10-16). De esta manera se facilitaba la convivencia con los cristianos procedentes del judaísmo, que continuaban practicando sus costumbres tradicionales.

Yo respeto el criterio de los redactores de la nota, pues aunque no infalibles, al menos admito que son mejores conocedores que yo del texto bíblico, de las costumbres judías y las obras patrísticas.

Mi mente no puede imaginar que aquellos apóstoles, ancianos y hermanos, con el Espíritu Santo, estuvieran previniendo a los santos gentiles, que no fueran a asistir a aquellas bacanales de los griegos y romanos, en cuyas orgías había de todo lo más disoluto en que se pudiera pensar. Pablo escribe a los efesios:

“Pero fornicación y toda impureza o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos” (Ef 5:3). “porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto” (v.12).

Aunque Pablo les recordará las más groseras perversiones como cosas del pasado y seguidamente pasa a las que todavía son susceptibles de hacer presa en los escogidos de Dios, a ellos los anima tras las mejores virtudes y una vida rebosante de la presencia de Cristo en cada cual (Col 3:5-17).

A Pablo y Bernabé se les caería la cara de vergüenza si tuvieran que presentarse como portadores y hasta lectores de la carta a las iglesias de los gentiles, en la que sus hermanos de Jerusalem les exhortan a abstenerse de la idolatría o la fornicación tal como hoy las entendemos.

Pedro ya les había dicho que a los convertidos de entre los gentiles, cuyos corazones Dios conocía, les había dado el Espíritu Santo, tal como a ellos, sin hacer diferencia alguna, purificando por la fe sus corazones (Hch 15:8,9), creyendo de la misma manera unos y otros que por la gracia del Señor Jesús serían salvos, del mismo modo que ellos (v.11). ¿Y ahora qué? ¿Debían decirles que se abstuvieran de sacrificar a los ídolos y cometer fornicación?

¡Aquellos cristianos gentiles no eran como los “cristianitos” de nuestro Foro!

Que algunos todavía requieran ser exhortados así, no quiere decir que el Espíritu Santo había hecho una obra incompleta en aquellos mismos a quienes santificó. La inconducta moderna de algún lector nuestro no alcanza para probar que aquellos eran tales como ahora estos todavía son. “Cree el ladrón que todos son de su misma condición”, pero no es justo juzgar a los demás por lo que uno mismo es.

Estas “cargas” a las que te refieres, no eran abstenciones de cosas ominosas y abominables de cuya privación se iban a lamentar en grado sumo, como el contaminarse con la idolatría y la fornicación, pues si en tales cosas seguían después de haber creído y sido bautizados, la obra de Pablo y Bernabé entre los gentiles hubiera sido un completo fraude y fracaso.

Pero si esas cuatro cosas fuesen tal como hemos venido explicando desde el principio en este epígrafe, entonces todo armoniza y es coherente.

8 - Puedes declamar todo lo que quieras que te garantizo pleno éxito con Alfageme y Juaniyo -que probablemente te lean-, pero no sé cuántos más se rendirán a tu vehemencia oratoria ¡pero a mí no se me mueve un pelo!

Yo también podría ponerme ahora a predicar como un Demóstenes del Foro –Norberto podría atestiguarlo- ya que toda mi vida he sido predicador de púlpito y barricada y no pastor. Pero el verbo y la elocuencia la reservo para su debida oportunidad, pues aquí y ahora me atengo a razonar cuerdamente con quien esté dispuesto a ello.

No huyo ni rehúyo, y no es mi culpa si mi ocasional contradictor abre en su posición no ya rendijas sino tales boquetes que hasta un camello con tus “cargas” pasa fácilmente.

En este epígrafe, pues, el meollo está en que el abstenerse es una modalidad que para nada permite imaginar que la prohibición a comer sangre incluye el meterla en el cuerpo a como dé lugar y por dónde fuera.

Y en el otro epígrafe (¿Cuán santa o sagrada es la sangre?) el meollo está en que quien dona sangre y quien la recibe obedece y agrada al Eterno, mientras que quien la niega dar y recibir desobedece y desagrada al Altísimo.


Recibe mis amables saludos y gratitud por tus conceptuosos mensajes
 
Re: Apreciado Melviton

Re: Apreciado Melviton

Continúo con mi respuesta a tus numerosos puntos del mensaje extenso:
6 – De la única mujer que yo leo en la Biblia que se maquillaba era la reina Jezabel, la que se comieron los perros (2Reyes 9:30). Si sabes de otras, avísame, a ver si con eso logro convencer a mi esposa.

(Rut 3:3) Y tienes que lavarte y untarte aceite y ponerte encima tus mantos y bajar a la era. No te des a conocer al hombre hasta que haya acabado de comer y beber.
Si lees el contexto Noemi le dijo a su nuera Rut que se pusiera guapa para que la viera Boaz.Osea para lo muy pobre que eran,eso era maquillarse.
(Génesis 41:42) Con eso se quitó Faraón su anillo de sellar de su propia mano y lo puso en la mano de José, y lo vistió con prendas de vestir de lino fino y le colocó un collar de oro alrededor del cuello.
Aunque no es una mujer pero un siervo que demostro su fidelidad a Jehova tambien uso adornos que segun la costumbre egipcia le hacia sentir mas guapo
(Éxodo 32:2, 3) Ante esto, Aarón les dijo: “Arranquen los aretes de oro que están en las orejas de sus esposas, de sus hijos y de sus hijas, y tráiganmelos”. Y todo el pueblo se puso a arrancar los aretes de oro que estaban en sus orejas y a llevárselos a Aarón.
Las mujeres israelitas llevaban adornos de oro,algo que Jehova no prohibia para nada.
(Ester 2:12) Y cuando a cada joven le llegaba el turno de entrar a donde el rey Asuero, después que por doce meses le había sucedido conforme al reglamento para las mujeres —porque de esa manera se cumplían gradualmente los días de su procedimiento de masajes, seis meses con aceite de mirra y seis meses con aceite balsámico y con los masajes de las mujeres
Ester,otra sierva fiel a Jehova permitio que le hiciesen un tratamiento de belleza,algo que hoy diriamos que es como un spa.
Y como ya hemos citado anteriormente,ni Pablo ni Pedro prohibia el maquillarse a las mujeres,lo que prohibia era la ostentidad.
Asi que leele estos textos a tu mujer y que tenga la conciencia tranquila.Pero que si no quiere nadie puede interferir en su conciencia.Tan solo una pregunta y lo pregunto porque no lo se. Imagino que vosotros haceis asambleas multitudinarias,tal como hacemos nosotros. ¿Haceis dramas biblicos? En el caso de que lo hagais ¿Maquillais a los actores?¿le poneis adornos?


7 – La temporalidad de aquellas cuatro abstenciones entre las iglesias de los gentiles es una observación que he hecho, fundamentándola debidamente, pero que no cuenta con el apoyo de todos mis hermanos. Hay quienes creen que siguen vigentes, y no los peleo por ello.

¿Pero porque no empiezas por ahi? ¿porque no dices desde el principio que solo es una suposicion tuya? Entonces de primera hora hubiese pasado de este tema.Yo no acepto suposiciones sino hechos reales que se puedan demostrar

Como sabes, esas cartas fueron enviadas “a los hermanos de entre los gentiles que están en Antioquía, Siria y Cilicia” (Hch 15:23), y luego Pablo las va dejando en las ciudades de la vecina provincia de Asia que ya había estado evangelizando como Derbe, Listra e Iconio (Hch 16:4). Aquellos hermanos que “estaban” allí, décadas después dejaron de estar, porque murieron. Esas recomendaciones no tenían una vigencia perpetua y universal como la prohibición dada a Israel en la Ley:

Entonces segun esa regla que tu dices,esta recomendacion tampoco esta ya en vigor
(Juan 13:34) Les doy un nuevo mandamiento: que se amen unos a otros; así como yo los he amado, que ustedes también se amen los unos a los otros.
Eso se lo dijo Jesus a los 11 apostoles que quedaban en su ultima pascua.Esos apostoles con el tiempo ya murieron,por lo tanto ya no esta en vigor para nosotros ¿no?
Aunque esos "hermanos" murieron pero las iglesias seguian estando en vigor y con nuevas generaciones.Tu por ejemplo, llegaras un dia en que tendras que morir. ¿se cierra tu iglesia por eso? Ya vuestras tradiciones y mandatos se acaban porque tu has muerto?


“Estatuto perpetuo será para vuestros descendientes, donde quiera que habitéis: ninguna grasa y ninguna sangre comeréis” (Lv 3:17). Estas decisiones caducaron cuando cesaron los problemas para los que fueron adoptadas.

Veremos si me contestas alguna vez. ¿crees que despues de la muerte de Jesus,sus discipulos comieron carne con sangre?

Un mismo resultado: sobrevivencia del desnutrido, nunca hizo ni hará que el que es alimentado artificialmente, coma.

¿que pasa si uno no come? se muere ¿verdad? ¿que pasa si a un enfermo que esta en coma no se le inyecta esa alimentacion via intravenosa? se muere ¿verdad? el resultado es el mismo.Por lo tanto hace el mismo efecto lo que te introduzca via intravenosa que por la boca

Yo no necesitaba que demostraras lo que no requiere de demostración alguna, por tan claro y natural que es que no muera de hambre el que es alimentado por vía intravenosa. Lo que no podrás demostrar aquí ni en el Milenio, es que de tal paciente se pueda decir que “comió”.

Segun tu comer es masticar un alimento y asi pasa al aparato digestivo.Un bebé no mastica,sino que toma la leche de su madre ¿es comer o alimentarse? Un abuelo esta enfermito,no tiene dentadura y esta a vaces de caldos y alimento pasado por batidora ¿eso no es comer o alimentarse? Un enfermo en estado de coma,le inyectan las soluciones alimentarias que lo mantienen con vida ¿eso no es comer o alimentarse? Espero que dejes en el testamento escrito (aunque espero que nunca te ocurra) que si llega algun momento en que no puedas comer por tus propios medios, de que no te alimenten ya que no es lo mismo.

Que el comer sea la función que hace al aparato digestivo, no quita que en su primera instancia tenga el gustar o saborear la comida. En la boca todavía no se digiere, pero el comer por allí comienza.

No me respondiste lo que te comente de adonde van las proteinas,vitaminas y demas componentes de los alimentos que comemos. ¿Van al riego sanguineo? ¿si o no? Te respondo yo,SI.Por lo tanto al final es lo mismo que comas o te inyectes esos sueros alimentarios porque lo que queda en tu cuerpo es la parte que te ayuda a mantenerte vivo,lo demas lo defecas

La pregunta sobre si Dios usaría a algún malvado para dar a conocer sus propósitos más bien tendría que hacértelo yo a ti respecto al Pastor Russell y el juez Rutherford, pero como no es algo que yo ignore no es necesario.

No por favor,no te calles. Me gustaria que pusieses aqui acusaciones contra ellos. Es mas,te animo a que las ponga,pero con pruebas por supuesto.No me gusta llamar mentiroso a nadie.Yo te puedo poner acerca de Lutero y algunos seguidores suyos de lo criminales que eran y como odiaban a muerte a los judios.Está en la historia.Te puedo poner como algunos de ellos apoyaron la inquisicion y muchas cosas mas.Pero me interesa que pongas algo de Russel y de Rutheford.Es mas si me demuestras que eran tan despiadados como el Lutero te dare la razon aunque no perderia mi fe,porque me da igual lo que dijera Russell en su dia y me da igual lo que dijera Rutherford en el suyo,no sigo a hombres, lo que dice la Biblia no tiene nada que ver con lo que dicen las personas.

La culpabilidad de los que enseñan falsamente sobre el meter sangre en el cuerpo es doble, porque no solamente enseñan lo que el Eterno no mandó sino que todavía le arrogan a Él la autoría de un mandamiento que no dio.

ya te di la opinion de lo que dice tu Reina Valera.En levitico dice no comer,en Hechos dice tambien de abstenerse.Asi que en la definicion de abstenerse entra no meter sangre,por mucho que tu no quieras.Y como ya lo de la transitoriedad has confesado que era una suposicion tuya.Pues aun esta vigente el abstenerse,evitar,no meter la sangre.

No es que yo esté obsesionado con la idea de que ni siquiera me lees, sino que juzgo por los meros hechos, reincidiendo en endilgarme una adhesión a los diezmos que nunca tuve sino que en el Foro siempre combatí contra tal práctica.

No te quiero endilgar nada.Estoy conforme a que tu no des el diezmo ni lo compartas.Como veras ultimamete no hablo de ti particularmente,hablo de la iglesia evangelica generalmente.En otro tema te he puesto incluso una imagen de como aqui en España SI se pide el diezmo en las iglesia evangelicas ¿la tuya pertenece a esta rama? Te vuelvo a preguntar por aqui. Cuando se lee en internet que hay tantos millones de evangelicos en el mundo ¿Tu estas incluido junto a estas iglesias que cobran el diezmo? ¿no te parece raro que tanto en unas como en otras no penseis del mismo modo? Eso no es la unidad que defendieron Cristo y los apostoles ¿no crees?

También podrías averiguar si el Pastor Russell los daba cuando era adventista.

No me interesa lo que hizo cuando pertenecia a otra religion.Me interesa cuando abrio los ojos y se dio cuenta de lo que habia.Yo antes era catolico y les rezaba a las imagenes e iba dentras de ellas en Semana Santa ¿me vas a culpar de ello ahora? ¿tu siempres has sido evangelico? ¿Tu mujer tambien? ¿algun conocido tuyo lo ha sido desde siempre? Le echas en cara lo que hizo antes de conocer tu "verdad"?
(Juan 8:32) y conocerán la verdad, y la verdad los libertará”.


Yo no cuento a los evangélicos que hay en el mundo pues es tarea imposible: algunos inflan las cifras y otros se niegan a darlas. Nunca se podría llegar a una estimación ni lejanamente aproximada.

No es tarea tan dificil Ricardo.Cada iglesia hace un recuento y lo mandan a una region en particular.Todas las regiones hacen un recuento y lo manda a la capital o la sede central del pais.Y cada pais hace un recuento de sus regiones y lo mandan a la sede mundial,que parece que tu no sabes cual es,pero ya te puse la direccion en otro tema creo.
Imagino que en vuestras iglesias teneis todos echa una ficha para en el caso de que haya lugar demostrar que tu eres un evangelico bautizado y no se puedan hacer pasar por vosotros.
Pero la pregunta que siempre te hago ¿tu por ejemplo llamarias hermano de fe a los evangelicos de españa que si cobra el diezmo?


En el texto de 1Co 9:25 se sobrentiende que “de todo” lo que debe abstenerse el luchador es principalmente de los excesos que conspirarían contra un mejor rendimiento: comidas, bebidas, sueño, cansancio, etc. Si prefieres decir que se disciplina o auto controla u otras formas similares, está bien, pero eso no te da derecho a decir que está mal la lectura que siguen la mayoría de las versiones bíblicas en diversos idiomas.

De sobreentiende nada Ricardo,eso lo dices tu.En tu Biblia pone que el luchador se abstiene.No es lo mismo controlarse de algo que abstenerse.No es lo mismo decir que un luchador se controla de los dulces porque eso afirma que algun que otro dulce se come, a decir que se abstiene de dulces,que segun la definicion es que evita los dulces,no se mete los dulces en el cuerpo de ninguna forma.Asi que afirmo que esta mal traducida.El luchador mencionado por Pablo se controla,ejerce autodominio pero no se abstiene, es IMPOSIBLE en ese caso

De lo que tú todavía no te has dado cuenta, es que si la primera mentira de Satanás en el jardín de Edén fue aquel “no moriréis”, la primera vez que un ser humano faltó a la verdad fue cuando Eva agregó a las palabras de Dios con su “no lo tocaréis” (Gn 3:3). El Eterno sólo le había dicho a Adán “no comerás” (2:17). Los TJ repiten el mismo pecado cuando toman el mandamiento “no comerás sangre” haciéndole decir “no meteréis sangre en el cuerpo” (versión Alfageme validada por Melviton).

Otra vez estamos con las suposiciones Ricardo. ¿porque iba a mentir Eva a cuanto le dijo Jehova? que raro que en la Biblia se diga que satanas es el padre de la mentira pero no se diga que Eva mintio en ningun sitio ¿no crees? Lo unico que dice de ella es que desobedecio a Jehova no que tambien mintiera.Ya el proximo pecado que se menciona es la de Cain. Asi que siguen siendo suposiciones tuyas sin base biblica alguna.

Si tras la conversación con Satanás (la que nunca debió haber tenido) Eva hubiera hecho gala de una perversión precoz con el fruto prohibido con forma de banana (plátano), en eso no hubiera pecado pues no lo estaría comiendo. El mal no estaba en el fruto del árbol sino en la desobediencia humana.

Y quitando las suposiciones tuyas,si Jehova le dijo no tocarlo,menos aun introducircelo. Demuestrame que Eva mintio al decir "no tocar".
¿Aqui tambien se mintio?
(Éxodo 19:12, 13) Y tienes que fijar límites para el pueblo en derredor, diciendo: ‘Guárdense de subir a la montaña, y no toquen el borde de ella. Cualquiera que toque la montaña será muerto, positivamente. No ha de tocarle mano alguna, porque positivamente será apedreado o positivamente será asaeteado. Sea bestia u hombre, no vivirá’. Al toque del cuerno de carnero ellos mismos podrán subir hasta la montaña”.
¿Cual era el mandato? ¿subir a la montaña o tocarla? No se puede subir a la montaña sin tocarla ¿no? ¿Estaba mintiendo aqui Jehova al decir esto? Jehova le dijo a Adan y Eva no comer del fruto,pero claro le dijo de no tocarlo siquiera. ¿porque? por la sencilla razon que si lo toca es porque se lo quieren comer.Imagino que ya sabes lo que dice la Biblia de los deseos del corazon.Para no hacerte adicto a la pornografia ¿que debes hacer? pues evitar de verla ¿verdad? Si no quieres comer del fruto ¿que debes hacer? empieza por evitar tocarlo. Asi que Eva no mintio para nada el mandato del Jehova.
Al igual los TJ no desobedecemos el mandato de abstenernos de sangre


Respuestas a Mensaje # 239:
Poco tengo para comentar de tus respuestas, pues más bien reeditas lo ya conocido, sin entrar a razonar lo que se te dice.

solo te contesto a lo que dices.En los sitios si te dicen de abstenerte de algo es evitarlo por completo,quieras o no quieras.
Aqui en España esta prohibido fumar en lugares publicos.Abstenerse de fumar,el que pase por alto eso se encontrara con una severa multa.No pueden decir que solo lo han encendido pero que no han fumado


Nunca dije que el libro de Los Hechos enlazara con el Levítico, pero tratándose el cap. 15 de la pretensión de los judaizantes a que los convertidos de entre los gentiles fuesen circuncidados y mandados a guardar la Ley de Moisés (v.5), es natural que las 4 abstenciones recomendadas fueran de las dadas en el libro de Levítico, en cuanto a los ídolos (19:4), de sangre (17:14), de ahogado -no degollado- (7:2, 27), de fornicación (18:6).

por eso dice que no quiere que tengan mas cargas salvo esos mandatos.Pero la diferencia es que ya dice abstenerse en vez de comer.

Ten siempre presente -y no te vayas a olvidar -, que cuando dices haber demostrado algo debes cerciorarte de efectivamente haberlo demostrado, pues suele suceder que apenas se muestre lo que se presume haber demostrado. Lo que pueda ser una demostración incontestable a los miembros de tu congregación, puede ser una presunción en el Foro si sólo se nos muestra lo que vemos como un desatino.

No se muy bien a que te refieres,me gustaria que me pusieses lo que yo digo como yo hago contigo,es mas facil y no tengo que estar rebuscando que he dicho anteriormente.Imagino que sera que es cuando dices que cuando la mujer le pregunte al marido en casa, tú dices que el matrimonio está separado en la reunión.Eso es lo que dijiste tu,y yo si te dmuestro que aunque en las sinagogas no estaban las mujeres,por una tradicion judia,en las asambleas que Jehova mandaba si estaban todos juntos,maridos,esposas e hijos y no por separados,lo dice Deuteronomio no yo.

No imagines que las cosan siempre fueron como ahora se practican; investiga o pregunta a otros si en las sinagogas antiguas y las reuniones de las iglesias cristianas del primer siglo las mujeres se sentaban o no separadas de los hombres.

Yo te he dicho que en las asambleas que se mencionan en Deuteronomio estaban todas las mujeres y hombres unidos. Las sinagogas han sido tradiciones judias y en cuanto a las reuniones cristianas del primer siglo en NINGUN sitio pone que se sentaban aparte.De nuevo te digo que son suposiciones tuyas.

Yo no he cuestionado en absoluto la procedencia racial, cultural o social de los integrantes del Cuerpo Gobernante. Simplemente advertí los muchos anglos (en toda la historia de la Watchtower) y la ausencia de integrantes de habla española o portuguesa, fuesen de Europa, América o África.
Lo que era comprensible en los comienzos, no lo es ya ahora, en vista de la extensión de la obra y el alto número de publicadores hispanos/lusitanos.
Esto me hizo pensar que quizás el EFD no ve con buenos ojos a nuestra gente, y le merece más confianza los anglosajones, germanos y nórdicos.

siempre con las suposiciones Ricardo.¿Tu gente?
(Mateo 12:48-50) Como contestación, dijo al que se lo decía: “¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos?”. Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: “¡Mira! ¡Mi madre y mis hermanos! Porque cualquiera que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ese es mi hermano y hermana y madre”.(TU GENTE)

Me da igual que sea estadounidense,me da igual que sea nordico,si hacen la voluntad de Jehova esa es mi gente.Si los del cuerpo gobernante no quisieran nada con los latinos,no irian a discursar a España,Mexico,Colombia,Brasil,etc,etc como han ido en muchisimas ocasiones.


Estás inventando que yo hubiese hecho de esto una cuestión racial, por lo que nada me salió mal pues sólo es cosa tuya. Lo de los negros lo traje sí a colación con los mormones, pero no con los TJ, ¡así que mejor no inventes!

Tu has sido,no otro,el que ha acusado que en el cuerpo gobernante no haya latinos.y eres el que ha supuesto que el cuerpo gobernante a lo mejor pudiese tener algo contra los de tu gente ¿eso no es acusar de clasismo al cuerpo gobernante? Asi que no estoy inventando nada,es lo que has dicho.
Quizas deberias preguntar a una de vuestras ramas la Iglesia evangelica de Filadelfia,del porque solo admiten gitanos


Ya que no me crees, si vives en España, la segunda denominación evangélica (después de los gitanos) es la de las Asambleas de Hermanos Libres o Iglesias Cristianas Evangélicas, muchos de los cuales, incluso, nos confesamos no denominacionales. En algunos países pueden estar unidos en una Conferencia o Asociación, y en otros, ni eso. Consulta si hay una Sede Central o algún dirigente tenido por tal internacionalmente.

¿Te vale este? http://www.ferede.org/
Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España

Es cierto que el Señor Jesús mandó a los 70 discípulos de dos en dos de casa en casa, pero luego no se vuelve a ver tal práctica en el NT. Pablo y sus colaboradores no lo hacían; el primer lugar adónde iban llegando a una ciudad que evangelizarían, era a la sinagoga de los judíos.

Hechos 5:42 tambien lo dice.y Hechos 20:20.En tu reina valera dice predicar "por las casas" imagino que no creeras que es predicarles al edificio sino a la gente que esta en su interior.Y el que estaba diciendo eso era Pablo,asi que si predicaba por las casas.Jesus les dijo como hacerlo y como tu dices,a los 70 primeros les enseño y ni Pablo ni ningun otro apostol son nadie para quitar los mandatos de Jesus.

Hace medio siglo atrás el método de ir de casa en casa era eficaz pues todas se nos abrían, teníamos substanciosas conversaciones y dejábamos literatura. Actualmente, la inseguridad urbana lleva a que la gente viva entre rejas, con bravos perros y sofisticados sistemas de alarma, o en bloques de apartamentos con porteros eléctricos o humanos que dificultan la entrada. Es por eso que digo que a los TJ se les ve llevando a pasear sus bicicletas, ya que –no por culpa de ellos- no tienen acceso directo a las viviendas. En ámbitos rurales, pequeños pueblos y aldeas, ya es distinto.

Como tu dices,a veces es complicado,pero siempre se tiene buenas conversaciones con quien quiere oir.Date cuenta que no solo estamos dedicados a de casa en casa,aunque es nuestro medio principal.Tambien vamos por las calles,a los negocios, en estaciones de trenes,autobuses,etc,etc.El mandato de Jesus era el de predicar TODOS y a todos y eso es lo que hacemos.(Marcos 13:10) También, en todas las naciones primero tienen que predicarse las buenas nuevas.

Es muy probable que sean muchos más los lectores a tus mensajes en el Foro, que las personas con las que consigas conversar un poco en tu labor de campo.

Puede que si,pero ¿sabes la satisfaccion de hablar con alguien cara a cara de Jehova y de su hijo? ¿sabes la satisfaccion de enseñarle a la gente cosas que nunca han leido en la Biblia? .Tu eres un asiduo lector de la Biblia pero no todos son asi y ver la cara de sorprendido es que me encanta.
Ademas escuche para bien o para mal no depende de mi.(Juan 6:44) Nadie puede venir a mí a menos que el Padre, que me envió, lo atraiga; y yo lo resucitaré en el último día.
Jehova es el unico que puede leer los corazones


Los jóvenes pueden salir a predicar al aire libre en plazas y esquinas concurridas (Pr 1:20, 21) y repartir folletos como antaño yo lo hacía.
Pero no pueden ellos hacer en el Foro lo que mi veteranía por gracia de Dios puede, con la solvencia que da la experiencia de la madurez.

A veces los jovenes nos dan lecciones a nosotros los mas adultos.Jehova puede usar a un joven para algo que no te use a ti
(Mateo 10:19,20) cuando los entreguen, no se inquieten acerca de cómo o qué han de hablar; porque en aquella hora se les dará lo que han de hablar; porque los que hablan no son únicamente ustedes, sino que el espíritu de su Padre habla por ustedes.
Acuerdate de lo que dice la Biblia del joven Timoteo.Todos hablaban muy bien de el,tanto que Pablo se lo llevo consigo


Aunque aporto en pocos epígrafes, me consta que en una semana me leen muchos más que los que escuchan a sus pastores en las iglesias evangélicas de la zona. Mi trabajo es concienzudo, y si bien algunos lo menosprecian, también sé que muchos lo aprovechan.

No se sabe donde puede caer una semilla
 
Re: Abstenerse: ¿de qué, quiénes, y cuándo?

Agrega esta respuesta a las que mi hermano Juaniyo ya te respondió. Ya la tenía hecha cuando él la publicó. Pues ni modo, al que no “quiere caldo, dos tazas”.

Haré un breve recorrido por algunas de tus consuetudinarias respuestas a Juaniyo y, como siempre, cargadas de una sobredosis alarmante de peligrosas disquisiciones mentales que te están jugando una mala pasada orillándote cada vez más a un peligroso e inminente laberinto de enredos escatológicos del que adoleces de tal manera que ni siquiera percibes los síntomas que padeces. Veamos algunos de ellos. Dices:

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Originalmente enviado por Ricardo

6 – De la única mujer que yo leo en la Biblia que se maquillaba era la reina Jezabel, la que se comieron los perros (2Reyes 9:30). Si sabes de otras, avísame, a ver si con eso logro convencer a mi esposa.

Esta respuesta es incorrecta. En primer lugar Juaniyo no te preguntó si Jezabel se maquillaba o no. Se refirió a que la mujer cristiana tiene que adornarse con “modestia y buen juicio”, con lo que al parecer no estás de acuerdo, tal y como lo recomienda Pablo, no más. Ahora bien, dentro de la recomendación del apóstol se sobreentiende que los límites para tal acicalamiento en el caso específico de la mujer, deben fijarse dentro de los obvios conceptos de naturalidad y razonamiento prudentes que no les permita las extravagancias como a las que me imagino se entregaba la Jezabel de tu disculpa. Como es tu habitual forma de responder, dejas a criterio de tu interlocutor decidir si estás a favor o en contra del “arreglarse”, tal y como lo menciona Pablo, porque simplemente no respondes de forma directa lo que se te pregunta. Sales con otras cosas que nadie está discutiendo. Evitas, como siempre, el seguro aterrizaje con tal de no estar de acuerdo en nada de lo que se te diga de nuestra parte, con la intención de dejar cabos sueltos e indefinidos de lo que a veces se te dificulta enseñar con evidente claridad.

7 – La temporalidad de aquellas cuatro abstenciones entre las iglesias de los gentiles es una observación que he hecho, fundamentándola debidamente, pero que no cuenta con el apoyo de todos mis hermanos. Hay quienes creen que siguen vigentes, y no los peleo por ello.

Te habrás referido a la “temporalidad” que como insistente estribillo musical lo has repetido al igual que una metralleta que no para de disparar proyectiles imaginarios; de manera repetitiva y fundamentada, lo acepto, pero no “bien” fundamentada, que es diferente, al menos en evidencias deductivas, menos con citas escriturales que indiquen eso que tú te imaginas como la verdad que no has podido probar. Al indicar que con tus hermanos no “peleas” la discrepancia en la contraria apreciación que sobre el particular puedan tener, no me sorprende para nada por la habitual forma en que evades el simple hecho de escuchar a los que no te inducen al prejuicio que impida, por amor a la verdad a la que te debes, considerar como equivocada tu apreciación que sobre el tema pudieras haberte anticipado. Pero como a nadie te debes en tu iglesia y justificas la interpretación personal como inspiración Divina para que cada quién piense como le venga en gana, claro, comprendo que estés como “pez en el agua” ¡Libre para hacer, pensar y decir cuanto y cuando se te antoja! ¡La misma “libertad” que para ti significa el servicio al Dios Eterno.

Como sabes, esas cartas fueron enviadas “a los hermanos de entre los gentiles que están en Antioquía, Siria y Cilicia” (Hch 15:23), y luego Pablo las va dejando en las ciudades de la vecina provincia de Asia que ya había estado evangelizando como Derbe, Listra e Iconio (Hch 16:4). Aquellos hermanos que “estaban” allí, décadas después dejaron de estar, porque murieron.

¡Por Dios Ricardo! ¿Qué te ocurre? ¿Otra Pedrogrullada irrelevante para lo que supongo la estás esgrimiendo como tu mejor argumento para defender lo que creas que defiendes? ¿Y qué tiene que ver que “aquellos hermanos que estaban allí” a quienes les llegaron las cartas de los apóstoles sobre el acuerdo del “Concilio” de Jerusalén décadas antes, se hayan muerto cuyo deceso justificaría esa “temporalidad” que le endilgas al decreto? ¿Intentas demostrar en este caso que una vez muerto el perro, adiós a la rabia?

Esas recomendaciones no tenían una vigencia perpetua y universal como la prohibición dada a Israel en la Ley: “Estatuto perpetuo será para vuestros descendientes, donde quiera que habitéis: ninguna grasa y ninguna sangre comeréis” (Lv 3:17). Estas decisiones caducaron cuando cesaron los problemas para los que fueron adoptadas.

Si estas recomendaciones no tenían “vigencia perpetua y universal como las específicas de ciertos aspectos de la Ley” que resaltas, ¿Quiere decir entonces que toda la lista de las observaciones que hicieron los apóstoles cesaron de sobre la faz de la tierra, lo que para ti es “prueba” que lo recomendado por ellos tuviera un alcance corto y sin importancia de acatar como si no fuera una ley? ¿Dejaron de adorarse ídolos, sacrificios de animales, partidas ilegales, borracheras disolutas, fornicación (entre parientes consanguíneos), fornicación (el otro concepto tuyo¿¿¿???) y, sobre todo, ¿Cesaron las “comilonas” de sangre con carne? ¿Dejó acaso de beber sangre el hombre? Si estas cosas continuaron siendo práctica indiscutible (como de hecho lo ha sido y espero que no lo discutas) en el hombre hasta nuestros días ¿Por qué motivo, razón o circunstancia te atreves a decir que todo eso caducó y, consecuentemente, el acuerdo del Concilio de Jerusalén que pasó de “mano en mano”, de “ciudad en ciudad”, de “década en década” y todavía de “siglo en siglo” hasta llegar a nuestros días y poder leerlo casi con la misma exactitud de hace 2000 años; por qué razón, decía, vienes tú a instruirnos ahora y a decirnos que esa recomendación fue temporal por cuanto “perecieron” los hombres a quienes iba dirigida? ¡Increíble!

Un mismo resultado: sobrevivencia del desnutrido, nunca hizo ni hará que el que es alimentado artificialmente, coma.

Yo no necesitaba que demostraras lo que no requiere de demostración alguna, por tan claro y natural que es que no muera de hambre el que es alimentado por vía intravenosa. Lo que no podrás demostrar aquí ni en el Milenio, es que de tal paciente se pueda decir que “comió”.

Como siempre tan evasivo y desvirtuando la lógica elemental de una acción que te niegas a reconocer saliendo con tus acostumbrados “domingos sietes” que desentonan el estribillo original de una bella melodía para el deleite de la sensibilidad y amplio criterio interpretativo. Ningún TJ aquí está tratando de probar lo que aquí bien concluyes, al menos probando con la lógica, que un paciente que sea alimentado vía intravenosa se diga al mismo tiempo y de manera “literal” que “comió” alimento que le salvó la vida. Pero lo que tú no podrás probar nunca es lo contrario a lo que te opones, que el “abstenerse” de sangre de Hechos 15 debería específicamente entenderse dentro del concepto de “comer” por la boca, como única forma en que se pudiera introducir sangre al cuerpo.

Tengo otros casi listos pero por el momento tengo que hacer unas diligencias importantes; luego los postearé.

Recibe como siempre y consideración y aprecio.
 
Re: Abstenerse: ¿de qué, quiénes, y cuándo?

¿Alguien saben el porqué es que los TJ...

Imponen a los padres la carga de dejar morir a sus propios hijos?,

Confunden la sangre con un alimento?,

Confunden el sistema digestivo con el circulatorio?,

Confunden la vida con lo que va a la letrina?,

Se introducen todo tipo de derivados y elementos hemáticos, excepto sangre completa?

Si derraman sangre en sus cirugías?

Han hecho de su falso cristianismo una religión exangüe?

Niegan la encarnación del Verbo en carne y sangre, al declarar que solo era un ángel (y los ángeles no tienen carne ni sangre)?

No se abstienen de sangre al dejar morir inocentes por no permitirles una trasfusión hemática?

Porque confunden "comer" con "trasplante de tejido hemático"?

...Pareció bien al Espíritu Santo y a toda la iglesia no imponer cargas...pero los TJ se la pasan imponiendo cargas.
 
Estimado Juaniyo

Estimado Juaniyo

Respuesta a Mensaje # 247:

(6) – Es que mi esposa es una cristiana neotestamentaria y no una judía de la pasada dispensación. Por supuesto que ella también se lava y aplica sobre la piel una crema hidratante que se la mantiene tersa y suave, pero ella entiende por maquillaje el revoque que las artistas se ponen, con pinturas en los labios y ojos; afeites de sus cejas, más coloreados del cabello cuando no extensiones y pelucas que las transforman en otra persona, irreconocible con la que es al levantarse de la cama. A mí me alcanza con una esposa natural y no necesito la artificial.

Aunque hay iglesias que hacen dramas bíblicos, yo he visto tales atrocidades que no quiero saber nada de ficciones cuando tanta realidad tenemos para exponer. Pablo les había predicado de tal forma a los gálatas, como si Cristo hubiese sido presentado crucificado ante sus propios ojos (Gal 3:1). George Whitefield poseía tal elocuencia que con su sola predicación parecía estar haciendo reales las escenas del evangelio que describía.
(7) – El punto de la temporalidad de las cuatro abstenciones lo he presentado bajo mi responsabilidad en el Foro, y si bien dije que no todos mis hermanos lo comparten, no es exclusivamente mío. Que mi esposa y mi amigo Norberto no me apoyen, no le resta credibilidad a la observación que he hecho, fundamentándola debidamente.

Tu argumento de Jn 13:34 no aplica porque Jesús luego ora al Padre:

“"Pero no ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos” (17:20). Aquí entramos nosotros.

Si fuésemos a ser siempre tan literalistas, entonces cada vez que visitamos a un siervo de Dios tendríamos que llevarle un capote, libros y pergaminos por si los hubiese olvidado en casa de un hermano (2Ti 4:13) y ante un dolor de barriga tomar un poco de vino y no otro medicamento (1Ti 5:23).

A tu pregunta de si creo que después de la muerte de Jesús sus discípulos comieron carne con sangre, respondo que no, y antes tampoco. ¿No eran todos ellos judíos?

Un mismo efecto o resultado (morirse) no iguala dos funciones distintas (comer y transfundirse). Nunca en nuestra habla natural del mismo efecto (muerte) igualamos en una las posibles causas que pudieron ser muchas. Si en una cárcel un preso es asesinado a puñaladas por otro, la policía no se pone a buscar la pistola homicida.

No es según yo, sino hasta los pigmeos del África o los aborígenes de la Amazonia entienden que comer es una cosa y pincharse una vena hasta sangrar otra distinta.

Que los nutrientes que comemos o los que nos son transfundidos acaben en el torrente sanguíneo para su distribución en todo el organismo, no hace que dos comienzos distintos se vuelvan uno por compartir igual destino.

Podemos ambos convenir en encontrarnos en Río de Janeiro de aquí en un mes: tú irás en avión y yo en barco. Cuando nos juntemos, yo no podré decir que volé hasta allí ni tú que navegaste. Si hemos de entendernos hemos de respetar el significado propio de cada expresión distinta.

Otros foristas en epígrafes varios ya han hecho sus comentarios sobre Russell y Rutherford, y no es en este tema que yo los haya de detractar ni hacer la apología de Lutero y Calvino.

En mi respuesta a Melviton me he extendido sobre el que el “abstenerse” de Hch 15 no es una ampliación que pueda alcanzar al “meter sangre en el cuerpo”.

Lo ideal es que todos pensemos lo mismo por convicción unánime.

Cuando no resulta así, el disenso en paz es preferible a sujetarse todos a lo que se les impone desde la cúspide jerárquica. Vuestro EFD se equivoca demasiado a menudo y luego anda rectificando que no quiso decir tan así como algunos imprudentemente lo tomaron, anunciando entonces “un nuevo entendimiento”. Eso parece estar muy lejos del pregonado “conocimiento exacto”.

Todas las sectas saben con bastante aproximación el número de sus adherentes. Como la iglesia de Jesucristo es un organismo espiritual, solamente nuestra Cabeza en los cielos sabe el número de los redimidos y los que todavía faltan agregarse.

En mi congregación nunca se fichó a nadie, y cuando fui bautizado en el mar ante muchos testigos, tampoco luego se me extendió certificado alguno. Nunca nos atuvimos a tales formalidades de la burocracia eclesiástica.

El vínculo de hermandad depende de nuestra unión con Cristo y el diezmo y otras peculiaridades de las distintas iglesias ni lo ayuda ni lo impide.

Cada quien cree que está haciendo lo correcto y lo mejor, aunque es obvio que no todos, pues que hacen distinto. Debemos tenernos mutua paciencia y tolerancia y no obligar ni comprometer a otro a que haga como yo hago.

Si visito esa iglesia evangélica en tu pueblo, cuando todos entreguen sus diezmos yo no lo haré, y es de esperar que no me lo reprocharán. A la vez, tampoco yo les haré pasar un mal momento diciéndoles que están haciendo mal. Pero si la conversación sale, no rehuiré decir lo que pienso y creo.

Si quieres seguir pensando que 1Co 9:25 lo tenemos mal traducido, no lo puedo evitar. Mi Biblia es de origen español y el origen de la tuya, inglés.

Yo no dije que Eva mintiera –todavía no había pecado-, sino que faltó a la verdad cuando agregó su “no lo tocaréis” amagando a reforzar una duda por la que estaba próxima a ceder. A las observaciones mías tú llamas “suposiciones”. Yo no lo reconozco así. Fíjate, además, que su visión ya se estaba distorsionando, pues hablando del árbol del conocimiento del bien y del mal lo ubica “en medio del huerto” (3:3) cuando en ese lugar el que estaba era el “árbol de la vida” (2:9). Aunque uno estuviese más o menos próximo al otro, el punto medio no se comparte. Si Adam y Eva hubieran comido del fruto del árbol que estaba en medio del huerto, no hubieran pecado y vivirían para siempre (3:22).

Es absurdo que valides el tocar del fruto prohibido con el de tocar el monte Sinaí. Porque el Eterno haya ordenado así al pueblo de Israel no puede inferirse que lo mismo debió haber hecho con la orden original dada a Adam, en una versión abreviada en Gn 2:17. La presencia de Dios estaba en el monte Sinaí (y de ahí la prohibición a tocarlo) pero no en el fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal (pues era en el árbol de la vida que Dios estaba representado).

La Biblia no puede interpretarse de forma tan amañada.

En todo el mundo hispano los letreros dicen: PROHIBIDO FUMAR o NO FUMAR. ¿En España dicen: “Absténgase de fumar”? Yo no lo vi así.

El abstenerse de Hch 15 es el mismo de Lv 17:14: comer sangre o carne con su sangre.

El abstenerse es una modalidad adoptada por la persona, y nada tiene que ver con diversas formas de hacerlo: poco, mucho, siempre, a veces, por la boca, por cualquier otro lado.

La diferencia entre “mostrar” y “demostrar” es tan notoria, que no requiere de ejemplos. Por eso, cuando creo haber demostrado algo no lo digo así sino apenas que lo he mostrado, pues todavía no me consta que el otro así lo haya visto y comprendido.

Cuando el Deuteronomio, Israel venía atravesando el desierto. No tenían un edificio como las sinagogas para reunirse. En el NT, en el Templo, estaba el patio de las mujeres, compruébalo con algún plano.

¿Crees que pegando versículos es una forma lícita de responder a lo que digo? Puedes hacerlo en una escaramuza, pero no en un debate razonado.

El asunto al que apunto no es a que los del CG no vengan a discursar a nuestros países, sino a que prominentes TJ de habla española se sienten junto a los demás del CG en Brooklyn, Nueva York, haciendo oír sus discursos en buen español (traducción mediante) a los de habla inglesa.

-¡Ahí está el detalle! –decía Cantinflas.

Yo no hablé de negros ni de latinos sino de hispanos y lusitanos, y no es correcto que me atribuyas a mí lo que tú dijiste, que cualquier lector puede comprobar fácilmente volviendo unas pocas páginas atrás.

Ni los anglos son superiores a los hispanos ni nosotros inferiores a ellos (y viceversa). Pero si hay hispanos que callan y hacen mutis ¡allá ellos!

Yo nada tengo que ver con la Ferede pues estoy en Sud América.

Lo que dicen los textos de Hch 5:42 y 20:20 tiene que ver con las reuniones en aquellas casas que se les abrían a los apóstoles para la evangelización y enseñanza de los que creían, así como también fueron instruidos a hacer los setenta (Lc 10:7), lo que no quiere decir que necesariamente golpearan en cada puerta de cada casa, da cada calle, de cada ciudad por dónde pasaban. Una vez que se les era ofrecido hospedaje en una casa, en ella ambos quedaban. Estas reuniones caseras siempre las practicaron los cristianos evangélicos, y actualmente también los católicos, mormones y de otros grupos religiosos. Hay quienes no se animan a concurrir a un edificio religioso pero que no tienen inconveniente en reunirse en la casa de un vecino.

Nunca desmerecí yo a los jóvenes; tan solamente digo que en diferentes etapas de la vida podemos tener un servicio más eficaz de un modo que de otro.


Cordiales saludos
 
Estimado Melviton

Estimado Melviton

Respuesta a Mensaje # 248:

Aunque pienso que si andas escaso de tiempo más te valiera contestar tus propios mensajes que agregar a los ajenos, no opongo reparo a que lo hagas pues me consta que con ello enriqueces la conversación.

1 – Como ahora me vienes cuestionando una respuesta que di a Juaniyo en cuanto al maquillaje, por supuesto, no tenías cómo saber lo que él había comenzado por decir, y ello te lleva a incurrir en error calificando mi respuesta de incorrecta. Pero te facilitaré las cosas, si quieres comprobarlo, pues no tendrás que ir más lejos que la página anterior, la 16: en su Mensaje # 228, por la mitad del mismo, en una sola línea decía:

“Entonces no está prohibido maquillarse ni ponerse un collar ¿no? tu mujer no lo hace porque no quiere”.

En su siguiente Mensaje # 231insiste:

“Ah vale. Entonces rectifica que lo que dijo Pablo no tiene nada que ver con que las mujeres no puedan maquillarse ni ponerse un collar ¿no?”

O sea, no fui yo sino Juaniyo quien empezó hablando de maquillaje y luego fue que recordé a Jezabel.

En el último mensaje a Juaniyo completé la idea sobre la higiene y el cuidado de la apariencia, contrastándolos con los exagerados usos del mundo para disimular su propia apariencia y adquirir otra.

Tan libre como soy yo para decir lo que pienso y creo, lo son mis hermanos que me leen, y no estando en todo de acuerdo conmigo, son libres también ellos para corregirme cuando lo creen necesario, y así a veces lo han hecho, sabiendo que les replicaré pero que no me disgustaré con ellos.

Entre otros, que no siempre ni en todo están de acuerdo conmigo te puedo citar a los amados Armando, Edil, Greivin, Edcentinela, OSO, Vayikra y Dagoberto Juan.

2 – Cuando hago notar que las cartas “fueron enviadas “a los hermanos de entre los gentiles que están en Antioquía, Siria y Cilicia” (Hch 15:23), es una mera observación en cuanto a que no se percibe en esta presentación la universalidad y vigencia que notamos, por ejemplo, en la de 1Corintios 1:2:

“a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro”.

Lo que intento mostrar (no demostrar) con esto es lo que una más atenta lectura de las Escrituras permite percibir. “Mas el que ignora, ignore” (1Co 14:38).

No es necesario que para cuestionar lo que apunto te vayas al extremo del ridículo y lo absurdo, pues ninguno de los lectores que nos vienen leyendo creerá que mi locura dé para tanto. A Juaniyo le comenté más al respecto.

Te encarezco que más bien, tanto aquí como en el epígrafe sobre “¿Cuán santa o sagrada es la sangre?” prosigas con nuestro diálogo, a menos que tú adviertas detalles que se les escapó a Alfageme o Juaniyo y en tal caso quieras no dejarlos pasar por alto.

De lo contrario, me comprometes a repetirte a ti lo mismo que dije a ellos, y eso no me exige demasiado.

Toma en cuenta que estamos teniendo una sala de lectura bien frecuentada, hasta cuando nos pasamos todo un día sin escribir y el tema se va dos o tres páginas atrás.

Esto debe hacernos sentir responsables por el interés que unos cuantos han puesto en ver en que viene a deparar nuestra charla.


Recibe mis afectuosos y templados saludos otoñales.
 
Re: Abstenerse: ¿de qué, quiénes, y cuándo?

Estimado Ricardo. Por error pegué este aporte en el otro epígrafe: "Cuán santa o sagrada..." a lo que te lo traigo directo a este otro.

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Originalmente enviado por Ricardo

La “manera robotizada y como automático” que me atribuyes es un elogio que no me calza, aunque pudiste haberlo tomado prestado de entre los que reciben los TJ por lo estereotipado de sus consabidas respuestas. Si alguna vez me reitero con igual formato, es sólo respondiendo a lo que ya se me ha argumentado en idénticos términos. En cuanto a mí, hasta en la diaria acción de gracias por los alimentos procuro ser siempre diferente, para que los que dicen su “amén” alejen de sí toda sensación de un rezo.

Sigues oponiéndote a toda argumentación posible y aparentemente sin ninguna esperanza de llegar a feliz puerto, al menos en algún aspecto medular que así lo requiera. Esto me recuerda un debate de hace algunos meses en otro foro español en donde me las di de “tú a tú” con uno de esos discutidores de profesión que no hacen otra cosa que oponerse a todo y a todos –aún antes de escuchar el argumento contrario– con tal de hacer prevalecer lo que sea que intentó convencer en los demás, lo que prevalecía para él como enseñanza verdadera. Hablemos del discutidor:

Como competidor que es, el discutidor al parecer desea no sólo tener siempre la razón, sino también superar a su adversario. En cada discusión ve la oportunidad de competir. Si una enfermedad nos ha tenido al borde de la muerte, él afirmará haber resucitado a la vida. Al discutidor no se le puede participar ninguna historia (sea ésta un éxito o un fracaso), sin que enseguida te haga partícipe de otra, no ya semejante, sino que supera en importancia la anteriormente expuesta. En otras palabras, siempre tiene la última palabra y, lo más desconcertante de todo es que al final, sin darse uno cuenta, resulta que estaba a favor de la tesis contraria pero de una manera no ostentosa, totalmente disimulada.

1 - Los de habla española entendemos que la “abstención” no tiene otra amplitud que la modalidad, pues no es sinónimo de “prohibición”, término mucho más rígido y severo. Cuando se vota en un parlamento y se le requiere a un congresista que se decida por el “Si” o por el “No” a la moción presentada, es posible que conteste:
Los de habla española sólo tenemos una clara definición de lo que el diccionario indica que significa el vocablo “abstenerse” y, “abstenerse” significa, en todos los casos y en todos los idiomas, lo mismo. Por lo tanto, la modalidad de la que hablas no descalifica la apropiada definición del término; lo que logra es limitarla a un caso específico en que se indique claramente en la oración; a qué aplica o a qué no aplica. Ejemplo: Yo puedo decirle correctamente a mi hija: “Hija, si deseas venir a vivir conmigo te pido encarecidamente que te abstengas de fumar en mi casa”. ¿Qué modalidad entiendes tú aquí? ¡Claramente solo una: que no fume en mi casa! Punto. Puede fumar en cualquier otra parte porque eso no es lo que le estoy negando. ¿Descalifica la definición de “abstenerse”? No. Ahora bien, si yo le digo: “Hija, puedes fumar en el patio de la casa pero dentro de ella por favor abstente de hacerlo” ¿Cómo se entenderá la orden? Es más, ¿Es una orden o una sugerencia sin ninguna intención de que se cumpla? ¿Podría alguien pensar que esta forma de planteamiento en donde no le pongo “letra” de ley para que no suene a “prohibición” a rajatabla, dejaría alguna duda en la mente de mi hija? ¡No lo creo posible! Ahora te pido directamente que de acuerdo a estos ejemplos, ¿Qué responderías tú? ¿Lo verías como que le estoy prohibiendo a mi hija fumar en mi casa o no? ¡Y por favor, limítate a responder la pregunta que te hago, no la respuesta a otra que tendrás en mente para rebatirme de algo que ni siquiera te lo he planteado.


¿Abstenciones de qué? Pues solo y nada más a una decisión por la afirmativa o por la negativa. No es posible que luego un opositor lo recrimine echándole en cara variedad de motivaciones e intenciones tras su abstención. De haberlas, sólo quien se abstuvo las conoce, y es inaudito que los demás especulen con lo que pudo haber detrás de aquel abstenerse.

¿Que abstenciones de qué? Pues de “sangre” entre otras; al menos eso es lo que yo leo allí en Hechos 15. ¿Tú no? A ver qué lees tú allí, ¿Una sugerencia que “estimula” la decisión “afirmativa” o “negativa” que casi siempre queda sujeta a la forma en que yo lo pueda decidir si está bien o mal lo que me dijeron? Observa: Si a mí me hubiese dicho Santiago: “Mira Melvin, al “espíritu santo” y a nosotros mismos, como “depositarios de la verdad de Dios” nos ha parecido bien no añadirte ninguna otra carga, salvo que te abstengas de “fornicar con tu sobrina”. Si lo cumples, prosperarás y harás bien”. ¿Qué debo entender? ¿Una orden para que sea acatada a partir de ese momento de manera indefinida o una simple sugerencia que puedo desestimarla cuando me parezca? ¿Algo que tiene el aval del ESPIRITU SANTO” pudiera ignorarse al extremo de mostrarnos más inteligentes que él cuando a veces no cumplimos lo que nos recomendó para abstenernos sólo porque no fue impuesta como una ley so pena de muerte de manera específica para que la acatáramos?


En los casamientos el juez pregunta a los novios:

-¿Acepta por esposa…? ¿Acepta por esposo…?

En la realidad siempre escuchamos el “Sí” (hasta el día de hoy mi esposa sostiene que yo me demoré demasiado y puse a todos muy tensos), y en las telenovelas es harto común que se pronuncie el “No” por el que todos suspiran en una boda mal habida. Lo que no ocurre es que uno diga:

-¡Me abstengo!

¿Y qué tiene que ver este ejemplo con Hechos 15? Una cosa es una pregunta directa según la costumbre en una boda que se sigue, y otra, muy diferente, es que no le pregunten si le parece o no según el marco de circunstancias de lo que se trata. Simplemente se sugiere para que se haga así tal y como se lo está diciendo (por no decir imponiendo) una autoridad que, como el caso que nos ocupa, equivale al “poder de Dios”, el espíritu santo. Peor aún desde tu perspectiva, porque si crees que el ESPIRITU SANTO ES LO MISMO QUE DIOS (que desde cierto punto de vista es así), entonces peor para ti. Te lo está diciendo la “tercera parte de Dios” y si Dios (LA AUTORIDAD MAXIMA) te lo dice, ¿Quién eres tú para contradecirle? ¡Esa es la diferencia que tampoco entiendes!

Además, desde otra “modalidad” de tu “Me abstengo!”, el término, aún en este ejemplo que elaboras no cambia de significado ¿O sí? Cuando uno de los cónyuges responde, en lugar de un “SÍ” o un simple “NO” prefiriendo el “ME ABSTENGO”, es eso, ¡SE ABSTIENE DE CONTESTAR queriendo decir que NO va a contestar! Se está absteniendo de decir SÍ O NO. Es lo mismo Ricardo, no cambia el significado en cualquier “modalidad” que lo pongas. Siempre significará lo mismo dentro del “porcentaje” en que lo encierres.


2 – El mismo Salmo 119 abunda con la petición “¡enséñame!” ya que hay no solo gran ignorancia en todos nosotros, sino también muchos “¿por qué?” sin respuestas. Dios no está obligado a revelarnos todo, aquí y ahora, ni siempre aprovecha que nuestra curiosidad sea de continuo satisfecha.

Observa aquí lo que te he venido diciendo con ese recalcitrante “espíritu de la contradicción” que te tiene vendados los ojos con tal de no aceptar la lógica más elemental de lo que contradices. Si te cité el texto en donde el apóstol Santiago afirma que debemos pedirle sabiduría a Dios y que Dios nos la suministra cuando la pedimos con fe es porque es así. Tú, en vez de estar contradiciendo y saliendo con otro de tus “domingos sietes” que nada tiene que ver con lo que se te está diciendo, al menos podrías decir que sí, que “es cierto lo que dice el apóstol”. Eso sería más que suficiente. Nadie está diciendo que Dios TODO lo revela. Por supuesto que hay miles de cosas que JEHOVA NO REVELA AL HOMBRRE. Eso hasta un niño de 10 años lo entiende. ¿Pero por qué ese empeño siempre de salir con otras cosas y no te limitas a analizar lo que se te pregunta? ¿Acaso eres tú el privilegiado de dicha inspiración y Dios te ha revelado que en el caso del “abstenerse” de sangre” de Hechos 15 era algo temporal y que no era ninguna ley y que cada quien podía determinar si lo acataba o no? ¿Esto te lo reveló la Deidad a ti? ¿Es eso lo que nos quieres decir? Porque si es así entonces no deberías decir que es “tu parecer” y que “no estás seguro”. ¡Vaya espíritu revelador que tienes!

Ahora bien, lo que para ti es especulación, para Jehová es “discurrir”. Una cosa es especular y otra deducir. Especular es “inventar” algo que el texto no dice ni hay evidencia de otra cosa razonable. ¡Exactamente como tu ejemplo mismo cuando dices que es tu “parecer” y que ni siquiera sabes si estás en lo correcto o no y sin embargo, aseguras algo como “cierto” sin estar seguro de que lo sea. Simplemente te gusta llevar la contraria. Eso es “especular” precisamente. Discurrir es analizar, cotejar, comparar los cientos de textos que hablan sobre algún tema en particular y extraer de ellos un común denominador. Si no sabes cuál es la diferencia de ambos, con razón no le atinas a la comprensión fácil del término “abstenerse”. Y esto fue lo que ocurrió en el caso del profeta Daniel cuando Jehová le mostró muchas cosas para cumplirse “en la parte final de los días”. Ante las visiones, a Daniel no se le dio la potestad ni la inspiración de entender el significado de lo que escribió. Se le indicó, por el contrario, obedecer escribiéndolas y “hacer secretas las palabras de la profecía hasta el tiempo del fin”, en donde el verdadero “conocimiento se haría abundante y los que tuvieran perspicacia entenderían después de mucho “discurrir”. ¿Qué significa eso? Que Jehová es el que iba a dar la revelación por medio del “espíritu santo” para que su pueblo entendiera o comprendiera cosas que nunca le fueron reveladas a nadie más antes de cierta época en particular. Esto es “Palabra de Dios”.


Por supuesto que Dios por su gracia me ha dotado de un espíritu investigador, y así de a ratos escudriño la Biblia, examino la pata de un insecto en el microscopio, exploro el firmamento nocturno con el telescopio o analizo un problema en el tablero de ajedrez.

O sea, que sólo a ti y a los tuyos te dio la potestad de un espíritu investigador para llegar a conclusiones personales acerca de lo que es la verdad o no. Los TJ no tenemos ese derecho solo porque tú así lo has decidido ¿Es así como piensas?


La única fobia de la que huyo, es la de procurarme respuestas artificiales.

¿Y qué de “artificial” tiene el hecho de creerle a Santiago con respecto a la sabiduría que Dios da a quienes la solicitan con fe? Respuestas “artificiales” son las que tú elaboras discutiendo lo indiscutible. La respuesta más apropiada, siguiendo una lógica, racional e inspirada forma de expresarse sería así: “Bueno, Dios sí revela a sus siervos lo que Él desea que sepan y Santiago lo dice claro, en esto estamos de acuerdo. Pero en lo que yo no estoy de acuerdo es que esa revelación la tengan ustedes”. ¡Esta sí sería una respuesta razonable!


Los motivos que pudieron estar tras las leyes y mandamientos que Dios estableció, son útiles cuando Él mismo los ha revelado; pero si los mantiene ocultos, desentrañarlos envuelve graves peligros como frecuentemente vemos en visionarios y falsos profetas que sólo impresionan a ingenuos e incautos, aunque al paso del tiempo millones propaguen su herejía por el mundo

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Pues será todo eso que enumeras para ti. Para nosotros, por el contrario, ustedes son los herejes, los incrédulos, los fantasiosos, los “lobos solitarios”, los “imitadores” de un “Cristo” hecho a su medida; los hijos de la Gran Ramera, los que con sus acciones abofetean el rostro de Jehová todos los días y ridiculizan a un Cristo que murió por ustedes. ¿Qué contrariedad, no te parece?


Cuando el Eterno mandó a Adam respecto al fruto prohibido, este no le preguntó “¿Por qué, Señor?”. Sin embargo, ese “¿Por qué?” Satanás se encargó de explicarlo a Eva sin esperar a que le preguntara. De aquí aprendemos que si el adversario se percata de un insano apetito por saber más de la cuenta, él ya tiene pronta la mentira que sume al alma en el error.

La conformación humana perfecta de Adam lo hacía muy diferente a lo que hoy somos sus réplicas humanas. La estructura molecular de una mente perfecta recién creada por Dios en Edén no iba a generar más que complacencia en un ser hecho a su “imagen y semejanza” y, por consiguiente, si Adán tenía alguna duda en cuanto a conocimiento, pues para eso le puso cerebro ¿No te parece? Adán fue creado con la capacidad de ir progresando en conocimiento (conste que la Biblia no lo dice pero se deduce) ¿O también lo vas a cuestionar? Es de lógica suponer que al “día” siguiente de haber sido confeccionado del “polvo de la tierra” Adán no conocía todo lo que necesitaba conocer. Cinco mil años después de su creación probablemente no hubiera continuado “observando pajaritos” y “poniéndole nombre todavía” a los animalitos del jardín y “dormir” la siesta por las tardes, luego de una buena “comilona” de frutas. ¿O sí?

Además, ¿Le estás discutiendo al apóstol la revelación que a él le fue conferida para que nos la transmitiera? ¿Debemos solicitarle a Dios o no la sabiduría que necesitamos para seguir en sus leyes? Aquí bastaría un “SÍ” o un “NO”. O, para que veas que no somos tan “intolerantes”, te aceptaría un “ME ABSTENGO DE RESPONDER” que, aparte de estar en tu derecho, sería muchísimo más elocuente y razonable que ponerte a discutir lo que ni siquiera es tema de discusión. El que tú creas lo que quieras creer no cambia para nada la definición de “abstenerse”: ¡Abstenerte de responder SI O NO! O, dicho en otras palabras, la definición es aplicable a NO RESPONDER DEL TODO, bajo ninguna excepción. Punto.


Cuando Santiago en su epístola exhorta a sus lectores a que si alguno tiene falta de sabiduría la pida a Dios, está excluyendo a los TJ por razones obvias:

a) Porque no sospechan siquiera estar deficitarios en cuanto a ella.
b) Porque menudo problema tendrían si alguno pidiera con fe y recibiera, anticipándose a un nuevo entendimiento que el EFD todavía no comunicara al Cuerpo Gobernante, ni este a la Organización.

¡Chanfles!!! ¡Esta no me la conocía Ricardo! Veamos.

Dices que estamos, como quien dice, “jodidos” en cuanto a conocimiento por cuanto Dios le puede conferir sabiduría a cualquier otro, menos a un TJ. ¡Recontra Chanfles! ¡Eso es prejuicio y de los mejores!

a) Eso se llama juzgar y ver la “paja” en el ojo ajeno y no sentir “la viga” en el tuyo.

b) A ver si comprendí tu contrasentido. Dices que si cada miembro de la congregación de los TJ le pide a dios “sabiduría” para que le ilumine el camino a seguir con respecto a innumerables cosas es peligroso porque podría exponerse a que “algo” que le fuera revelado pudiera “chocar” con algún entendimiento del EFD ¿Es así verdad? ¡Vaya si de verdad no conoces las Escrituras ni el Poder de Dios Ricardo! Si hasta allí te ha llevado esa “secta” sin nombre a la que perteneces, el que está frito eres tú.

A ver, razonemos un poquito. ¿Cuántas cartas de estímulo y revelaciones escribieron los apóstoles en conjunto? ¿Suficientes para el propósito de Dios verdad? En todas ellas revelaron profecías, propósitos de Dios, interpretaciones de muchos asuntos, aclararon conceptos, despejaron dudas, combatieron la ignorancia y la rebeldía, lucharon con todo tipo de “proyectiles” que el diablo les lanzaba a discreción, sufrieron penalidades, persecuciones ¿Estoy en lo correcto? OK. Entonces, si todas las cartas que enviaron a las distintas congregaciones tenían como intención revelarles directamente ellos, COMO APOSTOLES NOMBRADOS POR DIOS; como MAYORDOMOS o ADMINISTRADORES de la sabiduría Divina ¿Por qué, al mismo tiempo, recomendaban ellos mismos que los miembros, de manera individual, solicitaran a Dios la sabiduría que necesitaban en ese momento? ¿Acaso no te da tu “disco duro” para entender o razonar lo que en verdad quisieron decir ellos? ¿Acaso no te dice el raciocinio normal que si cada quien (como el caso específico de ustedes como lobos solitarios) le piden a Dios todos los días cosas que necesitan saber para enseñar a otros no estarían de acuerdo todas las religiones unidas por un solo espíritu? ¿No es en la unidad en ese espíritu de Dios que deben estar unidas todas las iglesias en Cristo? ¿Ves esa clase de unión en todas iglesias evangélicas, protestantes o católicas en el mundo entero? ¿Si Pablo exhortaba a las congregaciones para que hicieran “así o asá” para qué lo hacía si cada quién le podía pedir a Dios directamente cómo hacer en caso de ese “así o de asá”? ¿Y todavía dices que tú tienes conocimiento de Dios? ¡Por Dios! ¡Y ya lo último que he leído en el otro epígrafe del foro es que hasta los animalitos van a resucitar y hasta se dan el lujo de citar textos para esparcir semejantes herejías de clase mundial y ni “colorados” se ponen. ¡Por Dios santísimo! ¿Es a esa unidad del espíritu santo a la que te refieres tú? ¡Vaya Poder tiene ese espíritu santo de ustedes que ni siquiera puede poner orden en toda la “asociación de hermanos alrededor del mundo que cantan loas a su Señor y Maestro”!!!! Muy por el contrario, esa falta de unión y de comunión que adolecen todas las iglesias evangélicas y protestantes del mundo es señal más bien de que no tienen ningún “espíritu santo” detrás de ellas que las unifique y las guíe por los senderos de la justicia.

El hecho innegable que cada uno de ustedes piensen a como les dé la gana y no es ni siquiera censurado por sus “guías espirituales”, pretextando que son “cristianos independientes” que no se someten a nada ni a nadie, ni siquiera por conservar el orden lógico y natural que Jehová espera de su propio pueblo ordenado que lleven la delantera en las congregaciones por todo el mundo. La falta del espíritu santo de Jehová es notorio en ustedes; en vez de unirlos, los divide cada día más haciendo proliferar todo un “enjambre” de nuevos movimientos diz que cristianos llamados ahora “células cristianas” con pastor incluido, y de jóvenes que conservan aún todas las características de los mismos jóvenes del mundo apartado de Dios.



En el caso del “no comeréis sangre” la obediencia implicaba el no hacerlo, y no en hurgar más allá de la explicación concedida en aquel doble “porque” de Lv 17:14.

Bueno, en ese entonces el no “comerás sangre con la carne” era suficiente porque no era costumbre “tragar” sangre por otro medio que no fuera la boca. Nadie está discutiendo que esa era la única costumbre por la que se podía introducir sangre al cuerpo. No había motivos para “hurgar” más allá de la orden dada de algo que entendían a cabalidad sin ninguna duda. Jehová simplemente se limitó a transmitir la prohibición a un principio eterno de respetar la sangre, en cuyo caso se podía irrespetar únicamente, con la costumbre de la época de “comer carne sin desangrar”. Eso fue todo en ese momento.


Normalmente, cuando se inquiere sobre el espíritu de una ley o la motivación tras un decreto, nunca es para acatarlos más fielmente sino por buscarle la vuelta torciéndolo a conveniencia.

¡Claro! de eso precisamente hablo cuando digo que tú te refieres a “torcer” a conveniencia cuando dices que en el “decreto” el término utilizado de “porneia” en Hechos 15:29 no significa “todas las peculiaridades que abarca” sino sólo una de ellas; el de “fornicar” entre parientes consanguíneos que, hasta el momento, no sé de dónde lo has sacado (me imagino que de la manga como en un acto de “mago”) con tal de justificar lo injustificable. Tú mismo te contradices y hasta aceptas que “nunca es para acatarlos más fielmente” (cosa que no lo haces fielmente), sino que le buscas “la vuelta torciéndolo a conveniencia”. ¡Bien lo aceptas!


Sobran los voluntarios como siervos inspirados para revelar sus propias antojadizas interpretaciones, pero faltan los obedientes que no quiten, agreguen ni deformen Sus mandamientos.

Aquí el único que es el desobediente que le “quita”, le “agrega” y “deforma” a Hechos 15:28,29 eres tú ¿Estos mandamientos? (veo que te refieres a lo dispuesto en Hechos 15: como “Sus mandamientos). Y lo digo porque es sobre este texto que venimos hablando, no de otro.


Importaba que el pueblo de Israel no comiera carne con su sangre, y no el averiguar por qué Dios así lo mandó, a más de lo ya sabido.

Ya esto está explicado anteriormente.


3 – Estoy de acuerdo que porque no se especifique en Lv 17:14 la sangre humana y la opción a beberla a más de comerla, no las está permitiendo sino que tácitamente eso queda incluido en el mandato prohibitivo. A veces, sin embargo, la observación se hace, cuando el TJ se pone puntilloso en orden a lo que el texto bíblico dice y lo que no dice, pues no sería justo usar de exigencias o licencias literarias según convenga.

¡Ah! ¡Al fin se deja entrever algo de razonamiento coherente al menos! Aceptas lo que antes no hacías. Entonces aclaremos algo. El hecho que no se indique que tal o cual concepto sea una “Ley” o un “mandato específico” no necesariamente implica que no lo sea ¿Es así? Tú mismo estás poniendo el ejemplo de la sangre humana que “nunca se prohibió” el beberla o el comerla o como sea y sin embargo, se deduce, que estaba implícita cuando se prohibió comer, de manera también explícita la sangre animal ¿Correcto? ¡Correcto! Al fin estamos de acuerdo en algo. Al menos vamos aterrizando en base a lo que nosotros discutíamos desde el principio, y al fin y al cabo teníamos la razón.


4 – Seguidamente tomas la palabra “carga” del diccionario, cuando en nuestra lengua pocas palabras hay que tengan tantas definiciones. Hallo que armoniza con la recomendación final “si os guardáis (cuidáis) de estas cosas, bien haréis”, la acepción 14 del DRAE:

- Cuidados y aflicciones del ánimo.

¡Incorrecto! Yo no he tomado la palabra “carga” del diccionario, sino de la Biblia. ¿Acaso no está en la versión Valera la palabra “carga” también? ¿O la van a desestimar también como desestiman el NOMBRE JEHOVA en sus propias Biblias también? Estás desvirtuando lo que dije. El que “carga” tenga muchas definiciones ¿Qué con ello? ¿Qué pretendes insinuar? Dices que tiene que “armonizar” con “si os guardáis”. Ahora bien, ¿Qué significa “guardar” según el diccionario de la Lengua Española, no lo que diga el “diccionario de la lengua según Ricardo”, que no es lo mismo? Esto:

o r. Cuidar, vigilar, custodiar: guardar el ganado, una caja fuerte.
o Colocar algo en el lugar apropiado: guarda el dinero en el monedero.
o Conservar, no gastar: te estoy guardando un trozo de tarta.
o Cumplir, observar una regla: nunca guarda los descansos preceptivos.
o Mantener, observar: guárdame el respeto debido.

Como puedes observar en lo que subrayo y destaco en ROJO, “guardar” tiene varios significados y dependerá del contexto de lo que se está hablando para aplicarle el que mejor “armonice” con su definición, no con el que queramos endilgarle para sostener teologías personales como la que pretendes meternos por la fuerza, como la única opción disponible que encaje perfectamente con tu manera de “torcer” la enseñanza de los textos sagrados. Y aquí, como de costumbre, pareciera que no estás aceptando ya ni siquiera la definición de los diccionarios para los términos bíblicos señalados; desestimando la “fuerza” que dichos vocablos tenían en tiempos bíblicos donde, evidentemente, no existía todavía el diccionario de la Real Academia Española. Pero lo que eludes de manera volitiva es que todas las palabras que se emplearon en la escritura de la Biblia inspirada por Dios, obedecen a un idioma en particular que fue instituido por el Altísimo en la conformación cerebral como parte del “don” maravilloso del habla en los humanos. Yo siempre he sostenido, en base a la realidad de los hechos, que la gramática es “explicativa”, no “creativa”. Es decir, la gramática debe explicar lo que el idioma tal significa, no lo que debería ser. Antes que la gramática existió el idioma, no al revés. Sin embargo, lo “cortés no quita lo valiente”. El hecho que la gramática vino después del idioma como recurso de comunicación entre los humanos, no significa que todas esas definiciones que tenemos hoy, no enriquezcan nuestro acervo cultural en cuanto a la debida interpretación de lo que otrora se escribió, precisamente, para darle la debida connotación en significado a los términos que se utilizaron en la escritura de cuanto libro se haya escrito en la historia humana.

Creo que tu renuencia de aceptar la dirección del término “carga” y su posible significado dentro del contexto de Hechos 15, está más que claro para llegar a aplicarle la exacta definición que encaje como anillo al dedo a lo que los apóstoles quisieron transmitir. Y en cuanto a tu emergente intervención “armónica” que intentas “amarrar” al vocablo “carga” cuando te refieres al “guardáis” pretendiendo sacarlo de contexto, denuncia una vez más, tus desesperados intentos por despedazar un concepto que nadie hasta ahora lo había intentado, todo por oponerte, en tu evidente paranoia que ni disimulas, contra todo argumento que empleen los TJ.

Ejemplo de discernimiento elemental mi querido forista:

Si yo manifiesto que deseo “guardar” un paquete en un lugar apropiado, esta definición es clara y contundente. Simplemente el “guardar” aquí se refiere a una simple modalidad de “esconder”, “colocar”, “depositar” ese paquete en un lugar donde esté “guardado” y, por supuesto, tendrá también un límite de tiempo “temporal” de guardado, hasta que decida sacarlo de su escondite para darle algún uso en particular. Por el contrario, si yo manifiesto que es “necesario guardar los mandamientos de Dios en todo momento”, lo que se quiere decir, también es claro y contundente, pero la definición del vocablo varía porque las circunstancias en las que se dicen son también diferentes. Aquí “guardar” significa “acatar”, “obedecer”, “respetar”, “seguir” esos mandamientos de Dios, pero para nada me indica que tal “guardar” de los mandamientos de Dios tienen una caducidad o bien, sean de carácter “temporal”. Lo será cuando yo decida no seguirlos pero será entonces una decisión mía, no del mandamiento. Dios pretende que ese “guardar” sea indefinido, eterno y ¿Para qué? Pues para que tengamos una excelente relación con Él lo que a su vez nos dará la seguridad de una vida “indestructible” y eterna, como era su propósito original cuando fuimos creados a su “imagen y semejanza”. Claramente se puede ver esa “diferencia” que tú insistes en no “ver”. Digo que insistes en “no ver” porque al parecer eso es lo que te domina. No creo que esta incongruencia en tu forma de razonar sea consecuencia de tu evidente y clara formación intelectual que has cosechado a lo largo de tu vida. Esto no proviene de tu formación humana; más bien pareciera que obedece a otras “influencias” malignas que no te dejan expresarte de manera coherente cuando tratas de esclarecer lo que más bien terminas por enredar; es decir, los mismos razonamientos de la serpiente cuando le hizo un suculento enredo a Eva que terminó con la paz en la Tierra.


Pocas veces aparece el término griego “Baros” en nuestras Biblias, pero veamos las últimas dos citas:

“Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria” (2Co 4:17).

Este texto está más claro en la versión nuestra, observa: “Porque aunque la tribulación es momentánea y liviana, obra para nosotros una gloria que es de más y más sobrepujante peso y es eterna…” Aquí lo de “peso” (que es lo que me imagino deseas relacionar con “carga”) es diferente por el contexto pero en modalidad, no en el significado absoluto que siempre se mantiene. Aquí el “peso” es eso “más pesado” y como todo lo que más pesa, sirve para “profundizar aún más” algún aspecto positivo en nuestras vidas. No veo la relación que aquí destacas con lo anterior, que es totalmente diferente.


“Pero a los demás que están en Tiatira, a cuantos no tienen esa doctrina y no han conocido lo que ellos llaman 'las profundidades de Satanás', yo os digo: No os impongo otra carga” (Ap 2:24).

De nuevo, la TNM es más clara, dice así: “Sin embargo, les digo a los demás de ustedes que están en Tiatira, a todos los que no tienen esta enseñanza, a los mismísimos que no llegaron a conocer las “cosas profundas de Satanás”, como dicen ellos: No les estoy imponiendo ninguna otra carga.” Sigo sin entender a dónde quieres llegar con estas citas que más bien se te echan encima.


Este último versículo lee casi igual al de Hch 15:28 (“no imponeros ninguna carga más”). No hay el rigor de una ley que se impone sino de una responsabilidad que se espera sea atendida.

¡Ajá! Ya entiendo a dónde te diriges. Pero hay un problema en que no has pensado mi rebelde forista. En primer lugar citas una frase dentro de otro contexto. El de Hechos dice “ninguna otra carga, sino estas necesarias”; mientras que el Apo. 2:24 el contexto es totalmente diferente. Allí dice que “no os impongo otra carga”, o sea, queriendo decir que antes sí existían cargas, o decretos, o mandamientos, o lo que sea, a que estaban obligados. En segundo lugar, siempre existían “cargas” o “responsabilidades” para guardar en el caso específico del “soldado de Cristo” como observaciones perpetuas que le obligaban a manera de “carga” o “peso de más” al que, evidentemente, la gente del mundo no está acostumbrada y, mucho menos, dispuesta a echárselas encima y correr con ellas sobre sus hombros. Sigo sin entender lo que pretendes defender. Sin embargo, de ambas citas que tratas de analizar, se extrae siempre un mismo denominador común en ambas: que cada una, desde diferente perspectiva, dejan claro que siempre habría “cargas” que sobrellevar como parte de la identidad de ser cristiano; por lo tanto, “cargas” para nada temporales si queríamos conseguir la “vida indestructible”.


En la lectura bíblica vamos del contexto al texto, del versículo a la frase y de esta a la palabra, y luego repetimos igual proceso a la inversa. Si bien es bueno que veamos todo el bosque, y cada árbol del mismo, no conviene empezar con el más cercano a nuestras narices que nos oculta el conjunto.

Pues depende de lo que “dependa” en cada caso en particular como bien dices. Te la pongo diferente. Si es evidente el “incendio” en el más cercano árbol del bosque que tengamos enfrente, pues nuestra inmediata atención será en “apagar” el fuego del árbol donde se originó; no nos convendría empezar con los que están más lejos para comprobar que esos no se están quemando. Ahora bien, ese “fuego” que dio comienzo en ese primer árbol que divisamos nos servirá de experiencia para echar un vistazo a todo el bosque inmediato para descartar toda posibilidad de que se inicie, en cualquier otro árbol del bosque, un fuego como el del primero y, descartar toda posibilidad que haga posible de nuevo, incendiar algún otro árbol del bosque. Ejemplo. Si yo leo que nos “abstengamos” de hacer algo, este “árbol” que observo de primero me está indicando que debo no hacer ese “algo” que me está diciendo que no haga. Por lo tanto, para armonizar dicha interpretación, debo entonces dirigirme al resto de los “árboles” del bosque (al contexto) para cerciorarme que, dentro de las circunstancias en que se dijo, de qué manera se puede armonizar con lo que me dice de forma específica. De manera que de nuevo tengo que analizar lo que provocó el fuego en el árbol que primero divisé y en base a lo que descubra, indagaré aún más del por qué se inició el fuego en él y qué lo provocó. ¿Qué provocó la recomendación/orden para abstenerse de “sangre”? Pues todo el inmenso bosque (el panorama bíblico desde Noé) nos indicará el por qué todavía se sigue con lo de no “introducir” sangre “de toda clase de carne” al cuerpo humano como “principio”, no como “modalidad” específica. Ese principio dio “principio” (valga la redundancia) como una específica modalidad hasta entonces la única conocida en que no se debía “comer carne con sangre” como única costumbre posible de la época. ¿Significa que dicho principio estaba limitado por la modalidad? De ninguna manera ¿Y por qué? Pues por lo que la sangre simbolizó y simboliza: la vida como dádiva de Dios al hombre. Y esta concepción de santidad de la vida no ha caducado ni puede caducar nunca. Si la vida es eterna, el principio por conservarla será entonces también eterno.


Si tomamos distancia para ver el panorama completo, subyace en el relato un doble aspecto de la misma cuestión:

a) Los judaizantes, cristianos judíos pero todavía “celosos por la Ley”, que son los que inician el alboroto en Antioquía al poner la circuncisión como esencial para la salvación (v.1). Ya en Jerusalem, los que provenían de los fariseos, aprovechan la ocasión para subirse al carro con el agregado “y mandarles que guarden la Ley de Moisés” (vs.5, 24b). O sea, tras lo primero seguía lo demás, lo que en la práctica equivalía a enseñar que si los gentiles querían ser cristianos primero debían hacerse prosélitos del judaísmo.

Aquí mencionas como parte de tu argumento el “guardarse” de la Ley de Moisés como recomendación “necesaria y urgente para salvación”, por parte de un grupo evidente de cristianos que todavía no habían recibido posiblemente el “espíritu santo” para que captaran el punto que defendían de forma equivocada. El punto es que al recomendar el “guardarse” de la Ley, aquí “guardar” significa “respetar”, “acatar”, “sometimiento” según el contexto y está en conformidad con lo que anteriormente te detallé. Aunque no sé a dónde quieres llegar, estoy seguro de que no es a lo que me imagino deseas hacer. Es irrelevante tu ejemplo reiterativo de una creencia totalmente equivocada que esgrimes como si fuera poderosa para explicar lo que no se podía aceptar.


b) Los cristianos de la gentilidad. Aquella prédica causaba escozor entre los evangelizados por Pablo y Bernabé, cuyos ancianos en las iglesias (Hch 14:23), aunque fuesen judíos, no los habían incomodado con la exigencia de la circuncisión.

Aquí debo hacer un alto para discrepar contigo por la manera en que redactas y de nuevo, lanzas tus cortinitas de humo para atontar al lector incauto cuando dices que: “aunque fuesen judíos, no los habían incomodado con la exigencia de la circuncisión”. Aquí no se trataba de incomodar a nadie, sino de hablar la verdad que, aunque incomodara, importaba un bledo para Pablo y los apóstoles quienes tenían clara la postura cristiana con respecto a la exigencia de la circuncisión por algunos majaderos y revoltosos judíos.


Los once apóstoles -pues Jacobo ya había sido muerto (12:2)-, y los demás ancianos de la iglesia, bien asesorados por Pablo y Bernabé, no tenían un pelo de tontos, con lo que no fue difícil al Espíritu Santo persuadirlos. Ellos se enteraron que en aquellas iglesias de la región, los cristianos judíos no se hacían problema con la no circuncisión de sus hermanos gentiles, pero sí les chocaba ciertas prácticas suyas respecto a los alimentos, así como los casamientos entre consanguíneos. Predicadores itinerantes que venían de Jerusalem, detectando cierta animosidad entre los hermanos de origen judío y gentil, aprovechaban para su caldo de cultivo la tal disconformidad de los primeros, poniéndose de su lado para priorizar la circuncisión.

¿Más de lo mismo? Sigues con tus enredijos de las querellas que protagonizaban algunos judíos revoltosos del primer siglo como justificación para seguir con lo de Hechos 15:28,29


Todos los apóstoles y los ancianos tenían claro que debían mantener la circuncisión fuera de cualquier exigencia, tanto como el yugo de la Ley que ni ellos como judíos pudieron llevar.

Sin embargo, para apaciguar las cosas, ya que a paz habían sido llamados, fueron sensibles no al problema que pretendían introducirles los judaizantes, sino al autóctono, al que realmente se venía dando entre ellos mismos. Así que sabiamente acordaron poner coto a las asperezas surgidas por costumbres diferentes, con lo que, rechazando de plano las exigencias con que los judaizantes les perturbaban, contemplaban sin embargo la sensibilidad de los cristianos judíos ante prácticas de sus hermanos gentiles que les eran repulsivas. Eso fue todo.

¿Y de dónde sacas tú esas conclusiones de lo “autóctono, al que realmente se venía dando entre ellos mismos”? ¿Has dejado claro que no estás seguro de nada con respecto a este texto y continúas afirmando lo que bien aceptas como inseguro? Insisto, ¿De dónde sacas tú las conclusiones de que el término “fornicación” aquí se limitaba a relaciones “consanguíneas”? Y si así lo hubiera dicho claramente el relato ¿Por qué cambia el decreto a temporal?


No había Ley de Moisés a la que los cristianos gentiles debieran sujetarse, sino apenas cuatro abstenciones estimadas primeramente como “cosas necesarias” (v.28) y seguidamente apenas como simplemente “cosas” (29). Esta observación no es para devaluarlas, sino para prevenir la tentación a sobrevaluarlas.

¿Disculpa? ¿Pero qué dices? ¿Estás tratando de “racionalizar” la ausencia de un simple “adjetivo” en una cita y en otra no como algo “digno” de analizar debido a la ausencia total de importancia que el decreto apostólico tenía como enseñanza para “guardar” cuando fue transmitido aún con el “respaldo” del espíritu santo? Eso está como decir que cuando una traducción dice “y conoció a su mujer” y otra diga, “tuvo coito con su mujer”, es algo digno de analizar para minimizar la realidad de las relaciones sexuales entre marido y mujer. Disculpa pero es ¡Patético!


Esta “carga” que la asamblea impone no tiene el insostenible peso de la Ley, sino que es tan liviana como puede ser el cuidado que tomarán en el futuro sobre los alimentos y las uniones matrimoniales entre parientes cercanos. No era algo gravoso, como a los mismos judíos pudiera resultarles el guardar el sábado con la escrupulosidad que los fariseos pretendían.

Esas “uniones ilícitas entre parientes cercanos –anormales e insanas por supuesto– que el decreto “sobre evaluó” (según tu criterio) como “fornicación” ¿No era algo “gravoso” como para que se le diera atención inmediata como recomendación que debería atenderse?


5 – Hasta aquí, mis hermanos cristianos evangélicos concordarán conmigo, y ahora muchos disentirán con mi posición respecto a la temporalidad de aquellas misivas enviadas “a los hermanos de entre los gentiles que están en Antioquía, Siria y Cilicia” (v.23).

¿Y a qué grupo de “hermanos evangélicos” tuyos premió Dios con la revelación exacta de lo que se quiso transmitir en el Concilio? Si tú afirmas que tienes la inspiración correcta, entonces a tus hermanos no les ha llegado. Si por el contrario, es a ti a quien no te ha llegado (y creo que este es el caso por cuanto no lo entiendes del todo) entonces son los que te objetan a quienes les llegó la verdadera inspiración. ¿Conclusión? Que ni a unos ni a otros les ha llegado nada porque en el fondo no les importa. ¡Esa es la realidad!


En cuanto a la universalidad y vigencia de todo lo escrito (Ro 15:4; 1Co 10:11) Pablo es bien explícito tratándose de su doctrina dada a las iglesias (1Co 7:17; 11:16; 14:33,36; 16:1). Pero la soltería que promueve en 1Co 7:7,8, 27 obedece a una razón temporal como él mismo lo dice (v.26, 29ª).

Mira, ni Pablo estaba en contra de una tendencia ni a favor de la otra. Simplemente, debido a la sabiduría que “le fue dada por Dios”, él opinaba y razonaba de acuerdo a esta sabiduría e hizo las recomendaciones más razonables que jamás se hayan escuchado en el mundo entero. El decir que “él promovía la soltería” dentro del marco de circunstancias y como lo mencionas, pareciera que Pablo estaba apartándose ya de las reglas Divinas, dando sus propios consejos sin contar con el debido respaldo de Dios. Pablo no fue promotor de nada más que de seguir al Cristo. Y la “razón temporal” tampoco es cierta y de nuevo lo desvirtúas totalmente. Pablo no estaba diciendo que quienes se casaban porque no podían aguantarse sin tener relaciones con la mujer, una vez satisfechas sus necesidades sexuales, entonces dejaba a la mujer y volvía a su soltería de nuevo porque su recomendación tenía un sentido “temporal”. Tampoco al revés. Lee bien lo que aquí opinas y luego, después de razonar mejor, transmite de Pablo lo verdadero, no lo que a ti se te ocurra.


En paz, los cristianos deben constituir familias. Estimo, que de similar manera, las cartas distribuidas en las iglesias del Asia Menor, entonces, resolvieron un problema que se diluyó no bien las congregaciones fueron teniendo mayorías de gentiles, perpetuando muchas de ellas, como por inercia, las cuatro abstenciones, y en otras quedando en desuso, pues ya no se hablaba de ellas en la doctrina de los apóstoles, cuando en sus epístolas abordaban los temas de la idolatría, los alimentos y la inmoralidad. La última mención es el recuerdo que le hacen a Pablo los responsables en la iglesia en Jerusalem (Hch 21:25).

Bueno, bueno. ¿Qué tenemos aquí? Lo que estás diciendo es que cuando Pablo habla en Corintios de que “cierto hombre tiene la esposa de su padre” sólo una vez y nunca más vuelve a mencionarse algo parecido es que nunca más ocurre la acción entre los cristianos? Una cosa es que la recomendación para “guardar” las abstenciones de hechos 15 puedan ser aplicadas a quienes las estuvieran haciendo y otra, muy diferente, es que ya porque no se estaban practicando entonces “caía en desuso” tal como dices. Nada tiene que ver una cosa con la otra. Ninguna ley o recomendación “necesaria” para comportarse como siervos de Dios cae en desuso por sí misma como si su vigente aplicación tuviera “fecha de vencimiento” por sí misma. El que se dejen de hacer las malas acciones no invalida ni desestima ninguna orden, ley, o recomendación que seguirán allí como “guardianes” de la ley y el orden para proteger la espiritualidad de quienes decidan servir al Altísimo y en donde se evidencia la aplicación de los principios que Dios ha establecido, como parte de sus Estatutos y Reglamentos.


Más que nada llama la atención que Pablo no aproveche como argumento el texto de aquella carta que bien conocía, en su abordaje del tema en los capítulos 6 al 10 de su primera carta a los corintios. Lo mismo en Ro 14 y 1Ti 4:3-5 en orden a los alimentos. Todo parece mostrar que lo único que sigue importando en todo esto es la libertad de la conciencia individual siempre que no ofenda la ajena.

No todo lo que se escribía a unos tenía que recitárselos a otros. Pablo y todos los apóstoles daban instrucción según las necesidades y circunstancias. No necesariamente tenía que estar repitiendo lo mismo de lo mismo en todas sus cartas y en todas sus visitas a todos los cristianos a quienes con su presencia, estimulaba el espíritu del Señor en ellos, y menos, para complacer a los que les da pereza pensar un poquito y aplicar el sentido común a tan evidente falta de deducción que, por temor a no “sobre evaluar” algún criterio por ellos omitido, te vas al extremo opuesto de tergiversar tan evidentes conclusiones.

Recibo mis afectos y personal amistad
 
Re: Abstenerse: ¿de qué, quiénes, y cuándo?

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Originalmente enviado por Ricardo

6 – No he hecho de mi propuesta en cuanto a la temporalidad de la carta un dogma de fe al estilo de los fijados en los concilios, sino que es una simple observación; no me incomoda que muchos lectores discrepen con ella, y a la vez espero que ellos tampoco se lo tomen a la tremenda conmigo, como si hubiese incurrido en herejía.

Claro mi estimado forista, la típica salida de un “lobo solitario” que está acostumbrado a seguir sus propias reglas aunque no lo reconozca excusándose en un imaginario contacto individual con algún mensajero angélico con las “últimas” noticias del Altísimo.

Así como aduje razones para pensar que aquellas cuatro abstenciones tuvieron una recepción limitada en tiempo y espacio, sin pasar más allá del Asia Menor, y quizás apenas durante dos o tres décadas, valido las razones que otros foristas todavía alcancen a aportar en cuanto a su plena vigencia en nuestros días y hasta que el Señor regrese. Si estas tuvieran más peso que las que presenté, asunto concluido.

¿Y cuáles serían las “evidencias” que tú aceptarías para demostrarte tu error si ni siquiera consideras “sagrada” la vida del hombre y desestimas toda sugerencia para no hacer ciertas cosas “necesarias” para que nos vaya bien como cristianos, aduciendo lo recomendado por el “espíritu santo” como un recurso de vigencia temporal?

7 - Tampoco soy el inventor de la idea que la “fornicación” en Hch 15:20 no alude a lo que hoy entendemos por tal. Por ejemplo: en la Edición de Estudio de la Reina – Valera 1995 publicada por las Sociedades Bíblica Unidas hay una nota a pie de página en los siguientes términos:

– Lo más probable es que estas cuatro prohibiciones se refieran a cuestiones rituales: comer la carne sacrificada a los ídolos (cf. 1Co 8, 10), los matrimonios prohibidos por la Ley (cf. Lv 18:6-18; Nm 25:1; también 2Co 6:14), comer carne de animales estrangulados o ahogados que podían contener sangre, y comer la sangre misma (cf. Gn 9:4; Lv 17:10-16). De esta manera se facilitaba la convivencia con los cristianos procedentes del judaísmo, que continuaban practicando sus costumbres tradicionales.

Dos cosas para analizar. Primera: citas una simple “opinión” personal de los editores o concejales de la Reina Valera como “erudita” y encima, exclusiva forma de interpretar el pasaje por ellos analizado. A esto se le llama una conveniente parcialidad deliberada para promover ideas preconcebidas y dudosas enseñanzas que en vez de aclarar pervierten la verdadera finalidad del texto bajo análisis. Segunda: pareciera desprenderse de este hecho premeditado de dejar por fuera el “abstenerse” de la fornicación mencionado en el mismo nivel de “carga necesaria” a seguir indicado en el “Decreto apostólico”. De manera que indicar que con “sugerir” (únicamente) evitar por parte de los gentiles estas prácticas que pudieran ofender la conciencia de sus hermanos “judíos” es como querer decir que se estaba promoviendo “disimular” por la conciencia judía el evitar tales cargas, hasta que los mismos gentiles llegaran a comprender la gravedad de lo que se les aconsejaba a no incurrir. En otras palabras, lo que tú estás defendiendo es que ese disimulo forzado de los gentiles obedeciera a simplemente no “ofender” la conciencia judía, en vez de no practicarlas por considerarse despreciables para Jehová, como de hecho lo es el de la fornicación que no pueden “desaparecer” del pasaje que les trae de cabeza.

Yo respeto el criterio de los redactores de la nota, pues aunque no infalibles, al menos admito que son mejores conocedores que yo del texto bíblico, de las costumbres judías y las obras patrísticas.

Aquí el “golpe de gracia” de tu particular y obsesivo criterio, al enfatizar que ellos, después de todo, “aunque no infalibles, al menos admites que son “mejores conocedores” que tú del texto bíblico y de todo lo demás. Esto, sólo por tu reconocida sujeción a un mejor criterio que el tuyo, deberías darle seguimiento para ver si esos “mejores conocedores” de las “costumbres judías y las obras patrísticas”, reconocen o no, la permanente vigencia del decreto apostólico como algo todavía necesario para su estricta observancia.

Mi mente no puede imaginar que aquellos apóstoles, ancianos y hermanos, con el Espíritu Santo, estuvieran previniendo a los santos gentiles, que no fueran a asistir a aquellas bacanales de los griegos y romanos, en cuyas orgías había de todo lo más disoluto en que se pudiera pensar. Pablo escribe a los efesios:

“Pero fornicación y toda impureza o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos” (Ef 5:3). “porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto” (v.12).

Yo diría más bien que tu mente no es capaz de imaginar lo más sensato de deducir según el planteamiento del texto de marras. En primer lugar tienes grandes grietas de incomprensión con lo que también mal interpretas cuando señalas a la santidad de los hermanos gentiles como si hubiesen sido ya convertidos al estado “incorruptible” de la perfección que les impidiera, una vez “salvos” en el Señor, continuar siendo de manera automática, “salvos por siempre” como si no dependiera de ellos, por aguante, perseverancia y obediencia, ganarse el galardón y probarse fiel “hasta la muerte” para heredar la “corona de la vida”.

El mismo texto que orgulloso citas de Efesios 5:3 te cae encima de nuevo y ni cuenta de das de lo que evidentemente no comprendes de lo que decidido citas. Si capté tu idea afirmas que es totalmente absurdo advertir sobre el “abstenerse” de fornicación a quienes ya fueron sellados por el “espíritu santo” como queriendo decir que no pueden ser ya tentados por las debilidades carnales de los humanos. ¡Nada más lejos de la realidad que esa y es allí donde radica tu incomprensión de lo que el “espíritu” le dice a las congregaciones. Efesios 5:3 es una advertencia para no caer en las prácticas inicuas. Si tu “inspirada” revelación fuera cierta, se contradice a sí misma. Si no era necesario “guardar” el “tipo” de fornicación mencionado en Hechos 15:28,29 porque no se puede concebir advertir de algo inicuo a personas “santas” (desde tu perspectiva, claro) ¿Por qué aquí Pablo exhorta a no hacer algo que ya de antemano sabe que no pueden hacer por su inherente santidad? Además, advierte que es “vergonzoso” siquiera hablar de lo que los otros “hacen en secreto”. Si lo advierte, si lo menciona, si lo dice a los “santos”, es porque alguno de esos “santos” pudiera dejar de serlo y caer en la trampa de la corrupción como todo ser humano en este planeta. De allí su propia admonición: “El que esté en pie (santo) cuídese de no caer (dejar de ser santo)”. ¡Clarísimo!

Aunque Pablo les recordará las más groseras perversiones como cosas del pasado y seguidamente pasa a las que todavía son susceptibles de hacer presa en los escogidos de Dios, a ellos los anima tras las mejores virtudes y una vida rebosante de la presencia de Cristo en cada cual (Col 3:5-17).

Pareciera que tu estilo, en cada párrafo que comienzas y terminas, narras una idea que choca con la siguiente del próximo párrafo que redactas. Al final, no se sabe a ciencia cierta qué atacarte o que dejarte pasar, por esa forma que tienes de enseñar lo que ni tú creo yo, sabes qué es lo que realmente estás enseñando. En el párrafo anterior dejas abierta la puerta para pensar que es “inconcebible” siquiera pensar en que la recomendación del Concilio de Jerusalén aplicara a los “santos” incorruptibles de su Señor y Maestro y, en este anterior, aceptas también como “Palabra de Dios” que dicha “santidad” es relativa, no absoluta y, por este solo hecho, también esos “santos” pueden caer y por ello Pablo les advierte. Como puedes ver, lo que niegas y luego aceptas y luego vuelves a negar, todo ese enredo en el que te recreas y te sientes a gusto, revela esa irregular singularidad que es característica del religioso independiente o “rebelde sin causa”, alejado de cuanta iglesia proclame el Derecho Absoluto de ser depositaria exclusiva de la enseñanza Celestial.

A Pablo y Bernabé se les caería la cara de vergüenza si tuvieran que presentarse como portadores y hasta lectores de la carta a las iglesias de los gentiles, en la que sus hermanos de Jerusalem les exhortan a abstenerse de la idolatría o la fornicación tal como hoy las entendemos.

¿Y por qué debería ser así como tú lo enfocas? Pablo, que yo tenga conocimiento, nunca se le caía la “cara de vergüenza” por dejar clara la postura de su Señor y Maestro; antes bien, constantemente era amenazado y perseguido por decir las verdades en la cara a cualquiera y en cualquier lugar. Además, creo que estás totalmente desfasado, el concepto de la idolatría y la fornicación que dices no era como hoy la “entendemos” no sé de dónde lo sacas. ¿De nuevo de las mangas de mago?

Pedro ya les había dicho que a los convertidos de entre los gentiles, cuyos corazones Dios conocía, les había dado el Espíritu Santo, tal como a ellos, sin hacer diferencia alguna, purificando por la fe sus corazones (Hch 15:8,9), creyendo de la misma manera unos y otros que por la gracia del Señor Jesús serían salvos, del mismo modo que ellos (v.11). ¿Y ahora qué? ¿Debían decirles que se abstuvieran de sacrificar a los ídolos y cometer fornicación?

Aclara algo primero antes de dejarte decir tus decididas afirmaciones que siguen manifestando el doble sentido sin aclarar antes, lo que los apóstoles dejaron claro en esta cita. En primer lugar, sigues con la creencia de que si recibieron el “espíritu santo” es porque ya “son salvos” y nada más lejos de la verdad que eso y tú lo sabes. Si así fuera no hubiera sido necesario siquiera escribir la Biblia como el Libro de Dios a la humanidad para explicarle cómo deben salvar sus vidas. Sabes muy bien lo que el apóstol quiso decir cuando dices que “por la gracia del Señor Jesús serían salvos”. ¡Serían salvos! No ¡Son salvos! Que es diferente. De nuevo, la salvación dependerá siempre de aguantar la prueba y correr la excelente “carrera por la vida”. Hay que ganársela, no es dada por nada. ¡Claro, es gratuita en el sentido que ningún dinero del mundo puede comprarla! Pero “gratis” no es, tiene un precio y ese precio es la constancia y la obediencia continua a los mandamientos de Dios porque si no “no hay de piña”, como quien dice.

Además, el hecho que se les hubiera dicho que se abstuvieran de sacrificar a los ídolos y de cometer fornicación como “espantado” lo resaltas, es apropiado y conveniente. No en el sentido estricto (que al parecer es como lo interpretas como única posibilidad) de que se esté cometiendo esos pecados. No, no es necesario pero la advertencia no está de más. No se sabe si se practicaba o no. Lo que sí se sabe es que se recomendó que no lo hicieran y, al indicarles las “cargas necesarias” a observar para “guardarse para que les fuera bien” los apóstoles despejaron cualquier duda en cuanto a lo de la circuncisión que era lo que se venía tratando y de lo que sí existe evidencia. Algunos judíos persistían en prácticas incorrectas aunque también hubiesen recibido el espíritu santo de Dios que los recibía como integrantes del nuevo “Israel de Dios”.

¡Aquellos cristianos gentiles no eran como los “cristianitos” de nuestro Foro!

¡Claro, como ustedes, jamás!

Que algunos todavía requieran ser exhortados así, no quiere decir que el Espíritu Santo había hecho una obra incompleta en aquellos mismos a quienes santificó. La inconducta moderna de algún lector nuestro no alcanza para probar que aquellos eran tales como ahora estos todavía son. “Cree el ladrón que todos son de su misma condición”, pero no es justo juzgar a los demás por lo que uno mismo es.

No, por el contrario. Nosotros creemos tal cual lo enseña la Biblia. Al parecer tú lo ignoras. Nunca se ha dicho que el “espíritu santo” haya hecho alguna obra incompleta como característica de su “inefectividad”. Lo que hemos dicho es que el “espíritu santo” opera y entra siempre y cuando le permitamos la entrada en nuestro corazón. Así es como funciona. Y, aunque le hayamos permitido la entrada para que nos cambie y nos llene de gracia y del verdadero conocimiento que da vida, mientras sigamos en el actual estado pecaminoso, la probabilidad de deshacernos de él en cualquier momento está latente de forma constante. En cualquier momento, en una mala hora, podemos dejarnos tentar y echarlo de nosotros mismos como algo “indeseable” y contristar, de esta manera, el verdadero Espíritu de Jehová nuestro Dios.

Al decir “Cree el ladrón que todos son de su misma condición” deberías aplicárselo, si en verdad lo crees como tú lo crees (de manera equivocada) a Pablo, quien escribió la mayor parte del NT y cuyas cartas están plagadas de amonestaciones, consejos, recomendaciones, juzgamientos, denuncias, claro, en contraste con la gran cantidad de estímulo y directrices a seguir del “soldado” de Cristo, etc. ¡Vaya forma de dirigirse a quienes habían sido “sellados con el espíritu de nuestro Dios”. Además, ningún TJ se ha dejado decir que TODOS los cristianos primitivos eran “mal amansados” rebeldes porque eso no es cierto y tú lo sabes. Que habían verdaderamente “santos”, los había, quizás la gran mayoría; pero que también habían hipócritas y quejumbrosos opositores de todo lo bueno y falsos “maestros” como falsos “apóstoles”, también los había y la lucha de Pablo contra ellos fue denodada y directa y de forma constante y eso lo deja claro en todas sus epístolas.

Estas “cargas” a las que te refieres, no eran abstenciones de cosas ominosas y abominables de cuya privación se iban a lamentar en grado sumo, como el contaminarse con la idolatría y la fornicación, pues si en tales cosas seguían después de haber creído y sido bautizados, la obra de Pablo y Bernabé entre los gentiles hubiera sido un completo fraude y fracaso.

Pero si esas cuatro cosas fuesen tal como hemos venido explicando desde el principio en este epígrafe, entonces todo armoniza y es coherente.

¡Por Dios! Si no es así como nosotros lo planteamos entonces dime, ¿Para que las advertencias y las sugerencias y las constantes amonestaciones de los apóstoles por mantener unidas a las congregaciones del primer siglo si ya habían recibido el espíritu santo prometido y todos eran “santos” desde tu punto de vista!

8 - Puedes declamar todo lo que quieras que te garantizo pleno éxito con Alfageme y Juaniyo -que probablemente te lean-, pero no sé cuántos más se rendirán a tu vehemencia oratoria ¡pero a mí no se me mueve un pelo!

Yo no estoy tratando de convencerte de nada. Eso se lo dejo a Dios. Nosotros simplemente estamos “sembrando” la semilla en los corazones y es Jehová quien la hará crecer si la persona lo merece, claro. Y no trato de “impresionarte” con nada más que con la verdad de la Biblia; verdad esta que persistes en contradecir amparado a una débil y desgastada manera ineficaz de razonar con coherencia y buen juicio. Y lo de tus “pelos” inamovibles me tiene sin cuidado. Creo que ya Jesucristo lo experimentó en carne propia cuando, ya al final, los “pelos” de todos los principales sacerdotes de Israel que lo enviaron a la muerte tampoco se “movían” por lo que el Señor les decía. Así que ese nuevo argumento tuyo debe serel principio de una forma de reconocimiento de que se te están acabando las municiones que no han surtido efecto en desbaratar la verdad de Jehová y su Palabra.

Yo también podría ponerme ahora a predicar como un Demóstenes del Foro –Norberto podría atestiguarlo- ya que toda mi vida he sido predicador de púlpito y barricada y no pastor. Pero el verbo y la elocuencia la reservo para su debida oportunidad, pues aquí y ahora me atengo a razonar cuerdamente con quien esté dispuesto a ello.

Por el contrario. Te acepto que pretendas razonar, predicar, exponer, pero ¿Cuerdamente? Lo dudo. Si a eso llamas razonar cuerdamente, mi estimado contertulio, definitivamente tú lo confirmas, estamos en el ¡Tiempo del Fin!

Mis afectuosos saludos desde esta mañana soleada y calurosa.
 
Apreciado Melviton

Apreciado Melviton

Respuesta a Mensaje # 1244:

Llegar a feliz puerto no es que tú me des en él la bienvenida ni que yo te agasaje en el muelle, sino que ambos concordemos. Yo no desespero de ti ni me decepciona que te sigas oponiendo a lo que digo, ya que es lo normal y previsible. No soy el vecino visitado por los TJ y que no tiene qué replicar a lo que ellos digan. Con un discutidor profesional como al que hace poco te tocó enfrentar es muy fácil salir airoso, ya que sus fallas se hacen patentes. Yo ya poseo un campo donde puedo volcar cualquier afán de competencia (el ajedrez), por lo que al Foro llego vacío de tales ansias aunque lleno de otras de distinta índole, como es el aprendizaje por la controversia, más el testimonio que se da de la verdad y el combate al error.

Lo que creo lícito para mí, también creo lo sea para los demás.

1 – Los ejemplos que pones respecto a las condiciones que pondrías a tu hija son tan pertinentes, como si yo mismo los hubiera escrito.

Una de las cuatro abstenciones era la de sangre, lo que no podría significar otra cosa que lo establecido en la Ley (Lv 17:14), pues si se prescindiera de lo que allí dice (comerla), para tomar de forma absoluta la abstención de sangre, comenzaría por cortarse las venas el destinatario de la carta, con lo que ya desangrado, no tendría que preocuparse por mancharse con ella, comerla o beberla, ni propia ni ajena, ni humana ni animal.

Abraham mismo tuvo como esposa a una media hermana (Gn 20:12) pero luego esto en la Ley fue prohibido (Lv 18:9); igual puede decirse de las dos esposas de Jacob -las hermanas Raquel y Lea-, lo que también fue luego prohibido (v.18). Los gentiles del primer siglo podían no ser tan escrupulosos con esto (de hecho, algún emperador romano se casó con su propia hermana) pero los judíos sí lo eran, y esto había sido moralmente tenido como PORNEIA (fornicación). De aquí, la recomendada abstención.

No me atrevería a cuestionar la sabiduría del Espíritu Santo en la decisión adoptada por aquella asamblea en Jerusalem, pero tampoco en distorsionar lo acordado llevando el original “no comeréis” al “no meteréis sangre en el cuerpo”. El “abstenerse” siempre va ligado a aquello de lo que se abstiene en forma claramente definida y sin prestarse a toda una gama de abstenciones. Aquí era a comer sangre; no a verla, tocarla u olerla.

2 – El apóstol Santiago no necesita que yo diga que es cierto lo que él dice, y muy despistado tendría yo que andar para darle la razón ¡como si pudiera no tenerla!

Lo que yo dije es lo que dije y no lo que tú siguieres que quizás haya querido decir. No soy tan difuso ¿o alguien realmente me ve así?

Cuando alguien da su parecer, no está con ello diciendo que no esté seguro. Puede estarlo para sí mismo, pero admite que otros no lo vean así.

Cuando testifico de lo que por gracia Dios me ha dado, no estoy diciendo que no lo haya hecho también con muchos otros y en mayor medida.

Ahora, de todo espíritu investigador se requiere que sea enteramente libre para su investigación. Cuando se está ligado o comprometido a las conclusiones a las que otros hombres hayan llegado, es imposible investigar más allá de las narices. Podemos subirnos y sentamos sobre los hombros de nuestros maestros, para estando más alto otear horizontes más lejanos que los que ellos divisaron; pero nunca caminar a su sombra, pues desde ahí no pasaremos de ser raquíticos prosélitos.

Es necesario que tengamos la sensibilidad necesaria para comenzar por percatarnos de nuestra falta de sabiduría para entonces pedirla a Dios, porque quien crea que le sobra como para desparramarla alrededor ¿se le ocurrirá acaso ir por más?

Yo no puse el caso colectivo de “cada miembro de la congregación de los TJ” sino “si alguno pidiera con fe y recibiera”, de entre ellos, claro está.

Una vez que hiciera pública en la congregación la sabiduría recibida (no tendría por qué negar nada de la doctrina de la Watchtower), al solo factor de lo novedoso, se uniría el que el conocimiento bíblico de los ancianos más bien que cuestionar, tácitamente estaría refrendando escrituralmente el nuevo entendimiento adquirido, pero que les llega no por la vía ordinaria desde Brooklyn, New York. Ignoro cómo se resolvería el conflicto.

No escribirías seguidamente con tan indisimulada molestia contra nosotros si no hubiera dado en el clavo y puesto el dedo en la llaga. Cualquier destello de divina sabiduría que resplandeciera en un católico, ortodoxo o protestante, provocaría jamás el escándalo que entre ustedes, habituados, como están, a enterarse de cada nuevo entendimiento en la página editorial de “La Atalaya” o “¡Despertad!”. ¿Esto es lo que te fastidia? No es mi culpa.

Lo que nos distingue a los cristianos de a pie que de cerca seguimos al Señor, es que estando con Él de Él aprendemos (Hch 4:13), y nada tenemos que ver con cualquiera que llamándose de “hermano” no fuera tal cual debiera ser (1Co 6:11). Así, no nos juzgues a todos por lo que otros son.

Si el quid de la prohibición divina respecto a la sangre estuviera en el meterla en el cuerpo a como diera lugar, y no solamente en la forma más natural que comiéndola con la carne, así se lo hubiera hecho conocer al pueblo de Israel, ya que la misma Ley es sumamente meticulosa en otros detalles de preceptos varios en cuanto a cómo hacer algo. Por ejemplo: las vestiduras de los sacerdotes. ¿Acaso Dios tomaría cuidado de la confección de los calzoncillos que no mezclaran lino con lana (Éx 28:42; Dt 22:11) y omitiría algo respecto a la sangre?

No soy yo sino tú quien ha alegado en cuanto a lo que habría tras el espíritu de la Ley. Entonces, no me cargues con culpas ajenas.

En cuanto a Hch 15:28,29 no agrego todas las perversiones imaginables del Lv 18, sino que me quedo con lo único que podía tener sentido en aquella abstención a la PORNEIA: casamientos entre consanguíneos. Tampoco deformo la abstención a “de sangre” estirándola para que alcance a introducirla en el cuerpo. Los mandamientos de Dios son deformados toda vez que se les hace decir lo que no dicen.

3 – Yo no cambié de opinión respecto a la sangre animal y humana, o al comerla o beberla. Noté, como todos, lo que dice y lo que no dice. Que vea implícito en el mandamiento lo que no está explícito, no anula el hecho anterior.

4 - ¿Por qué te apresuras a calificar de incorrecto lo que es correcto?

En este ítem comienzas comentando:

“Incorrecto! Yo no he tomado la palabra “carga” del diccionario, sino de la Biblia”.

Sin embargo, en tu mensaje # 244 –que es al que yo estaba contestando en el mío # 245- decías:

“Aquí el término empleado de “carga” o “sobrepeso”, o “responsabilidad” o, como lo define el diccionario como parte de sus posibles definiciones: “Obligación que conlleva una actividad o una situación” o “Efecto que provocan en la persona hechos o situaciones que cansan, desgastan o hacen sufrir”.

A esto empecé yo respondiendo pues con ello comenzabas, aunque luego sí siguieras con ejemplos bíblicos.

Las cuatro abstenciones recomendadas tenían todo consigo para que fuesen bien recibidas por los cristianos gentiles y acatadas sin chistar.

Encarezco, nada más, la delicadeza de formas usadas en la redacción, de modo que no se le diese luego al texto un rigor y severidad que para nada los redactores pretendían. De haber suscitado su lectura en las iglesias alguna impresión desagradable, probablemente lo supieran Jacobo y los ancianos de la iglesia en Jerusalem y hubieran aprovechado para traer el inconveniente ante Pablo (Hch 21:25). No consta, por lo que me inclino a pensar que aquello no creó nuevas dificultades sino que disolvió las que había.

5 – Pues así como yo no dudo que mis hermanos evangélicos que no en todo concuerdan conmigo –ni entre ellos mismos-, juzgarán de la razón que pueda caber a las observaciones hechas, tampoco descartarán ellos la posibilidad de que aquellas sean resultado de un estudio serio de Hch 15. Tu antagonismo no es más que el broche de oro que sella esta ponencia. ¿O acaso iba esperar yo a que aplaudieras?

En ningún momento atribuyo la recomendación temporal de Pablo a la soltería los motivos y conclusiones que presentas como míos cuando no lo son. Necesitas leerme bien para no traducirme luego con tu propia versión de lo que escribí, para así conseguir hacer censurable lo que digo.

Cuando hablo de que diluido el problema porque las minorías judías en las iglesias dejaron de ser quejosas de sus hermanos gentiles, en parte porque las abstenciones recomendadas fueron atendidas, y en parte porque ya un apóstol como Pablo mismo no insistía en sus epístolas con aquellos asuntos cuando abordaba el tema de los alimentos, para nada admito un relajamiento de las costumbres, sino todo lo contrario.

Te envío mis saludos en una tarde lluviosa y gris casi más invernal que otoñal
 
Apreciado Melviton

Apreciado Melviton

Respuesta a Mensaje # 253:

6 – Yo sigo receptivo a nuevas propuestas y a escuchar objeciones a mis planteos. Cuando participo en un debate y leo cosas que me parecen equivocadas, nunca me quedo con las ganas, sino que pregunto y pido explicaciones de lo que no entendí o quizás no estuvo bien expuesto. Tal parece que contra todo lo previsto se nos ha venido incrementando el número de visitantes. Sería bueno que nos dieran a conocer su opinión.

7 - ¿Quién te contenta? Si no doy cuenta de nadie más que yo que piense de esa manera, me desestimas como que voy de por libre como lobo solitario. Si aporto información que prueba que en esto no estoy solo, tampoco eso te convence y menos aún te agrada.

Si tuviera que jugarme la ropa que llevo puesta, apostaría que los redactores de la nota ven aquellas cuatro abstenciones recomendadas como algo provisorio que cumplió cabalmente su cometido en tiempo y sitio.

A veces me pregunto si aparte de aquellas virtudes con que me has encomiado, me has dejado alguna cosa sana que sirva para algo. No alcanza con que se me diga lo mal que hago todo, sino que se me muestre (sin necesidad siquiera de que se me demuestre) el por qué lo que escribo está errado. Porque si lo está –y pudiera ser que lo esté-, tendría que ser por algo más que porque discrepe contigo y tu visión de las cosas. Fíjate que si ahora me dices que mi mente “no es capaz de imaginar lo más sensato de deducir”, que tengo “grandes grietas de incomprensión”, que ni cuenta me doy de lo que evidentemente no comprendo –y eso entre otras lindezas de menor gusto-, por supuesto que tendría que convencerme que soy un adefesio fuera de serie. Extrañamente, no suelo yo tocar tu persona. Me surtes de tanta materia prima con lo que escribes, que ni ocasión me queda para modificar la grata impresión original que me mereciste. Es como si tú y la causa que defiendes sean dos mundos opuestos.

Captaste mal, porque no es esa mi idea que expresé, consecuencia, tu malentendido, de esa arraigada tendencia a ir traduciendo lo que se lee a fin de hacerlo permeable a la refutación. Yo nunca hice inmune a aquellos cristianos gentiles a la fornicación común y corriente, sino que tan sólo pienso que aquellas cosas que pudieron antes haber hecho y de las que ahora se avergonzaban, se ruborizaban sólo de oírlas. Se sabían y se sentían llamados a ser santos, por lo que les hubiera ofendido y entristecido que sus hermanos de Jerusalem les recomendasen abstenerse de la burda fornicación. Ahora, tratándose de evitar casamientos de consanguíneos ¡eso ya era otra cosa!

Creo que acá es el momento en que debes detenerte y preguntarte el por qué me achacas a mí lo que tú haces. No es que yo en un párrafo escribo una cosa y al siguiente otra contraria, sino que tú mismo haces una lectura en uno y sacas otra lectura del otro, y así me adjudicas a mí el embrollo del que no soy autor. El problema acá no está con el estilo del escritor sino con el estilo del lector. Tu problema al leerme es porque lo haces desde el argot de la Watchtower implantado en la TNM y que interfiere con el razonamiento sencillo que esperamos sigan nuestros lectores. La idea implantada desde Russell en adelante que los cristianos hicimos todo mal, incluso las traducciones bíblicas, les lleva a desconfiar de cuanto leen y oyen, y si les sorprende que algo sea correcto, instantáneamente es deformado de modo que al momento pueda ser cuestionado y rebatido. Este es un fenómeno psicológico que quizás ni nombre tenga todavía, pero que existe, existe, y los TJ son testigos notorios de ello.

El Nuevo Testamento enseña la salvación en los tres tiempos verbales: fuimos salvos, estamos siendo salvados, seremos salvados. No me voy a poner a disertar acá sobre lo que se ha considerado en muchos epígrafes del Foro. La salvación no se gana sino que es recibida por gracia de Dios, por fe, de Cristo mismo. El precio Jesús mismo ya lo pagó. Pero este no es ahora nuestro asunto.

El Espíritu Santo es soberano y no nos pide permiso para hacer su obra en nosotros: Él toma lo que es suyo: nos regenera, santifica, llena, dota, unge, guía, etc. Podemos contristarle, apagarle y resistirle pero no “deshacernos de él en cualquier momento” como tú dices.

Las advertencias, sugerencias y constantes amonestaciones a los santos de aquel primer siglo de nuestra era eran necesarias para que no se durmieran en los laureles y cedieran a las acechanzas del enemigo. Así también hoy. Todos ellos eran santos y no debían dejar de serlo.

Si no razono cuerdamente, a más de ti ¿cuántos otros cuerdos habrá en el Foro que me lo hagan notar?


Saludos desde una noche austral, fría, ventosa y lluviosa.
 
Re: Abstenerse: ¿de qué, quiénes, y cuándo?

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Originalmente enviado por Ricardo

Llegar a feliz puerto no es que tú me des en él la bienvenida ni que yo te agasaje en el muelle, sino que ambos concordemos.

Para mí es lo mismo. No seas tan esquivo. Entendiste muy bien lo que quise decir y, significa exactamente lo que aquí parecieras contradecir. No sé qué querrá decir “llegar a feliz puerto” en tu tierra; en la mía significa llegar a algún acuerdo.

Yo no desespero de ti ni me decepciona que te sigas oponiendo a lo que digo, ya que es lo normal y previsible. No soy el vecino visitado por los TJ y que no tiene qué replicar a lo que ellos digan.

Pero si yo tampoco desespero cuando me contradices “todo” lo que digo, hasta la lógica más elemental. Es que todo lo discutes y eso, mi estimado amigo, no puede ser. ¡Debe haber algo en que estemos de acuerdo, ya te lo he dicho en 20 idiomas diferentes y al parecer sigues tan inmutable y rígido como desde el principio. Además, el problema no está en “no replicar”, porque nos encanta que “no repliquen”. Por el contrario, el problema es que replican lo que no tienen que replicar. Recuerda los diálogos “amigables” que tenían los fariseos con Jesús y las “amistosas” disputas de Pablo con los griegos y los mismos judíos.

Con un discutidor profesional como al que hace poco te tocó enfrentar es muy fácil salir airoso, ya que sus fallas se hacen patentes.

Yo no dije que salí airoso con el discutidor. Si le preguntaras a ella te diría que ella (era mujer) fue la que salió airosa. Cada quién dirá que salió airoso del otro. Lo que quise explicar es que hay personas con las que nunca estarás de acuerdo en nada y creo que tú eres una de esas personas.

Yo ya poseo un campo donde puedo volcar cualquier afán de competencia (el ajedrez), por lo que al Foro llego vacío de tales ansias aunque lleno de otras de distinta índole, como es el aprendizaje por la controversia, más el testimonio que se da de la verdad y el combate al error.

¡Claro, todos tenemos esos sueños! Hay un viejo refrán en mi tierra (no sé si en la tuya se oirá) que dice: “Ningún carnicero dirá que su carne es mala”. (Y esto va por mí también, así que no te me resientas)

Lo que creo lícito para mí, también creo lo sea para los demás.

Este no es un pensamiento “absoluto”, tendrá sus “depende” desde la perspectiva por donde lo analices. Cada caso es muy diferente aunque sí debe existir un punto de equilibrio en donde “debería” ser para todos lo mismo. Pero para que esto sea así como dices, tiene que haber una Autoridad que decida esos límites; y esa Autoridad es Dios. Espero que en esto estés de acuerdo conmigo y no me salgas con otras de tus peculiares respuestas objetándome ésta.

1 – Los ejemplos que pones respecto a las condiciones que pondrías a tu hija son tan pertinentes, como si yo mismo los hubiera escrito.

Otro ejemplo de tu particular forma de responder a una lógica aplastante, es que prefieres salirte por la tangente explicando no sé qué, con tal de no aceptar que lo que te dije (dentro del ejemplo de lo que significa el término “abstenerse”) es un razonamiento indiscutible. Ese es el problema contigo, que al responder con evidentes evasivas en realidad no estás respondiendo; estás “despistándote” por otros trillos.

Una de las cuatro abstenciones era la de sangre, lo que no podría significar otra cosa que lo establecido en la Ley (Lv 17:14), pues si se prescindiera de lo que allí dice (comerla), para tomar de forma absoluta la abstención de sangre, comenzaría por cortarse las venas el destinatario de la carta, con lo que ya desangrado, no tendría que preocuparse por mancharse con ella, comerla o beberla, ni propia ni ajena, ni humana ni animal.

¿Y por qué no podía significar otra cosa que lo establecido en Lv? Ese es tu criterio y tu deducción. ¿Por qué no podía estar relacionado el “abstenerse”, en vez de Levítico, con Génesis 9:4? Allí sí para nada lo relacionas. Antes dijiste que lo dicho a Noé nada tenía que ver con lo dicho en Levítico. A Noé fueron instrucciones generales que nada, según tú, tenía que ver con no comer sangre. Luego aceptas que en Levítico fue más específica la prohibición (en lo que estamos de acuerdo) y sí se prohíbe “comer” la sangre. En Hechos, en vez de “comer” sangre, se estimula y se manda a “abstenerse” de sangre (algo menos específico y más amplio), pero aquí no lo aceptas. Entonces, siguiendo tu mismo razonamiento empleado, si en Génesis se indicó un aspecto y en la Ley otro ¿Por qué en Hechos no pudiera haberse presentado otro “aspecto” aún más avanzado que abarcara todavía algo más de lo que se quiso decir desde Noé? Porque de hecho, el asunto de la sangre como que viene en escala ascendente de aplicación que regule su estricta observación para evitarla.

Abraham mismo tuvo como esposa a una media hermana (Gn 20:12) pero luego esto en la Ley fue prohibido (Lv 18:9); igual puede decirse de las dos esposas de Jacob -las hermanas Raquel y Lea-, lo que también fue luego prohibido (v.18). Los gentiles del primer siglo podían no ser tan escrupulosos con esto (de hecho, algún emperador romano se casó con su propia hermana) pero los judíos sí lo eran, y esto había sido moralmente tenido como PORNEIA (fornicación). De aquí, la recomendada abstención.

Nada tiene que ver lo que dices con lo de la “abstención” de sangre. Una cosa era lo que Dios antes permitía que bien lo explicó Jesús en una ocasión. Dios ha permitido a los hombres en muchas épocas muchas cosas que ahora son merecedoras de muerte pero Él “ha pasado los tiempos de tal ignorancia” y, en Cristo, le está diciendo a la humanidad en todas partes, que se arrepienta”. Lo de la “sangre” nunca ha hecho excepciones. Siempre le dio su lugar y valor dentro de su propósito.

No me atrevería a cuestionar la sabiduría del Espíritu Santo en la decisión adoptada por aquella asamblea en Jerusalem, pero tampoco en distorsionar lo acordado llevando el original “no comeréis” al “no meteréis sangre en el cuerpo”. El “abstenerse” siempre va ligado a aquello de lo que se abstiene en forma claramente definida y sin prestarse a toda una gama de abstenciones. Aquí era a comer sangre; no a verla, tocarla u olerla.

Por lo que aquí dices, entonces debo colegir que el término “fornicación” (porneia) explicitado en muchos pasajes como un pecado que incurre en muerte, siempre irá ligado únicamente a un aspecto de la lujuria, no a todos. Es decir, al “coito” directo con alguien del sexo opuesto que no sea la esposa o el esposo o bien, casados pero entre parientes. Lo que estás diciendo es que cuando en la lista de la recomendación apostólica se dice que se “abstengan” de “fornicación”, se refería sólo a un aspecto “específico” y no a toda “la gama de placeres carnales”? O, en otras palabras, los apóstoles únicamente consideraban como “fornicación” el tener sexo entre parientes consanguíneos?

Y mira mi estimado Ricardo, nadie, a no ser que tenga eso que siempre te lo he dicho, un enorme prejuicio infundado y una recalcitrante fobia por una ideología contraria, va a deducir que el “abstenerse” de la sangre abarque aspectos como “ver”, “tocar” u “oler” la sangre. Si tú empleas este tipo de defensa como “estocadas” ideológicas para desbaratar a tu oponente, lo que estás haciendo es, más bien, desbaratando su equilibrio racional y empleando una desesperada forma de defender lo indefendible. ¡Y por supuesto que estás cuestionando la “sabiduría” del Espíritu Santo! Diciéndole a la máxima Autoridad cuya fuente es Dios mismo, qué es lo que significa para ti el término “ABSTENERSE” sin siquiera importarte para nada, la opinión que pudiera al menos tener Dios, a lo que ni siquiera le otorgas el beneficio “de la duda”.

2 – El apóstol Santiago no necesita que yo diga que es cierto lo que él dice, y muy despistado tendría yo que andar para darle la razón ¡como si pudiera no tenerla! Lo que yo dije es lo que dije y no lo que tú siguieres que quizás haya querido decir. No soy tan difuso ¿o alguien realmente me ve así?

Deberías leerte con más cuidado y fijarte cómo dices las cosas y sólo entonces, comprenderás lo que te digo.

Cuando alguien da su parecer, no está con ello diciendo que no esté seguro. Puede estarlo para sí mismo, pero admite que otros no lo vean así. Cuando testifico de lo que por gracia Dios me ha dado, no estoy diciendo que no lo haya hecho también con muchos otros y en mayor medida.

También aplica al contrario: si “alguien da su parecer, no está con ello DICIENDO QUE ESTÉ SEGURO”. Pues cuando te opones con tan decidida energía a los que te contradicen, pareciera que niegas aquí lo que aceptas de esos otros, lo que por gracia Dios los haya iluminado también pero en mayor medida que a ti, pero al mismo tiempo son aquellos a quienes no estás dispuesto aceptarles nada de nada.

Ahora, de todo espíritu investigador se requiere que sea enteramente libre para su investigación.

Esto que aquí dices pareciera que enaltece la libertad, no la esclavitud. Pero en la realidad, el hombre no es enteramente libre en ningún sentido cuando fue creado para estar sujeto a quien lo creó; y quien lo creó, dispuso para él instrucciones por las que tiene que regirse, y nombró a otros hombres para que dirigieran en base a Sus principios y Estatutos. El futuro eterno de quienes obedezcan sin discutir la responsabilidad de cada quien, está en juego.

Cuando se está ligado o comprometido a las conclusiones a las que otros hombres hayan llegado, es imposible investigar más allá de las narices. Podemos subirnos y sentamos sobre los hombros de nuestros maestros, para estando más alto otear horizontes más lejanos que los que ellos divisaron; pero nunca caminar a su sombra, pues desde ahí no pasaremos de ser raquíticos prosélitos.

Error de lógica e hipotética postura cuya realidad pareces ignorar. Nadie nace “aprendido”. Eso lo sabes. Todos tuvimos que leer a alguien más para instruirnos de lo que ese “alguien” quiso transmitirnos y de lo que hoy enseñamos a otros. La investigación puede ser en base a lo que otros nos dicen, analizando si los principios y las pruebas que nos presentan están acordes con la realidad de los hechos. Si leemos a un historiador que descubrió que alguien como César murió en el Capitolio, o el emperador Carlomagno fue coronado emperador de Occidente por el papa León III en 800; que un hombre llamado Carlos I de Inglaterra vivió y fue decapitado, y que Oliver Cromwell gobernó en su lugar es porque podemos llegar a cotejar las pruebas (circunstanciales en la mayoría de los casos) de su histórica veracidad. Sólo por que no se nos cuente dentro de las filas de los “raquíticos prosélitos” de extrañas ideologías no vamos a desestimar las evidencias que nos presentan, aunque hayan sido las “investigaciones” de otros y no las nuestras.

Si bien aquí parecieras esgrimir una “lógica” humana de relativa aceptación más por repulsa religiosa que por estar apegado a una evidente realidad, lo que dices contradice al mismo Libro que dices seguir al pie de la letra. Sólo como ejemplo: Todo el NT fue escrito por testigos presenciales de acontecimientos que ellos dan fe de su veracidad histórica y de su exactitud tal y como lo cuentan. Las cartas enviadas por los mismos apóstoles a las diferentes congregaciones resumiéndoles todo lo referente a la historia y enseñanzas de un hombre llamado Jesucristo, que era Hijo de Dios, y del propósito de su venida a la Tierra y todo lo demás que hoy aceptamos por fe, fueron enseñanzas de otros; de esos “maestros” en cuya “sombra” hoy nos refrescamos y a cuya sombra hoy nos cobijamos. A su vez, todos aquellos “cristianos” que recibieron la experiencia de “otros” que les enseñaron el camino de la salvación, estuvieron prestos a seguir todo aquello que recibieron y creyeron y ello no les vale el concepto de ser (por este hecho solamente) “raquíticos prosélitos”, sólo porque siguieron los “embrujos” de una “secta despreciable y de la que en todas partes se hablaba en contra de ella”. Claro, hoy se aceptan pero en ese tiempo era otra cosa, se consideraban como ustedes nos consideran hoy a nosotros. En todo caso, tú mismo entonces eres también un “raquítico prosélito” seguidor de lo que otros te dijeron que era la verdad de nuestra existencia. Podrás convencer a otros con ese “manido argumento tuyo”, pero a mí no me vas a engatusar tan fácilmente como quisieras.

Es necesario que tengamos la sensibilidad necesaria para comenzar por percatarnos de nuestra falta de sabiduría para entonces pedirla a Dios, porque quien crea que le sobra como para desparramarla alrededor ¿se le ocurrirá acaso ir por más?

Bueno, eso pregúntatelo tú mismo que al parecer, te sobra tanto esa “sabiduría” que te fue revelada por Dios, que ni siquiera pareces estar dispuesto aceptar tu equivocada postura, cuando es otro hombre (religiosamente hablando) “inferior a ti” quien te señale lo mucho que careces.

Yo no puse el caso colectivo de “cada miembro de la congregación de los TJ” sino “si alguno pidiera con fe y recibiera”, de entre ellos, claro está.

Pues esto no lo aclaraste antes, y aquí, como que no está muy claro todavía.

Una vez que hiciera pública en la congregación la sabiduría recibida (no tendría por qué negar nada de la doctrina de la Watchtower), al solo factor de lo novedoso, se uniría el que el conocimiento bíblico de los ancianos más bien que cuestionar, tácitamente estaría refrendando escrituralmente el nuevo entendimiento adquirido, pero que les llega no por la vía ordinaria desde Brooklyn, New York. Ignoro cómo se resolvería el conflicto.

Aquí te obstinas en repetir lo mismo e ignorar lo que antes bien te dije cuando te demostré en base a las Santas Escrituras que Dios actúa respetando el orden de las jerarquías que existe dentro de su propósito para la humanidad. Dios no actúa de manera individual, aquí y allá, aquél sí y este no, voy a decirle a Juan para que Juan se lo diga a Pedro y a Pedro, le voy a decir algo diferente para que lo analice con Carlos. Jesús fue claro en señalarnos a un solo “Esclavo”, el “Fiel y Prudente”; sí, ese del que ustedes se burlan cuando nos lo aplicamos nosotros, ¡Ese mismo! El que fue comisionado por el “Hijo del Dueño de la Finca” para suministrar el “alimento” (espiritual por supuesto) a su debido tiempo (de manera paulatina) a sus “domésticos” (todo el rebaño) para que se mantuvieran bien alimentados, y del que nunca han hablado ni lo han explicado (dicho sea de paso). Y así como Jehová siempre ha escogido a hombres como “Profetas”, “Líderes”, “Maestros”, “Caudillos” que guiaran a su pueblo a través de las edades; hoy en día no es la excepción. Dios ha preparado un pueblo como su representante; un pueblo compuesto de personas por supuesto, pero de personas unidas entre sí por el mismo espíritu de santidad y de unión, para que todos “hablen de común acuerdo y estén de acuerdo en todo”, respetando el sólo espíritu que se le ha dado a un grupo de “superintendentes” que son los que pastorean la congregación de Dios en unión con Cristo Jesús. Ha establecido jerarquías que deben respetarse y es la única forma de unificar la fe y centrarla en una sola dirección. Tu rebelde postura de independencia religiosa no es más que tu conveniente elección para evitar la responsabilidad y permitirte el lujo de ir dando “palos de ciego” a cuanto texto lo interpretes al calor de tu rutina y del tiempo que crees debes entregarle a tu propia investigación y te ha importado muy poco lo que Dios ha determinado.

Al menos podrías indicar algún texto que permita esa “libre interpretación de la Biblia” a la que irrevocablemente te inclinas; de esa que ustedes abusan hasta el cansancio, desatendiendo la Palabra en todos los aspectos. Dicha rebeldía y desobediencia se ve reflejada en los frutos que ustedes manifiestan, de manera individual y como grupo “cristiano” ante el mundo de la humanidad. Esa pugna casi “politiquera” en la que se ahogan, es lo que mantiene a la humanidad sin el debido pastoreo que le guíe por el Camino de la Vida.

Dime, ¿Por qué conducto alimentó Jehová espiritualmente a los “raquíticos prosélitos” de Jesucristo en el primer siglo de nuestra era? ¿No fue por medio de los 12 apóstoles que ejercían una especie de “gobierno teocrático”; hombres nombrados por espíritu santo para que dieran el alimento espiritual a todas las congregaciones a su debido tiempo? Y si algún cristiano recién convertido pedía sabiduría a Dios en oración pidiéndole entendimiento de lo que Pablo (por ejemplo) les estaba transmitiendo, ¿Cómo crees tú que Jehová hubiera atendido a la súplica de este nuevo seguidor de su Hijo? ¿Podrías darme cátedra tú de cómo hubiera, al menos un ejemplo, contestado sus oraciones? Cuando lo logres, te habrás contestado tu misma interrogante del “esclarecimiento” que tenga cualquier TJ cuando le pide a Dios “algo” que el CG todavía no se haya pronunciado.

No escribirías seguidamente con tan indisimulada molestia contra nosotros si no hubiera dado en el clavo y puesto el dedo en la llaga. Cualquier destello de divina sabiduría que resplandeciera en un católico, ortodoxo o protestante, provocaría jamás el escándalo que entre ustedes, habituados, como están, a enterarse de cada nuevo entendimiento en la página editorial de “La Atalaya” o “¡Despertad!”. ¿Esto es lo que te fastidia? No es mi culpa.

Claro, como no ¡me imagino que tú, para evitarte la “fatiga” de tener que ser “fastidiado” por tan “molesta” revelación si pertenecieras a una iglesia nominal, decidiste ser independiente y le replicaste a Dios lo equivocado de su propósito –contigo totalmente ineficaz– porque tú no estás para esos menesteres ¿Es así?

Lo que nos distingue a los cristianos de a pie que de cerca seguimos al Señor, es que estando con Él de Él aprendemos (Hch 4:13), y nada tenemos que ver con cualquiera que llamándose de “hermano” no fuera tal cual debiera ser (1Co 6:11). Así, no nos juzgues a todos por lo que otros son.

Mira, el problema no es ese que señalas. El problema va en otra dirección. En primer lugar, el problema no está en “seguir al Señor”. El problema más bien está en creer que se “sigue al Señor”, algo totalmente diferente. Mientras tú andes sólo, sin reunirte con nadie, sin compromiso con nadie, sin deberte a nadie, sin edificarte con los buenos ejemplos de nadie, vas por el camino equivocado. Dios ya ha establecido (y no es necesario que te pida permiso a ti) lo que ha de hacerse según Su voluntad, no tu voluntad ni la de nadie. Él ya se propuso cómo han de ser las cosas, y las cosas se hacen a su manera, no a la nuestra.

Si el quid de la prohibición divina respecto a la sangre estuviera en el meterla en el cuerpo a como diera lugar, y no solamente en la forma más natural que comiéndola con la carne, así se lo hubiera hecho conocer al pueblo de Israel, ya que la misma Ley es sumamente meticulosa en otros detalles de preceptos varios en cuanto a cómo hacer algo. Por ejemplo: las vestiduras de los sacerdotes. ¿Acaso Dios tomaría cuidado de la confección de los calzoncillos que no mezclaran lino con lana (Éx 28:42; Dt 22:11) y omitiría algo respecto a la sangre?

Al buen entendedor pocas palabras bastan. Si Dios prohibió comer sangre con la carne (siempre escrituralmente ligada a la carne) por razones obvias y ninguna de esas razones “obvias” tenían algo que ver con “dieta” o “salud” (esto ya quedó claro entre ustedes, creo) entonces volvemos a la pregunta sin respuesta apropiada ¿Por qué Dios prohibió “comer” sangre? El que siempre respondas lo mismo: que no es tu costumbre interrogar a Dios del por qué establece una prohibición, no es motivo suficiente para NO solicitarle sabiduría para comprender, con verdadera fe, el propósito oculto detrás de la prohibición que estableció desde hace miles de años, de no aceptar sangre dentro de nuestro cuerpo.

No soy yo sino tú quien ha alegado en cuanto a lo que habría tras el espíritu de la Ley. Entonces, no me cargues con culpas ajenas.

Espíritu al que no deseas someterte por el único raquítico motivo de no pedirle a Dios sabiduría que te haga tomar decisiones más acordes a Su voluntad. Nunca está de más ni Dios se va a molestar si le pedimos que nos guíe y nos dé entendimiento para captar el punto de vista sobre la sangre. Si el “mundo entero está en el poder del inicuo”, debe entenderse que todo lo que el “mundo” de Satanás resuelva, vea como “bueno”, recomiende, promulgue, haga y deshaga, corre por su responsabilidad, no por la de Dios. Y si el mundo de “Satanás” ha influido en los científicos para que, de manera agazapada interprete que la terapia de introducir sangre al cuerpo mediante transfusiones es algo que no va en contra de Dios, pues razón de más para desconfiar y Jehová comprenderá entonces, y sólo entonces, nuestras sinceras dudas de pedirle consejo sobre permitir transfundirnos sangre por nuestras venas, o bien, donar de la nuestra para cualquier otro ser humano.

En cuanto a Hch 15:28,29 no agrego todas las perversiones imaginables del Lv 18, sino que me quedo con lo único que podía tener sentido en aquella abstención a la PORNEIA: casamientos entre consanguíneos. Tampoco deformo la abstención a “de sangre” estirándola para que alcance a introducirla en el cuerpo. Los mandamientos de Dios son deformados toda vez que se les hace decir lo que no dicen.

Pues aquí denotas que le haces más caso a “tu voluntad” que a la voluntad de Dios. Si dices “quedarte con lo único que podía tener sentido en aquella abstención” de lo que “porneia” abarca: “casamientos entre consanguíneos”, será tu “raquítico” conocimiento lo que te lleve a tomar semejante regulación mental que, mirándose por donde se mire, es tu apreciación personal de algo que has sacado de la “manga” y que no cuenta, pero ni por derroche de imaginación, como una clara enseñanza escritural con tal de no aceptar lo que el espíritu santo te está tratando de enseñar.

3 – Yo no cambié de opinión respecto a la sangre animal y humana, o al comerla o beberla. Noté, como todos, lo que dice y lo que no dice. Que vea implícito en el mandamiento lo que no está explícito, no anula el hecho anterior.

4 - ¿Por qué te apresuras a calificar de incorrecto lo que es correcto?

¡Porque considero que eso que tú dices que es “correcto”, es incorrecto!

En este ítem comienzas comentando:

“Incorrecto! Yo no he tomado la palabra “carga” del diccionario, sino de la Biblia”.

Sin embargo, en tu mensaje # 244 –que es al que yo estaba contestando en el mío # 245- decías:

“Aquí el término empleado de “carga” o “sobrepeso”, o “responsabilidad” o, como lo define el diccionario como parte de sus posibles definiciones: “Obligación que conlleva una actividad o una situación” o “Efecto que provocan en la persona hechos o situaciones que cansan, desgastan o hacen sufrir”.

Creo que ahora estás empleando una diferente forma de defender lo indefendible aumentando sobremanera los recursos que empleas para contradecir lo que por defecto se debería correctamente entender. Yo comencé citando la Biblia, no el diccionario. Y en la Biblia dice “carga”. Esto como primer punto a mi favor. Luego, cuando al parecer no conforme con el vocablo “carga”, me citaste una definición diferente con la intención de menospreciar lo que “carga” significa en primera instancia; no en sus aplicaciones contextuales. Luego, en el No. 245 cité el diccionario para “ampliarte” las definiciones aplicables en el caso del término “carga” y fue cuando te indiqué lo que significa en todos los casos el término empleado por la Biblia. De manera que lo “incorrecto” estuvo en decir que yo primero cité el diccionario y luego fui a la Biblia. Fue al revés, primer cité de la Biblia y luego, por tu empecinamiento de contradecir todo, tuve que ir al diccionario para indicarte lo que “carga” significa. Eso fue todo.

A esto empecé yo respondiendo pues con ello comenzabas, aunque luego sí siguieras con ejemplos bíblicos.

Las cuatro abstenciones recomendadas tenían todo consigo para que fuesen bien recibidas por los cristianos gentiles y acatadas sin chistar.

Nota bien lo que voy a resaltar en rojo y subrayado. Dices que las cuatro abstenciones de Hechos 15 fueron indicadas para que “fuesen bien recibidas por los cristianos gentiles (yo le agregaría también cristianos judíos, porque fueron los que dieron pie para este acuerdo) y acatadas sin chistar. ¿Para ti qué significa “ACATADAS SIN CHISTAR”? Piensa muy bien antes de responder a mi pregunta. Veamos lo que dices a continuación: “Encarezco, nada más, la delicadeza de formas usadas en la redacción, de modo que no se le diese luego al texto un rigor y severidad que para nada los redactores pretendían.

Dices, por un lado, que el decreto apostólico tenía como finalidad ser “acatado sin chistar” y, por el otro, lo contradices al decir que no se le daba al texto “un rigor y severidad que para nada los redactores (apóstoles) pretendían”.

CONCLUSIÓN:

1. Las recomendaciones de Hechos 15 se tenían que “acatar sin chistar”, lo que equivale a que bajo ningún motivo deberían pasarse por alto. En otras palabras, era una “orden-ley” para que siguieran observándolas.

2. Luego, contrariamente, desestimas la orden-ley aduciendo que el texto de Hechos 15 no se le tenía que dar un “rigor y severidad que para nada” los apóstoles pretendían.

a. ACATADAS SIN CHISTAR.

b. NO ERA NECESARIO ACATARLAS por no ser ni rigurosas ni severas.

Dime, ¿Te volví a leer mal o a poner conceptos que no has dicho como siempre me lo reclamas? ¿O más bien, tengo razón en lo que aquí expongo? ¡Tú dirás!

De haber suscitado su lectura en las iglesias alguna impresión desagradable, probablemente lo supieran Jacobo y los ancianos de la iglesia en Jerusalem y hubieran aprovechado para traer el inconveniente ante Pablo (Hch 21:25). No consta, por lo que me inclino a pensar que aquello no creó nuevas dificultades sino que disolvió las que había.

Claro, podría ser que no “creó nuevas dificultades” y que, por el contrario, “disolvió las que había”, gracias a que las recomendaciones dadas a manera de “cargas” fueron impuestas como “necesarias” para que se siguieran al pie de la letra, lo que originó, al acatarlas, el fin de las disputas que sobre la circuncisión se había suscitado entre cristianos gentiles y judeocristianos. Quisiste disparar por delante del rifle y el tiro se te fue por la culata.

5 – Pues así como yo no dudo que mis hermanos evangélicos que no en todo concuerdan conmigo –ni entre ellos mismos-, juzgarán de la razón que pueda caber a las observaciones hechas, tampoco descartarán ellos la posibilidad de que aquellas sean resultado de un estudio serio de Hch 15. Tu antagonismo no es más que el broche de oro que sella esta ponencia. ¿O acaso iba esperar yo a que aplaudieras?

No, en esto tienes razón, así como yo tampoco esperaba que aplaudieras mis conclusiones tampoco. Estamos a mano. Pero mi antagonismo tiene mejores bases que justifiquen los motivos por los cuales se da; por el contrario, tu antagonismo se da y se debe a prejuicios que has aceptado y, cuando es aceptado un prejuicio, la lucidez que puedas manifestar para responder con equilibrio, siempre se verá empañado y difuso, porque no puedes limpiar la nebulosa que siempre tienes por delante para emitir juicios limpios de eso que llamamos JUICIO IMPARCIAL, o sea, nada que se antepone a un JUICIO SIN EL “PRE”.

En ningún momento atribuyo la recomendación temporal de Pablo a la soltería los motivos y conclusiones que presentas como míos cuando no lo son. Necesitas leerme bien para no traducirme luego con tu propia versión de lo que escribí, para así conseguir hacer censurable lo que digo.

En primer lugar, Pablo no está promoviendo ninguna “soltería temporal”. Lo que está haciendo, como te lo dije claramente, es dando consejo o una “opción” cristiana para que los que no puedan “contenerse” sexualmente hablando, se casen. Eso no es ningún consejo temporal como si después de un tiempo, cuando los “calientes ánimos” se enfriaran, entonces el consejo quedaba sin efecto. El consejo fue dado a manera de “guía” para todas las generaciones por venir en donde se presentaran cosas similares. Tener asidero de parte de Dios para tomar las determinaciones del caso siguiendo el consejo apostólico, era su finalidad. Eso es todo. No se trata de “promociones” para una época en particular. Eso no es así.

Cuando hablo de que diluido el problema porque las minorías judías en las iglesias dejaron de ser quejosas de sus hermanos gentiles, en parte porque las abstenciones recomendadas fueron atendidas, y en parte porque ya un apóstol como Pablo mismo no insistía en sus epístolas con aquellos asuntos cuando abordaba el tema de los alimentos, para nada admito un relajamiento de las costumbres, sino todo lo contrario.

Pues tú mismo dices que si fueron “atendidas” esas “recomendadas abstenciones”, pues lo lógico es que no se volviera a dar informe del mismo y específico problema del acuerdo tomado en Hechos 15. Fue un acuerdo y fue una “carga necesaria” la observancia de lo allí recomendado, por lo que no veo la necesidad que en cada carta que Pablo enviara, se volviera a repetir lo dicho por el Decreto Apostólico cuando no había ninguna para hacerlo, no porque no fuera ya efectivo ni viable, sino porque era preciso darle atención a otros asuntos que en el momento, tuviesen prioridad. Tu argumento, aparte de débil y “raquítico”, deja mucho cabo suelto que no puedes ocultar. Además, al principio aceptas que tales “cargas necesarias”, fueron “debidamente atendidas”. Punto. Por esta razón no fue necesario más tocar el tema, al menos en sus “registradas” cartas, cuyas copias hoy compartimos para nuestra instrucción espiritual. Y si aceptas que fueron “atendidas” es porque se cumplió (con los que hicieron caso del decreto, claro) rigurosamente con la recomendación/orden/ley que se estableció para que se “abstuvieran” de sangre… entre todo lo demás; recomendación, “sugerencia”, “orden”, “carga”, que, en tu acostumbrada y rebelde personal manera de “adorar” a Dios, desatiendes tú como “cristiano gentil”, saboreando, al menos con lo que nos has compartido, no solamente tus sabrosos bocadillos de “morcilla”, sino con la posibilidad de ser “digno” –en algún momento de tu vida (Dios no lo permita)– de saborear una “suculenta” y “vibrante” transfusión de sangre como verdadero “héroe” al considerarte privilegiado de entregar parte de tu “vida” al necesitado prójimo, como parte de tu “sacrificio” acepto a Dios.

6 – Yo sigo receptivo a nuevas propuestas y a escuchar objeciones a mis planteos. Cuando participo en un debate y leo cosas que me parecen equivocadas, nunca me quedo con las ganas, sino que pregunto y pido explicaciones de lo que no entendí o quizás no estuvo bien expuesto. Tal parece que contra todo lo previsto se nos ha venido incrementando el número de visitantes. Sería bueno que nos dieran a conocer su opinión.

Pero al parecer nadie está dispuesto a “meter mano” en nuestro prolijo intercambio de ideas que vuelan como “morteros” de un campo de batalla a otro sin ningún “acuerdo” que augure siquiera una “tregua” para que otros opinen al respecto. El forista OSO ha hecho su intervención pero no para opinar, sino para “vociferar” sus acostumbrados aguijones de extremo fanatismo, siempre atacando la fuente, no el argumento. Mis hermanos Juaniyo, Alfageme, Espasmo, Paréntesis y Pako el Kurro, aparte de otros foristas que no son TJ que razonan con mejores cristales y mejor ánimo y otros que han intervenido de manera sobresaliente con excelentes aportes escriturales y razonamientos claros y concisos pero tampoco han tenido eco. ¿Sabes por qué? ¡Porque a nadie le importa un carajo lo que Dios piense sobre la sangre o no! En el fondo siguen la “canalla” religiosa y el “barullo” ensordecedor que embriaga sobremanera la conciencia humana que los aturde y, para nada, quieren estar del lado “impopular” con respecto al “mundo” al que pertenecen.

7 - ¿Quién te contenta? Si no doy cuenta de nadie más que yo que piense de esa manera, me desestimas como que voy de por libre como lobo solitario. Si aporto información que prueba que en esto no estoy solo, tampoco eso te convence y menos aún te agrada.

Mira, por más que trates de pegar tu “grito al cielo” recordándome que tu militarismo religioso en solitario está asociado a otros recurrentes religiosos y correligionarios con iguales pretensiones, no desestima para nada el que todos ustedes, aunque estén juntos en la creencia en “Cristo el Señor”, para nada le honran con sus hechos en donde cada uno antepone primero su personal “revelación”, ante la de otro de igual “militancia” pero en “ejércitos diferentes”; cada quien tratando de interpretar, bajo su “cuenta y riesgo”, tal o cual pasaje bíblico y que por más que lo estudien, cada vez más lejos de la luz reveladora se encontrarán. ¿En verdad el “espíritu” que ustedes manifiestan no tiene el poder necesario para unificarlos en un solo pueblo armonioso y que se distinga de todos los demás pueblos, como una posesión “especial” para Jehová? Creo que la respuesta a esta interrogante ustedes ya la conocen.

Si tuviera que jugarme la ropa que llevo puesta, apostaría que los redactores de la nota ven aquellas cuatro abstenciones recomendadas como algo provisorio que cumplió cabalmente su cometido en tiempo y sitio.

¡Claro que “cumplió cabalmente su cometido en tiempo y sitio”! ¡Dices una gran verdad que nadie te la puede refutar! ¡Ningún TJ te puede contradecir en esto ni tampoco la WT; ni artículo alguno de La Atalaya! ¿Pero quién te ha dicho lo contrario a esta verdad fundamental que pronuncias con certera veracidad?

Tu equivocación no está en afirmar que el “Decreto apostólico” no “haya cumplido” su finalidad en su tiempo. Tu equivocada apreciación está en que el decreto fue “temporal” cuando se indicó que lo único que debían atender eran esas “cargas necesarias” pero para el “grupito” selecto de los revoltosos judíos que andaban “hablando de más” con respecto a la circuncisión. No tendría sentido emitir todo un decreto para dirimir disputas locales en donde se indiquen “cargas necesarias a seguir” sólo a unos cuantos judíos o gentiles y a otros no. Esa es tu equivocación. El Decreto sirvió para establecer nuevas ordenanzas a TODAS LAS CONGREGACIONES y sirviera de amonestación para que, en el instante en que se volvieran a presentar disputas de este tipo una vez muertos los apóstoles del Señor (por ejemplo), sirvieran de estímulo y consejo apropiados.

A veces me pregunto si aparte de aquellas virtudes con que me has encomiado, me has dejado alguna cosa sana que sirva para algo.

Nada tienen que ver tus virtudes (que son muchas) que te he destacado y que aún reconozco, porque eso no es lo que aquí está en discusión. No veo por qué relacionas una cosa con la otra. Lo mismo podría decir yo de tus impresiones del principio; de todos los elogios que me has propinado por un lado, pero por el otro me has dicho que de nada me sirven para “conquistar” siquiera tu atención doctrinal, incapaz siquiera de “moverte un pelo”.

No alcanza con que se me diga lo mal que hago todo, sino que se me muestre (sin necesidad siquiera de que se me demuestre) el por qué lo que escribo está errado.

Pues repasa bien lo que escribes. Aquí mismo te puse un ejemplo notorio de esa forma tan extraña en la que (a veces) redactas en las que nunca se sabe qué fue lo que quisiste dar a entender. Es una sugerencia, nada más.

Porque si lo está –y pudiera ser que lo esté-, tendría que ser por algo más que porque discrepe contigo y tu visión de las cosas. Fíjate que si ahora me dices que mi mente “no es capaz de imaginar lo más sensato de deducir”, que tengo “grandes grietas de incomprensión”, que ni cuenta me doy de lo que evidentemente no comprendo –y eso entre otras lindezas de menor gusto-, por supuesto que tendría que convencerme que soy un adefesio fuera de serie.

Por el contrario mi estimado amigo. Nada más lejos de la verdad que esa que no comprendes, me recriminas resentido. Si hay alguien de nuestros detractores a quien respeto y aprecio sinceramente es a ti; por muchas razones y motivos. Yo sé que eres sincero en tu fundamento y en tus creencias. Pero hay cosas en las que no puedo darte crédito porque estimo que no estás centrado y cuyo prejuicio (que ya has aceptado como tal) no te deja “ver” lo que otros foristas que no lo tienen “ven” en nuestra organización. Eso es todo. Sin embargo, si te has sentido mal por alguna “palabreja mía” subida de tono, pues con toda sincera intención te pido disculpas porque no está en mí que te sientas mal de algo que quizás no debí decir como lo dije.

Extrañamente, no suelo yo tocar tu persona. Me surtes de tanta materia prima con lo que escribes, que ni ocasión me queda para modificar la grata impresión original que me mereciste. Es como si tú y la causa que defiendes sean dos mundos opuestos.

Bueno, muchas veces has “tocado” mi persona pero de una manera muy inteligente pero que las has tocado, ¡La has tocado! Como cuando me dijiste en uno de tus aportes que yo “hablaba mucho y no decía nada”, por ejemplo. Y conste que no me resentí; por el contrario, lo tomé con “filosofía” y hasta gracia me hizo. Al fin, ya estamos acostumbrados a recibir todo tipo de esas “lindezas” que a veces nos propinan los foristas y que tú has sido testigo “ocular” de semejantes ataques personales con tal de destrozarnos de los pies a la cabeza.

Captaste mal, porque no es esa mi idea que expresé, consecuencia, tu malentendido, de esa arraigada tendencia a ir traduciendo lo que se lee a fin de hacerlo permeable a la refutación. Yo nunca hice inmune a aquellos cristianos gentiles a la fornicación común y corriente, sino que tan sólo pienso que aquellas cosas que pudieron antes haber hecho y de las que ahora se avergonzaban, se ruborizaban sólo de oírlas. Se sabían y se sentían llamados a ser santos, por lo que les hubiera ofendido y entristecido que sus hermanos de Jerusalem les recomendasen abstenerse de la burda fornicación. Ahora, tratándose de evitar casamientos de consanguíneos ¡eso ya era otra cosa!

Aquí vuelves a dejar constancia de que tu apreciación es personal y, como tal, se respeta y la respetamos si te place interpretar así el pasaje de Hechos 15. Pero es eso. Tu interpretación; tu enfoque; tu posición. ¿Por qué no puedes considerar otra opción distinta a la que ya decidiste como correcta? Yo entiendo que existen textos en los que no se puede “barajar” mucho lo que dicen porque son “clarísimos por sí solos”. Pero este permite varias interpretaciones. Además, no solo los TJ lo interpretamos así. Existen muchos evangélicos y protestantes que tienen un parecer semejante y aún así tú les porfías. ¿Comprendes?

Creo que acá es el momento en que debes detenerte y preguntarte el por qué me achacas a mí lo que tú haces. No es que yo en un párrafo escribo una cosa y al siguiente otra contraria, sino que tú mismo haces una lectura en uno y sacas otra lectura del otro, y así me adjudicas a mí el embrollo del que no soy autor.

¡Muy sencillo mi estimado amigo! Tengo una solución. Voy a seguir leyéndote primero y luego, de manera resumida y concisa te pregunto mis dudas antes de responderte. Así estaré seguro de poder responder a lo que dices. Lo mismo deberías hacer tú conmigo ¿Te parece?

El problema acá no está con el estilo del escritor sino con el estilo del lector. Tu problema al leerme es porque lo haces desde el argot de la Watchtower implantado en la TNM y que interfiere con el razonamiento sencillo que esperamos sigan nuestros lectores.

¡Ves lo que te dije antes! ¡Aquí me aplicas el refrán de mi tierra que te cité: “ningún carnicero dirá que su carne es mala! ¡Machacas mi “estilo influenciado” por tu “estilo inspirado”!

La idea implantada desde Russell en adelante que los cristianos hicimos todo mal, incluso las traducciones bíblicas, les lleva a desconfiar de cuanto leen y oyen, y si les sorprende que algo sea correcto, instantáneamente es deformado de modo que al momento pueda ser cuestionado y rebatido. Este es un fenómeno psicológico que quizás ni nombre tenga todavía, pero que existe, existe, y los TJ son testigos notorios de ello.

¡Bueno, lo que aplica al “ganso”, también se aplica a la gansa”! Ustedes nos recitan en cuanto oportunidad tienen sacándonos a Russell y nosotros, en cuanta oportunidad tengamos les sacamos a “Constantino”. Tanto la cristiandad como los TJ tenemos “iniciadores”. Esto en sí es lógico. Hace 3500 años, por ejemplo, el “caudillo” o “Líder”, o lo que sea, fue el “Guía Oficial” nombrado por Jehová para “liderar” a Israel y por 80 años Moisés fue el “Puente” o el “Medio” que Dios utilizó para comunicarse y transmitir Su Ley al pueblo. Eso siempre fue así y siempre será así. Hoy en día Jehová tiene un “Esclavo Fiel y Discreto” a quien ha “nombrado” sobre todo lo suyo. Esto lo deberías saber. Acepto que no creas que lo tenemos nosotros, así como para los fariseos era imposible aceptar que el Jesús, hijo de José y María y cuyos hermanos y hermanas crecieron entre el pueblo, fuera HIJO DE DIOS y el ENVIADO DE DIOS. De hecho a como ustedes lo entienden no les ha dado resultado. ¿Acaso no ves las más de 6000 sectas “cristianas” que existen en el mundo que todas piensan diferente en muchas cosas? ¿Fue esa la clase de unidad que indica la Biblia que iba a otorgar el espíritu de Dios? ¿Acaso no es esa una clara prueba de que ustedes no tienen la adecuada unidad del “espíritu santo de Dios? Si todos se expresan diferente y hablan diferente y hacen cosas contrarias y que ni siquiera pertenecen a ningún pueblo y, mucho menos, del pueblo que llevaría EL NOMBRE DE DIOS como “placa identificadora” del pueblo elegido, ¿Cómo pretenden encima decir que, como leen la Biblia a diario y no tienen “estorbos” que les digan cómo deben interpretarla, entonces se den a la tarea de tratar de “pulsearla” a ver si la interpretan ustedes mismos?

El Nuevo Testamento enseña la salvación en los tres tiempos verbales: fuimos salvos, estamos siendo salvados, seremos salvados.

Ricardo, no es así como tú lo ves. Veamos: 1) FUIMOS SALVOS: Esto indica que los que “fueron” salvos son los que “corrieron con aguante la carrera por la vida”. No antes de eso. 2) ESTAMOS SIENDO SALVADOS: Esto significa lo que significa, que Dios, mediante el Redentor, nos ha dado la esperanza de conseguir la VIDA ETERNA por su Medio, por ningún otro. Por Cristo tenemos la esperanza de llegar a la “Puerta Grande” pero esa puerta hay que “tocarla” para poder “entrar”. No estará abierta para quien desee hacerlo simplemente por haber creído en un ser que se llama “Jesús” y, por “arte y magia” son salvos con solo mencionar su Nombre. 3) SEREMOS SALVADOS: La esperanza está puesta a TODOS los hombres, pero no TODOS LOS HOMBRES van a ser salvos. Se salvarán únicamente los que acepten a JESÚS COMO SU SEÑOR Y MAESTRO Y REDENTOR y que, por su Medio, lleguemos a conocer a JEHOVA SU PADRE. Esto es el verdadero entendimiento.

No me voy a poner a disertar acá sobre lo que se ha considerado en muchos epígrafes del Foro. La salvación no se gana sino que es recibida por gracia de Dios, por fe, de Cristo mismo. El precio Jesús mismo ya lo pagó. Pero este no es ahora nuestro asunto.

No es el epígrafe para extendernos en este tema, es correcto, pero ya que lo mencionas de “salida”, pues de “entrada” te diré sólo esto: Si ese “precio” que Jesús ya “pagó” por nosotros significa que “YA SOMOS SALVOS” entonces dime: ¿Por qué ustedes creen que muchos serán resucitados para “condenación” y muchos para “vida eterna”. Esto choca estrepitosamente con semejante enseñanza. Si en Cristo (por el simple hecho de morir por nosotros y no por nuestras obras de conformidad con Su Voluntad) todos estamos salvos, ¿Para qué seguir reglas si ya estamos salvados? Y si siempre hay que seguirlas porque así lo dice la Biblia, entonces ¡No estamos salvos! ¡De nuevo no hay de piña!

El Espíritu Santo es soberano y no nos pide permiso para hacer su obra en nosotros: Él toma lo que es suyo: nos regenera, santifica, llena, dota, unge, guía, etc. Podemos contristarle, apagarle y resistirle pero no “deshacernos de él en cualquier momento” como tú dices.

Aquí ya estás usando tu nueva “modalidad” de salirte por la tangente y en discutir lo que no requiere discusión. Obsérvate y verás que no te estoy “leyendo mal”. Estás defendiendo una soberana contradicción que ni cuenta de das de lo que respondes, siempre con ese ánimo de llevar la contraria. Yo no te estoy diciendo que el “espíritu santo” no es “Soberano” y que nos “tiene que pedir permiso” para entrar a nuestras vidas ni que no pueda “tomar lo que es suyo”, ni que no nos “regenera, ni santifica, ni llena, ni dota, ni unge, ni guía” nuestras vidas. ¿Te estás leyendo? Estás tergiversando mi aporte y, de conformidad, respondes equivocadamente. Lo que estoy diciendo y no lo puedes refutar con la Biblia, es que el “espíritu santo”, si lo dejamos entrar en nuestras vidas, entrará y se quedará. En realidad nunca pide permiso como si tuviera que hacerlo. Es que él no puede penetrar en donde no se le haya convocado ni llamado ¿Puedes entender eso? El espíritu santo se pide en oración, se solicita y si lo pedimos, pues el Padre por medio de Cristo, nos lo da de manera gratuita. Esta es la enseñanza.

El espíritu santo nada tiene que estar haciendo en el corazón de un inicuo ¿O me equivoco? Ahora bien, que el inicuo deje de ser inicuo y lo pida en oración sincera, pues entonces sí entrará, pero sólo entonces, no antes. “
Por lo tanto, si ustedes, aunque son inicuos, saben dar buenos regalos a sus hijos, ¡con cuánta más razón dará el Padre en el cielo espíritu santo a los que le piden!”. Respóndeme algo: ¿Tenía Adán espíritu santo o no cuando fue creado? ¿Y cuando pecó y degeneró, rechazó el espíritu santo o no? Por lo tanto, mi contradictor forista, nosotros podemos “rechazar” el “espíritu santo”. Esto es “Palabra de Dios”. Deberías leer más y, sobre todo, mejor la Biblia.

Las advertencias, sugerencias y constantes amonestaciones a los santos de aquel primer siglo de nuestra era eran necesarias para que no se durmieran en los laureles y cedieran a las acechanzas del enemigo. Así también hoy. Todos ellos eran santos y no debían dejar de serlo.

¡No debían dejar de ser santos, tal como dices! ¡De eso se trataba y de eso se trata! Sin embargo, cuando se deja de ser “practicante de la santidad”, entonces de nuevo “cobran vida” todas esas “advertencias, sugerencias y constantes amonestaciones” que indicas como necesarias para enderezar de nuevo nuestro camino torcido. ¡Jamás esas advertencias Divinas son temporales; por el contrario, son “eternas” porque son las que nos acusarán cuando nos “descarrilamos” en la vida.

Si no razono cuerdamente, a más de ti ¿cuántos otros cuerdos habrá en el Foro que me lo hagan notar?

Bueno, habría que preguntarles a ellos pero mientras no se asomen, no lo sabremos.

Recibe mi más sincera consideración y aprecio.
 
Ínclito Melviton

Ínclito Melviton

Respuesta a Mensaje # 256:

Muy bueno tu nuevo avatar. Parecemos hermanos de sangre; yo tengo menos canas (porque tengo menos pelos).

1 - Creo que sería innecesario que te recuerde como en otro epígrafe te felicité por una conceptuosa respuesta que diste a mi amigo Davidben, y a la vez tú encomiaste también cierto mensaje mío; no en este tema. Esto debería ser suficiente para que no escribieras que yo soy una de esas personas con las que no se estará de acuerdo en nada. En todo caso “en casi nada” sería más acertado.

2 – No hay forma de no relacionar Hch 15 con el Levítico, habida cuenta que aquellos cristianos de la asamblea en Jerusalem eran judíos y los había convocado su común interés en examinar el asunto de sus hermanos gentiles y la Ley de Moisés. De igual modo, los lectores de Lv 17:14 no tenían como no relacionarlo con Gn 9:4. El único ostensible avance en Hch 15 es que aquí el “abstenerse” es dado como una modalidad más suave que el riguroso “no comeréis” de la Ley. Pero en modo alguno se infiere de este término una ampliación de lo decretado en la Ley, como que ahora se prohibía algo más que lo allí prohibido. Como dije, el “abstenerse” no podía estirar el mandamiento a que se prohibiera totalmente la sangre, tanto como el verla, olerla o tocarla, “aínda mais”.

Es como si dijeses que en un ambiente público cerrado en que había un letrero PROHIBIDO FUMAR ahora fue reemplazado por otro que dice ABSTÉNGASE DE FUMAR, de lo que tú deduces que eso incluiría el no llevar siquiera una cajilla de cigarrillos en el bolsillo del pantalón.

3 – No, no tiene nada que ver lo de las esposas de Abraham y Jacob con la sangre, pero yo estaba contestando por orden lo que tú me decías en tu post # 1244 del epígrafe sobre la sangre.

4 – El sentido común siempre nos aconseja el recto sentido de un vocablo que puede tener múltiples acepciones. Los traductores informáticos todavía adolecen de este defecto, pero nosotros podemos ser criteriosos. El contexto es esencial para la debida aplicación. Es por esta razón, que yo nunca entendería lo que dices deberías colegir de lo que digo.

5 – No escribí que ya nacemos encaramados sobre los hombros de nuestros maestros. Por un tiempo será bueno que nos lleven en sus brazos y luego de la mano, pero en cuanto maduramos ellos mismos son felices que los usemos para ver más lejos de lo que ellos alcanzaron. Así luego haremos nosotros mismos con aquellos que se van formando a nuestro lado (2Ti 2:2). Ningún punto de comparación hay entre lo que los cristianos fueron aprendiendo de los apóstoles y unos de otros bajo la guía del Espíritu Santo que les proveyó de maestros fieles, con aquellos que tuvieron y tienen la desgracia de seguir instrucciones de maníacos religiosos.

6 – Ustedes han tomado el símil del siervo fiel y prudente de Mt 25:45 para construir con él su propio Papado y Colegio Cardenalicio, sin advertir siquiera que en el ejemplo que el Señor Jesús pone, es seguidamente la misma persona que comenzando bien acaba mal, ya que dice de ella en el v.48: “Pero si aquel siervo malo…”. Es decir, en medio del éxito aparente se deslumbra y cree llegada su oportunidad de brillar con luz propia, por lo que da un vuelco su corazón y en vez de darles el alimento de la sana doctrina, les da palos y una ración contaminada con la herejía. Por supuesto, tal eventualidad podría no darse, ya que hemos conocido muchos siervos fieles y prudentes que acabaron todavía mejor su carrera a como la habían comenzado y seguido. Es por eso que de los guías espirituales se había dicho no solamente que se les obedezca y se les esté sujetos (He 13:17) sino también “considerad cuál haya sido el resultado de su conducta e imitad su fe” (v.7).

No somos abusadores de la Biblia quienes no dividimos la heredad del Señor (1Pe 5:2) entre “clérigos” y “laicos” ni reconocemos humanas jerarquías, bastándonos nuestra única Cabeza que es Cristo, y su Espíritu en nosotros y entre nosotros. Los que confían en brazo de hombre recibirán severa sentencia (Jer 17:5).

7 – Mi independencia personal implica mutua dependencia con todos los que son de Cristo por todo el mundo e invocan su nombre de corazón puro (1Co 1:2). Me consta que somos millones, pero no sé ni me importa saber cuántos. Aunque no somos una denominación internacional, se nos conoce como “Hermanos Libres”, Iglesias Cristianas Evangélicas o Asambleas de Hermanos (y probablemente muchas formas indistintas más). Así que no tengo una creencia particularmente mía. Aquí en el Foro tampoco soy el único.

8 – Nunca existió tal prohibición “de no aceptar sangre dentro de nuestro cuerpo”. El mandato siempre fue “no comeréis sangre”. De otro modo, Dios debió ser consecuente consigo mismo y al crear a Adam bien pudo haber hecho correr savia por sus venas y no sangre.

9 – Vuelves a confundirte pues el Mensaje # 245 donde dices que citaste el diccionario es el mío, y en el tuyo # 244 tomas la palabra “carga” del diccionario. Que previamente incluyeras la cita de la que venimos hablando (Hch 15:28) no quita la veracidad de lo que escribí y diste por incorrecto. Cualquiera puede verificarlo en la página anterior a esta.

11 – Con mi expresión “acatadas sin chistar” quiero decir que en lo sucinto y sabio de la misiva no había objeciones que protestar. Un tono autoritario e imperioso hubiese suscitado desconfianza y resistencia.

Como si fuesen brujas y fantasmas a cada rato ves contradicciones en lo que digo, cuando si brillan, es por su ausencia.

Tus conclusiones sólo son a tu propio gusto y satisfacción, pues no he dicho yo así sino que tú reacomodas lo escrito para hacerlo ver como quieres.

Nunca usé de rifle sino apenas de arco y flecha, por lo que sé que he pecado cuando erro al blanco.

12 – Cuando hablas de mis prejuicios creo descubrir un “efecto espejo”; tú ves todo eso en mí que es bien característico en todo TJ. Ningún antagonismo me fue inculcado, ya que mis mayores se limitaron a aconsejarme que no conversara con los TJ y no leyera su literatura. En eso no les hice caso, y de ahí aprendí que sus temores eran infundados. Yo podría ahora darte a ti la razón en todo lo que has dicho en este y el otro epígrafe, y mis hermanos cristianos evangélicos no me retirarían su comunión, amistad y aprecio. Me consta que a ti no te acontecería lo mismo.

13 – Muy desgraciada tenía que ser la condición de las hermanas cristianas del primer siglo, si su casamiento propendiera a aplacar los ímpetos varoniles, y muy poco espirituales y piadosos estos si alimentar a la carne fuese la principal motivación para su matrimonio. No lo veo así. El formar familias, en cambio, sí fue un aliciente común a hombres y mujeres. Todos queremos tener nietos con los que jugar, pero no pensamos en que nuestro hijos e hijas se refocilen con sus cónyuges.

14 – No tengo por “necesario” que Pablo hiciera acuerdo a aquella carta cuando abordaba el tema en sus epístolas, sino por conveniente aprovechar la oportunidad de reforzar su argumentación mostrando que no estaba enseñando nada desvinculado a lo que prevalecía en las iglesias. El que aquellas disposiciones continuaran todavía vigentes no hacía innecesario recordarlas, ya que hasta el propio Pablo dice a los filipenses que a él no le molesta escribirles las mismas cosas pero que a ellos les era útil (Flp 3:1b), con lo que también concuerda Pedro (2Pe 1:12).

15 – Siendo que son tantos nuestros lectores y tan escasas sus aportaciones al tema, no creo que sea por desinterés (en tal caso ni nos visitarían), sino que quizás están pendientes de que arribemos a algún final para entonces meter cuchara. El indeciso Mario Vertiz también dejó de aportar aunque quizás nos siga leyendo.

16 – El consenso espiritual que yo observo entre mis hermanos cristianos evangélicos que toleramos nuestras ínfimas disparidades, se me hace preferible a la uniformidad de los TJ, mormones, adventistas, moonistas, etc., que no pueden diferir en un solo punto de lo que su organización y publicaciones propagan. A ellos les une el Directorio o Presidencia de su organización; a nosotros nuestra Cabeza que está en los cielos y el Espíritu Santo entre y con nosotros.

17 – Cuando dije que aquella nota con las cuatro abstenciones recomendadas cumplió su cometido en tiempo y sitio, debería recordar el lector que siempre me refería a un lapso de dos o tres décadas, y el sitio a la región del Cercano Oriente donde actualmente tenemos a la Jordania, Siria, Líbano y Turquía. Aquello no fue universal ni vigente hasta nuestros días.

18 – Si bien es personal mi apreciación en cuanto a que la “fornicación” de la abstención recomendada a los cristianos gentiles es la de los matrimonios entre consanguíneos, no es exclusiva mía, ya que consta en la nota a Hch 15:20 en la Edición de la Biblia de Estudio de la Reina – Valera 1995 de las Sociedades Bíblicas Unidas. Aunque yo no tomé la idea del Comentario Bíblico de Matthew Henry (Editorial CLIE), me dio por fijarme ahora y dice allí que no se trata de una “imposición duradera” y que la “fornicación” aludida sería “las uniones matrimoniales con parientes en grado prohibido por la ley mosaica (Lv 18). Probablemente este Comentario Bíblico esté entre los que más se consultan y de mayor prestigio entre los evangélicos. Como ves, el lobo solitario ya es una tremenda jauría.

19 – Si te place, puedes preguntarme cuanto quieras antes de arriesgar una respuesta. Por otro lado, no recuerdo haberte observado nunca porque escribas de forma tan incomprensiva que no te entienda, o que fueses ambiguo o confuso. Si tengo alguna dificultad tras una primera lectura, con una segunda o quizás tercera ya comprendo.

20 – Mi punto aquí no es la historicidad de los hombres levantados por Dios como expositores de su Palabra o los que se levantaron a sí mismos apoyados por otros para salirse con la suya, sino un estilo de leer la Biblia y lo que otros escriben, que automáticamente les lleva a deformar el texto de modo que puedan impugnarlo.

21 – Mi punto de vista de la salvación no es el universalista sino el particular: “para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Este “creer” es a la manera de Él, no a la de cada cual. Los que no crean con la fe que Dios imparte a los suyos, son lo que se perderán eternamente, por religiosos que fueran.

22 – Cuando expreso lo que creo es una verdad –el Espíritu Santo como soberano y que no nos pide permiso- no estoy presuponiendo que tú lo niegues. Cuando copio “deshacernos de él en cualquier momento”, es porque así lo has escrito y considero craso error. No tergiverso yo tu mensaje sino tú mismo la Palabra de Dios cuando escribes: “deshacernos de él en cualquier momento”. El Espíritu Santo no espera a que lo echen, se va antes por sí mismo.

23 – La permanencia y vigencia universal de las advertencias divinas es una cosa; las cuatro abstenciones de Hch 15:29 fueron dadas por limitado tiempo a las iglesias de la gentilidad en un territorio limitado (v.23).



Recibe mis amables saludos y gratitud por la paciencia que me tienes
 
Re: Abstenerse: ¿de qué, quiénes, y cuándo?

Más que nada llama la atención que Pablo no aproveche como argumento el texto de aquella carta que bien conocía, en su abordaje del tema en los capítulos 6 al 10 de su primera carta a los corintios. Lo mismo en Ro 14 y 1Ti 4:3-5 en orden a los alimentos. Todo parece mostrar que lo único que sigue importando en todo esto es la libertad de la conciencia individual siempre que no ofenda la ajena.


¿Pero de verdad creéis que a Dios, un ser absolutamente espiritual, le puede importar lo que cómenos o dejamos de comer? ¿Si llevamos el cabello a la vista o nos lo cubrimos?
 
Apreciada Martamaria

Apreciada Martamaria

Más que nada llama la atención que Pablo no aproveche como argumento el texto de aquella carta que bien conocía, en su abordaje del tema en los capítulos 6 al 10 de su primera carta a los corintios. Lo mismo en Ro 14 y 1Ti 4:3-5 en orden a los alimentos. Todo parece mostrar que lo único que sigue importando en todo esto es la libertad de la conciencia individual siempre que no ofenda la ajena.


¿Pero de verdad creéis que a Dios, un ser absolutamente espiritual, le puede importar lo que cómenos o dejamos de comer? ¿Si llevamos el cabello a la vista o nos lo cubrimos?

En primer lugar, aunque Dios es Espíritu, desde la encarnación de su Hijo agregó a su naturaleza divina la humana, con un cuerpo de huesos, carne y sangre, así que sabe lo que es el cansancio, hambre, sed y los más atroces sufrimientos como los que padeció Jesucristo en la cruz.

Cualquier falso dios producto de la superchería humana, podrá encargarse de las cosas grandes y dejar las ínfimas para que resuelvan los hombres.

Pero el verdadero Dios está en estos momentos tan atento a las tormentas solares y su efecto sobre nuestro mundo, como al soplo de brisa que acaba de apagar la llama de una vela.

Las cuatro abstenciones que en este epígrafe nos ocupan, fueron resultado de un multitudinario debate en una asamblea de cristianos judíos en la Jerusalem del primer siglo. El mismo Espíritu Santo se involucró en la decisión final. ¡Claro que a nuestro Padre Celestial todo lo nuestro le importa!


Cordiales saludos
 
Re: Apreciada Martamaria

Re: Apreciada Martamaria

En primer lugar, aunque Dios es Espíritu, desde la encarnación de su Hijo agregó a su naturaleza divina la humana, con un cuerpo de huesos, carne y sangre, así que sabe lo que es el cansancio, hambre, sed y los más atroces sufrimientos como los que padeció Jesucristo en la cruz.

Cualquier falso dios producto de la superchería humana, podrá encargarse de las cosas grandes y dejar las ínfimas para que resuelvan los hombres.

Pero el verdadero Dios está en estos momentos tan atento a las tormentas solares y su efecto sobre nuestro mundo, como al soplo de brisa que acaba de apagar la llama de una vela.

Las cuatro abstenciones que en este epígrafe nos ocupan, fueron resultado de un multitudinario debate en una asamblea de cristianos judíos en la Jerusalem del primer siglo. El mismo Espíritu Santo se involucró en la decisión final. ¡Claro que a nuestro Padre Celestial todo lo nuestro le importa!


Cordiales saludos

Que yo no he dicho que no le importe, sino que lo que comemos y demás cosas de la vida diaria, no son algo que Dios se ponga a discutir. A Dios le importa que cuides tu salud. Te sientas bien y seas feliz.