¿MALDICIONES GENERACIONALES?
La propiciación efectuada por Cristo en su muerte y resurrección, canceló la más antigua y remota de todas las maldiciones, aquella que se originó cuando Adán y Eva desobedecieron a Dios, trayendo la muerte espiritual de todos sus descendientes. Dicha cancelación se hace efectiva en aquellos que por haber sido escogidos son atraídos eficazmente a Cristo.
Esto deja claramente expuesta , aquella monstruosa herejía que enseña que un redimido podría estar siendo afectado por la maldición generacional de algún antepasado, pues mediante esta falsa doctrina se está negando la eficacia de la propiciación efectuada por Cristo, porque si tal propiciación no podría anular “una maldición generacional”, menos podría anular la madre de todas las maldiciones, es decir, aquella que se originó en el huerto del Edén.
¿PUEDE UN REDIMIDO SER MALDECIDO POR EL MISMO PADRE QUE LO ADOPTÓ?
Quienes enseñan esta monstruosa herejía, se basan en textos del antiguo testamento referidos a quienes vivían bajo la ley. Si hay algo que es seguro, es que los tales no conocen gran parte del nuevo testamento
Gálatas 3:13
(13) Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero),
Bajo el nuevo pacto Dios no maldice a sus hijos cuando pecan; él los disciplina y los corrige para que sean partícipes de su santidad, ¿pero cómo se le puede ocurrir a alguien semejante disparate? Aquí en Gálatas 3:13 está claro que Cristo fue hecho maldición por nosotros.
Cristo no solo llevó la maldición por los pecados pasados, sino por todos pecados pasados, presentes y futuros.
La propiciación que Cristo ha efectuado en su muerte, es perfecta, es decir, mediante la muerte de Cristo, se ha establecido una base legal que le permite a Dios perdonar sin pasar por alto su justa demanda de justicia.
Toda la ira por el pecado pasado presente y futuro ha sido descargada sobre nuestro sustituto.
Romanos 6: 10:
(10) Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; mas en cuanto vive, para Dios vive.
Aquí dice que murió al pecado una vez por todas.
Pero además, esta enseñanza está por demás clara, cuando se conecta la justificación con la glorificación. La Biblia revela que aquellos que son justificados, inexorablemente serán glorificados.
Romanos 8:30-34:
(30) Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.
(31) ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?
(32) El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?
(33) ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
(34) ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
Aquí la clara enseñanza es que en base a la propiciación o base legal, la justificación es perfecta y definitiva, ya no hay maldición posible, claro esto es lo último que los mercaderes desearían que el pueblo se entere, porque eso les quita poder de manipulación.
Colosenses 2:13-14:
(13) Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados,
(14) anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz,
Efesios 1:6-7:
(6) para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado,
(7) en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,
ALGO MUY IMPORTANTE A TENER EN CUENTA:
No vivir bajo la ley no significa licencia para pecar impunemente, no vivir bajo la ley, significa sencillamente, depender pura y exclusivamente de la gracia de Dios para vivir una vida santa. La gracia de Dios es suficiente, pues escrito está:
Romanos 6:14:
(14) Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.
Tito 2:11-12:
(11) Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres,
(12) enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente,
La gracia de Dios es suficiente , y actúa para llevarnos a la santidad y esto en virtud de la regeneración o nuevo nacimiento, es decir, la nueva naturaleza que hemos recibido cuando fuimos resucitados siendo cadáveres espirituales (Efesios 2:1), o en otras palabras cuando fuimos engendrados como nuevas criaturas en Cristo (2 Corintios 5:17).
1 Juan 3: 9:
(9) Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.
Aquí “peca y no practica”, no significa estar exentos de pecado, sino que significa que la nueva naturaleza que se recibe mediante la regeneración, no nos permite pecar impunemente.
La gracia es suficiente, pues Dios ya no nos entrega la ley como medio para que alcancemos la justificación, pues la justicia que Dios requiere para ser aceptados la compró Cristo y nos ha sido imputada por el solo hecho de creer. Nuestra justificación descansa pura y exclusivamente en el sacrificio de Cristo.
Romanos 8:33-34:
(33) ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
(34) ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
2 Corintios 5: 21:
(21) Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
Conclusión:
El desconocimiento de doctrinas fundamentales de la fe cristiana, el desconocer aspectos de la muerte de Cristo como la propiciación, el juicio sobre el viejo hombre que fue efectuado en la persona de nuestro sustituto, y la justificación irrevocable y definitiva lleva a que aquellos que han sido llamados a remontarse cual águilas a las cumbres de gloria, vivan como aves de corral tratando de ganar algo que Dios nos ha regalado que es la salvación.
Pero lo más grave de semejante descuido en el estudio de las escrituras por parte de quienes apacientan el rebaño del Señor, es que desconocer estas doctrinas deja la puerta abierta a todo un bagaje de falsas doctrinas como lo es la de las maldiciones generacionales.