Hola Tulip. Un gusto.
Si el regalo incondicional es un cambio de condición (conversión) para ser justificado, y semejante acto es realizado por Dios con esa intención, no hay otro desenlace sino la justificación de los receptores del regalo. Claro está, si con "cambio de condición" te refieres a la conversión.
No me refiero a la conversión sino a un cambio en el método de justificación.
Dejame darte un ejemplo.
Tomo un examen con 20 preguntas donde todas tienen 5 respuestas cada una con un sistema múltiple choice.
1. De que color es el huevo a) Rojo, b) Azul, c) Verde, d) Violeta, e)Marrón
2. ...
3. ...
Los alumnos terminan y los evalúo bajo el sistema de respuesta correcta donde apruebo a los que contestaron las 20 preguntas bien y repruebo a los que no.
Luego me encuentro con el rector y le digo que ningún alumno aprobó y que si quiere aprobar a alguno hay que tomar el examen de nuevo.
El rector que tiene poderes para saber el futuro me dice:
Ya hice correr el tiempo y se los tomé 2000 veces y no aprueba nunca ninguno. Y aunque lo haga para siempre no obtengo ningún otro resultado.
¿Y que hacemos le pregunto al rector?
Te voy a tomar el examen a vos y si aprobás te entrego a los alumnos y hace con ellos como quieras.
Yo me quedo satisfecho con tu examen.
Y entonces yo doy el examen y apruebo y el Rector me cede a los alumnos reprobados para hacer con ellos lo que quiero.
Cuando me estoy retirando de su presencia me pregunta: Me intriga saber que vas a hacer porque si no cambiás el sistema de evaluación no te va a aprobar nadie. Si ya lo se.
Y entonces reunió a los alumnos y les dijo que ninguno había aprobado pero que el había decidido revisar los exámenes y buscar un patrón de respuestas que le diera el mejor resultado y aprobaría a los que hubieran usado ese patrón.
El problema es que partes de dos malos entendidos, primero, pensar que alguna vez la salvación estuvo condicionada por obras, y luego, que ahora lo está por la fe.
Yo creo que la justificación siempre estuvo, y estará condicionada por obras.
Y que el Padre jamás justificó, ni justificará a nadie si no es por OBRAS.
Y por eso debió venir Cristo a ser justificado por OBRAS para con el Padre y así volverse MEDIADOR de un nuevo pacto aunque ya no por OBRAS sino por fe.
Con tu ejemplo pasa lo mismo, hay varios malos entendidos. Primero, la condición del hombre sin Dios no es semejante a un estudiante que reprueba un examen, sino más bien, a un siervo que traiciona a su Señor.
Okey. Un traidor.
El evangelio no es una segunda oportunidad para el hombre, porque eso significaría que Dios demerita su propia santidad en el primer juicio; el evangelio anuncia que otro pagó por nosotros.
No. Porque lo que demeritaría su santidad sería el perdón o la des depravación del hombre.
La santidad y justicia de Dios se confirman en que la depravación del hombre es irreversible.
Y donde "total" implica completitud o eternidad.
O sea MUERTE definitiva y sin solución.
De ahí que la solución pasa por una nueva creación no depravada y no por la reparación de la creación depravada.
Porque la JUSTICIA de Dios no puede transar con la depravación.
Dios NO puede tener relación alguna con la depravación.
Porque si solamente se tratara de segundas oportunidades, el hombre volvería a fallar en todas y cada una, porque su mente sigue estando reprobada, y porque el examen de Dios conservaría el mismo nivel de dificultad.
No. Porque la segunda oportunidad no se mide por obras donde el viejo hombre volvería a fallar siempre, sino por fe.
Y la segunda oportunidad ya no es frente al Padre sino frente al Hijo.
Porque aunque el nivel de dificultad del Padre siempre es el mismo, es el Hijo el que lo enfrenta y agrada al Padre como hombre no depravado. Luego es el Hijo el que hace un nuevo pacto con otras condiciones con los comprados por él.
Dios, aunque no nos guste, es Árbitro supremo, y sus dádivas son por gracia, nunca condicionadas.
Dios es JUSTO y SANTO y no puede dejar de serlo y esa JUSTICIA no negocia con la rebeldía.
Está condicionada SIEMPRE a la OBEDIENCIA.
Y tan condicionada está que Jesús tuvo que venir en carne como hombre y ser completamente OBEDIENTE para poder agradar esa justicia y santidad divina.
Y tan condicionada está que la mediación de Jesús es eterna.
El INJUSTO nunca se relaciona con Dios sino a través de Cristo.