Pensé que los conocías, por eso no los cité, pero con gusto te los comparto después.
La verdadera religión es ayudar a las viudas, a los huérfanos y mantenerse sin mancha en este mundo (Stgo 1:27)
La falsa religión, por lo tanto es ignorar a las viudas y a los huérfanos, y mancharse con las maldades de este mundo.
Bien has juzgado. Esa es la única religión que existe.
[...]
Así que primero tienes que saber qué es una "viuda" o un "huérfano". Cuando lo sepas, podrás identificarles... y ayudarles. ¿Y cómo podrás ayudarles sirviendo a un señor extraño, que no puede hacer de ti una viuda ni un huérfano (primer paso para identificar a una viuda o un huérfano) y que no puede mantenerte sin mancha en este mundo?
¿Entiendes algo de lo que te digo?
Por eso Jesús divide en el Juicio Final a quienes no alimentaron al hambriento (a la izquierda) de quienes que sí los alimentaron (a la derecha) (Mt 25:33-46). No los divide en arminianos y calvinistas, evangélicos y baha'is, pre-mileniales o post-mileniales, ni entre quienes bautizan por inmersión o por aspersión.
Exactamente. Bien juzgado de nuevo. Ahora te falta saber qué es un hambriento... y convertirte en uno. Y si nunca eres un hambriento de la comida imperecedera, jamás podrás alimentar a otro hambriento de la comida imperecedera. Y si no eres rociado por la sangre del que no perece, no podrás en modo alguno convertirte a un hambriento de la comida que no perece... y por ende no podrás alimentar a un hambriento de la comida que no perece.
Por eso Jesús establece como distintivo de sus verdaderos seguidores el amarse los unos a los otros (Jn 15:35), y no la doctrina de la encarnación, expiación, resurrección, arrebatamiento, predestinación, etc.
Por supuesto. Amarse unos a otros "en la unidad del Espíritu" y "en el vínculo de la paz" y "en un cuerpo" y "en un Espíritu"; "en un Señor, una fe, un bautismo", "en un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos." (Ef 4:3-6). No nueve dioses, como tu religión predica... (y falsificando a uno de ellos convirtiéndolo en "otro más") sino UNO.
Si no empiezas por el fundamento, es imposible llegar a la cima. Una persona que desprecia voluntariamente la sangre Cristo y habla de "amor" es como el cocinero que dice saber de "alta cocina" y desconoce lo que es la "sal" o una "sartén". Es un charlatán... un falso cocinero. Un bellaco mentiroso.
Por eso Pablo le da al amor preeminencia sobre el conocimiento, la profecía y la fe (1 Cor 13:2)
Exacto. Y preeminencia significa que está en la cima de la montaña, y que no se puede llegar allí sino a través de la falda de la montaña, empezando por la base. ¿O no has leído?:
1 Co 3:10-11:
Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica. Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.
Una casa tiene muchas partes, entre ellas el fundamento. Después vienen las paredes, los suelos, las distintas estancias: en largura, en anchura, en profundidad y en altura. No se puede llegar a la "preeminencia", que es el piso superior de la casa, sin atender a los cimientos.
Tú y yo, junto con @salmo51 y con @Ricardo devoraremos juntos la carne de la falsa religión. Los cuatro nos veremos al rostro, ya sea o en esta vida o en la otra, para darnos un abrazo y confirmar que somos hermanos e hijos del mismo Dios a quien, desde nuestras limitaciones, intentamos servir.
Puede ser que Ricardo devore los señoríos a pesar de su calvinismo recalcitrante. Lo que sí sé es que un "Bahai", a menos que se arrepienta, no va a acompañar a Ricardo.
Amor,
Ibero