DIOS EN SU SOBERANÍA, Y MISERICORDIA,
EJERCE SU PODER A TRAVÉS DE SU PALABRA
PARA SALVACIÓN DE LOS ELEGIDOS.
«Porque la palabra de la cruz
es locura a los que se pierden;
pero a los que se salvan,
esto es, a nosotros,
es poder de Dios.
Pues está escrito:
Destruiré la sabiduría de los sabios,
Y desecharé el entendimiento de los entendidos.
¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba?
¿Dónde está el disputador de este siglo?
¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo?
Pues ya que en la sabiduría de Dios,
el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría,
agradó a Dios salvar a los creyentes
por la locura de la predicación.
Porque los judíos piden señales,
y los griegos buscan sabiduría;
pero nosotros predicamos a Cristo crucificado,
para los judíos ciertamente tropezadero,
y para los gentiles locura;
mas para los llamados,
así judíos como griegos,
Cristo poder de Dios,
y sabiduría de Dios.
Porque lo insensato de Dios
es más sabio que los hombres,
y lo débil de Dios es más fuerte
que los hombres.
Pues mirad, hermanos,
vuestra vocación,
que no sois muchos sabios según la carne,
ni muchos poderosos,
ni muchos nobles;
sino que lo necio del mundo escogió Dios,
para avergonzar a los sabios;
y lo débil del mundo escogió Dios,
para avergonzar a lo fuerte;
y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios,
y lo que no es, para deshacer lo que es,
a fin de que nadie se jacte en su presencia.
Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús,
el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría,
justificación, santificación y redención;
para que, como está escrito:
El que se gloría, gloríese en el Señor.»
1 Corintios 1:18-31 RVR1960
«Bendito sea el Dios y Padre
de nuestro Señor Jesucristo,
que nos bendijo con toda bendición espiritual
en los lugares celestiales en Cristo,
según nos escogió en él
antes de la fundación del mundo,
para que fuésemos santos
y sin mancha delante de él,
en amor habiéndonos predestinado
para ser adoptados hijos suyos
por medio de Jesucristo,
según el puro afecto de su voluntad,
para alabanza de la gloria de su gracia,
con la cual nos hizo aceptos en el Amado,
en quien tenemos redención por su sangre,
el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,
que hizo sobreabundar para con nosotros
en toda sabiduría e inteligencia,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad,
según su beneplácito,
el cual se había propuesto en sí mismo,
de reunir todas las cosas en Cristo,
en la dispensación del cumplimiento de los tiempos,
así las que están en los cielos,
como las que están en la tierra.
En él asimismo tuvimos herencia,
habiendo sido predestinados
conforme al propósito
del que hace todas las cosas
según el designio de su voluntad,
a fin de que seamos para alabanza de su gloria,
nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo.
En él también vosotros,
habiendo oído la palabra de verdad,
el evangelio de vuestra salvación,
y habiendo creído en él,
fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,
que es las arras de nuestra herencia
hasta la redención de la posesión adquirida,
para alabanza de su gloria.»
Efesios 1:3-14 RVR1960
«Los gentiles, oyendo esto, se regocijaban
y glorificaban la palabra del Señor,
y creyeron todos los que estaban ordenados
para vida eterna.»
Hechos 13:48 RVR1960
«Cuando ella estaba a punto de dar a luz mellizos,
y antes de que estos hicieran algo bueno o malo,
Dios le dijo: «Esaú, el mayor,
servirá a Jacob, el menor».
Como dicen las Escrituras:
«Amé a Jacob y aborrecí a Esaú».
Así confirmó Dios su propósito
de elegir a quien él quiere llamar,
sin tomar en cuenta
lo que la persona haya hecho.
Ante todo esto, ¿qué podemos decir?
¿Es Dios injusto? ¡Claro que no!
Es un hecho que Dios le dijo a Moisés:
«Tendré misericordia de quien yo quiera,
y de quien yo quiera me apiadaré».»
Romanos 9:11-15 NBV
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TODA LA GLORIA A DIOS