¡Sin embargo continúan con las mismas directrices del papado sin desviarse un ápice!
Las divergencias o discrepancias entre ustedes no se debe a la mayor o menos comprensión, sino a que todos y cada uno busca su propia gloria.
Pasando por alto así, el invaluable consejo del apóstol a la naciones Pablo.
1Corintios 1: 10.
"Os ruego, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos os pongáis de acuerdo, y que no haya divisiones entre vosotros, sino que estéis enteramente unidos en un mismo sentir y en un mismo parecer".