En la versión Reina-Valera 1995, Edición de Estudio, de donde casi siempre cito:
Hebreos 2:5 Dios no sujetó a los ángeles el mundo venidero, acerca del cual estamos hablando. 6 Al contrario, alguien testificó en cierto lugar, diciendo:
«¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él,
el ser humano para que lo visites?
7 Lo hiciste un poco menor que los ángeles,
lo coronaste de gloria y de honra
y lo pusiste sobre las obras de tus manos.
8 Todo lo sujetaste bajo sus pies».
En cuanto le sujetó todas las cosas, nada dejó que no le sea sujeto, aunque todavía no vemos que todas las cosas le sean sujetas. 9 Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios experimentara la muerte por todos.
Hebreos 5:7 Y Cristo, en los días de su vida terrena, ofreció ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que lo podía librar de la muerte, y fue oído a causa de su temor reverente. 8 Y, aunque era Hijo, a través del sufrimiento aprendió lo que es la obediencia; 9 y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que lo obedecen, 10 y fue declarado por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec.
¿Acaso no dice lo mismo que todas las Biblias? Cuando Jesús fue humano era inferior incluso que los ángeles. En ese tiempo tuvo que sufrir en la carne para aprender la obediencia, y su temor reverente a quien podía salvarlo de la muerte le facilitó la salvación y el ensalzamiento que le dió Dios.
Si no le gustan los pasajes, tendrá que aceptarlos, porque en todas las Biblias leerá lo mismo. Y no los podrán borrar de ahí. Tienen que ajustarse a la verdad y dejar de mentirse a sí mismos. Nunca hubo tal cosa como un hombre-Dios.