Por definición en ese verso " a otro no daré mi gloria" es= "presencia" o = " todo lo que cause honor y grandeza". Solamente el Padre o el Hijo, son dignos de gloria.
Por el testimonio de la palabra y de los que le vieron, vemos que Cristo rindió gloria al Padre y viceversa. Los apóstoles podían testificar: "vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre".
Sus discípulos creían estar caminando y viviendo con "un gran profeta" a la altura de Moisés o Elías, pero después de la visión en el monte de la transfiguración, se dieron cuenta de su dicho:
"uno mayor que el templo está aquí" Mt. 12:6
Y en su templo, ya sea físico o espiritual (la iglesia) TODO proclama su gloria. Sal 29:9 Todo lo que él es, su honor y grandeza, "Yo Soy la Puerta" "Yo Soy la fuente" "Yo Soy la luz verdadera" "Yo Soy el Pan vivo" etc, aparte de que él es misericordioso, perdonador, todo amor, justicia, bondad, mansedumbre, humildad, siervo, etc. Y por eso agregamos gloria en la alabanza, porque asi nos lo pide. "cantad la gloria de su nombre, poned gloria en su alabanza" Sal 66:2
Y en más de una ocasión, no pudieron ministrar los sacerdotes, porque la Gloria del Señor había llenado el templo. Su presencia. Dios mismo. Nadie puede estar de pie delante de él, cuando manifiesta toda su gloria y esplendor, caen como muertos, como así testificó Juan en Apoc 1
¡¡¡Por eso es que damos gloria a Dios y al cordero!!!