Respuesta a Mensaje # 64:
Antes que nada mis disculpas por mi tardanza en responderte, pues estuve la mayor parte del día fuera de casa.
1 – Lamento que no acordaras con mi observación, ya que creo no pasa de ser algo de simple lógica: tanto que en la presentación de Juan en el NT no conociera otro idioma que el arameo (Mt 4:21), como que al tiempo de recibir la revelación de Jesucristo en la isla de Patmos (Ap 1:10,11), ya conociera bien el hebreo y probablemente también el griego.
2 – En primer lugar debo decirte, que no conviene calificar al apóstol Juan de “analfabeto idiota” porque ciertamente que no lo era. Que el selecto grupo del Sanedrín tuviera por tales a estos galileos -pescadores de oficio-, es natural, pero no podemos adherirnos nosotros a su miopía. Incluso ellos veían mejor que tú, pues les reconocían que habían estado con Jesús, y eso hace la diferencia. Más de tres años de convivir con el Señor Jesús es mucho más que un bachillerato en teología y un doctorado en Sagrada Escritura. Me dirás: -¿Dónde dice que Jesús les enseñara hebreo? No puedo siquiera insinuar que lo hiciera, pero tampoco puedo negar tal eventualidad. Además, es de todos modos inconveniente usar la palabra “idiota”, ya que aunque es una transliteración de la forma griega IDIOTES, no significa lo que el desprevenido lector se imagina. Actualmente, al menos en mi país tal palabra se usa a modo de insulto, y en medicina se asocia a “idiocia”: “Trastorno caracterizado por una deficiencia muy profunda de las facultades mentales, congénita o adquirida en las primeras edades de la vida”. No es este el caso en Hch 4:13, donde el término griego describía personas vulgares, rústicas e ignorantes, pero no escasas de cacumen. Si vemos las otras ocasiones en que aparece el vocablo IDIOTES en el NT más fácilmente lo entendemos:
1Co 14:16: “simple oyente” o “mero particular”, un amateur en contraste con un experto.
v.23, 24: “indoctos”.
2Co 11:6: “tosco”, “rudo”, “rústico” (diferentes versiones).
3 – Existían en Jerusalem escuelas rabínicas, no en la forma de un gran edificio de imponente fachada como en los EEUU., sino que giraban en torno a un reconocido maestro, como fue el caso de Saulo de Tarso con Gamaliel (Hch 22:3). Hubo un paréntesis propicio para que los apóstoles (y Juan entre ellos) se procuraran una mejor instrucción, sin descuidar su ministerio: “Entonces las iglesias tenían paz por toda Judea, Galilea y Samaria; eran edificadas, andando en el temor del Señor, y se acrecentaban fortalecidas por el Espíritu Santo” (Hch 9:31). Yo no sugerí que Juan aprendiera hebreo ya nonagenario, sino apenas veinteañero. Además, lo único cierto es que cuanto más niño se es más fácilmente se aprende otra lengua; lo que no quiere decir que de joven, adulto o anciano no se consiga. Yo me inicié en el griego recién a los 30 años, en el hebreo a los 35 y en el mandarín a los 40. Actualmente quiero aprender árabe. Pedí permiso a mis neuronas, y consintieron. Nunca es tarde para aprender. Ahora, si yo pude estudiar hebreo tan lejos de Israel y del contacto con personas para practicarlo, ¿qué inconveniente podría tener Juan para que lo admitieran en la Academia de Lengua Hebrea en Jerusalem? Hablando en serio, entre los muchos sacerdotes que obedecían a la fe (Hch 6:7) Juan podía hallar un profesor idóneo; no precisaba más. Además, no podemos olvidar lo que ocurrió en aquel Pentecostés con el asunto de las lenguas. No podemos descartar que los apóstoles recibieran la capacidad de hablar idiomas no aprendidos y que les fueran útiles en las regiones a evangelizar (Hch 2:8). En cuanto al hebreo, era esencial para los apóstoles, ya que acostumbrados a ir primero a las comunidades judías de la diáspora, debían convencerles por las Escrituras que Jesús era el Mesías prometido. No poder leer de los rollos en las sinagogas que visitaban hubiera sido un serio inconveniente.
4 – No dice Lucas que el comandante romano se sorprendiera de que Pablo supiera hebreo sino griego (Hch 21:37). Que tres o cuatro versiones modernas digan que Pablo habló al pueblo en aramaico en lugar de “lengua hebrea” o “dialecto hebreo” como dice la mayoría, no le hace. Aunque el hebreo era un idioma diferente al arameo, también lo es el portugués y el italiano con respecto al español. Sin embargo, en las entrevistas a gobernantes y políticos que nos visitan no se usa de traductor, ya que ellos, los periodistas y el pueblo entienden lo que se habla (por lo menos en Uruguay). Si el latín como “lengua muerta” subsistió por siglos hasta hoy, ¿por qué no subsistiría todavía el hebreo como lengua viva al final del primer siglo?
5 – Si pones en un platillo de la balanza tu conjetura y en el otro la mía, verás que el mayor peso como mera conjetura se inclina con la tuya.
6 – El anciano que escucha la voz del Señor Jesús en Ap 1 es el mismo que de jovenzuelo recostaba su cabeza sobre el pecho del Señor en la última cena. Si Él quiso hablarle al “discípulo amado” en hebreo o arameo nada se lo podía impedir. Que Juan mismo de su puño y letra escribiera el libro en griego o lo dictara a un traductor, no tiene relevancia. Yo no aseguro nada; pero digo, que lo presentado por Kungens Ester y avalado por Davidben me resulta verosímil; en cambio tu posición la hallo falta de viabilidad.