Re: 3 Preguntas a los Testigos de Jehova
No hay equivocación amigo.
13 Pero el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí, Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y me quedé allí con los reyes de Persia. 14 Y he venido para hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los últimos días, porque la visión es aún para muchos días.
15 Y mientras hablaba conmigo estas palabras, volví mi rostro a tierra y enmudecí.
Aquí quien está hablando el el arcangel Gabriel.
Lucas 1:18-22
18 Y Zacarías dijo al ángel: ¿Cómo sabré esto? Porque yo ya soy viejo, y mi esposa es de edad avanzada.
19 Y respondiendo el ángel le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios; y he sido enviado a hablarte y a darte estas buenas nuevas.
20 Y he aquí, quedarás mudo y no podrás hablar, hasta el día en que esto se haga, por cuanto no has creído mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo.
21 Y el pueblo estaba esperando a Zacarías y se extrañaba de que él se tardara tanto en el templo.
22 Y cuando salió, no les podía hablar; y entonces comprendieron que había visto una visión en el templo; y él les hablaba por señas, y permaneció mudo.
çDan 10:1 En el tercer año de Ciro el rey de Persia un asunto fue revelado a Daniel, a quien se llamó por nombre Beltsasar; y el asunto era verdadero, y había un gran servicio militar. Y él entendió el asunto, y tuvo entendimiento en la cosa vista.
Dan 10:2 En aquellos días sucedió que yo mismo, Daniel, estuve de duelo por tres semanas completas.
Dan 10:3 Pan exquisito no comí, y ni carne ni vino entraron en mi boca, y de ninguna manera me unté aceite hasta completadas las tres semanas enteras.
Dan 10:4 Y en el día veinticuatro del primer mes, mientras sucedía que yo mismo estaba en la ribera del gran río, es decir, Hidequel,
Dan 10:5 también procedí a levantar los ojos y ver, y aquí estaba cierto hombre vestido de lino, con sus caderas ceñidas con oro de Ufaz.
Dan 10:6 Y su cuerpo era como crisólito, y su rostro como la apariencia del relámpago, y sus ojos como antorchas de fuego, y sus brazos y el lugar de sus pies eran como la vista de cobre bruñido, y el sonido de sus palabras era como el sonido de una muchedumbre.
Dan 10:7 Y yo vi, yo Daniel por mí mismo, el aparecimiento; pero en cuanto a los hombres que se hallaban conmigo, no vieron el aparecimiento. No obstante, hubo un gran temblor que cayó sobre ellos, de modo que se pusieron a correr y esconderse.
Dan 10:8 Y a mí... a mí se me dejó solo, de modo que vi este gran aparecimiento. Y no quedó en mí ningún poder, y mi propia dignidad llegó a cambiarse sobre mí hasta arruinamiento, y no retuve ningún poder.
Dan 10:9 Y empecé a oír el sonido de sus palabras; y al oír el sonido de sus palabras, sucedió que también me hallé profundamente dormido sobre mi rostro, rostro a tierra.
Dan 10:10 Y, ¡mire!, hubo una mano que me tocó, y gradualmente me agitó para [que me pusiera] sobre las rodillas y las palmas de las manos. (A Juan lo tocó con su mano despues que cayó - Apo. 1:17)
Dan 10:11 Y procedió a decirme: “Oh Daniel, hombre muy deseable, ten entendimiento en las palabras que te hablo, y ponte de pie donde estabas parado, porque ahora he sido enviado a ti”. Y cuando él habló conmigo esta palabra, sí me puse de pie, retemblando.
Dan 10:12 Y pasó a decirme: “No tengas miedo, oh Daniel, porque desde el primer día que diste tu corazón a entender y a humillarte delante de tu Dios tus palabras han sido oídas, y yo mismo he venido a causa de tus palabras.
Dan 10:13 Pero el príncipe de la región real de Persia estuvo plantado en oposición a mí por veintiún días, y, ¡mira!, Miguel, uno de los príncipes prominentes, vino a ayudarme; y yo, por mi parte, permanecí allí al lado de los reyes de Persia.
Mas bien, se ve que q la criatura divina era Miguel; y el que le hablo a Daniel, un angel de menor rango. O, ¿acaso crees que Jesus necesite de la ayuda de Miguel?
Dan 10:14 Y he venido a hacer que disciernas lo que acaecerá a tu pueblo en la parte final de los días, porque es una visión todavía para los días [venideros]”.
Dan 10:15 Ahora bien, cuando me habló palabras como estas, yo me había puesto rostro a tierra y había enmudecido.
Dan 10:16 Y, ¡mire!, uno parecido a la semejanza de los hijos de la humanidad estaba tocando mis labios, y empecé a abrir la boca y hablar y decir al que estaba de pie enfrente de mí: “Oh mi señor, debido al aparecimiento mis convulsiones fueron vueltas dentro de mí, y no retuve ningún poder.
Dan 10:17 Así que, ¿cómo podría el siervo de este mi señor hablar con este mi señor? Y en cuanto a mí, hasta ahora no siguió subsistiendo en mí ningún poder, y ningún aliento en absoluto quedó en mí”.
Dan 10:18 Y aquel como la apariencia de un hombre terrestre procedió a tocarme de nuevo y a fortalecerme.
Dan 10:19 Entonces dijo: “No tengas miedo, oh hombre muy deseable. Ten paz. Sé fuerte, sí, sé fuerte”. Y tan pronto como habló conmigo ejercí mi fuerza y finalmente dije: “Hable mi señor, porque me has fortalecido”.
Dan 10:20 Así que pasó a decir: “¿Sabes realmente por qué he venido a ti? Y ahora regresaré a pelear con el príncipe de Persia. Cuando yo vaya saliendo, ¡mira!, también el príncipe de Grecia viene.
Dan 10:21 No obstante, te informaré las cosas apuntadas en la escritura de la verdad, y no hay nadie que resulte fuerte conmigo en estas [cosas] sino Miguel, el príncipe de ustedes.
Dale una ojeada mas tranquila al contexto. La proxima no te equivoques, Moroni.
No hay equivocación amigo.
13 Pero el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí, Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y me quedé allí con los reyes de Persia. 14 Y he venido para hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los últimos días, porque la visión es aún para muchos días.
15 Y mientras hablaba conmigo estas palabras, volví mi rostro a tierra y enmudecí.
Aquí quien está hablando el el arcangel Gabriel.
Lucas 1:18-22
18 Y Zacarías dijo al ángel: ¿Cómo sabré esto? Porque yo ya soy viejo, y mi esposa es de edad avanzada.
19 Y respondiendo el ángel le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios; y he sido enviado a hablarte y a darte estas buenas nuevas.
20 Y he aquí, quedarás mudo y no podrás hablar, hasta el día en que esto se haga, por cuanto no has creído mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo.
21 Y el pueblo estaba esperando a Zacarías y se extrañaba de que él se tardara tanto en el templo.
22 Y cuando salió, no les podía hablar; y entonces comprendieron que había visto una visión en el templo; y él les hablaba por señas, y permaneció mudo.