La ley del Sinaí, promulgo sacrificios y rituales, la tora escrita en el corazón del creyente, no anula lo que Dios espera de el creyente.
Desde el principio estuvo en los planes de Dios el transformar el limitado y temporal pacto que hubiera hecho con el pueblo de Israel—el cual abundaba en rituales, sacrificios y simbolismos—para llevarlos a un pacto de compromiso por medio de un sacrificio permanente el cual fue diseñado para toda la raza humana, y no inclusivo de el pueblo de Israel.
El Nuevo pacto contiene un sin fin de promesas que son obtenidas a través de un solo compromiso, lo que es mas, el que se compromete contigo es Dios a través de su hijo Jesucristo. El es la salvación del todo hombre. Por la ley, Dios da a conocer al hombre las diferentes claves y aspectos de su plan para nuestra redención de la esclavitud al pecado. Dios a determinado a través de este nuevo pacto dar a todo ser humano la oportunidad de la salvación y tener un lugar en la familia de la fe como hijos apartados del pecado para servicio divino. Desde el principio, Dios nunca ha vacilado en su compromiso desde la creación.
Juan nos dice:
Juan 1:11-18
A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas á todos los que le recibieron, dióles potestad de ser hechos hijos de Dios, á los que creen en su nombre: Los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, mas de Dios.
Pablo Agrega:
Efesiso 1:7-10
En el cual tenemos redención por su sangre, la remisión de pecados por las riquezas de su gracia, Que sobreabundó en nosotros en toda sabiduría é inteligencia; Descubriéndonos el misterio de su voluntad, según su beneplácito, que se había propuesto en sí mismo, De reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra:
Es por eso que tenemos un Nuevo y mejor pacto, el que nos ofrece superiores promesas relacionadas con la vida eterna, que no estaba incluida en el pacto del Sinaí. Dios escogió no hacer esas promesas—particularmente la del perdón y el regales del Espíritu Santo—alcanzables para nadie hasta después que Jesús fuera crucificado y posteriormente resucitado con poder y gran Gloria.
El objetivo clave de esas mejores promesas era desatar el proceso de transformación de todo aquel que responda favorablemente al llamado que Dios hace al arrepentimiento y la aceptación de su unigénito hijo Jesucristo como el redentor de su vida.
Comparando ambos pactos
Como distinción primaria entre el antiguo y el Nuevo pacto es que en el uno, su ley fue escrita y en el otro su voluntad fue definida.
Jeremías 31:31-34
En aquellos días no dirán más: Los padres comieron las uvas agraces, y los dientes de los hijos tienen la dentera. Sino que cada cual morirá por su maldad; los dientes de todo hombre que comiere las uvas agraces, tendrán la dentera. He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Jacob y la casa de Judá: No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, bien que fuí yo un marido para ellos, dice Jehová: Mas éste es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en sus entrañas, y escribiré la en sus corazones; y seré yo á ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y no enseñará más ninguno á su prójimo, ni ninguno á su hermano, diciendo: Conoce á Jehová: porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová: porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.
Compare a Ezequiel 36:26-28
Y os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi espíritu, y haré que andéis en mis mandamientos, y guardéis mis estatutos, y los pongáis por obra.
Y habitaréis en la tierra que dí á vuestros padres; y vosotros me seréis por pueblo, y yo seré á vosotros por Dios.
Bajo el Nuevo pacto, la intención de la ley será inscrita en el Corazón de todo aquel que sea convertido al recibir el Espíritu Santo. Esto requiere un cambio en la ley en referencia a quien toma el lugar de el sumo sacerdocio oficiando asistencia para obedecer a Dios de corazón (Hebreos 7:12-14)
El enfoque entonces es puesto en el sentir un arrepentimiento que nace en el Corazón, el cual nos lleva al perdón de pecado por la fe en el sacrificio de Jesucristo. También se nos dice ahora, que no nos conformemos a este mundo, sino que seamos transformados por la renovación de nuestro entendimiento. (Romanos 12:2)—con la ayuda espiritual ya suplida por Dios mismo.
Los rituales y los sacrificios del pacto de Sinaí, solo le recordaban a la gente su culpa y su necesidad de redención. Tales rituales y sacrificios son inútiles para cancelar el pecado (Hebreos 10:4) Sin embargo bajo el Nuevo pacto, Jesucristo quita el pecado permanentemente de aquellos que se arrepienten cuya deuda queda cancelada.
De una forma significativa, primero tuvo que haberse puesto a la disposición de los recipientes del pacto del Sinaí—los descendientes físicos de Abraham—todos estos apóstoles, incluyendo Pablo, cumplían con estos requisitos. Lea las escrituras en el libro de los Hechos y los Romanos para que compruebe que Pablo, primero se dirigió a los Judíos y después a los gentiles. Pedro explico el porque se le daba la oportunidad primo a los Judíos de aceptar a Jesús como su salvador. (Hechos 3:24-26 compárelo con Ezequiel 16:60, 62-63)
Hechos 24-26 Y todos los profetas desde Samuel y en adelante, todos los que han hablado, han anunciado estos días. Vosotros sois los hijos de los profetas, y del pacto que Dios concertó con nuestros padres, diciendo á Abraham: Y en tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra. A vosotros primeramente, Dios, habiendo levantado á su Hijo, le envió para que os bendijese, á fin de que cada uno se convierta de su maldad.
Eze 16:60-63 Antes yo tendré memoria de mi pacto que concerté contigo en los días de tu mocedad, y te confirmaré un pacto sempiterno. Y acordarte has de tus caminos y te avergonzarás, cuando recibirás á tus hermanas, las mayores que tú con las menores que tú, las cuales yo te daré por hijas, mas no por tu pacto. Y confirmaré mi pacto contigo, y sabrás que yo soy Jehová; Para que te acuerdes, y te avergüences, y nunca más abras la boca á causa de tu vergüenza, cuando me aplacare para contigo de todo lo que hiciste, dice el Señor Jehová.
He aquí la provisión permanente por el sacrificio de Jesús—primero para los Judíos, y después para los gentiles) tan legítima reconciliación con Dios mediante Cristo, que abre la puerta del Corazón para que las leyes de Dios sean escritas en el por el Espíritu Santo, esto es el fundamento del nuevo, y mejor pacto.
Hechos 2:38
Y Pedro les dice: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
Romanos 6:3-4
¿Pues qué si algunos de ellos han sido incrédulos? ¿la incredulidad de ellos habrá hecho vana la verdad de Dios? En ninguna manera; antes bien sea Dios verdadero, más todo hombre mentiroso; como está escrito: Para que seas justificado en tus dichos, Y venzas cuando de ti se juzgare. [/SIZE]Pregunto: ¿Cuáles Leyes se escribieron en nuestros corazones al recibir a Jesús como redentor?
