LA LEY ESTA ABOLIDA PARA EL QUE ESTA EN CRISTO

3 Marzo 2003
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Hay un epígrafe abierto desde hace 7 años con este asunto, pero persiste el debate de un lado porque el activismo adventista sigue sembrando confusión y, por otra, porque existe una gran falta de conocimiento en el pueblo cristiano sobre los contenidos de la doctrina de la salvación. No porque sean díficiles de entender, sino porque la meditación y el estudio constante de las Sagradas Escrituras no es hoy en día un valor que cotice muy alto entre el pueblo que se dice creyente.

Pero hay una herrramienta que ayuda a comprender, en forma de un precioso y preciso libro, no muy extenso, que está gratuitamente al alcance de todos, pues se puede encontrar en muchos portales de Internet, titulado: El cristiano y la ley, del pastor Domingo Fernández Suarez que explica de modo precioso y sencillo de comprender toda esta materia. Recomiendo que lo bajéis de la sección de biblioteca de www.jeitoledo.com porque he añadido a final una biografía del autor que no consta incluida en otras ediciones.

La pretensión adventista de que ellos son salvos por la fe, sin la ley, pero que ahora guardan la ley con la ayuda del Espíritu, y se refieren al decálogo, es absolutamente falsa, por dos razones: La primera porque el Espíritu Santo no tiene encomendada la obra de que el Cristiano guarde la ley, sino de trabajar en la obra de la santificación, que tiene otra perspectiva y otros contenidos. Y es falsa en segundo lugar, porque como dice Santiago, basta con tropezar en un punto, para hacerse culpable de toda la ley.

Así pues, la ley declara culpable a todo aquel que no la ha cumplido escrupulosamente en todos sus puntos y durante toda su vida, y le declara transgresor. Así que el confía en que será salvo porque además de que Cristo murió por él, el ha contribuido guardando la ley, se cae de la gracia y la obra de Cristo no le aprovecha para nada. Cuando un adventista afirma que él está cumpliendo la ley con la ayuda del Espíritu Santo, está mintiendo. Ah, y cuando dicen que guarda el sábado, como estaba establecido en la ley, también mienten. Mienten como mentían los contemporáneos de Jesús. Ni siquiera hacía falta ponerlos en situación, simplemente diciendoles como se apurarían a sacar la oveja del pozo si cayera en sábado, para que ellos ya sintiesen el peso de la acusación. Así que no hace falta preguntarles que harían si se pusiera su hijo enfermo ó tiene un accidente un sábado. Basta ver como se aprovechan de los servicios de luz, agua, teléfono, energía, semáforos, transporte, policía, sanidad, etc. que mantienen en operación unas personas que trabajan los sábados y a los que hipocritamente luego condenan por ello, diciendo que tienen la señal de la bestia.

Pero semejante visión es la de los católicos romanos que a la fe quieren añadir las obras del cumplimiento de lo que llaman "la ley de Dios" y los "mandamientos de la santa madre iglesia". Y era la misma que los judaizantes del siglo I, cuando enseñaban que "para ser salvos hay que creer en Cristo y guardar la ley" (Hech. 15:1, 5).

Pero al tema. Voy a reproducir los capítulos que Domingo Fernández titula: La ley abolida para el cristiano y Nuestra Ley.
LA LEY ABOLIDA PARA EL CRISTIANO CONVERTIDO

Esto de “la ley abolida” suena muy sospechoso en los oídos aun de muchos que no son adventistas. Sin embargo, esto es el corazón de toda la discusión. Si la ley está en vigor, los adventistas están en lo cierto, y los que los combaten están equivocados, porque “la ley dice...”, y el adventista pretende ó procura hacer, mientras que si la ley dice y el evangélico no hace ó procura hacer nada, ¿cómo será justificado? Si no pudiera demostrar que la ley está abolida para mí, entonces voy a empezar a guardar el sábado y los demás detalles, porque en la ley está mandado que se guarden.

Yo sé que los principios morales de Dios no cambian, ni se abrogan, pero estos principios de la moral Divina, no fueron patrimonio exclusivo del pueblo judío. El privilegio del pueblo judío fue que Dios les dio una ley donde estos principios estaban escritos, pero el resto de los pueblos de la tierra tenían estos elementos de moral grabados en la conciencia, desde la creación. Los gentiles no tenían ley escrita en tablas ó en pergaminos, pero Pablo afirmó que la tenían escrita en sus corazones. (Véase Romanos 2:14,15).

El conocido comentador G. H. Lacy, está en lo cierto cuando dice: “La substancia de la parte moral de la ley de Dios, ha estado en vigor desde la eternidad, y sus obligaciones siempre pesaban en la vida de los hombres aun cuando no tuviesen todavía la forma de esta ley dada en el Sinaí. El niño tiene obligaciones respecto a sus padres, aun antes de estar instruido en ellas. Así la ley moral dada en el Sinaí, fue instrucción dada a Israel en cuanto a sus obligaciones que siempre habían existido. La ley es susceptible de cambio, modificación ó abolición; pero sólo por el legislador, Dios”. Y más adelante, páginas 70 y 71, añade: “En la muerte de Cristo murió la letra de la ley, siendo cumplida y abolida. La substancia (moral) de ella se expresó no en tablas de piedra que se podían romper, sino que espiritualmente queda escrita en los corazones de los de la fe. Estas nuevas tablas están para siempre seguras en poder de Cristo”.

Entonces los que quieren estar debajo de la letra de la ley escrita en tablas de piedra, no están en Cristo, no pueden estarlo”. Esta es la opinión del Dr. Lacy acerca de la ley.

Dice Juan C. Varetto en su libro “Refutación del Adventismo”, página 90: “La ley moral es aquella que Dios ha escrito en el corazón de cada hombre, pero en esta ley no está escrito que se debe descansar la séptima parte del tiempo, ni mucho menos que esa parte tenga que ser necesariamente el sábado”.

El salvaje que roba o mata siente que su conciencia le acusa de haber hecho mal, aunque nada sabe del Decálogo. ¿Por qué? Simplemente porque el Creador ha grabado en lo más íntimo de su ser los mandamientos que dicen: No matarás, no codiciarás. Son preceptos morales que los conoce por la luz de la conciencia sin que nadie se los haya enseñado. Pero jamás la paz de un salvaje ha sido perturbada por no guardar el sábado. Este asunto no ocasiona conflictos de conciencia sino entre judíos y sabatistas. De ahí se deduce que la ley sabática no es de carácter moral, sino religioso y ceremonial”.

En la página 47, dice Varetto: “Una larga experiencia ha venido a demostrarme que la abolición de la ley es el punto que más debemos conocer si queremos luchar eficazmente contra las especulaciones de los enemigos de la doctrina de la gracia. Este terreno no lo debemos abandonar bajo ningún concepto, pues el éxito final de la discusión estará siempre relacionado con la fuerza desplegada al exponer esta consoladora doctrina. Todo depende de este punto. Allí debe empezar y allí debe terminar. Salir a otro campo es sólo perder el tiempo. Si la ley está en vigencia, los adventistas tienen razón; en cambio, si como sostenemos, el decálogo no forma parte del Nuevo Pacto, los adventistas están vencidos en toda línea. Aparecen como enemigos de la cruz de Cristo y cae sobre ellos el anatema pronunciado sobre los que causan trastornos contra la sana doctrina”.

Estoy plenamente identificado con esta opinión de Varetto y considero que todo aquel que no lo esté, no puede ni debe combatir a los adventistas por el hecho de que guarden el sábado ó no quieran comer determinadas clases de carne. Ahora bien, si es una cuestión de vida ó muerte el sostenerse en el punto que Varetto señala, no menos importante es que para sostenernos allí, empleemos los mismos argumentos que Pablo empleó, en su tiempo, contra los judaizantes. La epístola a los Gálatas, desde el principio al fin, es el razonamiento encaminado a dilucidar y aclarar el principio, la finalidad y el alcance de la ley y su relación con la gracia. Después de Gálatas está Romanos, donde el asunto de la ley y la gracia son tratados ampliamente.

Vamos a entrar ahora en el corazón del argumento. Dios hizo un pacto con Abrahám y el pacto comprendía UNA promesa. ¿Cuál era ésta? Que en la simiente de Abrahám serían benditas (dichosas, felices) todas las naciones de la tierra. ¿Y cómo recibirían esa bendición, por la fe ó por las obras? La respuesta que da Pablo es que sería por la fe. ¿A qué simiente se refería la promesa de Dios?: A CRISTO (Gálatas 3:16) “Y a tu simiente la cual es Cristo”. El estudiante de la Palabra de Dios debe tener en cuenta que ésta era una promesa hecha por Dios, y basada en la soberanía de su infinita misericordia; no había mediador alguno aquí, porque la promesa no encerraba ninguna condición a la cual ambas partes debían sentirse obligados a cumplir. Aquí Dios promete y el hombre, miserable e indigno recibe. Dios le promete bendecirlo en Cristo, y es Dios quien lo promete y quien lo hará.

Pero ahora dice Pablo, y lo basa en el Antiguo Testamento, que 430 años después de esta promesa dada por Dios a Abrahám, Dios dio el pacto de la ley. (Gálatas 3:17). Pero este pacto no descansaba en la gracia soberana de Dios, sino que había aquí dos partes, y dos partes que estaban en desacuerdo, por lo cual fue necesario UN MEDIADOR (un árbitro), (Gálatas 3:19-29) que fue Moisés.

Este pacto estaba condicionado: Dios lo proponía con las bendiciones y maldiciones inherentes y el pueblo se comprometía a cumplirlo, como bien dice Carroll: “Cada día, cada semana, cada mes, cada año y así repetidas veces”. ¿Cuál fue el resultado? Que Dios cumplió con su parte, pero el pueblo no. El pueblo violó y traspasó el pacto de la ley porque no cumplió con su parte. De esta manera demuestra Pablo en su razonamiento lo frágil del pacto de la ley y lo indisoluble del pacto de la gracia, donde propiamente no había sino una parte, “que era Dios quien por gracia promete libremente”.

Y ahora viene esta muy lógica pregunta de Pablo: ¿De qué, pues, sirve la ley? O en otras palabras: ¿Cuál fue entonces el propósito de Dios al dar la ley? ¿Qué relación guardaba el pacto de la ley con el pacto de la gracia? He aquí el quid de la cuestión. Pero el mismo Pablo responde a esto: La ley fue puesta 430 años después de hechas las promesas, “por causa de las rebeliones”. ¿Con carácter temporal ó eterno? Con carácter puramente temporal. ¿Hasta cuando? “Hasta que viniese la simiente” en quien descansaba la promesa. ¿Quién era esta simiente? Cristo.

Luego, la ley tuvo su principio, y fue 430 años después de las promesas hechas a Abrahám, y en los propósitos de Dios estaba que no sería con carácter permanente sino “hasta que Cristo viniese”. Y la causa que motivó que Dios diese el pacto de la ley, fueron las continuas rebeliones del pueblo de Israel. Y aquí hay otro contraste digno de mención. La promesa dada a Abrahám, incluía una bendición para todas las naciones de la tierra. “Mientras que la ley aunque era con las simientes de Abrahám, según la carne, no tenía que ver sino con una nación”. (palabras de Carroll).

Y aquí cito nuevamente a Carroll en su comentario acerca de los Gálatas, que considero inmejorable, el cual dice así: “El pacto de la ley fue temporal; no había de durar, como dice el texto, sino hasta que viniese la semiente prometida. Fue transitorio”. El pacto de la ley, por ser inferior (al de la gracia), fue dado por la disposición de ángeles. Fue subsidiario. Ya que uso la palabra subsidiario, mostraré lo que quiero decir. Nuestro texto dice que el pacto de la ley, 430 años después de la promesa, fue añadido. ¿Qué significa añadido? Pues que fue añadido a “algo” que existía antes. ¿Qué fue lo que antes existió? El pacto de la gracia y la promesa del pacto. El pacto de la ley no vino para anular lo que le precedió, sino que vino para serle subsidiario”, para servir de ayuda, de siervo.

Comentando el mismo versículo (Gálatas 3:19) dice el doctor E. Lund; “Fue puesto por causa de las rebeliones: Mejor, “fue añadido por causa de las transgresiones”. ¿Añadido a qué? Como un apéndice temporal al pacto de la gracia establecido (antes) con Abrahám”. “El objeto de la ley no es el de prevenir el pecado, sino el de descubrir el pecado”. El objeto de la ley es condenar y no el de dar vida. “Si la ley dada pudiera vivificar, la justicia sería verdaderamente por la ley”. Pero la ley no podía dar vida. La ley entonces fue como un paréntesis, en el tiempo entre Abrahám y Cristo. Su verdadera misión fue y es convencer al hombre de que es pecador y que impotente para salvarse por sí. Por eso afirma Pablo: “Antes que viniese la fe, estábamos guardados bajo la ley, encerrados”. Y en Romanos 7:6, dice: “Estábamos detenidos”. Así que la verdadera misión de la ley fue y es convencer al hombre de sus pecados, de la imposibilidad en que se halla de salvarse a sí mismo y guiarlo a Cristo. En cuanto a los creyentes del Antiguo Testamento “ellos eran justificados a base de observar la ley de TIPOS previstos por “la ley” hasta que Cristo viniese”.

“De manera que la ley fue nuestro ayo para llevarnos a Cristo, para que fuésemos justificados por la fe. Mas, venida ya la fe ya no estamos bajo ayo” (Gálatas 3:24,25).

Lector, fíjate bien en esta conclusión: “La ley fue nuestro ayo para llevarnos a Cristo”. La figura está tomada de la costumbre griega. Dice el Dr. Lund: “El ayo, entre los griegos, era el encargado de los menores; un criado u otro de experiencia, llamado paidagogos, de paidos (niños) y gogos (conductor, guiador): Uno que siempre tenía los niños a la vista, vigilándolos, sujetándolos a disciplina y llevándolos a la escuela, donde se los entregaba al maestro”. Pero cuando el niño llegaba al colegio pasaba de la autoridad del ayo a la del maestro, es decir, quedaba sujeto al maestro. La ley fue mi ayo, que me convenció de mis pecados, me guió a Cristo y ahora no estoy bajo la ley, sino bajo la autoridad y gracia de Cristo”.

“La ley fue nuestro ayo para llevarnos a Cristo” y allí terminó la misión a ella encomendada, nada más puede hacer, nada más se le demanda a aquellos que están en Cristo, “Ya no estamos bajo el ayo”. ¿Quiéres algo más claro que esto? Pocas cosas hay en la Escritura más claramente determinadas. “Al venir el objeto de la fe (Cristo), los herederos de la fe, ya no están bajo la ley. No estamos bajo el ayo”. En muchas partes Pablo arguye contra cualquier recaída en el judaísmo. Todo el libro de Hebreos está escrito sobre este asunto. Carroll.

“Un anciano predicador dijo una vez que enviaba a Moisés a traer el pecador, y que cuando Moisés lo hubiese derribado una vez ó dos, estaría pronto para aceptar a Cristo como Salvador”.


Resumiendo el pasaje de Gálatas 3:19-25, diremos:

1. La ley era para antes que viniese la fe y por tanto de carácter temporal.
2. La misión de la ley fue convencer, encerrar bajo convicción de pecado a todos, con el propósito de salvarnos por la fe en Cristo.
3. Que la ley fue para llevarnos a Cristo, pero una vez en Cristo, nada tenemos que ver con la ley.


Con esto concuerdan las palabras de Pablo dadas en Romanos 10:4: “Porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree”. Esto como quiera que se mire, dice que la ley termina en Cristo. ¿Dónde termina la ley de Moisés? En Cristo. ¿Qué fin persigue la ley de Moisés? Llevarnos a Cristo, para que creyendo en él seamos justificados. No hoy otra interpretación posible a este pasaje terminante. Léase en conexión con Gálatas 3:19, 24-25, Lucas 16:16 y Mateo 17:1-8.

“CRISTO ES EL FIN DE LA LEY”

Comentando estas palabras dice Varetto: La palabra griega “telos”, en castellano “fin”, tiene en ambos idiomas un sentido doble. Así cuando decimos: el fin que me propongo es bueno, la palabra fin significa “objeto”. Si decimos el fin del mundo, la palabra en este caso significa “término ó conclusión”.

“Comentadores de la talla de San Agustin, Lutero, Meyer, De Wtte, Godet y tantos otros, dan a la palabra, en este caso, no el sentido de “objeto”, sino el de “termino y conclusión”, pues el tema que San Pablo está desarrollando obliga al interprete serio a darle esa significación”. Robinson en su diccionario de griego, dice: “Con Cristo el poder de la ley llegó a su fin”. Juan de Valdés, comentador español del siglo XVI dice: “La ley feneció con Cristo. Si la ley viviera con Cristo, fuera necesario para la salvación, que con la fe estuviera el cumplimiento de la ley mas siendo muerta la ley, basta la fe para la justificación, y basta la justificación para la salvación. De manera que sea lo mismo decir el fin de la ley es Cristo, que decir: el fin del hombre es la muerte”.

Ahora volvamos a Gálatas 2:19. Dice allí Pablo: “Porque yo por la ley soy muerto a la ley, para vivir a Dios”. Y “con Cristo estoy juntamente crucificado”.

Hablando un día con un adventista, le cité este pasaje y le dije: ¿Está usted muerto con Cristo ó no? No quería decir nada en concreto, pero le exigí una respuesta y al fin me dijo: “Si, estoy muerto”. Entonces le dije. Si yo tengo un pistola y hago una descarga y mato a un hombre, ¿qué me hace la ley? “La ley lo castiga y según ella usted debe sufrir el castigo”. Muy bien, le dije, pero supongamos que hago la descarga, mato a un hombre, me doy cuenta de lo que me espera y seguidamente vuelvo el arma contra mí, me doy un balazo y me mato. ¿Qué me hace la ley? El hombre no pudo contestar ni tampoco esquivar la fuerza del argumento, basado en la Palabra de Dios.

El razonamiento de Pablo en Romanos 7 es como sigue: “Y hallé que el mandamiento intimado para vida, para mi era mortal: Porque el pecado tomando ocasión, me engañó por el mandamiento, y por el me mato. ¿Por qué fue que el mandamiento que era para vida, vino precisamente, a convertirse en lo contrario para Pablo, en instrumento de muerte? ¡Ah!, el mandamiento era santo y bueno, pero “Pablo era carnal vendido a sujeción del pecado”. Y lo que era dado para vida, vino a obrar la muerte, porque el hombre no lo podía obedecer, aunque quisiera y esto nos lleva otra vez a la misión de la ley, la cual no era salvar, sino lo contrario, descubrir el pecado. “La ley empero entró” ¿Para qué?, ¿para hacer santos a los hombres?, al contrario. “La ley entró para que el pecado creciese”. (Romanos 5:20). Y dice Pablo que “la ley obra ira”. Así que el hombre bajo la ley estaba siempre contemplando la ira que la ley quebrantada atraía sobre su cabeza; los truenos del Sinaí, jamás se dejaban de oír, y el hombre bajo la tutela de aquella ley de fuego era un pobre y miserable esclavo, que no podía gozar de paz de conciencia siempre que creyese en la veracidad de la ley. Por eso Pablo pudo decir: “El pecado no se enseñoreará de vosotros”. ¿Por qué? Porque “no estáis bajo la ley sino bajo la gracia”.

La ley obra ira y obra muerte, pero la gracia perdona, liberta y ayuda, y esto es muy importante que sea bien comprendido. La ley es como un amo déspota y sin misericordia. Aquellas tablas de piedra del Sinaí, no tenían corazón, no tenían lágrimas para verterlas por el pobre pecador perdido y extraviado, no tenían misericordia del caído, no tenían brazos para tenderlos y levantar del fango al pecador; no tenían poder para ayudarle al hombre a vencer la tentación, pero la gracia tiene todo cuanto el hombre necesita para acercarse a Dios y para amarlo. Y lo que digo en cuanto a la ley, no mengua la misericordia de Dios, al contrario, la ayuda y la enaltece, porque Dios no dio la ley para manifestar por ella su amor. La ley manifiesta la santidad de Dios y su odio, hablando en lenguaje humano, al pecado. Dios, mediante la ley, hace que el hombre se humille y reconozca sus pecados, como el Publicano, para que entonces se pueda manifestar el imperio de su amor misericordioso. La ley abate, la gracia ensalza. Pero nos hemos apartado de nuestro asunto.


Volviendo a él decimos: “Yo por la ley soy muerto a la ley” y “con Cristo estoy juntamente crucificado”. Comentando estas palabras dice G. H. Lacy, lo que sigue: “En el caso de Pablo y de todos los cristianos esta sentencia fue cumplida en Cristo cuando él murió. Pablo por la fe se unió a Cristo en esta muerte y así murió por la condenación de la ley y satisfizo todas sus demandas”.

“La ley no puede exigir ninguna cosa más allá de la muerte. De esta manera Pablo cumplió la ley en la muerte de Cristo y salió de su servidumbre en unión de Cristo. En su resurrección espiritual con Cristo se presentó vivo y justificado delante de Dios, como hijo suyo sin el peligro de volver a ser condenado. La ley condena y exige muerte. Por lo tanto el que muere cumple la ley, y en su cumplimiento alcanza la libertad de ella. Pablo murió en Cristo y así logró la libertad de la ley. También en Cristo resucitó, y así él vive para con Dios”.

Teniendo bien en cuenta esta doctrina de que el creyente, mediante la fe, está muerto con Cristo, (Gal. 6:14) porque Cristo murió por todos y así como en Adán, todos hemos pecado, así mismo en Cristo estaba representada la raza humana íntegra, aunque los beneficios de la muerte vicaria de Cristo los recibe sólo el que tiene fe.

Ahora bien, teniendo en cuenta que el creyente está muerto con Cristo veamos otro pasaje importante de las cartas de Pablo (Romanos 7:1-6). Dice el Apóstol: ”¿Ignoráis, hermanos, (porque hablo con los que saben la ley) que la ley se enseñorea del hombre entre tanto que vive”? Ahora Pablo pasa a ilustrarlo tomando como ejemplo el matrimonio. “Porque la mujer que está sujeta a marido, mientras el marido vive está obligada a la ley; más si su marido muriese, es libre de la ley; de tal manera que no será adultera si fuere de otro marido”. Ahora viene la aplicación que Pablo da a su argumento, y ésta es que así como por la muerte del marido la mujer quedó libre de la ley, ¡“así también vosotros, hermanos míos, estáis muertos a la ley por el cuerpo de Cristo”!.

Por la muerte del marido la mujer queda libre de la ley del matrimonio y por la muerte de Cristo en la cruz, el hombre de fe en Cristo queda muerto a la ley, porque “con Cristo estoy juntamente crucificado” y ahora “vive Cristo en mí”. Por eso Pablo dice: “Mas ahora estamos libres de la ley, habiendo muerto a aquella en la cual estábamos detenidos”.

Querido lector, si no has comprendido bien estas líneas, vuelve a leer Romanos, capítulo 7 y hazlo tantas veces como necesites hasta que puedas gozarte en esta bendita verdad, de que si has sido crucificado con Cristo, estás libre, libre completamente de la ley, porque has pasado a ser de “otro”. ¿De quién?, del que resucitó de los muertos”.

Con pena vemos a veces que dentro del campo evangélico hay confusión en estos asuntos y muchas dudas al considerar la ley, siendo, sin embargo, un asunto tan claro que está abolida para el cristiano, porque éste está muerto para la ley a todos sus efectos. “¿Estamos libres de la ley?”. ¿Es verdad ó es mentira?Estamos libres de la ley”. Está escrito en Romanos 7:6. Los adventistas cuando les parece, dicen: “Aquí está hablando de la ley moral”, y cuando es al revés dicen: “Aquí es la ley ceremonial”. Vuelvo a decir que espero que se señale el primer versículo donde tal diferencia sea hecha en la palabra de Dios.

Estamos muy acostumbrados a oír y a leer ambos términos: “Ley moral y ley ceremonial”, pero cuando en la Biblia se habla de “la ley” tenemos que ser lógicos, honrados y consecuentes; la ley se entiende, en sentido limitado todo cuanto Dios ordenó a Moisés en el monte Sinaí, de lo cual las dos tablas de piedra eran su cetro y a manera de resumen, y la finalidad de las tablas era que ellas daban testimonio de que las leyes que ellos tenían habían sido dadas por Dios. ¿No se les llama precisamente así, las tablas del testimonio? (Véase Exodo 31:18, 32:29)

¿Qué quiere decir las tablas del testimonio? (Véase Génesis 21:30 y Josué 22:26-27). Testimonio es algo o alguien que habla a favor de... ¿Qué testimonio daban aquellas dos tablas de piedra escritas por Dios y colocadas en el tabernáculo del testimonio? Ellas hablaban al pueblo de que aquella ley que ellos tenían, había sido dada por el mismo Dios y la prueba de que era así, eran las mismas tablas. Por esa razón se llaman también “Tablas del pacto” (Deuteronomio 9:9). Era que Dios y el pueblo habían hecho un pacto, del cual Moisés era el mediador, y el pueblo de Israel dijo que haría todo cuanto Jehová había mandado, y como algo que les hablaba a los ojos, tenían las dos tablas.

En un sentido más amplio, y el más empleado en todo la Biblia, el término “ley” comprende los cinco libros de Moisés; y en unos cuantos versículos del Nuevo Testamento el término ley comprende todo el Antiguo Testamento como ya hemos visto anteriormente. Hecha esta advertencia, creemos que Pablo usó el término ley en Romanos, cap. 7, en el sentido de referirse a lo que Moisés escribió, sin que estuviese pensando en una sección particular de la ley. Pero en todo caso, el adventista tiene que admitir que lo que él llama ley moral, está incluido en la ley de la cual Pablo viene hablando y de la que dice que estamos libres. Sí, ¡libres! ¿Cómo lo sé? Pues porque Pablo, después de hablar de la ley en general, nos da una cita de la ley es precisamente del llamado “Decálogo”, y corresponde precisamente al último mandamiento: “No codiciarás” (Romanos 7:7). Así que está bien claro que la ley a la que Pablo hace referencia, incluye el decálogo y dice que estamos libres de ella.

En Gálatas 4:4, dice: “Dios envió a su Hijo, hecho de mujer, hecho súbdito a la ley”. ¿De qué ley fue hecho súbdito Cristo? ¿No es lógico admitir que Cristo fue hecho súbdito de toda la ley? Con esto están de acuerdo todos los comentadores que he consultado. ¿Para qué se hizo Cristo súbdito a la ley? La respuesta viene en el verso cinco del pasaje citado: “Para redimir a los que estaban debajo de tal ley”. ¿Debajo de qué ley? De la ley ritual, dice el adventista. Pero, ¿por qué le hemos de dar al término ley un alcance general en el verso cuatro y limitado en el cinco, cuando ambos presentan las mismas características? Hacer otra cosa implicaría una interpretación caprichosa. El término ley tiene el mismo sentido en ambos versículos. Cristo fue obediente y cumplió la ley, pero toda la ley, y él se hizo súbdito a la ley para redimirnos, librarnos de la ley, de toda la ley.

Dice Lacy, comentando este versículo, “al judío de la ley de Moisés y al gentil de la ley escrita en sus conciencias”. (Romanos 2:14). Por esto es que Pablo pudo escribir que él ya no estaba sujeto a la ley (1ª Corintios 9:20). Quiere decir a la ley del Sinaí, pues ahora tenía algo mejor, “la ley de Cristo”.

Vamos ahora a hacer referencia a otro pasaje, uno de los más claros en este sentido; me refiero a 2ª Corintios 3:3-13, donde nos dice que la ley abolida incluye el decálogo y que en este pasaje se tomó el decálogo como resumen representativo de toda la ley, lo cual está de acuerdo con el criterio que vengo sosteniendo, que toda la ley es una ampliación del “decálogo”.

En el verso tres, del pasaje anteriormente citado, tenemos un contraste entre las “tablas de piedra” del Sinaí y los corazones de los hombres, donde la ley de Cristo es ahora grabada. En el verso seis y siguientes, leemos: “El cual asimismo nos hizo ministros suficientes de un nuevo pacto. No de la letra, más del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica. Y si el ministerio de muerte en la letra grabado en piedras, fue con gloria... ¿Cómo no será más bien con gloria el ministerio del espíritu? Porque si el ministerio de condenación fue con gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justicia... Porque si lo que perece tuvo gloria, mucho más será en gloria lo que permanece... para que los hijos de Israel no pusiesen los ojos en el fin de lo que había de ser abolido”. ¿Qué les parece?.

Tengo a la vista un folleto adventista que un amigo me acaba de entregar, titulado: “Diferencia entre la ley Moral y la ley Ceremonial”. Después de leerlo encuentro que no solo no tengo que revisar mis estudios, porque no tienen un solo argumento bíblico que pruebe lo que afirman y dicen creer. Sus mayores argumentos los sacan de una falsa interpretación que dan a ciertos pasajes de los sermones de Juan Wesley. De todas maneras no nos responsabilizamos de ideas particulares. Pero en la página 11 del folleto afirman que la ley de Dios “es eterna”. Veamos el pasaje que estamos tratando para ver si es así. Dejamos sentado que se habla de las tablas de piedra, de esas tablas que tanto cacarean los adventistas que fueron escritas con el “dedo de Dios”, y que no les decimos lo contrario. “Y si el ministerio de muerte en letras grabado en piedras”. Que esto se refiere a las dos tablas de la ley nadie lo puede negar. Solo los diez mandamientos fueron escritos en piedra. El lector comprenderá cómo para la mente de Pablo todo el ministerio de la ley estaba justamente representado en las dos tablas del pacto de la ley escritas por Dios.

¿Cómo le llama Pablo al ministerio de la ley?, “Ministerio de muerte”. “Ministerio de condenación”. ¿Qué había de pasar con este ministerio de muerte y condenación? Había de perecer (verso 11). Había de ser abolido (verso trece). ¿Qué había de ocupar el lugar de ésta ley? “El ministerio del espíritu” y “El ministerio de justicia”.

El adventista que pretende eternizar los mandamientos de las dos tablas de piedra, ¿tiene en cuenta este pasaje? Evidentemente que no, porque aquí se afirma que aquello era temporal, que había de ser “abolido”. Encontramos que los adventistas siguen predicando un “ministerio de muerte y condenación”. A ellos “hasta el día de hoy les queda el mismo velo no descubierto en la lectura del Antiguo Testamento, el cual por Cristo es quitado” (2ª Cor. 3:14).

Dice el comentarista Massie: “La gloria física y decadente en el rostro de Moisés, el ministro, es símbolo de la gloria moral de la dispensación antigua... que fracasó en la transformación de los hombres a ella misma, mientras la gloria permanente de la nueva dispensación transforma a los hombres de gloria en gloria, como por el Espíritu del Señor”.

Y el comentarista A. B. Rudd, dice: “La gloria que iluminaba el rostro de Moisés en esta ocasión, iba desvaneciéndose, indicación de que el ministerio que él representaba no había de ser permanente. No así Pablo; tiene él en contraste con Moisés, la seguridad de que su ministerio era permanente, que la gloria del nuevo pacto jamás se acabaría”. Los que no puedan ver la abolición de toda la ley en este pasaje, como dice Varetto, harán bien en procurar despojarse del velo que se lo oculta.

Un pasaje más y daremos fin a este extenso capítulo. Gálatas 4:21-31. La famosa alegoría de Pablo: “Abrahám tuvo dos hijos, uno de la sierva y otro de la libre”. Uno nació según la carne y otro de la promesa. Pero estas dos mujeres representan dos pactos, el de la promesa, el hijo de la libre, y el de la servidumbre, el hijo de la esclava.

La esclava Agar, simbolizaba la ley del Sinaí. “El pacto de obras, de muerte y condenación con su centro en los diez mandamientos, el que quedó cumplido en la obra expiatoria de Cristo por el cual abrió las puertas de la libertad”. Lacy.

no puedes ser hijo de Sara e hijo de Agar; no puedes ser Isaac e Ismael. Tiene que ser uno ú otro, pero uno solo. No puedes tener un pie en Sinaí y otro en el Calvario. ¿Qué eres? ¿Libre o esclavo?

Creo haber demostrado que la ley está abrogada para el creyente que ha confiado en Cristo y que ha sido regenerado por el Espíritu Santo. Pero al decir que la ley está abrogada quizá no he dicho toda la verdad; porque la verdad es que Cristo, como representante de toda la raza humana cumplió la ley, toda la ley. La ley pedía la muerte de toda criatura y Cristo murió, el Justo por los injustos. Cristo al someterse como substituto a las justas demandas de la ley, vindicó esta y de hecho, por medio de la muerte coloca a los que en él creen, completamente fuera de la jurisdicción de la ley. Por eso dice el Dr. Lund, en su comentario acerca de Gálatas, página 115, lo siguiente: “La ley de Moisés fue cumplida y abolida”.

Ahora bien, el que no sea convertido, regenerado, no puede afirmar ni atenerse a esto. Si es judío sigue bajo los truenos del Sinaí y si no lo es, está bajo las acusaciones de la ley escrita en su conciencia.

Solamente el que ha muerto al pecado y vive en Cristo, es el que está completamente libre de la ley. Al inconverso yo seré el primero en señalarle la ley para mostrarle que está perdido; pero lo que yo no haré es decirle al convertido, guíate por la ley y guarda los mandamientos. Para el convertido la ley está muerta y él muerto para ella, en la muerte de Cristo en la cruz. (Romanos 7:6).

NUESTRA LEY


Hemos llegado en nuestro estudio a un punto importante. Cuando decimos a los sabatistas que la ley está abrogada y que no tenemos nada que ver con una ley que fue dada únicamente para regular y preservar el culto y la moral de un pueblo, el hebreo, y esto por un tiempo limitado, desde Moisés hasta Cristo, ellos nos contestan: Muy bien, “si no tenemos obligación de guardar la ley, entonces podemos robar, matar, codiciar, mentir, etc.” Vamos a demostrar que aun cuando nada tenemos que ver con la ley de Moisés, no por eso estamos sin ley de tal manera que podamos robar, matar, mentir, etc.

Dijo Jesús: “Habéis oído que fue dicho a los antiguos... pagarás al Señor tus juramentos. Mas yo os digo: No juréis de ninguna manera”. Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Mas yo os digo: No resistáis al mal. Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Mas yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen”. “Oísteis que fue dicho: No matarás. Mas yo os digo que cualquiera que se enojare con su hermano, será culpado del juicio y cualquiera que dijere a su hermano fatuo, será culpado del infierno de fuego. Oísteis que fue dicho no adulterarás: Mas yo os digo, que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró... en su corazón”.

Las cosas que habían sido dichas a los antiguos, eran los preceptos morales de la ley de Moisés, a lo menos en este caso, Jesús se refiere a ellos. Pero Cristo empieza por afirmar que aquellas lecciones de Moisés ahora van a ser sustituidas por otras. O en otras palabras, Cristo llevó la moral de la Ley a un plano mucho más elevado y a una región mucho más lejana y profunda. Moisés condenaba los pecados cuando se habían cometido, pero Cristo los condena desde que se conciben allá dentro, en la región de los pensamientos, sentimientos y deseos.

Con razón dice Neander que “el sermón del Monte forma el punto de transición de la ley al evangelio”. Cuando un judío cometía el pecado del adulterio, la ley no estaba quebrantada hasta que el acto estaba consumado. Pero el cristiano que ha llegado a ser templo del Espíritu Santo, desde que los pensamientos son concebidos en él, hay una ley, no escrita en piedras, sino escrita en el corazón, que le impele hacia atrás, que le constriñe a arrepentirse de haber pensado tal cosa; pero lo que le dice al cristiano es: ¡Detén tu pensamiento y tu acción!, No es una letra muerta, sino un poder que lo impulsa en dirección contraria al pecado, que lo ayuda y lo guarda. Es Dios mismo morando en el creyente en Cristo. Para un judío era lo más natural odiar y aborrecer a sus enemigos, y al hacerlo así estaban cumpliendo con la ley de Moisés, pero el hijo de Dios, que por la fe en Cristo ha llegado a serlo, no debe, no puede odiar, porque la ley de Cristo le ordena amar a sus enemigos. Las leyes de Moisés tendían a preservar a un pueblo de la idolatría y el pecado, en medio de todos los pueblos de la tierra. Dios a veces utilizó este pueblo para castigar el pecado de otros pueblos. Ejemplo: Cuando Dios llamó a Abrahán y le dijo: te voy a dar la tierra de Canaán a ti y a tus descendientes; pero todavía no será ahora, aun faltan cuatrocientos años para que la maldad de los moradores de Canaán llegue al límite, entonces tus descendientes los destruirán y poseerán la tierra. (Génesis, 15:16)

De esta manera, vemos como Israel era un azote en las manos de Dios para castigar el pecado de ciertas naciones totalmente corrompidas y degeneradas. Por otra parte, Israel estaba bajo “una ley de fuego”, y cuando no la cumplían, o cuando alguno quería extraviar al pueblo, la ley ordenaba que el tal debía de morir. Porque así se evitaba un mal mayor. Así que, el mandamiento que decía “no matarás”, tenía sus excepciones, porque había veces que la misma Ley que Dios les había dado les ordenaba matar.

Pero en el Nuevo Testamento, estamos bajo otra dispensación, bajo la época de la Gracia para todos los seres de la tierra. Hay muchos que encuentran dificultad para entender el Cáp. 5 de Mateo, y conciliarlo con la ley de Moisés. No se pueden poner de acuerdo. Sin embargo, no hay contradicción. Dios creyó conveniente y oportuno ordenarle a Israel que aborreciese a sus enemigos, para de esta manera preservar la unidad y pureza de la raza y preparar el camino para la venida de Cristo, y cuando los planes de Dios se realizaron, él creyó conveniente, al cambiar la dispensación de la ley a la gracia, cambiar también la ley (Hebreos 7:12), y lo hizo.

Creo que puedo ilustrar lo anterior así: Abrahán y David tuvieron más de una mujer. ¿Se lo reprochó Dios? Sin embargo, en la actualidad a todo hombre le está prohibido tener más de una esposa y a toda mujer tener más de un marido. Pues lo mismo pasa con otras cosas. Dios a veces dio órdenes a los israelitas para que hiciesen la guerra a otros pueblos, y para que exterminasen a sus moradores. Las enseñanzas de Cristo, no sólo parecen ser contrarias a la guerra, sino que condenan hasta el odio a los enemigos. Hay personas que dicen que si el Dios del Antiguo Testamento apoyaba la guerra, ¿cómo puede ser que el Nuevo Testamento esté en contra, siendo que es el mismo Dios? Pero Dios en el Antiguo Testamento trataba con los hombres desde el punto de vista de la ley, mientras que en el Nuevo Testamento, siendo el mismo Dios, trata a la humanidad desde el punto de vista de la gracia.

No niego que las buenas normas de moral de la ley de Moisés estén, en parte, en el Nuevo Testamento, lo que afirmo es que la ley de Cristo es superior a la ley de Moisés. A veces donde Moisés autoriza una cosa, Cristo la prohíbe, y cuando Moisés condena el hecho consumado, Cristo condena el hecho en el propósito, o sea, el pensamiento. Esto forma parte del propósito de Dios al anunciar “un nuevo pacto” y asegurar que no sería como “el antiguo”. En un sentido, toda la moral del Antiguo Testamento la resumió Cristo en estas palabras: “Todas las cosas que quisiereis que los hombres hiciesen con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esta es la ley y los profetas” es decir, todo el Antiguo Testamento.

Así la ley moral de Cristo, es superior a la de Moisés, porque la de este preparó el camino para la de Aquél. Lo mismo pasa con el culto a Dios. Los judíos según su ley, estaban en lo cierto al afirmar que su templo era el único lugar en la tierra donde Dios estaba oyendo las plegarias de sus hijos. Jesús, hablando con la mujer samaritana, les dio la razón a los judíos, pero afirmó que estaba llegando la hora cuando ya Dios dejaría de oír a los suyos y recibir culto solamente en Jerusalén. De esa hora en adelante, el mundo entero sería como un inmenso santuario, bajo cuya bóveda azul, toda la raza humana, desde cualquier lugar y hasta el último rincón de la tierra, podría adorar e invocar su nombre, porque en cualquier parte donde dos ó mas estén reunidos en su nombre, Dios estará allí en medio de ellos. ¿No era éste el mismo Dios que había dictado la ley antigua de Moisés? Claro que era el mismo. Sin embargo, estamos ante un hecho de la nueva dispensación que anula otro hecho de la vieja dispensación. Y Dios es el mismo, y Dios no cambia, pero Él modifica la forma de revelarse a los hombres.

La primera lección fue digna de Dios, la que fue enseñada por mil quinientos años, y ahora deja que aquella se desvanezca para poner en práctica otra más amplia y gloriosa. No olvidemos que Dios es inmutable, pero que está tratando con hombres débiles, flacos y humanos, y que en sus manifestaciones, como buen pedagogo, se acomoda a la mentalidad y a la capacidad de sus alumnos. Algunas de las finalidades de la ley de Moisés eran educar a un pueblo en las cosas concernientes a Dios y a sus propósitos en relación con el hombre y mantener aislado a este pueblo de las naciones de la tierra.

La ley de Cristo, en cambio, es lo contrario; persigue unir a todos los hombres y mantenerlos unidos por medio de los únicos lazos que pueden hacer posible tal unión: el amor. Por eso, según el Nuevo Testamento, ”el que ama al prójimo cumplió la ley”, porque “la caridad no hace mal: así que, el cumplimiento de la ley es la caridad”.

Dice Pablo en 1ª Corintios 9:20-21, lo que sigue: Heme hecho a los judíos como judío, por ganar a los judíos; a los que están sujetos a la ley”. ¿A qué ley? A la de Moisés. “A los que son sin ley, como si yo, fuera sin ley, no estando yo sin ley de Dios, mas con la ley de Cristo”. Pablo en estos dos versículos habla de dos leyes: La de Moisés y la de Cristo. Por supuesto, a nadie se le ocurriría que las dos eran iguales o la misma. Pablo escribiendo a los Gálatas, los que se estaban mostrando tan dispuestos a someterse a la ley de Moisés, con argumentos irrefutables les mostró lo equivocados que andaban al someterse a una ley que no había tenido mas objeto que condenar las rebeliones y guiar los hombres a Cristo. Y después les dice: ¿Queréis ley?, Pues “cumplid la ley de Cristo”. ¿Quién no ve en esta ley de Cristo algo completamente distinto a aquella que con santa indignación combatió el Apóstol en los primeros cinco capítulos de la epístola?

Comentando estas palabras: “Cumplid así la ley de Cristo”, dice G. H. Lacy hombre bien considerado como fundamentalista, lo siguiente: “La ley de Cristo no consiste en el cumplimiento de una larga lista de ritos y detalles de los mandamientos, mas consiste en un amor supremo hacia Dios y de los unos para con los otros. La doctrina cristiana del amor fue la sustitución de la ley (de Moisés), por un principio universal. Todos los preceptos morales se comprenden en el mandamiento único del amor. El amor es un principio y pasión, y como tal, es el cumplimiento de la ley. “Cristo declaró que la raíz de la virtud era un estado de la mente ardiente, apasionado y devoto; y esta pasión purificante, capaz de existir igualmente en todos los hombres, será poderosa para redimir nuestra naturaleza y hacer que las leyes sean superfluas. ¿Cómo es posible este nuevo espíritu cristiano? Es posible porque esta íntimamente ligado o comprendido en aquel amor que caracteriza a la divinidad. Dios es amor. “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis los unos a los otros”. La ley cristiana así está escrita en los corazones de los siervos de Dios. Obramos no por preceptos de arriba, sino por impulsos de adentro”.

Damos por sentado que como cristianos nada tenemos que ver con la ley de Moisés, a los efectos de regular nuestra conducta por ella, ni tampoco someternos a ninguno de sus mandamientos para cumplirlos y, sin embargo, vamos a demostrar que un cristiano que viva de acuerdo con el Nuevo Testamento, no será ni ladrón, ni criminal, ni borracho, ni mentiroso, etc.

Vamos a señalar algunos versículos del Nuevo Testamento, 1ª Corintios 6:9-10. “¿No sabéis que los injustos no poseerán el reino? No erréis, que ni los fornicarios, ni los idolatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los robadores, heredarán el reino de Dios”. Gálatas 5:16-21: “Digo pues: Andad en el Espíritu y no satisfagáis la concupiscencia de la carne... Y las obras de la carne son: adulterios, fornicaciones, inmundicia, disolución, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, banqueteos, y cosas semejantes a estas, de las cuales os denuncio que los que hacen tales cosas no heredarán el reino de Dios”. Romanos 13:7-8: “Pagad a todos lo que debéis: Al que tributo, tributo; al que pecho, pecho; al que temor, temor; al que honra, honra. No debáis a nadie nada”, “No paguéis a nadie mal por mal”. Si una persona dice que es cristiana y vive en varios o en alguno de estos vicios y pecados, la palabra de Dios le advierte que no puede entrar al cielo, si no se aparta de ellos a tiempo.

Si de estos preceptos negativos pasamos ahora a los positivos, a las cosas que se mandan hacer al cristiano, como vemos en Efesios 4:22 a 5:4 y 15-21, tenemos lo siguiente: “A que dejéis, cuanto a la pasada manera de vivir, el viejo hombre que está viciado conforme a los deseos de error; y a renovaros en el espíritu de vuestra mente, y vestir el nuevo hombre que es criado conforme a Dios en justicia y en santidad de verdad. Por lo cual, dejada la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros. Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo; ni deis lugar al diablo. El que hurtaba, no hurte más; antes trabaje, obrando con sus manos lo que es bueno, para que tenga de que dar al que padeciere necesidad. Ninguna palabra torpe salga de vuestra boca, sino la que sea buena para edificación, para que dé gracia a los oyentes. Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual estáis sellados para el día de la redención. Toda amargura, y enojo e ira y voces, y maledicencia sea quitada de vosotros, y toda malicia. Antes sed los unos con los otros benignos, misericordiosos, personándoos los unos a los otros como también Dios os perdonó en Cristo. Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados: Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor suave. Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos; ni palabras torpes, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen; sino antes bien acciones de gracias. Mirad, pues, cómo andéis avisadamente; no como necios, mas como sabios; redimiendo el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis imprudentes, sino entendidos de cual es la voluntad del Señor. Y no os embriaguéis de vino en lo cual hay disolución; mas sed llenos del Espíritu; hablando entre vosotros con salmos y con himnos, y canciones espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando gracias siempre de todo al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo; sujetados los unos a los otros en el temor de Dios”. El lector puede leer además: Romanos cap. 12, Colosenses 3:1-17 y Gálatas 5:22-26.

1ª de Juan 2:6, dice: “El que dice que está en él, debe andar como él anduvo”. Después de leer estos pasajes, dígame: ¿Qué es la ley de Moisés en comparación con esto? Además el que viva el sermón del monte, ¿para qué necesita de la ley de Moisés? Mateo 5:48, tiene y dice todo cuanto el cristiano necesita saber para ser santo. El cristiano que dice que lo es, y está en Cristo, debe andar como él anduvo, y la meta es ser santo como Dios es santo. Lo único que nos hace falta para ser santos, es poner en practica esto: Andar como Cristo anduvo.

Así que la ley moral de Cristo es más profunda y elevada en reclamar la santidad de corazón que la ley de Moisés. La diferencia está en que el judío era un hombre carnal, sometido a la sujeción del pecado y el cristiano es un hombre espiritual, que ha muerto al pecado, y ahora vive en Cristo y Cristo en él, y el Señor nos ayuda para que su yugo no sea difícil y pesado, y hace que sintamos placer en agradarle y hacer su voluntad.

Podemos decir, entonces, que el cristiano desde el punto de vista moral, vive una conducta más elevada que la que la ley de Moisés reclamaba al pueblo de Israel. Por eso mismo, y en este sentido, es que Pablo afirma en Romanos 3:31, lo siguiente: “¿Luego deshacemos la ley por la fe? En ninguna manera; antes establecemos la ley”.

¿Qué es lo que la ley reclamaba de los hombres? Obediencia. ¿Para qué? Para que viviesen una vida santa. Bueno, pues ahora el hombre, al ser justificado por la fe, de acuerdo con el plan de Dios, descrito por Pablo en Romanos 3:21-31; y al ser regenerado por el Espíritu Santo, ahora digo, es cuanto el hombre y la mujer se hallan en actitud y circunstancias que permiten observar un nivel moral de vida, igual o quizás superior al reclamado por la ley de Moisés.

Por eso dice Pablo, que al quedar el hombre libre de la ley, no es para desobedecerla, es decir, para vivir haciendo lo contrario a lo que la ley dice, o decía: sino que al quedar libre de la ley, vive en Cristo como demanda dicha ley. En ese sentido, es que el cristiano no deshace la ley, antes con su vida moral la establece, aun cuando sabe que aquella murió para él, y él para ella, encontrando otra potencia en su nueva vida en Cristo que lo ha levantado del abismo del pecado y que lo sostiene y fortalece.

Luego tenemos ley, a pesar que la del Sinaí está abrogada para nosotros. Tenemos el Nuevo Testamento y muy especialmente en el contenido de las epístolas donde hay todos cuantos datos podamos necesitar en pro y en contra de una vida santa.

Además, el hijo de Dios tiene una conciencia iluminada por el Espíritu Santo que es ultrasensible al pecado, a la que no conviene desobedecer. “El fruto del Espíritu es caridad, gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley”. (Gálatas 5:22-23).



Despues de la extensión de estos dos capítulos, no voy a entrar en debate a menos que el lector demuestre que ha leído todo el libro y plantee cuestiones que allí no se traten. Concuerdo al ciento por ciento con todo lo que Domingo Fernandez expone en su libro.

Y concluyo con las palabra de San Pablo. Reconozco que hay adventistas y catolico-romanos que tienen verdadero celo de Dios, pero no conforme a la verdad revelada. Porque ignorando la justicia que Dios ha establecido y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios; porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree". Romanos 10:1-4.

Además, si como aquel joven rico acuden a Cristo no para implorar su gracia ante su fracaso, sino para preguntar QUE COSAS TIENEN QUE HACER PARA HEREDAR LA VIDA ETERNA. Van a recibir la misma respuesta: Si quieres heredar la vida eterna por medio de cosas que tú debas hacer: cumple la ley. Ahora bien, si no te engañas a ti mismo y reconoces que no has podido cumplir la ley, como nadie excepto Cristo pudo, entonces tendrás la misma respuesta que Pablo dio al carcelero de Filipos: Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo. Por gracia, no por obras para que nadie se glorie. A partir de ese encuentro personal, en el que la luz del evangelio entra en el entendimiento y produce el arrepentimiento de las obras muertas, Dios también en su gracia otorga la presencia del Espíritu Santo para establecer su templo en tu cuerpo, y con su presencia interior impulse el desarrollo de la fe y que produzca su fruto completo, porque de esa forma tendrás la seguridad de que aquel que comienza en el creyente la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. (Rom. 8:9, 14; Fil. 1:6)
 
Re: LA LEY ESTA ABOLIDA PARA EL QUE ESTA EN CRISTO

mateo 5, 17 -18
17 "No penséis que he venido para abrogar la Ley o los Profetas. No he venido para abrogar, sino para cumplir. 18 De cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni siquiera una jota ni una tilde pasará de la ley hasta que todo haya sido cumplido.
19 "Por lo tanto, cualquiera que quebranta el más pequeño de estos mandamientos y así enseña a los hombres, será considerado el más pequeño en el reino de los cielos. Pero cualquiera que los cumple y los enseña, éste será considerado grande en el reino de los cielos

juan 14 ,15
15 »Si me amáis, guardaréis mis mandamientos.

juan 15,10
Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; como yo también he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.


mateo 28,19-20
Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándoles en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, 20 y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo."

en que parte dice Jesus que no hay guardar la ley?
no hay tal en la biblia es por dureza del corazon que el hombre no quieres guardar los mandamientos
 
Re: LA LEY ESTA ABOLIDA PARA EL QUE ESTA EN CRISTO

Amigo Fariseo 54, Vuelve a leer: los mandamientos de Cristo:

Fue dicho a los antiguos... (TIEMPO PASADO) MAS YO OS DIGO... (TIEMPO PRESENTE)

¿No está dando ahí sus mandamientos?

Os doy UN NUEVO MANDAMIENTO... No dice: "os recuerdo los viejos mandamientos".

Así que, si le amas, guarda sus mandamientos. Los mandamientos de la ley de Cristo. Y hazlo por amor, no por temor. Y enseña a los discípulos que guarden todo lo que EL HA ENSEÑADO, no lo que mandó Moisés.

LA LEY YA FUE CUMPLIDA. Ya hizo y terminó su papel. Conducir a Cristo. Pero ESTANDO YA PRESENTE CRISTO, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el MAS AMPLIO, y MAS PERFECTO tabernáculo, no hecho de manos, es decir, NO DE ESTA CREACION... Así que por eso es MEDIADOR DE UN NUEVO PACTO, para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo EL PRIMER PACTO, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna.
 
Re: LA LEY ESTA ABOLIDA PARA EL QUE ESTA EN CRISTO

O sea...

Podras asesinar a una persona y no será pecado...?
 
Re: LA LEY ESTA ABOLIDA PARA EL QUE ESTA EN CRISTO

Mandamiento de Cristo:

Lucas 6:31 Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos.

Mandamiento de Cristo:

Mat 5:44-48 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.
Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles? Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.


¿Es acaso tan dificil de entender ó es un prejuicio que conduce a la rebeldía?

Es más fuerte mandar "no matar" ó decir "ama a tus enemigos". La ley positiva del amor hace inutil el mandamiento de no matar, porque el que ama no mata.
 
Re: LA LEY ESTA ABOLIDA PARA EL QUE ESTA EN CRISTO

Mandamiento de Cristo:

Lucas 6:31 Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos.

Mandamiento de Cristo:

Mat 5:44-48 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.
Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles? Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.


¿Es acaso tan dificil de entender ó es un prejuicio que conduce a la rebeldía?

Es más fuerte mandar "no matar" ó decir "ama a tus enemigos". La ley positiva del amor hace inutil el mandamiento de no matar, porque el que ama no mata.

Hermano....

Si ya no hay ley...

entonces....

te repito la pregunta...

Podras asesinar a una persona y no será pecado...?
 
Re: LA LEY ESTA ABOLIDA PARA EL QUE ESTA EN CRISTO

Quiero que veas en mi respuesta que no hay censura, sino cariño. Me gustaría que entendieras bien esta verdad sublime. No es dificil, pero para el que tiene el velo de Moisés siempre fue una tarea tremenda, pero anímate, pues Cristo puede hacerlo, (2Corintios 3:15 y 16).

Te vuelvo a poner una frase. Leela una, dos, tres... las veces que te haga falta hasta entenderla y des gracias a Cristo por su gracia para que confiado en él, y con la obra del Espíritu Santo en tu vida puedas vivir en la "ley de la libertad", como la denominó Santiago.

Dice Pablo en 1ª Corintios 9:20-21, lo que sigue: Heme hecho a los judíos como judío, por ganar a los judíos; a los que están sujetos a la ley”. ¿A qué ley? A la de Moisés. “A los que son sin ley, como si yo, fuera sin ley, no estando yo sin ley de Dios, mas con la ley de Cristo”. Pablo en estos dos versículos habla de dos leyes: La de Moisés y la de Cristo. Por supuesto, a nadie se le ocurriría que las dos eran iguales o la misma. Pablo escribiendo a los Gálatas, los que se estaban mostrando tan dispuestos a someterse a la ley de Moisés, con argumentos irrefutables les mostró lo equivocados que andaban al someterse a una ley que no había tenido mas objeto que condenar las rebeliones y guiar los hombres a Cristo. Y después les dice: ¿Queréis ley?, Pues “cumplid la ley de Cristo”. ¿Quién no ve en esta ley de Cristo algo completamente distinto a aquella que con santa indignación combatió el Apóstol en los primeros cinco capítulos de la epístola?

Comentando estas palabras: “Cumplid así la ley de Cristo”, dice G. H. Lacy hombre bien considerado como fundamentalista, lo siguiente: “La ley de Cristo no consiste en el cumplimiento de una larga lista de ritos y detalles de los mandamientos, mas consiste en un amor supremo hacia Dios y de los unos para con los otros. La doctrina cristiana del amor fue la sustitución de la ley (de Moisés), por un principio universal. Todos los preceptos morales se comprenden en el mandamiento único del amor.


¿Lo has logrado entender? La de Moisés NO, la de Cristo SI. ¿Para heredar la vida eterna? NO. Porque ya soy salvo por su gracia. Porque al arrepentirme de mis pecados y de mi propia justicia, puse mi confianza exclusivamente en la obra de mi Salvador, desde ese momento recibí las arras de herencia prometida, el Espíritu Santo, quien me guía y me impulsa para vivir para aquel que me salvó.

¿Y si peco alguna vez en mi vida, entonces qué? ¿Me condeno? NO. (1Jn 1:8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. 1Jn 1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 1Jn 1:10 Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.

Pero, y si creo en Cristo pero vivo voluntariamente en el pecado y desprecio la obra del Espíritu Santo, y no confieso mis pecados ni me arrepiento. ¿Me salvo igual? Pues NO. Porque aquel que vive en el pecado de esa manera evidencia de que la fe que profesa es un simple asentimiento intelectual, pero no ha nacido de nuevo. Y este sería otro tema amplio para desarrollar, pero que nos aparta del asunto que tratamos en este epígrafe.
 
Re: LA LEY ESTA ABOLIDA PARA EL QUE ESTA EN CRISTO

Hermano....

Si ya no hay ley...

entonces....

te repito la pregunta...

Podras asesinar a una persona y no será pecado...?
 
Re: LA LEY ESTA ABOLIDA PARA EL QUE ESTA EN CRISTO

Amigo Fariseo 54, Vuelve a leer: los mandamientos de Cristo:

Fue dicho a los antiguos... (TIEMPO PASADO) MAS YO OS DIGO... (TIEMPO PRESENTE)

¿No está dando ahí sus mandamientos?

Os doy UN NUEVO MANDAMIENTO... No dice: "os recuerdo los viejos mandamientos".

Así que, si le amas, guarda sus mandamientos. Los mandamientos de la ley de Cristo. Y hazlo por amor, no por temor. Y enseña a los discípulos que guarden todo lo que EL HA ENSEÑADO, no lo que mandó Moisés.

LA LEY YA FUE CUMPLIDA. Ya hizo y terminó su papel. Conducir a Cristo. Pero ESTANDO YA PRESENTE CRISTO, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el MAS AMPLIO, y MAS PERFECTO tabernáculo, no hecho de manos, es decir, NO DE ESTA CREACION... Así que por eso es MEDIADOR DE UN NUEVO PACTO, para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo EL PRIMER PACTO, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna.

Disculpe hemano, pero se nota a leguas que esta mas errado que nadie. confunde muchas cosas por leer el libro que menciono. Si se toma el tiempo de analizar cada uno de los versiculos notara y se dara cuenta cual es al verdad.

primero que nada: LA SALVCION SOLO VIENE POR MEDIO DE LA FE EN JESUS NO POR GUARDAR LOS MANDAMIENTOS:

Mat 19:25 Al oír esto, los discípulos quedaron desconcertados y decían: --En ese caso, ¿quién podrá salvarse?
Mat 19:26 --Para los hombres es imposible --aclaró Jesús, mirándolos fijamente--, mas para Dios todo es posible.
Mat 19:29 Y todo el que por mi causa haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre,* hijos o terrenos, recibirá cien veces más y heredará la vida eterna.
Mat 19:30 Pero muchos de los primeros serán últimos, y muchos de los últimos serán primeros.

esto es despues de haber hablado con el joven rico: Jesus le estaba diciendo que es posible guardar cosas externas, pero mientras no tengas una relacion con Jesus y lo pongas en primer lugar de tu vida de nada te sirve una religion o guardar cosas externas.

Segundo: los mandamientos no fueron dados como medio de salvacion. Los legalistas que se basan en los mandamientos para su salvacion eran a los que Pablo se referia:

Rom 10:3 No conociendo la justicia que proviene de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se sometieron a la justicia de Dios.
Rom 10:4 De hecho, Cristo es el fin de la ley, para que todo el que cree reciba la justicia.

trataron de establecer la suya propia, no la justicia de Dios porque no se dieron cuenta que la ley es la que lleva a Cristo. Por cierto, fin como lo menciona lo que pusiste al prinicpio tambine significa: META, FINALIDAD, Y DE AHI VIENE television, telefono, telescopio, etc
si solo significa termino: entonces que significa aqui?

1Pe 1:9 obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.

1Pe 1:9 pues están obteniendo la meta de su fe, que es su salvación.
que ya siendo salvos, se termino la fe?

Jas 5:11 He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo.

que significa aqui la palabra fin?
 
Re: LA LEY ESTA ABOLIDA PARA EL QUE ESTA EN CRISTO

Esto de “la ley abolida” suena muy sospechoso en los oídos aun de muchos que no son adventistas. Sin embargo, esto es el corazón de toda la discusión. Si la ley está en vigor, los adventistas están en lo cierto, y los que los combaten están equivocados, porque “la ley dice...”, y el adventista pretende ó procura hacer, mientras que si la ley dice y el evangélico no hace ó procura hacer nada, ¿cómo será justificado? Si no pudiera demostrar que la ley está abolida para mí, entonces voy a empezar a guardar el sábado y los demás detalles, porque en la ley está mandado que se guarden.


Esta es una Buena conclucion. Si los adventistas tienen la razon… yo diria que independientmente de lo que digan los adventistas, deberia uno de cambiar si encontramos que los mandamientos estan vigentes.

Yo sé que los principios morales de Dios no cambian, ni se abrogan, pero estos principios de la moral Divina, no fueron patrimonio exclusivo del pueblo judío. El privilegio del pueblo judío fue que Dios les dio una ley donde estos principios estaban escritos, pero el resto de los pueblos de la tierra tenían estos elementos de moral grabados en la conciencia, desde la creación. Los gentiles no tenían ley escrita en tablas ó en pergaminos, pero Pablo afirmó que la tenían escrita en sus corazones. (Véase Romanos 2:14,15).


Estoy de acuerdo con aqui dicho que los principios morales no cambian, ni se abrogan por nadie excepto por el que los establecio. La ley estaba en la conciencia de los que no tenian esta ley y porque no conocian a Dios. Pero lo expresado por Pablo era refente al jucio:

Rom 2:12 Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados;
Rom 2:13 porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados.
Rom 2:14 Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos,
Rom 2:15 mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos,

Tambien van a ser juzgados por la ley, pero de diferente manera: por lo que hicieron en su ignorancia. Esto no excusa al cristiano a desobedecer a Dios y sus mandamientos.

Con pena vemos a veces que dentro del campo evangélico hay confusión en estos asuntos y muchas dudas al considerar la ley, siendo, sin embargo, un asunto tan claro que está abolida para el cristiano, porque éste está muerto para la ley a todos sus efectos. “¿Estamos libres de la ley?”. ¿Es verdad ó es mentira? “Estamos libres de la ley”. Está escrito en Romanos 7:6. Los adventistas cuando les parece, dicen: “Aquí está hablando de la ley moral”, y cuando es al revés dicen: “Aquí es la ley ceremonial”. Vuelvo a decir que espero que se señale el primer versículo donde tal diferencia sea hecha en la palabra de Dios.

Obiamente no todos son de la misma opinion ni entienden los mismo cuando leen la biblia. Si fuera tan claro, no habria tanta confusion. Aqui el pastor cita Romanos 7: 6 como algo irrefutable de que la ley esta abolida, veamos:

Rom 7:1 ¿Acaso ignoráis, hermanos (pues hablo con los que conocen la ley), que la ley se enseñorea del hombre entre tanto que éste vive?
Rom 7:2 Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras éste vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido.
Rom 7:3 Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro marido, no será adúltera.
Rom 7:4 Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios.
Rom 7:5 Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte.
Rom 7:6 Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra.

Aparentemente se esta hablando de la ley o tora. Pero eso es solo en apariencia, Pablo da el ejemplo del esposo y mientras el vive, la mujer no puede casarse con otro. Asi nosotros, antes estabamos casados con el pecado por eso tuvimos que morir junto con Cristo para casarnos con el. Jesus no libro de la LEY DEL PECADO NO DE LA LEY DE DIOS. Pablo concluye en los vesos siguientes:

Rom 7:7 ¿Qué diremos, pues? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás.
Rom 7:8 Mas el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, produjo en mí toda codicia; porque sin la ley el pecado está muerto.
Rom 7:9 Y yo sin la ley vivía en un tiempo; pero venido el mandamiento, el pecado revivió y yo morí.
Rom 7:10 Y hallé que el mismo mandamiento que era para vida, a mí me resultó para muerte;
Rom 7:11 porque el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, me engañó, y por él me mató.
Rom 7:12 De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno.
Rom 7:13 ¿Luego lo que es bueno, vino a ser muerte para mí? En ninguna manera; sino que el pecado, para mostrarse pecado, produjo en mí la muerte por medio de lo que es bueno, a fin de que por el mandamiento el pecado llegase a ser sobremanera pecaminoso.
Rom 7:14 Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado.

Pablo no hubiera llegado a esta conclusion si la ley ya habia sido abolida.

Vamos ahora a hacer referencia a otro pasaje, uno de los más claros en este sentido; me refiero a 2ª Corintios 3:3-13, donde nos dice que la ley abolida incluye el decálogo y que en este pasaje se tomó el decálogo como resumen representativo de toda la ley, lo cual está de acuerdo con el criterio que vengo sosteniendo, que toda la ley es una ampliación del “decálogo”.

En el verso tres, del pasaje anteriormente citado, tenemos un contraste entre las “tablas de piedra” del Sinaí y los corazones de los hombres, donde la ley de Cristo es ahora grabada. En el verso seis y siguientes, leemos: “El cual asimismo nos hizo ministros suficientes de un nuevo pacto. No de la letra, más del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica. Y si el ministerio de muerte en la letra grabado en piedras, fue con gloria... ¿Cómo no será más bien con gloria el ministerio del espíritu? Porque si el ministerio de condenación fue con gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justicia... Porque si lo que perece tuvo gloria, mucho más será en gloria lo que permanece... para que los hijos de Israel no pusiesen los ojos en el fin de lo que había de ser abolido”. ¿Qué les parece?.

Nuevamente este pasaje es en apariencia. Para el que lee superficialmente este pasaje es irrefutable y habla de las tablas de piedra o decalogo, pero veamos este pasaje un poco mad detenidamente:

2Co 3:1 ¿Acaso comenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros mismos? ¿O acaso tenemos que presentarles o pedirles a ustedes cartas de recomendación, como hacen algunos?
2Co 3:2 Ustedes mismos son nuestra carta, escrita en nuestro corazón, conocida y leída por todos.
2Co 3:3 Es evidente que ustedes son una carta de Cristo, expedida* por nosotros, escrita no con tinta sino con el Espíritu del Dios viviente; no en tablas de piedra sino en tablas de carne, en los corazones.
2Co 3:4 Ésta es la confianza que delante de Dios tenemos por medio de Cristo.
2Co 3:5 No es que nos consideremos competentes en nosotros mismos. Nuestra capacidad viene de Dios.

Note: lo que Pablo estaba hablando era de la carta de presentacion escrita por el Espiritu Santo en los corazones de los creyentes. No como en tablas de piedra.

2Co 3:6 Él nos ha capacitado para ser servidores de un nuevo pacto, no el de la letra sino el del Espíritu; porque la letra mata, pero el Espíritu da vida.

2Co 3:7 El ministerio que causaba muerte, el que estaba grabado con letras en piedra, fue tan glorioso que los israelitas no podían mirar la cara de Moisés debido a la gloria que se reflejaba en su rostro, la cual ya se estaba extinguiendo.

La Gloria que se iba a extinguir era la reflejada en el rostro de Moises. No la de la ley misma.

2Co 3:8 Pues bien, si aquel ministerio fue así, ¿no será todavía más glorioso el ministerio del Espíritu?
2Co 3:9 Si es glorioso el ministerio que trae condenación, ¡cuánto más glorioso será el ministerio que trae la justicia!
Por supuesto que el ministerio es mas glorioso porque nos capacita para obedecer los mandamientos de Dios, no abrogandolos.

2Co 3:10 En efecto, lo que fue glorioso ya no lo es, si se le compara con esta excelsa gloria.
2Co 3:11 Y si vino con gloria lo que ya se estaba extinguiendo, ¡cuánto mayor será la gloria de lo que permanece!
2Co 3:12 Así que, como tenemos tal esperanza, actuamos con plena confianza.
2Co 3:13 No hacemos como Moisés, quien se ponía un velo sobre el rostro para que los israelitas no vieran el fin del resplandor que se iba extinguiendo.

Nuevamente, resplandor reflejado en el rostro de Moises que se iba extinguiendo… no la ley
2Co 3:14 Sin embargo, la mente de ellos se embotó, de modo que hasta el día de hoy tienen puesto el mismo velo al leer el antiguo pacto. El velo no les ha sido quitado, porque sólo se quita en Cristo.
2Co 3:15 Hasta el día de hoy, siempre que leen a Moisés, un velo les cubre el corazón.
2Co 3:16 Pero cada vez que alguien se vuelve al Señor, el velo es quitado.

Este velo es el entendimiento, cuando uno se convierte al Senor y el Espiritu le revela el verdadero significado y uso de la ley. No como medio de salvacion

2Co 3:17 Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.
2Co 3:18 Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos* como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu.

Esto es para lo que nos capacita el Espiritu Santo, para reflejar la Gloria de Dios pero no en nuestos rostros para que nadie se fije en ellos..

Los textos que le pastor estan siendo usados fuera de contexto…
le invito a que examine los textos uno por uno y compruebe por usted mismo..
 
Re: LA LEY ESTA ABOLIDA PARA EL QUE ESTA EN CRISTO

Quiero que veas en mi respuesta que no hay censura, sino cariño. Me gustaría que entendieras bien esta verdad sublime. No es dificil, pero para el que tiene el velo de Moisés siempre fue una tarea tremenda, pero anímate, pues Cristo puede hacerlo, (2Corintios 3:15 y 16).

Te vuelvo a poner una frase. Leela una, dos, tres... las veces que te haga falta hasta entenderla y des gracias a Cristo por su gracia para que confiado en él, y con la obra del Espíritu Santo en tu vida puedas vivir en la "ley de la libertad", como la denominó Santiago.




¿Lo has logrado entender? La de Moisés NO, la de Cristo SI. ¿Para heredar la vida eterna? NO. Porque ya soy salvo por su gracia. Porque al arrepentirme de mis pecados y de mi propia justicia, puse mi confianza exclusivamente en la obra de mi Salvador, desde ese momento recibí las arras de herencia prometida, el Espíritu Santo, quien me guía y me impulsa para vivir para aquel que me salvó.

¿Y si peco alguna vez en mi vida, entonces qué? ¿Me condeno? NO. (1Jn 1:8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. 1Jn 1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 1Jn 1:10 Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.

Pero, y si creo en Cristo pero vivo voluntariamente en el pecado y desprecio la obra del Espíritu Santo, y no confieso mis pecados ni me arrepiento. ¿Me salvo igual? Pues NO. Porque aquel que vive en el pecado de esa manera evidencia de que la fe que profesa es un simple asentimiento intelectual, pero no ha nacido de nuevo. Y este sería otro tema amplio para desarrollar, pero que nos aparta del asunto que tratamos en este epígrafe.

Los evangélicos repiten siempre lo mismo. Como que no se convencieran que es así la cosa...

Este, el pecado, es un tema interesante de comentar...

El asunto del pecado es más complejo que lo que comunmente se lee... está el asunto de la penitencia...

Por ejemplo, alguien roba x plata, se arrepiente perfecto. Según la voluntad de Dios ¿tendrá que devolver la plata también? Por supuesto... entonces no es sólo arrepentirse...
 
Re: LA LEY ESTA ABOLIDA PARA EL QUE ESTA EN CRISTO

Mandamiento de Cristo:

Lucas 6:31 Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos.

Mandamiento de Cristo:

Mat 5:44-48 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.
Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles? Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.


¿Es acaso tan dificil de entender ó es un prejuicio que conduce a la rebeldía?

Es más fuerte mandar "no matar" ó decir "ama a tus enemigos". La ley positiva del amor hace inutil el mandamiento de no matar, porque el que ama no mata.
Debo entender que Pabloblanco es cristiano y por lo tanto ama de tal manera que ya no peca. Concluyo que ya no peca y menos todavía cuando ha desaparecido o es inútil la ley que enseña lo que es pecado.

Si un dia llegara a cometer alguna acción que antes se llamaba pecado, simplemente Pabloblanco no ha pecado. Desde luego, si esta acción la comete uno que no es cristiano surge la pregunta ¿tampoco ha pecado, o si?
 
Re: LA LEY ESTA ABOLIDA PARA EL QUE ESTA EN CRISTO

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Todo el que pretenda justificarse por la ley ... obra hipocritamente ... porque ninguno de todos ellos cumple con la ley ... y si esto es asi ... todos ellos ... estan condenados por la misma ley que defienden ... han caido de la gracia ...

Santiago 2:10

Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos.

Gálatas 2:16

sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.

Gálatas 5:4

De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído.


Por lo tanto ... yo me quedo con Cristo ...

Romanos 10:4

porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.


... Cristo es mi justicia ... y quien no este de acuerdo ... que le proteste a Dios ... por haber hecho las cosas asi.

Que Dios les bendiga a todos

Paz a la gente de buena voluntad
 
Re: LA LEY ESTA ABOLIDA PARA EL QUE ESTA EN CRISTO

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Todo el que pretenda justificarse por la ley ... obra hipocritamente ... porque ninguno de todos ellos cumple con la ley ... y si esto es asi ... todos ellos ... estan condenados por la misma ley que defienden ... han caido de la gracia ...

Santiago 2:10

Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos.

Gálatas 2:16

sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.

Gálatas 5:4

De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído.


Por lo tanto ... yo me quedo con Cristo ...

Romanos 10:4

porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.


... Cristo es mi justicia ... y quien no este de acuerdo ... que le proteste a Dios ... por haber hecho las cosas asi.

Que Dios les bendiga a todos

Paz a la gente de buena voluntad

Pero...

En que quedamos....

Existe la ley (10 Mandamientos) o no...?
 
Re: LA LEY ESTA ABOLIDA PARA EL QUE ESTA EN CRISTO

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Todo el que pretenda justificarse por la ley ... obra hipocritamente ... porque ninguno de todos ellos cumple con la ley ... y si esto es asi ... todos ellos ... estan condenados por la misma ley que defienden ... han caido de la gracia ...

Santiago 2:10

Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos.

Gálatas 2:16

sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.

Gálatas 5:4

De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído.


Por lo tanto ... yo me quedo con Cristo ...

Romanos 10:4

porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.


... Cristo es mi justicia ... y quien no este de acuerdo ... que le proteste a Dios ... por haber hecho las cosas asi.

Que Dios les bendiga a todos

Paz a la gente de buena voluntad



Estoy 100% de acuerdo con tu aporte Miniyo. Sin embargo,



Rom 3:31 ¿Pero significa todo esto que la ley de Dios queda abolida por la fe? ¡De ninguna manera! Lo que hacemos por medio de la fe es confirmar el valor de la ley.




Bendiciones!


Luis Alberto42
 
Re: LA LEY ESTA ABOLIDA PARA EL QUE ESTA EN CRISTO

Estoy 100% de acuerdo con tu aporte Miniyo. Sin embargo,



Rom 3:31 ¿Pero significa todo esto que la ley de Dios queda abolida por la fe? ¡De ninguna manera! Lo que hacemos por medio de la fe es confirmar el valor de la ley.




Bendiciones!


Luis Alberto42

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No ignoro eso ... ni tan poco esto ...

1 Timoteo 1:8 Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente;

1 Timoteo 1:9 conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas,

1 Timoteo 1:10 para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina,


Pero se muy bien de lo que hablo ... y quien ha escuchado al Espiritu de Dios lo entiende ... porque Dios se lo ha mostrado ... como lo hizo conmigo.

El que no lo entiende ... es porque se resiste a creer el testimonio de Dios a traves de las Escrituras y al Espiritu Santo ...

Yo ... si no lo entendiese ... le preguntaria a Dios que quiere decir con el siguiente texto ...

Romanos 10:4

porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.


Que Dios les bendiga a todos

Paz a la gente de buena voluntad
 
Re: LA LEY ESTA ABOLIDA PARA EL QUE ESTA EN CRISTO

Amigo Fariseo 54, Vuelve a leer: los mandamientos de Cristo:

Fue dicho a los antiguos... (TIEMPO PASADO) MAS YO OS DIGO... (TIEMPO PRESENTE)

¿No está dando ahí sus mandamientos?

Os doy UN NUEVO MANDAMIENTO... No dice: "os recuerdo los viejos mandamientos".

Así que, si le amas, guarda sus mandamientos. Los mandamientos de la ley de Cristo. Y hazlo por amor, no por temor. Y enseña a los discípulos que guarden todo lo que EL HA ENSEÑADO, no lo que mandó Moisés.

LA LEY YA FUE CUMPLIDA. Ya hizo y terminó su papel. Conducir a Cristo. Pero ESTANDO YA PRESENTE CRISTO, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el MAS AMPLIO, y MAS PERFECTO tabernáculo, no hecho de manos, es decir, NO DE ESTA CREACION... Así que por eso es MEDIADOR DE UN NUEVO PACTO, para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo EL PRIMER PACTO, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna.

Bendiciones.....

Me puede decir cuales son los mandamientos de Cristo????? y no mencione por favor los dos grandes mandamientos porque Cristo los repitio del AT y ya sabe los versiculos verdad?????
 
Re: LA LEY ESTA ABOLIDA PARA EL QUE ESTA EN CRISTO

Pero...

En que quedamos....

Existe la ley (10 Mandamientos) o no...?

Existe, pero esa ley obliga a las partes del Antiguo Pacto, es decir a Israel... pero no a la Iglesia... en principio...

Es como si tu vivieras en un Venezuela por ejemplo y preguntas ¿existe esta ley A en Uruguay? a lo mejor existe esa ley en Uruguay pero no te obliga a ti porque vives en Venezuela, a ti te obliga únicamente la ley de Venezuela, a ti te obliga la ley del Nuevo Pacto...

¿Es la ley del Nuevo Pacto exactamente la misma que la ley del Antiguo Pacto? Creo que ésta, es la pregunta de fondo que habría que contestar...
 
Re: LA LEY ESTA ABOLIDA PARA EL QUE ESTA EN CRISTO

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No ignoro eso ... ni tan poco esto ...

1 Timoteo 1:8 Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente;

1 Timoteo 1:9 conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas,

1 Timoteo 1:10 para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina,


Pero se muy bien de lo que hablo ... y quien ha escuchado al Espiritu de Dios lo entiende ... porque Dios se lo ha mostrado ... como lo hizo conmigo.

El que no lo entiende ... es porque se resiste a creer el testimonio de Dios a traves de las Escrituras y al Espiritu Santo ...

Yo ... si no lo entendiese ... le preguntaria a Dios que quiere decir con el siguiente texto ...

Romanos 10:4

porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.


Que Dios les bendiga a todos

Paz a la gente de buena voluntad




Rom 10:4 porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.



Osea, solamente por la fe en Cristo somos justificados. Mas la Ley de Dios sigue vigente porque sin ella no habría pecado, ya que el pecado es la transgresión de la Ley.

Leamos algunos comentarios de algunos Eruditos:




RV95:

10.4 El fin de la Ley es Cristo: o La Ley llega a su término con Cristo: El sentido más probable es que Cristo pone término al régimen de la Ley (cf. Ro 7.4-6; Gl 3.24). Algunos traducen: la Ley tiene como finalidad a Cristo.




Mathew Henry:

Rom 10:1-4
Vv. 1-4.Los judíos edificaron sobre un fundamento falso y no quisieron ir a Cristo para recibir la salvación gratuita por fe, y son muchos los que en cada época hacen lo mismo en diversas formas. La severidad de la ley demostró a los hombres su necesidad de salvación por gracia por medio de la fe.

Las ceremonias eran una sombra de Cristo que cumple la justicia y carga con la maldición de la ley. Así que aun bajo la ley, todos los que fueron justificados ante Dios, obtuvieron esa bendición por la fe, por la cual fueron hechos partícipes de la perfecta justicia del Redentor prometido.


La ley no es destruida ni frustrada la intención del Legislador, pero habiendo dado la muerte de Cristo la satisfacción plena por nuestra violación de la ley, se alcanza la finalidad.


Esto es, Cristo cumplió toda la ley, por tanto, quien cree en Él, es contado justo ante Dios como si él mismo hubiese cumplido toda la ley. Los pecadores nunca se diluyen en vanas fantasías de su propia justicia si conocieron la justicia de Dios como Rey o su rectitud como Salvador.




JFB:

4. Porque el fin [objeto o finalidad] de la ley es Cristo, para justicia [justificadora] a todo aquel que cree—Es decir, que Cristo ya ha cumplido todo lo que la ley demanda para la justificación de los que le reciben, sean judíos o griegos (Gal_3:24).






Entonces, decir que por la fe cristiana, la ley está abolida, no es bíblico, tal como lo declara Romanos 3:31:



Rom 3:31 ¿Pero significa todo esto que la ley de Dios queda abolida por la fe? ¡De ninguna manera! Lo que hacemos por medio de la fe es confirmar el valor de la ley.




Bendiciones!


Luis Alberto42