Re: BXVI: "La palabra `sola fide´ de Lutero es verdadera si no se opone a la caridad
Re: BXVI: "La palabra `sola fide´ de Lutero es verdadera si no se opone a la caridad
- Risa , sí ............ risa causa ver como se pretende hacer alquimia argumentativa de las catequesis papales -
Apreciable Common sense:
Bien. Lo que usted tiene que entender, es que realmente en la catequisis de su actual pastor, si se esta diciendo lo que Trento dice y trento si dice:
Cap. VII. Que sea la justificación del pecador, y cuáles sus causas.
A esta disposición o preparación se sigue la justificación en sí misma: que no sólo es el perdón de los pecados, sino también la santificación y renovación del hombre interior por la admisión voluntaria de la gracia y dones que la siguen; de donde resulta que el hombre de injusto pasa a ser justo, y de enemigo a amigo, para ser heredero en esperanza de la vida eterna. Las causas de esta justificación son: la final, la gloria de Dios, y de Jesucristo, y la vida eterna. La eficiente, es Dios misericordioso, que gratuitamente nos limpia y santifica, sellados y ungidos con el Espíritu Santo, que nos está prometido, y que es prenda de la herencia que hemos de recibir. La causa meritoria, es su muy amado unigénito Jesucristo, nuestro Señor, quien por la excesiva caridad con que nos amó, siendo nosotros enemigos, nos mereció con su santísima pasión en el árbol de la cruz la justificación, y satisfizo por nosotros a Dios Padre. La instrumental, además de estas, es el sacramento del bautismo, que es sacramento de fe, sin la cual ninguno jamás ha logrado la justificación.
Ultimamente la única causa formal es la santidad de Dios, no aquella con que él mismo es santo, sino con la que nos hace santos;
Objetaría quizas la causa "instrumental" pues finalmente el baustimo es testimonio externo (sacramento/testimonio de la fe) de un proceso interno, sin el cual, lo externo es inútil.
El problema, claro, es que Trento tambien dice lo que usted ha aportado. Por ende todos los maestros católicos, se ven obligados a pesar de estar de acuerdo que la justificación (redención) es por la fe, también se ha de enseñar en tal justificación para así asegurar con las buenas obras su elección.
Entonces, si se podría dividir el asunto en dos partes, la justificación inicial, de la que se habla aqui:
Cap. VIII. Cómo se entiende que el pecador se justifica por la fe, y gratuitamente.
Cuando dice el Apóstol que el hombre se justifica por la fe, y gratuitamente; se deben entender sus palabras en aquel sentido que adoptó, y ha expresado el perpetuo consentimiento de la Iglesia católica; es a saber, que en tanto se dice que somos justificados por la fe, en cuanto esta es principio de la salvación del hombre, fundamento y raíz de toda justificación, y sin la cual es imposible hacerse agradables a Dios, ni llegar a participar de la suerte de hijos suyos. En tanto también se dice que somos justificados gratuitamente, en cuanto ninguna de las cosas que preceden a la justificación, sea la fe, o sean las obras, merece la gracia de la justificación: porque si es gracia, ya no proviene de las obras: de otro modo, como dice el Apóstol, la gracia no sería gracia.
Y la posterior:
Cap. X. Del aumento de la justificación ya obtenida.
Justificados pues así, hechos amigos y domésticos de Dios, y caminando de virtud en virtud, se renuevan, como dice el Apóstol, de día en día; esto es, que mortificando su carne, y sirviéndose de ella como de instrumento para justificarse y santificarse, mediante la observancia de los mandamientos de Dios, y de la Iglesia, crecen en la misma santidad que por la gracia de Cristo han recibido, y cooperando la fe con las buenas obras, se justifican más; según está escrito: El que es justo, continúe justificándose. Y en otra parte: No te receles de justificarte hasta la muerte. Y además: Bien veis que el hombre se justifica por sus obras, y no solo por la fe. Este es el aumento de santidad que pide la Iglesia cuando ruega: Danos, Señor, aumento de fe, esperanza y caridad.
El problema con ésto es que se condiciona la primera a la segunda, y honestamente, de acuerdo a lo Escrito, la segunda es fruto de la primera, por ende no puede ser determinante para "guardarla/conservarla/mantenerla" sino más bien, es la evidencia "física" de la primera, si no hay evidencia de la transformación (primera justificación), osea, si no andas en la posterior justificación, es porque tu fe es vana (tal cual lo dijo Santigo y ha repetido el papa), y si tu fe vana es debido a que la inicial justificación no fue verdadera.
Le muestro, si usted me lo permite quiero mostrarle una contradicción que ha llamado mi atención y quizas sea la raíz del problema, en el capitulo intermedio entre éstos últimos dos que he pegado:
Cap. IX. Contra la vana confianza de los herejes.
Mas aunque sea necesario creer que los pecados ni se perdonan, ni jamás se han perdonado, sino gratuitamente por la misericordia divina, y méritos de Jesucristo; sin embargo no se puede decir que se perdonan, o se han perdonado a ninguno que haga ostentación de su confianza, y de la certidumbre de que sus pecados le están perdonados, y se fíe sólo en esta: pues puede hallarse entre los herejes y cismáticos, o por mejor decir, se halla en nuestros tiempos, y se preconiza con grande empeño contra la Iglesia católica, esta confianza vana, y muy ajena de toda piedad. Ni tampoco se puede afirmar que los verdaderamente justificados deben tener por cierto en su interior, sin el menor género de duda, que están justificados; ni que nadie queda absuelto de sus pecados, y se justifica, sino el que crea con certidumbre que está absuelto y justificado; ni que con sola esta creencia logra toda su perfección el perdón y justificación; como dando a entender, que el que no creyese esto, dudaría de las promesas de Dios, y de la eficacia de la muerte y resurrección de Jesucristo. Porque así como ninguna persona piadosa debe dudar de la misericordia divina, de los méritos de Jesucristo, ni de la virtud y eficacia de los sacramentos: del mismo modo todos pueden recelarse y temer respecto de su estado en gracia, si vuelven la consideración a sí mismos, y a su propia debilidad e indisposición; pues nadie puede saber con la certidumbre de su fe, en que no cabe engaño, que ha conseguido la gracia de Dios.
¿Vio usted la contradicción? Ninguna persona puede dudar de la misericordia divina, pero tampoco deben estar seguros... porque serán contados entre los herejes y cismáticos.
Lo dije muy al principio, es una pena todo ésto pues entonces no se esta presentando la justificación por la sola fe, sino se esta justificando la sola fe, pero condicionandola a la caridad/buenas obras. La caridad por si sola, como intensión tampoco cuenta, ha de ser vista/notada/manifestada como una acción, entonces ya es una obra, el resultado.
Lo que intenta Gabaón no es pervertir lo que su pastor ha enseñado, por el contrario, lo que usted no quiere ver si esta ahi esta escrito, en Trento, el asunto es que a pesar que se lograse hacer entender a los católicos que la justificación es por la sola fe, Trento mismo no permite que se tenga seguridad de esto e impone un candado a quienes quieran enseñarlo calificándoles de querer estar contados entre los herejes y cismáticos los cuales estan contados en la "reforma".
En resúmen, Trento, en este apartado es una efectiva "contra-reforma" toda vez que establece las condiciones bajo las cuales puede ser creído y enseñada la justificacion por la fe, pero sin dar lugar a alguna seguridad sobre la salvación eterna del creyente.
Nada nuevo bajo el sol.
Dios le guarde,