Re: veamos que tan expertos son en apocalipsis pues preteristas?
(b) El comentarista Wallace dice que la "tierra" (Apoc. 13:1) es "la gente de Palestina" (pág. 295), que la segunda bestia es "los perseguidores gobernantes de Palestina" (pág. 296), y ofrece una pequeña explicación enigmática sobre la "imagen" de la bestia que no armoniza con la descripción dada en Apoc. 13. ¿Ordenaron los gobernantes de Palestina a que los judíos hicieran una imagen del emperador? ¿Mandaron a los judíos a matar a los cristianos que no adorasen al emperador? ¿Intervinieron para controlar absolutamente el comercio en Palestina poniendo una marca en los judíos y en los cristianos que no rindieran culto al emperador? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Cuáles son las evidencias?
(c) Referente a la "gran ramera", el comentarista Wallace asevera que la única ciudad que responde a las descripciones simbólicas de Apoc. 17 es Jerusalén, que ella es la "madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra", y que la "tierra" de la profecía encierra a Judea y Palestina, nada más (págs. 364-365). Traeremos una interpretación más acorde con los hechos históricos mostrando ampliamente que la Roma "espiritual" corrupta en doctrina y vida, hace mucho mejor el rol de "madre de las rameras" que la Jerusalén terrenal del primer siglo.
(2) Las profecías detalladas sobre la destrucción de Jerusalén las encontramos en Mateo 24 y no en Apocalipsis.
d) Se argumenta que, según las siete cartas dirigidas a las siete iglesias (Apoc. 2 y 3), los judíos incrédulos seguían persiguiendo a los cristianos y se afirma que esta circunstancia no se daba después de la caída de Jerusalén. Analizamos el argumento.
(1) ¿Cuáles son las evidencias en las siete cartas de una supuesta persecución judía? Realmente, no hay casi ninguna. En Apoc. 2:9 y 3:9, la referencia es a quienes decían ser judíos pero no lo eran.
(2) En realidad, los judíos incrédulos no desaparecieron de la faz de la tierra después de la destrucción de Jerusalén en el año 69 d.C. Al contrario, entre ellos hubo tal resurgimiento después de aquella derrota aplastante que para el año 135 d.C., lograron montar contra Roma otra tremenda confrontación sanguinaria.
D. El significado de "Apocalipsis":
1. El Diccionario de uso del español, Tomo 1, pág. 215, dice que Apocalipsis es el "Último libro del Nuevo Testamento, que se refiere a lo que ocurrirá al acabarse el mundo."
a) "Lo que ocurrirá al acabarse el mundo" implica que las profecías de Apocalipsis no cubran los casi 20 siglos ya transcurridos de la Era Cristiana sino que se limitan sólo a los eventos del fin.
b) Este mismo concepto erróneo lo tiene, al parecer, la mayoría de los creyentes.
2. En el griego, la palabra "Apocalipsis" quiere decir: "Poner al descubierto." Se trata de "la instrucción acerca de las cosas divinas antes no conocidas" y en el caso del libro de Apocalipsis se trata de "la revelación de las cosas futuras relacionadas con la consumación del reino divino" (El léxico Griego-Inglés de Thayer, pág. 62).
3. En la jerga moderna, "Apocalipsis" y "apocalíptico" se usan para señalar eventos catastróficos de índole malévola que presagian el colapso total de la civilización y del fin del mundo, por ejemplo, la película titulada: "¡Apocalipsis!"
4. Para el entendimiento correcto del libro, es importante tener presente el significado básico de la palabra: "poner al descubierto".
a) En el contexto del libro de Apocalipsis, esto quiere decir: "descubrir a la luz eventos y condiciones futuras".
b) Veremos que ese "futuro" para la iglesia verdadera comenzó a fines del primer siglo y no en la última mitad del siglo veinte.
III. ¿Cuánto tiempo cubren las profecías de Apocalipsis?
A. Las distintas teorías:
1. Desde el año 67 d.C. hasta el año 70, o sea, los cuatro años que duró la guerra romano-judía.
2. Desde el año 69 d.C. hasta la conversión de Constantino en el año 324 d.C.
3. Desde el año 69 d.C. hasta el año 476 cuando un extranjero se sentó sobre el trono en Roma.
4. Desde el año 95 d.C. hasta el fin del mundo.
5. Con la excepción de las siete cartas, desde más o menos la década de los sesenta (1960 - 1970) del siglo veinte cuando muchos predicadores pentecostales y otros líderes religiosos comenzaron a predecir la inminente venida de Cristo, hasta el fin del mundo.
6. Con la excepción de las siete cartas, desde algún punto en el futuro cercano hasta la culminación del plan de Dios para la raza humana y el universo.
7. Con la excepción de las siete cartas, desde más o menos la década de los sesenta del siglo veinte hasta una supuesta tercera venida de Cristo, período que abarca, según se alega, la "Gran Tribulación" y el Milenio.
B. Las indicaciones del texto del libro de Apocalipsis sobre el tiempo que cubren las profecías:
1. "La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto" (1:1).
a) ¿Qué quiere decir "pronto"?
(1) ¿Qué todas las profecías se cumplirían dentro de un término de tres meses, de tres años o de tres siglos?
(2) Obviamente el adverbio "pronto" es relativo y bastante subjetivo.
(a) Entre nosotros los seres humanos, el significado de "pronto" lo determinan el contexto de la conversación, los gestos y aun el tono de voz.
(b) También influye nuestro concepto del "tiempo" el cual para nosotros es limitado e incierto.
(c) En cambio, para Dios, quien "es el único que tiene inmortalidad" (1 Timoteo 6:16), "pronto" no quiere decir necesariamente "de inmediato" o "dentro de unas pocas horas o de unos pocos días", ya que para Él "un día es como mil años, y mil años como un día" (2 Pedro 3:8).
2. "El tiempo está cerca" (1:3; 22:10). Ya que esta frase es usada en el contexto de profecías, entendemos que significa: "El tiempo para iniciarse el cumplimiento de las profecías está cerca."
a) Es evidente que el adverbio "cerca" también es relativo.
(1) ¿Cómo debe entenderse este adverbio? ¿"Bien cerca, a punto de comenzarse", como en la frase "el reino de los cielos se ha acercado" (Mateo 3:2)? El reino iba a manifestarse dentro de pocos días en la persona de Cristo y sería establecido entre los hombres dentro de aproximadamente tres años y medio después del anuncio de Juan el Bautista.
(2) O, ¿quiere decir "quizás después de muchos siglos", como en 1 Pedro 4:7 donde dice: "El fin de todas las cosas se acerca"? Santiago escribe: "La venida del Señor se acerca" (Santiago 5:8). Es del todo inconcebible que se refiera en estos textos sólo a la destrucción de Jerusalén. Pedro no dice que el fin de Jerusalén e Israel se acerca sino "el fin de todas las cosas".
b) El verdadero significado de "cerca" sólo el contexto de Apocalipsis lo puede determinar.
3. "Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas" (1:19).
a) La frase "Las que han de ser después de estas" indica una secuencia de tiempo sin que haya un lapso prolongado de tiempo que separe "las que son" de "las que han de ser después". Primero, "las que son"; enseguida, "las que han de ser después", sin un intérvalo largo de tiempo que los separe.
b) Entendemos que Cristo está afirmando que los eventos futuros revelados en Apocalipsis comenzarían a suceder inmediatamente después de la revelación de "las que son", o poco tiempo después.
(1) "Las que has visto". Juan había visto:
(a) Un ser "semejante al Hijo del Hombre" (1:13);
(b) "Los siete candeleros de oro" (1:12);
(c) Las siete estrellas (1:16).
(2) "Las que son". No se trata de las cosas que son en nuestro tiempo del siglo veinte sino de las que eran en el tiempo cuando Juan recibió las revelaciones. Se trata de las circunstancias doctrinales, morales, sociales y políticas que afectaban a las iglesias del primer siglo, en particular a las siete iglesias de la provincia de Asia en el Imperio Romano. Las siete cartas revelan mucho sobre referidas circunstancias.
(3) "Las que han de ser". Estas cosas que "han de ser" no son exclusivamente las que serán después del tiempo presente (la última década del siglo veinte). La frase "han de ser" abarca todas las cosas que iban a suceder desde el tiempo cuando las revelaciones fueron dadas a Juan hasta el tiempo presente, como también algunas cosas que han de suceder durante el período que cubre desde el presente (el año 1995, cuando este comentario fue escrito) hasta el fin del mundo.
4. "El ángel que vi en pie sobre el mar... juró... que el tiempo no sería más, sino que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él comience a tocar la trompeta, el misterio de Dios se consumará" (Apoc. 10:5-7).
a) En este pasaje, claramente se anuncia el fin del tiempo y, por lo tanto, la consumación del plan (misterio) de Dios para la raza humana y el universo.
b) Por lo tanto, los eventos profetizados mediante las primeras seis trompetas ocurren antes del fin del tiempo.
c) En Apocalipsis, hay otras profecías semejantes a esta sobre el fin de todo.
5. Conclusiones:
a) Los parámetros de tiempo establecidos por la terminología "pronto", "el tiempo está cerca" y "las cosas que han de ser después" por un lado y, por el otro extremo, por la que dice "el tiempo no sería más", nos llevan a la fuerte convicción de que las profecías de Apocalipsis cubren desde los últimos años del primer siglo d.C. hasta el fin del mundo.
b) En adición a los parámetros de tiempo fijados en las frases estudiadas, servirán para confirmar nuestra conclusión las interpretaciones de las profecías que ofreceremos en esta obra. Veremos que las profecías realmente cubren el tiempo desde los últimos años del primer siglo de nuestra Era hasta el fin del mundo.
c) Todas las demás teorías sobre el tiempo que cubren las profecías carecen de evidencias y argumentos contundentes.
IV. Perspectivas sobre el tiempo de la Era Cristiana que ha transcurrido ya: Desde Pentecostés del año 33 hasta 1995. Mil, novecientos sesenta y dos años de historia espiritual y secular.
Para el entendimiento correcto de Apocalipsis, es imprescindible ubicarnos a nosotros mismos en el lugar preciso que ocupamos en la línea del tiempo, fijar exactamente en nuestra percepción del tiempo la fecha cuando fueron dadas las profecías del libro y tener conocimiento de los eventos más sobresalientes que han ocurrido desde aquella fecha hasta el día de hoy. También es de suma importancia tener amplio conocimiento de las circunstancias especiales que han afectado marcadamente la condición moral y espiritual del ser humano en algunos periodos particulares de nuestra Era, por ejemplo, la "Edad Medieval".
A. Para conseguir estas perspectivas tan importantes, abordaremos unas naves bien especiales que se conocen como las "Naves del Tiempo".
1. Estos aparatos curiosos pero muy sofisticados nos pueden llevar a gran velocidad por la "Dimensión del Tiempo" hacia los lugares y los periodos temporales que quisiéremos observar.
a) Nos pueden llevar al pasado sin que nos rejuvenezcamos. Nos pueden llevar a los tiempos antes de nuestra fecha de nacimiento ¡sin que dejemos de ser!
b) Nos pueden llevar al futuro sin que nos envejezcamos o muramos.
c) Dondequiera que toquemos tierra, se materializarán delante de nosotros, como por acto de magia, los personajes, las entidades y las condiciones de la época visitada.
d) Podremos ver ¡sin ser vistos!
2. ¿Está dispuesto usted a viajar en estas "Naves del Tiempo"? Entonces, ¡abordemos!
3. Pero, antes de abordar nuestros "Vehículos del Tiempo", debemos prepararnos mental y espiritualmente para el viaje.
a) En primer lugar, no empacamos para este viaje ningún prejuicio que alberguemos contra el estudio de la historia espiritual o secular. Para algunos, el estudio de la historia es fastidioso y aburrido. No lo debe ser para nosotros los que queremos entender correctamente las profecías de Apocalipsis, ya que el conocimiento del pasado nos ayudará grandemente en la interpretación del libro. Además, por ser verídica y llena de acción ¡la historia puede ser más excitante que cualquier novela de intriga! No es meramente un relato seco de lugares, nombres extraños y fechas sino para la persona que abre su mente y hace uso de la imaginación, la historia es una película de mucho movimiento, de personajes inolvidables y de conflictos carnales, morales, intelectuales y espirituales de más impacto que los de "Las guerras de las estrellas". Pues, dejemos los prejuicios e ideas preconcebidas de toda clase en un baúl en casa. Emprendamos el viaje con una mente libre y con hambre de aprender.
b) En segundo lugar, agucemos la mente y el espíritu para captar y apreciar los grandes acontecimientos espirituales del pasado, para discernir las condiciones espirituales que prevalecían en ciertas épocas y para reconocer a los personajes y las entidades cuyas intervenciones en el escenario del mundo ejercieron una influencia determinante sobre el destino de multitudes de almas.
c) En tercer lugar, que no se nos olvide llevar la Biblia y una libreta de apuntes.
d) Después de echar un vistazo al presente, recorreremos en nuestras "Naves" el tiempo al revés comenzando con el siglo veinte y llegando al siglo primero. Visitaremos unos cuantos lugares y épocas deteniéndonos en cada parada para recopilar los datos esenciales para la formación de una perspectiva amplia sobre la historia de nuestra Era. Esta perspectiva nos servirá como trasfondo para la interpretación de las profecías de Apocalipsis.
e) Programamos diez paradas.
4. ¿Estamos de acuerdo en cuanto a los preparativos? Entonces, ahora sí, podemos dar la voz: "¡Todos abordo!"
a) ¡Estas naves son muy veloces! En un santiamén, ¡pueden cruzar mil años de tiempo!
b) Ya estamos acomodados en las naves.
(1) ¿Cinturón de seguridad abrochado?
(2) ¿Espaldar del asiento en su posición vertical?
(3) ¡Se prenden los motores y comienza la aventura!
5. La fecha del despegue es el 20 de marzo de 1995 (fecha cuando esta conferencia fue presentada por primera vez). En un instante, nuestras "Naves del Tiempo" se elevan a una gran altura sobre el hemisferio occidental y se detienen para que observemos las condiciones morales y espirituales que predominan allá abajo. Esta es nuestra primera parada en el viaje por la dimensión del tiempo hacia el primer siglo de esta Era Cristiana.
a) Para que nos ubiquemos en el lugar exacto que ocupamos en la línea del tiempo y se nos grabe indeleblemente en nuestra mente la fecha del presente, aparecen en el horizonte de la tierra los números gigantescos "1995". Comprendemos que desde la muerte de Cristo hasta el presente, han transcurrido 1,962 años. Desde las revelaciones que recibió el apóstol Juan en la isla de Patmos, han transcurrido 1,900 años, o sea, 693,500 días.
b) Mirando hacia abajo a los países de Occidente, hacemos las observaciones y apuntes siguientes:
(1) Las condiciones para el esparcimiento del evangelio son realmente óptimas.
(a) Se goza de casi total libertad de culto en todos los países, desde las tierras congeladas de los esquimales de Alaska y el Canadá hasta la Tierra del Fuego en Sur América.
(b) En las constituciones de los gobiernos, se encuentran leyes que garantizan esta libertad. Las iglesias de toda clase son protegidas por los gobiernos.
(c) Además, vemos que hay varios medios muy sofisticados de comunicación en masa los cuales facilitan la predicación a grandes multitudes -el radio, la televisión y la prensa. ¡Mire que aquí arriba, en el alto cielo, pasan cerca de nosotros satélites de comunicación los cuales pueden, programados a funcionar en cadena, transmitir mensajes a todos los habitantes del globo terráqueo! Precisamente, en estos días (Marzo, 1995) un evangelista de renombre llamado Billy Graham predicó una campaña en el Estadio Hiram Bithorn, localizado en San Juan, Puerto Rico y sus mensajes fueron transmitidos por estos satélites a una audiencia potencial de un billón de almas.
http://www.esnips.com/doc/5a9a28ef-...HA-EN-QUE-FUE-ESCRITO-EL-LIBRO-DE-APOCALIPSIS