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Ha habido una controversia teológica sobre la pregunta de si el bautismo en el
nombre de Cristo Solo se llevó a cabo alguna vez válido.
Ciertos textos del Nuevo Testamento han dado lugar a esta dificultad.
Así San Pablo (Hechos, xix) ordena que algunos discípulos en Éfeso sean bautizados
en el nombre de Cristo: "Fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús".
En Hechos, x, Leemos que San Pedro ordenó que otros fueran bautizados
"en nombre de El Señor Jesucristo". Aquellos que fueron convertidos por Felipe
(Hechos, viii) "fueron bautizados en el nombre de Jesucristo",
y sobre todo tenemos el mandato explícito del Príncipe. de los Apóstoles:
"Sea bautizado todo el que tú en el nombre de Jesucristo, para la remisión de tus
pecados" (Hechos, ii). A partir de estos textos algunos teólogos han sostenido que los
Apóstoles bautizados en el nombre de Cristo únicamente.
San Tomás, San Buenaventura y Alberto Magno son invocados como autoridades para este
dictamen, declarando que los Apóstoles así actuaron con dispensa especial
. Otros escritores, como Pedro Lombardo y Hugo de San Víctor,
También se afirma que dicho bautismo sería válido, pero no se dice nada de una
dispensa para los apóstoles. La opinión más probable, sin embargo, parece ser que los
términos "en el nombre de Jesús" o "en el nombre de Cristo" ya se refieren al bautismo
en la fe enseñada por Cristo, o se emplean para distinguir el bautismo cristiano del
de Juan el Precursor. Parece totalmente improbable que, inmediatamente después de que
Cristo promulgara solemnemente la fórmula trinitaria del bautismo,
los propios apóstoles la hubieran instituido.
De hecho, las palabras de San Pablo (Hechos, XIX)
implican claramente que no lo hicieron. Porque, cuando algunos cristianos en
Éfeso declararon que nunca habían oído hablar del Espíritu Santo,
el Apóstol preguntó: "¿En quién, pues, fuisteis bautizados?".
Este texto parece afirmar que San Pablo dio por sentado que los efesios debieron haber
oído el nombre del Espíritu Santo cuando se pronunció sobre ellos
la fórmula sacramental del bautismo
Se ha alegado que la autoridad del Papa Esteban I justificaba la validez del bautismo dado en el nombre de Cristo.
San Cipriano afirma (Ep. ad Jubaian.) que este pontífice declaró válido todo bautismo siempre que se diera en el nombre de Jesucristo. Cabe observar que la misma explicación se aplica a las palabras de Esteban, así como a los textos bíblicos mencionados anteriormente. Moreencima, Firmiliano, en su carta a San Cipriano, insinúa que el Papa Esteban exigía una mención explícita de la Trinidad en el bautismo, pues cita al pontífice declarando que la gracia sacramental se confiere porque una persona ha sido bautizada «con la invocación de los nombres de la Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo».
Un pasaje muy difícil de explicar se encuentra en las obras de San Ambrosio (Lib. I, De Sp. S., iii), donde declara que si una persona nombra a uno de la Trinidad, los nombra a todos: «Si dices Cristo, has designado a Dios Padre, por quien el Hijo fue ungido, y a Aquel que fue ungido Hijo, y al Espíritu Santo en quien fue ungido». Este pasaje se ha interpretado generalmente como una referencia a la fe del catecúmeno, pero no a la del bautizo.
Más difícil es la explicación de la respuesta del papa Nicolás I a los búlgaros (cap. civ; Labbe, VIII), en la que afirma que no se debe rebautizar a una persona que ya ha sido bautizada «en el nombre de la Santísima Trinidad o solo en el nombre del Cristo, como leemos en los Hechos de los Apóstoles (pues es una y la misma cosa, como explicó San Ambrosio)».
Como en el pasaje al que alude el papa, San Ambrosio hablaba de la fe del receptor del bautismo, como ya hemos dicho, se ha considerado probable que este sea también el significado que el papa Nicolás pretendía transmitir con sus palabras (véase otra explicación en Pesch, Praelect. Dogm., VI, n.º 389). Lo que parece confirmar esto