Entre Cristo y tú, yo confío en Cristo:
«El que a vosotros escucha a mí me escucha y el que a vosotros rechaza a mí me rechaza y el que a mí me rechaza, rechaza al que me envió.»
Y entre el apóstol Pablo y tú, yo confío en Pablo:
«Obedeced a vuestros pastores y sujetaos porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta. Permitidles que lo hagan con alegría y no quejándose, porque eso no sería provechoso para vosotros.»
La confianza es absolutamente en Cristo, el único que puede salvar tu alma (Hch.4:12), la iglesia no salva a nadie como te han engañado con el falso título de:"Iglesia católica romana, fuera de la cual no hay salvación".