Cuando el cristianismo era nuevo

Muchas gracias. He visto varias citas de profetas y del Evangelio. No tengo muy claro el asunto, la verdad. En las citas se habla de hacer discípulos de todas las naciones, hasta los confines de la tierra, incluso donde no había judíos, es una interpretación.

Tiendo a pensar que Jesús hablaba sobre todo, aunque los discípulos no estuviesen preparados.

No me queda claro el asunto. Gracias de todas maneras.
Otro ejemplo es en el asunto de hacer innecesaria la circuncisión. Jesús no declaró nada al respecto, pero el espíritu de verdad hizo que los apóstoles se dieran cuenta que el sistema de adoración judío iba a ser reemplazado por una adoración en espíritu y verdad, y entre muchos aspectos, se hizo ver que la circuncisión al menos ya no era necesaria. Este es otro ejemplo de cosas que los discípulos no hubieran soportado si Jesús se las hubiese declarado cuando estaba con ellos, por eso fue necesario esperar hasta que el fuera al Padre y los discípulos recibieran el espíritu santo
 
Otro ejemplo es en el asunto de hacer innecesaria la circuncisión. Jesús no declaró nada al respecto, pero el espíritu de verdad hizo que los apóstoles se dieran cuenta que el sistema de adoración judío iba a ser reemplazado por una adoración en espíritu y verdad, y entre muchos aspectos, se hizo ver que la circuncisión al menos ya no era necesaria. Este es otro ejemplo de cosas que los discípulos no hubieran soportado si Jesús se las hubiese declarado cuando estaba con ellos, por eso fue necesario esperar hasta que el fuera al Padre y los discípulos recibieran el espíritu santo

Gracias por este nuevo ejemplo.

En el caso de la comida Jesús dice que todo lo que se come se excreta, dando a entender que no hay alimentos impuros. En este sentido creo que ya les había advertido a los discípulos.

Y es cierto también lo que dices, que se produjo el Concilio de Jerusalén hacia el 50 dC donde se habló de alimentos impuros y de circuncisiones. Siempre me han extrañado estas normas del Concilio que iban a ser rápidamente superadas por la realidad. El Espíritu Santo intervino en el Concilio.
 
El cristianismo primitivo era un movimiento que desafiaba las instituciones culturales de la sociedad romana. Como escribió Tertuliano: “Nuestra lucha está contra las instituciones de nuestros antepasados, contra la autoridad de las tradiciones, contra leyes humanas, contra los razonamientos de los sabios de este mundo, contra la antigüedad, y contra las costumbres que teníamos.”

Qué extraño es, entonces, que la iglesia actual sostiene que los cristianos de los primeros siglos solamente enseñaban y practicaban la cultura de su día. Esta ironía se hace más aguda cuando nos damos cuenta de que los romanos acusaban a los cristianos de precisamente lo contrario—de no seguir las normas culturales de entonces.

Pero la relación de los cristianos primitivos a su cultura no descansa con ser un asunto histórico. Es algo que debe interesarnos profundamente hoy en día, porque muchas de los dilemas culturales a que hacemos frente hoy son los mismos dilemas que enfrentaban a la iglesia primitiva. No obstante, nuestras respuestas a estos dilemas, por lo general, han sido muy diferentes de las de ellos.
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El cristianismo primitivo era un movimiento que desafiaba las instituciones culturales de la sociedad romana. Como escribió Tertuliano: “Nuestra lucha está contra las instituciones de nuestros antepasados, contra la autoridad de las tradiciones, contra leyes humanas, contra los razonamientos de los sabios de este mundo, contra la antigüedad, y contra las costumbres que teníamos.”

Qué extraño es, entonces, que la iglesia actual sostiene que los cristianos de los primeros siglos solamente enseñaban y practicaban la cultura de su día. Esta ironía se hace más aguda cuando nos damos cuenta de que los romanos acusaban a los cristianos de precisamente lo contrario—de no seguir las normas culturales de entonces.

Pero la relación de los cristianos primitivos a su cultura no descansa con ser un asunto histórico. Es algo que debe interesarnos profundamente hoy en día, porque muchas de los dilemas culturales a que hacemos frente hoy son los mismos dilemas que enfrentaban a la iglesia primitiva. No obstante, nuestras respuestas a estos dilemas, por lo general, han sido muy diferentes de las de ellos.
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Salud y bendición en la paz de Cristo.

CONFORME NOS VAYAMOS ACERCANDO al TIEMPO del FIN de ESTE MUNDO... LA FE y la HUMANIDAD SANA de las PERSONAS... SE IRÁN PERDIENDO (Lucas 18:8; 2 Timoteo 3:1-5).

Que Dios les bendiga a todos
Paz a la gente de buena voluntad
 
El cristianismo primitivo era un movimiento que desafiaba las instituciones culturales de la sociedad romana. Como escribió Tertuliano: “Nuestra lucha está contra las instituciones de nuestros antepasados, contra la autoridad de las tradiciones, contra leyes humanas, contra los razonamientos de los sabios de este mundo, contra la antigüedad, y contra las costumbres que teníamos.”

Qué extraño es, entonces, que la iglesia actual sostiene que los cristianos de los primeros siglos solamente enseñaban y practicaban la cultura de su día. Esta ironía se hace más aguda cuando nos damos cuenta de que los romanos acusaban a los cristianos de precisamente lo contrario—de no seguir las normas culturales de entonces.

Eso me ha pasado muchas veces cuando hablo de regresar a las comunidades primitivas, la gente me contesta "eran otros tiempos", "su realidad era diferente a la nuestra", solo son evasivas
 
Eso me ha pasado muchas veces cuando hablo de regresar a las comunidades primitivas, la gente me contesta "eran otros tiempos", "su realidad era diferente a la nuestra", solo son evasivas
-Indudablemente que los tiempos son otros, pero la Palabra de Dios no es susceptible al tiempo.
 
En los primeros siglos el divorcio llegó a ser cosa corriente. Tanto los hombres romanos como las mujeres a menudo se casaban cuatro o cinco veces. Como Tertuliano comentó: “Hablando del divorcio, las mujeres lo anhelan como si fuera la consecuencia natural del matrimonio.”

Con todo, aunque el divorcio se aceptaba libremente en la sociedad, los cristianos primitivos no permitían el divorcio—excepto por el adulterio. Como escribió Orígenes: “Lo que Dios juntó, no lo separe ningún hombre…ni magistrado ni ningún otro poder. Porque Dios, quien los juntó, es mayor en poder que todo lo demás que uno pudiera nombrar o aun imaginar.” Los cristianos tomaban muy en serio las palabras de Jesús: “Pero yo os digo que todo aquel que repudia a su mujer, a no ser por causa de infidelidad, la hace cometer adulterio; y cualquiera que se casa con una mujer repudiada, comete adulterio” (Mateo 5.32: La Biblia de las Américas).

Esta posición estricta de los cristianos primitivos contra el divorcio claramente no reflejaba su cultura. Pero ¿qué de nuestra actitud hacia el divorcio? ¿No hemos seguido los cambios en nuestra cultura? Hace cincuenta años, un cristiano evangélico jamás se hubiera divorciado de su cónyuge sólo por motivo de “incompatibilidad”. Pero hoy aquí en los Estados Unidos, el número de divorcios en la iglesia evangélica difiere muy poco del número en el mundo. ¿Qué ha cambiado? De seguro, las Escrituras no.

(Pág. 25)
 
Esta posición estricta de los cristianos primitivos contra el divorcio claramente no reflejaba su cultura. Pero ¿qué de nuestra actitud hacia el divorcio? ¿No hemos seguido los cambios en nuestra cultura? Hace cincuenta años, un cristiano evangélico jamás se hubiera divorciado de su cónyuge sólo por motivo de “incompatibilidad”. Pero hoy aquí en los Estados Unidos, el número de divorcios en la iglesia evangélica difiere muy poco del número en el mundo. ¿Qué ha cambiado? De seguro, las Escrituras no.
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Interesante reflexión. Si los que tienen que dar ejemplo no lo dan, ¿dónde está la sal, dónde está el candil?
 
Al contrario de lo que se pudiera pensar, el aborto no es invento del siglo veinte. El licenciado cristiano Félix reprendió a los romanos: “Hay mujeres entre ustedes que toman una poción especial para matar al futuro humano que llevan en su vientre, así cometiendo homicidio aun antes de dar a luz.”

Aunque los romanos aceptaban el aborto como práctica moral y civilizada, los cristianos lo oponían vigorosamente. Cuando algunos romanos levantaron la acusación absurda que los cristianos mataban y comían a los niños en sus ceremonias religiosas, Atenágoro, un apologista cristiano que escribió hacia el año 170, contestó estas acusaciones con las siguientes palabras: “Cuando decimos que aquellas mujeres que usan las pociones para causar el aborto son homicidas y tendrán que rendir cuenta a Dios por su hecho, ¿cómo sería posible que matáramos [a los infantes]? Sería insensatez que dijéramos que el niño en la matriz es creación de Dios, y por tanto objeto del cuidado de Dios, y luego que nazca lo matásemos.”

Tertuliano lo explicó a los romanos así: “En nuestro caso, ya que prohibimos el homicidio en cualquier forma, no podemos destruir ni siquiera al niño en la matriz… Impedir que nazca un niño es solamente una forma de matar. No hay diferencia si se mata la vida del que ha nacido ya, o se mata la vida del que no ha nacido aún.”

Lamentablemente en muchos países occidentales, el aborto se acepta como práctica moral y civilizada, pero los cristianos deben guardarse de verlo así.
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El apóstol Pedro había instruido a las mujeres: “Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos” (1 Pedro 3.3) Pablo escribió palabras semejantes: “Asimismo quiero que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad” (1 Timoteo 2.9-10). Al dar estas exhortaciones, los apóstoles iban contra las normas culturales de entonces.

Una mujer de moda en la Roma antigua usaba los mismos cosméticos que usan las mujeres de hoy en día. Empezaba el día arreglándose el cabello y aplicando su maquillaje. Se pintaba los labios, usaba pintura alrededor de sus ojos, se ponía pestañas falsificadas, se pintaba la cara con polvos blancos y las mejillas con colorete. Se arreglaba su cabello con mucha ostentación, con rizos y flequillos y trenzas arregladas en pliegues ornatos.

Por contraste, la iglesia desaprobaba el uso de cosméticos. Exhortaba a hombres y a mujeres que se contentaran con ropa sencilla. No sólo costaba menos la ropa sencilla, también era más modesta. Los vestidos lujosos muchas veces eran semitransparentes y se ajustaban a la forma femenina de modo sensual. Clemente comentó: “Los vestidos lujosos que no ocultan el talle del cuerpo en realidad no son vestidos. Tales vestidos, ajustándose al cuerpo, toman la forma del cuerpo y se adhieren a la figura. Así destacan la figura femenina, de manera que su figura entera se revela al que la ve, aunque no ve su mismo cuerpo… Tales vestidos están diseñados para exhibir, no para cubrir.”

Sin embargo, la iglesia primitiva no procuraba legislar el tipo de vestido que el cristiano debía ponerse. La iglesia hacía hincapié en los fundamentos de ropa sencilla y modesta, pero la aplicación específica de estos fundamentos quedaba con cada persona.

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Por contraste, la iglesia desaprobaba el uso de cosméticos
Clemente comentó: “Los vestidos lujosos que no ocultan el talle del cuerpo en realidad no son vestidos. Tales vestidos, ajustándose al cuerpo, toman la forma del cuerpo y se adhieren a la figura. Así destacan la figura femenina, de manera que su figura entera se revela al que la ve, aunque no ve su mismo cuerpo… Tales vestidos están diseñados para exhibir, no para cubrir.”

Hay cosas sobre las que hay tener mucho cuidado. No se puede legislar sobre modas basándose en la fe porque al final se habla de cosas humanas con falsas pretensiones de legitimación divina. Puede haber vestidos sencillos y modestos que se ciñan al talle, y cosméticos eficaces y económicos
 
Hay cosas sobre las que hay tener mucho cuidado. No se puede legislar sobre modas basándose en la fe porque al final se habla de cosas humanas con falsas pretensiones de legitimación divina. Puede haber vestidos sencillos y modestos que se ciñan al talle, y cosméticos eficaces y económicos
Tienes razón, no somos quienes para legislar sobre modas, entre otras cosas porque constantemente surgen nuevas modas y sobre algunas de ellas puede haber cierta dificultad en determinar si son o no decorosas para un cristiano(a); y sobre todo, porque ya tenemos la firme exhortación que los apóstoles dan: “Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos” (1 Pedro 3.3) “Asimismo quiero que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad” (1 Timoteo 2.9-10). Estos consejos o mandatos de los apóstoles deberían estar tanto o más vigentes hoy como en los primeros siglos del cristianismo; y ellos sí que tenían legitimación divina para expresarse. Creo que no es necesario añadir más, y así lo entendieron los primeros cristianos, que también en este asunto se distinguían de la sociedad en que vivían.
 
¡Qué alegría, acabo de verlo publicado aunque se editó el día 15! ¡Este hilo ha tenido como consecuencia una publicación!

 
Muchas gracias, compañero @Usymbv , por este thread tan enriquecedor.
Hay muchas reflexiones que hacer, mucha tela de donde cortar.
Por lo pronto cito esto del libro que nos recomiendas. Se trata de algo que escribió en su momento Justino:

“Nosotros que antes estimábamos ganar la riqueza y los bienes más que cualquier otra cosa, ahora traemos lo que tenemos a un fondo común y lo compartimos con el que padece necesidad. Antes nos aborrecíamos y nos destruíamos. Rehusábamos asociarnos con gente de otra raza o nación. Pero ahora, a causa de Cristo, vivimos con aquellas gentes y oramos por nuestros enemigos.”

Y poco más adelante, cita otra fuente:

El amor de los cristianos no se reservó sólo para otros creyentes. Los cristianos primitivos ayudaban también a los incrédulos: los pobres, los huérfanos, los ancianos, los enfermos, los náufragos…y aun a sus perseguidores

Como bien dices, en aquellos tiempos los cristianos estaban mucho más preocupados por la práctica de su fe, que por la teología.
Algo que parece contrario a lo que nos pasa en el foro. Aquí, al parecer, estamos preocupados más por la teología que por la práctica de la fe: de otra manera estaríamos pasando menos tiempo en Internet y más entre la gente que necesita una mano amiga.
Pero ya que nos gusta debatir en Internet, deberíamos (creo yo) debatir no solo de la veracidad de tal o cual postura teológica, sino a cuestionarnos su relevancia.

¿Las doctrinas a las que nos aferramos nos impulsan a "asociarnos con gente de otra raza o nación" y a "ayudar a los incrédulos", como le pasaba a los cristianos primitivos? ¿Nos impulsan a aborrecernos menos... a destruirnos menos?
 
Muchas gracias, compañero @Usymbv , por este thread tan enriquecedor.
Hay muchas reflexiones que hacer, mucha tela de donde cortar.
Por lo pronto cito esto del libro que nos recomiendas. Se trata de algo que escribió en su momento Justino:

“Nosotros que antes estimábamos ganar la riqueza y los bienes más que cualquier otra cosa, ahora traemos lo que tenemos a un fondo común y lo compartimos con el que padece necesidad. Antes nos aborrecíamos y nos destruíamos. Rehusábamos asociarnos con gente de otra raza o nación. Pero ahora, a causa de Cristo, vivimos con aquellas gentes y oramos por nuestros enemigos.”

Y poco más adelante, cita otra fuente:

El amor de los cristianos no se reservó sólo para otros creyentes. Los cristianos primitivos ayudaban también a los incrédulos: los pobres, los huérfanos, los ancianos, los enfermos, los náufragos…y aun a sus perseguidores
Hola @Alissa, me alegro de verte.

Gracias por mencionar estas citas donde destacas que el interés de los cristianos primitivos por el prójimo traspasaba barreras nacionales, de raza o de condición social. Ellos lo tenían bastante claro porque las enseñanzas y el ejemplo de Jesús y los apóstoles aún eran relativamente recientes, y aún era bastante sencillo detectar doctrinas y practicas extrañas, no como ahora, que hay un sinfín de movimientos cristianos, cada uno pretendiendo ser el verdadero, lo cual puede provocar incertidumbre al creyente sincero. Por eso es tan interesante conocer los escritos de aquellos cristianos, porque, aunque no eran inspirados por Dios, sí nos ayuda a conocer la visión correcta sobre bastantes asuntos.


Pero ya que nos gusta debatir en Internet, deberíamos (creo yo) debatir no solo de la veracidad de tal o cual postura teológica, sino a cuestionarnos su relevancia.
Esto que dices lo encuentro sumamente importante, porque es cierto que todas o casi todas la iglesias enseñan a comportarse según los valores cristianos, pero cuando lo miras más de cerca, descubres que esos valores no es precisamente lo que más enfatizan, sino que en la practica quedan relegados, incluso escondidos, en favor de otras doctrinas o practicas "favoritas" que repiten incansablemente una y otra vez. Por eso, lo interesante es saber qué asuntos enfatizaban Jesús y sus discípulos, porque tan importante es conocer la enseñanza como saber la relevancia que debe tener para nosotros.

Quizá valdría la pena crear un hilo sobre este tema
 
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Reacciones: Pancho Frijoles